Carmen: lecciones al novato.

Carmen era mi tía, pero también era mi madre, hermana, mi amiga. Ahora se convierte en mi profesora sexual de teoría. Con el tiempo será mi amante. Segunda entrega de Carmen, la primera entrega Carmen, la primera vez.

Me desperté, por un momento creí que todo había sido un sueño, mi tía Carmen me  había masturbado, la primera mujer que hacia que me corriera. Pero no, allí estaba a mi lado en la cama desnuda como yo mismo. La mire en silencio, lo sucedido la noche anterior había sido increíble. ¿Y ahora que? Intente deslizarme hacia mi lado para irme. Eso hizo que se despertara mi tía.

-          ¿Dónde vas?

-          Yo…

-          Estas bien

-          Sí pero anoche.

-          Ven acercate.

No fui yo quien se acerco, sino ella.

-          Relajate…

Se pego a mí, me abrazo. Senti sus pechos en mi cuerpo, y mi polla rozando su muslo.

-          Lo de anoche fue genial – dijo – y puede que ahora no lo comprendas, pero lo comprenderás, te necesitaba. Te sigo necesitando.

Realmente no lo comprendia, solo sabia que ella me habia hecho correrme, y ahora el roce mi polla con su cuerpo estaba a punto volverme a correr. Y me corri, le manche.

-          Ya has llegado… que rapido – dijo sonriendo.

-          ¿Que va a pasar?

-          Pues te vas al baño y te limpias.

-          No me refiero a eso.

-          Se a lo que te refieres, es la primera vez que estas con una mujer, en la cama desnudo.

Afirme con la cabeza.

-          Recuerdas lo que te dije anoche despues de... antes de quedarte dormido.

Queria acordarme.

-          Te dije “Soy tu tía, he sido tu madre, tu hermana, tu amiga...”

-          Lo recuerdo.

-          Tambien te dije “seré tu profesora...”

Quede en silencio.

-          En lo relacionado con el sexo.

-          Tambien dijiste “amante”

-          Si porque no solo soy y seré todo eso para ti, tambien soy una mujer, y necesito a mi lado un hombre, que me satisfaga. Lo comprendes.

Nuevamente quede en silencio.

-          Hace algo mas de dos años, se marcho Paco, fue la ultima vez que estuve con un hombre, parecia que se me habia olvidado que soy una mujer. Pero hace unas semanas, fui a entrar a tu habitación, estabas en la cama masturbándote, por primera vez te vi como un hombre.

Hizo una pausa.

-          Aquella noche yo tambien me masturbe, volvi a sentir placer despues de dos años. Lo primero que pense es que no estaba bien, tu eras... Pero noche tras noche, me excitaba recordandote con el pene en la mano.

Se separo de mi, se sento en el borde de la cama.

-          Lo de anoche fue... necesitaba hacerte feliz para serlo yo.

Me sente a su lado.

-          ¿Quieres que sea tu profesora? Mejor yo, que una puta contratada...

No deje que terminara la frase, selle su boca con la mia, podia haber sido un simple beso, pero no lo fue simple beso, nuestras boca se abrieron y nuestras lenguas se buscaron.

Al separarnos ella sonrio.

-          Vamos a la ducha. Tu primera lección.

Nos metimos en la ducha, yo no podia dejar de observar la desnudez de tía Carmen, aquello que un dia antes habria sido algo tabú. Tenia que reconocer que hacia ya unos meses que expiaba a mi tía Carmen cuando se cambiaba y eso llego a excitar.

Entre risas nos mojamos. Fue ella la primera que me enjabono, despacio muy despacio como si se recreara, y sobretodo al hacerlo con mi polla, lo que hizo que me excitara y se me pusiera tiesa.

-          Ahora te toca a ti enjabonarme, despacio, como si acariciases mi cuerpo.

Asi lo hice.

-          Recreate en los pechos y en los pezones.

Yo los enjabonaba con sumo cuidado.

-          En los muslos, la parte interior. En... el pelo dela entrepierna.

Asi lo hice tuve que tocar en algun sitio que hizo gemir a tía Carmen. Siguiendo los consejos de tía Carmen la enjabone. Terminamos de ducharnos, yo fui a mi habitación.

