Candente Cojida en New Orleans
1era parte de un viaje a New Orleans, en donde soy descubierta por mi mejor amigo en una borrachera y me coge como si estuviera cogiendo con su novia, que es como mi hermana gemela. Descripción vivida detalle por detalle de lo que pasó antes, durante y después de tremenda cogida.
Hola, mi nombre es Alexandra Quiñones. Este es mi segundo relato que describo en esta página. Para los que no saben de mi todavía, vivo en el Área de la Bahía de san Francisco en California. Ahorita vivo como mujer transgenero, pero las historias que relato me sucedieron en mis tiempos de transvestismo.
Hace unos años atrás estuve metida mucho en los negocios de multinivel. Las personas que me habían invitado a este modelo de negocio eran una pareja en donde la mujer había sido mi amiga y compañera en la preparatoria. Ella nunca supo ni ha sabido acerca de mi gusto por vestirme y sentirme mujer. Pero me imagino que ha de sospechar. Ella se llama Nadia, es mexicana, piel blanca, 170 cm de altura, tenía un cuerpo de diosa, se cuidaba muchísimo y se arreglaba de lo más elegante y sensual posible. Para serles honestos, yo la envidiaba muchísimo. Yo y ella eramos casi idénticas de cuerpo y cara. Parecíamos gemelas, solo que ella en mujer y yo en hombre. Mas sin embargo, cada que yo me vestía de mujer, siempre trataba de hacerlo como lo hacía Nadia. Su esposo, Pablo, ahora ex-esposo, es un hombre macho en toda la extensión de la palabra. El es mexicano, moreno, de 180 cm de altura, adorable sonrisa y muy simpático. Siempre me ha agradado. Hubo un tiempo que éramos los mejores amigos y andábamos por todos lados. Íbamos manejando desde San Francisco hasta Los Ángeles por 6-7 horas de camino. Siempre como amigos y yo siempre como la tercera en discordia. Éramos tan íntimos amigos que bromeamos sobre el sexo y nos haciamos preguntas tontas al respecto. Cuando iba a su casa y pasaba a su cuarto de ellos, me encontraba a Nadia en la cama cubriendo su desnudo cuerpo con una sábana. Pablo al verme ahí, me decia:
P: Tomas! (mi nombre de hombre), sabes a que huele?
Yo: mmmm?? No, no se. A que huele?
P: a sexo hombre! Esta habitación huele a sexo puro. Jajajaja!
Yo: (timidamente) ooohhh!! Jejejeje! De verdad?
Nadia solo nos miraba sonrojada y se cubría la cara con la sabana. En ese momento, me imagine a los dos teniendo sexo la noche anterior en el cuarto. Nadia era ese tipo de mujer que todo hombre quiere. Era muy sensual, tímida, con cierto aire de inocencia; y a la vez, exhibía esa vibra de sexualidad que sólo podía conocer ella y su marido, pero que uno podía sentir en su mirada. Me la imaginaba a ella, con su cuerpo blanco y desnudo caminando hacia Pablo coquetamente, arrodillándose ante él y haciéndole una paja bien rica con su boquita chiquita y seductora. Para después agarrarle la mano y llevarlo a la cama y abrirse de piernas ante el. Y a Pablo, me imaginaba la maravillosa panorámica que se estaba echando al verle ese culito grande y redondo, como esculpido por los dioses del OIimpo. Cada que los miraba a los dos, tenia fantasias con ellos. Con Nadia, porque yo quería ser ella. Con Pablo, porque queria que el me poseyera como poseia a Nadia.
Durante todo este tiempo que estuvimos como amigos los tres, yo siempre usaba lencería y pantimedias debajo de mis ropas de hombre. Queria que algun dia ellos me notaran la tanga rosa que traía puesta o la pantimedia negra que se me notaba entre el pantalón y el zapato. Y hubo ocasiones en que por segundos casi me descubren, pero los nervios me ganaron y me pude cubrir a tiempo.
