Carmina, la hermana

Aquella mañana era bastante calurosa estábamos anunciando el verano y yo acababa de aparcar mi coche mientras me dirigía a casa de la novia de mi hermano a empezar a recibir clases particulares

Aquella mañana era bastante calurosa estábamos anunciando el verano y yo acababa de aparcar mi coche mientras me dirigía a casa de la novia de mi hermano a empezar a recibir clases particulares…

Me describo antes de empezar soy un bala perdida cachondo… Me explico soy el menor de cinco hermanos de una familia de clase media alta en la que todos mis hermanos eran santos salvo yo... Alcumplir los 18 años ya me habían multado por conducir una moto sin carnet, me había metido en algún que otro lio y todos sabían que cuando no andaba en algún lio era por que aún no me habían pillado… Soy delgado, pelo moreno, ojos marrones… en fin un chico normal, pero viviendo en Madrid y siendo Andaluz lo que marcaba mi carácter me hacía tener bastante éxito en un entorno de buenazos…

El caso es que esa tarde de viernes la hermana de mi cuñada me empezaba a dar clases particulares para poder ver si conseguía presentarme a selectividad en septiembre…

La novia de mi hermano era un bombón, pero en este relato no la vamos a describir a ella si no a su hermana que es quien protagoniza este relato conmigo… Ella es morena, tipazo, muy alta. en torno a 1,90 metros cuando yo apenas media 1,70 metros. Ella ya trabajaba en una empresa y tenía un puesto que en poco tiempo la llevaría a comprarse una casa. La verdad es que la idea de las clases particulares vino de mi hermano para que ella se pudiese distraer …. Nadie sabía por qué, pero a Carmina su novio la había abandonado hacía unos meses y ella no levantaba cabeza y la novia de mi hermano se le ocurrió la idea de que como yo era un cachondo mental a ella le podía venir bien mi compañía para animarla y de paso yo hacía algo de provecho…

Así que aquí llegamos a esa tarde calurosa de verano en la que estaba a plena solana picando en el portero de su casa para poder acceder al recibidor…

C: ¿Sí?

Carmina soy yo ábreme por favor – le dije mientras me apoyaba en la puerta para poder entrar.  Ella acciono desde su casa el portero y accedí al recibidor y por el ascensor llegué a su casa.

Al salir del ascensor ella me estaba esperando en el recibidor de la puerta… - Madre del amor hermoso – dije sin apenas pensar… Ella me miro y sonrió mientras negaba con la cabeza. Llevaba una blusa blanca escotada y unos minichoc que hicieron que mis ojos le diesen un repaso completo de arriba abajo a ese metro noventa de mujer.

-          Venga pasa zalamero – me dijo mientras no dejaba de sonreír. Entre después de darle un beso en el mentón o sé por qué me encantaba hacer eso para excitar a las mujeres era como parte de mi apertura de veda. Ella vino detrás de mí por el largo pasillo y me invito a sentarme en la terraza acristalada del piso tipo cuéntame en el que vivía con sus padres.

Poco a poco empezamos la clase, matemáticas y geometría lo típico ella me iba explicando y yo iba haciendo. Los ejercicios se iban sucediendo uno tras otro y ella se iba acercando a mí a fin de poder ver lo que hacía y como iba avanzando en cada tarea.

Se iba acercando a mí y su blusa escotada me iba cada vez dejando ver mejor su escote, varias veces la había visto en bikini, pero no sé qué me paso al ver ese sujetador su pierna izquierda rozando con mi derecha hizo que me empezase a poner como una moto. Pero por otro lado conocía a mi hermano y sabia de sobra que si pasaba algo era capaz de matarme…

Como digo Carmina tenía su pierna apoyada en la mía y mi visión a estar por debajo mi cabeza de la suya me permitía ver su escote sin que ella se diese cuenta. En algunas ocasiones según se movía le llegaba a ver hasta el pezón derecho… Dios que ganas de darle un lametazo empecé a pensar y aquello ya fue mi perdición … Mi polla empezó a ponerse en plan garrote y la jodimos. En ese momento yo llevaba un pantalón corto de chándal y mi erección era fácilmente visible por ella… En un momento que su mirada se fijó en la parte baja del cuaderno, supongo, su mirada automáticamente descendió hasta mi entrepierna y a continuación clavo su mirada en la mía con los ojos fuera de las órbitas. – Madre de Dios, pensé, se lio – en ese momento esperaba gritos aspavientos y un vete a tomar por culo de mi casa. pero no, nada de eso paso ella continúo explicándome y yo haciendo el ejercicio que me había puesto en ese momento.

Una vez que lo hube acabado ella se levantó y me dijo creo que es mejor que vayas al baño a refrescarte. – Vale – fue lo único que hice mientras me levantaba avergonzado y me iba la baño. Nada más ponerme de pie delante de la mesa me tapé con las manos como pude y al ser la terraza estrecha vino el segundo error. Ella se puso de espaldas para que pudiese pasar entre ella y la mesa. Yo me coloque de espaldas a la mesa sin pensar y al pasar por su lado estando todo tan estrecho no pude evitar que la cabeza de mi polla se quedase apoyada en la zona baja de su culo. Fue solo un instante, lo juro, pero de verdad juro que ese mismo momento estuve a punto de correrme como un pervertido mientras olía su pelo. No lo pude evitar y al notar como ella se tensaba de mi boca solo salió – Dios – suspiré y seguí camino del baño.

Al llegar al baño dude por un ser uno si hacerme una paja o degollarme con las cuchillas de afeitar… Al final ni una cosa ni otra me di mi tiempo esperé a que se me bajase el empalme y Sali del baño. Al volver de nuevo a la terraza Carmina me acerco el móvil y me dijo – Te están mandando WhatsApp –. Cogí el móvil de su mano y lo desbloqueé era m compi de carrera Virginia ayer nos habíamos dado una buena follada en el baño de la biblioteca y hoy habíamos quedado con Irene los tres para darnos por la noche un buen homenaje… Miré expectante. Mala noticias no, las peores a las dos le había bajado la regla y esta noche a parte de jugar a los chinos poco más íbamos a poder hacer.

