Caro

Una costumbre familiar nos llevo a ser parte de una tradición antigua.

Tengo 20 años, me dicen Ari, pues mi prima Carol de niña no podía pronunciar bien mi nombre, Adrián. Ella tiene 14 años y desde que murieron sus padres vive con mi familia. Vemos TV en la sala, nos sentamos en el sillón mi mamá, ella, y yo. Ella tiene la costumbre desde pequeña(3 o 4 años) de sentarse en mis piernas para ver tele, y nadie lo ve como algo malo(un tiempo lo hizo sobre mi padre pero como él llegaba cansado del trabajo le pidió que lo hiciera sobre mi, pues acababa de quedar huérfana y sabia que requería ese cariño y luego se hizo costumbre).

Hace un mes estuvieron en casa unos amigos y amigas de la secundaria y estuvimos acordando las travesuras que hicimos. Cuando se fueron, mi novia Paty me comento una charla que tuvo con las amigas en el baño, era sobre si era importante o no el tamaño del pene para que una mujer disfrute, aunque no se pusieron de acuerdo, Paty había dicho que yo tengo un pene nada despreciable (17 cm). Ella sabe eso porque tenemos relaciones desde hace medio año. La discusión estaba animada pero Caro quería entrar al baño y se acerco a ellas que tuvieron que suspenderla y regresar a la sala con nosotros.

El domingo después de cenar, Caro se sentó y se acomodó sobre mí para mirar la TV. Era una película romántica y en una escena la pareja comienza a tener relaciones casi explicitas. Por ello la considere inadecuada para Caro y le cambié de canal. Ella me dijo que volviera a ponerle en película que estaba muy interesante. Yo le dije que esa película no era para ella y me dijo:

Ay Ari, no seas anticuado. Todo lo que pasa en la película ya lo sé.

Y de donde lo sabes? Le pregunté

En mis revistas de 15 a 20 o Eres o el internet, me dijo.

Eso me dejó pasmado, no por la respuesta, sino por mi olvido, pues recordé que hoy los chicas tienen mas acceso a esa información que hace 3 o 4 años. Puse de nuevo a la película. Las escenas eran más fuertes y me empecé a excitar. Caro sintió mi erección pues dijo:

Es bastante erótica, no?

Porque lo dices? Le pregunté

Porque se nota aquí(señalo a mi entrepierna).

Me puse rojo de pena. ella se había dado cuenta que me estaba calentando.

Sin inmutarse dijo, no te apenes Ari. Además a Paty le encanta el tamaño de tu pene.

Y tus como lo sabes, dije

El otro día la escuché hablando de eso con sus amigas.

Ruborizado dije: Caro. No está bien digas esas cosas, si te oye mi mamá nos regañara.

No es nada malo Ari, dijo. Y yo desvié la platica.

Ya en mi recamara estuve pensando en la conversación y al siguiente día al ver a Paty le comenté lo pasado, claro que no lo de mi erección. Me dijo que eran cosas de niña que no me preocupara.

Al sábado siguiente Mamá tuvo una reunión de trabajo por lo cual volvería muy tarde. Nos habíamos quedado solos Caro y yo. Tras la cena, charlamos y luego a ver la TV. Ella llevaba puesta una playera que resaltaba sus ya notorios atributos. Yo llevaba puesto un short y una playera.

Caro se sentó sobre mí y nos dispusimos a ver una película que había alquilado ella. Era de misterio dijo. Era bastante aburrida hasta que llegó una escena en la cual la pareja entró a la recamara y él comenzó a besarla y acariciarla eróticamente. Acariciaba sus senos y sus manos se perdían dentro de la blusa de ella. Mi pene volvió a reaccionar, Caro se percato, se paro y dijo:

Ari, acomódate. ¿verdad está buena?

Sorprendido solo dije: Si, pero es fuerte, no?

Si, solo un poco, dijo ella.

Yo estaba cada vez más excitado viendo las escenas de la pelí que resulto semiporno y sintiendo el calor de las nalgas de mi prima encima de mí, mi verga endurecía más.

Caro parecía indiferente mirando la película. Le pedí que se bajara porque debía ir al baño. Quería ir a aliviar mi erección, fui al baño y me pajee, luego regrese a la sala. Se sentó nuevamente en mis piernas. Esta vez se acomodó mas arriba, justo sobre mi verga. Se movía ligeramente restregando su trasero en mi bulto que volvió a cobrar dureza. Mi prima parecía no darse cuenta, sin embargo al poco tiempo me dice:

Ari, es cierto que tienes un pene grande?

