Carlos el cornudo y Carla la putit
Una bonita historia de dominación
Recibí un correo de alguien que no conocía. El asunto me intrigó desde el primer momento "Morbosa" la única palabra que aparecía en aquel campo más allá del nombre de la remitente, Carla y su apellido que no desvelaré aunque tampoco tiene muchos interés para el lector.
Completamente somnoliento pero con ganas de saber más, lo abrí y rápidamente me di cuenta que se trataba de una lectora. Me contaba que leyendo mis últimos relatos junto a su marido, habían disfrutado mucho ya que muchas de sus fantasías se centraban en la dominación que sobre ellos ejercía una persona con carácter y caprichosa, me contaba que eran de una ciudad del sur y que les encantaría conocerme para tomar una cerveza.
Contesté a su correo y tras varios mails mas decidimos quedar en una terraza para tomar una cerveza y ponernos cara. Las únicas instrucciones que le di fueron que ella llevase falda y que no se pusiera las bragas pero que llevara unas en el bolso.
El día acordado aparecí en el lugar indicado y me senté en una mesa a esperar a la pareja, mientras imaginaba como serían, una chica morena de unos treinta años se acercó a mí.
-
¿Perdona, eres Oscar?
-
Si, ¿Carla?
Me levanté y le plante dos besos en la cara agarrándola bien de la cintura, estaba realmente apetitosa con ese vestido blanco. Carla mide 1.70 y pesará sobre los 55 kg, unas buenas tetas, no demasiado grandes, ese tamaño justo para que entren en una mano, un culo bien formado, piernas torneadas más si cabe con tacón y una cara linda y agradable, a pesar de ser un bombón no tiene cara de zorrita.
Después de presentarnos y romper el hielo con comentarios sobre el tiempo y lo guapa que estaba le pregunté directamente por su marido Carlos, me extrañó verla a ella sola
-
Carlos al final se ha rajado, le ha dado vergüenza venir a conocerte, no sé si son celos, miedo, angustia o qué, pero me ha dicho que viniera yo sola.
-
Vaya, pues no sabe el error que ha cometido, dejarme a mi solo con una belleza como tú tiene mucho peligro.
-
Sí? Yo creo que él lo sabe y que está en casa muerto de lujuria.
-
jajaja, eso seguro, por lo que me has comentado- en este momento me acerqué a ella muy pegado, susurrando a su oído- es un cornudo redomado y sumiso y seguro que se la está pelando mientras sus mujer esta lubricando para mí.
Mientras apoyé mi mano en su rodilla y la miré directamente a los ojos, Carla se mordió el labio y dio un largo suspiro.
-
Ya estas cachonda Carla?
-
Mucho desde esta mañana, además Carlos...
-
Un momento, la corté, de ahora en adelante siempre en mi presencia te referirás a él como el cornudo, ok?
-
Ummm claro y a mí como me llamaras?
-
No lo sé aún ya pensaremos algo, continua
-
Pues decía que el cornudo esta mañana ha intentado meterme mano pero no le he dejado, diciéndole que hoy era entera para ti, ni si quiera se ha molestado se ha dado la vuelta y se ha ido. Más tarde le he descubierto masturbándose en el cuarto de baño con mis bragas en la boca.
-
Vaya con el cornudo, que ganas tiene de que le peguemos una buena estocada.
Mientras ella me contaba fui subiendo mi mano por su muslo con la intención de llegar a su centro.
-
Así que lo que te gustaría es que te domine un tipo de verdad y dejar de fantasear con la cornuda que tienes en casa no es eso Carla?
-
Si…
-
Si qué? Le dije clavando mis ojos sobre los suyos
-
Quiero ser tuya y que mi ma… perdón, el cornudo sea nuestro sirviente.
-
Ahá, quieres ser mi putita chupona?
-
Umm siiii, dijo notando como mi mano se acercaba cada vez más a su coño.
Una vez llegué, comprobé que llevaba bragas.
