Carolina, mi buena amiga
La historia de como le fui infiel a mi novia con una amiga de la universidad.
Antes que nada quiero agradecer a los que han leído alguno de mis dos relatos y agradezco las opiniones o sugerencias que puedan enviar a mi e-mail, pues la idea es relatar estas experiencias lo mejor posible.
Bueno después de mi primera vez con Daniela, las cosas empezaron a volverse cada vez mejores. Ella dejo de lado la timidez que tenía hacia el sexo y se volvió cada vez más curiosa, y empezamos a experimentar muchas cosas nuevas, posiciones, sexo oral, sexo anal y tener sexo en lugares cada vez más raros, donde nos dieran ganas.
Ambos terminamos bachillerato e ingresamos a la misma universidad pero a carreras diferentes, mientras yo me incline por la ingeniería ella decidió que lo suyo era la psicología. Seguíamos saliendo como antes y empezamos a tener amigos en común, la pasábamos muy bien. Pero desde que entre a la universidad me fije mucho en Carolina, una niña bastante linda, rubia, delgada, bastante mas alta que Daniela y con unos ojazos azules muy lindos, es de esas niñas que llaman la atención donde quiera que lleguen.
Carolina era compañera mía de estudios, y poco a poco nos hicimos buenos amigos, ella nunca mostró interés en mi y aunque a mi ella me gustaba y me daban ganas de cogermela, tampoco le mostré interés alguno. Para el tercer semestre nos toco hacer un proyecto bastante largo que requería de buen trabajo, Carolina y yo como éramos amigos nos hicimos juntos con otros dos tipos que estudiaban con nosotros.
Al principio todo iba normal, trabajamos en la casa de alguno hasta temprano y luego yo llevaba a Carolina a su casa y me iba a la mía, o si era en la casa de Carolina me regresaba solo a mi casa. Al final del semestre estábamos atrasados en el trabajo por lo que durante un par de semanas nos toco trabajar diario y hasta tarde, y decidimos hacerlo en la oficina de mi papa pues haya habían varios computadores así podríamos avanzar bastante y además encontraríamos buen material que podría sernos útil en nuestro trabajo.
Daniela se empezó a poner celosa con esta situación, pues yo me la pasaba más tiempo con Carolina que con ella, pero yo la convencí que eran cosas de la universidad y que no podía hacer nada. Un día nos fuimos a trabajar nuevamente, pero ese día yo veía a Carolina mas buena que nunca, estaba usando un jean descaderado que dejaba ver su pequeña cintura y su plano abdomen, y cuando se sentaba y se inclinaba hacia delante dejaba ver un poquito la rajita de sus nalguitas, y estaba usando una blusita blanca algo escotada que me estaba excitando rápidamente. Note que los dos tipos que trabajaban con nosotros estaban también excitados, vi que cuando se levantaban se acomodaban los penes erectos debajo de sus pantalones.
A altas horas de la noche cuando nos faltaba muy poco uno de ellos decidió que se iba, yo acepte pues empecé a pensar que esta era mi oportunidad con Carolina. Una media hora mas tarde se fue el otro tipo que estaba con nosotros, y note que al despedirse mi hizo caras como sabiendo lo que iba a ocurrir esa noche. Carolina y yo empezamos a imprimir todo el trabajo, mientras las hojas pasaban nos sentamos en un pequeño sofá ubicado en la recepción y nos empezamos a abrazar por el frío y el cansancio. Ella se estaba quedando dormida en mis brazos, y no aguante mas, me acerque y mis labios tocaron los suyos, cuando esto estaba ocurriendo me empecé a arrepentir, pues no sabría que reacción tendría ella.
Ella abrió los ojos completamente y me miro fijamente durante unos segundos, luego sonrió y me dijo "ve!, y tu no tienes novia??" yo le dije "si, pero tu me gustas mas", la verdad no se porque dije esto pues aunque Carolina estaba muy buena, siempre estuve enamorado de Daniela, pero cuando las cosas tienen que pasa simplemente tienen que pasar. Carolina se me acerco y me empezó a besar suavemente en la boca, mi lengua empezó a abrirse paso entre los tiernos labios de ella hasta que mi lengua toco la suya y ella se mostró complacida ofreciéndomela. Después de un apasionado beso, mi pene ya estaba a punto de reventar.
Recosté a Carolina sobre el sofá mientras mis labios bajaron por su cuello hasta al inicio de sus tetas. Abrí suavemente su blusa quedando sus tetas solo detrás del sostén, empecé a besarlas por encima y ella solo gemía suavemente, deslice mis manos por debajo de su cuerpo, hasta que llegaron a su espalda, desabroche su sostén y lo baje para dejar al descubierto esas tetas, no mas grandes que las de mi novia, pero aun así firmes y apetecibles.
