Carlos, un amor de secundaria II

-Oh, Luis se siente maravilloso- susurró. -No te detengas.

Carlos, un amor de secundaria II

Rodé a Carlos sobre su espalda, lo abracé y lo besé como lo había hecho cientos de veces en mis sueños. Era difícil de creer que mis sueños se estaban haciendo realidad. Pasé mis manos por el bien tonificado cuerpo de Carlos. ¡Era real! ¡No estaba soñando! Sentir los fuertes músculos de su pecho me excitaba demasiado, y aún más con la poca presión que hacía con el abrazo que me estaba dando.

Ansiosamente inicié un camino de besos por su fuerte y bronceado pecho, prestando especial atención a su firmeza, a sus oscuros pezones, lamiendo y mordiendo cada uno. Seguí explorando con mis labios y con mi lengua todo lo que podía, seguí mi camino por esos bloques de músculos muy bien definidos en su tonificado pecho, seguí el paso por su firme abdomen y con mi lengua juguetona me divertí un poco causándole cosquillas.

-Mmmmm- Carlos gimió- Luis, me haces cosquillas- él se rio y comenzó a empujar mi cabeza hasta su zona baja para encontrarme con ese anhelado deseo.

Deslicé mi mano que jugaban entre sus piernas y acariciaban su cálido y suave escroto, di pequeños y suaves besos en su palpitante y brilloso miembro. Carlos gimió y alzó sus caderas hasta que su enorme polla de 21 cm llenó mi boca provocando que mi cara se ponga roja por la falta de aire. Agarré su trozo duro y pasé mi lengua desde la punta hasta esa cabeza que parecía un volcán chorreante de líquido pre-seminal, probando por primera vez el dulce líquido de Carlos. Le sonreí sensualmente a Carlos y lamí mis labios.

-Mmmmm sabroso- le dije- ¿Puedo probar más?

-Carlos agarró las sábanas y murmuró- Sí... Luis... Ohhh... Sí.

Separé mis labios y envolví la virilidad dura de Carlos, saboreando cada centímetro de carne caliente, ya podía metérmela entera con facilidad en mi boca. Entonces, como en innumerables fantasías, deslicé mis labios hacia arriba y abajo de su longitud, acariciando su cabeza con la lengua. Yo estaba en un éxtasis, en serio estaba chupando la polla de Carlos. Fue fantástico, mejor de lo que pude haber soñado alguna vez.

Con la esperanza de dar a Carlos tanto placer como la impresionante mamada que me hizo, celosamente chupé y lamí su dura herramienta y acaricié sus bolas durante varios minutos. Entonces sentí sus bolas contraerse contra su cuerpo. Estaba con miedo de que su orgasmo llegue y termine esto, me quité la polla de mi boca y centré mi atención en sus apretadas bolas. Besé y lamí sus huevos, a continuación y con mucho cuidado jugaba con ellas dentro de mi boca, haciendo que Carlos gimiera de placer.

Entonces levanté sus piernas y comencé el ataque por la zona baja de su escroto. Lamí y jugué por toda esa parte. Carlos rápidamente agarró sus rodillas, tirando de sus piernas hacia atrás y tuve una maravillosa visión de su culo y también mejor acceso.

Seguí lamiendo esa parte sensible de Carlos, mientras él fruncía ese agujero rosa, cada vez era más tentador acercarme más y más a su agujero. La tentación finalmente fue demasiado y pasé la lengua por cada lado de su grieta y alrededor de su abertura fruncida. Muy pronto, sentí su pequeña rosa contraerse y oí a Carlos suspirar.

-Oh, Luis se siente maravilloso- susurró. -No te detengas.

Metí mi lengua de adentro a fuera, pasaba por todos los lados dándole suaves besos y masajeando aquel tonel de amor hasta que sentí que se iba relajando poco a poco.

-Oh, sí, Luis- jadeó. – Sigue por favor, se siente tan bien.

