Carlos, mi Semental 03
Sabía que ir a ese viaje sería un error, un gravísimo error que terminaría con mi vida como la conocía. Viendo nuevamente al cerdo de Carlos someter a mi amiga en la playa me dejo manosear por sus 2 estúpidos amigos. (Voyerismo, dominación solapada; infidelidad, autosatisfacción).
Carlos, mi Semental
III
¡Qué bueno que al final te decidiste a venir, vas a ver que nos la vamos a pasar súper!
¡Mierda! Me sentía como la mujer más estúpida del mundo mientras íbamos por la carretera al puerto, muy de mañana, con Carlos al volante (¡un atentado!). ¿Qué estaba haciendo allí, cómo terminé diciéndole que si a la Arla? ¡No me lo explicaba! Bueno en realidad si, pero no quería pensar en ello, lo único bueno es que íbamos a volver esa misma tarde. La casa de su amigo, el tal Ricky ("Ricky", hasta sobrenombre de nene riquito tenía y por cierto, no fue al viaje) resultó ser una auténtica mansión, una construcción enorme, de 2 niveles y de estilo colonial, con paredes pintadas de un blanco inmaculado y grandes jardines. Solo el garaje era del tamaño de mi casa, ¡ja!
¿Y qué te parece Arlita? ¿Verdad que la casa del Ricky es bonita?
¡Guau! no pudo decir nada más y yo deseaba que cerrara la boca antes de que empezara a babear.
¿Y a vos qué te parece Sasha, te gusta?
Mmmm está muy elegante dije, sin dignarme a dirigirle siquiera una mirada a ese tipo.
Va pues muchá, entremos y dejemos los tilinches y vámonos al mar ese fue un tal Tono, uno de los 2 amigos imbéciles que Carlos llevó, el otro se llamaba Mario o "Marito para los amigos".
La cosa es que dejamos todo lo que llevábamos y tomamos nuestras cosas para nadar bueno, tomaron, porque yo no quise meter mi traje de baño ni nada. El mar era precioso, era una playa privada de arena negra, enorme y limpia, Arla y yo caminamos un buen rato mientras los 3 hombres nadaban y jugaban a las luchas.
De verdad Arla, andá a nadar con Carlos si querés, yo estoy bien sola
Voy después, ahorita quiero quedarme aquí sentada. No sé cómo se te fue a olvidar tus cosas para bañarte Sasha ¡mirá qué lugar tan hermoso!
Pues si, se me olvidaron, perdón de lejos vi el enorme cuerpo de Carlos acercándosenos.
Patojas, vamos a caminar por la playa un ratito, así aprovechamos que el sol todavía no está muy duro y disfrutamos de la mañana, que como a medio día esta mierda quema
Mmmm pero es que Sasha no trajo nada para el mar amor
No importa Arla, vayan ustedes y yo me quedo aquí
Si váyanse ustedes 2 solos intervino el tal Tono que el Marito y yo nos quedamos haciéndole compañía. la mirada que me mandó me dejó muy claro que lo mejor era acompañar a la pareja.
No, no, mejor si voy de todas maneras me gusta mucho caminar por la arena contesté apresuradamente, por nada del mundo me quería quedar a solas con ese par de imbéciles.
Recorrimos la playa y nos bañamos en el mar bueno, solo Carlos y Arla. Por lo menos Tono y Marito se fueron por su lado, pero igual iba a tener que soportar al otro idiota y sus fuertes miradas, que me desnudaban. Reían y se la pasaba muy bien mientras yo me limitaba a caminar en silencio y a tratar de no ser una plasta sin mucho éxito, lo admito. Paramos en un simpático restaurante a orillas del mar, una bonita choza con mesas colocadas bajo grandes sombrillas donde pedimos de comer y de tomar.
¿Querés algo Sasha?
No gracias
¿Algo de tomar?
No gracias
¿O de comer?
No gracias discretamente Arla me pegó una patada bajo la mesa y traté de suavizar las cosas estoy bien, de verdad por la mañana casi nunca como nada.