Mi cara debió de ser un poema porque Carmina mirándome preocupada

Carmina: ¿Pasa algo?

Yo: Nada que el plan de esta noche se ha ido a la mierda.

El teléfono nos sacó del comienzo de la conversación que estábamos empezando a tener. Carmina se fue hasta el fijo y descolgó. Por lo que entendí hablaba con su hermana de mí. – Si, si, todo perfecto, no te preocupes, ya hablo yo con él – dijo ella justo antes de colgar el teléfono.

-Veras, comenzó a decir, como mis padres están fuera y los tuyos y tus hermanos también, tu hermano y mi hermana quieren la casa para ellos solos esta noche – me dijo Carmina mientras se acercaba a mí y se volvía a sentar en el la mesa de estudio. Yo me quedé como un pasmarote – Sera cabron mi hermano – pensé. Pero claro él era el tercero y yo el quinto así que a joderse y a callarse. Otra no quedaba. -  Pues anda que empieza bien el fin de semana – le dije mientras me acercaba a la mesa y ella se levantaba de nuevo para dejarme pasar. De nuevo un silencio, un espasmo de ella al pasar a su lado, aunque esta vez sin erección al rozar su culo.

Continuamos la clase por un rato más casi una hora hasta terminar por ese dia.

Cuando terminamos la clase recogí mis bártulos pensando donde me iba a tomar por culo, había quedado y me habían dejado con las ganas y no podía volver a casa… En fin, planazo de todos menos mío. A ver para donde iba pensaba mientras ahora Carmina caminaba delante de mí y entraba de la terraza al salón. – Si quieres te puedes quedar y cenas conmigo – me dijo mientras mi mirada había vuelto de nuevo a su culo. - ¿Qué? – dije mientras volvía a conectar con el mundo. Ella me miro y se sonrió negando con la cabeza. Repitió la propuesta y yo acepte mientras ella iba de camino a la cocina a por un par de refrescos.

Nos sentamos en el sofá y empezamos a hablar de lo divino y de lo humano mientras yo no podía evitar perder mi mirada en sus largas piernas morenas. Ella me pregunto que como se me daba estudiar en la biblioteca y yo le respondí que nada mal mientras me acordaba de Virginia entre ms piernas con sus enormes tetas fuera del sujetador magreando mi polla en el baño de minusválidos de la biblioteca hasta que llegué a correrme en su cara mientras Irene nos miraba y se hacía un dedo. En ese momento una foto salto en el WhatsApp de ella en tetas con el texto “en cinco días son tuyas”.  Carmina vio la foto perfectamente y lanzo una risa nerviosa mientras miraba de soslayo al móvil. – Anda que no tienes tu guasa – me dijo mientras se levantaba e iba a la cocina a por otro refresco.

Al volver de nuevo de la cocina se dejó caer en el sofá – Cuéntame, ¿Cuál era tu plan para esta noche? – Yo por un momento me la quedé mirando y le respondí con evasivas de lo típico salir ir a algún bar etc. – Venga ya – me dijo ella - ¿Y las tetas de tu amiga?, ¿Para sujetar las copas no? Me dijo mientras se moría de la risa. – Bueno, comencé a decir yo sin saber por dónde salir. – Cuéntamelo anda!!, que no se lo voy a decir a nadie – me dijo mientras apoyaba su mano en mi pierna. – Igual que tampoco le voy a contar a nadie que he notado en mi culo el cacharro que tienes entre las piernas – remato mientras apretaba cariñosamente mi pierna. – Esta bien le dije y comencé mi relato:

Ayer estaba en la biblioteca con mi amiga Virginia, la azafata de british airways que estudia conmigo y el caso es que nos empezamos a calentar salimos fuera a fumar un cigarro y a hacer un descanso y cuando entramos me dio su tanga mientras su amiga Irene se sentaba a nuestro lado, ella estudia lo mismo que nosotros dos, pero en el turno de tarde. El caso es que siguió calentándome y al final me mando este sms – Le conté esto y para continuar abrí el WhatsApp y le enseñé su conversación. En él ponía “ Me muero de ganas de chupártela en el baño mientras Irene nos mira ”.

La cara de Carmina en ese momento era un poema. Ni por asomo se hubiese podido imaginar aquello. – El caso es que ayer solo era un preludio de lo de hoy –. Ella me miraba ojiplática. ¿En cero ayer una chica te la chupo en el baño de la biblioteca mientras otra se hacía un dedo mirándoos? El silencio se hizo por completo en ese momento. Yo por un segundo me quedé mirándola calibrando mi respuesta y pensé de perdidos al rio. – Si – fue mi escueta y breve respuesta. Ella me miro asombrada y yo continué – y la idea era hoy acostarnos los tres – le dije mientras no podía apartar la mirada de sus ojos. – Madre del amor hermoso – me dijo mientras apartaba su mano de mi pierna. – De verdad que no sé qué he hecho yo con mi vida – dijo mientras su mirada escrutaba la mía. No lo he mencionado hasta ahora, pero Carmina tiene creo que unos diez años más que yo.

Tras una breve pausa me dijo que, que me apetecía cenar y le dije que si lo veía bien me apetecía una pizza. Ella llamo para que la trajeran a casa y seguimos hablando de todo un poco.

Le conté que en unos días empezaba unas prácticas que había conseguido a través de mi prima Raquel en un hotel en pleno centro ya que mi idea era estudiar dirección hotelera si conseguía aprobar selectividad. Ella seguía con la curiosidad de mi vida, como he dicho siempre andaba metido en algunos líos y era de manera graciosa el garbanzo negro de la familia. Ella me pregunto cómo había conseguido el trabajo del año anterior en el que me había ido como animador turístico a un crucero pasándome todo el verano recorriendo el caribe y poco a poco fue llevando la conversación al plano sexual me preguntaba cada cuando estaba con una chica, como que no tenía novia y que le contase alguna aventura… Juro que estaba muy relajado con ella y no pensando en nada sexual. La verdad es que las veces que nos habíamos juntado siempre habíamos tenido momentos de conversación muy agradables y nunca por mi cabeza había pasado nada más que eso. En ese momento no medí mis palabras y la verdad es que fui un gilipollas me di cuenta justo después de ponerme por las nubes a mí mismo y decir que amaba la libertad y que yo no me ataba a nadie para que luego me dejasen tirado……

Metedura de pata hasta el fondo. Justo fue terminar de decir esas palabras y dos lagrimones como dos puños cayeron por sus mejillas.

