Cap 07. incubus
Primera parte (de 5) de un relato gay de dominación (ciencia ficción, control, sumisión)
Los chicos de nivel 1 tenían una dependencia completa del semen. De hecho, de que les inyectaban la primera dosis a través de los dildos del asiento del vestuario, ya no podían vivir sin él, y la dependencia podía ir en aumento –dependiendo las veces que tuvieran sexo–, hasta necesitar ser follados una vez al día o más –en casos extremos–. Sin embargo los chicos nivel 2 ya no tenían tal dependencia que les hiciera buscar sexo desesperados, porque conocían un secreto y tenían el poder de acceder una crema gel medicinal para poder esclavizar a cualquier persona.
Había dos tipos de esclavos: los incubus y los súcubus. Cualquier chico del nivel inferior podía terminar siendo esclavo sin saberlo. Un chico de nivel 2 podía encapricharse de quien quisiera y someterlo sin que la víctima se diera cuenta.
Andy era un chico joven, pelirrojo, pelo rizo, bien dotado. Tenía 25 años pero ya era nivel 2. Había superado todas las pruebas para serlo y ahora tenía en su posesión las cremas-drogas subversivas de la personalidad. Las cremas eran de aplicación anal. La blanca semi-transparente era para doblegar la voluntad de quien quisieras y convertirlo en tu esclavo que ansiase ser follado por tí cada día y tuviese una dependencia vital de tu semen.
Para lograr convertir a cualquier chico en incubo debías aplicarle 5 veces la crema en el interior de su ano, ya que este proceso no era instantáneo. Tenía que ser un tratamiento prolongado durante unos cinco días, para ir subvirtiendo poco a poco la personalidad.
La crema tenía una potente droga que iba poco a poco a ser absorbida desde las paredes intestinales a la sangre, y hacer efecto, sumándose en cada aplicación, y ahondando en el proceso hasta lograr el sometimiento total. Para ello la crema debía de ser metida en lo profundo de la cavidad anal, pero no valía con los dedos: tenía que impregnarse el interior del ano con el pene. Tampoco valía un dildo, ya que la crema no hacía efecto por sí misma, tenía que mezclarse con semen. De hecho el semen tuyo era lo que le convertía en tu esclavo dependiente de tu semen ya que al juntarse el gel-crema con el ADN la convertía en una mezcla personal, por lo que el esclavo sólo podía ser de un amo concreto. El que le inyectase 5 dosis de su semen a una persona con el gel, –ya que el mismo se mezclaba con el ADN– convertiría a esa persona en esclavo. Dicho proceso debía de hacerse en un espacio temporal máximo cada dosis de 24 horas aunque se podía hacer en menos tiempo (si te conseguías correr 5 veces en un día y lograr que tu víctima se dejase, podrías esclavizarlo en un día). Pero lo normal era, entre polvo y polvo, tener un espacio temporal para recuperarse y producir más dosis de semen.
Una vez la crema se mezclase en el interior de su ano con tu corrida, las cinco veces, esa persona pasaría a ser tu esclavo dependiente. Si se aplicaba la crema pero no se mezclaba con tu semen, o se mezclaba con el el semen de otro, o pasados los espacios de tiempo de un día entre dosis y dosis, el milagro de la dominación no haría efecto.
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Andy se encaprichó de Tommy, un rubio musculado con pinta de macho. A Andy no le gustaban aniñados sino chicos con pinta de hombres: fuertes, independientes. Y Tommy, deportista, con su barba de tres días, la tenía. Aunque Tommy era deportista no estaba muy marcado pero se le notaban algo los músculos abdominales. Tenía un buen culazo.
Ambos eran chicos muy guapos.
De que le vió se dijo a sí mismo que Tommy sería suyo.
Fingió un encuentro casual. Un cruce de miradas bastó para el primer contacto y que los chavales se gustasen. Eran guapos los dos y Andy debió de ser también el tipo de Tommy el deportista, por lo que se dirigieron a un lugar un poco más apartado a follar. Inmediatamente se dieron un abrazo apasionado y sus bocas se mezclaron en un beso de pasión. Andy se dejó hacer y Tommy tomó la delantera. Le agarró ambos glúteos a Andy y su beso de pasión fue bajando por la barbilla, mitad del pecho, hasta el ombligo y, arrodillándose, se metíó en su boca el pene de Andy que se erectó de pasión.
El que Tommy besase a Andy y comiese su pene sólo pretendía que Andy le hiciese lo mismo en un intercambio de igual a igual, y Andy lo captó. Empalmado por la gran mamada que Tommy le había dado con Tommy de nuevo de pié fue él el que se arrodilló a mamarle. Tommy estaba muy bien dotado. Tenía un pene regordete con huevos grandes con vello rizado y rubio casi blanco, que devoró. El pene rubio de Tommy cobró vida y se empalmó y Tommy no pudo esperar, y preso de pasión giró a Andy y le folló el culo, caliente tal como estaba de la boca de Andy, que le acababa de empalmar. Andy no se lo esperaba… pero se dejó follar. No quería levantar sospechas.
