Campos de Lavanda

Fin de semana con idea de ver los preciosos campos de Lavanda en Brihuega, que servirá para propiciar un intercambio de parejas.

Somos Blanca y Marc, algunos de vosotros ya nos conocéis, pues hemos publicado varias historias ( Nuestro primer trío, 1,2,3 ), el que escribe siempre soy yo, Marc (este no es mi verdadero nombre), excepto en la última aventura que fue Blanca la que nos conto como le fue aquella noche.

A mediados de este último mes de julio, fuimos a pasar unos días a la provincia de Vuelvo a tomar yo la narración de este nuevo relato, con ayuda y colaboración de Blanca.

Guadalajara, con la intención de disfrutar de una maravilla de la naturaleza: los campos de lavanda en flor, para ello decidimos ir a Brihuega y que mejor manera de divertirse , que haciéndolo en compañía de unos amigos: Lola y Paco.

Es una amistad de hace bastante tiempo, pero con la jubilación de él se fueron a vivir a un pueblo de Salamanca y ahora hacia bastante tiempo que no nos veíamos.

Quedamos en vernos a mediodía para comer juntos, al llegar a la Plaza Mayor de Brihuega, nuestro punto de encuentro, nuestros amigos ya estaban allí, sentados en una terraza de un restaurant , tomando unas cervezas. La alegría del reencuentro fue tremenda, al igual que el enorme alboroto que formamos con los besos, abrazos y achuchones que nos dimos. La gente de nuestro alrededor nos miraban entre asombrados y desconcertados por nuestra muestra de júbilo. Ya más tranquilos nos sentamos y pedimos unas cervezas, empezando a ponernos al día de nuestras vidas, aunque teníamos bastante contacto por móvil y whatsap, el hacerlo cara a cara era mucho más gratificante. De las cervezas pasamos a pedir la carta para comer, la unión de varios elementos: buena comida, el sitio agradable, la conversación y sobre todo la excelente compañía de Lola y Paco, hizo que prolongáramos en exceso la comida y terminamos de hacer la sobremesa a media tarde.

Al ser fin de semana y con el boom que está cogiendo el espectáculo de los campos de lavanda en flor, nuestro alojamiento estaba en un pueblo cercano. Antes de coger el coche decidimos dar un paseo por el pueblo y bajar un poco la comida. Nos dimos cuenta que toda la población se había volcado en adornar el pueblo con motivos de lavanda.

Después del paseo, fuimos a buscar los coches y nos dirigimos hacia la casa rural que habíamos alquilado. De camino, pasamos por varios campos de lavanda y paramos unos instantes para hacer las primeras fotos, pero decidimos que al día siguiente ya descansados del viaje, lo veríamos mejor.

En unos minutos llegamos a nuestro destino, una casa de dos plantas, rodeada de césped y árboles frutales , con una piscina un poco alejada de la casa.

Eva, la dueña de la casa, nos dio la bienvenida y de una manera muy agradable empezó a enseñarnos la vivienda, las chicas continuaron con ella, mientras Paco y yo empezamos a descargar las cosas de los coches. Al poco bajaron las tres del piso superior, ya todos juntos

Eva nos dijo:--bueno chicos espero que todo sea de vuestro agrado y si necesitáis cualquier cosa, nuestra casa está aquí  cerquita, buenas noches.

Casi como un coro, respondimos los cuatro -- Gracias, buenas noches.

En la planta baja había un amplio comedor/cocina/sala de estar amueblado con muy buen gusto, con unos grandes ventanales que daban a una terraza y al jardín, un poco más al fondo se veía la tentadora piscina. La primera planta se completaba con un baño y unas escaleras para subir al primer piso. Donde habían dos amplias habitaciones, con una terraza común y otro baño. Una vez elegidas las habitaciones, nos dedicamos a colocar la ropa en su sitio, la verdad es que entre los dos fue bastante rápido, entonces me senté en el borde de la cama con un gesto de cansancio.

Blanca al verme dijo:-- no, no quiero oírte decir que estas cansado.

Intente responder, y darle una explicación, pero ella continuo:-- este fin de semana lo quiero pasar a tope y quiero empezarlo ya.

Se me acerco quitándose su camiseta de una manera muy sensual, se dio media vuelta y de espaldas a mí, se desabrocho el sujetador, dejándolo caer al suelo, se giro muy despacio y acabo de acercarse .

