Captando su atención...Milagros
Relato completo,para quien guste de leer. Publicado en erotismo y amor....Largo pero interesante.
Milagros...
Vivíamos en aquella casa que nos dejaron mis padres, yo soy la menor de cinco hermanos. Aliro el mayor tiene 38 años, un soltero empedernido, se hizo cargo desde la muerte de nuestros padres de todos nosotros. Mateo, el segundo, dos años menor ya esta casado con Carolina, juntos tienen gemelos y uno mas encamino. Inti es el tercero, se fue hace cinco años a recorrer el mundo, solo se de él, que en tres meses cumple 35 y que me gustaría abrazarlo ese día. Pablo, se suponía que era el último hermano, con sus 28 años es el mas cercano a mí y vive acá en casa con Aliro y yo. La madre de todos mis hermanos se fue cuando eran niños, después de un tiempo mi padre logro el divorcio y entonces fue que conoció a mi madre, pasados doce años desde que se fuera su primera esposa, mi padre contraía nupcias con mi madre quien esperaba a una niña, esa soy yo, Milagros la hermana menor, con 17 años recién cumplidos, estoy terminando el colegio, cuido de mis sobrinos y trabajo en casa,en el campo, como mis hermanos, como mis padres antes de accidente en el que murieron hace poco mas de una década.
Hoy el cansancio me sobrepasa, llevamos mis hermanos y yo despiertos desde las cuatro de la madrugada y el temporal aun no pasa, ya son las diez de la noche y tomamos la decisión de ir a dormir un poco, ahora esta calmo el tiempo. Entro en el dormitorio, el cuarto esta desordenado, con ropas tiradas por todos lados, maldición, no encuentro el camisón si quiera, en fin, no fue mi día, me saco las botas, calcetines,pantalones, chaqueta, suéter y me quedo en polera para dormir, mi último pensamiento cuerdo es pensar en lo fría que esta la cama....
- Peque, peque....peque.
- Shhh...
- Peque, despierta.
- Mmmmhhmm.
Yo se que Pablo esta tratando de que despierte¿pero tiene que meter tanto ruido?
- Peque...siente el temporal, levanta ese cuerpo!!!
Hasta que no menciono el tema, no me percataba de lo que pasaba a mi alrededor, estaba saliendo me sueño cuando se rompe la ventana de mi cuarto, me levanto de un salto de la cama, Pablo me dice que baje a la cocina y así lo hago bajo corriendo, camino a la cocina choco con Aliro, es como si me diera contra una pared y reboto, me toma de la cintura rápidamente para que no caiga al suelo. Siento un escalofrió mientras me lleva hasta su pecho.
- Ali...
- Milagros como sales corriendo así, casi te caes y ademas sin ropa, con el frío que hace...
- Mmmm....la ventana, se rompió, Pablo esta arr....
- Ve a la cocina y prepara un termo con café, rápido niña, yo le digo a Pablo que te baje lo que necesites.
Voy a la cocina como me ordenó Aliro y preparo café, escucho como corre por la casa poniendo seguramente algo que proteja las ventanas del viento. Por fin …
- ¿Qué pasó con don gruñón?
- Nada, tropezé con él, nada mas.
- Me grito gratuitamente entonces.
- Hermanos mayores (dije con una sonrisa).
- Ese hermano mayor jajajajja...
Me di cuenta que estaba lista el agua para el café, si que lo preparo, es de esos en polvo por la urgencia. Estoy metiendolo en el termo y oigo que se acerca Ali. Pablo esta en una esquina preparando unos alimentos para guardar en caso de emergencia, siempre esta con hambre si que le conviene tenerlos listos, y yo sigo en lo mio.
- Maldita sea peque, sigues sin ropa, vístete!!!
Sigue gritando, pienso, me doy vuelta y lo miro.
- Pero que día...
No alcanzo a decir mas, había visto a mi hermano enojado¿ pero así? Oh dios, esta rojo de furia, con sus dos metros de altura completamente tensos, amenazador, eso se me viene a la mente, se me acerca y me toma del brazo, menos mal yo había soltado el termo, y me acerca a una silla donde esta mi ropa.
- Vístete (grita).
Yo lo miro como si se tratara de otro Aliro. De pronto Pablo lo toma a él del brazo y lo empuja hasta el salón, no escucho bien lo que le dice, pero se que están discutiendo, tan mal nos trato el temporal que nos tiene todos revueltos, pienso. Ali gritando, Pablo discutiendo y yo sintiendo un hormigueo donde se poso la manota de mi hermano en la cintura....Vuelve Pablo me dice que termine con lo que estoy haciendo (me vestía) y me ponga la chaqueta de agua. Termine con lo mio, mi hermano regalón seguía juntando víveres y del otro no se nada, estando listos nos fuimos al lugar mas seguro de la propiedad, una bodega de guarda sin ventanas , con portón pasillo y puerta, entramos y Pablo prendió una lampara de gas y yo la radio a pilas, nos sentamos en una mesita que estaba en un rincón y conversamos un rato, pasaban los minutos y Aliro no llegaba, mi hermano comenzó a leer un libro que teníamos a mano,y yo me acomode en uno de los dos catres que allí había, me acurruque y me puse a pensar, si toda la vida ¿tendré que pasar toda la vida aguantando a mis hermanos?, diablos!!! a mi me gusta un muchacho que va conmigo al colegio, es alto, no tanto como mis hermanos que todos pasan el metro ochenta siendo Aliro el mas alto, es rubio, de ojos color caramelo y yo se que le gusto me lo demuestra cada vez que me trae a casa en su moto y no es el único el problema es que no son suficientes, si sigo sin ser besada y tengo 17 !!!