-  Perdona, no quería decir eso, Carmina, ni iba en referencia a ti a tu exnovio - le dije arrepentido mientras se me encogía el estómago. Ella me miro mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos y me decía que al fin y al cabo tenía razón. Que yo había sabido aprovechar la vida y que ella se había perdido muchas cosas por no haber sabido vivir libre. Yo le respondí que no era cuestión de estar o no con alguien que era cuestión de saber dar libertad a la persona con la que estabas. En ese momento se acercó a mí y mi puta mente de nuevo en blanco me lance a su boca. La besé y empecé a jugar con mi lengua dentro de su boca. Ella correspondía y se dejaba llevar. Mis manos en ese momento otras a su aire se fueron directamente a sus pechos, se colaron por dentro del escote y empezaron a jugar con sus pezones. Ella resoplaba y se estremecía mientras su mano se dirigía a mi polla por dentro de mis calzoncillos y empezaba a acariciar mi polla. Al notar la dureza de mi miembro se separó y me miro con una cara de loba mientras empezaba a tirar de mi pantalón para abajo….

Diiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnngggggggggggggggggggggggg – El timbre de la puerta nos hizo saltar a los dos como un resorte. – Pizzaaaaaaaaaa – se oyó decir al otro lado de la puerta de la entrada. – El dinero está en la cómoda al lado de la puerta de la entrada – me dijo ella mientras se dirigía al baño por el pasillo. – Joder – pensé mientras me levantaba del sofá de nuevo y veía a Carmina desaparecer por el pasillo. Me encamine al pasillo mientras pensaba en lo que acababa de pasar. Me había enrollado con la hermana de la novia de hermano. Pague al pizzero la pizza, y al volver, el tío tardo una eternidad con el cambio Carmina estaba poniendo la mesa para comer en el sofá.

Me acerqué de nuevo a ella y me senté a su lado, pensaba que la situación se iba a poner tensa como una guitarra o se iba a lanzar sobre mi como una loba hambrienta, pero ni una cosa ni otro paso. Ella normal como si nada hubiese pasado se sentó en el sofá abrió la pizza y se puso a separar las porciones. Así que yo pensé en hacer lo mismo y seguir el rollo por que los problemas podían ser muchos y no había ganas la verdad.

Tranquilamente comenzamos a cenar mientras se hacía de noche y poco a poco retomamos la conversación de su novio, el estar sola y que desde los 18 años no había estado sin pareja y que para ella ahora era un mundo pero que tenía ganas de disfrutar… - Como hacéis tú y tu amigo – me dijo mientras señalaba hacia abajo. Yo la miré y asentí y ya que ella lanzo la piedra yo se la devolví. – Con el cuerpazo que tienes no creo que te cueste nada – le respondí mientras le sonreía. La cena se sucedió sin más que decir y de manera amena fuimos dando cuenta de la pizza y nos dispusimos a ver una película que ponían en la tele.

La película empezó y no tardamos mucho en darnos cuenta que era un muermazo. Virginia me mando un WhatsApp para ver que estaba haciendo y le dije que estaba en casa aburrido. Pues pon tal canal y ves la película “9 songs” me dijo. Carmina que estaba con el cachondeo me dijo que por que no. Que ella quería empezar a vivir la vida y que le parecía buena idea verla. Me confeso que le gustaba pensar que igual que le gusto saber que convenció a Irene para “hacer lo que hizo” le gustaría a ella hacer lo que Virginia le pidiese. – Ten cuidado que así empiezan las sumisas – le dije yo. Ella me pregunto que, ¿qué era eso? Le conté que eran aquellas mujeres que obtenían placer sexual accediendo a ponerse en manos de otra persona y hacer lo que esta les ordenase, incluso controlar cuando llegan al orgasmo, por donde son penetradas, donde y por quien pueden ser usadas… Carmina escuchaba atenta mi explicación. – ¿Tienes alguna amiga sumisa? – me pregunto. – Si – le respondí.

Ella por un momento me miro inquisidora y me dijo – tiene narices que con apenas 19 años que tienes me des mil vueltas en el sexo – me dijo apesadumbrada. – Cuando quieras te doy clases – le respondí sin pensar. Ella me miro mientras yo de nuevo maldecía por haberme dejado llevar. Ella sonrió y de nuevo se giró para poder ver la película.

La película para aquellos que no la hayáis visto tiene escenas de sexo real, es una mezcla entre cine comercial y cine porno, pero vendiéndose más como lo primero que como lo segundo – ¿Es calentita la película eeeh? – me dijo Carmina mientras iba a la cocina por un bol de palomitas. Yo estaba alucinando de ver la peli con ella. De Virginia ya sabía lo que podía esperar y en eso era como yo.

Carmina se sentó en el sofá cerca de mí y puso el bol de palomitas entre los dos. La película iba pasando y la chica follaba con el prota de todas las maneras posibles. Durante una escena en la cocina Carmina se giró hacia mí y me dijo – yo nunca lo he hecho fuera de la cama, ¿tu sí? – yo como respuesta me la quedé mirando un momento y a continuación le dije que donde menos lo hacía era en la cama. – Lo del baño de la biblioteca tuvo que estar divertido, ¿no? – me respondió. – Mas que divertido morboso – le respondí de nuevo. – Uuuuuf que calor tengo – me dijo justo cuando la peli paraba para poner unos anuncios. Se levanto del sofá de nuevo para ir al baño.

