Carne joven

Siempre hay deseos y lujuria en una reunión familiar

Carne joven.

Daniela se despierta al sentir las manos de Pablo amasando sus pechos. Le ha abierto la camisa de franela que usa de camisón y ha tomado posesión de sus tetas.

Sigue haciendo como si estuviera dormida, le encanta vivir con su prometido. No es lo mismo coger sin convivencia, que hacer el amor con quien compartes todo, hasta esa camisa que ha desabotonado para acariciarla y que es de él. Porque usa de camisones sus camisas, le gusta el olor a su hombre, porque Pablo es su hombre.

Los pezones se han puesto duros, ella se mueve haciendo que su cola roce la verga del joven, le vuelve loca su polla enorme, grande , gorda que a veces le cuesta entrar en su vagina y la llena siempre de macho. Pablo se acerca más, el cipote con su líquido preseminal, le moja los glúteos. Daniela agarra el arma y la lleva hacia su concha, la deja apoyada en la tierna entrada de su sexo, Pablo empuja despacio entrando en la cueva de la mujer que está lubricada, esperándole. La joven deja su mano sobre el monte de venus, no necesita masturbarse para venirse, le basta con el falo que la penetra y que desliza poderoso en el interior de su sexo. Pero sabe que a Pablo le gusta, saber que ella se pajea, y la verdad, el orgasmo se potencia cuando une la masturbación a la penetración.

Se viene pero su pareja sigue con el mete y saca relajado que la vuelve loca, él ha notado la explosión de su placer en los espasmos y el suspiro callado.

  • ¿ Te gusta?

  • Sigue por favor.

Y Pablo le hace caso, continua el bombeo de su tranca en la vagina que desliza sin llegar a la base de la enorme polla.

  • ¡Ya no puedo más!- susurra el hombre.

  • Más rápido y yo también vuelvo a acabar.

Obedece los deseos de la joven y cuando derrama su semen en ella, el rugido de la hembra le indica que han alcanzado el objetivo del orgasmo compartido.

Cuando la saca, Daniela se gira, le abraza y le besa.

  • Te amo, mi vida. Sos lo mejor que existe en la tierra....me haces tan feliz.

Se quedan abrazados un largo rata, haciéndose mimos y carantoñas. Saben que no tienen tiempo para repetir, tienen una cita familiar.

Cuando se levantan, los dos se ríen al ver la mancha reciente de semen en la sábana. Es Pablo el que cuenta.

  • Ocho manchas, cinco días.

  • Y en el baño, en el salón y en la cocina, no hay huellas. Creo que de media no bajamos de tres veces al día y lo mejor es que no me parece mucho. Cambiando de tema ¿ qué te parece la idea de Santiago de comprar la casa que se vende junto a la de los abuelos, la del tío y la de mamá y hacer como un country con pileta y un buen jardín común?

  • Dos puntos: A mí Santiago me cae muy bien, fíjate que de él partió la idea que vivamos juntos antes de casarnos. Y que no tengamos hijos hasta que acabes la carrera. Así que seguro que es buena idea, porque además el que pone la plata para comprar esa casa es él. El otro punto que me divierte es lo que debe tener tu madre para tenerlo tan agarrado. Tu madre está bien pero se ve que tiene encantos ocultos.

  • ¡ Cochino! Veo que mi madre te parece una mina con encantos y seguro que también mis tías. - Le ríe Daniela, dándole una torta mimosa.

  • En tu familia estáis todas muy buenas. Tu madre, tu tía Raquel, tu prima Ornella y tu tía Tina. Aunque lo mejor de lo mejor sos vos.

  • Lo que eres es un vicioso seductor. Anda vamos a ducharnos y vestirnos. Me parece que te voy a ordeñar otra vez en la ducha para que vayas menos dispuesto.


Tina está nerviosa, una mezcla de excitación por haber estado en una reunión donde se tomaban decisiones importantes y por deseo lascivo que le produce el novio de su sobrina Daniela. Lo había visto desnudo, cuando espiaba a la pareja mientras cogían en la casa de su madre y no puede olvidar el pedazo de polla que tiene el joven: enorme, gorda, larga , dura. Se ha vestido para seducir durante la reunión familiar, sabe que no puede competir con las tetas de su cuñada y mucho menos de su sobrina, pero tiene mejores piernas y una cola parada, pequeña pero sabrosa, por eso ha llevado una mini de cuero, con botas altas por encima de la rodilla, y si bien no tiene el tamaño de las pechugas de sus familiares políticas, sus senos no necesitan corpiño, tiene buenos pezones que se marcan bajo la tela blanca de la blusa semiabierta.

