Capitulo 8: Excursión en bici y algo mas. parte 3

Los chicos se confiesan cosas mutuamente.

Lucas no paraba de confundir a Cristian, o al menos eso pensaba continuamente el chico mas pequeño. Cristian se movió un poco, como rehuyendo el contacto con Lucas, pero no porque no le gustara, si no todo lo contrario, le gustaba demasiado y al final, acabaría tan confundido, que haría alguna cosa que igual molestaba a su amigo.

Lucas noto como su amigo se zarandeaba un poco para intentar liberarse de su abrazo, así que finalmente cedió y dejó que Cristian se apartara.

–Perdona, no volveré a hacerlo– dijo Lucas a su amigo con un tono de disculpa en su voz.

–¿Qué te perdone el que?– le preguntó Cristian a Lucas al tiempo que se volvía a mirar a su amigo, el cual ahora se alejaba un poco de el a nado –no tengo nada que perdonarte–.

Lucas dejó de nadar y se volvió hacia su amigo.

–Que he visto que no te gusta mucho el contacto físico, ya es la segunda vez que me apartas de ti, pero es que es mi forma de ser, tiendo a tocar mucho a los demás, es mi forma de demostrar mi cariño hacia los demás– Lucas tenía una expresión extraña en la cara.

–A ver, no es que no me guste el contacto físico– dijo Cristian mirando a su amigo que se encontraba a unos 3 metros de distancia –pero es que… no se como explicártelo, no me apetece hablar de esto– al decir esto, los ojos del chico se pusieron muy brillantes.

–Bueno, pues vamos a relajarnos un rato en el agua, cada uno en nuestro trozo y así descansamos un poco, después comemos otro poco para coger fuerzas y nos ponemos en ruta de nuevo, sobre las 18:00h estamos en casa, ¿te parece bien?– Lucas dijo todo esto para intentar cambiar el tema de conversación, no le habían sonado bien las palabras de su amigo, pero no le apetecía preguntarle, al menos por ahora.

Los chicos estuvieron tranquilamente nadando por el estanque, dejándose flotar y en silencio, ninguno de los dos se atrevía a romper ese momento, en el que el bosque, se apoderaba de sus pensamientos. Llevarían algo mas de media hora en silencio cuando finalmente, fue Cristian el que se atrevió a romper el silencio, estaba algo mas tranquilo, su cuerpo ya se había acostumbrado al frío del agua y el no tener contacto con su amigo, había rebajado en el esa tensión sexual que este le producía y su pene estaba ahora completamente flácido.

–¿Oye Lucas, te puedo hacer una pregunta?– pregunto Cristian a su amigo.

Lucas que estaba completamente absorto en sus pensamientos, tardo un poco en reaccionar a la pregunta de su amigo, pero finalmente le contestó.

–Si claro, pregunta lo que quieras– dijo Lucas volviéndose para mirar a su amigo que le miraba desde el otro extremo del estanque, Lucas se había tomado en serio lo que había dicho de que cada uno en su trozo del estanque.

–¿Cómo es tu relación con Elena?– pregunto Cristian.

La pregunta era sencilla, pero la respuesta no lo era tanto… ¿por qué le preguntaría eso su amigo?, se decía Lucas para si mismo mientras pensaba en que respuesta darle. Sabía que, si no decía la verdad, su amigo o bien lo iba a notar o se acabaría dando cuenta con el tiempo. Además, si había algo importante para Lucas era la sinceridad y la confianza mutua, y el predicaba con el ejemplo, así que acabó respondiendo a su amigo.

