Capturados (la versión de Marta)

Segunda parte de "Capturados". Un abogado y su ayudante, Marta, son secuestrados por una banda y retenidos para entorpecer un procedimiento judicial. Marta explica a su marido su particular versión de lo que ocurrió durante su secuestro.

No hables de ello si no te sientes cómoda. Lo entenderé perfectamente, dijo el marido de Marta entendiendo lo difícil que era esta conversación para ambos.

Prefiero hacerlo. Necesito desahogarme con alguien. Además, mañana me tomarán declaración y la policía quiere todos los detalles posibles para poder capturar a los secuestradores. Tendré que contarlo y prefiero que tú lo sepas antes.

Como quieras cariño….entonces…. ¿qué pasó en esa casa?, ¿os maltrataron?, continuó él tomándole la mano.

No… no nos maltrataron… bueno…. al menos no físicamente…. pero a mí me obligaron a quitarme la ropa delante de ellos…

¡Qué cabrones!... dijo él escandalizado. ¡Imagino lo mal que lo tuviste que pasar!. No sabes cuánto lo siento Marta…

En un momento de la noche entraron en la habitación en la que me retenían y me dijeron que estaban aburridos, que querían algo de diversión, así de simple….Yo al principio no les entendía y pensaba que iban a violarme. El caso es que no fueron agresivos ni violentos. Creo que simplemente estaban aburridos, tenían que pasar toda la noche allí con nosotros y, por lo que dijo el que parecía el jefe, sus hombres habían estado fantaseando desde que llegaron a la casa sobre cómo sería yo desnuda. Imagino que le convencerían y el quiso darles una alegría. Querían que fuese yo misma la que lo hiciese poco a poco. Ellos me iban diciendo lo que querían que me quitara y yo obedecía mientras ellos miraban. No tenía salida. Tenían instrucciones de no abusar de mí, de no tocarme, pero la experiencia fue bastante humillante.

¿Te tuviste que quitar todo?, preguntó él temiendo la respuesta y poniéndose en el lugar de los secuestradores....Marta tenía un cuerpo impresionante....

Bueno….cuando me quedé en ropa interior tuve la esperanza de que se quedasen ahí pero al final me obligaron a quitármelo todo. Según me iba quedando sin ropa notaba como se iban excitando cada vez más… por los comentarios que hacían. El jefe decía que habían estado entreteniéndose desde que llegamos… apostando sobre mí…. si estaba depilada ó no… el tamaño de mis pechos…. debí imaginar que no iban a conformarse con verme sólo en ropa interior.

Y después… ¿qué pasó?, continuó él cada vez más preocupado.

Me tuve que quitar el sujetador…. y poco después las bragas. Me cubría como podía mientras me observaban y hacían comentarios entre ellos. Imagino que estaban disfrutando del momento sabiendo lo que vendría después. La verdad es que ya no había mucho que esconder. Entonces me ordenaron que retirase los brazos y entonces sí que me vieron totalmente desnuda, sin poder protegerme. Me sentí completamente expuesta…. me obligaron a darme la vuelta para verme por detrás…..el culo…. jugando conmigo como si fuesen niños traviesos aunque sin ponerme una mano encima.

¿Tuviste que estar mucho tiempo así delante de ellos?, preguntó su marido mientras bajaba la mirada entristecido.

Un buen rato… pero después fueron más allá….y me pidieron cosas peores.

¿Cosas peores?, dijo él abriendo los ojos con sorpresa.

Querían seguir divirtiéndose conmigo. Me pidieron cosas…. como que me tumbase en la cama y abriese bien las piernas….que me tocase los pechos….que me moviese para ver como botaban….que me chupara los pezones….ese tipo de cosas….todo lo que se les antojó durante media hora más ó menos. Lo último que recuerdo fue tener que ponerme en la cama boca abajo y levantar el culo hacia ellos….con las piernas abiertas….hasta que ya no les quedó nada por ver.

Santo Dios. ¿Y Germán?, preguntó él.

Estaba en la otra habitación…pero….

¿Pero qué?, volvió a preguntar pensando que ya no había mucho más que le pudiesen haber hecho.

En un momento determinado, cuando ya estaban saciados de verme en todas las posturas, le trajeron a la habitación en la que estábamos…para continuar con la diversión.

¿Quisieron que Germán te viese desnuda también?, dijo él enfadado.

No sólo eso….le pidieron que se desnudase también y que fuese conmigo a la cama. Querían vernos….ya sabes…actuar para ellos.

¡No me lo puedo creer! Malditos degenerados. ¿Qué os obligaron a hacer?, continuó él cada vez más indignado.

