Capítulo 3.2 - La psicóloga

El mundo real/ Lunes (2/ 2)

  • Hola rubia... ¿qué tal todo?

Allí estaba frente a mí sonriendo aquella hija de puta, mi supuesta amiga, la puta... con un vestido azul explosivo que dejaba bien poco a la imaginación, unos zapatos de tacón de órdago y una gran bolsa... acompañada por el director de aquel club de golf, aquel cromañón grosero, calvo y regordete que me había mirado de arriba abajo, como un lobo mira a un cordero, el día que había ido a buscar información sobre el trofeo de golf de mí ya antiguo paciente.

  • Venga rubia... ¿todavía estás así?... pensaba que ya estarías vestida para irnos a esa fiesta que te había comentado... ¿dónde tienes las bebidas?... vamos a ponerle una copa a mi amigo mientras te ayudo a prepararte para que nos vayamos.

Tras invitar a aquel cromañón a sentarse en el sofá del salón y ponerle una copa, me agarró del brazo y me llevó a mi habitación... abrió mi armario y escogió un vestido rojo fuego, sin tirantes, elástico, corto y bastante provocativo... aunque no tanto como el suyo... luego abrió un cajón y sacó un liguero rojo a juego con el vestido y unas medias negras de rejilla...

  • ¿A qué esperas rubia?... tienes que vestirte rápido... se nos hace tarde.

Mecánicamente fui quitándome la ropa de andar por casa que llevaba puesta, hasta quedar completamente desnuda mientras ella me dejaba sola... me puse el liguero y me subía las medias cuando ella entró de nuevo en la habitación con unas botas altas, negras, de látex...

  • ¿Qué te parece el regalo que te he comprado hoy rubia?... seguro que te quedan perfectas con esas piernas largas que tienes... vas a ser la envidia de todas las mujeres de la fiesta, el deseo de todos los hombres y quizá también de alguna mujer – dijo guiñándome un ojo.

Tras enganchar las medias a las ligas, la vi arrodillándose ante mí... ella misma me ayudó a ponerme las botas que me llegaban por encima de las rodillas subiéndoles la cremallera... acarició luego mis pantorrillas sobre las botas y fue subiendo sin detenerse, mirándome a los ojos y sonriéndome con picardía, hasta colar sus manos ligeramente en el interior de mis muslos... aprovechó que permanecía inmóvil para acariciar mis muslos con delicadeza haciéndome sentir pequeñas descargas eléctricas... poco a poco, caricia a caricia, desplazó sus manos de nuevo al interior de mis muslos, consiguiendo que fuera poco a poco abriendo mis piernas hasta que consiguió espacio suficiente para meter su cabeza entre ellas y poder darle suaves y placenteros lametazos a mi sexo... su lengua en mi intimidad empezó a hacerme perder la compostura, hasta el punto que rápidamente agarré su cabeza para apretarla contra mi sexo mientras gemía y jadeaba... pero me dejó a medias.

  • Luego seguimos rubia... ahora tenemos que irnos – dijo agitada.

Me levanté y me dirigí al cajón para coger la ropa interior... pero me agarró del brazo.

  • No te preocupes rubia... no hay tiempo para eso... ven a ponerte el vestido y luego coges un abrigo largo... se nos está haciendo muy tarde.

Me dominaba como una marioneta y yo hacía lo que ella quería... me puse el vestido y ella se aseguró de que me quedara perfecto... recorrió con sus dos manos la parte superior del vestido tratando de ajustarlo a mi cuerpo como un guante y asegurándose de que no tenía ni una sola arruga en la espalda, en el vientre, en los laterales... para luego detenerse poniendo especial atención a mis pechos, que acarició con mucho esmero y apretó varias veces sobre el vestido... sus manos aumentaron mi excitación, al punto que mi respiración hacía que mi pecho subiera y bajara amenazando con romper aquel vestido y mis pezones se pusieran duros como piedras, amenazando con rasgarlo... con una sonrisa pellizcó mis pezones sobre el vestido y deslizó su mano bajo la falda acariciando la humedad de mi sexo desnudo... lo recorrió varias veces con un dedo suavemente, hasta que al final lo introdujo hasta el fondo, dos o tres veces, para luego no dudar en llevárselo a la boca... finalmente me colocó la falda del vestido acariciando con suavidad mi culo con su mano.

