Capitulo 17. El centro médico

Teo va al centro médico, donde recibe su primera revisión anal de un joven y guapo doctor

Teo entró en la consulta médica de El Complejo. Él nunca había estado en aquellas instalaciones y no sabía qué le iba a deparar, pero sabía que tenía que ir para su revisión, porque le habían explicado en la escuela del Complejo que todos los chicos, a partir de su edad, iban a tener que pasar revisiones médicas anuales. Aquella iba a ser la primera de sus revisiones y a Teo le asustaba un poco la experiencia nueva.

Teo entró en el edificio médico. Pasó a una sala de espera donde estaba sólo. Y enseguida le llamaron y le hicieron pasar a un despacho/ consultorio: una sala de color claro entre azul y verdoso, muy bien iluminada. Había una camilla con el respaldo un poco elevado y armarios llenos de medicinas.

La primera instrucción que recibió Teo era que se quitase su calzoncillo blanco y se pusiese una bata que apenas taparía su pene.

Teo entró detrás de un biombo blanco que había en la sala y se quitó, vergonzoso, el calzón, y se puso la bata. Nunca había estado con un señor con tanta diferencia de edad. La bata de médico además le imponía, y le daba vergüenza exponer ante él su pequeño cuerpecito.

Ven, Teo, siéntate en la camilla, boca arriba de frente a mí.

Teo se sentó en la camilla. Enseguida el enfermero le echó el cuerpo hacia atrás poniendo su espalda contra el respaldo y los pies en alto, ayudado de un estribo al cual los ató exponiendo el cuele blanco del joven. «Te sujeto para que no te hagas daño y no te caigas« le tranquilizó el médico

«No te preocupes Teo, es una prueba rutinaria« le dijo el doctor que sacó un botecito de crema.

Abrió el tarro y se lo untó el médico en la punta del dedo, y le aplicó con un dedo un gel lubricante en la apertura del ano haciendo pequeños movimientos semicirculares.

El gel al principio parecía frío, pero poco a poco se fue calentando y Josh fue notando una sensación muy agradable.

El médico sabía que el gel de placer estaba haciendo efecto en el joven Teo y esbozó una sonrisita que Teo no le llegó a ver. La postura de Teo le había puesto al joven completamente indefenso. Su espalda pegada a la camilla, sus pies en el aire atados por separado a dos estribo, dejaban su culo completamente expuesto. Y Teo sólo veía el techo y apenas podía percibir lo que le estaba aplicando el enfermero que cogió de un cajón una especie de supositorios rojos de una cajita… que procedió a insertar en el culo del chaval que suspiró de placer al sentir que algo le penetró. El médico introdujo no sólo la medicina anal, sino que también la punta del dedo en el ano del chaval, dejándoselo unos segundos hasta que con el efecto del calor del gel el supositorio se derritió por completo sumergiendo a Teo en un estado de relax.

Lo que le había metido el médico a Teo vía anal estaba volviendo muy sensible la zona.

Tranquilo Teo… -el médico le puso un dedo en los labios de Teo como diciéndole ‘silencio’- y bajó su dedo por el cuello, tocando sus pechos, ombligo hasta llegar al pene de Teo, que con la caricia, el contacto del doctor, empezó a cobrar vida en una dura erección.

El médico cogió dos cinchas de ambos lados de la camilla y aprovechando el estado de semiexcitación de Teo, le ató sin que se diera cuenta. Ahora Teo estaba completamente expuesto al doctor y no podía moverse, con sus brazos y cuerpo amarrado a la camilla, y sus piernas abiertas y en alto… exponía todo su ojete.

El supositorio que le había introducido en el ano con la crema relajante que volvió super sensible el culo de Teo, ya estaba haciendo efecto… Y el médico se soltó la cuerpecito de su amplio pantalón de médico, que cayó a los tobillos y se quitó con un movimiento de tobillos. El doctor no llevaba ropa interior y tenía el pene erecto apuntando directamente el ojete del chaval que sin que se diera cuenta casi notó como la punta de una gran polla horadaba su culo soltando un respingo y abriendo los ojos mirando al médico.

Tranquilo chaval. En tu vida recibirás muchas como esta. Es normal que esta te duela un poco, porque es la más grande que has probado, pero te acostumbrarás.

El médico empezó un rápido mete y saca del tierno culo lampiño de Teo que duró 10 minutos. Teo empezó a eyacular sobre su ombligo… y poco tiempo después el doctor metió su pene dentro de Teo en una última estocada y no lo sacó…. Agggggggghhhh soltó un trallazo de denso semen dentro del culo del muchacho… agghhhh ahhhgggg oh

El doctor permaneció de pie con el pene dentro del culo del chaval que tenía las piernas hacia el techo. Tras dos minutos dentro, tiempo para que el semen hubiese sido absorbido por el culo del joven Teo, el doctor sacó su gran pollón del chico y procediendo a desatarlo.

Ya está, hemos terminado. Te receto más dósis como estas. Eres un gran chaval.