Capitulo 39: horse

Ya sólo me quedan 2 pruebas por superar... Llevo meses dentro de la parte de 'La Granja' de 'el complejo' de la isla, siendo sodomizado por cada vez animales más grandes... mi ojete ya se ha dilatado ¿pero lo suficiente para afrontar un equino?

Presioné el dibujo del caballo sobre la pantalla, y de color verde oscuro, pasó a rojo. La elección estaba tomada. Esta vez iba sin ningún arnés ni protección. Eso sí, la voz mecánica me indicó que me sentase en mitad de la sala de donde surgió un grueso pene de plástico, ancho ancho, pero no muy largo, para prepararme y dilatarme. En el suelo estaba este dildo que tenía una forma un poco rara. Me enteré que se llamaba ‘pene de dragón’ y tenía un glande un poco ancho. Luego el dildo se ensanchaba más como si tras meterte el cuello de una botella te metieses la parte de abajo de un botellín de cerveza. Podríamos decir que era como una bombilla industrial del revés: el casquillo arriba y la parte luminosa abajo. La parte luminosa de la bombilla sería la parte de abajo del dildo: gorda y redondeada. Pero lo mejor venía al final. Tras este pene, de apenas 15 centímetros de largo, la base era mucho más estrecha.

Todo el dildo era rugoso como no con surcos de venas, sino más bien bultitos redondeados como granos de acné, que en el culo te estimulaban de una forma que yo nunca había conocido.

Abrí mis piernas. Me puse en cuclillas en el suelo. Y puse mis pies de puntillas. Apunté mi ojete al glande, y fui bajando los pies pasando de estar de puntillas a apoyar completamente la planta del pie. En ese momento el dildo, que estaba rozando mi culo, penetró en mi ojete erectándose inmediatamente mi pene. La absorción del dildo por mi ojete fue del toda muy rápido. Estaba tan impregnado de lubricante que entró super bien, y por su forma anatómica especial que os he descrito, entró completo como si fuese succionado por mi ano. La parte de abajo del dildo, mucho más estrecha que el centro, regordete, y la punta, afilada, hizo que mi ano se sellase y se cerrase con el dildo dentro. Dildo del que empezó a emanar una dósis de relajante. Ya estaba preparado para mi quinta penetración animal.

Con mi culo embadurnado de lubricante y dilatado por el dildo especial sobre el que me acababa de montar, llegué a la nueva cabina. Pero esta vez no estaba tumbado ni agachado. Me doblé un poco por la cintura estando de pie. Había una especie de mesa camilla debajo. Estaba mi culo a la altura del caballo. Incluso si eras algo más bajo, había unas alzas que levantaban tus pies para poner tu culo a la altura del pene del caballo.

La polla del caballo era descomunal. Si no tenía medio metro para mí se le acercaba. Me dio la impresión de que aquello era gigante y quise echarme atrás. Por primera vez en mi vida, en todo lo que había pasado, me quise dar la vuelta y salir. Me di cuenta que no era el primero al que esto le había pasado porque cuando me quise marchar bajándome de la mesa, que más bien era como un potro de esos de saltar en gimnasia, mis pies estaban atados a las patas y mi cintura retenida por otro arnés. El caballo se aproximó hacia mi bien lubricado ojete y empezó a meter su casi medio metro de polla.

Grité

Iiiiiiiii -relinchó el caballo.

Yo perdí el sentido. Cuando lo recuperé aún seguía allí, atado al potro, pero el caballo ya no estaba. De mi culo manaba un hilillo de semen. El caballo me había pegado la follada de mi vida.

De repente un brazo mecánico apareció por detrás con una jeringuilla muy grande, enorme, cargada con no sé cuantos centilitros de un líquido rosa que se me clavó en una nalga.

–Diossssss Diossss, -grité mientras sentía que el fluido se me iba poco a poco inyectando hasta vaciarse completamente la dósis dentro de mí-. Luego me enteré que era un fluido para cerrar mi esfínter anal que se había quedado dado de sí por el caballo.

Pero la tortura no había terminado. Otro brazo mecánico traía un butt plug anal que terminaba en cola de caballo.

–Deberás llevar esto puesto los próximos 5 días- dijo una voz mecánica por el altavoz. Sobre todo es importante que lo tengas las próximas horas para que no pierdas el semen que el caballo te acaba de inyectar.