Carla 2 (festival)

Ya he conseguido follarme a Juanjo, pero me he dado cuenta de que no sólo me vale con un polvo, estamos de festival y quiero más. Vamos a intentar divertirnos. :)

Salimos del agua y nos fuimos a la arena con nuestros amigos que al vernos llegar empezaron a reírse. Se notaba que algo pasaba entre Juanjo y yo y creo que uno de sus amigos (Bruno) había visto algo porque me miraba de una forma distinta y un poco provocativa.

Nos sentamos y cogimos un mojito cada uno. Estuvimos charlando un rato y pude conocer a sus amigos. También me di cuenta de que no solo entre Juanjo y yo había roces y jueguecitos.

Laura y Marco estaban tonteando descaradamente y Ana y Javier también se veían contentos de haberse encontrado. El único que estaba 'sólo' era Bruno, pero no parecía importarle.

Seguimos bebiendo, charlando y de vez en cuando algunos íbamos a refrescarnos.

Cuando fui al agua fui con mis amigas, me preguntaron que si había pasado algo y se notaba que nos habían visto besarnos. Les confesé lo que había pasado y también confesé que fui al festival con la intención de pasármelo bien y sembrar en Juanjo la curiosidad y las ganas de quedar conmigo alguna vez. Realmente no pensaba que todo fuera a ir tan rápido. Tampoco es que me quejara, me había gustado y había conseguido lo que quería, pero también me había dado cuenta de que quería más. Estaba en un festival, quería música y fiesta, y si además tenía a Juanjo y podía acostarme con él unas pocas de veces, entonces lo tendría todo.

Pasamos la tarde en la playa y cuando se acercaba la hora de los conciertos decidimos ir a ducharnos y prepararnos para la fiesta.

Las duchas no eran duchas, era un tubo con agujeros de los que salían agua como si fuera un aspersor. Allí todo el mundo se duchaba con todo el mundo, claro está, en bañador.

Las colas eran gigantescas y estábamos desesperados y quemados por el sol. De pronto Juanjo me cogió de la mano y dijo:

-Chicos, nosotros vamos a colarnos. Os esperamos en las tiendas de campaña después de ducharnos.

Sin darme tiempo a decir nada se salió de la cola y empezó a andar hacia las duchas. La gente se quejaba pero no le hacía ni caso. Había una pareja en uno de los chorros y sin cortarse un pelo les dijo que si nos podíamos duchar con ellos. El chico me miró de arriba a abajo y dijo que sí. Esto cabreó a la chica que se fue a otro chorro, el chico la siguió y gracias a eso Juanjo y yo conseguimos un chorro para nosotros solos. ;)

Nos empezamos a duchar mientras nos reíamos de la situación. Fue divertido, me caía bien.

Cuando acabamos de ducharnos se tapó con una toalla y me abrazó por detrás tapándome también a mí con la misma toalla. Esto hizo que sus manos quedaran en mis tetas pero tapadas por la toalla, me reí pero no le dije nada. Me guiñó y me besó en el cuello. Estuvimos un rato así pero había mucha gente así que decidimos irnos a la tienda de campaña a secarnos y vestirnos.

Las chicas sólo llevábamos una tienda pero ellos llevaban una para cada uno. Juanjo me dijo que estaría bien que me cambiara a su tienda y que durmiera allí las 3 noches del festival porque así estaríamos todos más cómodos pero le dije que no. Me gustaba más la idea de divertirnos tonteando y buscándonos el uno al otro. Dormir juntos cada día era muy fácil.

Nos metimos cada uno en nuestra tienda a cambiarnos y cuando estaba vistiéndome empecé a oír gemidos. Pensé que sería otra pareja en el camping pero se oía muy cerca. Me asomé un poco y vi que Juanjo también se había asomado. Nos miramos y nos reímos. Los ruidos venían de la tienda de Marco. Joder, si que nos lo íbamos a pasar bien.

