Capítulo 1.9 - La psicóloga

Sábado (4/ 5)

De repente mi ex-mejor amiga se puso a llorar y bebió un trago de su copa de vino.

  • Volví a la habitación, llamé a la puerta y me puse de espaladas... cuando tu ex-marido me abrió le dije que tenía que ayudarme con la cremallera del vestido... empezó a subirme la cremallera con una mano mientras me acariciaba con suavidad el cuerpo con la otra... entré en pánico... cuando terminó de subirla, me abrazó y me beso el cuello por detrás... en ese momento supe que era suya... ¿quién hubiese podido resistirse?... lo que vino después fue la experiencia más maravillosa de toda vida... ¿sabes de lo que te hablo?

  • Bueno ZORRA... yo me voy... ya no necesito escuchar nada de esto...

  • Claro que lo vas a escuchar HIJA DE PUTA... porque te mueres por escucharlo...

Llegados a ese momento, la verdad es que ella tenía razón... empezaba a estar mojada sólo de pensarlo... ¿quién lo diría hace una semana?... quería escucharlo... no me malinterpretéis, quería matarla, pero el morbo me tenía paralizada, excitada...

  • Me dio la vuelta y me besó de una manera tan dulce que me derretí por completo y ya me fue imposible del todo detenerle o detenerme... me entregué a él, le abracé, le besé... me levantó en brazos como si fuera una brizna de paja mientras me susurraba que estaba preciosa, que le encantaba mi perfume y me llevó a la cama entre trompicones... se quitó primero americana, luego la camisa y pude contemplar ese torso desnudo... ¿has visto alguna vez el torso de tu ex-marido doctora o sólo follabais con la luz apaga?... ¡qué brazos!... ¡qué cuerpo!... INCREÍBLE... se lanzó sobre mí y volvió a besarme... aquella cremallera que había subido no aguantó ni el primer envite y cuando liberó mis pechos, mis pezones ya estaban duros como piedras... fue descendiendo por mi cuello hasta llegar a mis pezones y al mismo tiempo sus manos se perdían debajo de la falda, acariciando mis piernas sobre las medias hasta tocar la piel del interior de mis muslos y jugar con las tiras de las ligas... todo con una lentitud insoportable mientras yo ardía por dentro.

Mi ex-mejor amiga me contaba aquello con los ojos cerrados como si lo estuviera reviviendo en aquel momento y se le habían subido los colores... yo también estaba sofocada y comenzaba a rozar mis muslos uno contra el otro buscando también un placer hasta hacía poco desconocido.

  • Tras unos minutos mágicos donde me hizo sentir más mujer que ningún otro hombre en toda mi vida entendí que o paraba aquello o me iba a correr como una quinceañera sin que ni siquiera llegara a tocarme ninguna zona íntima... así que le empujé para que se diera la vuelta y quedara boca arriba sobre la cama... le besé, acaricié su pecho con mi mano y fui tocando, acariciando, lentamente cada uno de sus músculos... hasta llegar a

EL MÚSCULO

... lentamente fui desabrochándole el pantalón hasta que liberé su masculinidad... entonces fui descendiendo por su cuerpo... besándolo, lamiéndolo, chupándolo, recreándome con cada músculo, hasta llegar a su miembro... ¡DIOS!... ¡QUE PEDAZO DE POLLA!... ¿alguna vez se la has chupado doctora o eres demasiado remilgada para eso?

En ese momento, mi ex-mejor amiga abrió los ojos y me miró... asintió con la cabeza como diciendo que eso ya lo sabía ella y durante un rato no dijo nada... me miraba y se reía...

  • Y llegó otro momento mágico... la cremallera del vestido ya había reventado, mis pechos colgaban al aire fuera del sujetador aunque todavía lo llevaba... sentí como empezaba a enrollar la falda del vestido en mi cintura y como me dio la vuelta dejándome boca arriba sobre la cama, apartó el tanga y empezó a metérmela lentamente mientras me besaba el cuello y me chupaba una oreja... cuando su hombría hizo tope en mi interior tuve mi primer orgasmo... ¡qué sensación!... ¿puede haber algo más mágico que tener un orgasmo sintiéndote llena?... mientras mi primer orgasmo nublaba mi mente y mis sentidos, comenzó a moverse lentamente, con una dulzura tremenda... lo dejé hacer, pero tras un rato su ritmo seguía siendo lento, pausado, exasperante... quería mucho más, pero él no aumentaba el ritmo y entonces lo entendí... estaba buscando en todo momento mi placer y no el suyo... ¿cómo pueden dos personas entregarse al sexo y que sólo disfrute una doctora?... no podía permitir aquello, el sexo es para que disfruten las dos personas... ya sé que una egoísta como tú, eso nunca lo entenderá... así que agarré su cabeza con una mano y lo atraje para besarle al tiempo que con la otra mano le agarraba del culo para marcarle el ritmo... poco a poco fue aumentando el ritmo y cada fibra de mi ser vibraba... cuando me alcanzó el segundo orgasmo intentó salirse de mí, pero le rodeé con mis piernas y se lo impedí... ¿alguna vez has tenido más de un orgasmo seguido doctora o eso es de putas?... nunca en la vida he disfrutado tanto con un hombre... no recuerdo si fueron dos o tres orgasmos más los que tuve mientras me penetraba hasta que decidí tomar la iniciativa... ¿alguna vez tomaste la iniciativa con tu ex-marido doctora?

