CARA BONITA ll. 8 FINAL.

Agradecería comentarios y valoraciones. fiesta de 15, dorita, a la cárcel, una muerte, infidelidad, ana mi amor.

Cara Bonita ll. 8

Fiesta de 15.

Y llegó la fiesta de quince de mi hija, fue espectacular, no faltó nada, se la veía alegre, pletórica, muy feliz, baile de los quince, torta, velas, un montón de juegos, reparto de cotillón, los invitados mayormente eran sus compañeros de estudio, además de nosotros y de la familia de Elizabeth…

En la familia de mi madre Elizabeth nadie sabe que soy adoptado, todos creen que salí de su concha, lo que no saben es que entré no que salí.

Estaba preciosa mi hija  con un vestido, celeste, de gaza, no sé describir muy bien la ropa femenina, pero la miraba y parecía una novia, qué grande que está.

En el baile de los quince me apretaba y me miraba con amor, yo la miraba embobado, mi hija es toda una señorita, después vinieron sus compañeros y tuve que alejarla de mi abrazo.

Dorita.

Además de bailar con todas las mujeres habidas y por haber, cuando bailé con Dora, Dorita, le mencioné que si sabía que Claudio se está cogiendo a Elizabeth y a Yanina, no sé por qué se lo pregunté, no estuve muy discreto que se dice…

_Si me dijo, me di cuenta, boluda no soy, qué querés que haga…

_Que vengas a pasar unos días conmigo al departamento, le mencioné…

Le dijo a su marido que iba a visitar a su madre, a Claudio mucho no le importó, trajo a la criatura…

Eso no lo pensé, claro una madre no iba a abandonar a su hijo, le preparamos una especie de cuna con unas sillas y unas frazadas, es un campeón el pendejo, toma la teta y duerme, a veces llora y caga, qué olor larga el guacho.

Está hecha una mujer con todas sus reglas, Dora, Dorita, en la cama es una diosa, no deja de hacerte todo lo que te gusta, entrega total, sentís que siente, sentís que goza y te hace gozar, me acuerdo de cuando venía a mi habitación las primeras veces, yo era un pendejo.

Me dijo que hacía mucho tiempo que no la pasaba tan bien, que nunca pero nunca me olvide de ella, aunque sea como amigo, que me ama desde los doce años.

Tomá vos con la Dorita.

En la cocina es una campeona, todo le sale sabroso, te pregunta qué querés comer y lo prepara.

Otra cosa con la que me demostró su capacidad es con lo bien que lleva la organización del club, en el barrio, funciona de maravillas, son muchísimos los chicos que practican deportes en ese amplio salón que hicimos construir hace un tiempo. El gasto del pago de los profesores que está a mi cargo es una migaja para los ingresos de nuestra familia.

Me imagino que mientras yo cogía con su mujer, Claudio estaría cogiendo con las mías ja ja.

La verdad es que la única mujer que me interesa es Ana, qué estará haciendo mi amor, le voy a mandar un mensaje.

A la cárcel.

El proyecto de hacer un túnel para que circulara un tren, desde el comienzo estuvo de cabeza, siempre había un impedimento…

Que la garantía, que quién “la iba a poner”, que había que licitar…

El asunto es que un día vino la policía a buscarme al departamento…

Me acusaban de lavado de dinero, de corrupción, de  y de…

Estaba vestido con ropa deportiva, me llevaron así, menos mal que no estaba con alguien…

Mirá si la encuentran a Dorita con la criatura, que suerte que se había ido el día anterior…

Cuando me dejaron hacer una llamada la hice con don Ramón, él me dijo que no preocupara que todo se iba a arreglar…

Pasaron como dos semanas y nadie aparecía, me habían trasladado a la cárcel, al principio estaba en una celda en el tribunal, el trato y los compañeros no eran lo mismo…

Desde el primer día al verme tan cara bonita me quisieron coger, uno grandote vino directamente a querer que sea su puta, le rompí todos los dientes y se lo hice saber a todos. No me jodieron más, cuánto me sirvió todo lo que me contaba Joáo mientras cocinábamos ja ja, no sé de qué me río si estoy preso por pelotudo.

