Carlota 2
Comienza la dominación de Carlota.
Me la voy a follar, la voy a hacer mi putita. No tiene ni idea de lo caro que le va a salir haberse dejado el móvil en clase. Decidí que primero tenía que mantener mi identidad oculta y tantear el terreno. Encendí mi teléfono móvil, hice invisible mi número y me decidí a mandarle un par de mensajes a la zorrita de Carlota:
-Hola
-Hola ¿Quién eres?
-Soy alguien de tu instituto
-¿Quién?
Le mandé una de sus fotos desnuda, en la que salia tumbada sobre su cama, totalmente desnuda, con las piernas bien abiertas y un bote bote de unos tres centímetros de diametro metido en el coño. Tenía una pinta de zorra descomunal. No respondía a pesar de que la aplicación de mensajes indicaba que estaba escribiendo, debía de estar acojonada.
-¡¿De dónde has sacado esas fotos?! Son privadas, no tienes derecho a tenerlas. Son mías.
-No hay que dejarse el teléfono en clase, chiquita.
-¡Borra esas fotos! No son tuyas, no te las he dado.
-Claro que no me las has dado, te las he robado y tengo todas las fotos, los relatos y las conversaciones con tus amiguitos. Te tengo.
-¡Hijo de puta !¡No puedes! ¡Tienes que borrarlas! - parecía bastante estresada – se lo voy a decir a la policía.
-Te voy a hacer una advertencia, si no te tranquilizas, tus fotos acabaran en cientos de web de internet donde todo el mundo las podrá ver, tus padres, tus amigos y todo el instituto. ¿Vas a llamar a la policía? ¿Qué les vas a decir? ¿Que eres una guarra que intercambia fotos con maromos por teléfono? Se van a reír en tu cara y no van a hacer nada, y cuando lo hagas tus fotos ya estarán en internet.
-No puedes - dijo Carlota, parecía que se estaba empezando a derrumbar, sabía que no tenía ninguna opción.
-Voy a tener que informar a tus padres de las cosas que haces, no creo que les haga mucha gracia que su hija haga este tipo de cosas. Creo que tu padre es bastante católico, es probable que te manden a un internado, sola y sin amigas
-No por favor, no lo hagas
-No tengo otra alternativa, tus padres tienen que saber que tienen a una zorra por hija. La única alternativa que tienes es hacerme caso en todo lo que te diga.
-¿Como que en todo? ¿En todo, todo?
-Si, en absolutamente todo.
-Y si no quiero
-Ya sabes lo que va a pasarte si no me obedeces.
-Vale, te haré caso - me he salido con la mía, tengo a Carlota a mi disposición.
-Voy a ser bueno contigo y vamos a ir poco a poco. Te voy a enviar un link de un chat de internet. Conéctate y dime tu nombre de usuario.
-Vale – tardó un par de minutos en conectarse – carlota95
-Conecta tu webcam.
-Ahora no, no estoy sola en casa.
-No es una sugerencia.
Conectó su webcam al instante. Su habitación era oscura y pequeña, llena de posters, a la izquierda un gran armario y a la derecha una cama. No tenía la cara sensual de siempre, se notaba que estaba entre indignada y temerosa. Llevaba una camiseta blanca de algún grupo de moda.
-Vale, habla por el micrófono- le dije
-¿Se me oye? ¿Me escuchas?
-Perfecto. Desnúdate
-¿Qué me desnude? ¿Y si entra alguien?
-¿Te lo voy a tener que repetir?
-No no
Se levantó y comenzó a desnudarse. Primero se quitó la camiseta, dejando a la vista el sujetador de encaja que aprisionaba sus tetas. Puso las manos tras su espalda y lo desabrochó, dejando libres unas preciosas y enormes tetas. Me moría por comerlas. Se giró para quitarse las mallas que llevaba puestas, como una buena zorra, dejando a la vista un culot que hacía su culo increíble, se lo quitó y se sentó
-¿Satisfecho?- me dijo
-Eres una monada- estaba buenísima
-Mis amigas siempre me lo dicen, además me doy cuenta de como los tíos me miran las tetas siempre.
-Acariciate las tetas
Menudo espectáculo. Agarraba sus tetas y las levantaba, se las apretaba y se las acariciaba. Comenzó a acariciarse los pezones, que se pusieron duros al instante.