Yo le dije:-- ¿Qué haces cielo?...nos van a ver, la puerta está abierta.

Me hizo callar de una manera muy dulce y suave, poniendo sus labios sobre los míos y tentándome con su lengua. Se separo de nuevo y se desabrocho los shorts se los bajo un poquito de la cadera y se deslizaron hasta sus pies, quedándose con un minúsculo tanga. Pero yo seguía más pendiente de la puerta que del striptease que me estaba regalando mi mujer. Poso su mano en mi hombro y empujándome suavemente me dijo:

-- No te resistas, túmbate y déjate llevar.

Me deje caer hacia atrás, quedando tumbado encima de la cama, mientras ella se situaba de rodillas a mi lado, de un golpe me bajo mis pantalones cortos y el slip, dejando en libertad mi ya erecto pene, al verlo de esa manera, Blanca le dijo:

-- Vaya al menos tu si te alegras de verme, no como tu dueño que está más pendiente de la puerta que de mí.

Lo cogió con una mano, mientras con la otra me acariciaba los testículos, suavemente sin prisas, hasta que la noto que estaba completamente dura, muy dura…y oí como decía:

-- así es como me gusta que la tengas.

Dicho lo cual note su mojada y cálida lengua en la punta de mi  glande, pasando poco después a besarlo y a empezar a chuparlo con verdadera pasión durante unos instantes, pasando de nuevo a pajearme con su mano, cuando notaba por las vibraciones de mi polla que estaba cercana mi corrida, suavizaba el rimo de sus movimientos, no sabría decir el tiempo que paso, pero todo se desvaneció, al oír la voz de Lola, que desde abajo decía:

-- ¿ Chicos, va todo bien por ahí arriba?, si necesitáis ayuda puedo subir.

Siendo Blanca la que le respondió:

--Gracias Lola, todo va bien, ya bajamos.

Se levanto sin más, cogió un vestido del armario y se dirigió al baño, al ver esto yo intente protestar:

-- ¿ No iras a dejarme así verdad?...señalando mi polla completamente dura y apuntando hacia el techo.

Me miro, se sonrió y me dijo:

-- Aunque no nos hubiera interrumpido Lola, no te hubiera dejado correr, quiero que me busques y me desees toda la noche. Que vayas como un perro en celo detrás de mí, además sabes que eso me gusta y me pone cachonda.

No tardo mucho en salir del baño, con su vestido puesto y una amplia sonrisa en su cara, yo aun estaba encima de la cama, pensando en sus últimas palabras, con mi polla ya bastante flácida y un poco de dolor de huevos.

-- Venga hombre, tenemos que bajar ya…me apremio Blanca.

Un poco enfadado me incorpore, me recompuse la ropa y la seguí escaleras abajo.

Lola y Paco, estaban sentados viendo la tele, al vernos, de una manera un tanto irónica y con una sonrisa, dijo Lola:

-- Quería subir por si necesitabas ayuda con la ropa, Blanca. Pero veo que lo tienes todo controlado.

-- Quizás para la próxima ocasión sí que te llamo y me ayudas…le respondió Blanca también de una manera un poco irónica, devolviéndole una sonrisa de complicidad.

Esta manera de hablar de las chicas, sus miradas y sonrisas cómplices, me volvieron a hacer pensar que quizás nos había visto a Blanca y a mí en la cama, …con la colaboración de mi mujer. Paco completamente ajeno a estos comentarios, dijo:

-- ¿ Bueno aquí se cena o no ?,empiezo a tener hambre.

Las chicas se miraron, se acercaron y estuvieron unos segundos susurrándose al oído, terminando con unas sonrisas.

-- Venga pues si tanto hambre tienes, levanta tu culo del sofá y colabora un poco. Además solo piensas en comer, te estás poniendo gordo, mira Marc que buen tipo tiene…le dijo Lola a su marido.

Entre los cuatro preparamos en la terraza una cena a base de fiambres y quesos, regada con un buen vino tinto que corrió con alegría por nuestras copas y gargantas.  La tranquilidad, el relax, el disfrutar del momento, la conversación fluida, animada, jocosa daba pie a que las copas de vino fueran cambiadas por cava.