Pasado un año, nos salimos de ese negocio de multinivel y Pablo me invitó a otro negocio. Yo acepte gustosa de poder tener otra vez nuestras aventuras. Pero en esta ocasión, solo era Pablo con quien saliamos a los eventos. Le pregunté por Nadia, y el me respondió que no andaban bien en su relación. Posiblemente estaban al punto de divorcio. Pablo me decia que ya tenía varios meses que no tenía sexo con ella. Ella no lo dejaba ni tocarle un solo cabello. Nadia era el tipo de mujer que tenia un caracter fuerte. Una vez que ella te decía que no, era un no y punto aparte. Me imaginaba como la debía de estar pasando Pablo. Se miraba muy frustrado el tipo. Y yo me quede pensando también que a la mejor mi fantasía no se me podría hacer realidad jamás en la vida.
En una ocasión teníamos que viajar para New Orleans, Louisiana a un evento de liderazgo que teníamos. Era solo por un fin de semana. Agarramos los boletos e hicimos reservaciones de hotel. Yo estaba esperando ese viaje con muchas ganas. Sería una buena oportunidad de llevar mis ropas de mujer y transformarme en Alexandra. Ya tenía todo planeado para ese viaje. Llegariamos el jueves ya entrada la noche al hotel, y solo habría tiempo para dormir durante esa noche. El viernes asistiria durante todo el dia al evento con lencería debajo de mi traje. Ya en la noche después de las 9pm, me transformaría en Alexandra y saldría a la Calle Bourbon. En esa calle todo se vale. Puedes tomar cerveza y licor en las afueras del local. Algo que es ilegal en Estados Unidos. Las chicas pueden andar sin brasier. Hay stripclubs en la calle y las chicas que bailan pueden salir a la calle y promover su local casi sin nada de ropa. Y hay más cosas que puedes hacer en esa calle. Así que aprovecharía la noche, el alcohol y la libertad de la misma calle para sentirme como soy, una mujer. El sábado haría lo mismo que el viernes, pero con la diferencia de que ese dia seria para buscar galan para sexo de una noche. Y ya el domingo nos vendríamos en el vuelo de mediodía. Mi plan era genial. Claro que correría el riesgo de que Pablo me pudiera descubrir y eso hacía que se me subiera más la adrenalina. Pero Pablo no es de los que le guste andar de fiestas y andar tan tarde en ese tipo de ambiente. Así que deseche ese riesgo.
Mas sin embargo, nada salio como esperaba.
Cuando llegamos al aeropuerto de San Francisco, yo tenia que checar mi maleta ya que llevaba un par de tacones stiletto de color negro y otro par rojos. Mas aparte llevaba mis juguetes sexuales, un plug anal, 3 dildos de diferentes tamaños, 2 lubricantes, tanguitas, babydolls, vestidos, ligueros, medias y pantimedias. Pablo solo llevaba un equipaje de mano que podía llevar arriba en el avión. El se quedo extrañado que yo checara mi maleta, en vez de traer una como la de el.
P: si solo vamos por un fin de semana wey! No toda la semana. Pareces vieja me cae. Ya ni Nadia hace eso.
Yo: Es que llevo cosas que no puedo llevar arriba.
P: como que eh?
Yo:pues cosas! ( un poco enfadada)
P: uuuyy que genio! Ya casate pues! jajajaja!
Ya que checamos mi maleta, pasamos a revisión de seguridad. En aquel entonces, como uno se quitaba los zapatos, no me puse pantimedias para no quedar en descubierto. Pero si traia una tanga negra de Victoria’s Secret (toda mi ropa interior es de ahí). Entonces me metí a la máquina que checa el cuerpo y luego que me salí de ahí, un agente de seguridad me dice que me detenga, y me hace a un lado. En ese momento, se acerca una mujer agente y me empieza a escanear todo mi cuerpo. Se me hizo muy raro, pero al mismo tiempo me sentí tranquila de que fuera una mujer y no un hombre quien me estuviera checando. Entonces me dice la agente:
A: gracias señorita por su cooperación .
Yo: (con la voz más femenina que pude hacer) de nada!
Al regresar con Pablo, solo se atino a preguntarme,
P: qué fue eso? Porque te checo una mujer y no un hombre?