-
Qué cojones es esto? Le dije cambiando la expresión, endureciéndola y tirando ligeramente de las bragas
-
Lo siento, no me atrevía a salir así de casa…
-
Así de casa no, pero salir como una zorra en busca de un tipo que sepa cómo manejarte y dejar al maricón de tu marido en casa pelándosela como un mandril de mierda, a eso si te atreves, no putita?
-
Yo, es que…..
-
Es que nada joder, para una sola cosa que te pido, vete al baño ahora mismo y te las quitas, quiero que vuelvas con ellas en la mano y me las des a la vista, ok?
-
Yo, no… no puedo eso que me pides…
-
No puedes verdad? Pues me largo, no tango ganas de perder el tiempo contigo.
Saqué mi mano bajo su falda, me levante de la silla y cuando me disponía a marcharme Carla me cogió de la mano.
-
Espera Oscar, espera, llevo mucho tiempo pensando en esto que ahora no me voy a echar a tras, ya conoces mis límites por los correos que nos hemos mandado y quiero entregarme y confiar en ti.
Así que se levantó con brío, me beso en la mejilla cariñosamente y se fue al baño contoneando su cuerpo, uffff que cuerpo! Menuda mujer, que capullo su marido, deseosa de entregarse, de experimentar de sentirse dominada, deseada usada y follada. Casada con otro sumiso, genial! Qué buena pinta tenía esto.
Tras pedir otras dos copas, vi como Carla salía del baño, acalorada, sus mejillas enrojecidas por la excitación y mirando a ambos lados para cerciorarse que nadie le prestaba atención, pero eso era difícil una mujer como ella no pasaba inadvertida. Se sentó, alargó su mano y me ofreció sus bragas de color rojo.
-
Te las entrego como símbolo de mi entrega total hacia ti.
Joder! No se donde había leído eso pero me encantó que en la primera cita, después de varios correos, tras cinco minutos se entregase totalmente, me encantó y me produjo una tremenda erección, me las lleve al bolsillo las guarde y le dediqué una bonita y sincera sonrisa, me acerqué a ella y la bese suavemente en la mejilla, después le dije:
-
Bébete rápido la copa que tenemos mucho que hacer putita.
Ella encantada con el giro que estaba dando la tarde después de comenzar a obedecerme dio un trago largo a su copa de ron.
-
Te puedo hacer una pregunta Oscar?
-
Claro caxorra.
-
Me vas a castigar duro? Quiero decir si me vas a pegar, verás a mi ma.. cornudo le encanta que le azoten, pero a mi el dolor no me va mucho.
-
Si te portas bien no tendremos problemas en eso, en cuanto al cornudo será él el que reciba los golpes, porque además de cornudo le gusta que lo apaleen, se cómo tratar a las mariconas como el cornudo.
-
Crees que es maricón?
-
Dímelo tú?
-
Yo creo que no, siempre ha mirado a las mujeres con bastante lujuria
-
Te digo yo que ese se muere por comerse una polla y más si se ha follado antes a su mujer.
-
Joder, como me estás poniendo…
-
Ahora me toca preguntar a mí, ¿Te folla mucho el cornudo?
-
No demasiado una vez a la semana más o menos
-
¿Cuántas veces se masturba él?
-
Yo creo que bastante
-
Ya sabes porque no se folla a una mujer como tú, porque es una pajillera que sueña con servir y verte bien follada por un macho de verdad.
-
Umm supongo que si
-
No supongas nada, así es coño!
-
Si, si lo que tu digas.
-
¿Qué es tu marido?
-
Un cornudo pajillero maricona chupapollas, ufff como me estas poniendo
-
Bien, ¿Cuántas veces te masturbas tú a la semana?
-
Desde que nos cruzamos mail todos los días, incluso alguno más de dos y tres veces.
-
Esta salida verdad caxorra?
-
Uff mucho, y ahora muchísimo mas
-
Te tragas la leche del cornudo?
-
No, me da un poco de asco, pero entiendo que la tuya..
-
La mía qué?