  • Perfecta rubia... y muy sabrosa... sabes riquísima... ahora vamos a arreglarte... un poco de maquillaje, sombra de ojos, las pestañas, te pintamos los labios y lista para irnos.

Ella misma me maquilló ligeramente poniéndome también un poco de colorete, aplicó el rímel a mis pestañas y la sombra de ojos... me dio un gran beso metiendo su lengua en mi boca antes de pintar mis labios de un color rojo intenso similar al del vestido... agarró mi mano girándome para que me viera en el espejo y aprovechó para meter su mano otra vez bajo mi falda deslizando uno de sus dedos entre mis glúteos, aprovechando que no llevaba ropa interior.

  • Increíble rubia... pareces una auténtica top-model vestida así... vas a deslumbrar a todos los asistentes a esa fiesta... ¡vámonos!

Estaba excitada por sus caricias y sólo deseaba correrme, tener un orgasmo que bajara mi calentura, pero ella me agarró fuertemente por la cintura y salimos de la habitación... bajó su mano un par de veces para acariciarme el culo sobre el vestido, mientras recorríamos el pasillo y jugueteó conmigo amenazando con volver a meter su mano de nuevo bajo mi falda... llegamos al salón y allí estaba aquel cromañón sentado en el sofá sonriendo como un idiota, con la copa vacía en sus manos, mientras el sonido de una música no muy alta inundaba la habitación.

  • ¿Por qué no nos sirves una última ronda para los tres antes de salir rubia?

Cuando acabé de servir las copas y me giré, pude ver como ella y aquel cromañón bailaban abrazados mientras se comían la boca con gula... las manos de él agarraban con fuerza su culo sobre la falda... una de las manos de ella rodeaba su cuerpo mientras que la otra se movía rítmicamente perdida entre ambos cuerpos... no hacía falta tener mucha imaginación para saber qué estaba pasando allí y qué hacía ella con aquella mano... yo mientras tanto seguía excitada por lo sucedido anteriormente en la habitación... acerqué las copas a la mesa y entonces parecieron notar mi presencia.

  • Ven a bailar con nosotros un momento rubia – me dijo estirando la mano.

Se separó de aquel cromañón que permaneció de pie en medio del salón, mirándonos con una gran sonrisa... enseguida llegó a mi lado y uno de sus brazos me rodeó por la cintura arrastrándome para que me uniera a ellos en su baile en el centro del salón, unos segundos después su otro brazo volvía a abrazar a aquel cromañón, él hizo lo mismo y nos rodeó a cada una con uno de sus brazos... estuvimos varios minutos los tres abrazados, bailando y moviendo nuestros cuerpos muy pegados, hasta que noté como ella bajaba su mano lentamente por mi espalda acariciándome el culo y esta vez, sin detenerse, la metía por debajo de mi falda, levantándola y enrollándola en mi cintura para poder sobarme mejor el culo.

Ese gesto aumentó un poco más mi excitación y noté como la mano que acariciaba mi culo comenzaba a deslizarse lentamente hacia abajo, buscando meterse entre mis piernas, al mismo tiempo que se fundía de nuevo en un beso lascivo con aquel cromañón... él tampoco pareció perder el tiempo tras el beso y comenzó a acariciar también mi culo brevemente, para luego desde delante acariciar mi sexo, que ya estaba completamente mojado desde lo sucedido en la habitación... rendida al placer, cerré mis ojos disfrutando de las caricias que ambos me proporcionaban y pronto me sentí en medio de ellos dos... él a mi espalda, acariciaba mi pubis desde atrás y rozaba ligeramente con sus dedos mis labios vaginales ya inundados, mientras besaba mi cuello y frotaba su erección contra mi culo... ella frente a mí, besaba mis labios intentando introducir su lengua en mi boca y recibía mi colaboración, puesto que yo buscaba mordérsela, además agarraba mis pechos sobre el vestido buscando pellizcar mis pezones.

