Capitulo 4: primera enculada

Mark y Adrián ya están en los vestuarios de 'el complejo', donde tras los preliminares deciden probar el morbo de sentarse uno frente a otro y ver sus caras mientras un dildo les taladra el ojete

Mark se puso en pie y se puso un calzoncillo blanco. En los vestuarios los chicos tenían todos en su taquilla un sexy calzón blanco que se vestían para estimular la líbido en sus juegos sexuales y hacer streaptease, marcar polla, o hacerse caricias a través de la erótica tela blanca.

Ahora le tocaba a Adrian. Era una ley no escrita que había que ayudar a los compañeros. Adrián había tenido sexo antes. De hecho aquella mañana antes de encontrarse con Mark en el comedor, había echado dos polvazos y su nivel de semen era muy bajo, así que terminó exhausto tras aquella gran comida de Mark. Mark se dio cuenta. Sabía que Adrián, que lo había dado todo por él, que le había dado el néctar de la vida, estaba en niveles bajos. Con lo que esta vez Mark se quedó de pie con este calzoncillo blanco que Adrián se apresuró a bajar haciendo saltar la verga rolliza de Mark. Adri se la metió en su boca y empezó a mamar como si fuese su vida en ello (algo que en el fondo era verdad: tres polvos en un día para un chico de su edad le llevaban a los límites de estado vital). Adrian necesitaba semen y empezó a succionar, succionar, succionar… hasta que los huevos inmensos de Mark empezaron a soltar trallazos y trallazos de néctar en la garganta de Adrian.

Ahhhhhhggg Ohhhhhhh Diossss mio -gritaba Mark de placer con Adri arrodillado, sus slips a las rodillas, y teniendo la corrida de su vida.

Adrián recuperaba el color pálido con cada trallazo y de un blanco albino paliducho de cara enfermiza, que cogió en su última pérdida seminal con Mark, empezó a verse de un lindo rosado.

Mark, como ya habíamos dicho, tenía una gran reserva de semen por su anterior encuentro sexual con un adulto… reserva de semen vital para 20 días, y no se había cascado una paja en días, por lo que tenía sus huevos repletos de liquido seminal revitalizante para Adrian.

Adrián tenía aún un menos dos de reservas de semen por los dos polvos que había echado esa mañana. Había recuperado uno y medio con la gran corrida de Mark, pero quería más de ese lindo querubín, y le propuso ir a los dildos del vestuario.

Se sentaron enfrente el uno del otro. Sabían qué iba a pasar. Mark recuperaría un poco de dosis seminal, y Adri también, pero a lo que quería jugar Adrian es a follar. Quería que Mark lo follara y le dejase en sus intestinos más de ese líquido vital… para recuperar al 100% fuerzas. Mark no había follado a nadie, y Adri había tenido experiencias de follar pero no de dejarse follar. Así que iba a ser una experiencia nueva para los dos.

Adrián explicó a Mark que quería que lo follase. Así que a Mark le tocaba sentarse en el dildo y pulsar el botón azul. Adrian pulsaría el botón blanco.

Ambos se sentaron uno enfrente del otro. El dildo de sus bancos salió y primero brotó fluido relajante y estimulante a la par que lubricante. De la punta de ambos dildos, que estaban en la gruta anal de ambos muchachos, pero aún sin penetrarles, brotaba un montón de lubricante… lubricante mezclado con relajante… Tanto que sin que se dieran cuenta de pronto los dildos que habían emergido del agujero del banco, subiesen y subiesen penetrando sus culos.

-Aggggghhhh gritaron ambos chicos. Gritos de placer porque estaban siendo perforados. La sensación era nueva para ambos ya que si Adrián ya había estrenado su pene y eyaculado dentro de jóvenes culos de 21 y 22 años, sobrevivía chupando semen y nunca había dejando que nada le perforase su ano. Mark era completamente nuevo en esto. No había sido nunca follado y tampoco había follado a ningún chico (aunque tenía la misma edad que Adrián: había sobrevivido chupando penes de adultos, sobre todo adultos mayores con bolas grandes y muy cargadas, cuya corrida lo dejaban sin necesidad de volver a chupar en los siguientes 20 días).