Lola , quizás era la que estaba más locuaz y habladora de los cuatro, tenía un puntito de alegría que la hacía estar muy espontanea y desenvuelta en sus movimientos y comentarios. Tal vez por fue ella en hacer la siguiente propuesta:

-- Bueno chicos, que os parece si nos damos un baño en la piscina, la noche y el ambiente son perfectos…¿no? y allí podemos seguir bebiendo y charlando.

-- Perfecto, muy buena idea Lola, me apunto…dijo Blanca

-- No sabíamos que había piscina y no hemos traído bañador…respondí yo.

-- Vaya, vaya…yendo a playa nudistas como vais y ahora me vas a poner excusas de que no tienes bañador, pues nos bañamos en bolas…dijo Lola toda eufórica.

-- Pero Lola…fue lo único que pudo decir Paco

-- Estoy de acuerdo contigo Lola, en pelotas, estos hombres son unos sosos, venga vamos…dijo mi mujer.

Las dos chicas se levantaron de inmediato y se fueron internando en la penumbra del jardín, camino de la piscina, yo las seguía con la vista y después de unos instantes fui a buscar más cava y fui tras ellas. Mire a Paco y este con la cabeza me dijo que no, con lo cual entendí que no quería unirse al grupo.

Cuando llegue a la piscina se oían las risas y el chapoteo que hacían las chicas dentro del agua. La única luz que había eran unos pequeños focos en el interior del agua y la que llegaba de la casa.

-- Vaya que rápidas sois…les dije

-- Mira Lola, nos ha seguido un hombre, ¿ qué querrá?...dijo Blanca

-- El no sé lo que quiere, pero yo quiero verlo desnudo…dijo Lola sin ningún pudor.

Me quede un poco cortado, mientras ellas dos seguían con sus risas, descorche como pude la botella de cava y les ofrecí unas copas. Se acercaron al borde de la piscina, cogieron sus copas y brindamos por un buen fin de semana. Al servir la segunda ronda, Lola me dijo:

-- No seas tímido, ni te de corte de que somos amigos desde hace tiempo. Blanca me ha estado poniendo al día de los cambios que se han producido en vuestras vidas sexuales en los últimos tiempos.

-- Ahora empiezo a comprender más de una cosa que ha sucedido esta tarde…respondí

-- Espero que no te moleste, que se lo haya contado a escondidas tuyas…dijo Blanca

-- Al contrario, me agrada y me excita este posible cambio a nuestra escapada de fin de semana…respondí

-- Ya sabéis que Paco es mas mayor que yo, nunca ha sido muy fogoso, pero llevamos una temporada muy larga que ni me mira…dijo Lola. Y una tiene sus necesidades y de vez en cuando dar una alegría a este cuerpo no estaría nada mal. Tampoco quiero forzar ninguna situación con vosotros. Pero al hablar con Blanca de mi etapa y contarme ella como os va a vosotros, pues me decidí también a contárselo a Paco y ver si pasaba algo este finde.

Alta, muy morena de piel, con el pelo corto, cara con unas facciones suaves y muy agradables, bella sonrisa, labios muy carnosos y sensuales, ojos verdosos,…

Tiene un cuerpo con curvas, bonito, rellenita sin estar gorda, bien proporcionado…años atrás tenía Lola es una mujer un poco mas mayor que nosotros, pero su marido es 10 años mas mayor. que estar tremenda. Piernas largas y bien contorneadas. Unas grandes y preciosas tetas, un poco caídas pero lujuriosamente atractivas, unas caderas poderosas y amplias, en fin que la mayoría de hombres perderíamos la cabeza por estar con ella.

-- Venga hombre espabila un poco, te has quedado atontado y no quiero que seas como Paco…dijo Lola con una sonrisa en su cara.

Sus palabras me sacaron de un pequeño lapsus en el que me había quedado, observando su hermoso cuerpo y dejando volar mi imaginación, cosa que no me había pasado nunca con ella. Sonreí y empecé a desnudarme, lo cual acaparo la atención de las dos mujeres, me observaban con una mezcla de interés y diversión. El ambiente que se había creado desde hacía unos pocos minutos, hizo que empezara a tener un principio de erección, ya completamente desnudo y bajo la atenta mirada de ellas dos. Lola tomo la palabra y mirando mi pene, dijo…

-- Esta tarde te la he visto mucho más en forma que ahora. Si, Blanca, me había avisado de los planes que tenía cuando guardara la ropa y he estado espiando un poco…mirando cómo te la chupaba. Por cierto, yo también me he puesto muy caliente y aun me dura, es mas va en aumento.