Yo: no se wey. También se me hizo muy extraño. A la mejor no tenían suficiente personal.
P: sí, eso ha de haber sido. Pero si hubiera sido al revés, que un hombre cheque a una mujer, la mujer ya hubiera puesto una demanda, no crees?
Yo: jajaja! Tal vez y hago eso cuando regresemos.
P: deberias! Dinero es dinero.
Me quede pensando en lo que había pasado. Y a lo único que pude llegar es que tal vez el agente que me checo con la máquina, vio que tenía puesta una tanga y como no tengo casi nada polla, pensó que tal vez era una mujer o una transgenero. Aca en San Francisco es muy común mirar mujeres transgéneros, pero yo no me atrevía a salir completamente por el miedo al qué dirán. Así que me supongo que para no meterse en problemas, mandaron llamar a una mujer agente. Que bueno que Pablo no vio que traía tanga, sino no sé qué habría pasado.
Ya en el avión, nos acomodamos en nuestros asientos. Mi asiento era en la ventanilla y Pablo quedó en medio. Nadie iba en el tercer asiento. El vuelo era de 5 horas y cruzariamos 3 cambios de horario. Así que tuvimos mucho tiempo para dormir. A las 2 horas de vuelo yo ya había caído rendida de sueño. Una hora más tarde, sentí un cosquilleo en mi polla/vagina y algo pesado sobre mi cuerpo. Era Pablo que se durmió también y en su sueño se recostó sobre mi. Su cabeza estaba sobre mi hombro, pero note que sus manos me estaban agarrando algo diferente. Su mano izquierda estaba sobre mi espalda, como abrazándome. Y su mano derecha estaba sobre mis piernas, como acariciandolas. Me sentía protegida y a la vez cachonda que me tuviera como su mujer. No lo quise despertar, asi lo deje hacer lo que él quisiera y me regrese a dormir. A los minutos seguidos, empiezo a sentir que su mano derecha toca mi entrepierna. Yo cerré mis piernas para que no pueda tocar nada de lo que se fuera a arrepentir más adelante. Al ver que no puede tocar nada, sube su mano hacia mis pechos. En ese momento yo estoy cruzada de brazos, así que no puede tocar nada. Solo atino a acariciar mi vientre. Volví a mi sueño de nuevo.
Minutos después, abrí los ojos aterrorizada. Ahora siento su mano izquierda irse hacia abajo, hacia mi culo. Yo solo tenia pantalon deportivo. Así que era fácil de deslizar la mano por ahí y tocar mi culo. Mi preocupación era que pudiera sentir mi tanga. La tela de la tanga era un poco gruesa y se podía sentir que tipo de ropa interior tenia puesta. Para cuando caí en razón y pude hacer algo para que no bajara mas su mano, el muy hábilmente ya había deslizado su mano. En ese momento me estaba acariciando las nalgas, me agarro la tanga y la jalo hacia arriba. Ese acto de dominio, me excito demasiado. Mi cara se puso caliente y mi pollita/clítoris se despertó y se puso erecta. Yo me mordí los labios para no hacer ningún ruido. En ese momento inconscientemente baje un poco mi brazo derecho de mi pecho y parece que sintió ese movimiento, ya que inmediatamente puso su mano sobre mi pecho y lo acaricio (Cuando me excito, mis pezones se ponen erectos.) Pablo sintió la erección de mis pezones sobre la camisa y me lo pellizco. Al sentir esto, no pude evitar sacar un gemido leve. Me estaba poniendo caliente en un lugar público. No quería crear ningun escandalo ahi, asi que le baje la mano, cerré los ojos y me hice la dormida por el resto del vuelo. El ya no hizo más nada después. Se quedó quieto.
Pasadas las 10 pm, tiempo de New Orleans, llegamos a nuestro destino. Nos despertamos y seguimos conversando del mismo modo que habíamos hecho desde que llegamos al aeropuerto de San Francisco. Parecía que nada había pasado. Al salir del aeropuerto, nos dirigimos directamente al hotel, ya que al dia siguiente teniamos que levantarnos temprano.