Le ha extrañado que Marisa, la hermana de Ricardo , su marido, haya llevado la voz cantante. Siempre la ha visto apocada, cobrando las rentas de los negocios que han heredado de sus padres y que Ricardo dirige. Han aprobado la propuesta, puede ser algo muy interesante, las casa unidas en el gran jardín, con la pileta común y el gimnasio y la sauna que ha pedido ella. Van a estar todos juntos, Pablo a su alcance, porque lo está. No ha habido más que notar su erección cuando ella ha cruzado y descruzado las piernas y ha quedado su braguita transparente a la vista del joven. Con una pija como la que tiene, el bulto en sus pantalones era delicioso. Luego ha jugado a encenderle.

El que es un picha fría es Santiago, tranquilo, dejando hablar a su pareja, y eso que era el que ponía la mayor parte de la pasta para comprar la casa del vecino y para las obras en la casa de sus difuntos suegros. El pobrecito sólo tiene ojos para Marisa. Tina piensa que debe tener encantos ocultos.

Quiere desahogarse, le apetece dar unos buenos fustazos para sacar su energía antes de llamar a su sobrino Luís para tener una buena cogida. Y ahí tiene a Ricardo, su marido, que debe ir a trabajar.

  • Guarro, ¡te has puesto cachondo con las tetas de tu sobrinita ! Eres un cerdo que he visto como mirabas a tu hermana también. Vicioso, ¡ bájate los pantalones que quiero ver como tienes de dura la pija!

Ricardo obedece, se los baja al igual que el calzoncillo, tiene una erección.

  • Así no puedes ir a trabajar. Hazte una paja ahora mismo, mientras te castigo por cochino.

Tina se sorprendió cuando descubrió la faceta masoquista de su marido y la ha sabido explotar. Hace que se sienta segura, ama y señora en la pareja. Agarra la fusta y le da el primer golpe.

  • Menéatela ¡rápido! Que no tienes todo el día.

Ricardo se masturba mientras caen los latigazos sobre sus nalgas cubiertas de pelo. Nunca ha aguantado mucho, es de eyaculación rápida. Su semen se derraba sobre el piso.

  • Límpialo con la lengua.

El hombre se agacha y lame su simiente derramada, mientras los azotes continúan.

Cuando se levanta vuelve a tener la verga dura. Tina se siente poderosa, agarra una copa grande y la coloca junto al miembro del hombre que toma en su mano derecha y le comienza a masturbar de forma metódica, sin prisas, un adelante y atrás con ritmo de marcha fúnebre.

  • Hay que sacarte toda la leche porque eres un vicioso muy potente y no puedes ir por ahí con ganas de hembra.

Sigue sosegada, con el calentón por dentro hasta que el hombre estalla dejando su semen en la copa.

  • Ya puedes ir a trabajar. - le ordena con voz de mando.

Tina se queda sola, está ardiendo de lujuria, conoce el remedio, sabe lo que quiere. Telefonea a su sobrino Luís, está en la casa de al lado y aunque ande con su familia sabe que acudirá a la llamada del sexo dejando todo. En apenas tres minutos oye la puerta de la casa abriéndose, ella le ha dado una llave.

El joven entra como una exhalación y se abalanza sobre la mujer. Le devora la boca mientras sus manos recorren el cuerpo de Tina que nota la enorme erección contra su pubis. Se separan jadeantes. Saben lo que necesitan y desean. Ella le abre ansiosa la bragueta del pantalón y saca la verga enhiesta. Luís le ha levantado la minifalda y separa la tira que cubre la concha. Tina se cuelga del cuello del muchacho que la toma por las nalgas elevándola hasta que los sexos quedan rozando. La empuja hacia él, y la polla entra en la vagina lubricada como un tren en un túnel, la apoya contra la pared, se mueven como dos bestias en celo, las bocas mordientes, los cuerpos con el toma y daca de la lujuria más desenfrenada. Estallan a la vez en un orgasmo poderoso.

  • Tita ¡ qué caliente me has puesto! Estaba esperando que se fuera el tío para venir a cogerte. Te has pasado todo la reunión insinuándote para ponerme cachondo.