- Sientes un ruido?
- Pablo anda a ver...
- Si, si voy. -observa el pasillo- Es Ali.
Y sale volando por la puerta hacia el pasillo, yo me muevo como gata para desperezarme, levanto la mirada al sentir la puerta nuevamente. Me levanto de un salto Ali viene apoyado en nuestro hermano.
- ¿Qué paso?..dejame ayudar.
- Auch...con cuidado- me dice, al tratar de abrazarlo y ayudarlo a llegar a un catre- del brazo.
Pablo lo sienta en el catre y lo comienza a desvestir, yo voy rápidamente a buscar el botiquín de primeros auxilios y me dirijo después al termo....
- Milagros, necesito otra cosa para el frío
- Si....
Le sirvo en una taza un poco de whisky y se lo llevo, Pablo ya lo tenia solo en polera y le sacaba las botas. Ahora sin sus mojadas ropas se puede ver en sus brazos las heridas, el corte en la cara y una mancha de sangre al costado del torso, uy...los pantalones también tienen manchas, me puse pálida de golpe mientras me llevaba la mano a la boca.
- Peque mirame, necesito que lo cures, no puedes ponerte mal, mirame, ve y toma un sorbo de whisky y vuelve con el botiquín- siseo Pablo.
No puedo si quiera responderlo, giro y voy a lo que me pidió, el licor me quemo en la garganta, no bebo nunca lo hago, pero lo necesito, eh curado animales antes y alguna torcedura de Pablo cuando lo necesitaba y que decir de rasguños de los gemelos cuando caen, pero sangre y cortes no. Termino de tragar el licor y tomo los utensilios que creo que voy a necesitar para la curación, Pablo le tuvo que sacar los pantalones a Ali, yo solo veía esas heridas.
- Si te da miedo curarme, deja a Pablo – Estaba molesto, otra vez.
No le dije nada, recupere el tino. Tome jabón liquido y me lave las manos, mire su cuerpo y le revise sus heridas con atención en su muslo tiene un corte de consideración, vuelvo a marearme, me recupero y veo hasta donde llega el largo cruza horizontalmente su muslo derecho, cerca de su entrepierna, es profundo, maldición....
- Hermano, puedes ir a buscar las cosas de sutura, están en casa....¿podrás?
- Para luego es tarde....
Me sorprende que Aliro no dijera nada, le debe doler, entonces empece a limpiar las heridas del rostro primero, me muero de saber que paso, pero no dice nada y yo no le pregunto, me acerco a su pómulo, es tan bello mi hermano, con sus arrugitas cerca de los ojos hasta se ve mas interesante, hace una mueca de dolor cuando le coloco el desinfectante, me detengo y lo acaricio con delicadeza bajo el corte, se sobresalta, que risa, es tan bruto que no se da cuenta que me preocupo si le duele, lo miro a los ojos desafiante y lo acaricio en el mismo lugar, gruñe y me retira con su mano la mía.
- Sigue con lo que estas haciendo.
- Eso hago te curo y te cuido.
- No es momento para que me repliques – se acomoda con gesto de dolor- sigue de una buena ves.
Que rabia me da, si solo quería consolarlo,le tiro prácticamente povidona encima y termino con ese corte, rasguño mas bien, en el brazo tiene otro, en el izquierdo bajo el codo, le rocío desinfectante en abundancia y lo dejo así, sin mas, comienzo a buscar mas cortes en su torso desnudo, otra vez me da pena verlo, le limpio la herida y sigo con la curación, esta sufriendo...sin apartar ni la vista ni las manos, lo sé, su respiración me lo dice, afirmo mis manos para poder parchar pronto la herida y lo hago.
- Dame un sorbo de agua, por favor.
- ¿Seguro que no quieres algo mas fuerte?
- No, Mili....(se lo doy)
- Gracias.
- Es solo agua.
- Gracias por todo...
Me siento en la mesita cerca del catre donde esta Aliro, me dijo “Mili”si que ya se tranquilizo, lo observo, es guapo mi hermano mayor, es alto, sus ojos y su pelo son de un negro profundo, sus dientes blancos se esconden bajo unos labios carnosos, su piel esta algo curtida por el trabajo del campo, y mmm....su cuerpo es la primera vez en años que lo veo tan desnudo y antes no repare en ello tampoco, era solo un cuerpo, pero ahora, le veo....tiene un gran torso, casi sin grasa, un pecho fuerte con algo de vello oscuro, sus brazos son hierro por el esfuerzo diario, bajo la vista, en su ombligo nace de nuevo el vello y se pierde en......uyyyyyy siento como me arde la cara.
- ¿Te gusto lo que viste?
Mierda!!! salte de la mesita.
- ¿Deque hablas Ali?
- Oíste bien. ¿ Desde cuando ves así a los hombres?
- Escucha Aliro, yo estaba pensando quizás que cosas....y yo, y yo, no tengo tiempo de mirar hombres.....
Salvada, escucho cerrarse el portón, vuelve Pablo, ¡viva mi hermanito!
