Captando su atención...Milagros y el fin

Culpa y entrega....(se puede considerar filial)

Milagros...

Las cosas están tensas en las casa , Pablo esta desaparecido, de conquista, de forma que se levanta temprano realiza sus trabajos diarios y luego se marcha, siempre solo, por su secreto. Desde el cumpleaños de los gemelos han pasado casi dos meses, se acerca el cumpleaños de mi hermano Inti, se fue hace tiempo ya y de vez en cuando nos manda una postal, me gustaría que estuviese acá, por lo menos ya no estaríamos solo Aliro y yo. Él cambio su actitud después de nuestra pelea, y de manera un tanto forzada volvió a ser el de antes. Yo aún no lo consigo.

Hoy, por ejemplo, estoy sentada en un sillón del salón, escuchando música en teoría, pero mis cabeza esta en otro lugar, perdida en mis propios pensamientos. Falta poco para mi graduación y mis amigas ya buscan sus parejas de baile, sus vestidos de fiesta y todo lo demás. La mayoría de nosotras seremos adultas para esas fechas, legalmente adultas. La temporada de caza del novio perfecto para el baile ya se abrió, a mi siempre gusto un compañero y se que el gusta de mi, aún no me besa ni nada, le dan miedo mis hermanos, tengo tres y aveces cuatro trogloditas cuidándome y la verdad es que muchos les temen. A mi edad la gran parte de las chicas ya tienen mas de una experiencia con el sexo opuesto, tengo amigas que fueron besadas, otras tocadas sobre y bajo las ropas y otras pocas, pero cercanas, que ya tuvieron sexo. En cambio, yo no. Soy una experta en masturbación desde hace dos meses, que locura, la niña de la casa, por las noches tiene ardores que solo sus manos disipan. Al principio, con cargos de conciencia, luego ya no me importo.

Me pregunto a menudo si esta mal, pero dentro de mi hay algo que me dice que no debo preocuparme, no logro conversarlo con nadie y de pronto me sofoca la sensación de no saber si es correcto lo que siento por Ali. Sin mas que mi propia conciencia para parar mis ganas de avanzar en lo que el cuerpo me pide que haga, seducir a mi hermano.

Suena el teléfono, de mala gana me levanto y contesto. Es mi amiga Daniela.

  • Hola Dani.
  • Tengo que contarte algo importante.
  • Dime.
  • Mili amiga, creo que no te va gustar saber que Fran (el chico del colegio que me gusta) invito a salir a prima y ella acepto.
  • ¿Verdad? Eso quiere decir que ya no le intereso.
  • Creo que se aburrió de que no te insinuaras ni nada.
  • Y que pretende que me lance encima de él y que me ofresca!!!

Ese fue el preciso momento en que el producto de mis pensamientos decidió aparecer, haciendo sonar su garganta me mostró su presencia, me gire y nuevamente vi a Aliro con la mandíbula apretada y sus negros ojos, viéndome fieramente. Recordé esa mirada.

  • Dani tengo que colgar llego Ali.
  • Oh, oh...te escuchó.
  • Si, te tengo que colgar de verdad. Adiós.
  • Milagros ¿A quién te tienes que ofrecer?
  • Mira llegaste y sacaste tus propias conclusiones, no sabes de lo que hablaba.
  • Chiquilla se lo que es que alguien se tire encima y se ofrezca.

Rápidamente se cierne sobre mi, yo estoy sentada en una silla con brazos, coloca cada mano sobre uno de ellos, quedando yo atrapada entre el respaldo y su cuerpo, viendo esos ojos centelleantes, acerca su rostro al mio, casi tocándolo, sus labios cerca de los míos respirando fuerte, siento su aliento, se me escapa un gemido.

  • De esta manera te quieres tirar encima. (susurró) Así, para sentir ¿qué? Milagros. Quieres que un hombre te bese mientras tu te ofreces...
  • No... (apenas un pequeño sonido)
  • ¿Te han besado esos labios tuyos Milagros?¿Dejaste que alguien tocara tu lengua con la suya?

Roja de la ira y la vergüenza trato de salir de mi prisión empujando con todas mis fuerzas su pecho. No lo logro. Él sonríe. Pero yo no reconozco esa sonrisa es dura y burlona. Con una de sus manos me apoya la espalda al asiento y deja su mano en mi pulso, vuelve a sonreír.