Juanjo vino a mi tienda y empezó a besarme. Me dijo que tenía envidia de Laura y Marcos.

Yo me reí y le seguí el juego. En ese momento sonó mi móvil. Era mi novio. Yo no oculto que tengo novio, así que se lo dije a Juanjo y contesté.

No sé si se enfadó pero salió de la tienda.

La conversación con mi novio fue muy sosa, él sabía que me había ido de festival con mis amigas y estaba un poco cabreado. Además ya llevábamos un tiempo distanciados y eso no ayudaba. Le dije que nos habíamos encontrado con unos amigos, entre ellos Juanjo, y él ya se imaginó por donde iban las cosas así que se enfadó y me colgó.

No voy a decir que no me afectó porque estoy muy bien con mi novio y lo quiero. Pero soy una chica muy independiente y realmente la relación ya estaba tocada de antes, así que escondí el móvil (en los festivales no te puedes fiar de la gente) y empecé a vestirme.

Me puse unos pantalones vaqueros cortos y una de estas camisetas que deja ver la parte baja de los pechos. Obviamente no me puse sujetador y eso hacía que se me marcaran un poco los pezones. Pero no me importó porque me encantaba como me quedaba esa camiseta, además de que con ella podía lucir el tatuaje que llevaba en las costillas.

Salí y vi a Juanjo sentado en el suelo preparando las botellas que nos íbamos a llevar a los conciertos (mezclamos ginebra y limón y nada en botellas de dos litros con un buen puñado de hielo picado). Pensé que estaría enfadado porque no le había comentado nada de mi novio y se había ido de la tienda sin decir nada. Pero cuando me vio sonrió y vino hacia mí.

-Que camiseta tan fea llevas.

-¿En serio?

-Sí, no me gusta porque te tapa las tetas, que es lo que realmente me gusta ver.

  • Eres gilipoyas jajaja.

Me besó y me agarró el culo. Definitivamente, no estaba enfadado.

Vi que Laura y Marcos salían de la tienda y que Bruno, Javier y Ana llegaban también a las tiendas.

Todos nos miramos y nos reímos pero nadie dijo nada.

-¡¡ Venga tíos!! a llenar botellas que nos vamos - dijo Juanjo.

Bruno y yo nos pusimos a llenar botellas. Llevábamos tres botellas de dos litros así que las llenamos rápido y nos fuimos.

En la zona de conciertos nos lo pasamos genial, todos hablamos con todos, nos reímos, bailamos, cantamos y bebimos.

Durante la noche Juanjo y yo seguimos tonteando, Laura y Marcos no se escondían ya de nosotros, se besaban y rozaban todo lo que podían.

Yo no podía de dejar de pensar en Juanjo y en el polvo que habíamos echado en la playa. Me encantó pero fue muy rápido. Quería repetir. Me deje hacer, no sólo no lo rehuía sino que además yo también aprovechaba para bailar con él, tocarlo, rozarme, besarlo...

Seguimos así hasta las 5 de la mañana, cuando Juanjo me dijo que quería recordar viejos tiempos, me cogió de la mano y me arrastró fuera de la zona de conciertos sin despedirnos de nadie.

Yo no sabía a qué se refería porque para mí los viejos tiempos eran besos que nos dábamos a escondidas. Pero me llevo a las tiendas de campaña y buscó algo en su mochila.

Me reí cuando recordé nuestras escapadas y las risas que nos echábamos.

Nos sentamos en el suelo y cuando lo lió, empezamos a fumar. Ya iba borracha así que aquello se me subió aún más. Nos reíamos por todo. Nos besábamos y tonteábamos. Me lo  estaba pasando genial y quería acabar la noche con él, me levanté y le dije que me iba a dormir. Al principio me miró un poco sorprendido, creo que pensó que de verdad quería dormir. Así que me puse al lado de su tienda, me quité la camiseta y se la tiré. Dio la última calada y me siguió.

Cuando entró en la tienda a mí solo me quedaba el tanga negro de encaje.

