Carlita. Mi Sobrina y yo de pesca 2

¿Duele mucho más si me la metes por el culito tito?

(-¿Duele mucho más si me la metes por el culito tito?.- A lo que yo le contesté:...)

-Cariño. Si lo hacemos bien no te dolerá casi nada, aunque sí un poco.

-Bueno tito. De acuedo pues. Enculame.- Asintio ella.

-Así podras venirte donde tú quieras tito... Aunque... ¿Seguro que si me la metes por el culito y te corres dentro llenandomelo con tú lechita caliente, nada se escurrira entrandome en la vaginita y dejandome embarazada? ¿Verdad tito?".- Me dijo sonriendo.

-No cariño. No. Por ahí no hay peligro de que te alcance mi leche, entrando en tu vagina y dejandote embarazada.- La dije yo para calmarla.

-Entonces, esta bien tito. Penetrame el culito y follamelo, follamelo y follamelo aunque me duela mucho, hasta que te vengas llenandomelo con tú semen calentito. Mmmmmmmmmmmm... ¿Vale tito?... Jejeje.- Me dijo riendo y deseosa.

La hice poner de espaldas agachandola un poquito hasta tocar el piso del bote con ambas manos. ¡Que culito tenia esta ninfa! ¡Dios mio!... ¡Que visión! Tal. Que no pude contener mis deseos de lamerselo. Y así lo hice.

Con cada pasada de lengua sentía como se comprimía su esfínter, por lo que no me dejaba entrar ni la puntita de mí lengua. Pero cuando su ano estuvo bien ensalivado, comencé a masajearselo con mi dedo gordo hasta que conseguí que se fuera dilatando permitiendo que pudiera hacerselo entrar y salir fácilmente.

En ese momento llevé mi verga a la entrada de su estrecho y virgen agujerito anal y comencé a empujar la cabezota hasta que conseguí que le entrara con alguna pequeña dificultad. No os puedo decir con palabras lo maravillosa que Carla se comportó en aquel momento. Lloraba gordas lagrimas, pero en silencio, mordiendose el labio hasta hacerse sangrar, para no gritar por el intensísimo y enorme dolor que sentia.

Aguantó como una valiente hasta que al poco rato se empezó a mover, movimientos sinuosos con sus caderas, con su cintura, con sus nalgas. Arqueando el cuerpo como una culebra y moviendolo de un lado a otro, hacia adelante y hacia atras, ayudando así a que mi verga le entrara toda entera dentro del culo.

Cuando me di cuenta, tenía el pene totalmente dentro de su ano haciendome disfrutar como un loco, sentiendome fuera de mí. Así, empecé a cabalgarla enculandola salvajemente, metiendo y sacando, metiendo y sacando, metiendo y sacando hasta que al rato, un enorme orgasmo nacido de lo mas profundo de mis entrañas, le inundó el interior de su culito dejandoselo llenisimo de semen goloso y caliente.

Tras un par de minutos de jadeos recuperé la respiración y pude comprobar con alegria como mi verga seguia totalmente dura dentro de su culo, decidiendo con ello, iniciar un nuevo mete saca, este, mucho mas suave y menos doloroso para los dos, gracias a todo el semen derramado dentro de ella, haciendo así la enculada mucho mas placentera.

Al ser ahora mas suave la penetración, pude estar follandola por su culito mucho mas rato, mucho mas rico y mucho mas gustoso, haciendo que Carlita se corriera hasta tres veces como una loca en celo llenita de puro placer. Estube enculandola así, hasta que al final me volví a correr viniendome con toda la potencia de mi ser dentro de ella, cosa que al sentirlo ella... Que al sentir ella como la estaba llenando nuevamente el esfinter con mí leche caliente, la excito tremendamente, llevandola a tener otro fabuloso e intensísimo super orgasmo, viniendose entre alarmantes gritos, llegando incluso a orinarse soltando grandes chorros de pis hasta llegar a perder el sentido, quedando, ante mi susto, desmayada durante un par de minutos, inerte y desmadejada, totalmente caida sobre mí.

Entonces salí de ella y vi como mi verga exhausta comenzaba a desinflarse, mientras sentado, la miraba a los ojos buscando una reacción suya. Realmente me alarmé ante su desmayo y temeroso la coji abrazandola dandole la vuelta y sentandola sobre mí como si de un bebé se tratara, hasta que para mi alivio, al momento se despertó abriendo sus ojitos llenitos, llenitos de amor por mí, mirandome dulce y con una intensa ternura a los mios.

Bueno amig@s. Después de esto nos tiramos al agua para refrescarnos y mientras nos vestíamos Carlita me dijo:

-Tito. La verdad es que nunca hubiera creído que mis fantasías se fueran a hacer realidad y menos de ésta manera. Tito. Me siento muy feliz por haberlo hecho por primera vez contigo. Te amo. Te amo con locura.- Y me dio un largo beso llenito de amor y pasion en los labios.

-Gracias tito Luismi.- Me dijo con la cara sonrosada y plena de felicidad.

-Este será nuestro secreto. ¿Verdad tito?- Me dijo sonriendo.

