Capítulo 78 .-EL NAUFRAGO

Un día llega un naufrago, un hombre hetero, a aquella isla de los muchachos. Hay que convertirle en gay sin que se de cuenta y antes de que note lo que pasa en aquella isla

La isla se encontraba lejos de todas las rutas comerciales de barcos y aviones. De hecho nadie sabía que existía fuera de ella. Era un atolón aislado, en mitad de un océano tranquilo, y el clima solía ser muy apacible todo el año. Pero la noche anterior se había desatado una fuerte tormenta, y no lejos de donde la isla se hallaba un yate de recreo que sufrió una vía de agua, y se hundió. En fragmentos del barco a la deriva iba Todd un guapo marinero que practicaba deporte de vela por placer.

Tras permanecer toda la noche a la deriva agarrado a unos fragmentos que quedaron de su embarcación, y ya con el mar en calma, pudo divisar a lo lejos lo que parecía tierra. Era la Isla de los muchachos. Faltaban pocos metros para llegar a la playa cuando Todd, que llevaba 15 horas a la deriva, se desmayó.

Todos estaban en la playa, bañándose y tomando el sol completamente desnudos cuando aparecieron los restos de la embarcación a la deriva y flotando sobre ellos el cuerpo de Todd. Enseguida los chicos corrieron a ver qué había pasado y otros alertaron a los mayores de la isla.

–Está vivo –dijo Tony cuando llegó a Todd, que se había desmayado.

–Hay que llevarle al interior del complejo –dijo Matt.

Los chicos trasladaron el inconsciente y harapiento cuerpo del naufrago al hospital de las instalaciones.

Todd, el náufrago, tenía 32 años. Era alto rubio, bien parecido. Un joven hetero, atlético, con cuerpo de gimnasio. Al que habría que convertir…

Horas después Todd recobró el conocimiento y apareció Andy, un joven médico, vistiendo su bata blanca con un bolígrafo colgado en el bolsillo de la misma, que le explicó lo que había pasado.

–No te preocupes, todo está bien. Estabas agotado y has pasado 12 horas durmiendo

Todd se encontraba en una camilla completamente desnudo, aunque le facilitaron una bata de hospital que apenas cubría nada y dejaba su culo al aire.

–No te quedaba casi nada de la ropa, sólo harapos. Te los quitamos para ver si tenías heridas y limpiarte tras hacerte una inspección visual. No tienes nada grave, apenas unos rasguños. Pero tendrás que permanecer 24 horas en observación.

–¿Donde estoy?

–Estás en un atolón. No te preocupes, cuando te recuperes te mostraremos las instalaciones.

Todd tenía inyectada una vía por la que le estaban suministrando drogas de sumisión para convertir al recién llegado muchacho en un nuevo pasivo. El suero de sumisión gota a gota, sin que Todd lo supiera, le estaba entrando en vena. Había que transformar a aquel chaval heterosexual en un nuevo sumiso que ya nunca más podría salir de la isla para no delatar su ubicación ni contar lo que allí podría ver que estaban pasando, aunque como entró inconsciente al hospital, no había visto que los muchachos de la playa que le rescataron estaban todos desnudos y teniendo sexo entre ellos. No se había percatado de nada.

–Te hemos puesto una vía con suero fisiológico –le mintió el médico a Todd–. Venías completamente deshidratado y necesitabas reponer líquidos.

En esos momentos entró Sergy, el enfermero, un joven rubio cachas, que vestía una sexy bata blanca y un pantalón blanco holgado, que traía la comida a Todd.

–Humo ¡¡qué bien huele!! –exclamó Todd hambriento

La bandeja mostraba muslos de pollo humeante con patatas y pimientos. Lo que ignoraba Todd es que la dieta que le habían preparado llevaba productos astringentes para provocar estreñimiento. En el ano puede entrar algo del mismo tamaño de lo que puede salir, y había que preparar el ano de Todd a que pudiesen entrar en él cosas grandes, por eso iban a provocar que se estriñese, para que notase los efectos de algo grueso y duro en su culo. (era la segunda parte del plan de sumisión)

El medicamento no tardó en hacer efecto. Cuando Todd fue al baño vio que el inodoro se limitaba a un agujero en el suelo, en el que tenía que cagar en cuclillas.

La dieta astringente hizo que le costase cagar. Algo muy muy duro empezó a salir con mucho esfuerzo. Todd sudaba. Aquel chorongo suyo era como un dildo, pero saliendo. Y tan duro estaba que Todd se empalmó al cagar. Nunca había experimentado nada de eso. Incluso cuando aquello salió de su ano de su pene brotó pre-semen.

Durante el rico pescado de la cena Todd recibió una nueva dosis de astringente que le mantuvo aún más estreñido al día siguiente. Y cuando Todd recibió el desayuno, en el chocolate ya le habían vertido una nueva dosis. Así que cuando volvió a ir al año a pesar de que la posición en cuclillas era mejor para evacuar, Todd empezó a sudar porque aquello no salía de lo duro que estaba. Era un chorongo duro y gordo. De hecho Todd casi lloraba. Tuvo que empujar con fuerza para que aquello saliese. Y cuando salió lo hizo con dolor causándole pequeñas heridas debido al grosor y dureza de aquel chorongo. Cuando lo consiguió, cuando consiguió cagar, sintió gran alivio. Todd miraba el tamaño de aquello que había cagado y no se lo creía. Asimismo estaba muy empalmado y de la punta de su pene manaba semen. De hecho había expulsado unas gotitas de semen al expulsar el chorongo.

Todd cagaba cada vez duro. De hecho le costó cagar, aunque lo hizo con gran fuerza, provocándose pequeñas heridas en el ano al expulsar aquellos duros y secos excrementos.

La dieta estaba basada para que cada vez sus excrementos fuesen más duros y gordos, por lo que Todd sudaba al cagar. Tanto que lloraba. Y así que Todd se preocupó y cuando Andy, el médico, apareció para darle el alta, así se lo dijo al médico.

–Doctor, estoy muy estreñido. Me cuesta evacuar.

–No es raro –le tranquilizó el doctor–. La deshidratación, las horas en el mar que pasaste a la deriva… Te voy a recetar esta crema para que con ella te untes el ano antes de evacuar.

La crema era luna que hipersensibilizaría el ano y lo refrescaría, aunque Todd no lo sabía. El doctor también le recetó lo que Todd creía que eran varias microdósis de laxante, un pequeño tubito de plástico con una cánula que debía Todd insertarse en el ano, y apretar para que una vez introducida dentro de él, entrarse en su intestino el contenido. Era el gel de sumisión que sin Todd saberlo él mismo se aplicaría durante las próximas semanas.

(continuará).