Carolita (2)

Segunda parte de la historia de Carolita.

Carolita II

La directora, Adriana, entra al salón.

-Hasta luego profesor, hasta luego señorita directora- dijo Carolita un poco turbada y se retiro de la sala de computo.

Adriana no era ninguna tonta, se había dado cuenta que algo había estado pasando en ese salón, porque Carolita y Pedro estaban un poco sudosos y ruborizados al entrar ella. Así que se acerco al escritorio donde estaba Pedro se inclino un poco poniendo una mano sobre la silla donde estaba sentado Pedro y otra sobre el escritorio y lo interrogo:

-¿Qué has estado haciendo con Carolita, te has estado divirtiendo un poco, pícaro?

-No, no, no paso nada, Adriana – respondió Pedro

Pero lo que era inocultable y Adriana se dio cuenta, al ver, fue el bulto que hacia en el pantalón el pene de Pedro, que estaba semi-duro.

-Con que no? – Dijo Adriana a la vez que puso su mano encima del pantalón de Pedro, sintiendo ella misma el pene de Pedro que estaba casi tieso.

-Y que es esto, o estabas alucinando en divertirte con Carolita, ah?

-Te contare lo que paso – Dijo Pedro.

Y comenzó a explicarle todo lo que había sucedido dentro del aula hasta que ella llegó, mientras Pedro le contaba, Adriana seguía con su mano encima del pantalón de Pedro, haciendo movimientos circulares, frotando cada vez mas fuerte, esto hacía que el pene de Pedro, vuelva a endurecerse y a querer salir de su encierro dentro de sus pantalones.

Adriana era Joven, tenía un cuerpo muy bien formado, grandes senos, con unos grandes pezones, un gran culo, y unas piernas largas y carnosas. Era también una tía muy activa sexualmente, de pelos castaños y ojos claros, vestía un traje de sastre: blusa blanca, saco y minifalda.

Adriana abrió la cremallera del pantalón de Pedro y saltó una gran verga apuntando hacia el cielo

-Que hermosa verga tienes Pedro, nunca me la habías enseñado –Digo Adriana volteando hacia un costado la silla de Pedro y arrodillándose.

Agarro con sus dos manos la verga de Pedro y comenzó a pajearla, primero con movimientos suaves hacía abajo y hacía arriba.

Pedro comenzó a excitarse, le agarro la cabeza a Adriana y la despeinaba, se había sentado de tal forma, que ya mas parecía que estaba echado en la silla.

-Chupamela, Adriana, te lo pido por favor-

-No se impaciente, Pedro. –contesto Adriana.

Adriana comenzó a pasar la punta de su lengua por el glande de Pedro, lo cual hacia que este se excitara bastante, luego recorrió todo el largo de su verga, hasta llegar a los testículos, y lamerlos, le bajo el pantalón y el bóxer a Pedro, y se metió un testículo a la boca, luego el otro, jugaba con su lengua con los testículos, comenzó a chupar la verga de Pedro,

-Así, así, sigue así, Adriana.-Gemía Pedro.

Adriana se introducía el pene de Pedro hasta las bolas en el interior de su boca, se veía que era una mujer con bastante experiencia en mamadas.

Adriana se levantó, se subió la minifalda, dejando ver unas hermosas bragas blancas bordadas, de seda, se bajo sus bragas, se saco el saco, y la blusa lo cual dejo ver un hermoso brassier que hacía juego con sus bragas y que contenían un par de hermosos y grandes pechos, a punto de estallar, se sacó también el brassier, saltando sus pechos, ante este monumento de mujer, Pedro estaba extasiado, no atinaba a hacer nada, Adriana se adelanto, cogió el pene de Pedro, y se lo introdujo en su raja, sentándose, y comenzando a subir y bajar, Pedro al tener enfrente de él ese hermoso par de pechos, de grandes pezones rosados, comenzó a lamerlos y a morderlos suavemente, esto hacía excitar a Adriana, y con sus manos manoseaban las nalgas de esta, buscando llegar a su ano, hasta que lo encontró, mojo sus dedos con un poco de su saliva y mientras Adriana lo cabalgaba, él le chupaba las tetas, que estaban con unos pezones puntiagudos y a punto de estallar y metía sus dedos en el ano de ella.

Adriana estaba gozando gratamente

-Así, Pedro, hazme tuya, cuanto tiempo espere este momento

-Yo también Adriana.

Estaban los dos en un movimiento cada vez más rápido, gozaban como locos, el pene de Pedro estaba a punto de estallar,

-Creo que me vengo, ah, ah –Decía Pedro

-No aguanta un poco mas, para acabar juntos- le respondió Adriana

Por su parte Carolita llegaba a su casa toda turbada y con muchos pensamientos en su cabeza, primero estaba loca por el placer que había sentido, nunca antes lo había sentido, y también estaba un poco temerosa, pues no sabia como iba a actuar la directora, se habrá dado cuenta, lo expulsaran al profesor, la expulsaran.

Llego a su casa y de frente se metió en la ducha a darse un baño con agua helada, mientras se bañaba recordó lo que había vivido esa tarde y se cogió los pechos, con sus dedos apretaba sus pezones, que poco a poco se pusieron tiesos y erectos, se frotaba todo el cuerpo con fuerza, llegó a su rajita, que todavía estaba húmeda, introdujo su dedo índice, sentía casi el mismo placer de horas antes, encontró su clítoris y se comenzó a masturbarse, algo que nunca antes había hecho, pero si había escuchado que alguna de sus amigas lo había hecho. Estaba excitada y pensaba en Pedro, cada vez se excitaba mas hasta que sintió como una corriente eléctrica por todo su cuerpo y se corrió.

Adriana y seguía cabalgando encima de Pedro desenfrenadamente; Se paro por un instante y se dio la vuelta, introdujo el pene de Pedro en su raja y siguió cabalgando, Pedro por su parte le cogía los senos y también la comenzó a masturbar, llego el momento en que no aguantaban mas y se vino dentro de ella, la cual también al sentir el semen caliente dentro de su cuerpo se vino toda.

Adriana se apoyo encima de Pedro y así estuvieron durante un tiempo, los dos, sudorosos y exhaustos.

-Pedro, eres un excelente profesor, me has hecho gozar mucho.

-Tu también Adriana, siempre quise cogerte, pero no me atrevía, pues tú eres la directora y yo un simple profesor.

-Yo también, hace tiempo que quería coger contigo.

Los dos se pusieron sus ropas y se dispusieron a salir, pero Adriana cogió a Pedro del brazo y le dijo:

-Pedro, supongo que la clase que le estabas dictando a Carolita, va a continuar, no?

-No sé, yo estoy dispuesto a seguirla, pero no sé que pensara ella.

-Bueno, avísame, pues no pienso perderme esa clase por nada del mundo –Dijo Adriana con una sonrisa maliciosa.

-Como?

-No te preocupes yo no voy a estar presente, pero como tú eres el experto en computación, bien puedes poner una cámara y conectarla a mi computadora, así, mientras tu te coges ese capullito de Carolita yo lo veo todo desde mi oficina.

-Eres muy lista para estas cosas Adriana, así lo haré.

Se dieron un apasionado beso de despedida y se retiraron.

Esa noche Carolita no podía dormir, tuvo varios sueños húmedos con Pedro. Pero aún no sabía lo que le esperaba.

Continuara...