Capitulo 12 dildos y succionadores de semen

En los vestuarios de 'el complejo' de la isla (leed capítulos anteriores), había unas máquinas succionadoras de semen y unos dildos especiales y variados

Para los que no conseguían engatusar a alguien y que los follara para darles su dósis de semen había unas pollas de goma que echaban en sus entrañas semen de verdad. Semen aspirado a otros chavales en pajas o máquinas succionadoras o de ordeño, porque quienes recibían demasiado semen en su culo o boca porque les encantaba ser follados, también corrían riesgo, y necesitaban no acumular demasiado, por lo tanto tenían que expulsar semen de su cuerpo bien con pajas manuales (se corrían en ciertos sitios o el suelo pero había máquinas que aspiraban y guardaban ese semen para insertárselo a aquellos niños que lo necesitaran), bien mamando pero normalmente analmente. Los chicos se sentaban en dildos y subían y bajaban hasta que la máquina les eyaculaba una cápsula de semen almacenada, en el interior de sus culos.

Los dildos que primero conocían los chavales estaban escondidos en unos bancos de los vestuarios donde acudían a cambiarse o ducharse tras la práctica deportiva, porque había clubes de todo tipo de deportes entre las actividades de ocio. La primera inserción anal con un dildo se realizaba por una máquina automáticamente en torno a la pubertad. Estas máquinas había de dos tipos, las consoladoras y las eyaculadoras. Las consoladoras estaban en los vestuarios, y sólo servían para el preliminar, para excitar a uno. De hecho al finalizar el trabajo inyectaban dentro del culo morador un supositorio azul y blanco. Las eyaculadoras, que estaban en una habitación apartada, servían para rellenar el culo necesitado con una dósis de semen. Lo que tenían ambas máquinas en común era que antes de insertarse en el ano lubricaban el mismo con una sustancia gelatinosa que salía por el glande artificial. Esa sustancia contenía un sedante-relajarte para que la penetración resultase placentera y no dolorosa, relajante que era adictivo como cualquier otra droga, por lo que si usabas mucho las máquinas terminabas dependiendo de ellas.

El peligro de las succionadas / ordeñadoras de semen era que daban tanto gusto a sus usuarios al chuparles el pene y absorberles el semen, que algunos repetían tanto que quedaban secos… Y como ya sabéis a las 5 corridas o eyaculaciones era necesario que te metieran semen por la boca o por el culo, por lo que esto hacía a algunos maquina-dependientes.