Capitulo 60.-el violador violado

La isla se dividía en dos grandes clanes: los que follaban y los que eran follados. Y en esta historia descubrimos que nada es como aparenta ser, y que quien cree ser el violador, es el violado.

Iba caminando por una calle de ‘El Complejo’ cuando, de repente, alguien le agarró por la espalda y, sin que se diera cuenta, sintió un pene en sus nalgas que le atravesó el ojete.

Ayyy -gritó de dolor y de sorpresa

El gritito excitó aún más a su violador que le embistió con más fuerza.

Ten había sido penetrado y no sabía por quien. No le había visto la cara, pero tenía una polla gorda en su culo. El ir desnudos o semidesnudos, a veces provocaba esto. A parte, todos los bañadores tenían un agujero en el ojete que daba fácil y rápido acceso a él, sin necesidad de bajarte los pantalones.

El violador embistió con más fuerza

El pene era grande y largo

Una vez llegó a su final empezó un rápido mete y saca como un conejo, de espaldas a Teo, que se dejó hacer.

Como ya hemos contado en estas instalaciones futuristas de ‘El Complejo’ donde solo había hombres, el semen era un líquido vital, y aunque cualquiera pudiera creer que a Teo le estaban violando, porque él no había permitido esa penetración que estaba sufriendo violentamente, lo cierto es que iba a recibir una nueva dosis del tan ansiado semen, gratis, así que, poniendo en práctica las técnicas que había aprendido en la escuela, empezó a quejarse como que le dolía, para excitar aún más a su violador, y que le siguiera penetrando, hasta absorberle analmente su corrida.

Ay, ay… ohhh… duele… ¡¡qué gorda la tienes!! para

Esto excitó más aún al violador, que arremetió con más fuerza y más profundamente en el culo de Teo con su largo y grueso miembro. Que es lo que quería Teo.

Dioss

Por favor

Paraaaa…. No me violes

Cabronnn…. -fingía gritar Teo saliéndole alguna lágrima, esta sí real, del dolor de la súbita e inesperada embestida.

Ten decía todo lo contrario de lo que pensaba. Él pensaba ‘qué bien! una nueva dosis de semen. Me va a hacer más fuerte y vigoroso’

Esto lo ignoraba completamente quien estaba metiendo su larga polla en el rico culito de Teo al que tenía agarrado por la espalda inmovilizado en un sorpresivo asalto, y al cual follaba con gran furia y rapidez hasta que se corrió.

Hmmmmmm… -gimió apretando y aprisionando más fuerte aún a Teo el violador en el momento de su corrida anal, para que Teo no se escapara, y recibiera todo su semen. Los dadores creían todo lo contrario que los recibidores. De hecho necesitaban liberar su semen varias veces al día porque producían un exceso. Los recibidores era al revés, carecían de esta hormona, y necesitaban ser follados, y para ellos el tener una dosis de semen anal o bucal era imprescindible (aunque cada clan ignoraba la forma de ver el mundo del otro).

Hmmmmm,hmmmmm ooohhhh -gemía el violador apretando fuertemente a Teo contra su pene, sellando su ano, mientras su miembro descargaba 3 corridas en el culo que acababa de violar.

Ohhh

ohhh

ahhh

final de descarga

El violador permaneció así unos segundos, apresando a Teo, inmovilizándolo. Le había abordado de espaldas, no se habían visto las caras.

Los minutos posteriores a la corrida eran vitales. Necesitaba impregnar, inseminar a su presa. (creía el dador). Necesitaba absorber por una ramificaciones que tenía dentro del ano todo el semen (pensaba el recibidor). Si tras la corrida se separasen ambos -el que daba y el que recibía–, inmediatamente, se corría el riesgo de que el semen escurriese fuera del ano follado, por lo dilatado que estaba con la penetración, por lo que los folladores habían sido instruidos en ‘atrapar’ y amarrar a lo que ellos creían víctima hasta que el semen se hubiese asimilado por el culo del ser follado.

Una vez pasaron estos minutos en el que cazador tenía atrapada a su presa por la espalda con su pene dentro de él, tras haber descargado, sacó su pene flácido de la víctima y corrió entre las sombras escapando de su hecho delictivo para que no le viese el rostro quien había sido follado.

Ten, sin embargo, no lo veía así. Permaneció aún unos instantes con el culo en pompa semi en cuclillas tras huir su presunto violador. Se incorporó y de pié, esbozó una sonrisilla maléfica para la cara de santo que parecía tener aquel joven y encantador chaval.

Había robado, con su atractivo, una dosis de semen vital a un incauto que se creyó violador.

Teo ganaba fuerza (al recibir semen tras haber sido follado). El presunto violador huía cansado.

Los folladores muchas veces eran ignorantes de por qué con cada corrída terminaban exhaustos. Sin embargo en su cerebro sólo pensaban que tenían que follar y se creían superiores por hacerlo, sin darse cuenta que con cada descarga se iban debilitando.

El semen era un líquido vital que no sólo daba fuerzas a quien lo recibía, sino que le hacía parecer más joven. Y al contrario, quien lo perdía se debilitaba y envejecía y moría si perdía mucho.

…quizás por eso la isla estaba solo poblada de gente con aspecto joven.