Carlos no siguió insistiendo y pidió una naranjada con soda para Arla y una cerveza para él. Tomamos asiento en una mesa y nos llevaron las bebidas, di gracias a Dios que comenzaran a platicar de sus cosas y me dejaran relegada a un segundo plano, por lo menos las miradas lujuriosas de ese idiota cesaron. Aproveché para perderme en mis pensamientos y distraerme sola durante unos 15 minutos.
¡AAAHHHHHH! exclamó Carlos cuando se terminó su cerveza Bueno ¿y ahora qué hacemos? hice como si no hubiese escuchado ¿Y si seguimos caminando? Por aquí conozco un sitio muy bonito que les quiero enseñar es que es una playita apartada y bien de ahuevo.
¡Si, vamos! respondió de inmediato Arla, rebosante de entusiasmo ¡¿Vamos Sasha?!
Vayan ustedes, yo me quedo aquí otro rato
¡Pero Sasha!
De verdad Arla, vayan ustedes voy a estar bien
Pero no te quiero dejar solita insistió mi amiga, ahora si malhumorada.
Vamos Arla, dejemos a Sasha sola por un ratito de todas maneras es por aquí cerca y si quiere nos puede ir a buscar y nos encuentra rápido vamos
Arla no pudo ocultar su entusiasmo y emoción por caminar con él (ni su irritación hacia mi por mi actitud de plasta), así que tras preguntarme de nuevo si no me importaba quedarme sola, se fue con su flamante "novio". Por mi parte, en cuanto me hallé sola, ahora si pedí algo de tomar pues me moría de la sed, era solo que no iba a aceptar nada de ese imbécil. Me quedé tomándome mi bebida y tan metida en mis pensamientos, que no me di cuenta cuando se aparecieron Marito y Tono.
¿Por qué tan solita mamita? Y me salió en verso y sin mucho esfuerzo ese saludo, que me sacó abruptamente de mis pensamientos, era de Marito, el más idiota de esos 2.
¿Qué ya la dejaron solita? me preguntó el otro ¿Y Arla y el Ko qué se hicieron?
Se se fueron a pasear
¿Se fueron a "pasear"? me preguntó de vuelta, ahora con un marcado doble sentido que me molesto mucho era de mi amiga de la que estaba hablando.
¿Y vos no te querés ir a "pasear" con nosotros? Marito intervino con el mismo doble sentido del otro imbécil ¡era tan desagradable!
No gracias estoy bien aquí
Si pero podríamos estar mejor en otro lado
Déjenme en paz le dije con firmeza y toda la sangre pesada que me fue posible.
Bueno, bueno, no se enoje que solo pasábamos por aquí para comprar unas chelitas contestó el Tono tratando de evitar que le torciera el pescuezo al tarado de su amigo.
Me dejaron sola nuevamente pero con un mal sabor de boca, así que apresuré mi bebida y me fui a caminar por mi lado para distraerme. Caminé sin rumbo por un buen rato deseando no haber ido a ese viaje y nunca haber visto a Carlos coger con mi amiga. Tan solo quería volver a mi casa y seguir con mi vida habitual. Pero el karma no me iba a dejar escapar tan fácilmente, sin querer me topé con ellos
De lejos y por detrás de unas palmeras, vi a la pareja besándose apasionadamente, metidos en el mar con el agua hasta las rodillas. Por la distancia no los podía escuchar, pero si me di cuenta que mi amiga reía muy animada, talvez de alguna broma de Carlos, que parecía estar increpándole algo muy molesto, pero con una cara de tonto tan marcada que resultaba obvio que estaba jugando. Se enfrascaron en un juego de luchas muy desigual, el comenzó a hacerle cosquillas y ella trataba de agarrarle las manos, luego forcejearon y finalmente él la cargó y la tiró al agua mientras ella reía como loca.
Luego la llevó a la playa y se le echó encima, empezó a besarla con pasión. Sin mediar palabra, sin que ella le dijera algo ¡sin importarles que cualquiera podría verlos en esa playa en la que estaban!, le quitó la parte de arriba de su lindo bikini blanco y dejó las grandes tetas de mi amiga libres para podérselas amasar libremente. Seguidamente le bajó la otra prenda, dejándola, ahora si, totalmente desnuda. Arla se abrió de piernas para dejarse hacer lo que él quisiera.
