Capítulo. 11: ... ¿ para siempre? ...

... nada ni nadie podría evitar que nuestros cuerpos, corazones incluidos, quedaran amarrados hasta la eternidad; un solo cuerpo y un amor infinito sin fecha de caducidad. El amor de mi vida había vuelto a mí; esta vez para siempre ...

A las 7,30 de la mañana, acaricie la cara de mi marido y lo besé, dormía como un tronco.

-   Cielito, me voy al trabajo, ya hice tu desayuno: huevos con beicon, zumo de naranja, fruta y café.  Quiero que lo comas todo, intentaré regresar pronto esta tarde y te haré la cena.

-   Nena, deberías haberme despertado, uuummmm que bien hueles, que guapa estás con tu traje de ejecutiva,  -  dijo sobando mis tetas  -  acuéstate un poquito conmigo, sólo cinco minutos.

-   Sí, cinco minutos,  -  reí con alegría  - tú lo que quieres es hacerme guarradas y si me acuesto, me tienes enganchada todo el día.  Te quiero, mi amor.

Salí corriendo de casa y tomé el metro hacia Manhattan, era inútil coger mi coche o un taxi, a esa hora el tráfico era muy denso.  Minutos antes de las 9, entré en mi despacho a la vez que Lucy me decía:

-   Mr. Benson, ha preguntado por ti, Noelia, te espera en su despacho.

-   Buenos días Robert.  - dije mientras me sentaba frente al Vicepresidente, mi jefe.

-   Hola Noelia, tienes muy buen aspecto, pareces relajada y feliz.

-   Será porque lo soy, Robert,  - respondí contenta  - mi chico se ha mudado a mi apartamento, y soy muy feliz a su lado.

-   No sabía que tenías pareja, es importante tener a nuestro lado  alguien que nos quiera.  Vamos a lo nuestro, mañana a las 8 sale tu vuelo hacia Caracas, tienes el expediente sobre tu mesa. Caruso, tu cámara, te acompaña y mañana mismo tienes programadas dos entrevistas con generales del ejército venezolano y el jueves entrevistarás a Guaidó y, por la tarde, a Maduro.

-   No hay problema, Robert, son entrevistas interesantes, especialmente la de Maduro y me voy a esforzar para que suelte la lengua.  – reí.

-   Siempre lo haces, por eso vas como enviada especial.  Otra cosa, Noelia, te vas a Madrid, serás la Directora para Europa de CBS; Ken viene a Washington.

-   ¿ Eso es negociable, Robert  ?.  – lo miré alarmada.

-   No lo es Noelia, es uno de los puestos más importantes de la Corporación y queremos allí a nuestra mejor profesional, a ti.  El contrato lo estamos preparando, tienes una importante mejora económica y profesional; en un mes, tomarás posesión de tu nuevo puesto.  -  respondió con firmeza.

-   Pues allí estaré, Robert, pero habré de buscar casa y....

-   Ya nos estamos ocupando de todo, sólo tendrás que llevarte tus cosas personales.  – cortó mis objeciones.

A la 6 de la tarde, entré en el apartamento con una abultada cartera en la mano, en ella llevaba toda la documentación del viaje.

-   Bertooooo,  -  lo llamé  - ya estoy aquí.

No respondió, la casa estaba vacía.  Ansiosa, llamé a su móvil.

-   Berto, cariño,  ¿ qué haces, dónde estás  ?.

-   Estoy tomando una cerveza en el bar de la esquina, tonta del culo, se te olvidó darme la llave de tu casa y aquí estoy, cargado con todas mis cosas.

-   Seré imbécil, bajo a ayudarte, cielo.

-   No es necesario, sólo ábreme, tampoco llevo tantas cosas, eso sí, eres imbécil, jajaja.

Abrí la caja fuerte y saqué la llave del apartamento, lo esperé en la puerta, llegó cargado como una mula.

-   Berto, eres cabezón, te dije que bajaba para ayudarte.  – dije descargándole de algunas pertenencias. Las llevamos al dormitorio, lo abracé y le di un cachete en su cabezota.

-   Cariño, siéntate en el salón mientras hago la cena, y toma la puñetera llave, no sea que se me olvide  - entré en la cocina y abrí la nevera   -  Alberto, no has tomado el desayuno.  -  vociferé.

-   Nena,  -  me abrazó, juntando su cuerpo a mi espalda  -  solo tomo café para desayunar.

