Carolina y las bragas de su madre III

Se descubre todo y lo que pasa no me lo podía creer

Terminamos el relato anterior después de que Carolina y yo tuviéramos una tarde noche de sexo impresionante y que ante la situación de que casi nos pillara su madre en plena actividad sexual lésbica, Carolina se pusiera tan cachonda que el siguiente reto que tenia que cumplir yo era cenar con ella y su madre haciéndome pasar por una amiga suya………………………..

Pasaron los meses y las tardes de estudio en casa de Carolina se habían convertido en algo habitual. Su madre me trataba como a un hijo mas y pasaba allí casi mas tiempo que en mi casa. Lo pasábamos genial y siempre buscábamos la mínima ocasión para crear situaciones excitantes. Carolina me daba unas bragas de su madre para que me las pusiera en el baño y se ponía súper cachonda cuando estábamos con Marta y ella sabia mi secreto bajo los pantalones, estábamos estudiando en la habitación y Carolina volvía del baño y se levantaba la falda para que le lamiera el coño después de mear, y un sin fin de situaciones mas.

Iban pasando los meses y yo siempre estaba esperando el fatídico día en que Carolina se cobrara el reto que tenia pendiente y del que no se había vuelto a hablar y que yo por supuesto, ni mencionaba. Una tarde estando como siempre estudiando en su casa, Carolina me miró fijamente y me dijo:

C.- Alfredo, tengo que hablar contigo de algo a lo que le llevo dando vueltas un tiempo y que me apetece muchísimo.

YO.- Me puse muy nervioso y esperé lo peor. ¿Y de que se trata?

C.-Pues veras, llevamos jugando mucho tiempo con la ropa de mama y poniéndonos en situaciones morbosas y excitantes delante de ella sin que se de cuenta.

YO.- Si, y creo que a los dos nos gusta mucho, ¿no?

C.- Claro, respondió Carolina. Pero quiero tener mas el control sobre ti.

YO.- No te entiendo.

C.- Pues veras, hace unos 15 días compré un juguete con el que me lo paso muy bien y se me ha ocurrido algo (se levanto y saco de su mesilla una bolsita)

C.- Mira, esto es un huevo vibrador con mando a distancia, que alguna tarde me meto en el coño y lo voy accionando a mi voluntad, tu ni te has dado cuenta, pero el otro día cuando estábamos jugando a las cartas con mama y tu llevabas puestas las bragas que lo le había cogido del cajón para ti, aprovechando el ruido de la televisión y que estábamos hablando muy alto lo puse en marcha y cuando te levantaste y mama hizo el comentario sobre el bonito culo que tenias, sabiendo que ella ni se podía imaginar que llevabas sus bragas puestas, me puse a 1000 y me corrí como una loca.

YO.- Que fuerte, ¿no? Le conteste yo

C.- Si, si, muy fuerte. Pues creo que lo justo es que tu también puedas pegarte tu pequeña fiesta oculta delante de mama, pero la diferencia es que el mando lo tendré yo y tu estarás a mi voluntad.

A esas alturas de la película, yo estaba tan cachondo que quería que fuese esa misma tarde, pero tenia que irme ya a cenar a mi casa.

YO.- Me apetece mucho Carolina, puede ser brutal

Al día siguiente después de salir de clase me fui a casa de Carolina como casi todas las tardes. Al entrar vi a Marta en la cocina vestida tan solo con una bata que dejaba entre ver su fantástico cuerpo y por el contraluz podía adivinar las braguitas que llevaba, una tanga brasileña de raso y encaje negro, la conocía bien, algún día había jugado con ella. Empecé a fantasear con que posiblemente se las habría puesto después de mi y que algún resto mío habría. Borré mis pensamientos calenturientos y me fui a la habitación de Carolina.