Tras esta pregunta deslicé mi mano entre sus muslos y llegue a su empapado coño e introduje dos dedos del tirón.
-
Uffff, la tuya la voy a saborear como una buena puta.
-
Eso es caxorra, vas aprendiendo, ¿Tú marido te folla el culo?
-
Umm lo intentó cuando éramos novios pero nunca lo consiguió se le ponía blandita, y eso que el culo ya me lo había estrenado.
-
Jajaja menuda nenaza de cornudo, así que ese culito está semi virgen, verdad?
Seguía con mis dedos en su coño ya metiéndolos y sacándolos, Carla suspiraba y contestaba con los ojos cerrados
-
Si Oscar, mi culo es para ti, mi boca, mi coño, mi ser y el cabrón cornudo de mi marido somos tuyos
Saqué los dedos de un golpe de su coño y se los puse en la boca, ella instintivamente se los metió y comenzó a lamerlos con pasión mirando con unos ojos de guarra que hacía tiempo que no veía.
-
Está bien caxorra, vámonos que estamos dando la nota.
Nos fuimos dirección a mi coche, por el camino la agarré de la cintura como si fuera mi pareja y le fui contando cómo se iba a desarrollar la tarde. Una vez llegamos al coche ella me contaba cómo eran las rutinas sexuales en su matrimonio, todas centradas en la humillación del cornudo y las ganas de someterse de Carla.
Decidí que era el momento de dar el siguiente paso, así que me dirigí a un descampado para empezar a probar a mi nuevo juguete, una vez aparcados, le dije a mi caxorra que llamase al cornudo y que mientras yo charlaba con él, ella me sacara la polla y se la metiera en la boca a chupar lo mejor que supiera. Sacó el móvil, marcó el número del cornudo, y me lo paso. Se arrodilló en el asiento y empezó a sacarme la polla y lamérmela entera, por sus ojos y su hambre noté que la se su marido era más pequeña, joder que buena es esta chupapollas pensé mientras lamia y sonaban los tonos.
De repente una voz al otro lado, el cornudo.
-
Hola cariño, como ha ido la cita con Oscar?
-
Para ti Señor, entendido maricona? Ahora mismo Carla, mi puta, me esta comiendo la polla en un descampado, menuda zorra tienes en casa cornudo, no me extraña que esté buscando un tipo de verdad, por lo que me cuenta eres un poquito nenaza verdad?
-
Bueno yo, es que…
-
Es que nada, eres una maricona verdad cornudo?
-
Bueno yo…. No sé qué decirte..
-
Lo eres cojones y no me discutas, uffffff que bien chupa esta perra, además cuando más alto y claro te llamo marica ella chupa con más fuerza, porque crees eso cornudo?
-
Bueno… no se que puede…
-
Bla bla bla, eres además de cornudo y mariquita, tonto?
-
Yo, es que,..
-
Anda calla y escúchame atentamente; Después de que esta puta se trague toda mi leche y me limpie la polla con esa boca de zorra vamos a ir a tu casa a follar como perros, que esta caxorra tiene mucha necesidad, si estas compórtate como una buena sirvienta, atiéndenos, no hables si no se te pregunta, estate pendiente de nuestras necesidades y ponte unas bragas no me gustan las mariconas con calzoncillos, si no quieres cumplir esto te largas y nos deja intimidad. ¿Entendido pichacorta?
-
Si, lo que..
-
Calla maricona, me importas una mierda, así que tú mismo, ya sé que ahora mismo estas con la polla como un palo, así que piensa rápido, pero si te quedas atente a las consecuencias.
Y colgué sin dar más explicaciones, Carla seguía lamiéndome la polla con devoción sabia que la forma de tratar a su marido la había encendido más de la cuanta – Así puta, chúpame bien las pelotas también. Carla hundió mas su cabeza y pasó su lengua por mis huevos deliciosamente
-
Ahora lámeme el culo putita
Lejos de objetar bajo mas su cabeza y lamio con devoción mi ojete, menuda zorra acababa de descubrir, tras un par de segundos lamiéndomelo, le tire del pelo para llevarla a la punta de mi polla, le cogí el pelo en una coleta y comencé a follarle la boca con violencia – toma puta, me voy a correr, no quiero manchar nada, has entendido?