Llega bien, me dice, que la lluvia y el viento siguen, el invierno es así y estamos en el mes mas duro. Reviso lo que trae y recupero el equipo de sutura, me lavo nuevamente las manos y regreso donde Aliro, esta la de la pierna, es la herida mas fea, respiración profunda y manos quietas, empiezo a limpiar, tiene astillas de madera, lo miro por la sorpresa, tiene su cabeza echada para atrás, aguanta el dolor apretando la quijada, busco la mirada de mi otro hermano y le hago un gesto con la cabeza, el se acerca y toma de la mano a Ali. Le tengo que coser la herida ahora, los minutos pasan y la herida acaba de estar lista, le pongo los puntos pasando la aguja por un lado y el otro de su piel, anudando, tirando su piel maltrecha. Me dan nauseas, una nueva respiración, y termino con lo que hago, le parcho la herida después de dar povidona.
- Esta listo.
- Gracias Milagros.
- Ya....¿Que pasó, para que quedaras así?
- Se reventó una ventana...Después caí en en los palos y latas del fondo....las que no limpiamos a tiempo...
- Duerme un poco.
Le pregunto a Pablo que hora tiene. Las tres de tarde y nos tendremos que quedar al menos un rato mas, en este tiempo los temporales duran de uno a dos días, ayer fue uno, hoy debiese terminar. Miro a Pablo y le hago una seña para que comamos algo, si que nos ponemos manos a la obra, sacamos café del termo y queso, pan y fruta de la bolsa que preparo Pablo. Esta sabroso. Acuerdo con él salir cada una hora a ver como sigue el clima, terminando de comer decidimos dormir un poco.
- Tiene que ser por turnos.
- Tu duerme primero peque.
- Esta bien, no te comas todo lo que queda jijiji
Me acomode en el catre libre y me duermo.
- Peque...
- Ya, desperté.
- Ali tiene fiebre Milagros.
- ¿Como sigue fuera?
- No para....
- Vale...tu duerme, yo lo cuido, le pongo paños fríos y le doy de beber agua eso tiene que servir.
Levantándome le dejo la cama a mi hermano. Tomo algo de café frió que queda en mi taza y me voy donde esta Aliro, arde en fiebre, busco un paño limpio y lo mojo con agua, se lo paso por el rostro, al terminar se lo dejo en la frente. Mojo otro paño y se lo paso por el resto del cuerpo sacando el sudor y refrescando la piel, lo repito una y otra vez. Suena de pronto la alarma de la radio a pilas es hora de despertar a mi hermano.
- Despierta loquillo.
- Si, si....¿como sigue el grandullón?
- No le baja la fiebre.
- Voy a mirar fuera Mili y vuelvo a cuidarlo.
- No, yo lo cuido, tu solo ve a mirar fuera.
Así se hace, vuelvo a mojar los paños para refrescarlo, con una mota de algodón le mojo sus labios y vuelvo mojar su cuerpo. Por mucho tiempo seguimos esa rutina, Pablo ya no volvió a dormir, el era quien mojaba los paños y quien nos servia el café, el que miraba el clima. La noche se nos vino encima y la fiebre remitió un poco, lo miro cansada a Pablo, el también lo está, le mando a dormir, le digo que creo que en unas horas ya no habrá mas fiebre y podremos cambiar lugar, acepta y se duerme. Yo sigo en lo mio, los paños, el algodón, los paños, el algodón...
Me falta el aire ¿qué pasa?
Siento como si...de pronto puedo respirar y lo hago como si se me fuera la vida, abro los ojos, estaba dormida, veo como se cierne sobre mi la cara de Aliro y sus labios me dejan sin aliento otra vez, trato de empujarlo, me toma de la cintura y me atrae hacia él sin despegar sus labios, retiro hacia atrás mi cabeza pero el se las arregla para no soltarme, necesito respirar y despego mis labios buscando aire, la lengua de Aliro penetra en mi boca y mi cuerpo me traiciona, me quedo quieta y me dejo hacer. Aliro termina de besarme, pasaron unos minutos, me vuelve a tomar la cintura y comienza a tocarme el cuerpo, estoy sintiendo cosas que nunca antes había sentido, él me vuelve a besar y yo no aguanto y le respondo a sus besos como puedo, pasando a llevar su herida. Se queja llevándose las manos al torso, donde tiene la herida. Por fin, salgo de mi estupor y salto de la cama, Ali no hace intento de retenerme, al pararme , veo que tiene los ojos abiertos pero como si estuviese en otro lugar, de su frente resbalaban gotas de sudor, vuelve a arder en fiebre. Vuelvo a realizar la rutina sin tocarle el cuerpo en esta ocasión, miro la radio para ver la hora las cinco de la madrugada, yo misma apague la alarma para que Pablo pudiese dormir seguramente por eso me dormí también yo. Lo que hizo Ali seguro fue por la fiebre.
Voy camino a mi dormitorio, debo cambiarme la ropa, de la de ama de casa a la de señorita, llego al cuarto, seguramente no voy a encontrar nada adecuado, el clima esta raro aun no pasan los fríos del invierno, pero al sol entra el calor. Hoy es el cumpleaños de mis sobrinos, los gemelos de mi hermano Mateo, si que me pondré unos pantalones, eso seguro, siempre me toca estar en todas partes cuidando chiquillos. Me desvisto completamente y sigo buscando ropa, me gusta sentirme libre y una de esas formas es andar desnuda por mi dormitorio con seguro puesto, encuentro dentro de mi desorden un pantalón de cuadros verdes, para arriba busco una camisa blanca con encajes y vuelos, es ceñida y eso le quita lo romántico a la prenda y de abrigo encuentro una casaquita de mezclilla verde opaco, la ropa interior a de ser blanca, por lo de la camisa, claro primero debo encontrar, el desorden en mi dormitorio se esta convirtiendo en un problema, al fin ahí están junto a un cesto, mi tanguita es preciosa puro encaje y su sostén a juego es una poesía.