Habrían pasado 30 o 40 minutos desde que había llegado y Marta toco en la puerta de la habitación

M.- ¿Estáis visibles chicos?, puedo pasar? dijo entre sonrisas

C.- Espera mama, estamos en bragas y sujetador, contestó Carolina también entre risas

Marta entró y espetó

M.- Anda me habéis engañado, yo que me había hecho ilusiones de veros a los dos en ropa interior, ja ja ja ja, y además estoy segura de que a Alfredo le quedaría genial tu ropa interior Carolina, tiene un cuerpo muy bonito, incluso le quedaría bien la mía, ja ja ja ja., Bueno chicos, que me ducho y salgo a comprar algo de picar y luego jugamos un rato a la play si os apetece.

C.- Ok, mama

Marta se fue a su habitación y yo miré a Carolina con ojos de perplejidad por los comentarios de su madre, ella me hizo un gesto de que me olvidara y se levanto cuando sonó el grifo de la ducha camino de la habitación de su madre. Regresó de inmediato y me tiro a la cara unas bragas negras para después tirarse en la cama y levantando su falda sin llevar nada debajo se llevó la mano al coño para sacarse el huevo vibrador, que hija de puta, lo llevaba puesto. Me dijo:

C.- Date prisa, tenemos 5 minutos hasta que salga del baño, ponte las bragas

Y mientras me estaba poniendo las bragas a toda prisa y ella me metía en el culo el huevo vibrador recién salido de su coño y aun mojado, caí en un detalle.

YO.- Pero estas loca Carolina, estas bragas son las que llevaba tu madre puestas antes, se va a dar cuenta.

C.- Que va, las he cogido del cesto de la ropa sucia, ¿que pasa?, que no te gustan los jugos de mama?

Me apresuré en acomodarme el paquete en las braguitas y me puse el pantalón rápidamente. Notaba como presionaba el huevo dentro de mi culo y la sensación, aunque algo molesta, me daba placer y mucho mas con las recién usadas bragas de Marta.

Marta termino de ducharse y vestirse y volvió a tocar a la puerta

M.- Toc, toc, chicos estáis visibles, puedo pasar?

C.- Nos pillas en bragas otra vez mama, contesto Carolina nuevamente

Marta entró y dijo

M.- Búa, otra vez me habéis mentido, nada que no le dais un capricho a una.

M.- ¿Voy a comprar algo de picar, tu que quieres para beber Alfredo?

Y según abrí la boca para decir lo que quería, de pronto me empezó a vibrar el culo, haciéndome temblar hasta las piernas y tartamudear.

YO.- Coca-Cola, gracias

YO.- Eres una hija de puta Carolina, casi me caigo de la impresión, como no me avisas de esto, yo creo que tu madre se ha dado cuenta de algo.

Carolina se partía de risa mientras subía de velocidad el vibrador y me metía la mano en el paquete.

C.- Te vas a cagar zorra, te voy a estar dando caña hasta que te corras delante de mama en sus bragas, amenazo Carolina con mirada de vicio.

Marta regreso de compara y preparo un agape´en el salón. Empezamos a jugar a el trivial y se fue animando la tarde, cada vez que me tocaba contestar Carolina le daba caña al vibrador y yo pegaba unos satos que cuanto menos sorprendían a los presentes. Alfredo hijo para de moverte parece que tienes un cohete metido en el culo, dijo Marta, si ella supiese……..

Marta se sirvió una copa y me preguntó si quería un poco de wiski en mi Coca-Cola, yo tenia casi 17 años y me parecía un poco fuerte, pero como me animo también Carolina accedí. Seguimos jugando y a Marta se le empezaban a notar un poco las copas, se levanto para ir al baño diciendo suavemente que se estaba meando y que se había mojado las bragas, yo me puse súper cachondo con el comentario y lo único que quería era ponerme esas bragas húmedas de pipi.

Cuando marta se fue, Carolina se abalanzó sobre mi y poniendo el vibrador a tope y metiéndome la mano en mi polla, me susurraba al oído mientras me mordía la oreja

C.- que guarra, quieres chuparle el coño a mama cuando termine de mear, a que si que quieres guarra, vete al baño y chúpaselo, veras como le gusta perra

Yo estaba como loco y en esas regresó Marta del baño.