Espere un rato y al ver que tardaba en volver del baño una mezcla de curiosidad y preocupación por si le pasaba algo me hizo encaminarme por el pasillo. Supongo que con las prisas y por suerte para mí la puerta solo estaba entornada. Podía verla delante del lavabo mientras su mano izquierda se perdía en sus tetas al tiempo que su mano derecha se perdía en su entre pierna movía sus caderas al compás. Tenía la cabeza ligeramente echada hacia atrás al tiempo que suspiraba…. No pude más que quedarme allí mirando en un primer momento, pero poco tarde en sacarme mi miembro de los pantalones cortos y empezar una lenta paja mientras la observaba. Me sobé durante un rato la polla, pero al minuto noté como empezaba el comienzo de su orgasmo. Sus gemidos de manera imperceptible aumentaban mientras ponía su ante brazo izquierdo en la boca para ahogar sus gemidos su mano derecha no paraba de moverse entre sus pantalones. Rápidamente decidí que era el momento de volver al sofá.

Caminé por el pasillo y de nuevo me senté en el sofá debí de tardar solo un par de minutos por que la tele aún estaba en anuncios. Carmina volvió al poco rato y se sentó de nuevo a mi lado en el sofá, se había cambiado y ahora llevaba una falda. Se sentó a mi lado y su mirada se clavó de nuevo en mi polla que estaba como un misil. Ella me miro y me dijo – Siempre en guardia, ¿no? –. – Cuando está en buena compañía si – le respondí yo mientras me dejaba caer un poco más en el sofá. Ella se quedó sorprendida mientras para tener tiempo para reaccionar por mi respuesta cogió las ultimas palomitas del bol que quedaban. – La verdad es que parece muy bonita – me dijo justo antes de meterse las palomitas en la boca.

Ella por un momento más se quedó mirándola y la siguiente escena de sexo al haber empezado la película la saco de su ensoñamiento volviendo a centrar la atención en la película. De nuevo se sentó a mi lado y al poco rato me pregunto si me importa que apoyase la cabeza en mi pierna. Le dije que no por supuesto que encantado. Ella puso un cojín sobre mis piernas y apoyo la cabeza. De nuevo las escenas de sexo se sucedían en la película y ella apoyo su mano delante de su cara dejándola caer hasta mis rodillas. De igual manera yo apoye la mano en su costado, ella acomodo su cabeza en el borde del cojín y noto mi erección en su coronilla. Por un momento se quedó parada, y poco a poco fue moviendo su cabeza mientras toda su coronilla se apoyaba lo máximo posible sobre mi polla y ronroneo mientras afinaba la mirada en la televisión mientras los dos protagonistas de la tele en la cama tenían otra escena de sexo.

Yo por mi parte comencé a acariciar suavemente su torso, metí la mano por debajo de la camisa y subí por su costado hasta notar el nacimiento de sus pechos, que acaricié suavemente con la punta de mis dedos, solo la base quería que su deseo y sus ganas de tocarla aumentasen lo máximo posible. Al llegar ella por respuesta presiono suavemente su coronilla una vez más con algo más de presión contra mi polla. Yo me deje llevar y ella movió suavemente las piernas acomodándose. Mi mano se desplazó ahora por su abdomen y se coló bajo su falda bajo la cual no había nada que su piel. Sentí mientras seguía bajando su vello púbico y la punta de mis dedos continúo descendiendo hasta llegar a tener contacto con su clítoris. Ella por respuesta deslizo su pierna izquierda hacia atrás dejándome espacio para maniobrar mientras ninguno de los dos apartaba la mirada de la televisión, ahora el protagonista le estaba haciendo una paja magistral a la protagonista. Mi mano empezó a maniobrar mientras sus gemidos se hacían cada vez más audibles y su respiración se aceleraba. Veía como se mordía sensualmente el labio inferior mientras cerraba por espacios de tempo prolongados los ojos. Mi mano seguía haciendo círculos sobre su clítoris mientras mi mano derecha comenzó a explorar su escote. Ella tuvo un espasmo que me hizo quedarme quieto por un segundo.

A continuación, ella cogió mi mano que apenas había entrado por su escote y la llevo a su pecho izquierdo notando por primera vez su pezón duro en la palma de mi mano. Ella me miro a los ojos con una mirada llena de lujuria y continuación siguió mirando la escena en la televisión. Mi mano izquierda cambio de posición y desde la parte de atrás le obligue a mover su pierna izquierda de atrás adelante. Metí mi mano en horizontal entre sus piernas recorriendo toda la raja de ese hermoso culo después de chuparme el dedo índice el medio y el pulgar, ella mi miro sin entender y por respuesta solo le di una sonrisa de medio lado y mientras mi mano volvía a darle place mi dedo medio se hundió dentro de ella simulando un movimiento de penetración acompañado de mi dedo índice dedeando su clítoris y por último mi pulgar empezaba a sodomizar su ano haciendo círculos alrededor del mismo. Su respuesta por todo aquello fue que sus gemidos aumentasen de manera exponencial y empezase a mover las caderas acompañándome en las penetraciones tanto de su coño como de su culo. Su ano se abrió fácilmente permitiéndome clavar todo mi pulgar dentro de ella gracias a la lubricación de mi saliva mientras mi mano derecha no dejaba de jugar con sus tetas. Aquella excitación por todo su cuerpo la estaba haciendo disfrutar de sobre manera.

– Me muero de ganas de hundir mi polla en tu boca primero, en tu coño después para lubricarla con esos calditos con los que estas regando mis dedos para acabar hundiéndotela en ese culo de maciza que tienes – Aquello fue demasiado para ella de repente note como se corría y su coño estallaba en una cascada de fluidos como si se hubiera meado encima. La deje acabar su orgasmo con mis tres dedos hundidos dentro de ella.

