Capítulo 70 …y ser amado

Intercambio de roles. Tras follarse Tomy a Gary en el capítulo 69, es ahora Gary el que toma las riendas de la situación y se folla a Tomy

Gary terminó de besar a Tomy a la par que el pene de este salió laxo de su ano, que cerró con todas sus fuerzas para no perder el liquido vital que le acababan de inseminar, por si pudieran quedar resquicios sin ser absorbidos. Ser follado te daba más fuerza (y juventud, y vida). Follar te la quitaba. Los egoístas de la isla sólo querían ser follados. E incluso engañaban a gente para que les follara, y gente, llevada por la pasión y el deseo, follaba a todo quisqui perdiendo su líquido vital y muriendo. Sin embargo lo más normal era corresponder a tu amado y establecer un intercambio 1:1. Tanto los consoladores como los supositorios, como todo, estaba así programado (recordad que en los primeros episodios explicamos que en los vestuarios había unos consoladores que podías sentarte en ellos, en los vestuarios, y que dicho consolador te inyectaba un o unos supositorios -hasta 6, según tú o tu compañero decidieses o programases- que tenían una parte azul te daba ganas de follar, y una segunda mitad o parte blanca de ser follado. ) Dichos consoladores no se necesitaban. Normalmente los chicos eran vigorosos y estaban bien dotados, e iban siempre empalmados por la isla. Pero esta práctica excitaba más a unos al sentirse dominados. Cada supositorio, azul y blanco, tenía un efecto de 5 minutos, dos minutos y medio a cada parte o lado. Es decir, si te introducías por el ano el supositorio azul y blanco por el lado azul, la parte azul viagra era la primera que te hacía efecto, empalmándote. Y pasado ese tiempo te hacía efecto el lado blanco, relajándote para ser follado por tu pareja. Normalmente estas prácticas sexuales de dildos y supositorios metidos o inyectados por el dildo, se hacían en los vestuarios interiores, y por parejas, mirándose un chico a otro. Y uno decidía follar y luego ser follado y en función de eso orientaban el supositorio y se metían primero el lado azul o blanco, siendo al revés en su pareja. Y dependiendo el tiempo que quisiesen follar, empleaban de uno a cinco supositorios (5, 10, 15, 20, 25 minutos y hasta media hora por cada lado).

No hacían falta supositorios inyectados por consoladores. Los muchachos se empalmaban sin querer viendo la belleza de sus compañeros de alrededor y se pasaban todo el día queriendo follar y ser follados. Normalmente (como contamos con Mark y Adrián en los episodios 3 y 4), los que usaban los consoladores anales eran los muchachos más jóvenes en sus primeras experiencias sexuales. Ir a un vestuario, sentarse en un banco o escaño de madera, incluso ponerte sobre él en cuclillas, y dejar que un consolador entrase en tu ano mientras que veías en el banco de enfrente que le pasaba lo mismo a tu amigo, era super-excitante. Incluso algunas parejas se cambiaban los mandos e inyectaban los suyos en el ano del otro tomando el poder. Pero estas experiencias servían también para asegurarse el intercambio 1:1 de fluidos, porque el que primero se empalmaba luego terminaba sedado (tantos minutos como había permanecido empalmado –porque después de actuar el lado azul del supositorio, hacía efecto el lado blanco). Y al revés, en el que primero había sido follado, porque se había metido primero el lado blanco del supositorio, relajándole, cuando se le pasaba el efecto del lado blanco se empalmaba, y se follaba al compañero que lo había follado. Y así no había manera de escapar asegurándose el intercambio (porque los había muy putas que querían recibir una dosis de semen sin dar la suya a cambio).

Tommy y Gary ya eran mayores, y eran más responsables. Gary acababa de ser follado y en su madurez de adulto estaba devolverle el favor a quien lo había follado: Tommy, que ahora yacía extenuado tras haberle dado 6 corridas.

Gary tenía su pene medio tieso, y se lo metió en la boca de Tomy, que yacía tumbado en el césped. Tommy asumió como parte del intercambio que Gary le quería corresponder (lo podía haber dejado allí tirado, y sin fuerzas e ir a que lo follase otro ganando más vida y más fuerza recibiendo más dosis de semen y no dándolo). Pero Gary era un tío legal, y la verdad se sentía atraído por Tomy, el que lo había follado con aquel pene acabado en punta, como nunca lo habían hecho en la vida. Y quería corresponderle.

