Candela despierta de su letargo (parte 3)
Candela tras la decepcionante conexión sexual con Juan decide probar nuevas experiencias a través de una web de contactos de sexo y descubre el placer del sexo virtual con Sergio, un experto jugador que la llevará al éxtasis.
Candela se había dejado llevar por primera vez en su vida hacia el terreno de lo que comúnmente llamamos infidelidad al citarse con Juan para saborear por primera vez otros labios que no fueran los de su marido, pero en su interior ella se sentía en paz porque se estaba siendo más fiel a sí misma que nunca.
Se había engañado durante muchos años pensando en lo buena niña que era, pero sus ojos siempre buscaban el contacto con los hombres, le gustaba descubrir si había deseo en ellos y reconocía que siempre en su vida existía algún hombre fetiche al que observaba en silencio y con el que imaginaba saciar su sed de deseos reprimidos y llenar el vacío que sentía en su matrimonio.
A pesar de la decepción de sentir que con Juan no se había producido la suficiente conexión como para repetir el encuentro e ir más allá, ella se sentía orgullosa por haber dado ese paso derribando uno de sus muros y por haberse dado permiso de satisfacer por primera vez esa curiosidad que durante tantos años la acechaba.
En el día siguiente del encuentro Candela y Juan cruzaron algunos mensajes por whatssap reviviendo la cita para besarse durante 3 minutos y, rápidamente Juan pudo percibir las dudas y distancia por parte de Candela, que fue sincera en todo momento con él. Aun así Candela seguía muy excitada por la situación arriesgada que habían compartido y por el juego de seducción que le había abierto las puertas al deseo irrefrenable de seguir divirtiéndose y explorando su lado más sensual. Su imaginación seguía volando en mil y una escenas sexuales que la hacían mantenerse caliente gran parte del día.
En su calentura y en la ausencia de Juan durante los días siguientes, que pareció retirarse del campo de juego, Candela optó por primera vez en su vida en hacerse responsable de su propio placer y buscar alternativas que pudieran seguir alimentando su deseo.
Empezó su búsqueda en google hasta dar con una web de contactos liberales, en la que tras unos pequeños pasos tuvo listo su propio perfil para empezar un nuevo juego.
Se adentraba en un mundo virtual totalmente desconocido, estaba muy excitada pero quiso ser prudente eligiendo una foto de perfil inocente de la sombra de una mujer que soplaba una flor de los deseos. Indicó en sus preferencias que solamente buscaba contacto virtual porque no se planteaba ir más allá, Candela quería jugar, excitarse y encontrar un compañero de juegos que estuviera en su onda.
Los primeros días recibía miles de mensajes de hombres hambrientos de sexo, algunos entraban con más gracia que otros a través de la pequeña pantalla de su teléfono móvil. Candela tuvo que empezar a desarrollar poderes intuitivos para seleccionar a los candidatos a tener una simple conversación ya que en pocas frases se delataban y la partida llegaba a su fin.
Le costó bastantes intentos fallidos dar por fin con alguien al otro de la pantalla que la llenó de excitación, curiosidad y morbo. Así fue como escondida en el baño de casa en una mañana de sábado conoció a Sergio:
Sergio: Buenos días, se puede?..... encantado
Candela: Hola
Sergio: Un placer Candela
Candela: Igualmente
Sergio: ¿Que tal estas?
Candela: Despierta ya ….jajaja……inquieta…..mmmm …. ¿y tu?
Sergio: Eso no lo dudaba…..jejeje. ¿inquieta porque? ¿Qué te pasa? ¿te puedo ayudar en algo?
Candela: Últimamente siento una pulsión en mi sexo. Sube y baja durante el día, pero me tiene inquieta y me despierta.
Sergio: Oooh que bueno, que suerte y al mismo tiempo que pena no poder sentirlo de cerca.
Candela: Mmmmmmmm
Sergio: Pues tú me has provocado que suban los intereses.
Candela: ¿Cómo se siente una erección? Yo hasta ahora no había sentido este palpitar de mi sexo con tanta insistencia.
Sergio: Y cuando suben hay que apostar por ellos. Como en la bolsa.
Candela: jajajaja….me gusta tu humor
Sergio: Pues me encantaría ser su doctor. Y poder atenderla como merece
Candela: Y dime …. ¿Cómo me explorarías doctor?