–Pues a ver, como te cuento yo todo esto…– empezó diciendo Lucas mientras metía la cabeza en el agua para mojarse el pelo y aclarar las ideas –yo quiero a Elena mas que a nada en este mundo, eso lo primero, pero si que es cierto, que ahora mismo no estamos en nuestro mejor momento– Lucas agachó la cabeza como con pena e hizo una pausa –no se que es lo que pasa, pero desde que comenzamos este curso la universidad y ya no nos vemos tanto, ella estudia otra carrera, la relación parece que se ha enfriado un poco, pero yo quiero luchar por ella– Lucas dijo esto con convicción, cuando el chico hablaba de su novia, su tono de voz denotaba el amor incondicional que sentía por ella, pero en este momento, se le veía ligeramente preocupado –a ver, yo se como es Elena, es súper celosa, no es excesivamente cariñosa ni romántica, si no mas bien todo lo contrario, pero yo no se ser de otra manera, yo no se cambiar mi manera de actuar, ni se disimular lo que siento por la gente, y eso a ella muchas veces le molesta– al decir esto Lucas volvió a agachar la cabeza, pero en esta ocasión, se le veía aun mas abatido –no se, tengo mucho miedo de perderla, y no se porque pero cada vez estoy mas convencido de que tiene a otro y de que cada dos por tres busca una excusa para que tengamos una movida, pero es que joder, estoy enamorado de ella tío, si la pierdo no se que haría– y tras decir esto, Lucas cubrió su cara con sus manos y rompió a llorar.

Cuando Lucas rompió a llorar, a Cristian eso le destrozó, no quería que eso pasara, no quería hacer llorar a su Lucas, simplemente se había interesado por la relación de su amigo con la intención de encontrar alguna manera de arreglarlo.

–Lucas no llores por favor, que no era mi intención que esta pregunta acabara así– mientras decía esto se fue aproximando poco a poco a su amigo, sabía que no podía dejarle llorando ahí, sin hacer nada, así que finalmente, al llegar a su amigo, extendió sus brazos para rodearlo por encima de los hombros y fundirse en un abrazo –sabes que me vas a tener aquí pase lo que pase–.

Lucas al sentir el contacto de su amigo, aparto las manos, que aún cubrían su rostro, y paso los brazos por debajo de los de su amigo, abrazando a Cristian por la cintura. Estaban en una zona un poco mas profunda, en la que Lucas hacía pie pero Cristian no, al notar Lucas que a su amigo le costaba mantenerse en esa posición, bajo un poco sus manos, colocándolas alrededor de los cachetes del culo de su amigo y le dio un pequeño impulso hacia arriba, haciendo que el mas pequeño cruzara un poco las piernas por detrás de su amigo y que además, sus penes cubiertos por el agua, se rozaran aun mas. La escena, vista desde fuera era preciosa, un abrazo que denotaba algo mas que amistad, con el chico mas pequeño agarrado como un mono a un árbol, con sus brazos alrededor del cuello de su amigo, su cabeza apoyada en el hombro de este y sus piernas entrelazadas por su cintura, y con sus manos acariciando tiernamente la musculada espalda de su amigo.

La maniobra de Cristian había surtido efecto, Lucas había dejado de llorar, pero ahora era el, el que estaba en un serio problema, el contacto de sus genitales con los de su amigo, la posición en la que estaban y las manos de Lucas, que aun sujetaban al chico por el culo, comenzaron a surtir efecto y el miembro de Cristian, poco a poco fue abandonando el estado de flacidez, para ir poniéndose cada vez mas erecto. Cristian lo estaba notando, y una sensación de vergüenza y miedo se estaba apoderando de el, su cerebro le decía que acabase el abrazo, pero su corazón, le indicaba todo lo contrario, el corazón le pedía que alargara ese abrazo tanto como pudiera.

La erección de Cristian era ya tan notable, que incluso Lucas comenzó a percibirla, y eso que, por suerte para el mas pequeño, su pene se había quedado colocado entre los abdominales de ambos chicos, por lo que al crecer no se había clavado en ninguno de ellos, si no que había ido creciendo emparedado entre las tabletas de los dos chicos. En un primer momento, cuando Lucas notó la erección de su amigo, esta le incomodo un poco, y tuvo la intención de dar por terminado el abrazo, pero por otro lado, no quería que Cristian se diera cuenta de que el había notado lo que estaba pasando por debajo del agua.

Los chicos no sabrían decir cuanto llevaban abrazados, pero seguramente mas de dos o tres minutos y en esta ocasión, fue Cristian, quien, separándose un poco de su amigo, le dio un tierno beso en la mejilla, en la zona casi tocando el labio, pero no se atrevió a ir mas haya por miedo a como podría reaccionar su amigo.