  • Estas muy alterada...Oh es por lo del beso.¿Quién te beso Mili?Ese chiquillo de la moto.
  • No...
  • ¿Es que te pone nerviosa que este tan cerca? ¿No puedes hablar mas que un NO?

Esta vez, ni un misero no salio de mi garganta, su mano estaba prendida a mi cuello y su cara a centímetros de la miá.

  • ¿O fue otro? Un compañerito, alguien del pueblo. Cuéntame ¿A quien te ofreces?
  • No me ofrezco a nadie, a nadie...
  • Oh no, no vas a llorar. Vas a decir con quien estas.
  • Lo juro no salgo con nadie...
  • Nadie....Nadie te excita por las noches Milagros.

Pierdo el color de la cara, pálida con los ojos bien abiertos, no lo puedo creer.

  • Que dices Ali.
  • Te escuche, no solo una vez. Y no me mires de esa forma porque no te espió, simplemente subo y te oigo, no lo haces en silencio precisamente. Entonces, repasa hermanita, te besas, te ofreces y te masturbas. Quiero saber quien es él.
  • Tu no tienes que saber nada, dejame.
  • ¿Quieres que te lo saque a la fuerza?

Se me acerca nuevamente, con los labios esta vez tocando mi rostro, me comenzó a dar leves besos, en la frente, los ojos, mejillas. Todo con calma, con tiempo. Yo no aguante mas no quería que esto fuera así, susurrando le digo...

  • Ali...Tu...Tu me...besaste...Mi primer beso.

Se quedo quieto con su boca en mi cuello y sus manos en mis hombros, quieto y blanco como un papel.

  • Mientes...

Su jadeo lo dijo mientras se alejaba al otro extremo del salón. Yo sin saber de donde tomo fuerzas de flaquezas.

  • ¿Ahora te vas?
  • Mientes.
  • Cobarde, no me trates a mi de mentirosa. (mi voz tiritaba)
  • ¿Que dices? Jamas te besaría.
  • No...No te atrevas. Te lo voy a recordar, porque se que no te acuerdas, La noche del temporal te dio fiebre, mucha fiebre, me quede dormida, cuando me desperté fue con tus labios y manos en mi cuerpo...
  • Callate.
  • No esta vez. Te respondí el beso no se porque, pero después en casa de Mateo tú no tenias fiebre y me mirabas como mujer, no como hermana, me tocaste, no se si te diste cuenta pero yo si y me excite, me excite con mi hermano....¿Quieres saber por que me mast...
  • Por favor, callate.
  • Por ti Ali, por ti....

Lo deje, me fui a caminar, tenia que salir de casa. No se cuanto tiempo anduve, horas, un paso tras otro, hasta que caí en la tierra y llore hasta que no me quedaron lagrimas en los ojos, ya estaba nada seria lo mismo, me di cuenta que lo amaba que siempre lo ame. Nunca me intereso nadie mas, pero ese hombre es mi hermano, el amor es mi sangre y ya no lo puedo ocultar, ni remediar.

Vuelvo a casa, subo a mi dormitorio y tomo mi mochila, la mas grande que tengo, y busco mis ropas, meto todo lo que puedo, voy al baño y meto en la misma todas mis pertenencias. Mierda.

  • ¿Que haces?
  • Me voy.
  • No puedes, eres menor de edad.
  • Me voy a casa de Mateo.
  • ¿ Y qué vas a decir? Que abuse de ti.
  • No....Jamás diría algo como eso Aliro. Y no porque seas mi hermano, no señor. Si no, porque eres el hombre del que me enamore.

Él enmudeció y saliendo de su estupor me abrazo fuerte, muy fuerte. Me susurraba que yo no sabia lo que decía, que estaba confundida, que eramos hermanos y que ademas el me había criado que seguro era algo así como el mal de electra, te equivocas me decía como una letanía sin soltarme. No supe de donde salieron mas lagrimas de mis ojos, pero ellas rodaban por mi cara, una tras otra, mis brazos los tengo muertos a mis costados ya sin fuerzas para nada. Hasta que me desvanecí en sus brazos.

Despierto en mi cama, de pie al lado de está, Aliro me mira, no se porque pero guardo silencio y espero.