La mujer sonríe ante la inocencia y narcisismo del muchacho, ella se insinuaba a los otros, al novio de su hermana y a la pareja de su madre, deja que se siga creyendo el rey del universo.

-¿ Tienes tiempo? Porque esto ha sido un quitarnos el calentón, ahora vamos a coger bien, como debe ser desnudos y en la cama.

  • Tita, pensaba lo mismo. Anda vamos para tu cuarto.

Suben las escaleras de agarrados de la mano, se besan al llegar a la alcoba y se separan para quitarse la ropa. A Tina le gusta ver el cuerpo joven de su sobrino. Se quedan parados desnudos. La verga de Luís vuelve a levantarse.

Tina se tumba en la cama, deja medio cuerpo fuera, el joven agarra las piernas bajo las rodillas, las levanta y abre el camino de la concha. No titubea cuando la punta de pija se apoya en la entrada del sexo femenino. Se deja caer, deslizando su arma por la lubricada vagina de su tía.

  • Tita ¡ que buena estas! ¡Que concha más rica tienes!

  • ¡Dale duro, rápido, fuerte bien hasta dentro!

Los mete y saca de Luís son como el émbolo de un pistón a toda marcha. La mujer comienza a gemir encelada, siente la punta de la polla contra la entrada en su útero. Piensa en lo que debe ser la polla enorme del novio de su sobrina dentro de ella y se vuelve loca de lujuria.

-¡ Así...fuerte..sigue ...dame …! Aahhh.. ¡tu leche quiero tu leche!

El joven acelera aún más, arquea su cuerpo en empujes que le llevan a descargarse en la mujer. Cuando empieza a solar el semen, Tina se lanza al orgasmo en un grito desgarrador. Luís se derrumba sobre ella, que ágil y fuerte tira de él y hace que sin salirse de su interior los dos queden tumbados en la cama.

  • Tita ¡ cómo me gusta coger con vos!

  • Y a mí con mi sobrinito. - le dice mientras le besa risueña en la boca, satisfecha de la lujuria que despierta en el muchacho al que poco a poco y a medida que el miembro va volviendo a su tamaño normal sale de la cueva del placer.

Tina quiere más y sabe que Luís con un poco de ayuda puede volver a la batalla. Le mordisquea los pezones, suave al principio, fuerte luego, haciendo que le duelan. El muchacho no protesta, al contrario, ronronea como un gato. La mano de ella busca la pija que comienza a endurecerse. Primero usa los dedos como capuchón acariciando el glande , cuando siente que ha obtenido su objetivo agarra el tronco de la polla y lo masturba con fuerza.

  • Te voy a montar. Quiero sentir esa poronga bien dentro.

Lo hace , se empala en la verga de un golpe y se queda quieta deleitándose en sentirse penetrada. Luís toma en sis manos las tetas de la mujer, las soba, está ansioso, toma entre los dedos los pezones duros de la hembra excitada. Cuando los aprieta, casi retorciéndolos, Tina comienza a cabalgar. Es un galope salvaje, rápido, profundo.

Sabe que el muchacho va a tardar en volver a correrse y saborea el mete y saca de la polla deslizándose por la vagina empapada. Un orgasmo y luego otro y sigue en su carrera hasta que el joven le agarra por las caderas, la deja fija y moviendo su pelvis en espasmos de placer se derrama en ella.

Quedan tumbados, cansados de la cogida. Tina le agarra el pene flácido, ágil se levanta para darle un beso en la punta, luego volviendo a acostarse posa los labios en los del joven.

  • Luís, ¿ con quien te gusta más follar?

Luís hace que lo piensa con una sonrisa y contesta sabio:

  • Tita. Entre Pilar y vos: vos. Entre Pilar y vos juntas, prefiero hacerlo con vos. Y entre mi novia y vos: te prefiero a vos. Me vuelves loco y lo sabes.

Ha dicho lo que debe decir, en su mente ha quedado una relación secreta: su prima y su novia y él. Le gusta, aunque no pueda metérsela a Ornella, por aquello que controlan su virginidad. Quiere echar un pucho, sabe que no puede hacerlo con su tía al lado, es una fanática de la vida sana. Debe ser por ello que coge tan bien, no se cansa nunca.

Este relato pertenece a la serie de Marisa y Santiago de esta autora