Ella asentía con la cara llena de lágrimas y babas por la intensa follada, así que descargué mi leche sobre ella, se lo trago todo mientras sufría espasmos, la muy puta se estaba corriendo sin tocarse, supongo que se rozaba con el asiento, cuando terminé de correrme le indique que limpiara bien mi polla, cosa que hizo sin rechistar.
-
Ahora guarda mi polla y cierra la bregueta.
-
Umm como me ha gustado, nunca pensé que me gustaría tragar leche ha sido fantástico, menuda polla tienes ni comparación con el cornudo de mi marido y como le has tratado, me encantas!!! Ahora iremos a mi casa?
-
Claro que si, vamos a ver hasta donde es capaz de llegar eso que tienes en casa, como te has corrido putita…
Arrancamos y fuimos charlando amistosamente dirección a casa de Carla, ella a medida que nos acercábamos se iba poniendo más nerviosa, hablaba de los vecinos, de los amigos, se hundía..
Así que paré el coche, salí y la saqué por la fuerza, la cogí del pelo y le pregunté
-
Quieres echarte atrás perra?
-
No, perdona, vamos a por ello
-
¿Seguro?
-
Si
Y a continuación le di una bofetada suave y le escupí en la cara por tener remordimientos, ella aceptó el castigo, pidió perdón y continuamos la marcha.
Le pedí a Carla las llaves y fui yo quien abrió la puerta del portal y caminamos hacia el ascensor, una vez dentro le dije a mi nueva caxorra que debía comportarse perversamente y obedecerme en cada cosa que le dijera, debía tratar al cornudo de su marido como a un sirviente, mientras le susurraba esto al oído le acariciaba las tetas y el coño, ella se derretía y solo hacia asentir y morderse el labio síntoma de su creciente excitación.
Salimos del ascensor yo delante seguido de Carla, me indicó la puerta y nos dirigimos hacia allí, metí la llave y abrí la puerta, deje pasar a Carla quien me invitó a entrar, al fondo del pasillo que servía de hall, apareció la figura del cornudo, con cara de curioso, sus ojos desprendía miedo e incertidumbre, pero el bulto del pantalón no dejaba dudas a que este juego era lo que estaba deseando desde hacia muchos tiempo.
-
Pasa Oscar, me dijo Carla, verás te voy a presentar al cornudo de mi marido, Carlitos ven aquí que te voy a presentar al hombre de la casa. Dijo antes de soltar una carcajada
El cornudo se nos acercó con cara de asombro y levantó la mano para estrecharla con la mía.
-
Quita coño, le dije dándole un zarpazo, no pienso tocar esa mano, seguro que llevas toda la tarde pelándotela como un mono, no es así?
-
Pues veras es que yo…
-
Puto mierda, quítate de mi vista, caxorrita enséñame donde está el salón tengo ganas de sentarme y descansar, tú marica, vete a ponernos dos ron con cola bien fresquitos.
El cornudo se retiró a prepararlos, me senté en el cómodo sofá y Carla se tiró encima de mi, la pare y le dije que necesitaba un buen masaje de pies antes de comenzar la batalla, ella sumisa con sonrisa picarona se arrodilló, que descalzó y comenzó a darme un placentero masaje, cerré los ojos y me deje hacer.
Mientras tanto el cornudo ya estaba en el salón con una bandeja y las dos copas, hizo un ruidito para anunciar su presencia, mientras veía alucinado como su mujercita me chupaba los pies mientras yo tenía los ojos cerrados.
-
Ahá bien cornudo, Carla deja eso y siéntate a mi lado, cornudo sírvenos las copas que estoy sediento después de la mamada que me ha pegado esta puta. Ella graciosa se sentó a mi lado y se acurrucó contra mi pecho, le dí un largo trago al cubata.
-
Bien cornudo, bájate los pantalones.