-Tienes una pinta de zorra ahora mismo
Su respuesta fue agarrarse las tetas y comenzar a lamer sus pezones con su lengua, los acariciaba suavemente, su lengua daba vueltas alrededor del pezón, humedeciendolos poco a poco. Menuda cerda.
-Muy bien, así me gusta. Ahora quiero que cojas el famoso bote de crema y que te pongas a hacer con el lo que sueles hacer
Se levantó y cogió un bote de crema de la estantería. Se volvió a sentar en su silla y abrió las piernas, apoyándolas en la mesa en la que tenía su ordenador. Tenía el coño depilado, a excepción de un poco de pelo, a modo de felpudo, que tenía encima de su vagina. La webcam apuntaba directamente al centro de su coño. Carlota comenzó a meterse el vote de crema en el coño, primero poco a poco y cada vez más rápido y con más fuerza. Su cara era un poema. Con su otra mano comenzó a acariciarse el sexo mientras seguía metiéndose el bote, estaba disfrutando como un perra mientras el bote entraba y salia de su coño.
-Para- tenía pensado otras cosas para ella
-¿Por?
-Porque te lo digo yo. ¿Tu ordenador es portátil?
-Si
-Genial. ¿Estas muy mojada?
-Si
-Mmmm, no puede ser que tengas el coñito mojado, vamos a tener que hacer algo.
-¿Que quieres que haga? Dime.
-Coge tu portátil. Levántate y métete en el baño.
-Mis padres están viendo la tele en el salón, me van a ver.
-Ese no es mi problema
Se levantó y abrió la puerta de su habitación mientras sostenía el portátil. Un estrecho pasillo separaba a Carlota del baño, el obstáculo era la puerta corredera que daba al salón, si sus padres giraban la cabeza podrían ver a su hija desnuda, metiéndose en el baño con un portátil. Carlota caminó despacio a lo largo del pasillo, el portátil apuntaba directamente a sus tetas, así que las vistas eran excepcionales. Cambió la orientación del portátil y vi como asomaba la cabeza para ver si sus padres podían verla. No podían, al parecer, porque dió un par de zancadas y se metió en el baño.
-Suerte que estaban dormidos, porque si no...
-Vale, enséñame tu baño.
Colocó el portátil para que pudiera ver todo lo que había en el baño. Premio, a ver si sigue siendo tan guarra.
-¿Has probado tu flujo?
-No nunca, me da asco
-Pues hoy lo vas a probar- su cara se tornó en una expresión que podríamos traducir por “hijo de puta”, pero se lo iba a perdonar.
-Coge tu cepillo de dientes y métetelo en el coño – su cara mostró asombro -restriégalo bien, que se empape.
Obedeció como una buena zorra. Metió despacio su cepillo de dientes en su coño, casi hasta el final y lo movió dentro, de un lado al otro, de arriba a abajo.
-Sácalo y chúpalo
-Cabrón
De nuevo obedeció. Sacó el cepillo despacio, como si quisiera que recogiera todo el flujo posible. Lo acercó lentamente a su boca, la abrió y se metió el cepillo en la boca y lo comenzó a chupar. Primero su cara fue de asco, pero poco a poco, se torno a la cara de zorra de siempre. Se pasaba el cepillo por la lengua y los dientes, lo saboreaba. Se lo sacó de la boca y volvió a meterlo en su coño. Que guarra, joder. Lo volvió a chupar. Mi polla estaba a punto de estallar.
-Por hoy hemos terminado
-¿Me puedo correr? -poco a poco ella sola se iba metiendo en el papel de sumisa, genial.
-Si. Revisa tu correo en un rato que te voy a enviar un correo con la ropa que tienes que llevar al insti mañana.
Cerré la conversación. Que cerda nos salió la Carlota, me había puesta la polla como nunca. Me metí en mi cama y me pajee mirando las fotos de la cerda, no aguantaba más.
Mañana la iba a hacer zorrear en el instituto. Ya con los huevos descargados de leche me puse a escribirle el correo electrónico:
“Carlota
Mañana al instituto tienes que llevar una camiseta escotada, para que todo el instituto pueda disfrutar de tus tetas y unas mallas apretadas negras, que marquen bien tu culo y trasparente un poco, con un tanga rosa. En el recreo quiero que te metas en el baño y te quites toda la ropa interior, el tanga y el sujetador
Ya sabes lo que pasa si no obedeces”
Pulsé “enviar” y a los quince segundos ya tenía su respuesta en mi correo
“Vale, mañana voy a calentar muchas pollas”.
Menuda zorra la Carlota.