  • Milagros...No quiero que te vayas a ningún sitio. Yo no podría vivir alejado de ti, no lo soportaría.
  • Es lo mejor para los dos.
  • No lo mejor para los dos no es que te vayas. Yo no entiendo como fue, Milagros, no se como empece a sentir por ti cosas que uno no debe sentir por una hermana.
  • Tú...
  • No me interrumpas, por favor, hace tiempo que me di cuenta que te conviertes a pasos agigantados en mujer, pero me negaba a ver los cambios. Eres tan bella, tan pequeña, frágil. Y yo te protegía, pensaba es mi hermana es normal, pero no, no era eso. Me crispaba que salieras y me enfermaba cuando salias con tus amigas.
  • Ali, no sigas.
  • Dejame. Un día me di cuenta que tus senos habían crecido y tu trasero, viniste y te tiraste encima mio en el sofá, no lo notaste pero yo sí, me provocaste una erección. Me fui a casa de una amiga, necesitaba sacarme tu imagen de mi mente y tuve sexo Mili, sexo como un animal, sexo, sexo, sexo y cuando el cuerpo ya no pudo mas llore, llore porque te quería a ti, a mi pequeña, a la niña de la casa, a mi hermanita.
  • Por eso me voy...
  • No vas a ninguna parte. Te quedas en casa, en tu casa. Dices que me amas ¿Es cierto?
  • Si...
  • Yo igual Mili, yo igual...

Se acerca acostándose a mi lado, me toma la cara con las dos manos y mirándome me dice que me ama, después de eso me besa, el mejor beso de mi vida, con pasión y ternura, con ardor. Mi boca recibe esos besos, mi lengua responde complaciente, atacante a veces, mi boca se llenaba de él y mi rostro se llena de caricias que producen sus manos toscas, me abraza.

  • Te amo, mi dulce Milagros.
  • Y yo a ti, solo a ti.

Se acomoda en la cama de modo que puede sacarme la ropa, lo primero mis zapatos y calcetines, me levanta cada pie y lo besa, tranquilizándome con la mirada. Ahora me desabrocha el botón de mis jeans y baja lentamente el cierre, levanta su cabeza y me pregunta si quiero que continué, le digo que siga, baja lentamente mis pantalones tocando levemente mi piel con sus dedos hasta despojarme de ellos. Para y me mira, me quema esa mirada, hace hervir mi piel, mi sexo, pone sus ojos en mi monte de venus tapado solo con un tanga negro y rojo, el encaje se moja con mis fluidos, estoy excitadicima y no me toca si quiera.

  • Preciosa...

Sus manos ahora suben a la camisa que llevo puesta y desabrocha botón tras botón hasta abrir toda la prenda. Me levanta dejándome sentada en la cama y retira mangas y espalda, me quedo con el sostén a juego, mis senos turgentes ansias sus caricias.

  • Masturbate para mi..

Sin vergüenza eche el cuerpo para atrás, recostándome en las almohadas. Intento sacarme el tanga, pero con un gesto me indica que no. Llevo mis manos a su boca y los mojo con su saliva, luego los meto por debajo de mi tanguita y los muevo, una y otra vez, de forma circular sobre mi clítoris, comienzo a gemir y meto un dedo en mi húmeda vulva mientras subo de tono mi gemido, lo miro todo el tiempo, mi otra mano sube a mi seno y sobo el pezón, dando tironsitos que me hacen curvar la espalda de placer. Aliro no lo soporta y lleva su boca a mi sexo lamiendo atraves de la prenda y tuve mi primer orgasmo. Después me acuno en sus brazos.

  • Todavía podemos parar, no ha pasado nada.
  • Quiero seguir.
  • Pequeña...

La emoción golpeaba en esa palabra. Si soy su pequeña y su mujer igual. Lo amo.

  • Ali desnudate.

Las palabras salieron llenas de amor y con una sonrisa en los labios.

Aliro se levanta y comienza a desnudarse. Los zapatos y calcetines,pantalones, camisa y se queda solo en bóxer. Su pene se marca perfectamente es un bulto esperando salir, lo observo como aquella noche que estaba borracho, de sus heridas no queda rastro mas solo una cicatriz en muslo que yo suture esta en borde del bóxer. Doy pequeñas palmadas a la cama indicación que acató nerviosamente, lo acaricio, con pequeños toques de las yemas de mis dedos, busco sus rincones, exploro el cuerpo masculino, él responde a mis caricias, se le pone la piel de gallina, se agita y apretá fuerte su quijada. Le beso los labios y le digo que lo amo, le cuento que no es la primera vez que veo su cuerpo, se sorprende y me pregunta si lo vi enterito.