De pronto sentí como las manos del cromañón abandonaban mi sexo para agarrar fuertemente mis pechos desde atrás y estrujarlos, posteriormente los liberó bajando el vestido que quedó completamente enrollado en mi cintura... momentos después pude sentir como ambos, con su boca y con su lengua, se apoderaban de mis dos pechos, de mis dos pezones, produciéndome sensaciones encontradas por la diferencia de trato que éstos recibían... la suavidad y la dulzura con la que ella lamía uno, contrastaba con la rudeza y los mordiscos de le daba él al otro.

Jadeaba y gemía cuando ambos lactantes se retiraron casi a la vez de mis pechos y procedieron a desnudarse por completo... yo hice lo propio deslizando mi vestido a lo largo de mi cuerpo, hasta que finalmente cayó al suelo quedando sólo con el liguero, las medias y las altas botas de látex... ella se acercó rápidamente a mí, obligándome, sin brusquedad, a ponerme de rodillas y luego me hizo separar un poco más mis piernas... se arrodilló frente a mí y agarró fuertemente mi cabeza con las dos manos para besarme... un beso largo que no rechacé... así que aprovechó para que una de sus manos acariciara mi cuerpo lentamente, descendiendo, haciendo eses con un dedo, hasta que ese dedo acompañado de un segundo, se fueron colando dentro de mí encharcado sexo para masturbarme... nos besábamos y su otra mano agarró una de las mías y ambas cogimos la polla de aquel cromañón que parecía que había vuelto a acercarse a nosotras... una polla larga aunque algo delgada que, incitada por ella, empecé a pajear lentamente.

Aquel beso lascivo y aquellos dedos que no dejaban de moverse en mi interior me iban poco a poco acercando de nuevo a las puertas del orgasmo... empezaba a ronronear, el beso que nos dábamos me impedía gemir o jadear, cuando noté que aquella polla que pajeábamos estaba dura como un palo... entonces aquel cromañón nos agarró de nuestras melenas con sus manos, empleando cierta fuerza para tiranos del pelo, haciendo que separáramos nuestros rostros y le miráramos... ella sacó sus dedos de mi interior y pellizcó con sus dedos mis pezones con mucha fuerza, haciéndome daño y provocando que mi orgasmo literalmente se evaporara... abrí la boca para emitir un grito de dolor y también de frustración... el cromañón haciendo de nuevo fuerza sobre nuestras cabezas, volvió a girarnos y acercó de nuevo nuestras caras, hasta que nuestros labios estuvieron a punto de tocarse, entonces invadió el escaso espacio que los separaba metiendo su polla entre nuestros labios como si de un ariete se tratara, al tiempo que empujaba de nuevo con fuerza nuestras cabezas, juntando aún más nuestros labios alrededor de su polla, buscando el máximo roce con ellos... mis labios de un lado, y supongo que los de ella del otro, apretaban y rozaban aquella polla que se movía incansablemente adelante y atrás entre los labios de ambas... el cromañón follaba la separación entre nuestros labios mientras gemía y jadeaba... sentí de nuevo como aquellos dedos me invadían y volvían a hurgar velozmente en mi interior llevándome por enésima vez a las puertas del ansiado orgasmo.

De pronto aquel cromañón que nunca había soltado nuestras melenas, nos dio un fuerte tirón de pelo y liberó su polla de entre nuestros labios... arrodilladas como estábamos, nos obligó a girarnos frente a él y a que juntáramos mucho nuestras caras... a continuación ella empezó a meneársela, y rápidamente comenzó a correrse abundantemente sobre nuestros rostros... varios chorros de semen caliente me golpearon la nariz y las mejillas con bastante fuerza... sin tiempo para que pudiera reaccionar, ella se abalanzó sobre mí tumbándome boca arriba en el suelo, lamiendo parte del semen de mi cara, para posteriormente lanzarse a comerme la boca... un beso lascivo que interrumpía una y otra vez, lamiendo restos del semen que todavía manchaba partes de mi cara... lametones en mi rostro, una y otra vez, y constantes besos con lengua que poco a poco consiguieron que aquel sabor salado del semen procedente de su lengua, se fuera poco a poco apoderando de toda mi boca, de mi lengua y de mis labios.

  • Maravilloso chicas... esto es el paraíso... pero seguimos en la cama.

  • Adelántate cariño... la rubia y yo te alcanzamos dentro de un momento.

