Capítulo 1.7 - La psicóloga

Sábado (2/5)

Me indigné... ya estaba bien de insultarme llamándome doctora y menospreciarme como persona... aceptaba mi culpa y como tal se lo dije...

  • Pude haber cometido errores en mi matrimonio... pero yo no fui la culpable de todos ellos, y mucho menos fui la culpable del que lo finalizó por completo... creo que ahí tuviste mucha más culpa tú que yo.

  • ¡DIOS!... es que eres increíblemente gilipoll... perdona... doctora... a medida que vayas sabiendo la verdadera historia, quizá te des cuenta de la estupidez de tus palabras... bueno, sigo... ¿miras los hombres con los que te cruzas cuando vas por la calle?... aunque sólo sea por hacer un estudio psicológico o sociológico... ya sé que de otra forma jamás mirarías ninguno.

  • No sé a qué te refieres...

  • Nunca sabes nada doctora... nada va contigo... eso también es parte del problema... hay hombres altos y bajos, guapos y feos, gordos y flacos, atléticos y enclenques, calvos y con melena... jajajaja... algunos hasta con bigotes ridículos... la próxima vez que salgas a la calle, te vas fijando en los que te cruces y preguntándote mentalmente si alguno le llega a tu ex-marido a la suela del zapato.

Bueno, ya era lo que me faltaba... tener que escuchar como la zorra que se folló a mi ex-marido, me lo ponía por las nubes... irónicamente le dije...

  • Se te ha olvidado una categoría... también los hay fieles e infieles.

  • Uyyy... tocada... pero bueno, ya llegaremos a eso... doctora.

  • A ti lo que te pasa es que lo ves con buenos ojos... y las dos sabemos el motivo... ¿qué pasa?... ¿al final no salió bien?

Mi ex-mejor amiga se calló de repente... bajó la mirada demostrándome que había acusado el golpe e intentó de paso contener alguna lágrima... bebió de su copa y prosiguió.

  • No creo que haya una sola mujer en el mundo a la que tu ex-marido le sea indiferente... salvo tú, doctora... tú eres la excepción que confirma la regla... igual que no la había en la famosa boda y desde luego si la hay... tú no la conoces.

  • No te creo... ahora mismo estoy pensando en mis amigas, ellas jamás me traicionarían... por eso son mis amigas y no ex-amigas como tú... incluso aunque tuviera que darte la razón, se me ocurre al menos una que jamás lo haría.

  • Jajajaja... doctora... te sorprenderías... hasta esa amiga tuya que se dedica a comer conejos... si esa en la que estarás pensando ahora mismo... la peluquera... en el caso de tu ex-marido haría una excepción y probaría zanahoria.

Me quedé alucinada y sin capacidad de respuesta... sabía que alguna de mis amigas era un poco... ¿cómo decirlo?... ¿ligera?... pero por una de ellas pondría la mano en el fuego... ¿cómo sabía que estaba pensando en la peluquera?... como pude me defendí...

  • ¡MIENTES!... sólo intentas que sea una amargada, sin amigas... ¡como tú!

  • Doctora... incluso a día de hoy... con todo lo que me odias... sigo siendo la única persona que siempre te ha dicho la verdad... aunque algunas cosas me las haya callado en su momento, puedo asegurarte que soy la única persona que nunca te ha mentido... ¿necesitas pruebas?... no te preocupes... luego te las doy todas juntas.

  • ¿Ahora me vas de santa?... ¿qué cosas te has callado?

Sabía que me iba a arrepentir de haber preguntado aquello en cuanto lo dije... pero el corazón fue más rápido que la cabeza... habló la rabia y no la razón...

  • ¿Recuerdas la primera vez que llevaste a tu ex-marido a tu casa a conocer a tus padres?