-
Bueno es que..
-
Eres un gilipollas integral macho, que te los bajes de una puta vez si no quieres que te reviente a hostias!!
El cornudo rojo como un tomate y ante la atenta mirada de su mujer se bajó los pantalones, el muy tonto llevaba calzoncillos.
-
Pero que cojones!!! ME levanté de un brinco del sofá, me puse frente a el – Porque coño me desobedeces?
-
Bueno es que no sabía, pensaba que era una broma…
Plaffff, le di tal bofetón que tuvo que dar un paso a tras por la inercia del golpe, con los pantalones por las rodillas, perdió el equilibrio y se cayó al suelo.
-
Eres además de un maricón cornudo chupapollas tonto? NO te he dio que te quería en bragas como una nenaza que eres?
-
Si, lo siento…
Le di una pequeña patada en las pelotas, cosa que le dobló de dolor y le tiré las bragas de su mujer a la cara, Carla mientras tanto se reía por al escena y además le estaba calentando el coño de una forma bestial.
-
Desaparece de mi vista y no vuelvas hasta que estés vestida en condiciones, ok?
-
Si, si mi amo..
-
Aun no lo soy, pero me gusta que seas una marica educada, lárgate.
Volví al sofá con Carla, quién rápidamente se echo a mis brazos, te gusta? Le pregunté, mucho, eres el hombre que necesita esta casa. Le saque las tetas y comencé a comérmelas mientras le metía un dedo en su coño húmedo.
Al rato apareció el cornudo, no solo llevaba las bragas puestas, se había puesto algo de maquillaje y se había pintado los labios, los dos nos partimos de risa al verle
-
Ves como es uan maricona?
-
Si Oscar, tenias razón, ahora me doy cuenta
-
A ver cornudo, dile a tu mujer cuantas pollas te has comido
-
Ninguna Señor.
-
No mientas cabrón!!
-
Se lo prometo Señor..
Agarre a mi caxorra y le susurre al oído que se levantara, que le cruzara la cara al cornudo, que hiciera que se arrodillase y me chupara los pies cono símbolo de sumisión, cosa que hizo a la perfección, ya con el cornudo arrodillado lamiéndome los pies Claudia le cogía la cabeza y mientras le llamaba maricona y chupapollas le hacia meterse mis dedos en la boca.
-
Chúpale el dedo gordo marica, a si veras lo que siento cuando me como esa mierda de polla que tienes.
-
Caxorra, ahora sácame la polla y lamela, quiero vea esta marica como es una polla de verdad.
Ella acató la orden a la perfección la sacó y dulcemente al principio y con ganas de puerca al final me hacia una mamada maravillosa
-
Mira cornudo que polla me estoy comiendo, le decía a su marido, mejor que la tuya mil veces y es que debía cortártela por inútil!
-
Caxorra, compártela con la cornudo, seguro que se muere de ganas
El cornudo negó con la cabeza, pero Carla le dio una buena hostia, le cogió del pelo y le arrastró hasta mi polla que empezó a comerse torpemente, hace daño con los dientes caxorra, le dije a Carla, ella le levantó la cabeza y le sacudió otro par de bofetones no has oído marica, abre bien esa boca de chupona que tienes, el cornudo volvió a la carga esta vez con mas arte.
Levante a mi caxorra, le metí dos dedos en el coño y le susurre que ya era hora de que probase mi polla. Carla apartó a su cornudo y se clavó mi polla en su húmedo coño aulló como una autentica golfa no era capaz de reaccionar saciada por mi polla, así que le di un golpe en sus tetas, mueve ese culo cerda! Cosa que comenzó a hacer mientras se corría por la intensidad del momento, acababa de tratar a su marido como una mierda maricona y se estaba follando a un tio de verdad delante del cornudo que además resultaba que le gustaba chupar pollas
-
Cornudo, lámeme las pelotas mientras esta puta se corre como hace años que no lo hace.
Carla al escucharte tubo otro intenso orgasmo además notaba la nariz del cornudo pegada a su culo lamiéndome las pelotas.