Una vez que saboreo por completo el orgasmo debió pensar que la iba a dejar descansar, pero no fue así, la siguiente escena de la televisión empezaba ahora en la bañera y de nuevo volví a la carga de masturbarla. Esta vez sus manos cobraron vida y se levantó la fada para ver como mi dedo medio e índice la follaban sin piedad de manera continua. Estaba encharcada y mi dedo pulgar no paraba de hacer la batidora dentro de su culo. Nunca la debían haber follado así porque incapaz de incorporarse a pesar de que lo intento un par de vez lo consiguió. Se retorcía, llevaba la mano a su clítoris y acompañaba mi movimiento mientras sentía mis dedos moverse debajo de la palma de su mano. – Te gusta que te folle con mis dedos? – le pregunte mientras no paraba de moverlos debajo de su mano que me apretaba contra ella – Siiiiiiiiii, joder, siiiiiiii – dijo ella mientras su cadera y su mano presionaban mi mano enterrada dentro de sus piernas. - ¿Tienes ganas de polla? – le dije mientras hacía presión con mi pulgar sodomizando su culo. – Joder no me han follado así en vida – respondió ella. En ese momento al comenzar a cerrar su boca giro su cara hacia mí y mi polla que hasta ese momento no había sido consciente dentro de los pantalones dura como pocas veces quedo atrapada por sus labios aun dentro del pantalón. – Dios como me voy a comer esta polla – me dijo retirandose lo justo para desabrochar mi bragueta tirar de mi calzoncillo para abajo y dejar emerger a la luz del televisor la mitad de polla. Su mirada fue de asombro al ver como la base de mi glande se apoyaba en mi ombligo. – Dios que pedazo de trasto tienes cabrón – me dijo antes de comenzar a besar mi polla a la mitad de la misma mientras de nuevo era consciente de la masturbación a la que estaba siendo sometido. – Joder me voy a correr otra vez – me gimió entre lengüetazo y lengüetazo a mitad de mi polla antes de volver a derramarse en mis dedos. De nuevo comenzó a gemir y antes de un minuto de nuevo había alcanzado el orgasmo. Sentí como mi polla cubría de manera horizontal sus labios, es decir no lo rodeaba de arriba abajo, si no de frente.

Su cuerpo permaneció inerte por algo más de medio minuto. A continuación, abrió los ojos y me miro. – Que cabrón eres – me dijo. – Nunca me han follado así en toda mi vida – me dijo mientras se incorporaba. – Y eso que aún no te he follado – le respondí. Solo te he hecho un dedo. Ella me miro de pie como estaba y dejo caer la falda para después quitarse la camiseta y el sujetador. – Me has puesto cachonda como no he estado en mi vida – me dijo mientras tiraba un cojín al suelo y haciéndome separar las piernas me desabrochaba el pantalón para tirar para abajo y dejarme desnudo.

Ahí vi por primera vez sus tetas. Eran normales quizás una talla noventa, nada que ver con las de Virginia que en ese momento me mando un video por WhatsApp haciéndose un dedo al estar la película ya terminada. A final del video me decía de viva voz – el fin de semana que viene mis tetas están a tu disposición –. Carmina vio el video de rodillas delante mía mientras su mano se había posado ya en mi polla y me masturbaba suavemente. – Tu amiga sabe que me has follado con los dedos haciéndome correr dos veces y que esta noche tu polla es mía? – Yo la mire y le dije – Quieres que se lo diga? – le respondí desbloqueando el teléfono y empezando a escribirle. – No – me dijo. – Prefiero que le digas que me ha encantado la película – me respondió antes de cubrir con su dedo medio e índice el comienzo de mi glande. Puse el móvil a grabar una nota de voz y le dije – La hermana de mi futura cuñada me dice que te diga que le ha encantado la película que nos has recomendado – deje de pulsar el botón de grabación y se lo envié. Su cara se desencajo. No me creía capaz de hacerlo. Se incorporo soltando mi miembro y mirando la pantalla del móvil comprobó que en efecto lo había enviado. – Haz disfrutar y disfruta como tú sabes que te tienen que compensar por haberte dejado con las ganas esta noche – fue la video respuesta de Virginia en tetas mientras me percataba que en efecto iba vestida solo con unas bragas porque en efecto estaba en sus días. – No pasa nada – le dije levando su mano de nuevo a mi polla viendo que ella se había quedado petrificada.

Al sentir el tacto de mi polla en su mano derecha de nuevo volvió a masturbarme suavemente. – Quiero hacerte la mejor paja de tu vida para devolverte las dos corridas que me has regalado – me dijo de nuevo acomodándose en el cojín para continuar dándome placer.

El móvil volvió a sonar esta vez era un WhatsApp escrito de Virginia en el que ponía “Me encantaría escucharos”. De nuevo un segundo WhatsApp apareció en la pantalla. “¿Te puedo llamar y me pones en altavoz?” un tercer aviso se unió a la pantalla bloqueada del móvil “Me encantaría oíros”. Por un momento dude que hacer conocía de sobra Virginia mi querida azafata de metro ochenta tetas para alimentar a una aldea de Noruega unas piernas de infarto y un pelo negro y largo que parecía una cascada…  La conocía a la perfección y con una mente tan calenturienta como la mía o más sabía los juegos que podía tener con ella, pero en cambio a Carmina no la conocía y no sabía cómo podía ser su reacción. Cosa que realmente dio igual porque Carina mientras continuaba la suave paja me pregunto que, - ¿Que te dice tu amiga? –. De nuevo pensé que de perdidos al rio así que desbloquee la pantalla y se lo enseñe. Ella lo leyó y mientras seguía con su suave sube y baja me pregunto – ¿No hay manera de que me reconozca, no? -. Yo negué con la cabeza la poca sangre que llegaba a ese momento a mi cerebro no veía nexo de unión entre ambas… Carmina trabajaba se movía en unos ambientes y por otro lado Virginia, mi azafata aérea estaba en la universidad a través de su empresa vivía lejos de nuestras casas.

Por un momento más pensé y dos gotas más de sangre que llegaron a mi cerebro me dio para pensar y decirle – además no te va a hablar solo quiere oírnos – le dije mientras me incorporaba un poco y la punta de mi glande se rozaba con su pezón izquierdo. Me encanto aquella sensación y ver como mi liquido preseminal empapaba su pezón alimento mi morbo. Ella miro como el hilo de líquido preseminal unía ahora mi glande su pezón. – Esta bien dile que llame – me dijo mientras su mano izquierda recogía el líquido preseminal de su pezón y lo llevaba a su boca. – Me encanta tu sabor – me dijo relamiéndose. – Puedes llamar – le mande en una nota voz. Deje el móvil en el cojín de al lado y clave mi mirada en la de Carmina. Estaba deseando hundir mi polla en aquella boca hasta que el móvil sonó. Descolgué y al otro lado se oyó la voz de Virginia – Gracias por dejarme acompañaros esta noche – dijo. – Encantado – le respondí yo.