Al principio puse cara de asombro, pero enseguida comprendí todo lo que estaba pasando. Blanca se me acerco y con su cuerpo mojado se restregó conmigo, besándome con pasión, como ella suele hacer cuando me desea. Separando su boca de la mía, dijo…

-- Espero que no te haya sentado mal mi plan, quería jugar un poco contigo y que Lola empezara a tomar nota de lo que puede pasar este finde

El roce con el cuerpo de Blanca, sus besos y sus palabras, tuvieron un efecto inmediato en mi pene, se puso completamente erecto. Detalle que no se le escapo a Lola.

-- Vaya, vaya...esto que veo, ya me gusta mucho mas.

-- Bueno chicas, no me esperaba para nada este nuevo enfoque a nuestro reencuentro, pero me parece fantásticas las posibilidades que pueden surgir…les dije yo.

--- Parece que nosotros tres estamos de acuerdo en proseguir para adelante, solo quedara saber la opinión de Paco y lo que está claro que no vamos a forzar a nadie…continuo diciendo Blanca.

Ahora fue Lola la que tomo la palabra.

-- Quiero mucho a Paco y sería incapaz de engañarlo, por eso cuando hablamos Blanca y yo del tema de la monotonía en la pareja y ella me dijo que estabais igual hasta el verano que fuisteis al camping, donde vuestra vida sexual cambio radicalmente. Me dio ánimos y preparamos esta escapada, antes se lo conté todo a Paco y creo que está animado.

De repente y desde la oscuridad del jardín nos sobresalto la voz de Paco, que se acercaba…

-- Entre el viaje, la cena, el vino…me había quedado un poco traspuesto en la butaca.

Coño…!!! si estáis los tres en pelotas…exclamo.  ¿Qué está pasando aquí?

-- De momento, no ha pasado nada…le respondió Lola

Levantándose de su asiento y acercándose a Paco, continuo diciéndole

-- Hemos bebido, hemos hablado de varios temas, hemos seguido bebiendo…solo eso.  Ahhh, ¿quieres unirte a nosotros?, pues tendrás que desnudarte, aquí no queremos mirones…le dijo, soltando una gran carcajada.

-- Claro que quiero unirme al grupo, pero voy a por mas cava, vengo enseguida…dijo Paco.

Lo vimos entrar en la casa y en breves instantes estar de vuelta, completamente desnudo y con una botella en la mano. Al principio por la oscuridad no nos dimos cuenta, pero al llegar a nosotros , nos llamo poderosamente la atención, el tamaño de su pene. Aun estando flácido tenía un considerable tamaño.

Blanca, después de unos segundos de estar contemplando su verga, no se pudo aguantar y dijo…

-- Joder Lola, teniendo ese pedazo de tranca tu marido y te quejas??...cualquier mujer desearíamos pillarla y que nos diera gusto.

Lola, con una mueca forzada en su cara , le respondió

-- No es todo oro lo que reluce, ponerla a tono cuesta lo suyo, además como ya os he contado no está por la labor de darme mucho gusto y luego es de disparo rápido.

--¿ Disparo rápido ?...pregunto Blanca

-- Si, cariño, algunas veces se ha corrido solo de verme desnuda…dijo Lola. Mucha fachada pero poco contenido.

Paco, con cara de resignación, asintió las palabras de su mujer.

Es un hombre con un físico muy normal, pero cuando se desnuda se descubre su gran atributo, alto como su mujer, no tiene pinta de practicar ninguna actividad física, con un poco de barriga ,en su cabeza luce  una gran cantidad de pelo todo blanco y una barba también blanca, bastante descuidada.

Nos sirvió una nueva ronda de cava, brindando por nosotros cuatro, tras lo cual nos metimos todos en el agua a refrescarnos pues el alcohol empezaba a hacer sus efectos en nuestras cabezas, las risas eran ya un no parar. Cualquier situación era buena para estallar en sonoras carcajadas.

Lola, se acerco a Paco y lo empezó a besar de una forma muy apasionada, una de sus manos desapareció debajo del agua y por el movimiento que empezó a hacer, pensamos que le

estaba haciendo una paja. Al ver a nuestros amigos en actitud tan cariñosa, decidimos alejarnos lo más posible dentro de la piscina, para que no se sintieran observados.