Cuando finalmente se separaron y deshicieron ese abrazo, Cristian rápidamente se descolgó de Lucas y corriendo llevó sus manos a su entrepierna para tratar de tapar su erección, pensando que su amigo no se había percatado. Lucas al darse cuenta del gesto de su amigo le dijo:

–No te preocupes, no eres el único– dijo eso señalándose su pene, que estaba completamente erecto y se podía ver perfectamente a través de las cristalinas aguas del estanque –ya te he dicho que uno no es de piedra, y tus caricias no han ayudado a que me controlara–  Lucas ahora tenía un tono muy distinto al de antes, ahora hablaba a su amigo con mucho cariño y a Cristian le flipaba que su amigo estuviera tan tranquilo con lo que estaba pasando, como súper seguro de su sexualidad –así que no te avergüences de nada, cada uno reacciona a los estímulos de una manera y en esta ocasión los dos hemos reaccionado de la misma– y tras decir esto, le alborotó un poco el pelo –que, ¿esperamos a que esto se baje un poco y no salimos a secarnos?– le preguntó Lucas a su amigo.

–Si, casi mejor, no quiero que me saques un ojo jajaja– dijo ahora Cristian en plan de broma, denotando que había dejado la vergüenza de lado y ahora ya estaba mas cómodo con la situación.

–Mira quien fue a hablar jajaja– rió Lucas –lo dice el que casi me empala mientras estábamos abrazados jajaja– esta segunda broma de Lucas ruborizó un poco a su amigo, pero rápidamente los dos se echaron a reír.

Los dos amigos permanecieron un rato mas en el agua y cuando ya se cansaron de nadar y flotar, salieron para sentarse en el césped y dejar que sus cuerpos se secaran un poco al sol antes de vestirse. En esta ocasión, el primero en vestirse fue Cristian, quien, aun estando ligeramente mojado, se comenzó a colocar el culotte, algo que, debido a la humedad de su cuerpo, le costó bastante tarea. Ver a su amigo luchar para colocarse el culotte, hizo que a Lucas le diera la risa y Cristian, al darse cuenta de ello se giro para decirle:

–Oye idiota, no te rías, que esto es tan ajustado que con la piel mojada es prácticamente imposible ponérselo– dijo esto mientras daba saltitos intentando terminar de hacer que sus definidos cuádriceps se enfundaran en esa apretada tela.

–Es que eres un cagaprisas, te podrías haber esperado a secarte bien, ya veras como a mi no me cuesta nada ponérmelo– dijo mientras colocaba los brazos detrás de su cabeza, cerraba los ojos y se recostaba sobre la hierva, completamente desnudo y sin ningún tipo de pudor por ello.

Cuando Cristian vio a su amigo en esa postura, rápidamente se dio la vuelta para no ver esa imagen, no le apetecía volver a empalmarse de nuevo y si seguía mirando el cuerpo de su amigo, no lo iba a poder evitar. Finalmente, Cristian, terminó de colocarse el culotte pero no se puso los tirantes ni el maillote, simplemente una vez sus piernas y su pene estuvieron cubiertos, se recostó cerca de su amigo, pero manteniendo una cierta distancia para evitar rozar el cuerpo desnudo de Lucas.

Los chicos estuvieron así tumbados mas de 10 minutos, en completo silencio, finalmente cuando Lucas creyó que estaba completamente seco, se incorporó y vio a su amigo, que parecía estar dormido, como Cristian estaba con los ojos cerrados, Lucas pudo mirarlo durante unos segundos y por su cabeza lo primero que paso fue un pensamiento de lo mal que lo habría pasado su amigo un tiempo atrás, todavía, por desgracia era muy difícil vivir tu sexualidad con libertad y mas si no eres heterosexual, esa imagen de su amigo, con los ojos cerrados, llenó de ternura a Lucas, el que acercó una mano a la mejilla de su amigo con la intención de acariciarla, pero finalmente desecho la idea. Lucas se puso de pie, se acerco al lugar donde había arrojado su ropa y se agachó a coger su culotte, se lo puso, pero al igual que su amigo, dejo sin colocar los tirantes y tampoco se puso el maillot, alcanzó su mochila y volviendo hacia Cristian, se sentó a su lado y con suavidad le zarandeó un poco para que el chico se despertara o al menos, abriera los ojos en caso de no estar dormido. Cristian al notar los movimientos producidos por su amigo, abrió los ojos y le dijo a su amigo:

–Buf tío, me estaba quedando sobado, esto del agua cansa un montón– dijo Cristian mientras se estiraba y se sentaba al igual que su amigo.

