Capitulo 8
Empieza el juego
CAPITULO 8
Muy temprano en la mañana Sara despertó con una cara de ponqué que no tenía ya hace mucho tiempo. Hacer el amor con Nico la había hecho muy feliz trayéndole muy agradables momentos de cuanto compartía su vida con ella. Su relacionan nunca fue monótona Niko siempre sabia como sorprenderla, alegrarle el día o sacarle el estrés de uno malo, pero al final toda había cambiado y tenía que admitir que todo fue por su culpa. A pesar de eso aún tenía la esperanza de poder reparar las cosas que se habían roto, de que todo volviese hacer como antes de la llegada de Antonio. Pero toda esa felicidad se esfumo cuando empezó a buscar a la ojiazul dentro de su apartamento y solo hallo una nota
Rico el polvo
Pero no significa nada
Que te quede Claro,
mi amenaza sigue en pie
Me las vas a pagar todas juntas
BRUJA
Ya Sara no sabía qué hacer. Si terminar de enloquecerse o llorar hasta volver a quedar dormida, opto por lo segundo. Pero antes desconecto el teléfono de la casa y apago su móvil. Para ella no era un feliz cumpleaños y no quería hablar con nadie hasta la mañana siguiente cuando tenía que regresar a su horrible trabajo.
A Sara llegar a la oficina esa mañana le había parecido entrar al infierno. Después de llorar tantas horas el día anterior, dormir hasta las cuatro de la tarde, escuchar las quejas de Antonio a tempranas horas de esa mañana por el teléfono recriminándola por haber olvidado su propio cumpleaños y que a eso se juntaran las de su padre, solo le había producido un dolor de cabeza insoportable, unos ojos hinchados y una fuerte depresión que el simple hecho de haberse levanto de la cama le había pareció tan pesado como cargar un bulto de cemento.
- ¿Dónde estuviste todo el día de ayer? - Pregunto Antonio nuevamente tras pasar la puerta como un elefante escapando de un ratón. Al parecer haberle respondió varias veces por teléfono “que te importa” no lo había dejado satisfecho. Lo único bueno del día anterior fue no tener que soportar su comportamiento infantil. Pero hoy era momento de enfrentar su espantosa realidad, estaba comprometida con un tonto egoísta
- ¿Hoy si te importa? Porque antier parecías no estar interesado - Sara tomo el vaso de agua para poder tragar mejor el par de aspirina que con suerte detendrían pronto su dolor de cabeza, una no le había parecido suficiente
- ¿Que si mi importa? Nos vamos a casar y tú te desparece todo un día sin dar la más mínima explicación – En realidad a Antonio no le importaba demasiado o más bien nada donde se encontraba su prometida, pero a Camila le había parecido muy importante el hecho que se desaparecía de la faz de la tierra tan intempestivamente.
- ¿Sara podemos hablar? – Camila también se apareció sorpresivamente frente a ella sin anunciarse.
- (¿Porque siempre que tenía un mal día se aparecían las personas que menos quería ver?) – Se preguntó - ¡¿Es que a todo el mundo se le olvido tocar la puta puerta?! – La rubia ya estaba a punto de un ataque de histeria gracias a los reclamos de Antonio, y el hecho que la “señorita” Camila entrara sin llamar a su oficina la había sacado de casillas
- Lo siento, pero en verdad es muy importante – Esa forma de actuar de Camila era algo que en verdad la desconcertaba. Se le notaba a kilómetros que no los sentía para nada y que sus gritos le importaban un comino. La pelinegra siempre parecía mantenerse segura y tranquila sin importar las circunstancias
- ¿Qué quieres? – Camila se acercó para sentarse en el asiento libre frente a ella con toda la elegancia y prepotencia de la que era capaz. Sara muchas veces pensó que debió fijarse antes en Camila en vez de meter las patas con el cretino de Antonio por lo menos ahora tendría alguien interesante con quien follar o por lo menos pelear
- Ayer en la mañana recibe una llamada del gerente de compras de Azeisa Jhon Arias. Al parecer el dueño de la empresa cambio de opinión con respecto a recontratar los servicios con nosotros. Él Señor Fonzi quiere tratar el asunto personalmente contigo así que fijamos una reunión para hoy a las nueve de la mañana
- ¿Y porque nadie me aviso? – El dolor de cabeza de Sara se incrementó al escuchar la noticia. Ella no estaba preparada para recibir a nadie en esa mañana y muchos menos al hombre que podía sacar a su concesionario de una gran parte de sus problemas.
- Bueno Sara, intente llamarte varias veces ayer y todos tus teléfonos parecían estar apagados, intente comunicarme por Skype o Facebook y tampoco respondías, incluso te deje varios correos electrónicos, pero no diste señales de vida.