Mi lengua estaba dentro y fuera del estrecho agujero de Carlos mientras que mis manos acariciaban suavemente sus testículos y pene. Me di cuenta de que él estaba a punto de acabar. Sus bolas estaban bien apretadas, y su pene estaba tan dura como una piedra. Corrí un dedo por la ranura de su glande, este estaba goteando con un flujo constante de líquido pre seminal. Recogí un poco con mis dedos.

-Pon tus piernas hacia abajo y rueda a un lado- le dije a Carlos.

Levanté una de sus piernas por encima de mi hombro, tome su polla dura y la metí en mi boca. Froté mi dedo pegajoso sobre su agujero. Carlos gimió y suspiró, mientras yo amorosamente chupaba su polla esforzándome en masajear su agujero virgen. Pronto mi dedo con su líquido pre seminal  entró con amor en el agujero de Carlos. Yo seguía chupando y lamiendo la dura polla, mientras exploraba con mi dedo ese apretado agujero. Mi dedo encontró pronto el botón mágico de Carlos. Suavemente apreté esa zona que le causaba placer y sentí su polla responder rápidamente, creciendo y poniéndose incluso más rígida en mi boca. En un segundo, él gruñó, su polla palpitaba muy rápido y fuerte, y mi boca se llenó de su dulce néctar.

El sabor del esperma caliente de Carlos, su espesor y sabor era delicioso, sentí como se derramaban en mi lengua, llenándome la boca. Me tragué a toda prisa su lefa, pero este continuaba brotando. Logre capturar y sostuve hasta el final los chorros de esperma en mi boca y pude degustar su sabor cremoso.

Cuando terminó el orgasmo de Carlos, me senté y lo mire con una sonrisa en la cama. Abrí la boca llena de semen, agité su blanco néctar sobre con mi lengua, y luego la ingerí, y dije- Mmmmmm, Carlos, el sabor es mucho mejor de lo que me imagine.

Carlos me atrajo hacia sí y me besó en los labios.- Eso fue increíble- dijo.- Tú me has hecho sentir como nunca nadie me ha hecho sentir antes.

-Esa fue tu recompensa por lo que me hiciste Carlos- le dije.- Como te dije, estuviste fantástico. Yo sólo estaba tratando de darte tanto placer como la mamada que me diste.

-Bueno Luis, tuviste éxito. Esto es algo que nunca olvidaré.

-Tienes razón. Siempre recordaré esta noche yo también.

Nos abrazamos con fuerza con un beso largo y apasionado. Cuando terminó el beso, me apoyé en un codo y lo miré a los ojos. -Ahora amante mío, dime, ¿Dónde has aprendido a dar una fantástica mamada así?

-¿Eh? ¿Qué?- Carlos preguntó, ruborizándose de un color rojo brillante.

-Esta no fue tu primera vez, quiero saber quién te enseñó tan bien.

Carlos espetó- Y supongo que esperas que crea que si fue tu primera vez.

-Cálmate Carlos- dije, frotando su pecho jadeante.- No sabes cuánto me gusta verte así, tienes razón, esta no fue mi primera vez.

Carlos me miró a los ojos.- No importa Luis, te quiero.

Me senté y le dije.- No me importa tampoco, pero si no somos honestos y abiertos ahora, siempre vamos a estar con la duda.

-Supongo que sí- dijo Carlos mientras se sentaba frente a mí. -No es fácil, sin embargo...

-Entonces déjame contarte primero- le dije.- ¿Tú conoces a mi compañero de cuarto, Bruno?

-Sí, ¿Se la has chupado a él?- Carlos me interrumpió.

-Sólo escucha- le dije.- ¿Te acuerdas de la pequeña habitación que Bruno y yo compartíamos antes de que alquiláramos el departamento?, Las camas estaban separadas como a un metro de distancia, no era muy privado. Siempre supimos cuando nos hacíamos pajas. Bueno, una noche cerca de acabar el segundo trimestre, Blake había salido con su última novia. Yo pensé en tomar ventaja del tiempo a solas y hacerme una paja. Cuando estaba justo en medio de ella, escuché los pasos de Bruno.