Carooo, no seas indiscreta eso no se pregunta.

No seas malo Ari, dime. No tiene nada de malo. Además tu no te aprovecharas de mi,¿ no? Como podria ocurrir con otro hombre.

Solo pude decir: Perooo, pues con una cara de ternura me dijo:

Anda, porfa, y ya no pude negarme

Ok., que quieres saber? Dije.

Lo que te pregunté, es verdad o no?

Creo que si.

Pues según Paty si lo es. Y cuando vinieron tus amigos de la secundaria les contó a sus amigas y de lo bien que lo haces.

¿Hago qué? ¿Paty dijo eso? Le pregunté.

No escuche bien, pero creo que el amor, y Laura y Mary dijeron que si no fueras novio de Paty les gustaría comprobarlo.

No sabía eso, me dije pensativo.

Ari, me enseñas tu pene?

Nooo, como crees? Cómo voy a hacer eso? Eres mi prima, no puedo hacer eso.

Por eso mismo. Que tiene de malo, eres mi primo y me estas enseñando.

No lo podía creer. Mi prima me tenía caliente. Lo pensare, vamos a dormir que es tarde, dije

La semana pasó rápido pero estuve acordándome de la conversación, sobre todo lo relacionado con aquella platica. Mary con unas tetas y una culo que son un sueño, tiene pinta de cogedora y parece que Raúl, su novio no la atiende lo suficiente. Laura tiene poco busto pero un culo que... La charla con Caro me había abierto esas posibilidades.

Llegó el viernes y nuevamente me quede solo con Caro debido a compromisos de Mamá y Paty, así que fuimos a cenar afuera. Volvimos a las 22:00 hs. Me cambié, me puse unos shorts y una playera y nos dispusimos a ver una película como siempre. Caro estaba con una falda cortita y un top. Me prepare un café y me senté en el sillón. Caro vino a la sala y se sentó como siempre sobre mí. Me di cuenta inmediatamente de que no llevaba tanga, cuando se sentó sus carnes se apoyaron directamente sobre las mías. Me produjo una erección al instante. Se dio cuenta y me dijo:

Ari, estas incómodo? Te molesta que me siente arriba tuyo?

No, para nada, todo lo contrario, me encanta que estés así.

A mi también me gusta, dijo. Se acomodó mejor, subiendo un poco mas y sentándose justo sobre mi verga y diciéndome:

Que bien que se siente Ari.

¿Que cosa Caro?

Ari, no te hagas el tonto, sabes a que me refiero. Te diste cuenta de que no tengo nada abajo y lo hice a propósito para sentirte mejor. No te gusta?

No podía disimular más, estaba caliente por ella. Si, me encanta que estés así, dije.

Gracias Ari, a mi también me gusta, hace mucho que quiero estar así contigo, que nos acariciemos. Tras lo dicho se sentó al lado mío, apoyó su mano izquierda en el short y dijo:

Ari quiero ver eso que vuelve loca a Paty. Me bajó el short y el boxer al mismo tiempo dejándome desnudo. Yo estaba como ido, no reaccionaba. Estaba excitado y no podía decir que no me gustaba lo que estaba pasando, pero no podía olvidar que era mi prima. Con mi verga erecta al aire Caro se quedó mirándola, tomándola con la mano y observándola fijamente, dijo:

Ari, esto es inmenso ! Cómo hace Paty para que le entre algo así?

Yo le acariciaba la cabeza y le dije:

Al estar excitada produce mucha lubricación su vagina y se dilatan mucho las paredes por lo cual puede recibir algo así. Mientras le decía esto Caro subía y bajaba con su mano recorriendo el largo de mi pija dejando al descubierto el glande con cada movimiento. Le expliqué que eso hacía que me calentara mucho más y que no lo siguiera haciendo porque me iba a ir en seco. Pero ella estaba embelesada por lo que sin pensar le dije: Te ánimas a hacer algo?

Qué Ari?

A darle un besito a la punta? te animás?

Claro, Paty lo hace?

Si, es una experta para eso.

Cómo se hace Ari?