Ella inmediatamente me susurro "esto es una locura .ahhhh, que va a decir tu novia?" Yo empezaba a chuparle las tetas y le respondí "ella no me importa ahora, solo me importas tu". Carolina aun incredula con lo que estaba ocurriendo me separo de ella con sus manos y me dijo "ahora ., pero y después que?" , hubo un silencio y yo la mire a los ojos y le dije "después no se .., tu me gustas mucho, quiero estar solo contigo" la bese nuevamente en la boca y ella se dejo. Volví a lo mío con sus tetas y sus pezones estaban duros, yo los mordisqueaba y jugaba con ellos, note que Carolina no pudo mas y cedió ante sus deseos.
Empezó a quitarme la camisa y sus dedos recorrían suavemente mi espalda, yo empecé a quitarle el jean mientras chupaba sus tetas (arte en la que me estoy haciendo un maestro). OHHHHHH!!!! SORPRESA!!!!! Carolina no estaba usando ropa interior bajo el jean, apenas los baje note su dorado monte de Venus. De ahí en adelante todo fue como una visión, no pude evitar saltar sobre su cuquita y empecé a lamerla suavemente, era dulce, nuestros cuerpos empezaron a enlazarse pues ella me empezó a quitar el jean a mi, los bajo y luego bajo mis boxers.
Esto empezó a ocurrir rápido y no se como, pues estaba concentrado en su cuquita oooohhhh, era tan rica. De un momento a otro y sin esperármelo, sentí la húmeda lengua de Carolina recorriendo mi pene de abajo hacia arriba, y luego introdujo el glande en su boca, y luego el pene entero, y empezó a darme una mamada espectacular. La mire y vi como gozaba con mi verga dentro de su boca, ella era linda y me estaba mamando la verga y disfrutaba con eso, me sentía en el paraíso. No me aguante y me dirigí a ella, y la cargue, con sus nalgas apoyadas en mis manos y sus tetas en mi cara.
La senté sobre el escritorio de recepción y apunte mi pene hacia su rubia vagina. La penetre suavemente, y aumente el ritmo enseguida, Carolina empezó a gemir fuerte mientras el escritorio se estremecía con nuestros movimientos.
Yo veía como los vellos negros de mi pelvis golpeaban contra los rubios se la suya, y como mi pene se introducía completamente en su vagina. Ella me tomo fuertemente de la espalda e inclino su cabeza hacia atrás gimiendo cada vez con mas fuerza, presintiendo un orgasmo cercano. Yo paseaba mis manos por sus nalgas y con un dedo masajeaba su culito, entonces la levante fuerte y con mi pene aun clavado en lo profundo de su vagina di media vuelta y la acosté sobre la suave alfombra del lugar. Sobre ella, empecé a bombear más fuerte, ella empezaba a gritar de placer y sentí que mi pene no daba más, y lo saque, derramando un fuerte chorro de semen sobre su abdomen y hasta sus tetas.
Ella gimió después de esto y tomo mi pene, lo introdujo en su boca y empezó a tomar los restos de semen que tenia en el, dejándolo limpio. Después de esto ella se dirigió al baño a limpiarse, yo no podía creer lo que había ocurrido "De verdad me he tirado a Carolina?" me decía a mi mismo. Cuando ella salio, pude apreciarla completamente desnuda caminando hacia mi, ese cuerpo tan deseable ., ella se acerco a mi, me abrazo y nos besamos. Ella se arrodillo frente a mi y empezó a chuparme la verga nuevamente, la cual se puso dura nuevamente en muy poco tiempo. La ubique en cuatro sobre el pequeño sofá de la recepción y empecé a chuparle la cuquita mientras con un dedo empezaba a explorar su culito. Utilizaba los jugos de su vagina y mi saliva para humedecer su entrada trasera, e iba dilatándola metiéndole primero un dedo y luego dos.
Finalmente todo estaba listo para encularla y ella se iba a dejar!!!! De verdad no podía creerlo. Metí mi pene en su vagina y empecé a bombear por unos minutos, mi pene estaba húmedo y su culito listo. La penetre analmente con suavidad porque su culito era estrecho pero aunque ya se lo habían metido por allí. Ella se quejaba de dolor y gemía de placer, entonces empecé a clavarla mas duro por ese culito tan rico y con un dedo masajeaba su clítoris. Sentí como ella tuvo un orgasmo al quedarse sin aire y como sin noción de lo que ocurría, luego nuevamente retomo su aliento y empezó a gemir fuerte y a jadear, mientras yo la enculaba bien rico.
Al rato no pude resistir más y derrame toda mi leche en su culo, ella se mostró complacida. Cuando saque mi pene de su culo vi como de su agujerito salía leche. Después de esto nos limpiamos en silencio y arreglamos las hojas impresas del trabajo, quedamos de hablar al día siguiente. La lleve a su casa y nos despedimos de beso en la boca, esa noche no pude dormir pensando en lo ocurrido en lo rico que la había pasado con Carolina y su vez en las cosas que dije que no debí decir. Lo que no sabía yo, es que Carolina se había tomado las cosas más a la ligera de lo que yo creía y que lo de los dos estaba solo empezando.