Voy a esperar unos días más, sino voy a empezar a “apretar a mis socios”, los documentos que tiene mi amigo Teo son oro en polvo para lograr mi libertad.

En el patio había un espacio con máquinas para hacer ejercicios, para levantar pesas y demás, yo ejercitaba mi cuerpo siempre, me pasaba varias horas haciendo ejercicio, no jugaba ni al fútbol, ni al básquet…

Una muerte.

Noté que los que estaban haciendo ejercicio cercanos a mí se empezaron a retirar, miraban hacia mi espalda,  al darme vuelta vi que venían tres ursos, deberían medir más de 1,80 todos, deben ser de otros pabellones ya que no los había visto nunca, mirá que soy fisonomista, rostro que veo, rostro que me acuerdo, unos músculos que daban miedo, me parece que son mandados por mis socios, me lo presentía, no se los voy a perdonar…

_Hola cara bonita, necesitamos hablar con vos.

_Haaa sí, les dije, de qué quieren hablar conmigo.

No los dejaba acercar, me retiraba dando rodeos a las máquinas de ejercicio, ellos trataban de cercarme…

_Queremos que seas nuestra mujer, ja ja…

_Antes tendrán que matarme…

_Y bueno primero te vamos a coger y después te vamos a matar.

_Miren que voy a vender cara mi muerte…

_Y qué vas a hacer, darnos besos hasta que muéramos ja ja…

_Les voy a quebrar las piernas y los brazos, lo dije bien fuerte para que todos escucharan…

_Ja ja y cómo pensás hacer eso, puto.

Me tiró una trompada apuntándome a la cara, le hice una toma de karate, le puse el brazo sobre mi hombro y con no mucho esfuerzo le quebré el brazo…

Gritaba como un chancho, cuando lo están degollando.

El segundo me tiró una patada a los huevos, le tomé la pierna y arrojándome al suelo haciendo una palanca también se la quebré, otro que lloraba como otro chancho…

El tercero no me dio tiempo para levantarme y con una faca me cortó la cara…

Me paré, cuando volvió a querer hincarme le pegué con el canto de la mano en la nuez de Adam, murió al instante asfixiado…

Y grité…

_El que habla muere!!!

Se acercaron un montón de reclusos, me rodearon, acomodaron al muerto como si le hubiese caído la barra completa de pesas en el cogote,  a los otros dos los llevaron a la enfermería, nadie dijo nada, los quebrados solo se quejaban, también escucharon mi amenaza, además que boludos no son, en la cárcel nadie ve nada…

A mí me llevaron a un costado, a sentarme al lado de don Juan, hicimos pasar varias horas…

Ya casi era de noche, esa tarde nadie se acordó de que teníamos que entrar, creo que dentro de un rato llaman a cenar.

Me dijo don Juan,  es un señor mayor, que sabe del tema, (con él hablaba siempre, en el patio, en el comedor, cuando tenía oportunidad estaba a su lado, otra enseñanza de mi amigo Joáo, “hacete amigo no del más fuerte sino del más inteligente”).

_Andá a que te revisen la herida que se puede infectar…

A los quebrados hace rato que los habían llevado en ambulancia al hospital…

Me atendió una doctora, cuando me vio tirado en la camilla me dijo…

-Te voy a hacer una costura invisible, te va a quedar una pequeña marca, con la cara hermosa que tenés que pareces una mujer y esta cicatriz de macho vas a ser irresistible…

A un guardia le pasé un papel con el número de teléfono, le dije que llamara a don Ramón, promesa de una buena recompensa…

Que le dijera que si no me daba bola, los iba a denunciar a todos, que los tengo grabados y filmados desde la segunda reunión, que si me llega a pasar algo, todo va a ir a parar a la justicia…