Una vez el dildo estuvo completamente en su interior ambos chicos se lanzaron una mirada cómplice y vieron cómo sus penes habían endurecido a medias reaccionando a tal excitación anal. Ambos pulsaron el botón que tenían a su lado, y el dildo que tenían insertado a fondo en su ojete, lanzó dentro de su ano un supositorio azul y blanco y blanco y azul.

Ya estaba todo hecho: iba a ser su primera experiencia sexual.

Mark quedó mirando fijamente a su amigo, que se había sentado enfrente y seguía con el dildo insertado en su culo. Él también seguía sentado en el banco con el dildo en el interior del ojete. Le excitaba ver la cara de su amigo, las muecas que había puesto mientras era penetrado con el dildo, y ver cómo la polla de su amiguito reaccionaba con la incursión anal de aquel objeto de látex.

Poco a poco el supositorio que se habían lanzado en el interior de su culo se empezó a disolver y actuar. Adrian se fue relajando y se fueron quedando sus ojos medio en blanco. Mark empezó a notar una calentura en su pene. Y la polla de Mark empezó poco a poco a agrandar y ponerse dura. Así que se levantó, saliendo el dildo de su ojete. Inmediatamente el dildo se autolimpió y se volvió a esconder en el banco del vestuario como si nada hubiera pasado. Mark se acercó a Adrián, lo incorporó cogiéndole de los sobacos, y lo levantó. El dildo de Adrián, al igual que el que había jodido a Mark, se autolimpió y se ocultó en el escaño. Mark llevo a su amigo a la mesa camilla que había en el centro del estuario en la que instantes antes Adrian se había sentado mientras él le hacía una mamada.

Adrian lo besó. Un beso con saliva y luego con lengua. Mark abrió la boca para que entrase en ella la lengua de Adrian en un beso profundo y excitante. La polla se le estaba poniendo dura, más dura que nunca. Habían pasado 3 minutos y había hecho efecto la viagra. Chicos de esta edad no necesitaban nada que les pusiese el pene erecto, pero los supositorios eran universales en todo el complejo, y así estaban preparados: mitad azul viagra erectante y la otra mitad de color blanco relajante. Era la única droga que podían tomar y que a veces servía para violar a alguien.

Al mismo tiempo Adrian se había relajado completamente y yacía, aunque completamente consciente, como un saco de patatas encima de la camilla donde le dejó Mark… El culo de ambos seguía lubricado y con la excitación completa de Mark, incentivada por la droga del supositorio, hizo que no se pudiese aguantar ni pudiese pensar (de eso trataba el propósito de los supositorios anales de los dildos). Y la polla de Mark, que acababa de levantar las piernas de Adrian sobre sus hombros, empezó a perforar sin dificultad el culo de su amigo, lubricado por el consolador anal. La excitación de Mark iba en aumento. Tenía entre sus brazos a un chico guapo. Tenía que ayudar a su amigo, que le acababa de dar su penúltima dosis de néctar vital en la anterior mamada. Tenía que ayudar a su amigo a recuperarse. Tenía que correrse y darle su liquido vital a modo de intercambio. Adrian había estado muy débil tras tres corridas en ese día… así que Mark lo empezó a follar, follar y follar.

Terribles embestidas. Profundas embestidas… hasta que unos minutos después, Mark, con los pies de Adrian sobre sus hombros, dio una última estocada y metió su polla hasta que sus huevos gordos y repletos de semen tocaron el perineo de su amigo, y estallaron dentro y en lo más profundo de él, uno, dos , tres, cuatro y hasta cinco trallazos…

