Can you read my mind?

Un pequeño fragmeto de mi vida.

Hace mucho tiempo que no escribo, siento esa necesidad de contar mi historia la cual en verdad quedará plasmado mi lado más oscuro.

Mi nombre es Montserrat, actualmente tengo 24 años, soy estudiante de arquitectura, mido 1.70 m, cabello Negro y lacio, ojos marrones y piel blanca, omitamos la complexión física porque no soy modelo, digamos que estoy en el rango "normal" aunque si soy un poco Fuerte gracias al gimnasio y que ayudo de vez en cuando a mi familia en su negocio. Me gusta vestirme como quiero, siempre de colores oscuros y raramente de negro, mi rostro casi nunca muestra otra emoción que no sea negativa, soy sería y me gusta estar sola y en silencio. La única que tiene acceso a mi vida es mi mejor amiga Valeria.

Para mi edad ya debería estar graduada de la universidad, mi estilo de vida un poco desordenada me ha atrasado un poco y aunque ya estoy en mi último año me siento veterana.

Mi mundo dio un giro de 360 grados hace dos años cuando conocí a una dulce chica llamada Elizabeth, ella estaba cursando 2do año y yo 3ro. Recuerdo que ese día Margot una de mis ex compañeras me pidió que le ayudara a preparar una exposición, nos quedamos en unas mesitas del área verde cerca de los edificios de biología, ese lugar me gustaba porque daba la impresión que uno estaba en medio de un mini bosque y bueno, ahí fue dónde me percaté conscientemente de su existencia, le pregunté quién era ella discretamente a Margot, al instante dedujo mi interés y con una sonrisa cómplice me respondió "tu nueva víctima se llama Elizabeth, todas la llaman Eli, es una de las mejores de la clase así que ni te atrevas a hacerle algo"

Montse: no te preocupes, no entrará en la lista -dije tratando de sonar lo más convincente que podía pero con Margot o Valeria era imposible. Cómo resistirme si yo misma sabía que haberla mirado fijamente por más de 5 segundos ya tenía su nombre escrito en mayúsculas en mi "lista" como mis amigas decían.

Margot: Como si no te conociera lo suficiente... Algún día tus juegos te saldrán al revés, el karma te alcanzará -dijo mientas se quedó en silencio y dirigió su mirada al piso- ahora que lo pienso, tu eres un demonio y vives en tu propio infierno soportarás lo que sea -agregó con un tono triste en su voz.

Montse: Tú misma lo has dicho -dije con sarcasmo, recordando todo lo que he vivido.

Estuvimos unos minutos en silencio todo eso acabó cuando Valeria llegó a la mesa con una pizza y bebidas para las tres, supuse que Margot la había invitado, comimos, bromeamos un rato, terminamos de preparar la exposición y cuando miré mi reloj y ya eran las 5 pm, guardamos todo y les ofrecí llevarlas a sus casas, como ya era costumbre. Nos fuimos al estacionamiento, Vale corrió hasta mi camioneta, la abrió y se sentó en el lugar del conductor.

Montse: Demonios Valeria! te he dicho mil veces que mientras yo esté consiente YO conduzco, no tú! -Le grité mientas la bajaba de la camioneta y me arrepentía de haberle dado una copia de las llaves de la camioneta y de mi casa. En todo el camino Valeria y Margot no pararon de hablar, yo iba concentrada manejando pero más que eso iba planeando mi estrategia de cómo poder hablar con Eli o tener algún acercamiento con ella, sabía que el simple hecho de preguntarle a Margot sobre ella era el primer as que había puesto sobre la mesa, sólo era cuestión de esperar unos días para que Margot se acercara más a el grupo de amigos de Eli. El sonido de una llamada entrante en mi celular me despertó de mi lapsus Eli.

Valeria: Adivinemos quién le llama a Montse! -Dijo sarcástica mientras no tenía otra salida que contestar la llamada.

Montse: Hola (....) ¿dónde estás? (...) ¿pizza? Pero la dieta (...) paso por ti en 15 minutos. -colgué y tiré el celular con odio.

Margot: Cuánto amor.... No sé por qué sigues con esa tipa si tú no la aguantas.

Valeria: algo debe estar pagando... Que karma con esa! Gritó con desprecio.

Montse: dos años de ser mi novia y nunca aprendieron a respetarla -fingí estar ofendida por la que todos rieron- ya! En serio, es mucho pedir que respeten mi sufrimiento? - dije mientras me estacionaba frente a la casa de Margot.