M.- haber chicos, estoy un poco pedo, pero aun no soy tonta. Os he dicho que me había meado en las bragas un poquito y me las he quitado para echarlas a lavar, pero mi sorpresa es que cuando he ido al cesto de la ropa sucia, me he dado cuenta de que no están las bragas que me quité antes de ducharme, ¿me lo explicáis?

Carolina le dijo que estaría equivocada y que estarían por ahí y ya aparecerían, que se dejase de tonterías. Marta insistía en preguntar por sus bragas y exigía una explicación a todo aquello.

M.- A ver chicos, no soy tonta y se que os traéis un jueguecito que aun no se cual es, pero que se que lo tenéis, mis comentarios cuando entro en tu habitación no son fortuitos y me doy cuenta de los calentones que os pegáis. Hija no se si sabes que hace dos meses los señores de la alarma instalaron cámaras por toda la casa, aun no he visto lo que han grabado, pero estoy por que lo veamos todos juntos y salimos de dudas del juego que os traéis entre manos.

Yo no sabia donde meterme y me puse muy nervioso mientras miraba a Marta esperando que eso cambiase de tercio.

M.- A ver hija, llevas puestas mis bragas usadas, ¿acaso te excita la ropa de mama?, puedo entenderlo, yo también he tenido siempre fijación por la lencería de otras personas.

C.- No mama, yo no llevo puestas tus bragas, pero se donde están.

M.- ¿Muy bien, y donde están?

Confiaba en que Carolina guardase el secreto, pero también había bebido y de allí podía salir cualquier cosa.

C.- Martita, ponte de pie y bájate los pantalones, ¿dijo?

M.- Ahora me llamas Martita, le dijo su madre.

C.- No eres tu

En ese momento todas las miradas se clavaron en mi que no sabia que hacer. Debido al efecto del wisqui que había tomado, al calentón de toda la tarde, y a esa situación tan rara, tome el camino de en medio y me levante. Me desabroche el pantalón y lo baje hasta mis tobillos. La mirada de Marta estaba entre el enfado, la risa y la excitación. Se dirigió hacia mi y empezó a mirarme dándome la vuelta.

M.- Lo ves, ya sabia yo que tenias que estar fantástico en bragas.

C.- fantástico no mama, fantástica, es Martita, mi zorra.

Marta empezó a tocarme y a colocarme bien su tanga mientras hacia comentarios alagando mi cuerpo y sus bragas, en esto, Carolina puso en marcha el vibrador y enseguida Marta noto que algo pasaba ahí. Me bajó un poco las bragas por detrás y me dijo que me agachase, cuando vio que tenia un vibrador en mi culo volvió a colocarme el tanga y preguntó.

M.- desde cuando lleva pasado esto?

C.- Pues mira mama, te acuerdas cuando te desparecieron las bragas en la piscina hace unos años, pues desde ahí, fue mi putita y yo la pille y desde ese tiempo jugamos a todo lo que se me ocurre a mi, que no es poco.

M.- Ósea, ¿que fuiste tu?

YO.- mira Marta, yo pensaba que estaba robando las bragas de tu hija que siempre me ha puesto muy cachondo y cuando me di cuenta de que eran las tuyas, me dio mas morbo aun, no me preguntes el porque, eres na mujer bellísima y con un cuerpazo y tan solo pensar en que estas conquistando a alguien con tu lencería, me pone a mil.

M.- Bueno, pues como ya está todo claro mas o menos, quítate mis bragas que me las vas a dar de si.

Hice lo propio y me las quité, se las di a ella y se dio cuenta de que me había corrido en ellas.

C.- Mama, eres una aguafiestas, has dejado a mi putita desnuda

Marta se quedo parada por un instante mirando a su hija, luego a mi desnudo en mitad del salón y luego al corridon que le había dejado en sus bragas. Estuvo pensativa como 4 o 5 minutos, que a mi se me hicieron eternos, por si al final todo esto salía a la luz y se lo contaba a mi familia.

M.- Bien, quiero llegar al fondo de todo esto antes de tomar una decisión con lo cual ahora nos vamos a sentar los tres y vamos a visionar lo que han grabado las cámaras de seguridad mientras yo no estaba, os parece bien?, y tu Carolina dile a tu putita que no me gusta que este desnuda por la casa que se ponga algo, y con gesto golfo le tiro las bragas meadas a su hija, con esto estará bien, no le gustan mis jugos?, pues ahí hay unos cuantos.

