CAMPAMENTO REFORMATORIO (Cap 1 - Presentaciones.)

SERIE DE BDSM GAY. DÍA 1 - PRESENTACIONES. En el primer capítulo comenzamos a conocer los protagonistas y las normas del campamento. También empiezan a vislumbrarse parte de la trama de la serie.

CAPÍTULO 1 – DÍA 1; PRESENTACIONES.

Estaba completamente a oscuras, enjaulado, con las esposas cortándome las muñecas porque no podía soportar mis pesados brazos, aún me preguntaba si la pesadilla que estaba viviendo era un sueño o una realidad, pero por como sentía el dolor por todo mi cuerpo, sobretodo en mi culo, en mis pesados brazos, en mis muñecas y en mi boca debido a no haberme podido enjuagar la boca antes de que me volviesen a enjaular la noche anterior, ya estaba empezando a temer que esto no era ninguna pesadilla, si no que estaba viviendo la pura realidad.

A oscuras, yo completamente débil pude ver como el grupo de monitores entraban al establo sigilosamente. Cuando abrieron la puerta, entró un pequeño hilo de luz y pude observar como todos los demás dormían en sus jaulas, yo había sido el único que no había podido pegar ojo en esa noche. La verdad que pensaba que me iba a morir, al principio intentaba mantener los brazos hacia arriba, porque las esposas me hacían mucho daño en las muñecas, pero al final de la noche acabé desistiendo y dejé que fuera el barrote de la jaula y las esposas lo que me soportaran los brazos. Me dolían tanto, que es que era imposible mantenerlos por encima de la jaula, no es que prefiriera el dolor de las esposas clavándose en mis muñecas, es que no podía evitarlo, mis brazos ya no aguantaban más, era como si me pesaran toneladas. El culo aún me dolía de la azotaina que me había dado mi monitor la noche anterior y la boca, pese a haber pasado horas, aún tenía sabor a jabón y me ardía, yo creía que me habían salido heridas.

Pude escuchar como murmuraban entre ellos sin entender muy bien lo que decían, cuando de repente un chorro de agua fría a presión me golpeó toda la cabeza y toda la espalda, lo cual hizo que me moviera y aún me hiciera más daño en las muñecas y en todo el cuerpo por culpa de los gordos barrotes de la jaula contra los que golpeaba todo mi cuerpo al moverme. Que hicieran lo que quisieran, pero que me sacaran ya de una vez de esa jaula, necesitaba estirarme, tocarme el culo, lavarme la boca, necesitaba salir de allí como fuera, al menos habían llegado ya, porque las pocas horas de noche que tuve, se me pasaron eternas.

  • DESPERTAD GANDULES – Gritó uno de los monitores – VENGAAAAAAAAAAAAA, VAAAAAAAA – gritaban todos mientras uno de ellos nos lanzaba agua a presión a todos con la manguera….

Al menos no hacia tanto daño como por la noche, porque nos regaban a todos a la vez con lo que hasta a mí tampoco me llegaba mucho, así todo, tampoco es que fuera de agradecer que me dieran con agua a presión congelada, estando como estaba. No obstante, gracias a estar despierto, me ahorré los grandes golpes que se dieron todos los demás contra los barrotes al haberlos pillado desprevenidos.

Después de unos minutos a manguerazo limpio, encendieron las luces del establo y cerraron la manguera.

Marcos, comenzó a hablar:

  • BUENOS DÍAS. HOY ES VUESTRO PRIMER DÍA EN ESTE CAMPAMENTO, COMO AYER LLEGASTEIS MUY TARDE, HOY Y AHORA OS EXPLICAREMOS TODAS LAS NORMAS, Y TODO LO QUE TENÉIS QUE SABER PERO ANTES, JORGE QUITALE LAS ESPOSAS AL NÚMERO UNO, PARA QUE ESTÉ EN IGUALDAD DE CONDICIONES QUE LOS DEMÁS.