Aquel cromañón desapareció por el pasillo y ella tumbada sobre mí separó mis piernas, bajó su cabeza rápidamente y con su lengua, me dio un primer lametazo en el coño... un lametón profundo, hasta el fondo, que ya me dejó temblando... movía rápidamente su lengua en mi interior, girándola, mientras yo jadeaba y gemía al ritmo de sus lametazos... al borde del éxtasis apreté su cara contra mi entrepierna hasta que estallé en un tremendo orgasmo que me dejó desfallecida en el suelo, con los ojos cerrados, durante un buen rato.

  • Venga rubia despierta que tenemos recobrar fuerzas para el segundo asalto... snifff.

  • ¿Pero qué haces? – dije con sorpresa girándome hacia ella.

Y allí estaba completamente desnuda, sentada en una de las sillas y agachada sobre la mesa esnifando... cuando me acerqué a ella todavía quedaban sobre la mesa tres rayas.

  • Snifff... hay que disfrutar la vida rubia – me dijo ofreciéndome el tubito que había usado y señalando las dos finas líneas de polvo blanco que aún quedaban sobre la mesa.

Asustada, le hice el gesto de que no simultáneamente con la cabeza y las manos... me miró con una sonrisa mientras se metía un dedo en la boca, chupándolo de forma sensual y lasciva mientras me miraba, para luego pasarlo por la mesa limpiando en su totalidad una de las rayas que allí quedaban... a continuación volvió a sonreírme y se agachó sensualmente para limpiar con la lengua la última raya que quedaba de aquel polvo blanco.

Se levantó y guiñándome un ojo vino en mi dirección con decisión, lanzándose directamente a comerme la boca mientras me sujetaba con un brazo... sacando la lengua e introduciéndola por completo dentro de mi boca, moviéndola en su interior, depositando sobre mi lengua y mis labios gran parte de la droga que había lamido... pocos segundos después sentí como una oleada de calor y excitación subía por mi columna vertebral... me lancé de nuevo a devorarle la boca con pasión y ella aprovechó mi entrega para deslizar con habilidad el dedo impregnado de droga en el interior de mi coño, masturbándome y girándolo, buscando rozarlo bien contra mis paredes vaginales.

  • Venga rubia... vamos a la habitación a seguir disfrutando.

Me agarró de la mano y me llevó a la habitación mientras yo sentía que flotaba en el aire como una nube, mi interior ardía, mi coño ardía como si tuviera una llama encendida en su interior... sentado sobre la parte delantera de la cama nos esperaba muy sonriente aquel cromañón completamente desnudo... ella me agarró del brazo dándome la vuelta y nos dimos un nuevo beso lascivo, jugando lengua con lengua, sin que nuestros labios apenas llegaran a tocarse.

  • Venga rubia... hazle una manada, chúpasela un poco para que se le ponga bien dura y follátelo... sé que lo estas deseando.

Loca de excitación y deseo me lancé de rodillas entre las pierna de aquel cromañón y no tardé ni un segundo en metérmela en la boca y comenzar a chupársela con devoción, mientras hundía dos dedos en mi coño para masturbarme, intentando calmar algo el fuego que sentía arder en mi interior... él empujó con mucha fuerza mi cabeza para hundírmela hasta la garganta... apenas bastaron dos o tres chupadas para que aquella polla estuviera de nuevo dura como un palo y me levanté rápidamente para sentarme a horcajadas sobre ella, dejándome caer y clavándomela hasta el fondo de un solo movimiento.

Comencé a cabalgarlo como una loca y sentí, por fin, un gran alivio en mi interior... el cromañón rápidamente me agarró del pelo con fuerza y me atrajo contra él, para poder devorarme los pezones provocando mis primeros gemidos y jadeos de placer... posteriormente bajó sus manos agarrando mi culo, marcándome un ritmo bastante más pausado.

Tras varios minutos cabalgándolo ella decidió unirse a la fiesta sentándose en la cama frente a mí sonriéndome, a espaldas del cromañón, me miraba insinuante mojando sus labios sensualmente con su lengua... apoyó la espalda en el cabecero, abrió las piernas y comenzó a masturbarse mientras emitía ligeros jadeos y me miraba fijamente lanzándome besitos.

  • ¡Cariño!... acércame a la rubia – le dijo al cromañón.