Margot: Jajajaja no creo que tú la respetes cada vez que le pones los cuernos! –todas reímos porque sabíamos que era una cruel verdad.

Se bajaron de mi camioneta y se quedaron a cenar juntas. Las tres somos buenas amigas, nos conocimos en la facultad en nuestro primer año, hemos repetido los mismos años, excepto Margot, ella no estudio un semestre por eso estaba en el mismo grupo de Eli, recordé que había quedado de pasar por mi novia, así que puse en marcha, conducía y pensaba en cómo sería mi vida si Eli fuera mi novia, entre tantos pensamientos llegué a la casa de Claudia, ella estaba parada frente a su casa, me estacioné y ella se subió, confieso que hace año y medio yo me hubiese bajado para abrirle la puerta, pero nuestra relación era toda una farsa, me dio un insípido beso en los labios, solamente sonreí, platicamos de cosas no tan importantes, cuando llegamos a su pizzería favorita nos bajamos y automáticamente nos tomamos de las manos, entramos y para mi sorpresa ahí se encontraba Eli y sus amigos aparentemente festejaban en cumpleaños de uno de ellos, mire rápidamente el lugar, no sé si quería escapar o ir donde estaba Eli y platicar con ella pero no podía suceder ninguna de las dos opciones, me di cuenta que Eli me miraba fijamente, me hipnotizaron sus lindos ojos marrones, como reflejo no pude evitar sonreír y para mi suerte ella correspondió con una hermosa sonrisa , su mejor amiga Simone se dio cuenta de lo que sucedía y me dedicó una mirada matadora, la cual solamente me causó gracia y así mi esporádico encuentro visual con Eli había pasado a la historia.

Claudia: amor, vamos a nuestra mesa – me dijo como si ya supiese las líneas de la obra de teatro, nos sentamos y ordenamos la comida, de vez en cuando miraba hacia la mesa de Eli, cuánto deseaba estar ahí con ella, pero frente a mi tenía a la persona que me limitaba.

Antes de irnos fui al baño, tuve que esperar en el pasillo porque estaban ocupados, miraba hacia el techo cuando escuché que reían eufóricamente cerca de mí, eran Eli y Simone,  traté de no parecer sorprendida por el encuentro inesperado, no sabía qué hacer, tenerla cerca me hacía sentir indefensa así que opté por irme, cuando pasé a escasos centímetros de Eli tuve que contener la respiración o mis impulsos, no sé, pero debía salir de ahí lo más rápido posible.

Traté de omitir o eliminar cualquier pensamiento o sentimiento que se relacionara con Eli, así pasaron dos semanas, Margot me llamó para que la acompañara a hacer una tarea en grupo, cosa que no me pareció buena idea pero acepté, cuando llegué a la casa de Margot me sentí nerviosa sin motivo alguno, toqué el timbre y me quedé helada cuando abrieron la puerta, era Eli, por segunda vez en mi vida tuve esa sensación de vértigo que se agudizó aún más cuando me sonrió y me invitó a pasar, no dije nada, no saludé, me temblaban las manos, me sentía tan patética.

Margot: Montse! Qué bueno que viniste! Estábamos esperándote para que nos explicaras algunas cosas, te presento a Eli –dijo con su sonrisa cómplice, me presentó con todos pero a quien creo no le causó gracia verme fue a Simone, pero era algo que sinceramente no me importaba.

Actué lo más natural que  podía, les expliqué lo que sabía y resolvimos todas las guías que tenían pendientes, me sentía cansada por lo que fui a la cocina a tomarme una Coca Cola y relajarme a solas, estaba concentrada viendo fijamente cuando alguien se me acercó por la espalda,  me tocó el hombro y me susurró al oído “gracias por la explicación” sentí las mil y un descargas eléctricas en todo mi ser, respiré profundo inhalando esa deliciosa fragancia  tomé el ultimo sorbo de mi Coca Cola, me di la vuelta y la vi fijamente a los ojos, le sonreí diciendo – fue un placer.

Así empezamos nuestra primera conversación, hablamos de libros, de música, cine, en fin, de todo un poco, fue una de las conversaciones que más he disfrutado, al cabo de una hora que pareció un minuto apareció Simone, se notó el desagrado en su cara cuando se dio cuenta que estaba conmigo, le dijo que ya era tarde y que debían regresar a sus casas vi mi reloj y eran las 10 pm, nos despedimos con un beso en la mejilla y de nuevo, sentí como  pedacitos de mi alma temblaban dentro de mí.