-          Tía Carmen, como me tengo que vestir.

Aparecio en la puerta se habia puesto la ropa interior.

-          Pues como cada sabado, tenemos que ir a comprar. Si tú quieres ir desnudo...

Sonrei al imaginarme comprando en el centro comercial desnudo.

Media hora mas tarde saliamos de casa, como algunos sabados por la mañana iriamos a comprar al centro comercial.

Dentro del coche.

-          Tienes que tener claro una cosa, solo dentro de casa y cuando estemos solos seremos amantes. Fuera de casa y para el resto de las personas domos tía y sobrino, y tienes que comportarte como tal.

-          Lo tengo claro tía.

Ya en el centro comercial, estuvimos comprando, como otro día; pero para mi era diferente, me sentia diferente. Y más aun cuando nos cruzamos con una vecina, Paula. Por primera vez la vi diferente, Paula tenia la edad de mi tía, estaba casada y tenia un niño de 10 años. Mis ojos parecian tener rayos x, podia verla desnuda eso me excitaba. No se si Paula se dio cuenta pero mi tía si. Al separarnos.

-          Te gustaria que fuese ella la que te acariciara el pene.

Habia descubierto mis pensamientos. Estaba enfadada.

-          Perdona, no te enfades.

-          No estoy enfadada, es normal. Lo que piensas puede que algun dia se cumpla.

Mire hacia atrás, vi alejarse a Paula. Mi tía habia dicho algun día. Seguimos comprando.

Mi mente no estaba ni en los productos ni en las tiendas, sino en las personas de genero femenino que nos cruzabamos. Cuando nos montamos en el coche, antes de arrancar.

-          Supongo que en clase de biología habréis dado el cuerpo humano y en concreto el aparato reproductor.

-          Si.

-          Cuando se habla del aparato reproductor hablamos del sexual.

-          Si, el aparato sexual humano.

-          Físicamente es en eso en lo que nos diferenciamos los hombres y las mujeres.

Hizo una pausa.

-          Con ello te quiero decir que hombres y mujeres tenemos el aparato sexual diferente. Las mujeres físicamente somos iguales, tenemos cabeza, brazos, piernas... y un par de tetas y la vagina. Y los hombres tienen pene.

Arranco el coche.

-          Como puedes imaginar, todos los hombres tienen pene, que cuando se excita aumenta de tamaño. Lo has comprobado...

-          Claro que si tía.

-          En las mujeres todas tiene tetas más grandes o más pequeñas, como los pezones. Son una zona de excitación de las mujeres. Y la zona de excitación por excelencia es la vagina y sus alrededores, como son los labios vaginales o el clítoris.

Dejo de hablar para concentrarse en la conducción.

-          En el hombre cuando se excita se le pone tiesa... el pene. ¿Y en la mujer?

-          Ibas a decir polla. No importa. En la mujer como al hombre se le suelen poner duros los pezones. Y el clítoris tambien varía. Pero sobretodo, y lo comprobaras se humedece la zona vaginal.

-          ¿Por qué?

-          El acto sexual, por excelencia es la entrada del pene en la vagina. La humedad actua de lubricante para facilitar la entrada del pene.

-          Pero a la mujer ¿cuando entra le duele?

La risa de mi tía me puso nervioso.

-          Claro que le puede doler si no esta bien lubricado; y la primera vez por no estar acostumbrada. Pero despues es un subidon que termina en el orgasmo; como cuando tú te corres.

Estabamos llegando al piso. Subimos las cosas, y no puede dejar de mirar la puerta de Paula, la vecina. Tía Carmen se dio cuenta.

-          Todo llegara si sabes hacer las cosas bien.

Entramos las cosas al piso.

-          Se nos ha hecho tarde, asi que vamos a comer fuera.

-          Vale, yo ya estoy listo.

-          Pero yo no, me cambio y nos vamos.

Tía Carmen entro en su habitación, pero no cerro la puerta como hacia antes. Muy sigilosamente me deslice hasta la puerta de su habitación, como habia hecho en otras ocasiones para espiarla, solo tenía las bragas. Pero tía Carmen se dio cuenta.