Al llegar al hotel y estábamos por recibir nuestras habitaciones, me avisan que hubo un error en la reservación de mi habitación y que lamentablemente no tenían más habitaciones por el fin de semana, debido a la cantidad de eventos que había en la ciudad. Al escuchar esto, Pablo me dice que yo me puedo quedar en su habitacion y asi nos podemos dividir los gastos. Yo estaba entusiasmada y desilusionada a la vez. Ya tenía cuarto para el resto de viaje, pero no podría cumplir mi fantasía del fin de semana, vestirme de mujer.
Cuando llegamos al cuarto, vemos que solo hay una sola cama. Pablo me dice que yo podía dormir en un lado de la cama y él en el otro lado. Le dije que no había problema, que yo podía dormir en la alfombra. El me dijo que de ninguna forma, al fin y al cabo la cama esta grande y amplia. Yo no quise discutir sobre el tema y accedi. A los minutos después, me percate de otro problema: casi toda mi maleta estaba llena de ropa de mujer, más mis zapatillas de 5 pulgadas. No podria abrir mi maleta enfrente de Pablo, sino el veria toda mi colección de atuendos femeninos. Así que espere hasta que él fuera a tomarse una ducha y así poder esconder mi ropa femenina en algun lado de la maleta. Lo bueno de esta maleta es que tiene muchos escondites. Después de todo esto, me tope con otro problema: mi pijama. Solo tenia una playera y un short de Victoria’s Secret. Como les dije, mi idea era yo quedarme sola en mi cuarto. No sabia que hacer. Entonces se me ocurrió quedarme dormido con la ropa que traía puesta. Así Pablo no me cuestionaria sobre la pijama. Ya en la mañana me levantaría tarde, y le diría a Pablo que se fuera primero al evento, que yo lo alcanzaría después. Asi me dejaría el cuarto solo para mi, Alexandra.
A la mañana siguiente, suena la alarma y Pablo se levanta primero. Me hice la dormida y como que no escuche la alarma. Pablo se fue al baño, hizo sus cosas, regresa a la cama y empieza a vestirse. Ya cuando se cambió, me habla. Hago como que no lo escuche. Entonces el viene hacia mi, y me mueve el hombro,
P: hey wey! Ya levantate! Se nos va a hacer tarde.
Ya en ese momento no pude hacerme la dormida,
Yo: no manches wey! Que hora es!?
P: falta mediahora para que empiece el primer taller.
Yo: no jodas! En serio?
P: pues si! Asi que apurale o te quedas!
Yo: todavía me tengo que duchar man!
P: no pues metete a bañar, mientras que paso a comprar unos cafés y allá te espero en el evento.
Yo: ya dijiste Pablo! Gracias! En un ratito te alcanzo.
P: me hablas al cell para decirte donde estoy.
Yo: ok. Esta bien. Yo te llamo. Nos miramos.
Pablo sale de la habitación. Y yo me siento super contenta. Ahora si puedo sacar mis cosas que me voy a poner ese dia. Inmediatamente me meto a la ducha, y a los 5 minutos ya estoy afuera. Ya tenía en mente que me iba a poner ese dia, asi que solo saque esta vestimenta: un bodysuit negro de encaje con ligueros para las medias negras. Asi de simple era mi atuendo. Me puse el bodysuit y después las medias. Me mire al espejo y me miraba divina. Como me hubiera gustado combinar ese atuendo con mis tacones negros, con un vestido de oficina que llegaba arriba de la rodilla y con un cinturon ancho que rodeaba mi cintura. Me hubiera mirado super sexy y elegante a la vez. Pero en ese momento, todavía no me atrevía a salir así.
Vi la hora que era y ya se me estaba haciendo tarde. Me puse mi traje de hombre sobre mi lenceria y me diriji al evento. Le hable a Pablo para saber dónde estaba y quedamos de vernos a la entrada de lugar. Necesitaba mi boleto, y Pablo tenía mi entrada. En mi camino al evento me sentí super sexy con la lencería. En ese momento me imaginé caminando por las calles de New Orleans, enseñando mis curvas y mi belleza al ruido sensual que los tacones hacían con el suelo. Llegando al evento, me encontré con Pablo y nos dirigimos al siguiente taller. Todo transcurrió normal y sin ninguna novedad.