Tommy agarró de las caderas a Andy y le empezó a follar más y más fuerte inmovilizándole. Se iba a correr dentro de él. Le quería impregnar y no podía dejarle escapar. Así que en un último arreón sujetó a Andy de las caderas para que no se moviera, y con su gordo pene largo dentro de él, se corrió.
Andy no se lo había esperado pero con esta corrida se recargó de fuerzas. El semen de Tommy corría en el interior de su ano, y él, en su interior, clamaba venganza. Y la revancha iba a ser terrible. Tommy tras dos minutos de haber eyaculado, se separó de él con el pene lacio. Andy lo giró y lo volvió a besar. Así engatusó a Tommy que asumió que le iban a follar (era normal este tipo de intercambios bis a bis, de igual a igual), y Tommy asumió que ahora le tocaba el turno de poner el culo a Andy, así que se giró y se preparó para ser penetrado.
Andy le besó el cuello por la parte de atrás comiéndole las orejas, excitándole. La polla de Tommy cobraba vida de nuevo con el aliento de Andy en su cogote y estaba ya semiempalmada. Andy bajó por la espalda y arrodillándose le separó las nalgas y le comió el culo a Tommy metiéndole la lengua, lo que le terminó de empalmar. Ambos chavales estaban súper excitados. Andy le comió el culo a Tommy como si le fuese la vida en ello, salivando abundantemente. Ya tenía el culo de Tommy preparado para ser penetrado porque estaba relajado y a la par lubricado abundantemente. Tommy soltó un jadeo de placer cuando Andy le metió la punta de su lengua en el ano.
Andy se levantó rápidamente incorporándose de pie. Tommy seguía de espaldas medio erguido, apoyando sus manos contra una mesa dejando expuesto su culo para ser penetrado por Andy. Como estaba de espaldas a Andy no pudo ver que Andy se impregnaba la punta de su polla con el famoso gel-crema blanco. Echó una abundante cantidad en la punta de su pene en un movimiento muy rápido que pasó completamente desapercibido a Tommy, y le penetró el culo. La lubricación abundante con saliva facilitó la entrada del pene de Andy impregnado con esta sustancia. Tommy no notó nada pero en lo profundo de su ano ya estaba el pene de Andy impregnado de la droga disuelta en el gel. Andy abrazó a Tommy por la espalda y sin sacar su pene de él le susurró al cogote excitándole más. Tommy estaba muy bueno, lo que le excitaba de por sí, pero esa sensación de dominación y saber que lo estaba impregnando empalmó como nunca a Andy. Sabía que con su pene estaba poniendo dentro del ano de Tommy la droga de dominación, lo cual le conferiría todo el poder. Andy además había sido follado con pasión, por sorpresa (le había pillado de improviso), vigorosamente por Tommy, y ahora Andy se estaba vengando. Tommy lo sabía pero se dejó dominar por el ímpetu y pasión de Andy, que aumentó la velocidad y potencia de la follaba, aumentando el modo dominación. Andy no tardaría en correrse en el interior de Tommy. Tommy sabía que a Andy le quedaba poco para estallar dentro de su interior y poseso como una puta por el placer que le estaba dando Andy le dio más facilidades. Apoyó sus manos sobre sus rodillas, de pie pero algo flexionales, para darle mejor acceso y más placer a Andy con el roce del ano sobre su pene en cada acometida… Y Andy se corrió.
–Aghhhhh… me voy… me corro… exclamó y aferrando con ambas manos las caderas de Tommy para no dejarlo escapar (acto reflejo, Tommy no pensaba ni de lejos escaparse), le soltó en su interior el primero de cinco trallazos de lefa.
–Ohhhh –fue el segundo chorro de semen.
–Ahggg –la tercera ráfaga.
Las caras de pasión de ambos chavales dejaban ver que ambos estaban disfrutando de una corrida como nunca antes habían tenido. Y en el caso de Tommy era literal.
La sustancia del gel se disolvía al contacto con el semen en el interior del ano de Tommy, y empezaba a ser absorbida por la pared intestinal haciendo poco a poco el efecto.
–Ohhhhhhhhhhhhhggggggg -exclamó Andy cuando eyaculó por cuarta vez soltando un nuevo chorrazo de semen en el interior del culo de Tommy. La sustancia del gel que le había metido con la punta del nabo ya estaba diluida con el semen y siendo absorbida por las paredes del ano de Tommy sin que este se percatara.
–Ahgggggggg. Fue el quinto y último trallazo de semen en el interior de Tommy, pero Andy no le soltó. Aún agarraba a su chico por las caderas.
A Tommy, que manaba precum de su rabo por el éxtasis sexual, no le pareció nada raro, porque era habitual que para que no se desperdiciase nada de semen una vez eyaculado se pasasen un par de minutos dentro de la pareja para que el semen fuese absorbido por los intestinos.
Sin embargo en esta ocasión Tommy notó algo raro. No muy fuerte, pero sintió su ano hipersensibilidad gozando más aún si cabe del placer de cada vena del pene de Andy. Una sensación rara notaba en su ano. Lo sentía frío pero a la vez caliente de pasión. Él no sabía nada pero estaba siendo impregnado. Algo se empezaba a incubar en sus adentros.