Eran ya las 15:00h y Lucas creyó que ya era el momento de comer algo, descansar unos minutos y a las 16:00h retomar el camino de vuelta para estar en casa sobre las 19:00h.

–Vamos a comer algo mas, descansamos un poco y nos vamos de vuelta, ¿que te parece?– le preguntó Lucas a su amigo.

–Genial, estoy hambriento la verdad–dijo Cristian.

Lucas abrió su mochila, sacó toda la fruta que le quedaba, las barritas que llevaba y se levanto a coger una cantimplora para que bebieran agua. Los chicos se pusieron a comer pero no tenían tampoco mucha conversación, estaban disfrutando de la vista que tenían antes sus ojos, de los sonidos del bosque y de su propia compañía.

Una vez terminaron con todas las existencias, Lucas quiso conversar un rato y una cosa rondaba continuamente por su cabeza, se pensó bastante si formularle la pregunta y en caso de hacerla, como plantearla. Finalmente sacó valor y mirando a su amigo comenzó a preguntarle:

–Oye Cristian, te quiero preguntar algo y quiero que me seas totalmente sincero– dijo Lucas mirando a su amigo a la vez que lo cogía por sus manos –antes me has dicho, que solo dos personas saben que eres bisexual y que las dos te dejaron de lado, ¿quiénes son?– preguntó Lucas y automáticamente la cara de su amigo cambió por completo.

–No me apetece hablar de eso– dijo Cristian soltando sus manos de las de Lucas y dándole ligeramente la espalda.

Lucas, que sabía que esto era algo que a su amigo le estaba doliendo, en un primer momento, pensó en dejar la pregunta, pero creyó que ya que su amigo le había escuchado y le había consolado al contarle los problemas por los que pasaba su relación con Elena, decidió que quería saber quien había hecho daño a su amigo, con la intención de ayudarle. Lucas se incorporó, rodeo a su amigo y se volvió a colocar frente a el, al darse cuenta, su amigo intentó rehuirle la mirada, pero Lucas fue mas rápido y le sujeto por la barbilla, haciendo que se mantuvieran la mirada el uno al otro.

–Por favor Cristian, quiero ayudarte, estoy aquí para escucharte y estoy seguro de que te vendrá bien hablarlo con alguien, por favor, confía en mi– dijo Lucas que en ningún momento retiró los ojos de los de su amigo.

Aunque Cristian volvió a intentar apartar la mirada de su amigo, este no había soltado su barbilla, y aunque no estaba haciendo ninguna fuerza, al final el mas pequeño acabo dejando de intentar esconderse de los ojos de Lucas.

–Lucas– comenzó Cristian –nunca he hablado de esto con nadie, y me cuesta mucho hablarlo, es algo que me hizo hace mucho daño y fue hace tan poco tiempo, que solo con recordarlo, me entran unas ganas tremendas de llorar– al decir esto, sus ojos se llenaron de lagrimas pero el, como pudo las contuvo sin derramar ninguna, y ayudándose por su mano, retiró la de su amigo de su barbilla y bajo un poco la cabeza.

A Lucas todo esto le estaba costando mucho, le dolía mucho ver así a su amigo, pero esas ultimas palabras, le hicieron pensar que sabía quien podía se una de esas personas. Armándose de valor, volvió a hablar a su amigo

–¿Una de esas personas fue Claudia?– peguntó Lucas a su amigo –¿tu ex novia se entero y por eso rompisteis?– al formular esa segunda pregunta, Cristian levantó la cabeza y Lucas estuvo seguro de que había acertado.

Estuvieron en silencio unos minutos, un silencio bastante incomodo que Lucas intento suavizar tocando cariñosamente el rostro de su amigo.