El evento del dia terminó pasadas las 6:30 pm. Pablo y yo nos encontramos con otros compañeros de San Francisco. Ellos nos dijeron que irían a pasar la tarde/noche en la calle Bourbon. Me hice la que no sabía acerca de esa calle y ellos nos explicaron lo que era. A Pablo le intereso bastante la idea y decidimos ir también para ver porque era tan famosa. Cuando llegamos al lugar, pasamos de local en local observando el movimiento y probando algunas botanas exclusivas de New Orleans. Tomamos unas cervezas y nos fuimos caminando por la calle. Encontramos algunas chicas mostrando sus senos y nos quedamos atónitos. Luego miramos unas strippers afuera de su local, quienes nos estaban invitando a pasar, a lo cual accedimos gustosamente. Ya dentro, vimos muchos cuerpos femeninos desnudos. Muchas chicas enseñando su conchitas, sus pechitos, besándose unas a otras y bailando sugerentemente delante de nosotros, mientras una bailaba en el escenario principal. A Pablo se le salían los ojos por tener sexo con alguna de ellas. Yo quería ser una de ellas mostrando toda mi feminidad sin prejuicios. Pedimos más cervezas para disfrutar más amenamente la velada. Pablo y yo estábamos ya un poco borrachos, pero aun conscientes de lo que estábamos diciendo y haciendo. Pero como había mucho ruido, cada que hablamos nos teníamos que acercar al oído para escucharnos. Al hacer esto, Pablo me tocaba la espalda con su mano izquierda. Mi bodysuit tenía tirantes por la espalda a lo cual si tu me tocabas la espalda, lo podías sentir como si fueran tirantes de brasier. Pablo noto eso y empezó a acariciarme la espalda como tratando de adivinar qué era lo que traía puesto. Por el efecto de la cerveza, no le preste mucha atención. Además, en más de una ocasión, sentí que Pablo se me pego mas de lo normal. Se sentó mas cercas de mi, y cuando me decía algo, en vez de tocarme la espalda, ponía su mano sobre mi pierna. Hubiera querido que me la acariciara y sintiera la textura de la media que tenía puesta. Yo me estaba poniendo cachonda con todo este ambiente de sexo y alcohol. Así que en una ocasión que me diriji a decirle algo al oído, inconscientemente y sin querer puse mi mano sobre su pierna. Mas sin embargo, no toque su pierna, sino su polla que la tenía ya dura. Al tocarla, sentí una corriente eléctrica por todo mi cuerpo. La sentia muy grande y gruesa esa polla. En cuestión de segundos me imaginé a Nadia teniendo esa polla en sus manos y entendí el porqué ella había tomado tanto tiempo en dejar a Pablo. Su miembro viril era de otro mundo. Y no cualquier pendeja lo hubiera dejado ir. En otra ocasión hubiera quitado mi mano inmediatamente, pero no esta vez. Mientras le dije no se que, mantuve mi mano en su polla, como si fuera algo normal. El tampoco se inmuto. Solo me me miró y sonrió borrachamente.
Asi pasamos todo ese tiempo en el striclub, cuando se hicieron las 10 pm. Pablo ya estaba plenamente borracho, y yo estaba borracha pero consciente de lo que pasaba a mi alrededor. Entonces le dije a Pablo que era tiempo de irnos ya que mañana nos tocaría otra jornada larga y necesitábamos descansar. Al estar yo bien caliente, se me vino una idea en la mente. Llevarme a Pablo al cuarto, y como estaba bien borracho, dejarlo en la cama dormido, mientras yo me iba al baño, me vestía de chica sexy y puta, junto con mis tacones y jugaba con mis dildos. De esa manera, el viaje y mi fantasía no se echarian a perder. Tan solo de pensar en eso, me puse mas cachonda todavia.