Al otro día vino un abogado, le dije que era cierto, que tengo filmaciones de todos los lados en que estuvimos de reuniones, con nombres  de los personajes a los que hemos “coimeado”…

Varias grabaciones de pagos “indebidos”…

Si me dejan solo en la estocada los mando al frente a todos y si llego a morir hasta el papa va a recibir la documentación…

Parece que me creyeron, un estudio de abogados me defendía…

La verdad es que no sé de qué mierda me tenía que defender, si yo lo único que hice es trabajar como un esclavo…

El arreglo fue que me tendría que chupar un año en cana, que saldría sin culpa pero dentro de un año, que necesitaban que alguien “pagara los platos rotos” y que si me la bancaba me depositarían dos millones de dólares ya…

Acepté, mucho no me quedaba, si el abogado me dijo que si no aceptaba y denunciaba igual iba a estar el mismo tiempo en la cárcel, hasta que se aclarara todo…

La que todas las semanas hablaba conmigo  era Isabel.

Por un pago a futuro puedo hacer video llamadas de un celular de un compañero “inocente como yo”, una por semana, no quiere que se acumule mucha deuda ja ja…

Está cada día más hermosa, hace un paneo general de su cuerpo, de su ropa, de su habitación…

Me cuenta que le gustaría venir a visitarme para que  la tocaran por todos lados, que serán unos hijos de puta los guardias, pero que le encantaría ser manoseada…

Guacha, salió calentona parecida al padre y la madre no se queda atrás…

Durante todo el tiempo de prisión hablaba con Ana, con el celular prestado, es grande la deuda a pagar cuando salga,  le había comentado que estaba preso, medio en broma y medio en serio le mencioné que éste tiempo no lo contara para esperarme, siempre me respondía, quedate tranquilo.

Infidelidad.

Una semana antes de lo que en principio se había establecido, por un ajuste de días, sumados al buen comportamiento y al reconocimiento de los guardias me dieron la salida, otra vez con ropa deportiva llegué a la mansión, pagué con un dinero que me habían dado al salir, tranqui, no avisé a nadie, quería darles una sorpresa a mis chicas, la sorpresa me la llevé yo…

Cuando entré y me dirigía a la habitación de mis mujeres escuché los gemidos…

Me imaginé que Claudio se las estaría cogiendo y así fue nomás, se las estaba cogiendo, me puse a mirarlas, se me estaba poniendo dura, las tenía en cuatro contra un costado de la cama y se la metía a una o a la otra, por la concha o por el culo, es un campeón “el Claudio”, me puse a grabarlos con el celular de Yanina que estaba al alcance, para después hacerle bromas, me pensaba divertir mostrándoles el video.

Se me fueron las ganas de divertirme cuando escuché…

Ja ja, cuando cara bonita se entere que ya no lo necesitamos más, que ahora nos arreglamos con Claudio que tiene un pedazo mucho más grande que el de él y no se hace tanto el interesante…

Era verdad la pija de Claudio le sacaba ventaja a la mía…

Y que sabe usarla, ja ja, que va a tener que coger con las sirvientas ja ja…

Espero que en la cárcel se lo cojan para sacarle esa cara de nena que tiene dijo Elizabeth.

Me dio por las pelotas que me despreciaran, que no tuvieran el respeto que yo siempre les brindé, no me hubiera molestado que me cambiaran, son libres de hacer lo que quieran…

Entré y aplaudí, les dije lo que acabo de escribir, Claudio medio se quiso hacer el guapo…

_Claudio, amigo, con vos no tengo ningún rencor, no estoy enojado, no te metas, te aclaro, que con estas manos maté a un tipo en la cárcel, así que pensalo bien antes de salir lastimado o por esa puerta sin decir nada, salió sin decir nada.

A las chicas las miré, ellas agacharon sus cabezas…

Me fui a la mierda, bueno fui al departamento.

Durante los siguientes días me llegaron muchos mensajes de Elizabeth y de Yanina, no les di bola, vinieron al departamento, golpeaban para que las atendiera, que les abriera y no les abrí.