En ese momento Carmina se lanzó y más de tres cuartas partes de mi polla se hundieron en la boca de Carmina. Sentir como su boca entera y su lengua rodeaban mi polla fue indescriptible. Aquella sensación me cubría por completo. – Cuéntame que está pasando – me susurro Virginia. – Que aquí mi amiga se acaba de enterrar mi polla dentro de su boca – le dije mientras ponía la mano en su cabeza y empujando mis caderas para meter algo más mi polla sujetaba su coronilla y hacia presión en su boca. Como digo lo único que salía de mi boca era – Ummm – mientras repetía el mismo movimiento. Tras unas diez repeticiones cese el movimiento. Quería que ella empezase a tomar la iniciativa. Carmina empezó a subir a bajar por mi polla su lengua recorría todo mi falo mientras al llegar al glande se entretenía dándole lengüetazos. Aquello era un placer como digo mientras Virginia nos decía lo bien que se escuchaba la mamada y nos pedía permiso para hacerse una nueva paja. – Puedes acompañarnos si quieres – le dijo Carmina mientras el movimiento circular de su lengua en mi glande era sustituido por sus dedos. – Pero esta noche esta polla es mía – dijo antes de enterrarse de nuevo mi polla en su boca. – Por supuesto como tu digas – le dijo Virginia claramente excitada. Carmina seguía con su mamada mientras al otro lado de la línea escuchábamos a Virginia pajearse.

Sus gemidos acompañaban las felaciones de Carmina entorno a mi polla aquello era genial. Virginia nos pedía poner el teléfono más cerca hasta que acabo sobre mi ingle. Cada vez los gemidos de Virginia eran mayores. – Niña, ¿te ha contado como ayer por la tarde se la comí en los baños de la biblioteca después de dejar que me follase las tetas y la boca mientras nuestra amiga nos miraba y se hacía un dedo? – todo esto lo decía mientras vibraba de gusto por el dedo que se estaba dando así misma. – Ju juuuum – dijo Carmina que ya esta vez no se sacó mi polla de la boca. Estaba mamando perfectamente y yo estaba a punto de correrme. – Si se lo he contado esta tarde y mira como hemos acabado la noche – le respondí yo mientras Carmina clavaba su mirada en la mía. – Me encanta oír como te la chupan cariño – me dijo yo sentía cada vez mi corrida más cerca. En ese momento me di cuenta de que Carmina estaba cada vez más cachonda se estaba haciendo un dedo mientras me la chupaba y cada vez que oía hablar a Virginia se estremecía. Quise ver hasta dónde estaba excitada y dije como si tuviese a Virginia al lado – Pues si te gusta escuchar cómo me la chupan prepárate para oír como le lleno la cara con una buena lefada – en ese momento me incorpore y mi polla salió de la boca de Carmina que quedándose de rodillas delante de mí no hizo ademan de moverse. – ¿Le vas a llenar la cara de lefa? – pregunto Virginia. – Como ayer llenaste mi cara y mis tetas con tu corrida? – Aquello ya fue demasiado para mí y en ese instante explote llenando la cara de Camina con una buena corrida…. Espero a que me terminase de correr y de nuevo su boca fue en busca de mi rabo para limpiarlo con su lengua y dejarlo sin rastro de corrida ninguno. – Se lo acabo de hacer – le dije girándome hacia el teléfono para que Virginia me escuchase perfectamente. – Ooooh joder siiiiiiiiiiiiiiiiiiii – fue el testimonio de Virginia dejándonos claro que se estaba corriendo.

– Siempre un placer correrme contigo cielo y dile a tu nueva amiga que por lo que se oye chupa muy bien – me dijo Virginia antes de colgar. La llamada termino y Carmina aún seguía chupando con sumo cuidado mi polla dejándola limpia y reluciente y de paso haciéndola volver a la vida. Mi corrida le iba resbalando desde la cara y empezaba a llenar sus tetas.

Después de algo más de un de minutos limpiándome el sable Carmina se levantó y después de darle un pequeño beso a mi polla me dijo – voy a limpiarme, ahora vuelvo –. Una vez más la vi desaparecer por el pasillo y desnudo como estaba me quedé en el sofá esperando su vuelta. La verdad es que esperaba poder tener un segundo asalto.

Paso un taro no sabría cuanto mire el reloj y marcaba cerca de la 1 de la mañana. Habían pasado cinco minutos y Carmina aún no había vuelto al salón. Me decidí a aventurarme a espiar a ver que estaba haciendo Carmina. Una vez más me encaminé por el pasillo y de nuevo vi la puerta del baño entornada, no cerrada. Me acerqué hasta la entrada de la puerta y descubrí algo que me encanto. Carmina desnuda delante del espejo se estaba masturbando!!

Me quede mirando su culo era una delicia ver como se movía mientras describía semicírculos y veía por el reflejo del espejo como al moverse su mano entre sus piernas su codo rozaba sus pechos. Por un momento mas oí como suspiraba y al abrir sus ojos que hasta ahora habían estado cerrados se abrían y se clavaban en los míos.

Al verme por un momento no ceso su movimiento. Se me quedo mirando a través del espejo mientras su mirada descendía y se detenía en mi polla. – Es mucho mas bonita a la vista que al tacto – dijo mientras girándose clavaba su mirada en mi polla. – Me he tenido que limpiar la cara a lengüetazos para comerme tu corrida – me dijo Carmina mirándome a través del espejo – La próxima corrida la quiero en mi boca – sentencio.