Sergio: Serías mi mejor y única paciente, no la dejaría ir de mi consulta
Candela: Mmmmmmmmmm
Sergio: Ya sabes que para explorar y poder averiguar de dónde viene su mal tiene que tumbarse en mi camilla. Y como es lógico con ropa no podría ayudarla en nada
Candela: Seré complaciente doctor. ¿necesita que me desnude?
Sergio: Le haría que se desalojara de su ropa e iría mirando poco a poco y con mucha atención todos los rincones de su cuerpo.
Candela: Me siento como una niña en sus manos doctor y observada de manera lasciva….mmmmm
Sergio: Candela por Dios…. Ha de confiar en el doctor.
Candela: Empiezo a tener más calor. Es que tengo miedo de que me toque y ya no pueda parar …. Me asusta su mirada lasciva y lujuriosa.
Sergio: No se me preocupe, sabe que está en buenas manos y no dejaré que se marche de la consulta sin saber de dónde viene su mal. Candela cielo, mi mirada y mi oído son esenciales para explorarla.
Candela: Mmmmm… ¿Qué me vas a hacer doctor?
Sergio: Pero relájese, yo sé bien que hacer. Pues una vez he mirado la tensión y la temperatura, me veo obligado a saber de dónde viene.
Candela: Tiemblo y mi sexo palpita.
Sergio: Y después de auscultar la espalda tan bella he de hacerlo por delante. Así que haga el favor de quitarse el sujetador.
Candela: Ufffff…….Cuidado con mis pezones, son grandes, sensibles y están erectos por el frío.
Sergio: Así es, me encantan y están duros, pero su malestar no viene de ahí. He de seguir mirando.
Candela: Ufffff ….. me está poniendo nerviosa doctor.
Sergio: Aun así mientras tengo una mano reconociendo el problema de donde llega, no pararé de acariciar los pezones para que me ayuden a diagnosticar. Candela cielo, sabe que es mi mejor paciente y lo mínimo que puedo hacer es estar por usted. Ha de relajarse, confiar.
Candela: Mmmmmmm tanta atención me abruma doctor.
Sergio: Estoy para ayudarte. Que menos Candela por Dios, sabes que soy muy profesional.
Candela: De acuerdo Doctor, confiaré ¿Quiere que abra mis piernas?
Sergio: Soy médico de cabecera, ginecología y cirujano si hace falta. Si Candela cielo, has de intentar facilitar mi trabajo para diagnosticar el problema.
Candela: Confío en que no me hará daño
Sergio: No Candelita…. Para nada le haré daño, si siente algo diferente me dices, ¿de acuerdo?
Candela: Vale, mi sexo está caliente, me duele
Sergio: Tampoco viene del estómago, he de seguir bajando.
Candela: Aaaaaaahhhhh….. Cada vez duele más.
Sergio: Eso estoy notando Candela, que está muy caliente en sus ingles.
Candela: Si, ¿lo nota doctor? Palpita
Sergio: Y la siento mojadita. No es malo por eso, es muy bueno. Cuando se siente alto de temperatura hay que sudar y mucho. Si, lo noto.
Candela: ¿Me hará sudar doctor? Necesito que el calor baje.
Sergio: Lo que me preocupa es como se moja, así que me aseguraré de comprobarlo con mi lengua, confío en la seguridad de detectar algo con ella.
Candela: Ufff…. ¿su lengua doctor?
Sergio: Candela por favor ábrase bien. He de mirar el clítoris mientras lo masajeo con la lengua, para ver cómo reacciona.
Candela: Ufff…. Me voy a morir de placer. Me está poniendo más caliente.
Sergio: Si Candela, usaré mi lengua, podría hacer una radiografía pero no es tan fiable y tardaría en saber lo que hay. Ahora me contesta a las preguntas. ¿de acuerdo?
Candela: Su lengua empieza a hacer efecto. Creo que me voy a correr por primera vez.
Sergio: Candela ¿me atiendes al doctor? ¿Que siente cuando le paso la lengua plana de arriba abajo?
Candela: Muuucho placer
Sergio: ¿Qué síntomas? ¿algún pinchacito?
Candela: Olas de calor me invaden.
Sergio: Y ahora con la puntita de la lengua en el clítoris como si dibujara un cero y un ocho.
Candela: Vienen de más adentro, explore doctor.