Finalmente, Cristian cedió a las insistencias de su amigo y comenzó a hablar

–A ver…– comenzó Cristian –te lo voy a contar, pero ya te he dicho que esto ha sido muy doloroso para mi– continuó el chico, y en ese momento una de las lagrimas que estaban contenidas en sus ojos, comenzó a escurrir por su mejilla –te he contado antes, que al chico que me quede mirando en los vestuarios y que me hizo replantearme seriamente que algo me pasaba, una vez le hice una paja, pues eso fue a finales del curso pasado, Carlos era mi mejor amigo, le conocía desde críos y al final, tras mucho pensarlo y valorar lo que podía pasar, saque fuerzas y me anime a contarle lo que me había pasado…– Cristian volvió a hacer una pausa porque su voz estaba un poco quebrada, como a punto de llorar, tras uno segundo continuó –le dije lo que me pasaba, como me sentía y que estaba hecho un lio, el al principio se lo tomó a cachondeo y como vi que no me tomaba en serio, deje pasar el asunto, pero al comenzar este curso, un día me escribió y me dijo de quedar para comer en su casa y jugar un rato a la Play, a mi al principio me extrañó que me escribiera, no por el plan, que era algo que habíamos hecho de manera habitual durante muchos años, si no porque desde el día que yo le había confesado mis sentimientos, el, aunque no lo quisiera reconocer, poco a poco me había ido dejando de lado– volvió a parar para poco después continuar contándole a Lucas lo que quería saber –como yo a el le apreciaba un montón, rápidamente le dije que si, y fui a su casa como si tal cosa… llevaríamos juntos como dos horas cuando de repente, sacó el tema de mi bisexualidad, yo intente esquivarlo pero el insistía diciéndome que no podía ser, que me estaba equivocando, que yo tenia novia, que siempre me habían ido las tías y no se en que momento ni por que me propuso hacer un experimento para demostrarme que me equivocaba, que a mi lo que me gustaban eran los coños y no los rabos y así fue como acabé haciéndole una paja, me dijo que probara con el, que había confianza y que a el no le importaba ser mi conejillo de indias, es mas, me dijo que sería un placer demostrarme que estaba equivocado…– volvió a parar y nuevamente las lagrimas volvieron a brotar de sus ojos, ahora un poco mas continuas, esta pausa fue mas larga, Lucas no dejaba de mirarle y nuevamente, sostenía las manos de su amigo entre las suyas, al final Cristian, decidió continuar –no se en que momento acepte, y aun me sigo arrepintiendo cada día de haberlo hecho, pero lo hice y al terminar de masturbarle, sin ni siquiera mirarme a la cara, me dijo que me fuera de su casa, que no quería volverme a ver en su vida, que le daba asco haber desperdiciado tantos años de su vida en nuestra amistad, y yo sin creer las palabras que estaba escuchando, salí llorando de su casa, eche a correr y no pare hasta que mis piernas comenzaron a dolerme– en este momento, en la voz de Cristian, se notaba que se estaba conteniendo el llanto –por mi cabeza pasaron multitud de ideas, todas ellas con un mal final, pensé en hacer alguna locura, me daba asco a mi mismo, pero no por lo que acababa de hacer, si no por ser como era, me preguntaba continuamente por que me había tenido que tocar a mí ser así, porque no podía se normal como los demás…– y tras decir esto, finalmente, Cristian rompió a llorar, lloraba de una forma desconsolada, que a punto estuvo de provocar el llanto en Lucas, pero el chico mas mayor se contuvo como pudo, intentando demostrar a su amigo una fortaleza inexistente con la intención de calmarlo.

Lucas no sabía como actuar, no sabía si abrazar a su amigo, si volverle a coger de las manos, si decirle que no pasaba nada, que el mierdas ese no le merecía, nunca se había encontrado en una situación como esa y para el era algo nuevo que no sabía de que manera abordar. Finalmente, deicidio colocar sus manos sobre las piernas de su amigo y acariciarle de manera suave y mantenerse en silencio, no sabría decir cuanto tiempo estuvieron así, Cristian llorando y Lucas en silencio, pero fueron mas de 5 minutos seguro. Al final, Cristian dejo de llorar, y con sus ojos, completamente enrojecidos, busco los de su amigo, los busco con la intención de encontrar en ellos un remanso de paz, que le demostrara que el no tenía ninguna culpa, y al mirarle, los vio, encontró esos ojos que estaba buscando, los ojos de un amigo que no le juzgaba, los ojos de un amigo, que tras solo tres días de amistad, había hecho por el cosas que nadie había hecho, y al encontrarlos, supo que podía confiar en Lucas, supo que el no le traicionaría.