-Creo que voy a unirme ya- dijo.- Ni de broma me quedo fuera con esa polla que tienes.

Entonces él se quitó la ropa y escuché un poco de ruido a lo lejos. Después de unos minutos, él se volteó y me dijo- Tenía esperanzas de una buena mamada esta noche. Apuesto a que te gustaría también, ¿no quieres?

-Suena bien, dale- le dije. En un instante estaba de rodillas junto a mi cama. Entonces agarró mi polla y comenzó a chuparla como un loco. Fue mi primera mamada, y yo estaba tan emocionado y sorprendido que ni siquiera traté de detenerlo. Justo cuando acababa de chupar, 5 chorros de semen salieron disparados. Luego le pregunté a él si quería que se la chupara. Me sentía en deuda y tenía que devolverle el favor.

-Hemos estado ayudándonos el uno a otro cuando estábamos calientes, resulta que Bruno es bi y aún persigue coños. No es como que tuviéramos una relación o algo. Carlos no dijo nada. Él simplemente se quedó mirando la cama.

-Carlos, él no es mi amante, era sólo sexo. ¿Tú no entiendes lo que me pasa?- le pregunté.- Estoy a punto de cumplir 19 años, estoy en mi mejor momento sexual. Yo no voy a dejar pasar una mamada.

-Claro Luis, lo entiendo- dijo Carlos dándome un suave golpe en mi hombro.- Hey! También soy un chico cachondo en la universidad.

-Eso ya lo sabía, después de todas esas historias que se contaban en el salón a cerca de ti y Anna Donovan.

-Luis, eso es justo lo que eran... ¡HISTORIAS!- Carlos gritó.- Anna comenzó con la mayoría de esas historias, sólo para mantener su salvaje imagen de animadora. Lo más que he recibido de ella fue una paja con su mano, y no era muy buena exactamente.

-Carlos yo no lo entiendo, entonces ¿Por qué siempre estabas junto a ella?

-¿No lo ves?, ella me dijo que así nos ayudaríamos ambos. Anna estaba cansada de luchar contra los deportistas hambrientos de sexo que habían salido con ella, y yo nunca  había intentado nada con ella. Ella estaba segura de salir conmigo. Me dijo que sabía que era gay porque nunca me vio salir con chicas antes, y salir con ella...- se detuvo con el ejemplo.

-Funcionó conmigo, con las historias que nos contaba y esa seguridad que tenía al momento de hacer, me hizo pensar que eras completamente hetero. Esa es la razón por la que nunca te dije que te amaba.

Las lágrimas asomaron a los ojos de Carlos, se inclinó y me besó.

-¿Acaso Anna sabía que eras gay?- Le pregunté. -Ella probablemente pensó que lo era- dijo Carlos.- Ella nunca me preguntó, y yo nunca se lo dije.

-Bueno, todavía no me has dicho dónde aprendiste a dar esas mamadas impresionantes.- Carlos me miró asustado. Las lágrimas corrían por sus mejillas. Lo abracé y acaricié su espalda.- No llores, está bien- le dije- No tienes que decírmelo si no quieres, no importa.

Se secó las lágrimas y me preguntó- Luis, si te digo, prométeme que no harás ninguna locura, pero tienes que ayudarme a ponerle fin a este problema.

-Lo prometo, termina ¿Qué es?- Carlos suspiró profundamente.- Brandon me está chantajeando, me pide que le da mamadas.

-¿Tu primo, Brandon?, Pensé que eran amigos.

-Luis él no es mi primo. Brandon fue adoptado.

-Sí, lo olvidé. ¿Cómo es que Brandon te chantajea?