Tommy chupó el pene de Gary que se puso todo enhiesto.

¡¡Ostras!! si parecía que era más pequeño del suyo, Tommy se dio cuenta que eso era porque Gary estuvo medio empalmado. Cuando se la chupó y Gary se empalmó del todo, vio que aquella herramienta, más gorda y ancha que la de él, crecía hasta los 21 centímetros.

Tommy sintió miedo, pero a la par excitación.

Gary no se lo pensó dos veces y sacándole ya su dl todo empalmado pene de la boca, giró a Tommy y le puso boca abajo, y se colocó sobre él colocando su descapullado pene entre las nalgas.

Tommy abrió los ojos como platos sintiendo miedo. Nunca le habían metido una polla tan grande. La más, como la suya, de 19 centímetros.

Gary masajes los hombros de Tomy como relajándole y escupió, en cuclillas detrás de él, saliva en el culo de Tomy que fue espaciando con su pene que pronto estuvo resbaladizo y empezó abrirse paso entre las nalgas de Tomy.

Gary sabía lo que hacía, y fue poco a poco, centímetro a centímetro, pausado, taladrando a Tomy

Tommy notaba como le penetraba el joven imberbe al que hacía poco se había follado, y que calzaba una herramienta tremenda.

8

10

12

14… 15 centímetros.

Gary se la sacó un poco y se la volvió a meter. Su capullo se veía bien lubricado aunque escupió otra vez y se la volvió a meter. Iba metiendo con su polla saliva en el ojete de Tomy, lubricándolo

Esta vez llegó a los 16 o 17 centímetros y se la volvió a sacar entera y volvió a escupir abundante saliva sobre el agujero en mitad de las nalgas de Tommy, antes de volverlo a taladrar.

Tommy notaba la gorda polla de Gary ahora completamente empalmado, que le hacía masajes con las manos en los omoplatos para relajarle y que se tranquilizara.

Así con menos miedo, más relajado, Gary metió 18 centímetros de su polla en el culo de Tommy que yacía en el césped y se estaba empezando a empalmar de nuevo

Gary sacó de nuevo toda su polla y volvió a echar saliva. Y esta vez ya no paró… 18… 19… la cara de Tommy era toda una expresión… 20 (Tomy puso cara de dolor), y 21 centímetros.

Gary tenía clavada toda su polla dentro de Tomy.

Le dio un descanso para que se adaptara y, ahora sin sacársela del todo, empezó un mete y saca cada vez más y más profundo.

Tommy gemía de placer.

Tommy recobró fuerzas y se puso a cuatro y Gary se lo folló a lo perrito, postura que aún lo excitó más porque le dio unas cachetadas en el culete a Tommy, domesticándolo. Tommy gritó y esto le excitó más y se lo folló con más fuerza.

Gary se estaba a punto de correr y cogió impulso hacia atrás y de un arreón definitivo se la clavó entera a Tomy, y agarrándole de las dos manos las caderas no le dejó mover ni escapar. Le tenía inmovilizado con su pene dentro, dentro profundo en los intestinos soltando trallazos de lefa.

Tras breves segundos Gary movió su culo hacia atrás y le dio dos y tres estocadas a Tomy con más ímpetu, soltándole un nuevo trallazo de lefa en el interior de sus intestinos cada vez que lo taladraba. Así hasta que al sexto cayó exhausto sobre su espalda.

Ambos yacieron de nuevo tumbados sobre la hierba, Gary encima de Tommy, y con su pene dentro.

Les habían enseñado en la Academia que el pene que eyacula debe sellar el ano de quien está siendo follado hasta que los intestinos absorban todo el semen con el que les acabas de impregnar. Y es por ello por lo que Gary, sin fuerzas, mantuvo, yaciendo sobre la espalda de Tomy, hasta que su pene, laxo, salió sin fuerza del culo de Tomy que se lo besó lamiendo de su glande los últimos hilillos de semen, y se los intercambió a Gary dándole un beso en la boca.