Ya situados en un extremo de la piscina apuramos nuestras copas y fui yo quien busque a Blanca, la muy picarona me estaba esperando…nos fundimos en un intenso morreo, donde nuestras lenguas jugueteaban entre ellas, buscándose, alejándose y otra vez a empezar de nuevo.

Mi mano derecha, se metió en el agua y fue directa a buscar la entrepierna de ella, la cual me estaba aguardando con las piernas muy abiertas, mis dedos empezaron a jugar con su clítoris, mientras nuestras lenguas continuaban con su particular batalla.

Mis caricias en su clítoris empezaban a dar resultados, su cuerpo  se arqueaba dentro del agua y en un momento que dejamos de besarnos, me dijo…

-- Quiero tus dedos dentro de mí, follame con ellos.

No me hice de rogar , dos de mis dedos se introdujeron en su chochete, empezando un suave y continuo movimiento de folleteo, por la forma de retorcer su cuerpo y de besarme, decidí hacer  los movimientos más rápidos y vigorosos.

-- Quiero más dedos dentro de mi…balbuceo Blanca

Y un tercer dedo se acomodo dentro de ella, continuando el bombeo en su lascivo interior, no contenta con los tres dedos, llego a pedirme…

-- Méteme mas, dilátame bien el coño, para que me pueda follar sin problemas la tremenda polla que tiene nuestro amigo.

Al oír sus palabras, diciendo que deseaba la polla de Paco, me puse aun más  caliente…introduje un dedo más en su intimidad, dejando fuera solo el dedo pulgar, con cuidado pero manteniendo la intensidad la seguí follando con mis dedos. Por momentos sus piernas flojeaban, perdían fuerza y aunque la piscina no era muy profunda, decidimos salir del agua, entonces nos dimos cuenta que nuestros amigos también habían pensado lo mismo y estaban  fuera. Paco estaba tumbado sobre una toalla , con las piernas dentro del agua, Lola situada entre ellas, apoyaba las manos en las piernas de él, dejando su cuerpo que flotara en la piscina y por el movimiento de su cabeza le estaba haciendo una mamada a su marido.

Blanca y yo nos quedamos durante unos instantes observándolos, cuando note su mano que me agarraba mi polla y empezaba a meneármela con fuerza y rapidez…mientras me susurraba al oído…

-- Tal como está ahora Lola, no te gustaría ir por detrás, separar sus piernas y follarla?

-- Claro que me gustaría hacerlo…le respondí

-- Y por qué no lo haces?...me pregunto Blanca

-- Creo que Lola ha bebido un poco y no sería plan de forzar la situación…si le apetece hacer intercambio, tenemos tiempo y oportunidades para hacerlo…le respondí a mi mujer.

Pero enseguida caí en la cuenta y añadí…

-- Tu, lo que quieres es que te quite de en medio a Lola, para poder disfrutar de la verga de Paco.

-- Me has pillado, tienes razón, tiene una polla bestial y me gustaría que me follara, sabes muy bien que me gustan grandes. Pero también te puedo decir que Lola lleva muchísimo tiempo sin follar y esta como loca por pillarte…dijo Blanca.

Al oír estas últimas palabras de Blanca, me quede un tanto pensativo, mientras tanto mi mujer salió del agua y se puso a cuatro patas en el borde de la piscina, ofreciéndome su hermoso trasero. Yo, aun dentro del agua me acerque a sus nalgas, tome sus piernas y se las separe, a continuación mi boca y mi lengua se hundiera en su sonrosada almeja y comencé a devorarla desde su clítoris hasta el ano, de arriba abajo y viceversa, estaba muy caliente y deseaba recibir en su interior algo que la complaciera. Con una voz muy tenue, me pidió…

-- Follame el culito con tus dedos.

Sujete sus nalgas con fuerza y se las separe todo lo que pude, entonces con mi mojada lengua comencé a describir círculos alrededor de su ojete, de vez en cuando, metía mi lengua en su negro agujero, intentado follarla con ella y volvía de nuevo a trazar círculos.