-          No te escondas – me dijo sonriendo – ha hace falta que me espies como cuando eras pequeño.

Solo habia pasado un día de cuando era pequeño.

-          Entra, ¿me puedes ayudar?

Se puso un vestido.

-          subeme la cremallera.

Lo hice, ella se giro, se le marcaban los pezones en el vestido.

-          No te has puesto...

-          Te refieres al sujetador.

Asenti con la cabeza.

-          ¿Quieres que me lo ponga? – dijo sonriendo.

Me encogi de hombros.

-          Mejor no me lo pongo que las mujeres me tengan envidia.

Termino de arreglarse y nos marchamos. En el restaurante comprendi lo que quiso decir tía Carmen con la envidia de las mujeres. Todos los hombres se fijaron en ella, mejor dicho en sus pechos, al igual que las mujeres.

Tras la comida, dimos un paseo, nos paramos en un parque.

-          No se si tendras alguna pregunta sobre el sexo.

Me quede en silencio.

-          Algo que no comprendas.

Estaba pensando en las clases de biología. Y sin pensar me salio la peor pregunta.

-          En clase dimos que el sexo es el medio de procreación de los seres humanos.

-          Si...

-          Y si no se pueden tener hijos... para que sirve el sexo – lo dije y me arrepenti, tía Carmen no podia tener hijos, por eso se marcho su marido Paco.

Parecio entristecerse, pero me contesto.

-          Estamos de acuerdo que el sexo sirve para la procreación, pero actualmente para tener descendencia no hace falta el sexo, pues la procreación en definitiva es un proceso químico que se puede dar en un laboratorio.

-          Pero entonces...

-          Que sentistes ayer cuando te cogi el pene, te lo acaricie...

-          Excitación.

-          Y al final... placer. El sexo lo que busca es placer, satisfacción.

Hubo un silencio.

-          Ya sea sexo individual, cuando tú te masturbas, o en pareja.

Recorde una pelicula porno en el que habia dos hombres y una mujer.

-          Pueden ser tres.

Parecio sorprendida.

-          ¿Por qué lo dices?

-          En una pelicula...

-          Vale, el sexo puede ser individual, en pareja, en trios, en cuartetos... bueno con muchos. Puede ser entre mujeres y hombres, pero tambien solo entre hombres o solo entre mujeres.

-          Esos son los... homosexuales.

-          Si pero...

-          Tú lo has hecho con otra mujer.

Se puso de pie.

-          Que te parece si vamos al cine.

Estaba claro que evitaba la pregunta. Y tampoco queria ser invasivo, ya la habia cagado con la pregunta de la procreación.

-          Vale.

-          Elijo yo la película – dijo mi tía.

Fuimos al cine, como era natural eligio una romanticona, de esas que el chico conoce a chica, chico y chica se pelean, y se separan y años despues se vuelven a juntar. Iba por medio de la pelicula y me aburria, hasta el punto de bostezar.

-          Te aburres.

-          Un poco...

Lo cierto que para ser sabado por la tarde habia muy poca gente en el cine, no debia ser una película interesante, estabamos en la penúltima fila, ni detrás nuestro, ni a los lados habia nadie, y mas adelante varias parejas.

-          Eso tiene facil solución.

Con cierta destreza, sin mirar en la oscuridad, me desbrocho el cinturón y el boton del pantalon, me bajola cremallera, metio su mano por debajo del slip cogiéndome la polla, y muy lentamente me fue masturbando, la película dejo de interesarme por completo.

-          No dijiste que eso quedaba para casa.

-          Si, pero este es un momento especial, y particularmente excitante. Como habra otros.

Me deje llevar por ella, y al final senti como me corria. Saco del bolso unos pañuelos de papel, se quedo con uno para limpiarse la mano y me dio el resto para que me limpiara.

Tras limpiarme me volvi a colocar el pantalon.

-          Ya estas.

-          Si.

-          Pues vamonos.

-          Y la película...

-          Era una excusa, lo que queria era tocarte... la polla.

Salimos del cine, riéndonos, nos fuimos a casa.