Yo estaba confundido, en una primera impresión pensé que mi monitor mandaba más, sin embargo, cuando se tenían que dirigir a todos tanto ayer como hoy era Marcos el que hablaba y parecía que Jorge le seguía sus órdenes, sin embargo, me impresioné aún más cuando Jorge se negó a quitarme las esposas, alegando que debido a que la paliza de la noche anterior estaba muy reciente, seguir con las esposas este rato más era el castigo que me correspondía por haberme quejado durante la ducha ayer y recalcando que estaba siendo muy bueno en no elegir otro castigo peor. No me lo podía creer, estaba apunto de ponerme otra vez a llorar, mis brazos y mis muñecas no podían aguantar más, pero pensé que al menos se acabaría pronto este castigo.

  • BUENO PUES ESTÁ BIEN, ENTÓNCES EL PROGRAMA QUEDA COMO AL PRINCIPIO. OTRO DÍA CADA TUTOR OS EXPLICARÁ LAS NORMAS QUE CADA UNO DE VOSOTROS DEBÉIS DE CUMPLIR, PERO DE MOMENTO, PROCEDO A LEER EL HORARIO DE HOY.

8:00 – LECTURA DEL PROGRAMA

8:15 – TUTORÍA PÚBLICA

10:00 – DESAYUNO

10:30 - TIEMPO LIBRE

11:30 – DEPORTE

14:00 – DUCHA

15:00 – COMIDA

16:00 – TRABAJO AGRÍCOLA

20:00 – RECUENTO, PREMIOS Y SANCIONES

22:00 – CENA

22:30 - TIEMPO LIBRE

23:30 – DUCHA

00:00 – APAGADO DE LUCES

Y AHORA PROCEDO A LEEROS TODO EL LISTADO GENERAL DE NORMAS, MÁS VALE QUE OS LAS APRENDÁIS, SI NO ES POR LAS BUENAS, SERÁ POR LAS MALAS.

NORMA 1: SIEMPRE QUE SE DIRIJAN A NOSOTROS LO HARÁN DE USTED. EL CASTIGO POR TUTEARNOS O FALTARNOS AL RESPETO, SERÁN 24 HORAS DE JAULA, SIN COMIDA.

NORMA 2: QUEDA TERMINANTEMENTE PROHIBIDO QUEJARSE EN LAS DUCHAS. EL CASTIGO POR ELLO, SERÁ DESPERTAROS A TODOS A MANGUERAZO LIMPIO CADA MAÑANA DURANTE 3 DÍAS Y UN CASTIGO QUE DECIDIRÁ EL MONITOR DEL QUE SE HAYA QUEJADO Y QUE SE LE APLICARÁ LA MAÑANA SIGUIENTE.

NORMA 3: HABLAR DURANTE LA NOCHE SERÁ SEVERAMENTE CASTIGADO AL MOMENTO. OS RECUERDO QUE ESTÁIS SIENDO GRABADOS Y ESCUCHADOS EN TODO MOMENTO.

NORMA 4: QUEDAN PROHIBIDO LOS INSULTOS, LAS FALTAS DE RESPETO, LAS MENTIRAS Y LAS PALABRAS MAL SONANTES, ESO CONLLEVARÁ UN LAVADO DE BOCA CON JABÓN, BASTANTE CONSIDERABLE.

NORMA 5: CUANDO SE HACE DEPORTE, SE HACE DEPORTE, SI ALGUIEN NO ALCANZA LOS OBJETIVOS SERÁ DURAMENTE CASTIGADO, CADA DÍA TENDRÉIS QUE HACER DIFERENTES ACTIVIDADES QUE OS PODRÁN SUMAR O QUITAR PUNTOS, DEPENDE COMO LO HAGÁIS, EL QUE NO LLEGUE A UN MÍNIMO DE 100 PUNTOS AL FINAL DEL TIEMPO DE DEPORTE, SE QUEDARÁ SIN CENA Y SIN TIEMPO LIBRE TRAS LA CENA, PORQUE ESE TIEMPO SE UTILIZARÁ PARA CASTIGARLE.

NORMA 6: CUANDO SE TRABAJA, SE TRABAJA. SE OS MEDIRÁ LA PRODUCTIVIDAD Y SE PREMIARÁ A LOS MEJORES MIENTRAS SE CASTIGARÁ A LOS PEORES. EN EL TRABAJO, TENÉIS QUE SER COMPETITIVOS Y LO SERÉIS.