-   Así estás, cómo un espárrago,  -  dije muy enfadada  - voy a hacer el desayuno cada mañana y lo vamos a tomar juntos y te comerás hasta la última miga, ¿ estamos ?.  -  me di la vuelta, abracé su cuello y lo besé  - he de cuidar de ti, quieras o no, eres todo lo que tengo, lo único que verdaderamente me importa; anda siéntate que preparo la cena.

-   Venga, mujercita, cámbiate de ropa y ponte lo de ayer, que estabas muy sexi, enseñando tus tetitas y tu culito, y la cena la haré yo, que no tienes ni puta idea en la cocina.  – se carcajeó, mientras apretaba mi culo con sus manos.

Tras ducharme, me vestí como él me pidió, si me hubiese dicho que saliese desnuda, lo hubiese hecho, soy suya y él es mío. El aroma que salía de la cocina era delicioso y yo estaba hambrienta, me abracé a su espalda y, directamente, estrujé con una mano su paquete.

-   ¡ Noeliaaaaa, suelta mis pelotas, me haces dañooooo. !    -  gritó.

-   No vuelvas a gritarme, cabrito,  -  respondí riendo   -  si te duelen, te jodes, aprieto lo que es mío, a mi me duele el bizcocho desde anoche y me callo. ¿ Que haces que huele tan bien, cariño  ?.

-   Lubina a la sal, ve preparando la ensalada, por favor, así la tomamos calentita, ¡salvaje, que eres una salvaje.!

Preparé la ensalada, descorché una botella de vino blanco fresquito, mientras él sacaba la lubina del horno y la ponía sobre la mesa, la probé y dije:

-   Cielito, está espectacular, buena, buena, eres un cocinitas.

-   Tú sí que estás buena, -  rio mirando mi trasero  -  súbete el pantalón, que llevas el culito al aire y no respondo de mi.

-   Lo llevo así aposta,  - respondí  - que no te enteras, bobo, sé cuánto te gusta mi culo y quiero que lo mires, que lo ansíes.

Saboreamos la cena, que estaba deliciosa, tras retirar la mesa nos sentamos en el sofá, muy juntitos.

-   ¿ Te preparo el whisky, nena  ?.

-   No, papi, a ti no te gusta que lo tome, así que ni whisky ni cigarrillos. He de contarte algo y quiero saber tu opinión. -  lo miré    - Robert Benson, mi jefe y vicepresidente me ha anunciado que me destinan a Madrid, como Directora para Europa de CBS.

-  ¡  Ya estamos otra vez, Noelia !,  ¿ quieres mi opinión o la decisión ya la has tomado ?.

-   Claro que quiero tu opinión, eres mi marido y sin ti no voy a ningún sitio.

-   ¿ Cuándo debes incorporarte, nena  ?.  Supongo que es una magnífica oferta,  - preguntó  - vamos, irrechazable.

-   Robert, me ha dicho que es innegociable y que será en un mes.  Mi vida, lo único que es irrechazable, eres tú, si no te vienes conmigo  buscaré otro trabajo, pero de mí no te libras.  – respondí muy seria.

-   Noelia,   -  me abrazó   - el que se buscará trabajo soy yo en Madrid, mientras lo encuentro, seré tu cocinera o tu ama de casa, aunque tendrás que darme dinero para la compra, porque yo estoy  más tieso que la mojama .

-   Cariño mío,  - dije tras llenarlo de besos  -  yo he ahorrado mucho, me pagan una burrada y mucho más me van a pagar.    Están redactando mi nuevo contrato, lo estudiaremos juntos, así que por el dinero no te preocupes, lo mío es tuyo y cuándo regrese de Caracas, iremos al banco y serás cotitular de mi cuenta, que lo sepas.

-   Quieres que sea tu mantenido, mira, eso me gusta.  -  se rio  - Ahora en serio, cielo, no vamos a ir al banco ni voy a ser cotitular de tu cuenta, ya soy mayorcito y te aseguro que me ganaré la vida.

-   Lo sé, Berto, no he querido humillarte, lo juro,   - dije mimosa en su oído    - pero ahora más que nunca, necesito tu ayuda y te lo repito, todo lo mío es tuyo, empezando por mi culito, y esto  - puse mi mano sobre su pene  -  es mío, solo mío.

Escuché el sonido de mi móvil, entraba un mensaje de CBS.