  • SÍ... jajajaja... como a las dos semanas de conocernos... estuvo toda la noche nerviosísimo, no daba pie con bola, especialmente durante la cena... luego se puso en plan pulpo cuando nos quedamos a solas, tuve que pararle los pies, estábamos en la habitación de invitados y tuvimos una bronca enorme... lo dejé allí y me fui a mi habitación... al día siguiente por la mañana, la cama estaba hecha y él no estaba... dos semanas después tuve que ser yo quien le llamara.

  • Doctora... jajajaja... has dicho la frase clave... él no daba pie con bola... pero alguien sí estuvo

dando pie con bola

durante toda la cena.

  • No sé a qué te refieres...

  • Tu padre en la cabecera de la mesa, tu madre en frente... tu ex-marido en un lado y tu hermana en el otro... ¿dónde se sentó... la doctora?

  • En un lado de la mesa... junto a mi hermana... ¿dónde iba a sentarme?

  • Doctora, doctora, doctora... eres única... ¿no deberías sentarte en una mesa junto a tu pareja?... salvo que el sentarse enfrente tuviera alguna intención oculta... sí... no pongas esa cara doctora... una intención oculta bajo la mesa...

  • Ay DIOS, no me digas que...

  • No te lo digo... te lo puedo confirmar... tu hermana se pasó la cena dando como tú dices

dando pie con las bolas

y tu ex-marido se debió pensar en todo momento que eras tú, que por eso te habías sentado en frente de él... ¿qué otra razón habría para sentarse en frente y no a su lado... doctora?... ¿qué esperabas que pensara él, que eras así de gilipoll...?... ¿que era el pie de tu hermana?

  • ¿Por eso estaba tan nervioso durante la cena?... ¿por eso se puso después en plan pulpo?

  • Doctora... ¿de verdad quieres que te responda a esas preguntas o prefieres saber lo que ocurrió después?

  • Espera... ¿me estás diciendo que esa historia no acaba ahí?

  • Doctora... la historia de tu hermana con tu ex-marido no acaba nunca... es más bien una obsesión que una historia... ni siquiera ahora que vive en la otra punta del país ha servido para que esa obsesión que tiene se detenga... pero ahora estamos en lo que ocurrió después de la cena... cuando tú te fuiste a tu habitación y diste el portazo tu hermana me llamó y me contó todo lo que había pasado... riéndose de ti... la imbécil de su hermana.

  • ¡No es cierto!

  • Si tú lo dices... doctora... tampoco será cierto entonces que cuando tu hermana me colgó estaba eufórica... me dijo que habías roto con tu ex-marido y que ella iba a llevarse el premio que le habías robado... se fue directamente a la habitación de invitados desnuda e intentó meterse con él en la cama... y mira que le dije varias veces que no hiciera locuras.

JODER... ¿de verdad mi hermana había hecho eso?

  • Y como a los quince minutos me volvió a llamar llorando, diciéndome que tu ex-marido la había echado de la habitación llamándola de todo, que tu madre se había enterado porque la vio desnuda en el pasillo y le había echado la bronca... y por si eso fuera poco, tu ex-marido había desaparecido en mitad de la noche.

  • Mi hermana nunca ha estado obsesionada con mi ex-marido... ¡sólo estas malmetiendo!

  • Doctora... me sorprendes... eres increíblemente ¿ingenua?... ¿malmetiendo?... jajajaja... ¿para qué no os habléis?... pero si no os habláis desde la boda y eso que no sabes lo que hizo ese día... creo que ni te lo puedes llegar a imaginar... pero eso no te lo voy a contar, prefiero que lo veas tú con tus propios ojos... ¿para qué voy yo a malmeter ahora?... jajajaja... vamos a dejarlo y sigo... ¿nunca te has fijado en tu cuñado?... es una copia barata, y defectuosa, de tu ex-marido.

  • Bueno, no puedo negar que se tienen un aire... pero ¿por qué es defectuoso?