El efecto de la primera droga de los supos se estába pasando… (por eso los chicos más expertos, para aumentar el tiempo, se inyectaban en vez de uno, dos o tres supositorios). A Adrián, que había recibido la cogida de su vida de su amigo del comedor, se le dibujó una sonrisa de placer y felicidad… Los cinco trallazos de semen de Mark en su interior le dejaron al 100% recuperado y revitalizado: había conseguido su objetivo: follar con el precioso querubín rollizo, de pelo ensortijado de color rojo, de Mark. Había conseguido el primer intercambio seminal de Mark (Mark nunca había follado a nadie y él nunca había sido follado). Fue todo un placer para este chico haber sido desflorado por un querubín de pelo rizado. Pero Mark no sólo le había dado de mamar a Adrian hacía unos momentos, sino que le había soltado una profunda y gran corrida a Adrian… y ahora el que estaba débil por estas dos grandes y abundantes descargas, era Mark. Adrián se dio cuenta y pensó que eso lo había que equilibrar. Quería mucho a su amigo, y no quería que se muriese entre sus brazos, vacío de líquido vital. Pero por eso el propósito de los dobles supositorios… El de Mark había empezado a actuar… y mientras estaba flácida su polla, que acababa de descargar en el culo de Adrian cinco grandes trallazos de lefa, su culo se había empezado a relajar. Al contrario el supositorio de Adrián, insertado al revés, el efecto del polvo blanco se le había pasado y ya había no sólo recuperado sus fuerzas al 100%, sino que con las dos corridas de Mark estaba hecho un torete y necesitaba aliviar un poco su almacén de semen (el mundo de la isla funcionaba en el equilibrio: si bien perder 5 veces semen en un día podía ser mortal, tener un exceso de semen también te podía dañar.).

El pene de Adrian, el largo pene de Adrian, que recordemos era 3-4 centímetros más grande que el de Mark, estaba sufriendo el efecto estimulante de la viagra anal… así que abrazó fuertemente a su amigo Mark, le devolvió un profundo beso con lengua, y le giró en la camilla, dejándolo ahora panza arriba. Para exponer el culo de Mark hizo lo mismo que Mark había hecho con él: levantarle las piernas a sus hombros. Eso le dio una completa visión del culazo de su amigo.

-Nooooo, Adrian -gimió Mark debilitado. No me folles con esa gran polla. Es mi primera vez y me vas a taladrar. Es mucho más larga que la mía.

-Te quiero, Mark. –le respondió Adri–. Nunca te haría daño.

Así que Adrián decidió poner a su amigo a cuatro patas porque de la otra postura, en la camilla, ciertamente, su pene podía llegar demasiado profundo y dañar, a pesar de toda la droga relajante, a Mark.Y a perrito Adrian sabía que su penetración no iba a ser tan profunda como frente a él.

Con Mark a cuatro patas Adri se puso detrás de él y empezó a meterle la punta.

-Agggh dio un resoplido de placer relajado Mark cuando sintió que el glande de Adri había traspasado la frontera de su ojete.

-Mmmmmm más. (El efecto del relajante blanco del supositorio empezó a hacer que Mark no sintiese dolor sino placer, y quería que la polla larga de su nuevo amigo Adrian entrase más profundamente dentro de él).

-Maaaasssss, suspiró.

Y Adrián, poco a poco, sin problemas por el lubricante que aún quedaba de cuando le penetró el dildo, en el culo de Mark, le empezó a meter toda la polla hasta el final.

-Ugggg -dió un respingo Mark cuando tocaron los vellos púbicos de Adrián su culo. ¡Qué delicia!! ¡Qué polla tienes!! ¡¡Follame Adri!! ¡¡Te amoooo!!

No hizo falta más. Adrián empezó un mete y saca dentro del culo de Mark, a lo perrito, en las hipersensibilidad por el dildo paredes anales de Mark, hasta que minutos después se empezó a correr.

-Oooggghhhhh ¡¡¡Mark!! ¡¡Qué culazo tienes!! ¡¡Me corroooo!! ¡¡Mee voy… me voy… te llenooo!! -y soltó Adrian un lefazo…un fluido continuo de lefa dentro del culo de su amigo… El semen empezó a fluir de su polla en el interior de los intestinos de su amigo como un rio, sin parar… en un grito acompasado de placer, que soltaron ambos a la vez. Adrian quería que su semen no se derramase y agarró a Mark de las caderas para fijar su semen dentro como los perros con la bola o nudo, hasta que los intestinos de Mark empezaron a absorber su semen / liquido vital y a él se le empezó a bajar la erección.

-Adrián quedó derrengado con su polla aún dentro de Mark, tras la espectacular corrida que habían disfrutado.

(continuará)