Era cierto todo lo que decía la gerente de Ventas. Ayer simplemente decidió desaparecer de la faz de la tierra y ni siquiera se había tomado la molestia de revisar sus mensajes electrónicos en la mañana. Y hoy precisamente que estaba deprimida, cansada y con un horrible dolor de cabeza tenía que cargar con las consecuencias – ¿Qué horas son? – pregunto
- Ya son las nueve – justo en ese momento todos escucharon como llamaban a la puerta
- Por lo menos alguien toca, pasa Julieta – la asistente personal de la rubia entro, con la sonrisa sincera que tanto la caracterizaba
- Señorita Sandoval la busca el señor Luis Fernando Fonzi
- Hazlo seguir
- Pero es que… No viene solo
- ¿Con quién viene?
La puerta se abrió totalmente para dar paso a la otra persona que venía con el acaudalado empresario
- Conmigo
Camila no podía estar más impresionada. Nicole era una persona increíblemente astuta. La apariencia simple y algo sumisa que mostraba cuando estaba junto Sara contrastaba enormemente con la personalidad calculadora que asumía cuando algo comenzaba a estar fuera de su control. Estaba asombrada con el as que tenía bajo la manga al igual que seguramente todos en aquella oficina. El padre de Nicole resulto ser el cliente más importante del concesionario, cuya propietaria y exnovia la había echado a patadas enviándola directo a una cárcel y ahora simplemente tenía a todos en sus manos, sobre todo a la susodicha. Pero como siempre Antonio era el único que no se había dado cuenta de nada.
- ¿Quién dejo entrar a esta ladrona aquí? – El tonto hermoso se había levantado de la silla increpando a la ojiazul
- Cállate Antonio y lárgate de aquí – Sara se levantó de la silla empujando a Antonio de la suya. Antonio quedo perplejo con la violencia de su novia y al no saber qué hacer miro a Camila como un tonto y esta le devolvió la mirada que decía eres un idiota que últimamente tanto veía en sus ojos. Y sin más salió de la oficina como un perro regañando.
- Con permiso yo también me retiro – Julieta también salió rápidamente, no queriendo ser testigo de la posible tragedia que podía suceder allí.
- Discúlpenos señor Fonzi – Camila se acercó a padre e hija extendiéndole la mano al canoso hombre – Yo soy Camila Esquivel gerente de ventas del concesionario y ella es Sara Sandoval la gerente general – Luego se dirigió a la más joven también saludándola con la mano - Me alegra verte tan recuperada Nicole – A Camila le alegraba en verdad verla recuperada, para ella Nicole tenía una cara preciosa con sus brillantes ojos azules, que ahora sabia a quien había heredado. Nadie podía negar el gran parecido que tenía con su padre que a pesar de su edad era un hombre muy atractivo
- Gracias Camila, si ves papá te dije que no todos aquí eran unos… En fin ¿nos podemos sentar? – Nicole ni siquiera espero la respuesta simplemente se sentó como pedro por su casa, indicándole a su padre que hiciera lo mismo
Obviamente Sara era la más sorprendida de todos, tanto que aún no había podido reaccionar ante ese giro que había tomado los acontecimientos. Nicole jamás le había dicho quién era su padre realmente. En los cinco años de relación muy pocas veces habían hablado de su familia y Niko solo se había limitado a decir que su madre había muerto, que tenía dos hermanos que vivían en Europa y que su padre era un ex militar muy ambicioso por ese motivo el hombre viajaba continuamente o estaba en compromisos sociales importantes y por esa razón no tenía mucha comunicación con él a diferencia de sus hermanos con los que se comunicaba por lo menos una vez a la semana, eso y algunas anécdotas era todo lo que conocía de ellos.
Después de pensarlo detenidamente Nicole nunca le había mencionado el nombre de su padre y a ella ni siquiera se le había hecho raro que su ex compartiera el mismo apellido con su cliente principal. Lo que ahora le parecía inverosímil si tenía en cuenta que lo único que Niki y ella hacían por separado en sus años de relación era celebrar las fiestas de fin de año con sus respectivas familias. Pero es que su propio padre solo era un viejo amargado, egoísta, preponte y borracho que siempre había odiado a Nicole, por ello asumió que el Padre de su novia podía sentir la misma aversión por ella, así que siempre había declinado las invitaciones para conocerlo.
- Claro, por favor tomen asiento – Sara también se encamino a su silla, estaba urgida por sentarse porque no paraban de temblarle las piernas.