NORMA 7: HARÉIS CASO EN TODO LO QUE CUALQUIERA DE NOSOTROS DIGA, SI DESOBEDECÉIS UNA ORDEN DIRECTA, PODRÉIS SER TORTURADOS Y SÍ, TENEMOS CONSENTIMIENTO DE VUESTROS PADRES.

NORMA 8: CONTESTAR A UN MONITOR, DA BARRA LIBRE AL MONITOR PARA CASTIGAR COMO LE PLAZCA EN GANA A SU SUJETO.

NORMA 9: SÓLO PODRÉIS IR CON ROPA INTERIOR O DESNUDOS. LAS MALETAS SE QUEDARÁN DONDE LAS HABÉIS DEJADO AYER TODO EL TIEMPO. SI ENCONTRAMOS A ALGUIEN CON ALGO QUE NO SEA SU ROPA INTERIOR, DA IGUAL LO QUE SEA. OS PONDREMOS UN CASTIGO DEL MÁXIMO NIVEL. Y EN VUESTRO TIEMPO LIBRE, PODÉIS MOVEROS POR DONDE QUERÁIS Y HACER LO QUE QUERÁIS, PERO QUEDA TERMINANTEMENTE PROHIBIDO ACERCARSE A MÁS DE 50 METROS DEL ALMACÉN.

NORMA 10: PARA IR AL BAÑO DEBÉIS DE PEDIR PERMISO AUNQUE ESTÉIS EN VUESTRO TIEMPO LIBRE, SI NO OS LO DAN, OS JODÉIS Y OS AGUANTAIS O OS LO HACÉIS ENCIMA.

NORMA 11; PARA HABLAR, OS TENEMOS QUE DAR PERMISO, SI NO TENÉIS PERMISO PARA HABLAR, NO PODÉIS HABLAR, O TENDRÉIS LA CONSECUENCIA QUE EL MONITOR DECIDA. NO PODÉIS HABLAR NUNCA, EXCEPTO EN VUESTRO TIEMPO LIBRE O CUANDO UNO DE NOSOTROS OS LO DIGA CLARAMENTE.

Y POR EL MOMENTO YA ESTÁN, AUNQUE TODAS ESTAS NORMAS IRÁN AUMENTANDO, A MEDIDA QUE OS LAS VAYÁIS APRENDIENDO.

AHORA OS VAMOS A SACAR DE LA JAULA E IREMOS A LA CABAÑA DONDE REALIZAREMOS LA TUTORÍA PÚBLICA. DE MOMENTO, OS RECUERDO QUE SEGUÍS TENIENDO PROHIBIDO HABLAR ENTRE VOSOTROS, YA HABLASTEIS SUFICIENTE AYER DURANTE EL VIAJE. -

Tras tanto discurso, al fin Marcos se calló y Jorge vino a quitarme las esposas, primero me sacaron a mí, era el único que estaba completamente desnudo y no me había visto el culo pero por la cara que estaban poniendo el resto de chicos, no debía de tener muy buena pinta. Mis brazos me pesaban horriblemente, tenía la sensación de que mis brazos pesaban toneladas. Las muñecas, tenían heridas de tanto moverme y acabar dándome por vencido y el cuerpo lo tenía completamente enrojecido debido a los golpes que me había dado durante la ducha contra los barrotes de la jaula. Jorge me fue indicando, esta vez sin empujones, por donde tenía que ir para salir del establo. Agradecí que no me llevara a empujones, ya que me costaba hasta caminar. Una vez fuera del establo, mientras esperábamos al resto del grupo, Jorge empezó a sermonearme:

  • Más vale que cambies esa actitud chaval, o te va a ir muy mal en este campamento. Mira como estás, es el primer día y parece que te vas a morir. Yo sólo te digo que ya puedes ir cambiando y espero que te hayas enterado bien de las normas, porque si no, lo vas a pasar muy mal, te lo aseguro -
  • Pe – Sólo me dio tiempo a decir eso, cuando Jorge me estaba cruzando la cara de un bofetón, que casi me tumba al suelo, yo por lo que puedo recordar, creo que casi hasta me maree, la mejilla me ardió durante muchos minutos.
  • Esta vez te lo paso, pero te recuerdo que la norma número once te impide hablar al no ser que tengas permiso o estés en tu tiempo libre. ¿Queda entendido? - Preguntó Jorge – CONTESTA!!! - Me gritó inmediatamente. -SI, ENTENDIDO – Grité reaccionando lo más rápido que pude.