Para nada me olvidaba de su coño y seguía metiéndole un par de dedos que jugueteaban en su lubricado y dilatado interior. Por sus movimientos y gemidos daba a entender que estaba muy excitada y su cuerpo cada vez quería mas. Comencé a chuparme varios dedos de la otra mano , y con ellos describía círculos alrededor de su ano. Al notar mis dedos, se quedo quieta, puso aun mas en pompa su trasero y brindándome su ojete. Mi dedo pulgar fue directo a su orificio, se lo fui introduciendo hasta el fondo, momento en el cual Blanca inicio de nuevo sus movimientos , los cuales duraron poco , parando de nuevo…me dijo

-- Quiero más, …

Le saque el dedo del ojete y le puse mis dedos en su boca para que los lubricara bien con su saliva, con los dedos chorreando volví a su ano y le fui introduciendo otro dedo mas…dos dedos en su culo y dos dedos en su coño, los cuales intentaba que fueran a ritmo propicio para que la llevara hasta las puertas del orgasmo.

-- Cariño, sal del agua y dame lo que me gusta, necesito tu polla…dijo Blanca con voz entrecortada.

Le quite los dedos de su interior, pero antes de salir del agua, pase mi lengua por toda su raja y por su dilatado culito, relamiendo su calentura, sus fluidos…

Salí de la piscina y ella continuaba a cuatro patas, me puse de rodillas detrás de ella, tome mi polla con la mano y con ella acariciaba su raja…le pregunte.

-- ¿ Por donde la quieres cariño?

-- En estos momentos desearía que tuvieras dos pollas…me contesto ella.

Coloque mi polla en su coño y con firmeza la introduje hasta el fondo, estaba muy excitada, mojada , deseosa de ser follada. Entonces la cabalgue durante unos instantes con dureza y rapidez, ella se dejaba hacer…estaba completamente entregada a mí. Dándole algún que otro azote, cosa que le gustaba y aumentaba su excitación. Como yo no podía seguir este frenético ritmo sin correrme, fui aflojando hasta casi parar, mientras me había empezado a chupar varios dedos y con ellos fui buscar su ojete, sin sacar mi polla de su coño, le metí dos dedos por el culo, quedando bien llena de mi.

Oí que Blanca me decía…

-- Como me gusta, cabron.  Algún día quiero dos pollas dentro de mí y espero que sea pronto.

Hacer un sándwich con ella, era una idea que se nos había pasado alguna que otra vez por la cabeza, pero de momento no nos habíamos atrevido. En las películas porno se ve muy bien, pero en la vida real es más complicado y nos daba miedo que se hiciera daño. Por lo cual seguíamos jugando con los dedos y mi polla para llenar sus agujeritos.

En esta posición era ella la que llevaba el ritmo de la follada, su cuerpo cada vez empujaba con más fuerza y sus movimientos de cadera más rápidos, ya no había posibilidad de parar, los dos estábamos a punto de estallar e incrementamos nuestros esfuerzos para llegar al orgasmo. Este llego casi a la vez para los dos, durante unos instantes nos quedamos en la misma posición, pero enseguida nos dejamos caer sobre las toallas completamente exhaustos. Fue entonces cuando me di cuenta que Lola estaba sola en una tumbona observándonos. Se lo susurre a Blanca y los dos nos activamos de inmediato.

-- Lola cielo, ¿ qué pasa?, ¿ Por qué estás ahí sola?...le pregunto  Blanca, mientras se acercaba a ella.

Con una mueca de resignación en su cara, nos dijo Lola

-- Pues lo que siempre pasa con Paco, a la primera de cambio se ha corrido y se ha quedado tan fresco, no haciendo nada para intentar satisfacerme. Y se ha ido a dormir.

-- Vaya, lo siento muchísimo Lola, además nosotros dos aquí  a tu lado, dale que te pego y sin darnos cuenta…dijo Blanca.

-- Si la culpa no es vuestra, faltaría más, este marido mío en cuanto a sexo no tiene arreglo…dijo Lola en tono de conformidad y continuo diciendo…

-- Cuando preparamos este viaje, le conté a Paco todo lo que había cambiado vuestra vida sexual en  los últimos tiempos, le propuse que lo probáramos nosotros también y le pareció buena idea. Ojala no hubiéramos venido…vaya mierda.

-- Nosotros, si quieres y te apetece, procuraremos que cambies de idea sobre el viaje y no te arrepentirás de estar aquí…le dijo Blanca.