No lo he comentado hasta ahora, pero gracias a la divina providencia mi polla por lo que me dicen mis amantes esta muy bien 21 centímetros de musculo que se ponen como el granito cuando veo una chica que me pone y en este momento la verdad es que Carmina me ponía como una moto. – He pensado que a lo mejor te podía pasar algo – le dije mientras no dejaba de sobarme la polla. Ella de nuevo reanudo su paja. Yo me acerque hasta ella y la invite a girarse para que siguiese masturbándose mientras se veía en el espejo del lavabo. Al girarse estábamos tan cerca que mi glande mientras ella se giraba rozo la parte media de si nalga izquierda. La sensación fue como una descarga eléctrica para los dos. A mi me dio una especia de calambrazo en la polla y ella gimió mas fuerte. – Dios como voy a disfrutar cuando me folle este culo – le dije mientras dejaba que mi polla siguiese deslizándose por su piel hasta llegar a posicionarse casi a la altura de su ano.

Apoyé mi barbilla en su hombro izquierdo y sentí como su mano castigaba tanto sus labios menores como su clítoris. - ¿Te gusta pajearte? – le dije mientras la miraba a través del espejo. – Es lo único que he hecho desde que me dejo ** - me gimió buscándome con su boca para besarme. Le devolví el beso y empecé a comerle la boca. – Pero vamos a ver puta – le dije separándome de ella. – Por que vienes a hacerte pajas al baño si aun puedes pedirme que te folle – le dije mientras con mi mano derecha agarraba mi polla por la base y empezaba a recorrer su linda rajita restregando todo mi glande desde su coño a su culo.

Una vez mas un nuevo orgasmo hizo aparición entre sus piernas y pare mi tarea para poder sujetarla ya que sus piernas flaquearon y pareció estar a punto de caerse. Mi polla quedo encajada entre sus piernas y mis brazos enroscados entorno a su cadera mientras sus manos estaban apoyadas en el lavabo.

Su respiración agitada tras su orgasmo se fue ralentizando poco a poco hasta llegar a ritmos normales. Su cabeza había permanecido agachada mientras disfrutaba de la corrida y se había posado en mi polla que aparecía entre sus piernas.

Mientras levantaba su mirada y a través del espejo clavaba su mirada en la mía sentí como su mano se enroscaba entorno a mi polla. – Quiero que me folles – me dijo mientras sentía como su mano guiaba mi polla hasta la entrada de su vagina. – Si me follas solo la mitad de bien que me has hecho dedos no se que me va a pasar – me dijo justo cuando notaba como se abrían sus labios mayores para permitir la entrada de mi polla dentro de ella y su vagina empezaba a absorberme por entero. -Y eso que aun no te he comido el coño – le respondí mientras incrustaba toda mi polla hasta el interior de su cálida gruta. – Cuando te corras en mi boca me pedirás que me folle tu culo, te lo aseguro – le dije mientras se la sacaba y se la volvía a meter hasta el fondo.

Pero eso vendrá luego – le dije mientras mis manos subían desde su cadera a sus tetas. – Ahora mi polla se va a hartar de coño que tiene ganas – le dije mientras empezaba a taladrarla por completo aumentando cada vez mas el ritmo. – No creo que me pueda correr mas – me dijo cuando ya llevamos un rato en esta posición. – Pablo, me he corrido ya siete u ocho veces y yo nuca me corro más de una – me dijo entre gemidos e hipidos dándole en ese tiempo por lo menos unas seis envestidas de mi polla en su coño. – Si consigo que te corras me suplicas que te folle el culo ¿te parece? – le dije mientras no dejaba de penetrarla. – Si – me dijo ella mientras seguía meciéndose al compás de mis envestidas una y otra vez.  – Vamos al salón – le dije saliéndome de ella.

Salió ella del baño delante de mi y al llegar al sofá antes de sentarse la cogí la mano y la llevé a la terraza. – Uuuum aquí esta tarde me has rozado toda tu polla por el culo ¿Te acuerdas? -me dijo mientras se dejaba llevar. – Por supuesto que me acuerdo no sabes las ganas que me han dado de arrancarte esos pantaloncitos que llevabas y follarte ahí mismo – le dije mientras metía tres dedos dentro de su agujerito.  – Uuuum viendo lo que estoy viendo ahora me hubiese encantado que lo hubieses hecho – me respondió. La giré y abrí la ventana mientras de nuevo me colocaba detrás de ella. De nuevo guie mi polla a la entrada de su coño y la penetré de nuevo hasta el fondo. – Jooooooooder – dijo al sentir que llegaba hasta el fondo. - ¿Sabes que es lo que sientes al fondo del todo? – le dije dejando mi polla en lo mas profundo de su ser. – El fondo de mi coño – respondió cohibida ya que de hombros para fuera su cuerpo estaba asomado por la ventana y cualquier que pasase por la calle podría verla. – Mi polla va a abrir tu útero y te vas a correr como no te has corrido en tu vida – le dije mientras aumentaba el ritmo de mis envestidas en su interior y tanto mi mano derecha como izquierda vapuleaban su clítoris.

Creo que no tardo más de diez minutos de follada en correrse por novena vez en lo que iba de noche. Y dejándose se apoyar sobre el marco de la terraza sin nada mas que le importase se deje vencer y disfrutó de algo único que estaba viviendo por primera vez.

Carmina me miro una vez acabo de correrse y sonriendo me dijo – Gracias, estoy muerta, pero satisfecha como no lo he estado en mi vida – me dijo mientras se giraba y ahora era ella la que me cogía de la mano para llevarme de nuevo al salón, me hacía sentarme en el sofá y aparecía después de pasar por la cocina con un bote de aceite. – Ahora quiero que corones y que hagas mi culo tuyo – me dijo Carmina mientras acercándose a mi se subía a horcajadas encima de mi y se clavaba mi polla hasta el fondo de su coño una vez más. En mis manos puso la botella de aceite mientras abría su boca para dar paso a mi lengua. – Te gusta tener mi polla clavada en el fondo de tu coño ¿eh? – le dije mientras subía y bajaba y llevaba mis manos a sus tetas. – Me encanta tener tu polla enterrada en el fondo de mi coño como me va a encantar tenerla clavada en el fondo de mi culo si lo haces igual de bien – me dijo mientras el sofá no paraba de crujir. – Follame como quieras, pero sigue follándome que me encanta – decía mientras era ella la que botaba encima de mi polla. La hice girarse y quedar a cuatro patas de rodillas delante del sofá dejando su cabeza apoyada en el mismo. Se giro y me miro. Me chupe y llene de saliva los cuatro dedos de mi mano derecha y recorrí desde su vagina hasta su ano dejándolo todo bien mojado. – Prepárate para recibirme en tu culo – le dije antes de empezar a follarla de nuevo. Ella contrariada entre lo que le decía y lo que hacia de nuevo se dejo llevar. – Soy tuya, haz conmigo lo que quieras – me dijo mientras extendía los brazos por el cojín del sofá y me dejaba hueco para agarrarme de nuevo con ambas manos a sus tetas. – ¿Eres virgen por el culo? – le pregunte. – Como todas mis amigas – me respondió. – Pues prepárate para ser diferente a todas ellas a partir de esta noche – le dije mientras mi mano derecha abandonaba su pecho y mi dedo índice empezaba a follar su culo.