La verdad es que mi amiga tenía razón... para mí un orgasmo era más que suficiente y tras haberlo alcanzado me despreocupaba de todo...

  • Lo giré en la cama y lo monté como una amazona que monta el mejor semental de la manada... me la coloqué a la entrada del coño y me dejé caer de golpe hasta que noté sus huevos chocar con mi culo... ¿alguna vez has montado a tu ex-marido... doctora?... ¿o eso es cosa sólo de ZORRAS y no de finolis como tú... doctora?... lo cabalgué como una loca... me elevaba sobre él, pero cuando realmente tocaba el cielo era cuando descendía y aquella pedazo de polla me golpeaba en el fondo de la matriz... arriba y abajo, adelante y atrás, haciendo círculos... él se agarraba a las sábanas y tuve que ser yo quien tomara sus manos para ponerlas en mis pechos, en mi culo y besarle... así proseguimos unos minutos increíbles mientras yo le cabalgaba disfrutando de orgasmo en orgasmo... él acariciaba mis glúteos, estrujaba mis pechos y besaba alternativamente mis pezones o mi boca con gran pasión... cuando me agarró el culo con las dos manos y empezó a apretar con fuerza supe que estaba a punto de correrse... entonces me descabalgué y me lancé de cabeza a devorar su miembro lleno de mis fluidos, me lo metí hasta la campanilla deseando disfrutar en el fondo de mi garganta de toda su esencia... y se corrió... un chorro, dos chorros... y yo chupaba y chupaba como si fuera el mejor y más sabroso de los caramelos de este mundo... ¿alguna vez has paladeado en tu boca el semen de tu ex-marido para luego tragarlo con gula... doctora?... ¡manjar de dioses!... pero... ¿qué sabrás tú?

Detuvo su narración para beber de su copa de vino... la observé... ¿estaba paladeando el vino en su boca tratando de recordar el sabor del semen de mi ex-marido aquella noche?

  • Allí de rodillas entre sus piernas tras haberme tragado todo lo que su majestuosa polla había escupido dentro de mi boca, lamí con celo su glande para no desperdiciar ni una sola gota de su maravillosa esencia... su erección no había bajado lo más mínimo... entonces, presa del deseo y tal vez traicionada por el subconsciente lo dije... le dije que me sentía una reina, su reina... y él se volvió completamente loco.

Mi ex-mejor amiga volvió a detenerse y empezó a llorar de nuevo...

  • Me agarró de la cabeza y me la volvió a meter en la boca hasta el fondo, con una brusquedad tremenda, lo que me provocó arcadas... no podía respirar, pero él no me soltaba... empezó a follarme la boca, la sentía llegar al fondo de la garganta y golpearme en la campanilla... lo hacía con saña... toda su dulzura anterior había desaparecido... se había transformado por completo en un animal... mis ojos lloraban y las arcadas iniciales se convirtieron en vómitos que me salían por la nariz al tener aquella polla incrustada en mi garganta... cuando por fin me soltó pensé que todo había acabado, pero no... me agarró con violencia de un brazo arrancando parte del vestido y me colocó a cuatro patas... de un sólo golpe me la metió hasta el fondo de golpe... me sentí llena... realizada como mujer... bombeó dentro de mí como un animal y me hizo ver las estrellas... yo encadenaba orgasmo tras orgasmo intentando meter la cabeza debajo de la almohada para amortiguar mis gemidos... mis gritos... y de repente lo hizo... se detuvo... sacó su polla de mi interior, me agarró del pelo como a una yegua para sacar mi cabeza de debajo de la almohada y me la metió por el culo con toda la brusquedad y saña del mundo... buscando hacerme daño... mi alarido fue tremendo... sentí que me partía en dos, que algo se desgarraba en mi interior... y no se detuvo, nada de eso, sin mostrar compasión alguna empezó un bombeo salvaje... me dolía el culo, me ardía el culo, me quemaba algo dentro y sentía que algo se rompía dentro mí... y me dio igual... lejos de querer que se detuviera y a pesar del tremendo dolor, quería más y más... mis gritos, mi alaridos de dolor y placer debían escucharse en todo el hotel... me corrí, vaya si me corrí... me corría una y otra vez hasta que llegó un momento que no sabía ni donde estaba... la mezcla de placer y dolor hizo que empezara a mearme de gusto... me sentía como una fuente... hasta que empezó a bufar y sentí como se corría en mi interior... se salió de mí y entonces lo dije...

INCREIBLE

... y entonces él habló por primera vez desde que empezó todo...

  • PUTA REINA DE HIELO...

  • ¡DOCTORA!... ¿estabas allí?... ¿así que lo oíste?