Sergio: A ver, se me va sentar encima de mi cara. Y sacaré mi lengua y me follara la boca hasta que me la deje empapada.
Candela: Ufffff
Sergio: A ver qué siente
Candela: Follarte me pone más cachonda aún doctor, creo que estoy empeorando.
Sergio: Tranquila, no se me preocupe. Averiguaremos de donde viene, incorpórese un poco. Lentamente y no se me maree. Póngase contra la pared con las manos arriba.
Candela: Ufffff, me está poniendo a mil, doctor malo ¿va a cachearme ahora?
Sergio: Si, y azotaré un poquito sus cachetes ¿Qué siente?
Candela: Guau, no sabe cuánto me gusta, me encanta.
Sergio: No las baje.
Candela: Me voy a correr por segunda vez.
Sergio: Manos arriba
Candela: Estoy muy alterada, sentirme así de acorralada me pone a cien.
Sergio: No se me preocupe, espere a dármelo en la boca.
Candela: Su mano palmeándome las nalgas……ufff…..Necesito algo duro en mi interior.
Sergio: Pues si necesita algo duro cójamela y abuse del doctor. Mira como la tengo.
Candela: La necesito yaaaaaa.
Sergio: Es grande y gorda ¿le gusta?
Candela: Mmmmmmmm……..No puedo más…….
Sergio: Vióleme y abuse del doctor, o lo hará él con sus encantos.
Candela: Me encanta, es justo lo que necesito. Necesito chuparla primero. Saborear su sexo.
Sergio: Pues toda para ti.
Candela: Mmmmmmm….. está mojada.
Sergio: Haga lo que quiera con ella. Déjeme que le coja del pelo.
Candela: La voy a engullir hasta el fondo de mi garganta.
Sergio: Apriete bien fuerte.
Candela: Arggg…que grande y dura …. Joder ¡!!
Sergio: Mmmmmm…. Le encanta al doctor
Candela: Ya veo ya, espere a echarme su leche doctor, conténgase un poco más.
Sergio: Toda para usted. Claro Candela, usted manda, como paciente también puede dar órdenes.
Candela: ¿va a acabar con este dolor de una vez por todas? Fólleme ya. Necesito su polla abriendo paso en mi sexo.
Sergio: Póngase a 4 patas.
Candela: Penétreme ya, se lo suplico.
Sergio: En mi camilla se lo voy a dar todo bien fuerte.
Candela: Rómpame el coño….. joder ¡!!
Sergio: Así …. Así….. más fuerte…. Grite…gima
Candela: A 4 patas me pone a mil, usted sí que sabe….
Sergio: Desahóguese …… así
Candela: Voy a estallar en cualquier momento.
Sergio: Ufff… unos cachetes en el culete
Candela: Siiii…..aaahh que gusto. Justo lo que necesitaba.
Sergio: Espérese que le voy a comer el culo.
Candela: Diosssss
Sergio: Con mi lengua, que se lo quiere follar el doctor.
Candela: Me va a desgarrar el coño ….. el culo mmmmm… me da respeto, pero me tiene a sus pies doctor, haga conmigo lo que quiera.
Sergio: Déjese llevar.
Candela: Vióleme el culo.
Sergio: He de conseguir saber de dónde viene su malestar. Así … así
Candela: Aaaaaaaaa…. duele …..
Sergio: Mire mi lengua como le folla el culo.
Candela: Mi culito es pequeño.
Sergio: ¿le gusta?
Candela: Aaaaaa… estoy húmeda…. Ufff …. Me encanta
Sergio: Ahí va mi polla, es grande y muy gorda y la va a sentir por todos lados.
Candela: Dios, voy a estallar, no puedo más.
Sergio: Cuando se vaya a correr avise al doctor. Para poner la boca y tragárselo todo.
Candela: ¿Qué me está haciendo doctor? Joder…. Estoy a punto… siiiii….. mi doctor, lo que usted mande.
Sergio: Haga lo que le digo y así recuperará su bienestar.
Candela: Me corrooooooo…… mmmmmmmm……aaaarrrggggg … Dios
Sergio: Más fuerte …. Así
Candela: Que placer !!
Sergio: Así.
Candela: Me muero, deme su leche, córrase en mi boca.
Sergio: Siiii toda para usted, abra la boca.
Y así fue como Candela se desvirgó en el sexo virtual junto a Sergio, el experto jugador que había estado esperando toda la vida.