–Cristian– dijo Lucas dejando de acariciar las piernas de su amigo para llevar sus manos a su rostro y secarle un poco las lagrimas que aun seguían sobre el –tu no tuviste ninguna culpa en lo que te pasó, simplemente fuiste fiel a tus sentimientos y confiaste en una persona que te traiciono, por favor, prométeme que nunca mas te echaras la culpa por lo sucedido ese día– esta parte final, Lucas la dijo muy serio, tanto que provoco una sensación en Cristian que al pequeño desconcertó, pero acabo asintiendo con la cabeza –pero ese hijo de puta es uno de los dos, ¿quien es el otro o la otra?– Lucas pregunto eso casi convencido de que la otra era Claudia, la ex novia de su amigo, y en silencio espero a la respuesta de Cristian.

Cristian tardo en contestar, pero finalmente, mirando a su amigo a los ojos, le dijo:

–Fue Claudia– dijo esas palabras y Lucas creía que Cristian volvería a llorar, pero el chaval aguanto el llanto y continuó –fue Claudia, que unos días antes de acabar el curso, mientras estábamos cenando en su casa, recibió un mensaje de Carlos, en el mensaje le ponía que no entendía como una tía como ella podía estar con un maricón como yo, Claudia al leer el mensaje, me preguntó que por que Carlos le decía eso, que si nos habíamos peleado o que había pasado, le dije que no sabía nada de el desde hacía tiempo y ella le contesto que por que cojones se metía conmigo, estuvieron manteniendo una conversación y de golpe, la cara de Claudia se quedó completamente pálida, tras unos minutos en silencio, le pregunté que qué le pasaba, yo estaba seguro de poder desmontar cualquier historia de Carlos, pero cuando le dio la vuelta al teléfono, me quede sin palabras– Cristian paro, esto ultimo lo había dicho con la voz muy temblorosa, al borde del llanto, pero en lugar de llorar, simplemente agacho la cabeza y se cayó.

Lucas le sujeto por la barbilla con sus manos y le levantó la cabeza clavando sus ojos en los de su amigo, y le susurro que no pasaba nada, que ya estaba bien, que no contara nada mas, pero eso causó en Cristian el efecto contrario, y el chico con valentía continuó:

–El cabrón de Carlos me había grabado aquel día en su casa con una cámara escondida y le había mandado el video a Claudia donde se me veía perfectamente como estaba haciéndole una paja– y tras decir eso, finalmente abatido por el dolor y la tristeza, Cristian rompió a llorar aun mas desconsoladamente que hacía unos minutos.

En esta ocasión, Lucas lo tuvo claro, e incorporándose un poco para alcanzar mejor a su amigo, abrazo a este con la intención de consolarle, le abrazo igual que una madre abraza a su hijo pequeño cuando este llora.

Cristian al sentir el abrazo de su amigo, se aferro a el con todas sus fuerzas, no quería que por nada del mundo le soltara, y, separándose un poco de su amigo, junto los labios con los de este, forzando un beso, que sorprendentemente Lucas no rechazó.

CONTINUARA

Aquí acaba la 8ª entrega de esta saga, la valentía que ha tenido Cristian para contarle a su amigo todo lo que le había pasado por salir del armario es de admirar.

Espero que a ninguno de los lectores que seguís esta saga, os haya pasado en vuestra vida algo parecido, nadie se merece ser rechazado por el echo de que su orientación sexual se separe de la que “dictan los cánones”.

¿Cómo creéis que terminara ese beso que Cristian le roba a Lucas?, ¿Cómo creéis que Lucas se tomara lo que su amigo le ha contado?, ¿Cómo creéis que esto afectara a la relación de los dos chicos, la fortalecerá o la debilitara?, todas estas respuestas y algunas mas, las encontrareis en el capitulo 9, que ya está apunto de salir del horno.

Muchas gracias por la aceptación que ha tenido el ultimo relato, el capitulo 7, me alegra un montón, que estos dos chavales os hayan hecho engancharos tanto a la saga, la verdad es que estoy disfrutando mucho escribiendo estos relatos, se agradecen un montón los comentarios que vais poniendo en ellos.

Y como dijo JORGE BUCAY “el tiempo que se disfruta, es el verdadero tiempo vivido” .

Con esto me despido hasta el próximo capitulo, un abrazo.