-Tienes razón, Brandon era un buen amigo hasta el verano pasado. Él estaba en casa cuando estaba de vacaciones en la universidad, y yo me quedé en su casa allí mientras mis padres se iban en un crucero. Mi tío Robert es un rico magnate de bienes raíces, y tienen esa gran mansión fuera de la ciudad con piscina y todo eso.

Yo sé, yo he estado allí- le dije- pero ¿Cómo está eso del chantaje?

-Una noche, mi tía y mi tío estaban fuera. Brandon encontró un poco de vodka e hicimos un poco de bebida, y vimos una película pornográfica. Estábamos tan borrachos, que decidimos hacernos una paja, mientras veíamos a una rubia chupársela a dos chicos con grades vergas. Brandon aposto a que Anna me hacía lo mismo, yo asentí con la cabeza. El me pregunto si me lo hacía bien y ese tipo de cosas. Finalmente le dije que las historias eran mentiras, que ella nunca lo hizo. Yo le conté todo lo que te acabo de decir sobre Anna y yo, entonces le pregunté si podía guardar ese secreto.

Él me dijo que sí, así que confié en él y también le dije que era gay y estaba enamorado secretamente de ti. Él me preguntó si alguna vez se la había chupado a un chico. Le dije que no, y él trató de conseguir que se la chupe a él. Él dijo que si no lo hacía, les diría a mi padre y a mi tío que me era gay y volvió a tratar de que se la chupe. Tenía miedo de que lo haría, así que le di una mamada a Brandon.

Él dijo que no era la mejor que había tenido, pero que me daría mucha más práctica, me hizo darle mamadas durante todo el verano. Luego, cuando llegué a la universidad, me hizo vivir aquí con él, para que pudiera tener un chupa polla cuando él quisiera.

-Ese maldito hijo de puta- dije.- Sólo tienes que irte de aquí, Carlos, ya sé, ven a vivir conmigo.

-Me encantaría ir a vivir contigo Luis, pero no quiero que nadie se entere que soy gay y menos mi padre, Brandon es capaz de decirle si me voy contigo.

-Entonces vamos a tener que decirle a nuestras familias primero, vamos a ir a mi casa, y vamos a sorprender a nuestros amigos con una visita de fin de semana. Si nos vamos cerca de las cinco de la mañana, vamos a estar en mi casa a las diez. Brandon estará con la rubia aproximadamente hasta el mediodía, él ni siquiera sabrá que te fuiste.

-¿Lo harías por mí?, Luis, en serio ¿Lo harías por mí?, no sabes cuánto te quiero Luis- dijo Carlos y me besó mejilla.- Tu dijiste a nuestras familias, ¿Le dirás a tu madre?

-Carlos, en cualquier momento nuestras familias se enteraran, tarde o temprano, pero lo harán, y ahora es un buen momento para hacerlo- le dije. - ¿Por qué no le invitamos a nuestros padres a una cena en un restaurante y les decimos los dos juntos?

-Tienes razón Luis, vamos a hacerlo juntos- él estuvo de acuerdo.- Pero no sé cómo se lo tomará mi papá y mi mamá. ¿Qué dirá tu madre?

-Carlos, si nuestros padres nos aman, y sé que aún lo hacen, ellos nos apoyarán y nos entenderán, créeme, yo lo sé- traté de sonar lo más firme y seguro, para que Carlos no se asuste con lo que vamos a hacer.

-Sí Luis, tienes razón, ellos nos aman, gracias.

continuará

-DarkAngel-

.............................................

Perdón por la demora, espero que no se hayan olvidado de mi T.T :okno: Bueno este capítulo fue difícil de escribir para mí, traté de seguir todos los consejos que me dieron, gracias por sus e-mails y comentarios que me dejaron, no dejen de dejar sus opiniones que es lo que más necesito ahora, disculpen si vuelvo a fallar en algo que ya me dijeron, pero uno al escribir ve que todo está bien y no se da cuenta de esos detalles, espero les guste este capítulo, comenten y valoren ( angelito_solesito@hotmail.com )