Me miró y se sentó encima mía impidiendo que me quitara el tanga.

Él si se quitó la ropa sin parar de besarme por todo el cuerpo.

Yo estaba muy ciega, me moría de ganas y él iba muy despacio. No pude aguantar así que me levanté y lo empuje para que se tumbara. Iba a besarle el cuello y empezar a bajar por el pecho y llegar a su polla. Pero no quería esperar y directamente le di un lenguetazo de abajo a arriba.

Quise chupar su glande pero me di cuenta de que aún estaba cubierto por el prepucio, abrí la boca muy poco, lo justo para que entrara la punta de su pene, y apreté sobre él al introducirlo para que se echara hacía atrás descubriendo el capullo que era lo que me apetecía chupar.

Lo eche hacía atrás un par de veces y lo recorrí con mi lengua hasta que estuvo totalmente fuera. Me encantaba chuparlo.

Por mí habría estado chupándolo un buen rato pero por lo visto mi amigo se desesperó un poco y quiso ir más allá empujando su polla hacia mi garganta. Eso me hizo espabilarme y empecé a chuparla más rápido y más profundamente.

Me encantaba su polla. La metía en mi boca y la rodeaba con la lengua saboreándola entera hasta que él me quitó la cabeza y me besó.

No dejaba de tocarme las tetas, me las besaba y me mordía los pezones. Siguió bajando hasta besarme el coño y me lamió desde el clítoris hasta el culo. Eso me encantó y me dejo con ganas de más pero él se levantó y volvió a besarme.

Yo ya estaba desesperada y no quería que jugara más conmigo. Lo tumbé y me senté encima suya, me la metí entera de un golpe y noté como él se estremeció. Empecé a moverme todo lo rápido que podía, tenía muchas ganas.

Él se movía también intentando meterla hasta el fondo. Se incorporó un poco y me empezó a morder las tetas. Nos mirábamos y nos reíamos, estábamos ciegos. A mí me estaba encantando.

De pronto el se levantó y me giró, poniéndome a cuatro patas y empezó a darme súper fuerte, iba a llegar, estaba temblando. Él lo notó y la sacó entera.

-Capullo.

  • jajaja ¿qué tal guapa?

  • Venga no me tontees - le empujé y volví a tumbarlo. Iba a sentarme sobre él y volvió a levantarse. - ¿necesita algo señorita? jajajaja

  • Te vas a cagar jajaja

Le empujé y se calló encima del colchón. Me senté encima suya pero sólo me metí la punta. Dejó de reírse y me miro serio. Ahora era yo la que lo iba a sacar de quicio. Me metía la punta y la sacaba. A mí me estaba encantando ese roce y además Juanjo tenía el capullo duro y gordo y me encantaba como poco a poco abría mi agujerito para abrirse paso y entrar. De verdad, me estaba poniendo a mil.

Lo veía ido, él también quería llegar ya, estábamos los dos desesperados, así que me la metí entera y empecé a moverme rápido, me la metía entera y volvía a sacarla entera. Así estuve un buen rato y luego empezamos a movernos los dos hasta que al notar el chorro de semen que me inundó por dentro me corrí.

Me maree un poco por lo que habíamos bebido y fumado, y me eche sobre él un poco. Cuando me di cuenta se había dormido y yo estaba demasiado ciega como para irme a mi tienda de campaña, así que me tumbe a su lado y me dormí.

Esa noche fue graciosa, entre sueños Juanjo me dijo que se alegraba de despertarse y verme allí a su lado desnuda. Además también escuchábamos la música de fondo y bueno... también los gemidos de Laura y creo que los de Ana.

PD- esta vez no estoy segura de que continúe con el relato. Algunos lectores me han preguntado si es verídico y sí lo es, por eso no estoy segura de continuar con algunas cosas que pasaron. Si me lo permiten, en posteriores relatos mezclaré un poco realidad con fantasía ;)

Gracias por los correos y comentarios :)