Canelita la perra orgasmica, deliciosamente hembra

Era una noche fria , yo caliente y ella mi perra de nombre Canela en celo,... el complejo perfecto...

Canelita, el solo recordar su nombre me hace que me quede como ido, como quien esta viendo una visión y realmente eso se siente, ya que fue una experiencia muy particular con una perra de raza desconocida de color café claro y de pelo muy cortito, pero buena cuidadora del rancho de mi abuelo.

Así empezó todo, recuerdo que había venido un amigo de mi abuelo a visita y le había traído a regalar una perra, que por sus capacidades económicas, el no la podía tener mas en su casa. Mi abuelo la acepto y se quedo a vivir con nosotros demostrándonos día a día con sus actitudes que sabia compensar el alimento que diariamente comía.

Tenia ya como dos años cuando llego a casa y tendría unos ocho meses con nosotros, así que si no tenia los tres años poco le faltaba, ya había parido en dos ocasiones, pero recuperaba su cuerpo y su figura no variaba después de amamantar a sus crías el tiempo reglamentario y tocaba que siempre venían personas de visita y se llevaban las crías aun pequeñas, y bien, siempre andaba sola por ahí en la casa o los terrenos de cultivo cazando o merodeando por ahí. No se podía quejar se notaba que era feliz.

Una ocasión que venia yo de una fiesta a donde asistí por que vería y bailaría con mi novia y así fue, llegue al baile y saque a bailar a mi mujercita en turno, era muy bonita y yo pues estaba enamorado de ella de la forma mas prendida que puede existir. Pasaron los minutos, las horas y ya muy tarde, y como es costumbre, yo quería meterle la verga a mi novia y no desaprovechaba oportunidad para pegarle piquetes aun que fuera durante la bailada, y total, no pude cogermela y me despedí, de hecho no me la había culpado y yo sabia que era virgen la mendiga, pero no me tocaba a mi romper ese culito de tan solo 16 años.

Salí de la fiesta no sin antes despedirme de mis amigos y los padres de ella y como traía carro salí todo calenturiento y con la verga bien parada con unas ganas de hacerme muna puñeta de esas de miedo, iba rumbo al rancho donde vivía con mi abuelo y sobandome la verga tiesa y no de frió aunque era el mes de enero me valía madre el clima, saque mi pedazo de carne y lo empecé a frotar y casi estuve a punto de parar el carro y bajarme y hacerme una paja, pero no, seguí así hasta el rancho, sabia que era un hecho que mi abuelo estaría dormido y yo llegaría a hacer lo mismo.

Cuando llegue a casa, las luces del auto iluminaron la figura de mas de un perro, me baje del carro y observe bien en la penumbra y si, en efecto, había como cuatro perros machos de los ranchos cercanos y claro andaban tras la panocha de Canelita que no había puesto realmente atención esos últimos días, y si que andaba caliente.

Yo venia con la verga dura aun, y el espectáculo me pareció hervir la sangre y mas dura y grande se me puso, estaba oscuro y deje mi pene salido de mi bragueta y me punzaba, mi mente fue muy rápida y tome la decisión mas rápida que he tenido en estos menesteres, sabia que la perra era dócil y le hable despacio y se acerco, los perros la seguían pero se detuvieron a distancia de unos tres metros de nosotros, le acaricie la cabeza como siempre y la jale despacio hacia mi y se dejo llevar, inmediatamente le toque la vulva en la penumbra y pude sentir cuan hinchada la traía, eso me calentó mas la mente y la verga, sentí como si me hubieran dado una descarga de electricidad y mas me enardecí, la subí al carro y cerré la puerta, me fui a la casa de junto donde yo dormía y saque algo de vaselina que es una grasa derivada del petróleo que yo utilizaba para mantener mi pelo en su lugar, ya que soy de pelo muy lacio parado como puercoespín, ustedes comprenderán, tome el pomo, tome un trapo con algo de agua y me fui hasta donde tenia a Canelita y la baje del carro. A los lados del camino había sácate en buena proporción, así que me la lleve hasta ahí y le empecé a limpiar su panocha con el trapo mojado se la deje limpia, después le aplique algo de vaselina en su vulva de manera generosa para no tener que hacerlo de nuevo, me puse algo en la verga y me puse atrás de ella y la enfile rápidamente hacia mi verga hasta que sentí como mi glande tocaba la entrada de su vulva hinchada, con mi mano derecha sujete el tronco de mi verga y lo moví de arriba abajo en la pura entrada de su raja y poco a poco con suaves movimientos se lo fui metiendo hasta que le puse todo dentro de esa cavidad caliente, la sensación fue fabulosa ya que el frió era mucho tal ves unos dos o cuatro grados centígrados y mi verga colgando fuera durante todo ese rato, merecía una cueva húmeda y caliente para retozar y sentirse reconfortada del desprecio de mi novia esa noche, así que ahí estaba yo bien metido dentro de Canelita y ella ni siquiera pensaba en separarse de mi verga, eso lo note cuando la quería hacer para enfrente y ella se mantenía ensartada y se empujaba, se mantenía en su lugar como toda hembra animal que esta disfrutando los placeres del sexo.