Carlos comenzó a restregarle el sexo con una mano, sobándoselo por todo lo largo y metiéndole uno o dos dedos dentro. Me di cuenta que ella gemía por la forma en que abría y movía la boca y por sus ojos cerrados con fuerza. Yo no podía creerlo, aquella era una playa pública, alejada de la civilización, cierto, pero ni siquiera estaban amparados bajo una palmera o detrás de unos matorrales, cualquiera los podría ver allí. Pero por lo visto no les importaba, lo cual era de esperarse de él, pero no de ella.
Al mismo tiempo sentí que la excitación comenzaba a nacer desde el centro de mi feminidad. Sentí también que los pezones se me ponían duros como suplicando ser lamidos, chupados y hasta mordidos. ¡Mierda, otra vez, ¿qué estaba pasando conmigo, acaso ni necesidad de una buena verga era tanta o es que Carlos Ko era quien me ponía así?! No pude evitar dejarme llevar y me quedé viendo.
Carlos le susurró algo y Arla le respondió mordiéndose los labios con una lúbrica mirada. Él se puso de pié y ella se le arrodilló enfrente y le bajó el short (dejándolo desnudo también) para luego introducirse su pene en la boca sin perder tiempo. Inició una gran mamada y de nuevo mostró el arsenal de recursos orales que tenía. Tomó firmemente esa verga con una mano mientras la devoraba con la boca, se la tragaba entera hasta que sentía una arcada y entonces se la sacaba. Sus ojos rápidamente se le pusieron rojos y llenos de lágrimas por el esfuerzo mientras Carlos no hacía otra cosa que resoplar y sonreír del gusto. También le levantaba la verga para poderle lamer y chupar sus enormes huevos cómodamente, mi amiga mostraba verdadero placer por podérsela chupar.
Mientras tanto no podía dejar de verlos, excitándome cada vez más. Veía esa enorme tranca desaparecer dentro de la boca de mi amiga y yo me preguntaba sobre su sabor y textura. Veía las manos de Arla masajearle vigorosamente el tronco mientras sus labios engullían el estrecho glande como un chupa-chups. Estaba muy caliente, sentía la necesidad de estar en su lugar, de ser yo quien le rendía adoración a ese soberbio falo. Me avergoncé de mi, pero ni así dejé de ver ni de excitarme cada vez más ni de tocarme. Tras largos minutos de mamada que se me hicieron eternos, Carlos la tumbó sobre la arena a orillas del mar. Colocó su pene enrojecido, surcado de venas y brillante de saliva, en la entrada de su vagina y presionó un poco, inmediatamente ella lanzó un fuerte gemido que duró mientras él se la introducía, a la vez que le pedía que se la cogiera duro.
¡Cogeme como solo tu sabés hacerlo amor! y claro, Carlos le dio gusto y se dio gusto metiéndole la tranca hasta que sus huevos tocaron el culo de ella. Empezó a bombear ¡¡AAAHHH, CARLOS!! ¡SIIIIIHHHH, dame duro!
¡Te voy a partir por la mitad perra, voy a cogerte hasta que te quedés desmayada de tanto gozar!
Veía extasiada como el poderoso e imponente cuerpo de Carlos cubría a mi amiga, que se veía frágil debajo de él. Ella mantenía las piernas bien abiertas para recibir toda su masculinidad dentro mientras lo abrazada con fuerza. Todo su cuerpo moreno se estremecía ante cada embestida de su novio dejando escapar fuertes gemidos. Y yo ya me estaba restregando los senos sin pudor ni control y me metía una mano bajo la falda, pajeándome frenéticamente. En eso Arla estalló en un potente y sonoro orgasmo.
¡¡¡CARLOS, AAAAHHHHHH!!! ¡¡¡¡AAAAUUUUUUGGGGGGHHHHHHHH!!!! mi amiga gritó con la boca muy abierta mientras Carlos, que ya sudaba por estar recibiendo el sol cada vez más fuerte en la espalda, sonreía con satisfacción.
La pareja cogió en esa posición por varios minutos y ella gimió y casi gritó sin mesura, parecía que ya no le importaba que alguien los pudiera ver. De pronto Arla lo empujó y se levantó, lo tiró en la arena y se le subió encima, clavándose hasta el fondo de sus entrañas. Comenzó a cabalgarlo como una puta salvaje, subiendo y bajando sobre ese falo que la llenaba entera. Carlos aprovechó para sobarle y besarle las chiches, ensañándose con sus pezones y volviéndola más loca de lo que ya estaba.