Paso frente al espejo del closet, así, desnuda. Me miro. No suelo hacerlo. Pero me gusta lo que veo, frente a mi se refleja una mujer de ojos verdes y grandes, con nariz pequeña y un tanto respingona, boca rosada de labios gruesos, en piel trigueña, enmarcado el rostro en cabello negro ondulado. Mi senos son de tamaño mediano, altaneros con un pezón oscuro y grande, mi cintura es de lo mas normal, no soy un palo,mis caderas son anchas y algo rellenitas, mi sexo esta firme y seductor, me encanta que este depilado, y mis piernas están firmes, como nada es perfecto me encantaría ser alta, mi metro y medio me molesta sobre todo cuando mis hermanos son altos.
Me miro otra vez de arriba a bajo, no estoy mal, me sonríe mi reflejo, es un secreto solo mio el que me guste la lencería, en los viajes a la ciudad aprovecho y compro y la depilación lo acompaña. Me visto rápidamente ya perdí mucho tiempo, tomo mi bolso y bajo al salón.
- Perdón por el retraso.
Mis hermanos me esperaban impacientes, como siempre. Pablo me sonrió conciliador. Aliro se encogió de hombros, tomo su chaqueta y las llaves de la camioneta. Los tres nos subimos, ellos dos delante y yo atrás. La conversación la llevaron ellos, a mi me parecía mejor el paisaje, desde esa noche de temporal me cuesta llevar la misma relación que tenia con Ali, él siempre fue un gruñón pero amable y cariñoso con su hermana pequeña y desde esa ocasión la que cambie fui yo, no puedo olvidar sus besos y prácticamente todas las noches sueños con él, no lo puedo evitar y no es que me guste hacerlo. Llegamos pronto al pueblo y a casa de Mateo, nos esperaban amigos y familiares, después de los saludos de cortesía yo me fui directa donde mis sobrinos, los abrazó y los felicite por su cuarto cumpleaños,les comente que sus regalos estaban en la camioneta y que fuéramos a por ellos, desde ese momento no me separe de ellos, cuando ya se fueron los pequeños invitados y quedamos solo la familia me ofresi para hacerlos dormir la siesta, a todos les gusto la idea.
Llegamos los tres a su dormitorio pero como querían que me acostara con los dos mejor nos fuimos al cuarto de mi hermano y Carolina, los tendí en la cama, para estar mas cómoda me saque la casaquilla y me desabroche unos botones de la camisa y me recosté en medio de ellos. Erase una vez...
Comencé a despertar, sentía la respiración de los niños junto a mi y también sentí otra cosa mientras abría los ojos. A los pies de la cama estaba parado Aliro, me miraba intensamente. Le salude y fue como que saliera de un estupor.
- Hola...(respondió)
- Me dormí.
- Si, te vine a buscar para tomarnos un trago todos juntos y luego irnos a casa.
El no dejaba de mirarme, si que yo hice lo mismo, tenia a los niños pegados a mi por cada lado y ambos tenían sus manita agarradas de la camisa que se abrió lo bastante como para dejar ver mi sostén blanco y como este era de encaje también se me veía el pezón, que al darme cuenta creció sin mas remedio, la camisa también se había subido y dejaba ver mis caderas y sobre ellas el hilo delgado de la tanga. Maldición. Trate de pararme en el acto, pero tener a los niños no me lo permitió.
- Hermano ¿me puedes ayudar?
- Oh...si, claro.
Lentamente saque los brazos para no despertar a los gemelos y se los estire a mi hermano para que me jalara, lo hizo y quede arrodillada en medio de la cama, él se acerco y lentamente me acomodo la camisa por debajo rosando mi cadera, luego, me miro a los ojos y sin quitarme la vista de ellos, cerro cada uno de los botones de la camisa, yo sentí como le tiritaban las manos y como me rozaban levemente mis senos, nunca dejo de mirar mis ojos en el proceso, mi estomago se contrajo en mil sensaciones, cuando termino con el último botón. Se alejo diciéndome...
- Ahora ya puedes bajar sola de la cama, te espero en el salón con los demás.
No pude responder, no me salio mi voz. Baje de la cama y puse nuevamente la casaquilla, nunca debí sacarla, me senté en la esquina de la cama sin saber que hacer, la otra vez el beso sé que fue producto de la fiebre, pero ahora...Finalmente fui al salón, ahí estaban todos, mi cuñada rápidamente se acerca y me entrega una copa de vino tinto, el que me gusta. Proponen rápidamente ahora que estábamos todos un brindis, bebo un sorbo del liquido y luego otro y luego simplemente acabo la copa.
- La peque tiene sed. Mateo sirvele otra copa. (bromea Pablo)
- Que va, si esta pálida es para recuperar el color ¿Cierto hermanita?
- Era para celebrar con mi familia. (atine a decir)
- Dejen tranquila a Mili.
La que hablo fue Carolina, quien me tomo del brazo y me llevo a la cocina.
- ¿Te sucede algo Milagros?
- No nada.
- Es que lo de que estas pálida es la verdad.
- Nada Caro, no me pasa nada.