Pagué mis deudas de la cárcel, hice un acopio de dinero para don Juan, para que no tuviera que andar vendiendo su sabiduría para pasarla mejor.

La que vino a visitarme fue Isabel, más que a visitarme se vino a quedar conmigo, negocié con Elizabeth la autorización para viajar con ella a todos lados, me hizo un poder amplio general.

Eli anda como con la teoría de todo “me chupa un ovario en el caso de ella”…

Ahora qué tengo que hacer con mi vida…

Tenía el dinero del acuerdo por la cárcel, dos palos verdes y además el porcentaje importante de un cuarto de los ingresos de las empresas familiares y manejaría el dinero de Isabel.

Elizabeth no quiere saber nada de números, que todo me encargue yo, está boluda, enamorada del jardinero, y yo estoy celoso de Claudio, tiene más pija que yo y me sacó a mis señoras ja ja…

Yo la tengo clara, estoy enamorado de Ana.

Bueno por falta de efectivo, de hambre no me iba a morir, pero no sé qué hacer con mi vida…

Ana, mi amor.

Con Isabel a mi lado esperábamos la salida del personal del hospital, habíamos viajado a Brasil, estábamos como dos tontos hace como media hora, había averiguado a qué hora salían, quería darle una sorpresa, espero no llevármela yo como con las chicas…

Ana salió con un grupo de mujeres y varones, venían riéndose, todos juntos muy felices…

Pensé que la había perdido, se la veía muy alegre, tal vez alguno de esos doctores sería ahora su pareja, me entró la duda…

Se disiparon todas mis dudas, en cuanto me vio, corrió como cincuenta metros y saltó a mi cintura, tuve que afirmarme para que no me tirara, me abrazó y besó en medio de la plaza…

Isabel miraba sonriendo…

_Chicos vengan les gritó al grupo que había salido con ella del hospital…

_Les presento al amor de mi vida, con él será mi primera vez ja ja…

Le presenté a mi hija, enseguida hicieron amistad, fuimos a parar a la casa de doña María.

Cuando mi futura suegra  me miraba no lo podía creer, me decía.

_Mi hija siempre habla de que usted iba a venir, que estaba enamorado de ella, no le creía, pensaba que era toda una ilusión de aquel día en que fue con usted a la fiesta por el recibimiento de un compañero de la facultad.

Ana me contó que hace unos meses se recibió, que está trabajando en el hospital todas las mañanas, que está practicando y aprendiendo mucho para cuando tenga su consultorio.

Nos compramos una hermosa casa, de muchas habitaciones, con un amplio parque, con pileta de natación en un barrio residencial, doña María vino a vivir con nosotros, alquiló su casa.

Isabel está viendo si sigue abogacía o profesora de educación física, a veces quiere ser doctora como Ana, o sea no sabe lo que quiere.

Con el paso de unos meses la convencí a Ana de comprar un local para poner su consultorio, se asoció con dos doctoras más y atienden todos los días, no deja de seguir trabajando en el hospital, dice que ahí es donde se aprende.

Yo me paso el día yendo a llevar a Ana, a Isabel, a María, y después a buscarlas, metido en la pileta, corriendo en cada momento que puedo y practicando artes marciales en un instituto del centro, por la noche.

Varias veces voy a visitar a mi amigo Joáo, le cuento cómo me sirvieron sus experiencias en la cárcel, me parece que voy a ayudarlo a poner una casa de comidas.

Hablo seguido con Dorita, me cuenta todo lo que pasa en la mansión, que Claudio pasa varias noches con las chicas, que no tienen más relaciones, que están separados de hecho, aunque viven en la misma casa, claro que en habitaciones distintas.

Nuestro capital cada día es mayor, sin hacer nada crece y crece, llevo todo ordenado, por si en algún momento Elizabeth me lo solicita, aunque no creo.

En fin, puedo decir que vivimos los cuatro muy felices…

Cada tanto Isabel me recuerda que dentro de unos años quiere un hijo mío…

Mierda…

Será el fin.