Todos se despidieron y agradecieron mi ayuda, cuando se fueron me senté en el sillón y esperé que Margot cerrara la puerta, cuando lo hizo comenzó a reírse frenéticamente.

Margot: JAJAJAJAJA debiste ver tu cara, eres tan patética, parecía que habías visto la muerte en persona, estabas PÁLIDA! –dijo casi llorando por tanto reír.

Montse: TE ODIO! Casi me da un infarto cuando me abrió la puerta! Debiste decirme que estaba aquí! –grité frustrada y riendo a la vez.

Margot: -aun riendo a carcajadas- Acaso querías que te avisara para que prepararas una estrategia? Nooooo! Me debías una y ahora la pagaste!

Estuvimos bromeando hasta como la 1 am hasta que nos quedamos dormidas, esa fue una de las pocas noches/madrugadas en las que duermo tranquilamente, mi corazón se sentía en paz y a la vez muy emocionado porque ya había tenido mi primer acercamiento con Eli, es lo bueno de conocer a las personas, puedes aprender a controlar las situaciones para tu beneficio.

Pasaron varias semanas y nuestras conversaciones en los pasillos de la universidad  eran más frecuentes, cada día me gustaba más y más, nos hicimos amigas en Facebook, confieso que por las noches antes de ir a dormir revisaba su perfil, memoricé cada una de sus fotografías, sus libros favoritos, la música que escuchaba, sentía esa necesidad de saberlo todo de ella. En una de las tantas conversaciones en Messenger intercambiamos números de teléfono (otro punto a mi favor), nos escribíamos en WhatsApp las 24 horas del día, llegue a saber casi todo de ella, de su familia, sus amigos, sus ridículos pretendientes, pero lo que más me dolió saber de ella es que en su vida el amor era algo que no existía en otro lugar que no fuera en el papel de las páginas de sus libros, ese si fue un golpe bajo y por la misma naturaleza del enamoramiento o el amor yo seguía a su lado a pesar de tener bien claro que no le interesaba como algo más que su amiga.

Recuerdo claramente el primer día que la invité a salir, fue un sábado, quedamos de vernos a las 9 am  en un restaurante del centro comercial, estaba tan nerviosa que no podía sacar la camioneta de la cochera, llegué con 20 minutos de retraso, cuando la vi sonreí estúpidamente, si esa sonrisa patética de cuando te gusta alguien, me gustaba tanto que no me atrevía a saludarla de beso en la mejlla.

Montse: Lo siento, había mucho tráfico –dije apenada mirando el reloj.

Eli: No te preocupes, mientras te esperaba comencé a leer una novela –mencionó con una linda sonrisa, no sé de qué demonios trataba la bendita novela, me perdí en sus ojos, su pelo, su labios, que por cierto mordió varias veces, almorzamos, las personas iba y se iban del restaurante y nosotras seguíamos ahí conversando de todo, pasaron una, dos, tres  horas hasta que recibió una llamada, era su madre preguntando donde estaba, tuvo que irse porque tenían una cena familiar.

Eli: Ha pasado tan rápido el tiempo! Ya son las 6 de la tarde! Debo irme mamá me está esperando, me agrada mucho hablar contigo, eres una persona muy interesante, misteriosa, intrigante, no sé, quizá no hay un adjetivo que te describa exactamente, espero que salgamos de nuevo –dijo mientras guardaba el celular en su bolsillo- nos escribimos más tarde? –preguntó mordiéndose el labio inferior.

Montse: Claro – sonreí disimulando mi sorpresa por lo que acababa de ver, la llevé hasta su casa. Al momento de despedirnos fue incomodo porque yo evitaba a toda costa despedirme o saludar de beso, pero después de pasar casi un día entero con ella me atreví a hacerlo, cuando escribo esto, aún puedo sentir el olor de su perfume y la suavidad de su piel, recuerdo que se esfuma con mis suspiros.

Juro que mis intenciones no son buenas -dije mientras ponía en marcha mi camioneta y veía a Eli por el retrovisor,

Nota: Disculpen cualquier error ortográfico, solamente quiero compartir esto, quizá es una historia amorfa que espero moldear poco a poco.