Mi cuñada no muy convencida lo dejo estar, volvimos al salón con jugos y demases, para que nadie sospechara que Caro quería hablar conmigo. Busque con la vista un lugar donde sentarme, Pablo se dio cuenta y me atrajo hacia él y me sentó en sus rodillas, me hizo gracia y me reí, en ese momento Aliro se paro y salio fuera. Brindamos un par de veces mas, algo de tiempo después regreso Aliro y seguimos con conversaciones de familia, hasta lo hora de volver.
Al cruzar la puerta de entrada, Pablo sale corriendo a su dormitorio, vuelve a salir con un paquete en las manos, era un regalo.
- Chicos esta noche vuelvo tarde.
- Hermanito ¿a donde vas?
- Peque es un secreto, si resulta les contare.
- O sea, cero posibilidad que me lleves, quede con ganas de salir. (mentí)
- Esta vez no cariño, ya veremos otro día.
Palmea la espalda de Ali, me besa la frente y se va. Escucho enseguida el motor de la camioneta y luego silencio. Camino a las escaleras.
- Milagros...Necesitamos hablar.
- ¿De que?
- Milagros...(se me acerca)
- ¿Quieres hablar? Eso. Entonces hablemos. Dime que paso hace rato, dime porque me miraste de esa forma y dime porque ya no me abrazas y me mimas como hace tiempo. Yo no te hago nada, es mas te quiero y respeto y tu te portas brusco como si ya no quisieras estar conmigo. (explote)
- Mili...
- No me digas Mili, estoy harta de tus cambios de humor, estoy harta de que te enfades y no se porque y estoy harta de sentir que desearías que yo no estuviese aquí para no tener que verme la cara.
Eso fue todo después de tanto grito llego el llanto. Ali me tomo en sus brazos como cuando era pequeña, me susurro palabras dulces y me pedía perdón por lo que el hizo y me daño. Me tomo en sus brazos y me llevo al dormitorio, yo no paraba de llorar, me dejo sobre la cama y se acomodo junto a mi, solo me susurraba cosa tiernas para que me calmara y me acariciaba fraternalmente la espalda, yo no paraba con mi llanto, no podía, las lagrimas no paraban de brotar y por fin el cansancio mello y me dormí.
Cuando desperté era poco mas de medianoche, en la cama solo quedaba rastro de que Ali estuvo ahí por el hueco de la almohada. Baje a la cocina necesitaba algo caliente. Cuando pase por el dormitorio de Aliro divise una tenue luz, me acerque con intención de disculparme por la rabieta, pero lo encontré dormido a medio vestir y con una botella de whisky al lado, se había emborrachado. Me gane junto a él, y lo observe con curiosidad, con la curiosidad de una hermana que fue besada y tocada, con la curiosidad de quien fue seducida quiéranlo o no esa misma tarde. Aliro era un hombre, un hombre de quien yo sabia tenia encuentros con alguna mujer de vez en cuando, siempre sin importancia. Observe lo que ellas ven un hombre alto, fuerte, con una cara sabia con arrugas y ceño, con un cuerpo deseable, lo supe porque en ese momento lo desee y me dio miedo, miedo de querer saber que escondía el pantalón que aun estaba puesto. Ese miedo me llevo nuevamente a mi cuarto, me desvestí para ponerme mi camisa de dormir, y me acosté y trato de dormir y no puedo, giro en mi cama hasta que lo logro.
Aliro esta en mis sueños, sueños mas ardientes que los anteriores, sueños en los que me besa para volver a dejarme sin aliento, donde esta vez no me cierra los botones de mi camisa, si no que los abre hasta sacarla completamente, donde no hay niños que puedan ser testigos de nada y así el se atreve a tomar mis senos con sus manos y desabrochar el sostén para dejar mis pezones expuestos, luego los oculta con sus labios, atrapándolos, tomándolos a ellos y a mi. Despierto con mi entrepierna húmeda, no es la primera noche que me ocurre, pero esta sera la primera noche en que me toco, me masturbo pensando en un hombre, en el hombre que sin querer me beso siendo el primero, y me rozo el clítoris pensando en sus besos. Meto mis dedos dentro de mi sexo ardiente pensando en sus manos tocándome , subo a mis pechos apretando mientras recuerdo el rose de sus manos mientras me mira a los ojos, los dedos entran y salen de mi cuerpo, tocan mi clítoris, todo se vuelve nebuloso y siento un escalofrió en mi espina, me gusta, me gusta mucho y mientras tengo mi primer orgasmo me doy cuenta que me gusta mi hermano, un hombre de casi cuarenta años.
Las cosas están tensas en las casa , Pablo esta desaparecido, de conquista, de forma que se levanta temprano realiza sus trabajos diarios y luego se marcha, siempre solo, por su secreto. Desde el cumpleaños de los gemelos han pasado casi dos meses, se acerca el cumpleaños de mi hermano Inti, se fue hace tiempo ya y de vez en cuando nos manda una postal, me gustaría que estuviese acá, por lo menos ya no estaríamos solo Aliro y yo. Él cambio su actitud después de nuestra pelea, y de manera un tanto forzada volvió a ser el de antes. Yo aún no lo consigo.