Carolina me tiro las bragas y yo de inmediato me las puse con un calentón increíble y bajo la atenta mirada de Marta.

M.- Que nos ponga unas copas tu putita hija, a nosotras dos, ella no, beberá cuando se le diga.

Me dirigí al mueble bar y cuando me incliné para coger la botella de wiski, empezó a funcionar el vibrador a máxima potencia y perdí el equilibrio de susto y del placer. Se rieron las dos de mi y Marta le aplaudió a su hija que fuese ella la que llevaba el mando del vibrador, si siempre dominas igual a tu amiga te lo debes pasar de maravilla, pon en marcha las grabaciones que lo vea.

Empezamos a ver los videos que habían grabado las cámaras y se nos veía en la habitación de Marta, poniéndome yo toda su ropa, complementos y zapatos y botas para luego enrollarme con Carolina en la cama de su madre, afortunadamente en los videos se veía claramente que la voz cantante siempre la llevaba Carolina y yo simplemente era su juguete preferido. Marta no apartaba la vista de la pantalla, tan solo para mirarnos de reojo en contadas ocasiones, se la notaba molesta, pero disfrutando de lo que veía.

M.- Ósea, ¿que os dedicáis a follar en mi cama y a usar toda mi ropa?, y que pasa Carolina, no puedes ponerle la tuya y follar en tu habitación

C.- Espera mama, pasa a los videos de mi habitación

M.- Ahora pasaremos a eso, pero antes quiero ponerme algo mas cómoda que ir sin bragas no es lo mío.

Marta se fue hacia su dormitorio mientras Carolina y yo comentábamos el momento entre avergonzados y muy cachondos. Carolina me propuso que me pusiese sus braguitas y su sujetador antes de que llegase su madre para que viese que no era exclusivo lo de su ropa, así lo hice, era un conjunto de algodón rosa y blanco con florecitas, poco sexi pero excitante.

Marta hizo su entrada en el salón y nos quedamos atónitos. Apareció con una bata larga transparente, un conjunto de tanga y sujetador de encaje negro con liguero a juego, unas medias de red y unos zapatos negros de charol con un tacón de infarto.

M.- Ya que veo que te has puesto casi toda mi ropa interior, he decidido ponerme este conjunto que compré ayer y que tenia reservado para una ocasión especial, quien sabe, es posible que esa ocasión es hoy.

Veo que te has cambiado de ropa Martita y que has añadido el sujetador a tu look, supongo que es lo que mi hija llevaba puesto. Reconozco que te queda tan bien como a ella, pero que en ti lo veo con otros ojos y he de decir que no me disgusta. Como veo que esto va para largo Martita, he llamado a tus padres mientras me cambiaba y les he dicho que hoy duermes aquí, me quedan muchas cosas por descubrir y se hará tarde.

Carolina, haz el favor de ponerte algo de ropa y ya que vas a tu habitación trae una minifalda, una blusa y unos tacones para tu amiga Martita, así por lo menos estaremos todas vestidas.

Nos quedamos esperando a Carolina en el salón las dos solas y Marta aprovecho para interrogarme

M.- ¿Martita, a ti te gustan los hombres?

YO.- No, en absoluto, me encantan las mujeres, me vuelven loco, por eso creo que me excita tanto ponerme su ropa.

M.- ¿Y ahora, estas excitada viéndome?

Me levanté y le mostré el bulto que había debajo de las braguitas de su hija, ella paso la mano ligeramente por encima de mi polla y dijo

M.- Pues si, parece que te pongo cachonda, me alaga mucho

Carolina regreso vestida como una autentica puta. Se había enfundado en un minivestido que dejaba ver perfectamente sus curvas, se había pintado los labios de rojo y se había marcado las líneas de los ojos infinitas.