  • No...nunca he visto a nadie, tampoco a ti desnudo, “desnudo”.
  • Es hora que me conozcas entero, entonces.
  • Y luego tú a mi.

Me alejo solo un poco de Ali, para darle espacio a los movimientos. Lentamente se baja la prenda dejando al descubierto un pene y que pene debe medir como dieciocho centímetros, se ve grueso tres dedos míos de ancho, creo, en su cabeza que esta brillando se ve una suave curva, los testículos caen en bolsas un poco largas y su base esta cubierta de un gran mata de pelos negros, es “linda” y enorme ante mis ojos. Él se ríe al ver mi cara al examinar su herramienta y me dice que no muerde que si quiero tocarla que lo hiciera, siempre fui curiosa, en este momento no se me quita esa característica y lo toco con mucho cuidado, con un dedo me deslizo por el tronco, después salto a su cabeza y con el liquidito ese que emana juego por toda ella, jugueteo me voy a los testículos que cuelgan dentro de esas bolsas y los toco y se mueven, voy por el otro y pasa lo mismo. Ali se deja hacer hasta que ve que lo tomo con la mano entera y subo y baja y subo y bajo, por ese falo maravilloso. Me quita tiernamente de encima y me muestra que creció un poco mas, me explica que si seguimos así todo terminara antes se empezar. Me toma de la cintura y me sienta sobre él, mi sexo esta en contacto directo con el suyo solo la tanga los separa, me saca el sostén en un movimiento rápido, que denosta experiencia. Los besa, lame y muerde, llevándome al éxtasis de nuevo, en un pecho y luego en el otro, me besa el cuello y mi boca también, me repite que me ama y vuelve a besar, lamer y morder. Suplico por mas, mi cuerpo me lo pide tengo la tanga mojada de mis jugos, el clítoris hinchado esperando caricias, mi útero se contrae con cada mordida. Quiero que me haga el amor desesperadamente.

  • Por favor...

Se gira conmigo quedando de espalda pegada al colchón las piernas abiertas en sus caderas y me baja la tanga. Sin preámbulos me da un placer inmenso con su lengua que sube y baja por el canal de mi vulva y ano, quedándose en mi clítoris por largos momentos, me viene mi orgasmo y me quejo, gimo sin pensar en nada, disfruto, disfruto y me corro, su boca absorbe todo lo que mi sexo le da, luego me besa, es la primera vez que mi boca disfruta de mi orgasmo.

Trato de reponerme y sentarme y le tomo su pene con la intención de devolver el favor.

  • No, hoy no, después abra tiempo.

Mi corazón se hincho, después tendremos un después.

Me tocaba y me besaba por todos lados, se preguntaba en voz alta, como lo haría para no dañarme, él tan alto y yo tan pequeña, yo virgen y él ansioso. Pero nunca dejo de besar, tocar, soplar, morder y mi vagina se mojo otra vez, dándose cuenta Ali de mi estado se ubica entre mis piernas, toma su pene entre las manos y comienza a tocar con el mi vulva, sexo contra sexo, hombre contra mujer. No tengo miedo, quiero que entre en mi y se lo digo. Aliro se toma su tiempo, entra cada vez un centímetro mas, mi vulva se abre a él sin dolor, sigue de esa forma cuidada, cuidándome a mi, hasta que hace tope y me mira a los ojos, veo la duda, sin cuestionarme levanto las caderas con ímpetu y luego solo escucho mi grito y el dolor sordo en mis entrañas, su pene estaba dentro de mi, quieto, esperando que remita mi dolor, me besa y me seca las lagrimas que no sabia que caían, le pido que me de placer, que necesito sentir placer y me lo da, bombeo lenta pero constantemente, después mas rápido y mas y mas fuerte, mi cabeza da vueltas, de mi garganta escapan sonidos guturales, y el placer me inunda dándome el mayor de mis orgasmos. Aliro en ese momento saco su pene y masturbándose en mi vientre vertió su semen en forma de tres largos chorros, que cayeron en mis pechos y estomago, jadeando se dejo caer sobre cuerpo.

  • Te amo Aliro, así me vaya al infierno, te amo.
  • Yo igual mi cielo, ahora solo necesitamos un milagro...

ESTE ES MI PRIMER RELATO EROTICO, ESPERO QUE LES GUSTE, SI RECIBO COMENTARIOS, SABRE QUE LES GUSTARIA CONOCER LAS HISTORIAS DE LOS DEMAS HERMANOS.... GRACIAS, VALERIA.