Por mi parte veía el maravilloso cuerpo de mi amiga subir y bajar a un ritmo delirante, con sus enormes tetas bamboleándose o aprisionadas por las manos de él, masturbándome cada vez más fuerte y restregándome son saña las chiches, cada vez más cerca de mi orgasmo. Lamentablemente por eso no me di cuenta que detrás de mi ya se encontraban los otros 2 hijos de puta, viendo con morbo como me masturbaba mientras observaba a mi amiga coger desaforadamente.
¡Qué hijo de puta! ¡Miralo mano, ya se la está cogiendo! pegué un brinco y casi me caí cuando oí esa voz justo detrás de mí y unas manos fuertes me sujetaron antes de dar con la arena.
¡Y en plena playa! ¡Ese Ko es un cerote! era Tono el que me sujetaba, mientras Marito reía detrás Y aquí nuestra buena amiga gozando solita, qué mal, qué mal ¡mierda, me vieron!
Ya ya me voy dije y traté de alejarme, pero Marito me salió por el frente.
N´ombre, ¿y para qué qué no estabas bien a gusto tocándote vos solita?
Vos no te procupés, vas a ver que con nosotros vas a terminar gozando igual que como está gozando esa tu amiga. me empujaron de vuelta a mi sitio mientras se paraban detrás de mi. Tono me rodeó por la cintura mientras Marito me veía con morbo al lado. ¡Mierda!
¡¡¡¡AAAHHHH CAAAAARRRLOOOOOSSSGGGHHHH!!!! un fuerte y desgarrador grito de mi amiga devolvió nuestra atención al espectáculo que nos estaban dando. Frente a nosotros Arla estaba acostada sobre su novio, cabalgándolo a 4 patas y moviendo las caderas como una auténtica bailarina brasileña de zamba. El pene del hombre se le incrustaba hasta el fondo a un ritmo enloquecido mientras ella gesticulaba y gritaba su nuevo orgasmo.
¡Mirá que culo vos Tono, parece una pera gigante!
¡Dejá eso, mirá cómo coge esa perra!
¡Una perrota, mirá como lo mueve la pisada!
¡Mi amiga no es una perra! protesté.
¡Shhhhh, nos van a oír! ese Ko sabe bien cómo escogerlas dijo Tono, viéndome con una sonrisa sucia ¡las veces que se la habrá cogido ya! ese par de patanes hacían comentarios obscenos de mi amiga y de como cogía sin que les importara mis protestas para defenderla. Mientras tanto, y totalmente ajena a esas idioteces, Arla seguía gozando casi a gritos. Pero él quería más y al poco tiempo se la quitó de encima y le ordenó que se pusiera a 4 patas.
¡Te voy a partir el culo, perra! le dijo en voz bien alta y ella le respondió de la misma forma.
¡¡¡Si mi amor lo que tu querrás AAAHHH solo hacémelo suavecitooooohhh!!! no pensé que ella pudiera llegar a tanto, pero una vez mas me dejó boquiabierta. Por detrás, los otros seguían diciendo patanadas y estupideces, incrédulos ante lo que estaban a punto de ver.
¡¡¿De verdad se la va a meter por el culo?!!
Bajá la voz mano que te van a oír y yo creo que si la va a encular
¡Puta madre Tono, el Ko calza del 45, la va a dejar toda rota!
Pues si, pero así le ha de gustar ¿o no creés Sasha, que a tu amiga le guste que la dejen como una tapa de alcantarilla? ¿A vos si no? imbécil hijo de puta pero no pude responderle con nada más que una mirada envenenada, estaba muy ocupada viendo lo que pasaba.
Carlos acercó su tranca al culo de mi amiga y presionó, ella dio un grito bestial, demostrando que le importaba un pepino que alguien pudiera escucharla. Me horroricé al comprobar que no la dilató previamente mientras él seguía empujando hasta que le metió la mitad de su pene. Se quedó inmóvil durante un minuto hasta que consideró que el ano de su novia ya estaba listo y entonces le enterró el resto hasta los huevos de un solo golpe y volvió a arrancarle otro alarido.