Me levanté de la mesa donde estábamos, y jale a Pablo para irnos. El se levanto tambien, pero como estaba muy borracho, no podía mantener el equilibrio. Así que me tocó ayudarlo a caminar y no perder el equilibrio. Estaba algo pesadito, pero pude llevarmelo sin ningún problema. Nuestro hotel estaba muy cercas de la calle Bourbon. Durante el trayecto Pablo iba diciendo cosas incoherentes. Y de repente dijo algo que me puso de nervios.
P: haaay chiquititaaa! Quierrro bajarrrte esa tanguitaaa negrrra que tieneees. Romperrrte ese culitoo virgen. Mmmmm! Chupamela cabrona! Yo se que te gustoooo!
Me quedé espantada. Me habría descubierto? Sabria quien so yo? Mis gustos? Seguí caminando hacia nuestro cuarto sin ponerle atención, mientras él iba vociferando cosas sin sentido que no lograba entender. Cuando entramos a nuestra habitación, lo lleve a la cama, le quite la ropa que llevaba puesta, y lo deje solo en calzoncillos. Lo acosté en su lado de la cama que le tocaba y le puse la cobija encima. Se quedo bien dormido. Lo llame varias veces para ver si estaba ido. No me respondio. Eso me dio gusto. Media mareada por el alcohol, agarre mi maleta y me fui al baño para hacer mi fantasia realidad. Primero me tome una ducha, y después me puse mis cremas humectantes por todo mi cuerpo. Olían a rosas y feminidad. Después me puse mi protesis de pechos que tengo, la cual se pegan a mi cuerpo y parecen como si fueran mías. No necesitaba usar brasier para sostenerlas y ni quería usar brasier con el vestido de puta que me iba a poner. Luego me puse un liguero dorado que sostenían unas medias color carne. Por encima del liguero, me puse una tanguita dorada chiquita de encaje y me acomode mi pollita abajo hacia atrás, para que no se notara sobre el vestido. Al terminar esto, me coloque mi vestido favorito de puta. Era un vestido dorado, pegado al cuerpo, con brillantina, que me llegaba apenas unos centímetros debajo de la pompa y con un escote muy pronunciado. Mis falsos pechos se miraban muy sexy con ese escote. Y para complementar mi atuendo, mis zapatillas negras stiletto con agarradera gruesa al tobillo. Me mire al espejo, y estaba tan puta como las chicas del stripclub. No me quise poner maquillaje porque me tomaría mucho tiempo y solo tenia una hora o dos a lo mucho.
Ya termine de hacer esto, me acoste en el suelo, me subi el vestido, y me puse lubricante en el culito, para asi dar paso al plug anal. Me lo metí lentamente una y otra vez por 5 mins, hasta que mi culito estaba ya dilatado. Entonces proseguí a meterme uno de mis dildos de 8 pulgadas (20 cms). Mmmmmmm! Que ricura sentia al introducirmelo poco a poco. Ya que mi culito estaba acostumbrado al tamaño del dildo, comence a metermelo mas rapido. Entraba y salía sin ningún esfuerzo. Pero queria mas. Entonces me pare y como el dildo tiene para ponerlo sobre alguna superficie plana, lo coloque sobre la tina de bano. Me empecé a sentar en el dildo e iba de arriba hacia abajo, sosteniendo mi vestido. Dure así por 5 minutos, ya que al usar esos tacones me estaba cansando las piernas. Que placer tan mas rico. Mi pollita/clítoris estaba erecta ( si se le puede llamar a eso erección) y estaba super humeda. Quería venirme como se viene una mujer, a base de estocadas dentro de mi. No quería tocarme esa pollita para nada.
Y entonces, se me vino otra idea a la mente para subir la adrenalina y el placer más todavía. Salir del baño, mirar si Pablo estaba dormido, y si estaba dormido, entonces caminar libremente por la habitación, arriesgando a que Pablo se despertara y me viera. Y la adrenalina final sería abrir la puerta de la habitación y salir hacia el pasillo y caminar por él por unos minutos. Era tanta la calentura y la adrenalina que lo hice. Abrí la puerta de baño, saque mi cara por la puerta, mire a Pablo en la cama, y le grite,
Yo: Pablo! Hey Pablo! Estas despierto! Hey wey!