Recuerdo que la tome de las patas del lado izquierdo y la tumbe sobre el sácate y ella no entendía mi intención de principio, se quiso levantar y no la deje, me tumbe sobre ella y me metí entre sus patas traseras y con las puras sensaciones del glande supe que mi verga estaba a la entrada de sus vulva y empecé a metérsela, ella estaba boca arriba y boca abajo metiéndole la verga que ya bien lubricada como estaba y sus interiores relajados por la cogida anterior no fue difícil cojerla en esa posición, la perra ponía la cabeza de lado y en ocasiones levantaba la cabeza y me miraba de lado y se volvía tender sobre el sácate y repetía la misma operación a cada diez o quince metidas y sacadas de verga, por lo que supe que eran las veces que necesitaba para alcanzar un orgasmo, así que le estaba tomando el ritmo y cuando ella hacia el movimiento de mirarme y jadeaba, yo le metía a fondo la verga y se la movía adentro hasta el fono para que disfrutara su cogida, esto me servia a mi porque dilataba mi propio orgasmo, así que ahí la tuve como una hora jadeando y retorciéndose cada ves de manera mas notoria, ya movía las patas y su cabeza de un lado a otro y emitía sonidos cortos y ahogados y su cadera se contorsionaba hacia los lados como cuando se tiranillos solos al suelo y se sacuden en la tierra con las patas para arriba o hacia los lados, algo así, se que sus orgasmos eran fuertes cada ves mas por lo intenso de sus manifestaciones corporales, le encantaba cuando alcanzaba su clímax y llegaba el orgasmo porque en ese momento yo se la metía toda y se la mantenía dentro y se sacudía fuerte como queriendo pararse y correr pero yo no la dejaba quería seguir así indefinidamente, solo que mi orgasmo ya venia a mostrarse con toda su intensidad y así fue, en un orgasmo de ella y estando yo al punto decidí soltar toda mi leche dentro y cual seria mi sorpresa que pude sentir el compás de sus contracciones que realmente son fuertes y duran buen rato mas que las de una mujer, observe sus ojos como se cerraban en cada chorro de semen que le dejaba ir y los abría de nuevo y solo para cerrarlos nuevamente tras otra de mis eyaculaciones que me hacia penetrarla mas allá de lo permitido a los de su especie.

Fue una delicia sentir todo aquello, que una ves que termine me fui separando de ella sacando mi verga poco a poco, por segmentos de un centímetro y a cada jalón hacia fuera ella volvía a cerrar los ojitos y era una delicia cuando ya casi la sacaba por completo se la dejaba ir toda despacio hacia dentro y cerraba los ojos como si en ese momento ella pusiera atención a lo que le estaba abriendo la panocha y los abría después de que la tenia dentro nuevamente y yo repetía la operación una y otra ves pero de forma muy lenta y cero que su disfrute se fue al máximo que cuando se la saque por completo se paro de un salto y se fue a lamerme la verga como loca como si fuera el alimento mas sabroso que hubiera comido me daba unas pasadas de lengua de verdad exquisitas y se mantuvo así y yo fui observando como mi verga se iba durmiendo y ella no dejaba de agradecerme con aquellas caricias el placer que había sido objeto, fue algo increíble.

Después de un buen rato percibí que los perros estabas como a medio metro de nosotros, pero no hicieron nada, solo miraron de marea callada y apacible como me coji a su perra, digo su perra porque es de su especie, solo que ahí no paro todo, Canelita ya no se dejo tocar por ellos, me arregle la ropa, sacudí mis rodillas y manos y me dirigí a mi casa que era un solo cuarto separado del resto donde dormía mi abuelo y me siguió hasta la puerta y cuando me introduje y cerré la puerta de malla de alambre, escuche unos leves gemidos como pidiéndome que la dejara entrar.

Recuerdo que estuve pensando si le abría la puerta o no, porque la sentía que no se apartaba de la misma, yo le hablaba despacito y oía su cola golpear la puerta como diciéndome aquí estoy amor mío, no te dejare, y a la ves sentía que me pedía entrar, tenia algún pretexto para mi abuelo a la siguiente mañana o como podría no evidenciarme, esa era la cuestión que me hacia no conciliar el sueño, meterla seria lo de menos si me quedo dormido mas de la cuenta por la mañana que le digo al viejo, decidí no hacerle caso, total al día siguiente seguro se le pasaría, pensé para mis adentros y me enfile a dormir relajando mi cuerpo después de esa maravillosa experiencia con Canelita.

Al siguiente día al despertar temprano por la propia conciencia mía, abrí la puerta y ahí estaba la Canela bien contenta y se paro al escuchar mis cariños y se repego a mi y con su hocico señalaba su vulva y la lambía temblando de frió o de caliente por la cogida, que trascurridas las faenas de ese día decidí comentarle al abuelo que ya las noches eran muy frías y que si la perra podría dormir adentro de su casa y me dijo que no que los animales deben dormir fuera y que si en algún momento dormía adentro seria en mi casa, que en la suya no, que no le gustaban los animales adentro, que era mi problema si le daba asilo, porque después siempre quieren dormir dentro me dijo como que ya sabia que los perros son animales que se imponen ha ciertos patrones de cuidado y ese para el no le gustaba, yo le dije que si esa noche hacia mas frió la metería cuando menos un rato, durante las horas mas frías. Así que ya se imaginaran lo que paso con Canelita durante la noche de ese día de invierno , ya que la metí, teniendo todo preparado de antemano y esta ves la acosté en mi cama a lo cual no rechazo ninguno de mis jaloneos para subirla y acomodarla de lado y taparme con ella, lo bueno es que eso será para otra ocasión porque por hoy esta haciendo mucho frió y voy a dormir calientito, hasta la próxima zoofílica narración