Capitulo: 7 dog

Para desengancharse de la adicción a los dildos Eric ha de probar algo superior que le satisfaga su gran deseo sexual... y es el sexo con animales

A veces tras el quinto polvo y recibir su dosis de Tom, Karl libraba y podía irse ‘a casa’ o a disfrutar de las instalaciones de ‘el complejo’. Podía tener sexo de nuevo con quien quisiera siempre teniendo en cuenta que lo mejor era recargarse. El trabajo de los dadores era muy agotador pero necesario. Lo mismo pasaba con el trabajo de Tom, que también necesitaba ser follado al menos una vez al día. Había veces que un dador de nivel 2 recibía de un dador de nivel 1 (recordad que se podían echar 5 eyaculaciones o polvos y que con sólo 1 te recuperabas). Pero para eso estaban los dadores de nivel 3. Llegar a nivel 3 era ser más selecto. Eran la élite de la élite. De hecho en la vida de Tom uno de los que se follaba a lo largo de su jornada laboral –los dadores de nivel 2 echaban 5 polvos– era a su jefe: Oren.) Oren tenía ya un apartamento de lujo en ‘el complejo’. Habían sido muchos años de esfuerzo abriéndose su ojete con consoladores de todos los tamaños para llegar a alcanzar el nivel 3. De hecho Eric, adicto al dildo, tenía aún una oportunidad de escapar de su cubículos en donde era ordeñado de semen cada hora. Ser follado por un dildo de mayor tamaño te ascendía inmediatamente a un nivel superior. Igualmente para escalar a follador o dador de nivel 3, había que tener mucho trabajo y constancia abriéndote el ojete. Tras autoempalarse en un consolador inmenso el siguiente nivel era ser follado por un perro. Los perros tenían mayor cantidad de semen y mayor vigor follando. Había unas habitaciones en ‘el complejo’ donde uno entraba agachado y a cuatro patas. El pasillo era muy estrecho pero acolchado. Los chicos que entraban a esta zona o nivel lo hacían tras haber recibido en su culo el dildo más grande y una droga de inducción y sometimiento.

Los chicos entraban completamente desnudos a esta zona especial. Se encontraban tras un pequeño laberinto en el que debían gatear. Cuando doblaban una esquina un spray les rociaba con algo (que ellos no sabían pero era olor a estro con el que impregnaban su espalda y culo. Los niños seguían avanzando y doblaban un recodo hasta que delante de ellos había un muro o puerta cerradas que no se podían levantar ¡¡ESTABAN ATRAPADOS!!… y de repente un dog venía por detrás y los follaba.

Había perros diferentes con tamaños de polla diferente. El chico podía elegir qué tamaño le iba a follar e ir poco a poco ampliando.

Los perros, que olían las hormonas de perra en celo, que era lo que el spray había vertido sobre el cuerpo -espalda y culo desnudos de los muchachos-, les follaban frenéticamente hasta alcanzar el orgasmo y correrse. Después estaban unos minutos unidos por el nudo y cuando el perro se desenganchaba la puerta que había delante del niño se levantaba como una compuerta, y este podía salir a una nueva estancia de ‘el complejo’.

Una follada de un perro te sacaba de una adicción como la de Eric de ser follado cada hora. Normalmente Si una corrida de un hombre con testiculos enormes que no se había corrido en una semana, te daba hasta 20 días sin necesitar ser follado, que un perro de tamaño mediano se corriese en tu culo te daba la independencia de mes y medio sin necesidad de semen. Eric lo iba a tener difícil pues su adicción a dildos era muy grave. Que un mastín le follase su culo solamente le quitó el síndrome de abstinencia por un día entero ¡¡Un día entero sin ser follado cada hora!!.

Necesitaba ser follado por un perro más grande para volver a la normalidad del resto de niños de ‘el complejo’ así que decidió volver a meterse a gatas en el laberinto, y ser follado esta vez por un San Bernardo. A Eric esta segunda follada canina le sacó de la abstinencia por una semana.

El perro de esta raza es capaz de romper el culo de un hombre muy macho, pero Eric estaba tan acostumbrado a folladas que lo recibió bien. Un San Bernardo te daba dos meses de independencia de la dosis de semen. La tercera prueba era ser follado por un cerdo. Los cerdos tienen la polla fina y alargada y parece un sacacorchos. Además soportar a cuatro patas, en posición de perrito, el peso de estos animales encima de uno era una experiencia difícil de soportar y no apta para todas las personas. De hecho a esta sección de ‘el complejo’ no podían acceder personas de menor edad… pero Eric ya tenía 20 años y un culo muy dilatado a base de recibir una polla de goma cada hora en el último año, y lo soportó.

La corrida de un cerdo es bestial. Este llenó todas las tripas y hasta el estómago, de semen, a Eric. Los 3-5 meses de independencia sexual que da un bicho de estos en una follada anal a Eric le dio 15 días de vida. Se estaba desintoxicando!!

Antes de salir del complejo ‘Granja animal’ Eric pasó otras dos pruebas: ser follado por un burro, que a una persona normal le daba una dosis de semen de 6 meses de independencia y a Eric le dio un mes. Y para rematar un caballo. Para ser follado por un caballo Eric quedó con el culo al aire casi de pie, con la cabeza inclinada en una mesa con un agujero. El caballo se montó encima de él y Eric soltó un alarido tremendo. Las paredes acolchadas del complejo a parte de para no dañar a los humanos cuando andaban gateando y de rodillas, servían para esto: para amortiguar el sonido y que no se escuchara nada. Nadie, fuera de este sector, sabía lo que pasaba. De hecho sólo podía entrar quien quisiera ascender a dador tras unas duras pruebas de ser follado anualmente y drogado en muchas ocasiones.

La independencia que daba en cuanto a abstinencia seminal un caballo era de un año o año y medio. A Eric le sirvió para dejar de depender sexualmente de ninguna droga y de ninguna máquina. Eric había superado todas las pruebas y había sido totalmente recargado. Había pasado de ser un yonqui dependiente de drogas e inyecciones en su culo y brazo cada hora, y de ser follado y absorbido su semen por una máquina, a ser un hombre libre otra vez, con una carga de semen super completa que le obligaba a partir de ahora a follarse a chicos: 10 chicos al día durante los próximos 10 años, y si necesitaba recargar, tenía a su disposición a Tom, un negrazo cachas con denso pelo de lana y una polla muy gorda, que se lo presentaron como su follador o dador de nivel 2. Eric pasaba a disfrutar así de un mini-apartamento y podía elegir incluso a los muchachos que se quería follar y darles su carga de semen, en su ahora recargado culo por un año.