CAP 56 / JERINGUILLAS inyecciones

A jeriguillas más grandes insertadas por el culo, pasabas a un nivel superior ¿cuanto serías capaz de aguantar?

Al igual que había un código de bañadores que indicaban un nivel o grado de cada muchacho habiendo superado unas pruebas de madurez sexual, había una serie de atajos en las cabinas ‘level up 0’ (9 centímetros de largo, 1 cm de ancho, 50 c.c., ascenso a bañador naranja) ‘level up 1’, ‘level up 2’, ‘level up 3’ ‘4’ y ‘level 5’ (para ascender de nivel más rápido).

En el level up 1, donde estaba John (entre otros muchos Programadores –cada uno con su despacho–), los más novatos de bañador naranja podían ascender un año a bañador blanco (cada bañador daba una serie de privilegios y accesos a determinados niveles y áreas especiales de ‘el complejo’). Las jeringuillas que se insertaban enteras dentro del ano del paciente eran de 1 centímetro y medio de diámetro y de 11 de largo, y se les inyectaba 50 c.c. de fluido (como veis estas eran para ‘novatos’). Sin embargo en el level 2 las jeringuillas medían ya dos centímetros de ancho y tenían 13 centímetros de largo, e inyectaban 100 c.c. de fluidos. Estas daban acceso a un bañador rojo.

Las de nivel 3 tenían ya 2 centímetros y medio de diámetro y 15 de largo, e inyectaban 150 c.c. de fluido, y daban al muchacho el bañador azúl oscuro. Estas ya se ponían de otra manera. El muchacho, de pie, quedaba inclinado 90 grados apoyando su cabeza en la camilla y dejando expuesto el culo al doctor.

En el nivel 4 era ya muy superior, y sólo podían acceder a ellas los de bañador rojo y superiores, y daban el salto al bañador negro. Para recibir esta inyección los muchachos se tenían que tumbar boca arriba en la camilla. Timothy era el joven que la iba a probar. Ya había superado las pruebas anteriores. Tenía bañador rojo, y ansias de progresar y ascender de nivel. Ya había probado el level up 2 y el level up 3, y ahora quería llegar al level up 4. (Cada nivel llevaba un año o más ser pasado, pero con estos truquillos se podía avanzar mucho más rápido (a costa de pagar un precio, claro).)

Timothy tenía un cuerpo esbelto, larguirucho, fibrado. Se le marcaban un poco los abdominales. Tenía un buen pene, muy poblado de pelo negro rizo, espeso, ensortijado, que hacían parecer a su largo pene de un par o tres menos centímetros (por eso algunos chavales, para que se les viese su pene más largo, se afeitaban el vello púbico).

Decidió ganar dos años y evitar el año de espera del bañador rojo al azul claro, y el otro año del azul claro al azul oscuro, y el año del paso del azul oscuro al negro.

El doctor procedió a amarrar el cuerpo de Timothy a la camilla a través de dos cinchas como cinturones de cuero, una a la altura del ombligo y otra a la altura del pecho. Esto puso un poco nervioso al joven muchacho, que le pilló muy sorprendido porque no había visto nada de eso para subir al nivel 3. El doctor lo vio y le dijo, para calmarle los nervios con el dedo en la boca como pidiendo silencio ‘relaxxxxx’…

Timothy no se había tranquilizado del todo, tenía ya el pecho firmemente sujeto a la camilla debajo de los brazos y a la altura del ombligo, cuando, junto a la camilla, el doctor alzó dos estribos, con un ruido metálico como goznes oxidados, donde ató los pies del muchacho y los llevó hacia atrás, dejando el ano de Timothy totalmente expuesto. Timothy se intranquilizó mucho más e intentó liberarse y levantarse de la camilla para huir de aquella estancia, pero las dos cinchas no le dejaban mover ni un centímetro. Sólo podía levantar su cabeza para vez qué estaba pasando delante de él.

’Schisssss tranquilo… Relájate… espetó el doctor.

La verdad es que Timothy estaba muy muy nervioso. Y no era para menos.

El doctor se puso de espaldas a Timothy y cargó una jeringuilla. Esto lo intuyó Tim, que levantó la cabeza y pudo observar cómo el doctor cogía algo de una mesa y cargaba la jeringuilla. Cuando el doctor se dio la vuelta y la vio Tim se aterró. Esta era como un pene de larga. Bueno, había penes de 13 centímetros, de 14, de 15, de 16… pero esta jeringa tenía 18 centímetros de larga y 3 centímetros de grosor, y todo eso hasta el fondo se iba a insertar dentro del ano del joven muchacho que se asustó e intentó escapar de nuevo cuando vio girar al doctor con esa súper jeringa frente a él.

’Sscchisssssss, tranquilo’

El doctor lubricó bien el ano de Timothy e hizo círculos con el gel teniéndole dos dedos para dilatarle.

‘Quien algo quiere, algo le cuesta’ pensó Tim. (E iba a ganar dos años en aquella maniobra que sólo le llevaría unos momentos)

El doctor clavó la punta de la jeringuilla en el ano del chaval quien hizo una mueca de dolor al notar que aquello gordo, aquel ancho, había rebasado su esfínter.

El doctor dejó allí la jeringuilla de plástico midelíquidos, y la untó de gel lubricante para que fuese más fácil insertarla en el ano de Tim. Y aprovechando que estaba lubricada se la empezó a insertar como si la misma fuese un gran pene taladrando sus nalgas. 5 centímetros… 8 centímetros… 9… 10… 11… 12… 13… Tim había superado la de 13 bien… La de 15 ya le hizo mucho mucho daño y creyó que no podía entrar nada más largo en su ano. Esta, no sólo era 3 centímetros más larga sino que era medio centímetro más gruesa (y se notaba bastante).

Tim sudaba… 16…. 17…. Y 18… Plof…La jeringa le había penetrado totalmente y medio roto.

El doctor presionó el émbolo y poco a poco empezó a verter en lo más profundo de los intestinos de Tim los 200 centímetros cúbicos de semen… lo cual llevó su tiempo…

Tim se sentía lleno, como inflado.

El doctor, una vez hubo vaciado la enorme jeringuilla dentro del ano de Tim se la sacó rápidamente y selló el ano del muchacho con un but plug en forma de tail de perrito, de 5 centímetros de gordo, 8 centímetros de largo, que se estrechaba hasta un centímetro de ancho quedando incrustado dentro del ano del muchacho sin moverse.

–«Bien, Tim, tu cuerpo tiene que absorber todos estos fluidos y has de aguantar con el tail puesto un rato o no habrás conseguido pasar de nivel si lo pierdes.

Zipppp. (La compuerta de salida se abrió y el doctor gritó ‘siguienteeeee’). Tim se encaminó a la salida, con su tail puesto. La puerta se cerró tras él…

Habían pasado dos minutos y las tripas de Tim hacían gorgoritos y le empezaron a doler fuertemente, por lo que Tim buscó un baño.

No pudo aguantar más, era como si tuviese diarrea… se quitó el tail rápido y sobre la taza del wáter vació el contenido de esperma que le acababan de inyectar (con otros fluidos y drogas que ya habían sido absorbidos por su cuerpo). Parecía leche con chocolate. Salpicó toda la taza. Sus tripas aún le dolían… No había podido superar la prueba… Tendría que repetirla nuevamente… o esperar los tres años para subir poco a poco de nivel.