-- Claro que quiero, pero hablando sin rodeos lo que deseo y necesito es una buena sesión de sexo, con mi marido hace tiempo que ya no cuento y acabo de ver como se corría Marc y si es

como Paco estará muchos días con la polla floja, además al ver como follabais me he puesto muy cachonda…termino diciendo Lola.

-- Por Marc, no te preocupes, se recupera con mucha rapidez y si le ayudamos entre las dos, veras que pronto está de nuevo a tono…dijo Blanca

-- Chicas queréis algo más de beber…les propuse

-- No, como acabas de oír te queremos a ti…dijo mi mujer

Blanca se metió de nuevo en la piscina y me pidió que me sentara en el borde, con mis piernas dentro del agua, así lo hice. Mientras Lola nos observaba desde la tumbona con curiosidad y sin saber qué hacer. Blanca se acerco y se puso entre mis piernas, empezando a acariciar mis muslos, acercándose poco a poco a mi polla, la cual estaba bastante flácida. Miro a Lola y le dijo…

-- Si quieres que el fin de semana cambie, ¿ por qué no vienes aquí con nosotros?

Dicho lo cual, mi mujer empezó a acariciar  mis huevos con una mano y con la otra tomo mi polla  comenzado a pajearme con mucha suavidad. Muy lentamente, recreándose en cada movimiento, dando tiempo a que mi polla se recuperara, sin prisas. Miraba a Lola y de vez en cuando le hacía gestos con la cabeza para que se uniera a nosotros. Tardo un buen rato en decidirse, pero por fin note como se acercaba a la piscina y descendía lentamente por la escalerilla, mi mujer sin dar mayor importancia al movimiento de Lola, continuaba con su tarea de poner mi pene en forma. Lola, ya dentro del agua, se acerco a nosotros muy despacio , observando a mi mujer con una cara que era una mezcla de asombro y deseo. Blanca le tendió una mano a Lola, para que se acercara ya del todo, note como su cuerpo tocaba mi pierna izquierda y como mi mujer le dejaba su mano en mi muslo, cerca de la ingle. Su primera reacción fue quietar la mano, pero miro a Blanca y vio que esta le sonreía y la animaba a continuar. Volvió a posar su mano sobre mi pierna y note como unía su mano a la que tenia Blanca en mi polla. Solo este pequeño gesto  hizo que mi pene se endureciera, durante unos instantes sus manos unidas estimulaban mi miembro, pero fue Blanca la que quito su mano, dejando toda la tarea en manos de nuestra amiga, nunca mejor dicho.  Notar sus manos en mi pene, hizo que este recobrara toda su firmeza. Después de unos instantes de acariciarlo ,dijo Lola-

-- Vaya polla tan dura que tienes, hacía mucho tiempo que no sabía lo que era esta sensación.  Quiero disfrutar de ella… ¿ puedo Blanca ?

-- Claro que puedes cielo, es toda tuya, bueno de las dos…dijo mi mujer, con una sonrisa en su cara.

Lola, siguió pajeandome , notaba como apretaba mi polla con sus manos, como intentando disfrutar de su dureza. Poco a poco fue aproximando su boca a mi polla, pero no acababa de decidirse, hasta que Blanca con mucha suavidad empujo su cabeza, hasta que sus labios tocaron la punta de mi miembro. Entonces su boca se abrió y se trago toda mi polla, hasta el fondo. Notaba como su lengua la recorría  de arriba a abajo, después se dedicaba a dar lametones a mi glande y volvía a repetir con una mamada hasta el fondo.

-- No te corras, no hagas como el cabron de mi marido, ahora ya tendría la boca llena de su semen y se quedaría tan fresco…dijo Lola, dejando por unos instantes de deleitarme con su magnífica mamada.

-- No te preocupes, este tiene mucho aguante…dijo Blanca, mientras salía de la piscina.

Mi mujer, una vez fuera del agua se sentó a mi lado y me empezó a besar, la notaba caliente, lujuriosa, con ganas de mas sexo, la ponía muy cachonda ver a otra mujer conmigo y eso era lo que estaba pasando. Puso de nuevo su mano sobre la cabeza de Lola, para que siguiera comiéndome el pene. Cada vez sus chupetones eran con más intensidad y vigor, hacía tiempo que no tenía una polla durante tanto rato en su boca, y la estaba saboreando a tope.