Así estuvimos un largo rato, Carla al menos tuvo otros tres orgasmos mas por las vejaciones a las que eran sometidos ambos, pero sobre todo por el trato duro recibido por su marido, cuando me cansé de esa posición descabalgue a mi perra y tirándola del pelo le dije, vamos a la cama del cornudo, quiero que vea como te parto el culo, ella sonreía, excitada y llena de lujuria
-
Síguenos cornudo, entramos en su habitación, le dije a Carla que se pusiera a cuatro patas sobre la cama cosa que hizo emocionada como una niña, al cornudo le dije que preparara el culo de mi perra lamiéndolo, cosa que comenzó a hacer si poner objeción alguna, pero se subió también a la cama
-
No no maricona, tu arrodillado en el suelo comiéndole el culo a mi perra, chúpaselo y córrete en el suelo.
El cornudo comenzó a lamerlo y pajearse como un loco, comencé a azotarlo con mi cinturón llamándole de todo, marica, cornudo chopapollas, etc.. a los dos minutos le dije, córrete como una maricona después de lamerme la polla, los pies y preparar a tu mujer para mi y el cabrón soltó una gran corrida en el suelo jadeando como una perra, le cogí del pelo y lleve su cara hasta su corrida
-
Lame esto perro de mierda, no quiero ver ni una gota o te arrepentirás!
El muy marica comenzó a lamerlo, Claudia atónita se dio la vuelta para verlo y entre risas le dijo
-
No me lo puedo creer Carlos, eres un buen maricon! JAjaj
Le di un sueva fofetón a Carla.
-
Lo siento Señor, se que debí llamarle cornudo o maricón pero nunca por su nombre.
Ella lo comprendió y yo entendí que estaba ante una pareja extraordinaria
-
Que no vuelva a ocurrir, date la vuelta pega la cabeza al colchón y ábrete el culo para mi con las dos manos y quiero que me pidas que te parta el culo.
-
Señor, párteme el culo que el maricón cornudo de mi marido no ha sabido después de tantos años!
Puse mi polla en su agujero y le dije:
-
Despacio o del tirón?
-
Despacio por favor Señor.
Error, le di un tremendo pollazo que le sacó un grito desgarrados que dejó al cornudo desprevenido, se levantó con alguna intención que yo desconocía.
-
Que cojones haces marica? Quieres otra Hostia o que? Con media polla metida en el culo de su mujer, e se quedó sin reaccionar, hasta que Claudia dijo:
-
Sigue lamiendo leche cornudo, este culo es de este macho y lo folla como quiere y si no te gusta te largas.
Ante este comencé un suave mete saca para compensar a mi caxorra, cada vez suspiraba mas fuerte, se sentía mas llena, cuando estaba toda mi polla dentro de su colo le dije al cornudo:
-
Acércate marciona, ves? Así es como se folla un culo, ahora lárgate y déjanos solos.
El cornudo desapareció de la habitación y Carla entre ruegos y aullidos me pedía mas y mas polla dentro de su culo, ya había perdido la cuenta de los orgasmos que llevaba y solo me pedía que nunca les dejara, que no quería volver a tener su aburrida vida casada con un maricón pajillero, justo al decir esto estallé y le llene el coño de leche arrancándole el ultimo orgasmo de la tarde
-
Ahora límpiame la polla y vísteme tengo cosas que hacer y quiero que el cornudo de tu marido y tu reflexionéis sobre lo que ha ocurrido y me digáis si queréis continuar o habéis tenido bastante, lo hizo.
La deje en su habitación, fui al salón y le dije al cornudo que me acompañara al baño.
-
Metete en la ducha maricona, cosa que hizo sin rechistar, me saque la polla y descargue mis vejiga en su cuerpo y cara, le oriné como merecía, el muy cabron se volvía a empalmar, me lavé las manos y me largue de esa casa.
Creéis que recibí respuesta por parte de esta pareja? Obviamente si!
corneatormdrid@hotmail.com