Hoy, por ejemplo, estoy sentada en un sillón del salón, escuchando música en teoría, pero mis cabeza esta en otro lugar, perdida en mis propios pensamientos. Falta poco para mi graduación y mis amigas ya buscan sus parejas de baile, sus vestidos de fiesta y todo lo demás. La mayoría de nosotras seremos adultas para esas fechas, legalmente adultas. La temporada de caza del novio perfecto para el baile ya se abrió, a mi siempre gusto un compañero y se que el gusta de mi, aún no me besa ni nada, le dan miedo mis hermanos, tengo tres y aveces cuatro trogloditas cuidándome y la verdad es que muchos les temen. A mi edad la gran parte de las chicas ya tienen mas de una experiencia con el sexo opuesto, tengo amigas que fueron besadas, otras tocadas sobre y bajo las ropas y otras pocas, pero cercanas, que ya tuvieron sexo. En cambio, yo no. Soy una experta en masturbación desde hace dos meses, que locura, la niña de la casa, por las noches tiene ardores que solo sus manos disipan. Al principio, con cargos de conciencia, luego ya no me importo.
Me pregunto a menudo si esta mal, pero dentro de mi hay algo que me dice que no debo preocuparme, no logro conversarlo con nadie y de pronto me sofoca la sensación de no saber si es correcto lo que siento por Ali. Sin mas que mi propia conciencia para parar mis ganas de avanzar en lo que el cuerpo me pide que haga, seducir a mi hermano.
Suena el teléfono, de mala gana me levanto y contesto. Es mi amiga Daniela.
- Hola Dani.
- Tengo que contarte algo importante.
- Dime.
- Mili amiga, creo que no te va gustar saber que Fran (el chico del colegio que me gusta) invito a salir a prima y ella acepto.
- ¿Verdad? Eso quiere decir que ya no le intereso.
- Creo que se aburrió de que no te insinuaras ni nada.
- Y que pretende que me lance encima de él y que me ofresca!!!
Ese fue el preciso momento en que el producto de mis pensamientos decidió aparecer, haciendo sonar su garganta me mostró su presencia, me gire y nuevamente vi a Aliro con la mandíbula apretada y sus negros ojos, viéndome fieramente. Recordé esa mirada.
- Dani tengo que colgar llego Ali.
- Oh, oh...te escuchó.
- Si, te tengo que colgar de verdad. Adiós.
- Milagros ¿A quién te tienes que ofrecer?
- Mira llegaste y sacaste tus propias conclusiones, no sabes de lo que hablaba.
- Chiquilla se lo que es que alguien se tire encima y se ofrezca.
Rápidamente se cierne sobre mi, yo estoy sentada en una silla con brazos, coloca cada mano sobre uno de ellos, quedando yo atrapada entre el respaldo y su cuerpo, viendo esos ojos centelleantes, acerca su rostro al mio, casi tocándolo, sus labios cerca de los míos respirando fuerte, siento su aliento, se me escapa un gemido.
- De esta manera te quieres tirar encima. (susurró) Así, para sentir ¿qué? Milagros. Quieres que un hombre te bese mientras tu te ofreces...
- No... (apenas un pequeño sonido)
- ¿Te han besado esos labios tuyos Milagros?¿Dejaste que alguien tocara tu lengua con la suya?
Roja de la ira y la vergüenza trato de salir de mi prisión empujando con todas mis fuerzas su pecho. No lo logro. Él sonríe. Pero yo no reconozco esa sonrisa es dura y burlona. Con una de sus manos me apoya la espalda al asiento y deja su mano en mi pulso, vuelve a sonreír.
- Estas muy alterada...Oh es por lo del beso.¿Quién te beso Mili?Ese chiquillo de la moto.
- No...
- ¿Es que te pone nerviosa que este tan cerca? ¿No puedes hablar mas que un NO?
Esta vez, ni un misero no salio de mi garganta, su mano estaba prendida a mi cuello y su cara a centímetros de la miá.
- ¿O fue otro? Un compañerito, alguien del pueblo. Cuéntame ¿A quien te ofreces?
- No me ofrezco a nadie, a nadie...
- Oh no, no vas a llorar. Vas a decir con quien estas.
- Lo juro no salgo con nadie...
- Nadie....Nadie te excita por las noches Milagros.
Pierdo el color de la cara, pálida con los ojos bien abiertos, no lo puedo creer.
- Que dices Ali.
- Te escuche, no solo una vez. Y no me mires de esa forma porque no te espió, simplemente subo y te oigo, no lo haces en silencio precisamente. Entonces, repasa hermanita, te besas, te ofreces y te masturbas. Quiero saber quien es él.
- Tu no tienes que saber nada, dejame.
- ¿Quieres que te lo saque a la fuerza?
Se me acerca nuevamente, con los labios esta vez tocando mi rostro, me comenzó a dar leves besos, en la frente, los ojos, mejillas. Todo con calma, con tiempo. Yo no aguante mas no quería que esto fuera así, susurrando le digo...
- Ali...Tu...Tu me...besaste...Mi primer beso.
Se quedo quieto con su boca en mi cuello y sus manos en mis hombros, quieto y blanco como un papel.
- Mientes...
Su jadeo lo dijo mientras se alejaba al otro extremo del salón. Yo sin saber de donde tomo fuerzas de flaquezas.
- ¿Ahora te vas?
- Mientes.
- Cobarde, no me trates a mi de mentirosa. (mi voz tiritaba)
- ¿Que dices? Jamas te besaría.
- No...No te atrevas. Te lo voy a recordar, porque se que no te acuerdas, La noche del temporal te dio fiebre, mucha fiebre, me quede dormida, cuando me desperté fue con tus labios y manos en mi cuerpo...
- Callate.