  • Sí, estaba allí... ¡MENUDO CABRÓN!... ¡INFIEL!... y tú... MI MEJOR AMIGA... allí como una auténtica ZORRA, sangrando con el culo roto, lleno de semen de mi ex-marido mezclado con tu sangre... dormida en mi cama... con una sonrisa de oreja a oreja.

  • Como siempre... doctora... no te has enterado de nada...

Mi ex-mejor amiga se levantó y desapareció por una de las puertas laterales del salón... mientras tanto yo intentaba relajarme... estaba excitada, encendida... ¿incluso me había corrido?... ¿cómo podía estar tan cachonda después de lo que acababa de contarme mi ex-mejor amiga?

Cuando regresó llevaba algo entre sus manos, pero no pude ver bien lo que era hasta que se acercó y lo dejó encima de la mesa... un sobre con un corazón dibujado... mientras volvía a su asiento me dijo...

  • Ábrelo y léelo en voz alta... hace un rato lo estabas deseando.

  • ¿Qué es?... ¿por qué quieres que lo lea en voz alta?

Con las manos temblorosas abrí el sobre, en su interior una nota... con la letra de mi ex-marido.

“Reina, mi reina... he estado a punto de cometer el mayor error de mi vida, cuando me han dicho que vendrías a la boda y no me lo habías dicho para darme una sorpresa, entendí que por fin has cambiado, que el día que siempre he esperado que llegara, ha llegado... espero que el regalo que acompaña a tu vestido haga que a partir de esta noche se derrita ese hielo que nos separa y nos impide ser plenamente felices juntos... te quiero”

  • ¿Qué es esto?

  • Doctora... ¡qué paciencia hay que tener contigo!... ¿no querías leer la nota que había escrito tu ex-marido y que estaba sobre la cama junto a la rosa amarilla y tu vestido?

  • No lo entiendo... ¿y cuál es ese error menciona en la nota?

  • Doctora... ¿eres así de gilipollas?... cuando otra vez elegiste tu trabajo en lugar de estar con tu marido, con tu familia, rompiste tu matrimonio... TÚ SOLITA... tu ex-marido se buscó otro piso, sacó todas sus cosas de vuestra casa y solicitó el divorcio... él ya no vivía en vuestra casa el día de la boda... incluso tenía firmados los papeles.

  • ¡MENTIRA!... él jamás me abandonaría sin tener una conversación sobre ello.

  • Doctora... jajajaja... otra vez con que te estoy mintiendo... deja de atacarme a mí y busca la respuesta a las preguntas en tu interior... ¿alguna vez le escuchabas?... ¿se puede hablar con una persona que no te escucha y siempre está en su mundo?

Todo lo que decía mi ex-mejor amiga tenía sentido... cuando llegué aquella noche a casa él no estaba allí, al día siguiente me di cuenta que todas sus cosas habían desaparecido, incluso estaban sus llaves... ¿era verdad lo que me decía?

  • Bueno... ya está bien de que me llames doctora, por no llamarme gilipollas... ya que tú eres la que dice ser experta aquí... ¿por qué mi ex-marido, que según tú iba a volver conmigo a pesar de tener firmado ya el divorcio, acabó en la cama con una ZORRA cualquiera?... ¡CONTIGO!

  • ¡DIOS!... ¿ni siquiera tienes respuesta para eso?... ¿de verdad eres psicóloga?... sólo te voy a hacer una pregunta... ¿recuerdas las palabras de tu marido en aquella habitación?

  • ¿PUTA REINA DE HIELO?

  • Sí... doctora... ¿a quién crees que insultó?... ¿a mí?... si de verdad piensas eso es que eres la persona más tonta del mundo... tu ex-marido aquella noche estaba borracho... follo con una mujer que olía como tú, porque llevaba tu perfume... una mujer que vestía tu vestido, que incluso llevaba la ropa interior que había comprado para ti, para esa ocasión especial... yo estaba en aquella cama... vendería mi alma al diablo por volver a estarlo... pero en su mente tu ex-marido no follaba conmigo, FOLLABA CONTIGO... ese insulto final fue para ti... para su PUTA REINA DE HIELO.

Me puse a llorar... le pregunté dónde estaba el baño, cogí mi bolso y corrí... cerré la puerta del baño y me senté en el retrete... estaba algo mareada por el coñac, confundida, desconcertada... no sabía qué hacer... saqué mi teléfono móvil y abrí la aplicación de mensajería... de las tres personas a las que envié el mensaje la noche anterior; una me había contestado, mi ex-amiga; otra lo había leído, mi ex-marido; y una tercera ni siquiera lo había recibido, supongo que mi hermana me tendría bloqueada.

Inconscientemente abrí el chat y escribí...

“perdóname, te quiero”

... prácticamente al instante los tics se volvieron azules... ¿lo estaría leyendo?... esperaba ansiosa una contestación... durante varios minutos hice tiempo lavándome la cara y recomponiéndome como pude, pero no hubo respuesta... decepcionada, cuando abría la puerta del baño un pitido en mi bolso anunció que recibía un mensaje... ¿una respuesta?

  • Siéntate... doctora.