Y Pablo no despertaba, ni respondia. Así que me decidí a salir asi como estaba. La habitación estaba alfombrada, así que los tacones no harian ningun ruido a cada paso que daba. Cada paso que di, era lento, minucioso, me acerque a Pablo, me puse enfrente de él y vi que él estaba completamente noqueado. Me sentí aliviada, comencé a caminar libremente y quitada de la pena por el cuarto. Me senté en la silla frente a Pablo, le cruce las piernas, mostrando todo mi muslo y parte de mi culo. Me levanté y fui a la puerta de salida, la abri, saque mi cabeza par asegurarme que no hubiera nadie, y no había nadie. Entonces salí lentamente, deje la puerta entreabierta con el seguro para que no se cerrará. No quería quedarme afuera y hacer un numerito de esa forma. Al verme afuera, trate de escuchar si venía gente de alguna parte. Cuando vi que no, empecé a caminar super sexy por todo el pasillo, contoneando mis caderas y actuando lo mas puta posible. De repente, vi que alguien venia, asi que me di la media vuelta y como si nada empecé a caminar hacia mi cuarto. Sabía que estaba deleitando a los hombres que venian detras de mi. Podía sentir que mi vestido apenas cubría mi culo, con lo que les estaba dando tremendo espectáculo. Pensé que esos tipos se irían a sus cuartos y se harían una paja a mi salud. Llegue a mi cuarto, y entré inmediatamente, cerrando la puerta rápidamente. No me había percatado si Pablo estaba despierto o no. Volteé y efectivamente, el seguía dormido.
En ese instante, al verlo acostado hacia mi lado de la cama, me dieron ganas de saber que se sentiría estar acostada al lado de él, en forma de cuchara, dándole la espalda y sintiendo su polla rozar mis nalgas. Mi calentura pudo más que la razón. Fui al baño y me quite solo el vestido. Me quedé con la prótesis de pecho, mi tanga, el liguero, las medias y los tacones. Ya no me importaba si me viera asi o no. Yo quería sentirme como una mujer. Agarre el lubricante, me lo unte en la entrada del culo y me lleve la botella. Salí del baño, sin ninguna preocupación. Me fui al lado de mi cama, deje el lubricante al lado mio, me cobije, me puse de espaldas de Pablo y me le acerque lo más que pude, tratando de que mi culo rozara con la parte donde estaba su polla. Comencé a menear mi culito en su polla. Creo que él sintió el contoneo, porque sentí que su polla empezó a endurecerse por encima de calzon. Yo estaba ida pensando en esa polla tan grande y gruesa que tenía Pablo, cuando entonces sentí que Pablo pone su brazo sobre mi cuerpo. Si quería escaparme en cualquier momento, ahora ya no iba ser posible tan fácilmente. Pero eso ya no me importaba ahora. Pablo empezó a mover su mano sobre mi hombro, luego lo bajo para tocar mi culo, sintió la textura de la tanga y la media y soltó un suspiro. Saco su polla de su calzón y la empezó a frotar sobre mi culo. Estaba bien dura, gruesa y larga. Le salían gotas preseminales que secó al refregar su polla con mi culo. Pero Pablo no me decía nada. Parecía que estaba haciendo todo eso de manera inconsciente.
