Carolina y las bragas de su madre II

Como continuan nuestros juegos picantes

Después de descansar un rato exhaustos por el revolcón que nos habíamos dado, carolina de miró y me dijo

Martita cariño, no me has follado como yo quería

Y como querías, replique yo

Pues seduciéndome primero y conquistándome. Te crees que esto es un aquí te pillo aquí te mato.

¿Y que propones?

Pues mira dijo carolina, como aun es pronto y mi madre tardará en venir, quiero vestirte con mi ropa y que me seduzcas como una lesbiana hasta calentarme y follarme. Así que vamos a mi habitación.

Nos levantamos y fuimos a su habitación, yo empezaba otra vez a excitarme simplemente pensando en la escena que se iba a producir en un rato.

Carolina empezó a desvestirse por completo tirando la ropa en la cama y yo hice lo propio.

¿Primero me visto yo y luego te visto a ti, te parece Marta?

Tu mandas, replique

Carolina abrió el cajón de su ropa interior y saco unas braguitas negras de encaje, un sujetador a juego y un liguero que quitaba el sentido, con unas medias de red. Empezó a vestirse lentamente y yo empecé a tener una erección brutal. Primero las braguitas, luego el sujetador y luego las medias y el liguero, estaba preciosa y súper sexi. Se puso una minifalda negra que tapaba justo hasta las medias, para ocultar el liguero lo justito, y una blusa negra trasparente que dejaba ver todo el sujetador, lo completo con unos botines de media caña y tacón de aguja. La verdad, estaba muy provocadora y pidiendo guerra.

Bien, ahora te toca a ti, dijo con voz imperativa.

He pensado que te vestiré de jovencita putón.

Dicho esto, saco un conjunto de lencería compuesto por unas braguitas tipo culote de algodón y rematadas en encaje de color blanco y rosa con florecitas. Luego saco unas medias de rallas blancas y rosas por encima de las rodillas, una falda vaquera y una camiseta blanca muy ceñida y sin mangas, para rematar me dio unas botas tipo militar negras.

Me puse las bragas y el sujetador con las medias y luego me puse la falda. La verdad que ni en mis mejores fantasías me habría imaginado algo así. Carolina me iba sacando fotos mientras me vestía y reía y jadeaba a la vez.

Si, si, sigue así putita mía. Como me estas poniendo golfa.

Una vez estaba vestido me miré al espejo y no daba crédito a lo que veía. Parecía una jovencita recién salida para ir con sus amigas por ahí.

Carolina se me quedo mirando y poniendo un gesto extraño me dijo:

Hay que solucionar lo de los pelos para el próximo día, no me gustan las mujeres con pelo, y además hay que hacer algo con tu pelo, te pega una melena ondulada. Bueno para hoy esta bien, simplemente te daré un toque femenino pintándote los labios

Así lo hizo y nos fuimos al salón, no sin coger antes el consolador de la habitación de su madre.

Nos sentamos en los sillones y nos pusimos unas copas para entrar en materia. Carolina estaba muy excitada, se le notaba, y no paraba de tocarme la cara, las piernas, los hombros…, a la menor oportunidad que tenia.

Empezamos a jugar a un juego que consistía en que cada vez que uno fallaba una pregunta, tenia que contestar una pregunta de la otra persona, hacer algo que le pidiese, o aceptar un reto que le plantease el contrario, todo esto en función de lo que salida en un dado que se lanzaba.

Comencé perdiendo yo y al lanzar el dado salió pregunta

Estas cachonda Marta?

No sabes cuanto, estoy hasta mojada

En la siguiente ronda perdió ella y salió hacer algo

Bésame en la boca

Carolina me dio un beso metiéndome la lengua hasta la garganta mientras metía la mano por debajo de mi falda para encontrarse con mi erección

Anda, si es verdad que estas mojada, serás puta

Así estuvimos un buen rato, con preguntas, pruebas y poniéndonos a mil por hora, llegado un momento volví a perder y el mandato de Carolina me dejó muerto, bueno, muerta. Teníamos que ir al garaje del edificio y volver a la casa. Me excitaba y me daba un miedo a la vez que aumentaba aun mas mi excitación, solo podía pensar en que pudiese venir la madre de Carolina antes y me pillase vestido así con su hija. Nos dispusimos y lo hicimos.