Saliéndose de mí el cromañón me hizo descabalgarme de él y me empujó para que gateara por la cama hasta que mi cara quedó entre las piernas de ella, frente aquel coño ya chorreante... entonces me agarró de las caderas para colocarme bien a cuatro patas y volvió a penetrarme desde atrás con rudeza, al mismo tiempo que ella agarraba mi cabeza haciendo que mi nariz se enterrara en su sexo, donde mi cabeza permaneció inmóvil debido en parte al ímpetu con que ella me la sujetaba y las embestidas pausadas del cromañón.

  • Así me gusta rubia... ¡lámeme!... ¡chúpame entera!... quiero sentir en mi coño tu aliento mientras gimes y jadeas como una puta... como la perra que eres.

Con los ojos cerrados debido al placer que sentía, alternaba lametazos a aquel coño con los gemidos y jadeos que me provocaban las largas aunque pausadas penetraciones del cromañón, que me agarraba con firmeza por las caderas... poco a poco me acercaba a las puertas del orgasmo... ya había cambiado mis gemidos y jadeos de placer por gritos, incluso algún alarido puntual, cuando noté como unas manos suaves levantaban ligeramente mi cabeza y acariciaban mi rostro con mucha delicadeza... abrí los ojos y pude ver dos pequeñas montañitas de polvo blanco sobre el depilado pubis que quedaba justo sobre el coño que chupaba.

  • Son para ti rubia... te las has ganado – me dijo agarrando firmemente mi cabeza y acercando mi nariz a su pubis, cubierto por aquel polvo blanco.

Sentí como el cromañón dejaba de embestirme y volvía a quedarme a las puertas del orgasmo... en mi desesperación esnifé aquellos dos montoncitos lo más rápido que puede, asegurándome después con la lengua de no dejar ni rastro de ellos... tuvieron un efecto inmediato y en pleno éxtasis de excitación volví bajar mi cabeza para devorar aquel coño al mismo tiempo que era yo quien movía mis caderas hacia delante y hacia atrás buscando penetrarme por la polla de aquel cromañón que seguía detrás de mí sin moverse, hasta que con gran frustración noté un gran vacío en mi interior cuando su polla salió de mí.

  • ¿Pero qué cojones haces?... ¡FÓLLAME!... ¡METÉMELA DE UNA PUTA VEZ!... ¡FÓLLAME YA! – grité desesperada.

  • ¿Eso quieres puta?... ¿quieres que te folle como la perra que eres?

  • ¡FÓLLAME YA!... ¡NI SIQUIERA HAS CONSEGUIDO QUE ME CORRA!... ¡METÉMELA DE UNA PUTA VEZ!... ¡MARICÓN! – grité fuera de mí.

  • ¿Maricón?... te vas a enterar perra de mierda...

Tras mi insulto y aquella amenaza por su parte, me pegó un tremendo azote y sin perder un sólo segundo me agarró con mucha fuerza por la cintura con las dos manos y como si de una estocada mortal se tratara, me la metió por el culo de un sólo golpe de cadera, hasta el fondo, provocando que abriera la boca gritando por el tremendo dolor... un gritó que fue inmediatamente ahogado, ya que ella agarró con fuerza mi cabeza, bajándola, y me obligó a meterme su coño en la boca, antes incluso de que mi boca pudiera cerrarse tras el tremendo grito.

Ahora sí se movía aquel cromañón, con su polla en lo más profundo de mis intestinos comenzó a moverse y embestirme como un animal, con toda la furia y la velocidad que antes le habían faltado cuando me follaba el coño... las penetraciones eran salvajes y me dolían más que me daban placer... además la fuerza con la que ella apretaba mi cabeza contra su coño me hacía muy difícil respirar... tras varios minutos sodomizada salvajemente y prácticamente asfixiada, noté como casi al mismo tiempo el cromañón me inundaba los intestinos con potentes chorros de semen mientras gritaba llamándome de todo y ella gritaba también su orgasmo meándose literalmente en mi boca.

Habiendo descargado por completo, polla del cromañón comenzó a encogerse abandonando mi puerta trasera totalmente flácida... sin mi orgasmo, como premio tuve que conformarme con un par de sonoros y fortísimos azotes que debieron dejar su mano en mis glúteos completamente marcada... entonces ella me acarició la cara sonriéndome y besó mis labios con mucha ternura para dejarme rendida en la cama, jadeando para recobrar el aliento y con el culo palpitando por los azotes recibidos y la salvaje follada.