-   Cariño, ábrelo tú y lo lees en voz alta, es mi nuevo contrato.  -  lo leyó y quedó patidifuso.

-   Esto es una barbaridad, Noelia, 300.000 $ mensuales, más acciones de la Corporación, dietas, casa, coche...., me tienes preocupado, nena,   ¿ eres la amante del Presidente  ?.  – me miró serio.

Le di una bofetada y luego un mordisco en su oreja.

-   No me ha gustado tu broma, Berto, solo tú has abierto mis piernas, así que no me ofendas, aunque lo hagas en broma,  -  devolví su mirada.

-   Cariño, no lo dije en serio, lo sabes,  - dijo tocándose la cara  -  pero tú lo has aprovechado para pegarme la ostia de costumbre.

-   Y las que te quedan por recibir, idiota, no sabes lo que yo las disfruto,   - dije cariñosa.  - ya te he dicho, que me pagan una burrada, voy a ocupar uno de los puestos más importantes de la Compañía, y lo mejor es que viajaré menos.  ¿ Nos vamos a la cama  ? mañana me recogen a las 6.

Mientras mi chico se duchaba, preparé la maleta para el viaje. Salió envuelto en una toalla.

-   ¿ Sabes cuándo volverás  ?.

-   Si es posible, el jueves por la noche, mira la tele si puedes y verás a que hora termino mi entrevista con el Presidente de Venezuela.

-   ¿ Con Maduro  ?.  -  preguntó.

-   Cielo, no me hagas preguntas sobre mi trabajo, ni quiero ni puedo responder, pero sí.  – contesté ya acostada.

-   A ver, periodista buenaza, ¿ que vas a hacerle a tu marido esta noche ?.  -  preguntó tumbado a mi lado, mientras me sobaba las tetas y mi tripa.

-   Lo primero, gilipollas, no soy una periodista buenaza, sólo pretendo ser una buena periodista.  Lo segundo, quiero comerte enterito, ¡ hasta tu culito, que lo tienes precioso !.

-   Gira la cabeza, nena, y mira tu culo en el espejo del armario.

-   Ya lo veo, tontito,  - respondí mirando en el espejo mi espalda y mi trasero  - yo creo que es vulgar, como el de cualquier otra, pero tú eres un obseso.

-   Ya, un obseso, - cogió su móvil y me enseñó la pantalla, había una foto mía de espaldas que publicó una revista, con  el rótulo, “ nice ass “.   – tengo cientos de ellas.

-   Bertooooo, ¿ cómo te atreves a llevar ésta foto en la pantalla ?, los de la revista son unos guarros, y tú, tú... un cochino, y no quiero ver las fotos que tienes,  - grité enfadada  - aunque dime, ¿ son todas mías ?.

-   Todas, cariño,  -  reía el idiota  - y muchas de ellas, con comentarios sobre tu culito.  Si en la anterior, decía  “bonito culo”, mira ésta,  - me mostró otra con un primer plano de mi culo, en el que decía “ you know who she is? “        - y no quiero enseñarte otra, en la que pregunta si les gustaría hacerte un 69.

-   ¿ No te molestan esos sucios comentarios sobre mí, cariño ?  - musité, mientras abrazaba su cuello   - yo los detesto, nunca los leo, pero siempre hay alguna “ amiga “ que me los envía por email.

-   A mi me ponen furioso, sobre todo los de las redes sociales, que te machacan, explican con detalle todo lo que te harían, -  se rio  - nena, podríamos hacer un vídeo, de una de nuestras noches, nos forraríamos, jajaja.

-   ¡ Eres un cerdo, Berto !, ¿ a que te pego una buena ostia ?.  – lo miré furiosa, pero seguía abrazada a su cuello.  – En vez de hacerte el gracioso, cuida de tu mujer, hazme feliz, mañana tengo que madrugar mucho.

Se puso sobre mí, abrió mis piernas y me folló intensamente, mientras besaba mis labios con todo el amor del mundo.  Esa noche lo hicimos más corto que de costumbre, ya era más de las 12. Os prometo que, a pesar de la levedad del tiempo, jamás lo sentí tan mío, tanto que comprendí que yo era irremediablemente suya y que nada ni nadie podría evitar que nuestros cuerpos, corazones incluidos, quedaran amarrados hasta la eternidad; un solo cuerpo y un amor infinito sin fecha de caducidad. El amor de mi vida había vuelto a mí; esta vez para siempre ...