Me dio una minifalda vaquera, que me quedaba muy corta puesto que soy mas alto que ella, un top lencero de manga larga, unas medias negras por encima de la rodilla y unos botines negros de ante con bastante tacón. Me vestí y Carolina me pintó los labios de su mismo color, Marta viendo la escena, se levanto y trajo de su cuarto una peluca larga castaña que ella misma me puso.

M.- bueno, ya estamos las tres vestidas, pero he de deciros que yo de señora y vosotras de putas busconas.

En fin, sigamos viendo videos

Después de ver videos follando de mil maneras y vestido con lo imaginable para cada ocasión, apareció una escena que yo recordaba perfectamente, se veía a Carolina entrar en el baño de su habitación y sentarse en la taza del wáter y a mi entrando instantes después y arrodillarme delante de ella, no se apreciaba con detalle lo que estaba pasando, pero se intuía.

M.- ¿Niñas, estáis haciendo ahí lo que creo que estáis haciendo?

C.- y que crees que hacíamos mama?, simplemente hice pis y como no quedaba papel, le dije a mi putita que me limpiase el coño con su lengua.

En ese momento, note como Marta se estremecía y cruzaba las piernas apretándolas contra su coño.

M.- pues será de veros a vosotras, pero me han entrado ganas de hacer pis, ahora vuelvo

Se fue al baño de su habitación y Carolina me hizo un gesto de que la siguiese, yo estaba ya entregado a los vicios de la carne y no puse ningún reparo. Entré en el baño y allí estaba Marta sentada en el wáter, me miro y separo las piernas como haciéndome sitio, yo me arrodille delante de ella y miré como salía una meada de campeonato de su precioso y peludo coño, no había terminado de mear y alzo su culo para ofrecerme el coño en todo su esplendor, yo me incline hacia delante y empecé a lamer aquel coño que seguía soltando pis, ya limpiándola con mi lengua y escuchado sus gemidos, se puso en marcha el vibrador de mi culo y provoco que hundiera la cara entre sus piernas y que ella ante tal envite, se corriese en mi boca como una loca. Terminamos, nos acomodamos y fuimos al salón.

Carolina estaba en el sofá con el móvil en la mano, las piernas abiertas y la otra mano metida en su coño.

C.- lo habéis pasado bien verdad?, ya te dije mama que esta niña era muy puta y muy guarra.

M.- Carolina, soy tu madre y a pesar de que sabes que soy muy liberal en el sexo, no me parece bien que te estés tocando delante de mi, viendo porno.

C.- no veo porno mama, veo el video que os he grabado mientras meabas y mi zorrita te lamia el coño. Tampoco está bien que te aproveches tu de mis juguetes mama, pero como soy muy liberal no me importa que la compartamos.

Carolina se levantó, camino hacia su madre y metiéndole la mano en la entrepierna le dijo:

C.: Bueno, bueno, la que se ha corrido sin tocarse eres tu mama.

Y acto seguido se agacho frente a mi y bajándome las bragas, me regalo una mamada que terminé en su boca abundantemente. Se incorporo, se acerco a su madre y presionando sus labios contra los de ella, le paso mi corrida a su boca.

C.- Las buenas niñas comparten todo con su mama

Dijo mientras Marta tragaba mi leche.

La noche continuo y no paramos de follar, todas con todas y de hacer todas las guarradas posibles que se nos ocurrían.

A la mañana siguiente, amanecimos en la cama de Marta. Nos levantamos y sin decir palabra fuimos a desayunar. Las miradas lo decían todo, hasta que Marta rompió el silencio y dijo.

M.- Bien chicas, reconozco que ayer lo pase como nunca en mi vida, con lo cual, hay que hacerle un hueco en los armarios a Martita para que tenga su propia ropa, aunque la dejemos jugar con la nuestra.

Aplaudimos, nos reímos y nos besamos

M.- ah, y lo que aun tiene que cumplir Martita, como evidentemente conmigo ya no puede ser, he pensado que lo haremos aquí con un amigo mío que se llama pedro y que de vez en cuando nos hemos acostado, además Pedro es amigo de tus padres y te conoce Martita, con lo cual, el morbo está garantizado

Continuara ………………………