- No esta vez. Te respondí el beso no se porque, pero después en casa de Mateo tú no tenias fiebre y me mirabas como mujer, no como hermana, me tocaste, no se si te diste cuenta pero yo si y me excite, me excite con mi hermano....¿Quieres saber por que me mast...
- Por favor, callate.
- Por ti Ali, por ti....
Lo deje, me fui a caminar, tenia que salir de casa. No se cuanto tiempo anduve, horas, un paso tras otro, hasta que caí en la tierra y llore hasta que no me quedaron lagrimas en los ojos, ya estaba nada seria lo mismo, me di cuenta que lo amaba que siempre lo ame. Nunca me intereso nadie mas, pero ese hombre es mi hermano, el amor es mi sangre y ya no lo puedo ocultar, ni remediar.
Vuelvo a casa, subo a mi dormitorio y tomo mi mochila, la mas grande que tengo, y busco mis ropas, meto todo lo que puedo, voy al baño y meto en la misma todas mis pertenencias. Mierda.
- ¿Que haces?
- Me voy.
- No puedes, eres menor de edad.
- Me voy a casa de Mateo.
- ¿ Y qué vas a decir? Que abuse de ti.
- No....Jamás diría algo como eso Aliro. Y no porque seas mi hermano, no señor. Si no, porque eres el hombre del que me enamore.
Él enmudeció y saliendo de su estupor me abrazo fuerte, muy fuerte. Me susurraba que yo no sabia lo que decía, que estaba confundida, que eramos hermanos y que ademas el me había criado que seguro era algo así como el mal de electra, te equivocas me decía como una letanía sin soltarme. No supe de donde salieron mas lagrimas de mis ojos, pero ellas rodaban por mi cara, una tras otra, mis brazos los tengo muertos a mis costados ya sin fuerzas para nada. Hasta que me desvanecí en sus brazos.
Despierto en mi cama, de pie al lado de está, Aliro me mira, no se porque pero guardo silencio y espero.
- Milagros...No quiero que te vayas a ningún sitio. Yo no podría vivir alejado de ti, no lo soportaría.
- Es lo mejor para los dos.
- No lo mejor para los dos no es que te vayas. Yo no entiendo como fue, Milagros, no se como empece a sentir por ti cosas que uno no debe sentir por una hermana.
- Tú...
- No me interrumpas, por favor, hace tiempo que me di cuenta que te conviertes a pasos agigantados en mujer, pero me negaba a ver los cambios. Eres tan bella, tan pequeña, frágil. Y yo te protegía, pensaba es mi hermana es normal, pero no, no era eso. Me crispaba que salieras y me enfermaba cuando salias con tus amigas.
- Ali, no sigas.
- Dejame. Un día me di cuenta que tus senos habían crecido y tu trasero, viniste y te tiraste encima mio en el sofá, no lo notaste pero yo sí, me provocaste una erección. Me fui a casa de una amiga, necesitaba sacarme tu imagen de mi mente y tuve sexo Mili, sexo como un animal, sexo, sexo, sexo y cuando el cuerpo ya no pudo mas llore, llore porque te quería a ti, a mi pequeña, a la niña de la casa, a mi hermanita.
- Por eso me voy...
- No vas a ninguna parte. Te quedas en casa, en tu casa. Dices que me amas ¿Es cierto?
- Si...
- Yo igual Mili, yo igual...
Se acerca acostándose a mi lado, me toma la cara con las dos manos y mirándome me dice que me ama, después de eso me besa, el mejor beso de mi vida, con pasión y ternura, con ardor. Mi boca recibe esos besos, mi lengua responde complaciente, atacante a veces, mi boca se llenaba de él y mi rostro se llena de caricias que producen sus manos toscas, me abraza.
- Te amo, mi dulce Milagros.
- Y yo a ti, solo a ti.
Se acomoda en la cama de modo que puede sacarme la ropa, lo primero mis zapatos y calcetines, me levanta cada pie y lo besa, tranquilizándome con la mirada. Ahora me desabrocha el botón de mis jeans y baja lentamente el cierre, levanta su cabeza y me pregunta si quiero que continué, le digo que siga, baja lentamente mis pantalones tocando levemente mi piel con sus dedos hasta despojarme de ellos. Para y me mira, me quema esa mirada, hace hervir mi piel, mi sexo, pone sus ojos en mi monte de venus tapado solo con un tanga negro y rojo, el encaje se moja con mis fluidos, estoy excitadicima y no me toca si quiera.
- Preciosa...
Sus manos ahora suben a la camisa que llevo puesta y desabrocha botón tras botón hasta abrir toda la prenda. Me levanta dejándome sentada en la cama y retira mangas y espalda, me quedo con el sostén a juego, mis senos turgentes ansias sus caricias.
- Masturbate para mi..
Sin vergüenza eche el cuerpo para atrás, recostándome en las almohadas. Intento sacarme el tanga, pero con un gesto me indica que no. Llevo mis manos a su boca y los mojo con su saliva, luego los meto por debajo de mi tanguita y los muevo, una y otra vez, de forma circular sobre mi clítoris, comienzo a gemir y meto un dedo en mi húmeda vulva mientras subo de tono mi gemido, lo miro todo el tiempo, mi otra mano sube a mi seno y sobo el pezón, dando tironsitos que me hacen curvar la espalda de placer. Aliro no lo soporta y lleva su boca a mi sexo lamiendo atraves de la prenda y tuve mi primer orgasmo. Después me acuno en sus brazos.