Blanca, me hizo que me tumbara y continuo con sus besos, yo aproveche para tocar sus firmes pechos y sus pezones desafiantes, duros también como piedras. Mis manos siguieron acariciando su desnudo cuerpo, pero con ligereza fui hasta su chochete, estaba como yo deseaba encontrarlo  mojado, empapado, chorreante, fue fácil introducir en él varios de mis dedos y volverla a follar así. Mientras Lola continuaba con su magnífica mamada.

-- Lola, sal del agua tu también y ponte aquí junto a nosotros…dijo Blanca

-- Ummm, con lo rica y dura que esta la pollita, no la quiero dejar…contesto Lola.

-- Ven, ponte aquí conmigo, como yo estoy ahora, a cuatro patas y déjate hacer…le aconsejo mi mujer.

Lola dio un par de succiones mas a mi polla y salió del agua, su cuerpo mojado, brillante con los reflejos de la poca luz que había, estaba realmente hermosa.

Pero cuál fue mi sorpresa, que en vez de ponerse al lado de mi mujer que ya estaba a cuatro patas, se puso detrás de ella, como haciendo un trenecito. Con sus manos se aferro a las caderas de Blanca y antes de hundir su cara y boca en el culo en pompa, me dijo…

-- Y tu ahora haz lo que tengas que hacer…

Dicho esto su cara se fusiono con las nalgas de Blanca, la cual al momento empezó a gemir y suspirar de un modo que daba la sensación que lo que le estaba haciendo Lola con su boca y lengua le estaba gustando muchísimo. Me quede completamente ensimismado observándolas, nunca había visto a mi mujer realizar un acto sexual con otra chica, para mí fue una verdadera sorpresa. Y  ella parecía estar muy bien con lo que le hacía Lola, pues en ningún momento hizo ademan de no querer sus caricias.

Ya recuperado de esta sorpresa, y como mi polla estaba dura como nunca ante esta esplendida visión de dos hermosas hembras. Me acerque por detrás de Lola, me cogí a sus rotundas caderas y le acerque mi polla a su chochete, introduciéndola con facilidad por lo cálido y húmedo que estaba. Al notarla, en su interior, Lola no sé cómo, pero dijo…

-- Ohhh…dios mío que polla tan rica y sobre todo que dura esta…

Momento que aprovecho Blanca para darse la vuelta y tumbarse boca arriba, pero siguiendo con las piernas muy abiertas, ofreciendo su chochete a Lola, para que siguiera con sus caricias bucales.

Yo empecé a bombear mi polla en el interior de Lola, la cual dejaba escapar algún que otro gemido de placer, no sé si producido por mí , o por lo que le estaba haciendo a mi mujer. Cuando ya le pille el ritmo a la follada, con una de mis manos agarre uno de sus hermosos y balanceantes pechos , se lo acariciaba, apretaba y por ultimo daba pequeños pellizcos a su duro y gran pezón. Al momento, note como una de las manos de Lola, iba hasta su clítoris y empezaba un rápido movimiento circular sobre él

Un fuerte gemido de mi mujer, me dio a entender que había llegado al orgasmo, enseguida se aparto de Lola, y se quedo hecha un ovillo, observándonos con cara de satisfacción. Entonces, nuestra amiga hundió su cara en la toalla del suelo y puso su culo mas en pompa, pidiéndome…

-- Dale todo lo fuerte que puedas, estoy a punto de llegar, no pares ahora por dios…

Si esperar ni un segundo, obedecí sus deseos, incremente con rapidez y energía mis movimientos…lo cual producía que los suspiros y gemidos de Lola, fueran en aumento, hasta que llegado un momento se callo, dejo de moverse y dejo escapar un gran grito de placer. Yo me pare, deje de moverme…pero al instante Lola me susurro…

-- Quiero tu leche dentro de mí, sigue hasta que te corras, no te pares aun.

Reanude mis bombeos y la verdad, es que ya con la cabeza relajada, me deje ir y en poco la llene con una buena corrida todo su chochete.

Los tres nos quedamos tumbados durante unos minutos en las toallas del suelo…Lola nos dio mil veces las gracias por esta noche de sexo y sobre todo de placer que había tenido.

Nosotros,  solo pudimos decirle, que el placer había sido mutuo y que el fin de semana acababa de empezar.

La verdad, es que fueron unos días bastante intensos en todos los sentidos , en el turístico y en el sexual…dio para escribir un poco más.