¡A la puta, ya se la metió toda! exclamó Marito.
¡Auch! agregó Tono.
¡Y ni siquiera le abrió el culo con los dedos primero!
Dejá eso cerote ¡la perra de Arla ni siquiera estaba mínimamente lubricada del ano! ¡Puta madre, la de veces que se la habrán cogido por el culo antes!
Yo veía incrédula como el ano de mi amiga se tragaba esa ingente verga y no pude sino darle la razón al Tono, no era su primera vez. Entonces esos 2 comenzaron a manosearme, rodeándome de la cintura con una mano, Tono me subió la falda con la otra para poder tocar a gusto mi empapadísima vulva mientras Marito me agarraba las tetas y me metía la mano entre mi escote, pellizcándome los pezones.
¡Sasha, estás mojadísima! exclamó el primero ¡Qué perra sos!
¡Váyanse a la mierda déjenme!
¡Esta perra también quiere verga! secundó el otro.
¡Pues verga va a tener mano! finalizó Tono y yo perdida en mi propia lujuria fui incapaz de detenerlos ni deseos tenía de hacerlo, tan solo la necesidad del clímax importaba ya.
Frente a nosotros Carlos inició un vaivén lento que poco a poco fue acelerando hasta acabar en una cogida frenética con una Arla con un inmenso gesto de perra satisfecha dibujado en la cara. El infeliz de Carlos disfrutaba de lo lindo, entraba y salía del culo de su novia a la vez que le pellizcaba los pezones y le amasaba las tetas con fuerza, hasta parecía que se le iban a caer del pecho del bamboleo que tenían.
¡¡¡¡SIIIII, ROMPEME EL CULO MI CIELO, HACEME LO QUE NADIE MÁS ME VA A PODER HACER!!!! ¡¡¡¡SOS UN GRAN MACHO CARLOS EL MEJOR MACHO Y QUIEN MEJOR ME SABE COGER, AAAAGGGHHHH!!!! mi amiga estaba totalmente enloquecida, hasta los ojos los tenía en blanco mientras babeaba copiosamente como si estuviera en trance. Al mismo tiempo sentí los primeros dedos de Tono colárseme entre la vulva, empecé a gemir.
Carlos siguió sodomizándola durante 10 minutos mas hasta que sintió el clímax llegar. Se salió de ella e hizo que se arrodillara delante de él, la agarró de las tetas y se empezó a hacer una paja cubana con ellas gimiendo con fuerza mientras ella le susurraba cosas con una gran sonrisa en sus labios. Entonces rugió y un largo chorro de semen dio de lleno en el rostro a Arla que, como una mansa gatita, mantenía la boca abierta y la lengua afuera para degustar de ese manjar. Uno, dos, tres, cuatro, hasta cinco chorros de leche salieron de aquella verga y dieron en la cara, boca, pelo y tetas de la chava, que se afanaba en tragar todo aquel manantial pero sin mucho éxito, era demasiado.
Los otros comenzaron a decir obscenidades de nuevo, que de seguro a la perra de Arla le gustaba el semen como el azúcar a las cucarachas, que el cerote del Ko parecía manguera, etc. Pero yo no oía, es más, ni siquiera les estaba poniendo atención, pues para mi gran vergüenza y dolor, acabé con los dedos de Tono dentro de mi sexo. No pude reprimir mis gemidos, pero gracias a Dios Arla no me oyó.
El semen le resbalaba a Arla por la comisura de los labios y por la barbilla, cayéndole en cascada por el canalillo de las tetas, deslizándose por su vientre y llegando casi hasta su vulva. Estaba totalmente teñida de blanco, cara, tetas y pelo. Ese fue el final de la cogida, ella todavía se quedó de rodillas limpiando y rindiéndole adoración a esa gran verga. La acción entre ellos terminó, así como la mía con los otros 2, pues tras mi orgasmo recuperé el control de mi misma y salí corriendo lejos de ellos y en dirección a la casa entre empujones e insultos de su parte, pero no se atrevieron a seguirme o a tratar de forzarme.
Continuará
Garganta de Cuero.
Pueden mandarme sus comentarios y sugerencias a mi correo electrónico, besos y abrazos.