  • Salgo un momento a despedir a mi amigo rubia... no te muevas que todavía tenemos que jugar un rato tú y yo... no pienses que voy a dejar que te duermas sin que te corras.

Tras aquellas palabras salieron de la habitación sin cerrar la puerta en dirección al salón donde el cromañón había dejado toda su ropa... yo dolorida y con el semen desbordando por mi ojete, me levanté como pude de la cama para ir al servicio a limpiarme... en el pasillo, junto a la puerta del baño, escuché sin querer la conversación que mantenían.

  • ¡JODER!... menuda puta la rubia... me ha dejado seco – decía el cromañón.

  • Jajajaja... tranquilo cariño... ya te lo dije que lo conseguiríamos...

  • ¡CABRONA!... cuando me dijiste si quería follármela no llegué a pensar que fuera a suceder nunca, más bien pensaba que te reías de mí... que sólo alimentabas mi fantasía de poder darle por el culo a esa pija rubia igual que si fuera una vulgar puta.

  • Pues ya ves cariño... tu fantasía te va a costar diez de los grandes... ¿prefieres dármelos a mí o se los das

al profeta

de mi parte cuando le compres más mercancía?

  • ¿Todavía le debes dinero?... tienes que tener mucho cuidado con él... es un tipo muy peligroso... hasta sus mejores amigos le tienen miedo... no sabes las cosas que ha llegado a hacerle a gente que le debía dinero.

  • Jajajaja... tranquilo cariño... el tema de la deuda ya lo tengo perfectamente solucionado... la semana que viene tengo organizada otra gran fiestecita para la pija rubia esta... cuatro viejos, ricos y asquerosos, que ya han comprado viagra como para estar follándosela durante dos semanas... ¡veinte de los grandes!

  • ¡JODER!... pero perdona que te lo diga... ¿no es ser un poco hija de puta con ella estar prostituyéndola así sin que lo sepa?... ¿no dices que es tu amiga?...

  • Jajajaja... y es mi amiga cariño, pero es tonta del culo... jajajaja... por eso como una buena amiga tengo la obligación de ayudarla y enseñarle que el mundo no es tan de color rosa como ella se cree, que en el mundo también hay mucha mierda... alguien tiene que abrirle todavía los ojos... jajajaja... que el culo ya se lo has abierto tú... jajajaja

  • Jajajaja... encima de puta, eres una hija de puta... jajajaja... ¡menuda mierda de amiga!... aunque a mí me ha venido muy bien.... incluso me he quedado con ganas de repetir.

  • Tranquilo cariño... si la semana que viene las cosas se dan igual de bien

que esta noche... después de la orgía con los viejos ya estará enganchada a la droga, entonces la echaré de mi casa y tendrá que mendigar o hacer la calle todo el día para conseguir un par de míseras rayas... entonces puede ser tuya como fue la otra...

  • Jajajaja... lo que acabo de decir... puta y encima hija de puta... jajajaja.

  • Bueno cariño... tampoco hace falta insultar... por cierto... ¿cómo está?... aquella mulata que al final te llevaste de sirvienta a tu casa... la que tienes limpiando la mierda de casa cuando estás con tu mujer y usas de esclava sexual cuando estáis solos.

  • La verdad es que estuvo muy bien una temporada, pero ya está bastante demacrada por la droga y empieza a darme un poco de asco follar con ella... a lo mejor es buena idea que esta puta rubia que has encontrado la sustituya.

  • Cariño... sabes que soy la mejor... bueno vete ya, que tengo que comprobar la mercancía.

  • Nos llamamos la semana que viene y hablamos... piensa cuánto me vas a cobrar, aunque esta vez podrías hacerme un precio de amigo.

  • Claro cariño... nos vemos y lo hablamos... además tienes mi número... chao.

Entonces el cromañón se fue y la puerta se cerró... al igual que se cerraron mis ojos...

  • Rubia... ¿rubia?... ¡RUBIA!... ¡RUBIA DESPIERTA!... ¡DESPIERTA JODER!..