El jefe dijo que ellos no iban a tocarme pero que Germán si podía, que no tenían instrucciones al respecto. Cuando él entró en la habitación yo me cubrí con las manos otra vez, muerta de vergüenza, pero tuve que sentarme encima de él en la cama y no tuve más remedio que descubrirme. Imagínate…. mis tetas a dos palmos de la cara de Germán. Ellos guiaban los preámbulos y le pidieron que empezase por ellas. Germán me miraba avergonzado pero tuvo que comenzar a besarlas, al principio con timidez, pero poco después le gritaron pidiendo más….y entonces no tuvo más remedio que comérselas….literalmente….chupándolas y lamiéndolas mientras ellos observaban en silencio, disfrutando del espectáculo.

Vaya situación más desagradable para los dos, murmuró él.

Y cuando se aburrieron de eso, me pidieron….que…bueno….que le practicase sexo oral…

Dios mío ¿Te obligaron a hacerle una mamada a Germán ?, dijo él agotada ya su capacidad de sorpresa.

Si…no tuve más remedio que hacerlo…tuve que chupársela hasta que se aburrieron también de eso.

Pero en esa situación… ¿podía él tener una erección?, preguntó asombrado. Por mucho que Germán fuese una víctima de la situación....estaba con Marta desnuda en la cama.

No lo sé…. imagino que por tensa que fuese la situación era difícil de evitar después de haber estado un cuarto de hora dedicado a mis tetas….y yo teniendo que pasarle la lengua por ahí…. Ellos guiaban todo…incluso me pidieron que le chupase también los huevos….tenía que satisfacer cualquier capricho que se les pasaba por la cabeza…

¿No llegaría a correrse?, continuó temiendo la respuesta.

No….me pidieron parar antes…menos mal. Después de un rato, le pidieron a él que hiciese lo mismo conmigo.

Dios Santo…malditos pervertidos , murmuró

Tan pervertidos que fueron por partes….me dijeron que primero me tumbase boca abajo. Germán estaba muerto de vergüenza y no sabía bien que hacer pero tuvo que besarme y lamerme el culo… me obligaron a levantarlo y abrirlo bien para que él pudiese…bueno….llegar bien a todas partes. Querían asegurarse de que me lo chupaba todo. Después me ordenaron que me diese la vuelta y….bueno…ya sabes…..que Germán me hiciese a mí lo que yo le había hecho a él…que me comiese….bueno….eso.

Y tú, ¿te corriste?, preguntó él ya derrumbado .

No…claro que no me corrí….estaba muy nerviosa pero tuve que fingir para que se quedasen contentos….Después nos obligaron a follar en varias posiciones….primero yo encima….después a cuatro patas…. también fingí un par de orgasmos para que nos dejasen en paz cuanto antes…y creo que les engañé.

¿Y cómo termino todo?, dijo él deseando acabar con la conversación .

Le dijeron a Germán que querían ver como se corría encima de mí y que yo le ayudase con la boca. El pobre llevaba mucho tiempo aguantando y no duró mucho… afortunadamente. El se sentó en la cama y yo me tuve que poner de rodillas con su miembro en la boca y ayudándome con la mano. Uno de los secuestradores le dijo que podía elegir donde correrse. Estoy seguro de que querían que lo hiciese en mi boca pero creo que el fingió no haberlo oído porque en el último momento la sacó y apuntó a mi cuerpo aunque no pudo controlar la eyaculación y acabó regándome la cara, las tetas… todo. Ellos disfrutaban con cada chorro que salía sin control hacia mi cuerpo. Después de eso nos quedamos en la cama sin poder movernos, nos dejaron lavarnos un poco, pudimos vestirnos y nos encerraron a cada uno en una habitación.

Y a la mañana siguiente os liberaron, exclamó él aliviado .

Efectivamente. Nos dejaron en el punto en que nos capturaron y a partir de ahí ya conoces la historia.

Pobrecita. Tienes que recuperarte. Sé que debiste pasarlo muy mal. Mañana debes contarlo todo en tu declaración. Espero que detengan a esos indeseables, dijo mientras miraba a Marta con tristeza.

Mientras Marta se retiraba a descansar, seguía pensando en lo que realmente había ocurrido y en lo injusta que había sido con su marido. No podía decirle toda la verdad porque la verdad era incómoda. Desde que los secuestradores trajeron a Germán a la habitación hasta que ambos yacieron exhaustos en la cama un par de horas después, se habían besado, lamido, mordido, chupado, follado y corrido hasta hartarse… y ella estaba convencida de que a él también le había gustado. A partir de un determinado momento nadie la forzó…ocurrió de forma natural, con los secuestradores como simples espectadores… y eso es algo que mantendría en secreto el resto de sus días.

FIN