  • Supongo que tu hermana ya lo habrá descubierto... digamos que hay videos comprometedores... rumores ya escuché durante el día de la boda, pero después he visto un video donde sale follando con una stripper el día de su despedida de soltero.

  • Entonces no es una copia defectuosa de mi ex-marido... es una copia perfectamente exacta de mi ex-marido, exactamente igual a él... ¡otro cerdo infiel!

  • Doctora... jajajaja... tu ex-marido era y supongo que seguirá siendo

UN TORO

... no me lo imagino a cuatro patas dejándose dar por el culo por ninguna stripper... ni por nadie... pero quién sabe... quizá tu hermana esté encantada... tiene que ser la ostia que a tu marido le gusten las pollas tanto o más que a ti...

No sabía dónde esconderme... si lo que me estaba diciendo era verdad o simplemente se estaba riendo de mí... por su rostro relajado, parecía hablar de corazón y con sinceridad, pero no era menos cierto que parecía que había encendido el ventilador y sólo se dedicaba a echar mierda a todos los lados... me bebí otro vaso de coñac y ataqué...

  • Bueno, lo de que mi ex-marido era

UN TORO

... lo sabes tú mejor que nadie... estuve en aquella habitación el día de la boda y vi cómo te sangraba la cornada.

  • Vaya... doctora... al final parece que vas espabilando... ¿tanto duele la verdad?

  • ¿Qué verdad?... no me has dicho más que mentiras desde que empezaste a hablar de esa tu verdad... ¡MENTIRAS!... para tratar de que sienta lástima por ti y que te perdone por haber sido LA ZORRA que se folló a mi ex-marido... ¿de verdad crees que diciéndome todas estas mentiras va a cambiar algo?... JODER... ¡mírate!... hasta se te cae la baba cuando hablas de mi ex-marido... defendiéndolo cuando me fue infiel... ¡CONTIGO!... ¡serás ZORRA!

  • Mira doctora... te voy a decir unas cuantas cosas para que te queden claritas... la primera, tengo pruebas de que todo lo que te estoy contando es verdad... la segunda, no te he abierto la puerta de mi casa para que me insultes... y la tercera y más importante, como persona no le llegas a tu ex-marido a la suela del zapato... si estoy teniendo esta conversación contigo... es más por él que por ti... no tienes ni idea de lo que ha sufrido ese hombre por tu culpa y lo que se ha tenido que callar por el bien de tu familia.

  • Venga... ¡más flores!... dime que mi ex-marido está escondido en alguna habitación de tu casa escuchando lo que me dices... porque ya es lo que te falta.

  • ¡OJALÁ!... ¡OJALÁ!... pero no... lo que sí puedo decirte es que tu ex-marido es la prueba de que el amor vuelve a las personas gilipollas... podía haber tenido a la mujer que hubiese querido... y te eligió a ti... ¿alguna vez le amaste?

  • ¿Cómo te atreves a preguntarme eso?... – dije indignada.

  • No deja... no me respondas... prefiero de verdad no saberlo... tu ex-marido te amó con locura... doctora... tenía que ir apartando a las mujeres allí por donde iba porque se le tiraban encima... en su trabajo, en la calle... tus amigas, incluso tu propia hermana... ¡como lo oyes!... ¿y cómo le pagaste tú?... lo tenías en casa como el que tiene un mueble viejo... tú lo sabes mejor que yo... pero no quieres reconocerlo... a mí me da igual, es tu vida... pero al menos reconócelo ante ti misma... sincérate contigo misma por una vez en tu puta vida... ¿ni de eso eres capaz?... y lo más importante... siempre te respetó y te fue fiel a pesar de que tú no le diste nada... no me digas que lo amabas, porque si eso es como tú demuestras el amor que sientes por alguien...

  • Lo que me faltaba por oír... ¿ya no te acuerdas lo que pasó el día de la boda?

  • Doctora... ¿quieres hablar de lo que pasó el día de la boda?... espera que te traigo otra botella de coñac... la vas a necesitar...