- Todavía podemos parar, no ha pasado nada.
- Quiero seguir.
- Pequeña...
La emoción golpeaba en esa palabra. Si soy su pequeña y su mujer igual. Lo amo.
- Ali desnudate.
Las palabras salieron llenas de amor y con una sonrisa en los labios.
Aliro se levanta y comienza a desnudarse. Los zapatos y calcetines,pantalones, camisa y se queda solo en bóxer. Su pene se marca perfectamente es un bulto esperando salir, lo observo como aquella noche que estaba borracho, de sus heridas no queda rastro mas solo una cicatriz en muslo que yo suture esta en borde del bóxer. Doy pequeñas palmadas a la cama indicación que acató nerviosamente, lo acaricio, con pequeños toques de las yemas de mis dedos, busco sus rincones, exploro el cuerpo masculino, él responde a mis caricias, se le pone la piel de gallina, se agita y apretá fuerte su quijada. Le beso los labios y le digo que lo amo, le cuento que no es la primera vez que veo su cuerpo, se sorprende y me pregunta si lo vi enterito.
- No...nunca he visto a nadie, tampoco a ti desnudo, “desnudo”.
- Es hora que me conozcas entero, entonces.
- Y luego tú a mi.
Me alejo solo un poco de Ali, para darle espacio a los movimientos. Lentamente se baja la prenda dejando al descubierto un pene y que pene debe medir como dieciocho centímetros, se ve grueso tres dedos míos de ancho, creo, en su cabeza que esta brillando se ve una suave curva, los testículos caen en bolsas un poco largas y su base esta cubierta de un gran mata de pelos negros, es “linda” y enorme ante mis ojos. Él se ríe al ver mi cara al examinar su herramienta y me dice que no muerde que si quiero tocarla que lo hiciera, siempre fui curiosa, en este momento no se me quita esa característica y lo toco con mucho cuidado, con un dedo me deslizo por el tronco, después salto a su cabeza y con el liquidito ese que emana juego por toda ella, jugueteo me voy a los testículos que cuelgan dentro de esas bolsas y los toco y se mueven, voy por el otro y pasa lo mismo. Ali se deja hacer hasta que ve que lo tomo con la mano entera y subo y baja y subo y bajo, por ese falo maravilloso. Me quita tiernamente de encima y me muestra que creció un poco mas, me explica que si seguimos así todo terminara antes se empezar. Me toma de la cintura y me sienta sobre él, mi sexo esta en contacto directo con el suyo solo la tanga los separa, me saca el sostén en un movimiento rápido, que denosta experiencia. Los besa, lame y muerde, llevándome al éxtasis de nuevo, en un pecho y luego en el otro, me besa el cuello y mi boca también, me repite que me ama y vuelve a besar, lamer y morder. Suplico por mas, mi cuerpo me lo pide tengo la tanga mojada de mis jugos, el clítoris hinchado esperando caricias, mi útero se contrae con cada mordida. Quiero que me haga el amor desesperadamente.
- Por favor...
Se gira conmigo quedando de espalda pegada al colchón las piernas abiertas en sus caderas y me baja la tanga. Sin preámbulos me da un placer inmenso con su lengua que sube y baja por el canal de mi vulva y ano, quedándose en mi clítoris por largos momentos, me viene mi orgasmo y me quejo, gimo sin pensar en nada, disfruto, disfruto y me corro, su boca absorbe todo lo que mi sexo le da, luego me besa, es la primera vez que mi boca disfruta de mi orgasmo.
Trato de reponerme y sentarme y le tomo su pene con la intención de devolver el favor.
- No, hoy no, después abra tiempo.
Mi corazón se hincho, después tendremos un después.
Me tocaba y me besaba por todos lados, se preguntaba en voz alta, como lo haría para no dañarme, él tan alto y yo tan pequeña, yo virgen y él ansioso. Pero nunca dejo de besar, tocar, soplar, morder y mi vagina se mojo otra vez, dándose cuenta Ali de mi estado se ubica entre mis piernas, toma su pene entre las manos y comienza a tocar con el mi vulva, sexo contra sexo, hombre contra mujer. No tengo miedo, quiero que entre en mi y se lo digo. Aliro se toma su tiempo, entra cada vez un centímetro mas, mi vulva se abre a él sin dolor, sigue de esa forma cuidada, cuidándome a mi, hasta que hace tope y me mira a los ojos, veo la duda, sin cuestionarme levanto las caderas con ímpetu y luego solo escucho mi grito y el dolor sordo en mis entrañas, su pene estaba dentro de mi, quieto, esperando que remita mi dolor, me besa y me seca las lagrimas que no sabia que caían, le pido que me de placer, que necesito sentir placer y me lo da, bombeo lenta pero constantemente, después mas rápido y mas y mas fuerte, mi cabeza da vueltas, de mi garganta escapan sonidos guturales, y el placer me inunda dándome el mayor de mis orgasmos. Aliro en ese momento saco su pene y masturbándose en mi vientre vertió su semen en forma de tres largos chorros, que cayeron en mis pechos y estomago, jadeando se dejo caer sobre cuerpo.
- Te amo Aliro, así me vaya al infierno, te amo.
- Yo igual mi cielo, ahora solo necesitamos un milagro...
SI LES PARECIO INTERESANTE MI PRIMER RELATO, COMENTENLO Y ASI SABRE QUE LES GUSTARA CONOCER LA HISTORIA DE LOS OTROS HERMANOS....GRACIAS, VALERIA.