-¡Uffffff!... Pues claro que sí. Esto quedará siempre en el secreto entre tú y yo. Y desde luego nadie tiene que saberlo.

-¡Claro que no tito!- Me dijo con la sonrisa mas hermosa que jamas e visto en ninguna otra mujer.

-Y ahora vamonos Carla.- Le dije.

-Intuyo que tus padres estarán intranquilos, hace más de tres horas que estamos aquí. Y para colmo vamos a regresar sin pesca alguna. Jajajaaaaa-. Ante lo cual reimos los dos jocosamente sin poder dejar de besarnos.

Y así fuimos remando hasta el embarcadero donde ya nos estaban esperando sus padres. Los cuales al vernos bajar del bote y con las manos vacias, se dieron cuenta, con cara de contrariados, de que yo no habia conseguido pescar nada, ante lo que Xavi, el papá de Carla y mi amigo me dijo:

-Gracias Luismi. Eres un buen amigo. Demasiado bueno, pues además de no haber pescado nada, seguro que por culpa de Carlita, has tenido la enorme paciencia de aguantarla sin enfadarte. Lo siento mucho amigo.- Y se hechó a reír.

-Sí.- Le dije yo.

-Con Carla en el bote fué del todo imposible pescar nada. Aunque tampoco pasa nada amigo mio.- Le dije a su padre amistosamente disimulando todo lo que pude.

-Eso sí. Estate seguro de que esta es la última vez que la llevo de pesca. No sabes de que manera me ha estado tocando los huevos.¡Jajajaaaaaa!... ¡Me ha vuelto loco!... ¡Locoooo amigo mio!... Ha estado espantado con sus sus voces la pesca en un radio de al menos dos kilometros. Jajajaaaaaa.- Y ahí, nos hechamos a reir los cuatro, Carla, su padre y amigo mio, su madre Miriam y yo, en grandes carcajadas.

-Te lo compensaré Luismi.- Me dijo la madre de Carla mirando a su hija primero y luego a mí, con una cara entre pícara y burlona... Como si... Como si intuyera o supiera algo de lo que entre su hija y yo habia pasado. Lo que me alarmó algo y ante lo que y para disimular contesté:

-¡Eso espero Miriam. Jajajajaaaaaa!- Riendonos todos nuevamente y regresando sin más hasta la casa, donde tras preparar la comida, Carlita y yo comimos con verdadero hambre de lobos, luego ella se ritiró a su dormitorio y los tres adultos nos tomamos un estupendo cafe acompañado de dos gin tonics bien cargaditos, tras los cuales nos entre un sopor decidiendo irnos a dormir la siesta.

Media hora despues, con mi amigo profundamente dormido en la cama del dormitorio de matrimonio de dos pisos mas arriba, Miriam, su mujer, se presentó en mi dormitorio y dormido yo se metió totalmente desnuda entre mis sábanas, me puso la verga bien dura chupandomela y masturbandomela con sus tetazas y cuando me desperté ante semejante trajín, se montó de golpe sobre mí, penetrandose mi verga por el coño, mientras en voz baja me increpaba por haber desvirgado a su hijita, ante lo cual yo, asustado y sorprendido, primero se lo negué todo y luego viendo su sonrisa burlona y de complicidad y comprendiendolo todo, se lo reconocí, empezando a narrarle la experiencia del centro del pantano con su hijita Carla.

Mientras me cabalgaba ansiosa estube contandolé como habia desvirgado a su hija por el coñito, como la puta me la habia estado mamando como toda una profesional y como despues, me la habia follado por el culo llenandose de leche con mi corrida, lo cual excitó a Miriam salvajemente, más de lo que ya estaba, empezando a la muy guarra a cabalgarme con desesperación, follandose salvajemente hasta que enloquecida se corrió jadeando y gimiendo desesperadísima, haciendo con ello que yo también me corriera en el interior de su coño, llenandoselo con mi semen. Terminado el polvazo nos quedamos durante varios minutos abrazados como dos amantes, completamente satisfechos.

Desde entonces comenzamos, ya en Zaragoza, a repetir nuestros encuentros sexuales al menos una vez a la semana, hasta que tres meses y despues de follar, me confesó que estaba embarazada, que el bebé era mio y que ademas habia pillado a Xavi, su marido y amigo mio, en plena follada con una negra culona dominicana, cosa que ella sabia de él desde hacia mas de un año, decidiendo aprovechar aquello para separarse de él y romper su matrimonio. Para poder pasar así mas tiempo conmigo. En realidad sus palabras fueron: "Todo el tiempo del mundo contigo, Luismi". Iniciandose así entre nosotros una historia de lo mas excitante, algo surrealista y por lo demas, bastante compleja.

Bueno amig@s, la verdad es que aquel fin de semana no pesqué nada, ni siluros, ni peces de colores, jajajaja. Aunque en cambio me follé a dos preciosas mujeres. Por lo que, os confieso, jamas en toda mí vida me a importado menos volver de pescar con las manos vacias, jajajajaaaa.

FIN.