Salimos al rellano y nos encaminamos al ascensor, yo no podía parar de temblar, nos montamos en el ascensor y allí, empezó a besarme y a meterme mano por debajo de la falda hasta que llegamos al garaje, llegados allí, salimos, miramos y volvimos al piso.

Cuando llegamos a la casa le dije que no podía de los nervios y que me hacia pis, me dispuse a ir al baño y Carolina me siguió de cerca. Al llegar, entre y ella me siguió, no dije nada, levanté la tapa, me levanté un poco la falda y me bajé las braguitas hasta las rodillas para sentarme como una señorita.

Muy bien Martita, ya empiezas a ser toda una nenita, como a mi me gusta.

Cuando termine, me limpie por delante y me subí las braguitas acomodando mi paquete.

Espera, ahora yo, me dijo Carolina. Las chicas hacemos pis juntas.

Hizo lo propio, y se sentó en el wáter, pero en lugar de cerrar las piernas, las abrió y empezó a echar un chorro enorme. Esta escena me excito muchísimo y no lo entendía. Ella me miraba disfrutar y se tocaba mientras acababa. Terminó.

Anda, no queda papel, lo has agotado todo mi putita, pues ahora lo arreglaras tú. arrodíllate, me ordeno.

Lo hice y ella se alzo hacia mi y me ordeno que le limpiara el coño con mi lengua. Mientras lo hacia note como mi polla crecía dentro de las bragas y no quería que acabase el disfrute de sus jugos en mi boca.

Te gusta verdad puta, yo se que te gusta. Chupa y déjalo impecable.

Pasamos al salón y empezamos a enrollarnos en el sillón, yo la tocaba y estaba empapada, le metía los dedos en su húmedo chochito y jadeaba como una perra. En un momento en el que teníamos casi toda la ropa fuera, Carolina cogió el consolador de su madre y acercándose a mi por detrás empezó a jugar con el en mi culo, llegado ese momento yo estaba deseando que me lo metiese hasta dentro y así se lo hice saber con mis contoneos y frotamientos. Me bajó la braguita hasta las rodillas y me apoyo sobre la mesa el comedor.

Empezó a chuparme el culo y yo notaba como se abría pidiendo guerra, acerco el consolador y lo introdujo con mucha facilidad en mi culo, inmediatamente me corrí como un loco, gritando de placer. Caímos sobre el sofá y en ese momento sonó el teléfono de Carolina.

Si.  Si mama que pasa?, ah vale te abro yo.

Su madre estaba en el portal y no tenia llaves. Corrí a ponerme los pantalones y mi camisa sin darme tiempo a quitarme las bragas y el sujetador. Escondimos como pudimos el resto de la ropa y Carolina abrió a su madre.

Que tal chicos?, como lo habéis pasado?

Muy bien, estuvimos jugando hasta hace 5 minutos a preguntas y respuestas. Un juego muy instructivo, te podías apuntar un día mama, dijo Carolina mirándome pícaramente y haciéndome un gesto para que cerrase mas mi camisa ya que se me veía un poco el sujetador.

Bueno chicos, me voy a la cama, estoy muy cansada. No os acostéis tarde.

Nos quedamos en el salón un rato mas charlando y comentando la tarde. Carolina me dijo que no me había dicho cual era mi reto ultimo que perdí, y me dijo que quería que fuese un día a cenar con ella y con su madre siendo Marta, le dije que estaba completamente loca y que no pensaba dejar que su madre supiese de nuestros juegos.

No se dará cuenta Martita, te lo prometo. Pienso depilarte, maquillarte y vestirte para que no se de cuenta de nada. Ese es mi reto y tienes que cumplirlo, sentenció

Continuara………………………