Carmen: La primera vez
Carmen era mi tía, pero también fue mi madre, mi hermana, mi amiga. con el tiempo fue mi amante.
Antes de pasar a relatar como fue mi primera vez me gustaría situarla en el contexto.
Una vez escuche decir que mi madre biológica, Cristina, tubo un pequeño desliz en su fiesta de cumpleaños, se acostó con varios hombres, el resultado fui yo 9 meses despues. Por lo que en mi partida de nacimiento pone "Padre: desconocido" Nunca me ha importado, y ahora mucho menos.
Cristina, gustándole la fiesta como le gustaba, un bebe era una carga demasiado grande, estuvo a punto de entregarme en adopción; pero mis abuelos los padres de ella, y sobretodo su hermana Carmen, 4 años mayor, se lo impidieron.
Solo un mes después de mi nacimiento mi madre biológica se fue al extranjero para estudiar, según mi tía Carmen se fue a “zorronear”. Así que mis primeros años de mi vida los pase con mis abuelos y mi tía Carmen.
Tenia yo cuatro años cuando mi tía Carmen se caso con Paco, su novio de toda la vida. Mi madre no vino a la boda. Aunque mi tía Carmen viviría cerca no era lo mismo que tenerla todo el día. Me quede a vivir solo con mis abuelos.
Al poco de cumplir los 8 años se presento mi madre en casa de mis abuelos, se había casado con un alemán, estaba embarazada de 8 meses. Pero tal como vino se fue. Mi tía Carmen seguía casada con Paco, y aunque habían intentado tener hijos, tras tres abortos, estaban bastante desilusionados.
Dos años después, con 10 años, mi abuela murió, y mi abuelo quedo tan tocado que tuvieron que ingresarlo en una institución especial. Me veía solo, entonces tía Carmen viendo que no podía tener hijos, ella y su marido decidieron quedarse conmigo; pues mi madre no quería saber nada de mí, ya había rehecho su vida.
Durante 4 años, viví con tía Carmen y Paco, parecíamos una familia ideal, pero cuando digo que parecía era porque algo no iba bien, yo no supe verlo, o no quise verlo. Un día al volver del instituto me encontré a mi tía llorando, Paco se había ido de casa. En una carta me decía que me quería mucho pero quería tener sus propios hijos, y tía Carmen no podía dárselos.
Pasaron los años, llegamos a mi primera vez.
Mi primera vez
Era viernes, era el 36 cumpleaños de mi tía Carmen, había cenado con ella, mis amigos me habían llamado para salir aquella noche.
- Rod no vas a salir con tus amigos – dijo tía Carmen.
- No tengo muchas ganas – dije.
Era una mentira piadosa, estaba deseando ir con ellos, pero me sentía culpable de que mi tía estuviera sola.
- Tienes que salir y divertirte, las chicas seguro que te están esperando.
- No lo creas. Mejor me lo quedo contigo vemos una peli.
- No seas tonto, estoy bien.
Quien no la conociese sé lo podria creer pero yo la conocia muy bien. Pero ella también me conocía.
- Anda ve con tus amigos y diviértete por mí.
Tanto insistió que me fui. Pero no estaba tranquilo, y solo hacia mas que mirar la hora, mis amigos que se dieron cuenta, intentaron que me olvidara sin lograrlo. Así que sobre las 2 de la noche decidí volver a casa.
Entre sin hacer ruido, lentamente, pase por la habitación de mi tía, se había dejado caer sobre la cama parecía que dormía, así que me fui a mi cuarto, me desnude y me puse un pijama corto, solo la parte inferior. Sentí un ruido en la habitación de mi tía, me acerque, estaba llorando. Me acerque a su cama, me senté en el borde.
- Tita no llores – dije – sabia que no me tenia que ir.
Se giro hacia mí.
- No te culpabilices – dijo.
Ella se puso de rodillas sobre la cama, me abrazo desde atrás, sentí sus tetas en mi espalda, sus pezones estaban duros, la reacción instintiva de mi polla fue endurecerse, yo no quería pero era superior a mí, pensé que mi tía no podía verme al estar detrás. Entonces su mano se poso en mi pierna. Fue como una descarga eléctrica
- Al menos tu te habrás divertido.
No podía contestar, me sentía excitado. Entonces ocurrió, ella subió su mano y se poso en mi paquete, comprobó que estaba empalmando.
- ¿Que té pasa? Te has excitado.
Quise marcharme
- Perdona tita.
Intente levantarme, pero ella me retuvo.
- No te vayas, quédate. Es lógico que un chaval a tu edad le suceda, no es nada malo.
Seguí sentado, ella se puso a mi lado, sus tetas rozaban una y otra vez mi brazo, mi polla iba en aumento parecía no tener limite, era la primera vez que sentía aquella sensación.
- Mi niño necesita una manita – dijo sonriendo.
Ella metió su mano debajo del pantalón, me acaricio la polla.
- La tienes muy grande.
Hizo que me echara sobre la cama, se quito el camisón, quedando casi desnuda solo con las bragas y me quito el pantalón, dejándome desnudo. Sé hecho sobre mí, sentí sus tetas en mi pecho desnudo.
- Relájate, déjame hacer a mí.
Volvió a acariciarme la polla que cada vez era más grande y gorda creía que iba a estallar
- Así esta mejor - dijo.
Solo podía mirar el techo, perdí la noción del tiempo, deje de pensar que era mi tía para pensar que era una mujer cualquiera.
No tarde mucho en correrme, sentí como mi semen salía disparado, como manchaba parte de su cuerpo y su mano.
- Más tranquilo – dijo – espera.
Se levanto fue al baño y trajo una toalla.
- Durante mucho tiempo he sido tu tía, tu madre, tu hermana, tu amiga...
Se quito las bragas, quedando desnuda. Se tumbo a mi lado.
- Ahora seré tu profesora... tu amante – dijo abrazándome.
Sentí su vello publico en mi muslo.
- Quédate a dormir junto a mí.
Me quede dormido sintiendo su cuerpo desnudo fundido con el mío.
Aquella noche fue la primera vez... que una mujer me hacia correrme. Y en los siguientes días fueron muchas PRIMERAS VECES.
Con el tiempo profesora y alumno nos convertimos en amantes.