Nicole se quedó observándola con una sonrisa guasona en su rostro. Le satisfacía que su ex estuviera sorprendida y hasta asustada de verla llegar junto a su padre, tanto que ni siquiera hubiese notado que ellos ya habian tomado asiento - Que gentil Sara pero por si no lo has notado hace cinco minutos que estamos sentados – Nicole adoraba esta situación, no podía dejar de sonreír como diciéndole a ese par de arpías y sobre todo a Sara las tengo cogidos de las… bueno de lo que sea
- Pues bien, señorita Sandoval he venido junto con mi hija a discutir los términos de un posible nuevo contrato, entenderá que la situación entre su empresa y la mía han cambiado, porque a ningún padre le gusta que se metan con sus hijos… – Después de todo ese espectáculo dantesco el señor Fonzi decidió comenzar con la negociación
- Señor Fonzi su hija fue la que…
- Déjeme terminar – El señor Fonzi estaba totalmente decidido a tomar el control de la conversación, se le veía muy enojado después del comentario fuera de lugar del idiota de Antonio – No vine a discutir la responsabilidad de mi hija sobre el robo sufrido a su empresa eso ya lo determinara el juez. Aunque por los últimos informes de nuestros abogados lo más seguro es que en pocos días se dicte un veredicto a favor de Nicole y eso creo que usted lo sabe ya que su denuncia carecía de pruebas directas y las circunstanciales ya se han desestimado. Así que cualquier duda que tenga al respecto infórmesela a sus abogadas yo solo quiero renegociar un nuevo contrato. Usted me dirá si le interesa o no
Sara quedo desencajada después de que escuchar los fulminantes argumentos del ex militar que por demás eran ciertos, ya sus propios abogados le habian confirmado que la pruebas que existían contra Nicole era insuficientes. Así que solo le quedo hacer de tripas corazón y seguir con la negociación - Tengo entendido que Camila les ofreció mejores precios y más beneficios, yo leí la propuesta y me pareció muy justa, no sé qué más podemos ofrecer.
- Puedes ofrecernos una sociedad – Dijo Nicole como si cualquier cosa – Veras Sara, a Papa le haría bien tener un socio estratégico como ustedes y a ustedes les haría a un más bien
Sara estaba muy tentada a responder que no necesitarían de un socio estratégico si ella no se hubiera robado su dinero, pero sabía que en su actual situación su furia no podía tomar el control. Sabía que si quería salvar su concesionario no era conveniente hacer enojar a un más a un hombre tan poderoso, así que solo se limitó a decir.
- No
- ¿Porque no? – pregunto la ojiazul esperando esa respuesta de antemano, sabiendo desde el principio que no sería fácil negociar con esa arpía.
- Porque no quiero
- Que brillante respuesta Sarita – Dijo con total sarcasmo, pero Camila intervino
- Sara será que podemos hablar a solas unos segundos – La ojiverde acepto más por la necesidad de alejarse de la mirada penetrante de Nicole que por querer hablar realmente con ella.
Ya en la oficina de Camila empezaron una discusión, Camila insistiéndole que era mejor eso que la quiebra y Sara reafirmándole que una sociedad con Nicole y su Papá iba hacer peor que la quiebra.
- ¿Qué crees que hará Nicole? ¿Olvidarlo todo y dejar las cosas como si nada? - pregunto Sara ya al borde de un ataque de pánico
- De cualquier forma, si busca cumplir con sus amenazas lo hará aquí o afuera, pero si la tenemos aquí por lo menos podremos vigilarla y actuar antes de que intente hacer algo
- No se Camila, No sé si pueda soportar tanta presión – Sara callo pesadamente sobre el sofá de cuero negro que la pelinegra tenía en su oficina. Este era uno de los peores días de su vida y hasta ahora estaba empezando
- Sara, como yo veo las cosas Nicole en estos momentos en más peligrosa afuera que adentro
Después de un tiempo largo Sara y Camila volvieron, para sorpresa de los allí presentes aceptando la oferta de la sociedad, claro que con algunas condiciones de parte y parte. La principal condición del ex militar, era que su hija pudiera tener dentro del concesionario una oficina propia para poder cuidar de cerca su inversión, además de un cargo obviamente en el área de sistemas ya que como programadora solo podía trabajar allí.
Sara no reparo en poner objeciones, las más importantes eran que si aceptaba que Nicole estuviera en esa área debía existir otra persona que pudiera controlar lo que hacía dentro de sus sistemas. Don Luis Fernando intento protestar, pero al final a Nicole le toco intervenir para que aceptara, estaba segura que ningún perro guardián iba a ser un gran obstáculo para ella y más previendo quien podría ser, lo más seguro es que fuera “Jorgito” el muy torpe primo de Antonio. Por último acordaron que el salario de Nicole sería más bajo del que tenía antes como jefe de sistemas, a eso también intento replicar el señor Fonzi pero a su hija no le importaba el salario que le quisieran asignar total ella no estaba allí por la paga.
Superando las tandas de demandas y objeciones el señor Fonzi se retiró de las oficinas sellando el trato con un apretón de manos con Sara y otro con Camila, volvería mañana a revisar el contrato para su firma final.
Gracias a todos por leer