Sentirse follada por el coño y empezando a ser sodomizada fue demasiado para ella y de nuevo se volvió a correr. Sentía las contracciones de su orgasmo tanto en su coño a través de mi polla como en su culo a través de mi dedo, pero no pare, esta vez decidí no darle tregua y al acabar sus orgasmos un segundo y tercer dedo expandieron la apertura de su culo. Las réplicas de su orgasmo se estuvieron repitiendo entorno a 10 minutos y vi que con su ano ya bien dilatado era el momento de cobrarme su mayor entrega. Así que le dije:

Carmina, que me des tu culo para mí, es la mayor entrega que se puede realizar a otra persona. Quero que me lo digas bien claro. Quiero me lo pidas, no que me lo supliques o me lo des porque te ves en la obligación. Quiero que tú lo desees tanto como yo.

A lo que ella me contesto:

Pablo en mi vida, y tengo ya veintinueve años nadie me ha follado como lo has hecho tu esta noche, me has dejado decidir en cada momento hasta donde quería llegar y como quería hacerlo. Me has hecho sentirme tu puta, y has desatado en mi sensación que han hecho que el resto de mis orgasmos hayan quedado a la altura del betún. Quiero que te folles mi culo por que nadie me ha hecho sentir tan plena como tú y tu manera de joderme esta noche ha sido única. Pero de igual manera quiero que sepas que a partir de esta noche te voy a buscar a cada oportunidad que tenga. Si hace falta que te suplique para que me folles lo hare. Quiero que me conviertas en tuya y no hablo de una relación quiero que todo mi cuerpo te pertenezca para que lo llenes con tu polla como lo has hecho esta noche. Me da igual que sea contigo a solas o que tenga que compartirte. Quiero tu polla y eso es lo que tengo claro. Ahora por favor te lo pido fóllame el culo y tenme entre tus amantes a partir de hoy.

Por un segundo me quedé quieto, de rodillas detrás de ella con mi polla en la entrada de su culo – Esta bien – le dije al tiempo que poco a poco enterraba mi polla en su recto. Los primeros diez centímetros de polla entraron como un cuchillo en mantequilla caliente. Se la saque y se giró para llenármela de saliva de nuevo. – La hostia, que bien la chupas – le dije mientras le apartaba un mechón de pelo de su cara para ver sus ojos. En esos momentos los vi brillantes y llenos de vida. Y una vez que vio que de nuevo mi polla volvía a estar llena de saliva se giro para volver a la misma posición que antes quedando su culito justo delante de mí. De nuevo embarre mi polla a su ano y esta vez entro por completo. Le saqué hasta la mitad y de nuevo se la volví a meter por completo. – Tienes un culo que es una delicia follar – le dije mientras continuaba penetrándola sin parar. – Si, pero no te olvides que tu corrida la quiero en mi boca por favor – me dijo mientras ella ahora empezaba también a moverse y se sodomizaba solita. – Joder que gustazo de culo tienes y si encima lo mueves así creo que voy a regar tu boca de lefa mucho antes de lo que creía – le dije mientras ahora sincronizábamos ritmos moviéndonos los dos. De nuevo la mano a su coño y dedito al canto. – Mira que te gusta pajearte – le dije mientras mis manos de nuevo volvían a sus tetas. – Esto es lo que has despertado en mi – me dijo mientras abría las piernas se incorporaba y pegando su espalda a mi pecho seguía clavándose mi estaca en lo mas profundo de su culo al tiempo que se masturbaba y mis manos jugaban sus pezones. -Joder me voy a correr otra vez – me dijo mientras yo seguía follandola y ella no paraba de clavarse mi polla en esa delicia de culo.

Y cuando su orgasmo se acercó el mío se hizo también presente. – Carmina me corro – le dije- - Te confieso que yo acabo de correrme por segunda vez desde que me estas follando por detrás – me dijo mientras se giraba se llevaba mi polla a la boca y metiendo dentro de la misma solo el glande mientras le daba lengüetazos tuve la mejor corrida que había tenido en mucho tiempo.

Fe una corrida copiosa de la que dejo salir parte por la comisura de los labios para que regasen sus tetas. Me gire y me deje caer en el sofá sentado y recto como una tabla mientras ella entre mis piernas continuaba enganchada a mi polla dejando que parte de la corrida cayese hasta un par de centímetros por encima de sus pezones. – Anda que en menuda puta me has convertido – me dijo mientras dejaba escapar mi polla de su deliciosa boca.

Por un momento nos quedamos mirándonos sin decir ni palabra. Ya estaba todo dicho. Me incorporé de nuevo y con ella entre mis rodillas le recogí un resto de mi corrida y pasando mi dedo desde el pezón lo recogí para llevárselo a la boca. – Uuuum, la corrida no se desperdicia – me dijo justo antes de relamer mi dedo.

Fuimos los dos al baño y nos aseamos y después volvimos al sofá a sentarnos. – Me ha encantado – me dijo mientras desnuda aún se sentaba a mi lado. – Creo que esto vale por una clase de spinning – me dijo sonriéndose. – O por una semana – le respondí mirando la hora en un reloj que había en la pared. Eran las seis y cuarto de la mañana habíamos estado follando cerca de siete horas.

Desde luego no era un mal comienzo para una nueva vida me comento Carmina que me dijo que antes de esta noche su sesión de sexo más largo había sido de media hora.

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