Le tomé la cabecita, se la acerqué a la boca y le dije:

Tienes que apoyar los labios despacito sobre la cabezita, darle besitos y sacar la lenguita y pasarla sobre ella.

Así, recórrela toda, desde la cabecita hasta la base dándole besitos. Ella lo hacía con una dulzura infinita. Yo le acariciaba el cabello.

Ahora vas a ponerlo en tu boquita y lo vas a chupar, como chupas una paleta.

Agarró mi pija y la puso en su boca. De a poco se lo fue poniendo hasta donde pudo. Le decía:

Despacito tienes que disfrutar y hacerme disfrutar a mi también. Subía y bajaba su boca una y otra vez. Disfrutaba más mirando como se comía mí pija dándome placer. No podía aguantar más. La hice retirarse. No le quería terminar en la boca. Todavía no.

La hice parar y comencé a desnudarla muy lentamente.

Le saqué su top y dejé al descubierto sus senos. Eran una maravilla en pleno desarrollo todavía. Tenía los pezones muy duros. Me entretuve jugando con ellos acariciándolos con mi lengua. Ella gemía mientras cerraba los ojos. Realmente estaba disfrutando mucho con estas caricias. Mientras hacía todas estas caricias le baje la falda y quedando al descubierto su hermosa vagina.

Fui recorriendo despacito su cuerpo con mis labios y lengua, quería sentir todas las sensaciones posibles y disfrutarla al máximo. Ella me acariciaba la cabeza mientras yo me ocupaba de darle placer. Llegue donde seguramente ella sabía que yo me dirigía. Con mi lengua comencé a acariciar sus labios vaginales y su clítoris, se comenzaba a poner cada vez mas durito. Sus gemidos eran cada vez mas intensos y sus contorsiones auguraban el orgasmo. Se vino salvajemente. Sus alaridos y agitación me hicieron estremecerme porque no estaba preparado para ese espectáculo. Me estaba excitando como ninguna otra mujer en mi vida había logrado.

Había llegado el momento de hacerla mujer y quería que disfrutara de ello por lo cual le pedí que fuéramos al dormitorio para estar más cómodos. Ella me dijo:

No Ari, quiero hacerlo aquí. Quiero que me penetres mientras me siento arriba tuyo, es lo que estoy deseando desde hace mucho tiempo y quiero sentirte dentro mientras miramos tele.

Eso bastó para que la acomodara de espaldas a mi y la hiciera sentar muy despacito sobre mi verga. Ella obediente comenzó a hacerlo pero no podía. Le dolía una barbaridad. Era muy estrecha a pesar de lo bien lubricada que estaba por lo cual le dije que si lo quería hacer realmente no quedaba otro camino que hacer un poco de fuerza y provocar la penetración a presión.

Ella me dijo: Ari, soy tu esclava. Haz conmigo lo que tengas que hacer pero hazme mujer.

Dicho esto la tomé de la cintura y primero despacito la acomodé sobre mi verga que no aguantaba mas y de un solo empujón la penetré hasta que sus nalgas se apoyaron en mis muslos. El grito que pegó me dolió igual o mas que a ella, pero sabía que era normal y que después iba a disfrutar mucho. Y fue así, comenzó a moverse de una manera enloquecida, cabalgándome desenfrenadamente, subiendo y bajando, hasta que se corrió en una confusión entre gritos y gemidos. Me vine adentro suyo con una cantidad de leche inusitada.

Después de esto, se levantó y se acurrucó al lado mío. Me miró dulcemente y bajó su cabecita acercando nuevamente su boquita a mi pija que todavía estaba muy dura. Comenzó a mamarla de una manera exquisita, bajando y subiendo por mi tronco haciendo llegar mi cabeza casi hasta su garganta. Me ponía loco la forma en que me mamaba, era toda una experta para hacerlo. Insistió mamando hasta que no pude mas y me corrí dentro de su boca. Ella saboreó mi leche y me dijo:

Ari, a partir de ahora quiero que me des de tomar la lechita todas las mañanas antes de ir al colegio así voy a poder estar bien todo el día y tener fuerzas para esperarte a la noche y poder ver una película juntos.

Yo le dije: mi amor, te voy a dar toda la leche que quieras y cuando quieras.

Si es una promesa te la tomo, me dijo. No podía creer que me pidiera eso pero acepte.