Al estar refregando su polla contra mi culo, empezó a moverse de manera como si quisiera metermela. A mi me parecio estupendo. Me doble hacia adelante, hice mi tanga a un lado, me inserte más lubricante en mi culo, y levanté mi pierna izquierda para darle más espacio para que me la metiera. Al notar esto, Pablo me toca mi culo, y mete un dedo, luego dos, y los saca y los mete una y otra vez. Entonces me agarra de la cintura, y me acerca a su polla. La cual la dirige hacia mi culo, e intenta meterla. Al principio no puede por la gruesa que está. Pero al segundo intento, logra meter la punta lentamente. Luego la saca, e intenta meterla nuevamente. Esta vez entra un poco más. La vuelve a sacar y la mete otra vez un poco más. Y así está por espacio de 5 mins. Yo estoy ida en dolor y placer. Esa polla estaba muy gruesa. Tal vez era la polla mas gruesa que me haya topado hasta ese dia. A duras penas me cabía en mi culo y me lo estaba perforando. Cada metida que me daba era un dolor descomunal. Pero era más el placer y la lujuria que el dolor que me causaba. Sabía que eso seria solo pasajero. En cuanto mi culo se acostumbre al tamaño de esa polla, empezaria yo a gozar de lo lindo. En ese momento me acordé de Nadia y la maldecía. Esa puta amiga mía se había estado tragando esta tremenda polla con su boca, su panocha y su culo todos los días. Y yo apenas estaba encontrando el éxtasis que esa polla causaba.
Ya para este punto, Pablo había metido más de la mitad de su polla en mi culo. Su vaiven era un poco mas rapido. Yo empece a gemir de placer. Al escuchar esto, Pablo empezó a acelerar el mete y saca. Queria terminar a la de ya. En esto Pablo me metió su polla, la sostuvo ahí mientras con su mano izquierda nos quitaba la cobija, me abrazo por la espalda, con su mano cerca de mi cuello, y entonces me volteo y me puso boca abajo. Sentía todo el peso de su cuerpo encima de mi cuerpo. Me abrazo fuertemente y empezó a taladrarme el culo fuerte, rápido y salvajemente. Si antes parecia todo un caballero viendo por mi bienestar, ahora parecia una bestia sedienta de sexo desenfrenado. Tenía su cara cerca de mi oído derecho y podía escuchar sus rápidos gemidos. Lo único que podía mover eran mis piernas de la rodilla hacia abajo, las cuales a cada estocada que me daba las doblaba hacia arriba, como para apoyarme en algo que no encontraba. Toda esta escena me estaba poniendo a mil. Tanto destrozaban mis entrañas esas embestidas, que sentí una corriente eléctrica en mi pollita/clítoris. Me había corrido como se corren las mujeres, a base de estocadas dándome en mi punto G. Al sentir eso, inmediatamente sentí todo mi vientre y mi pollita/ciltoris humedecerse. Estaba en el paraíso. Pablo ni cuenta se había dado que me había corrido, y no parecía importarle eso. Solo quería cogerme y venirse el. De eso me di cuenta, porque él no hacía reparos de como me encontraba. No se cuanto tiempo estuvo perforandome, pero sentí que fue toda una eternidad. En eso, escuche su respiración hacerse más rápida, sus gemidos más agudos, me apretó más fuertemente mi cuerpo con sus brazos, y su mete y saca estaba a punto del clímax. Entonces el grito,
P: aaaaaaaahhhh!!!
Al oir esto, mi culo se inundó de su semen caliente. Eran bocanadas de chorros de semen que llenaban las paredes y entrañas de mi culo. Era tanto semen que estaba emanando de su cuerpo, que senti mis piernas llenarse de ese liquido que ya no cabia en mi orificio anal. Y entonces terminó nuestra aventura sexual. Yo quedé tirada en la cama, tratando de reponerme a la brutal cogida que había recibido por una hora. Pablo quedó encima de mi. Nunca se movio. Su polla todavia permanecia en mi culo. Yo queria quitarmelo de encima para irme al bano a limpiarme. Pero el no me dejo. Trate de hacerme a un lado, y el me agarro fuertemente. No me queria soltar. Entonces vi lo que pasaría. Nos quedariamos así toda la noche. Me dije a mi misma que en cuanto se quede dormido nuevamente, lo haría a un lado y me iría al baño. Cerré los ojos para disfrutar por última vez esa escena y me quede dormida.
No me despertaria hasta el día siguiente, con él abrazado a mi cuerpo. Ese nuevo día, sería uno de los días que jamás en la vida podré olvidar.
Si les gusto esta historia, manténganse pendientes para la segunda parte de este relato que pasó en Octubre del 2016.