Llegó otro monitor con otro chico, la verdad que apenas sabía tres o cuatro nombres, ni tan siquiera nos habíamos presentado como dios manda. Cada monitor nos echaba nuestro correspondiente rapapolvo y cuando al fin estábamos todos, lo primero que hicimos fue dirigirnos a esa especie de almacén donde habíamos dejado las maletas cuando llegamos y al que tan prohibido teníamos acercarnos. Jorge entró dentro del almacén y cerró la puerta mientras todos los demás nos quedamos fuera, esperándolo por lo menos cinco minutos. No me lo podía creer, no sé de donde los había sacado, pero traía consigo unos slip azules con un dibujo de Bob Esponja donde la polla y los huevos, evidentemente con el fin de que me los pusiera debido a que era el único que iba completamente desnudo. Me dijo que me los pusiera y así lo hice, al ponérmelos y sentir la tela del slip con mi culo, es como si me hubiesen dado otro maldito azote, hizo que el dolor del culo se reavivara aún más. Qué ridículo, aunque no tenía el cuerpo como para poder negarme a algo así, no me podía creer lo que estaba haciendo, lo que estaba aceptando hacer, algo parecido a esto le había hecho a mi hermano un día en la piscina pública de mi barrio con ayuda de mis amigos.

La noche anterior había planeado con mis amigos a través del grupo de WhattsApp como putear a mi hermano, y Sergio un amigo mío que trabaja en el bar de la piscina donde íbamos siempre, se le ocurrió una muy buena idea y como tenía un hermano pequeño pudo conseguir un bañador de estos tipo farda huevos con un dibujo en su caso de Dora la exploradora, pero nuestro plan fue mucho más macabro, mi hermano tenía la costumbre de nada más llegar a la piscina, pedirse una coca cola, así que pensamos en un plan mucho mejor.

Al día siguiente por la mañana, cuando nos levantamos, le dije a mi hermano si venía con nosotros a la piscina. El muy tonto, siempre venía con nosotros, pese a no parar de putearlo, así que sabía que no me fallaría. Desayunamos, nos preparamos y fuimos a buscar a más amigos míos a sus casas y a la piscina. Como siempre, nada más entrar mi hermano fue directo a la barra.

  • Sergio, dame mi coca cola en vaso grande con mucho hielo, como siempre. - Dijo mi hermano, con el que sólo me llevaba un año, dirigiéndose al camarero, que era uno de mis amigos.

Sergio se alejó y apareció con el vaso desbordante de coca cola, el cual mi hermano engulló más de la mitad de un sólo trago.

  • Jaime (así se llama mi hermano) te propongo un reto, ¿Aceptas? - Dijo Sergio
  • No; Bueno; Depende; ¿De que se trata? – Dijo mi hermano, mostrando su gran seguridad en si mismo y temiendo que le volviéramos a liar una de las nuestras.
  • Si te bebes ahora mismo 3 vasos de coca cola seguidos, de un trago cada vaso y te pones un bañador que tengo aquí escondido, te doy todas las coca colas gratis que me pidas la semana que viene y además esas 3 también son cortesía de la casa, pero esta me la tienes que pagar. - Dijo serio pero sonriendo.
  • Pero enseñame antes el bañador – Dijo mi hermano.
  • No, la gracia está ahí, tienes que aceptar sin saber como es el bañador. Y primero te lo tienes que poner, luego beberte los 3 vasos de coca cola seguidos sin parar y seguir con el bañador todo el día, el tuyo me lo quedo yo. Si bebes los 3 vasos y estás todo el día con el bañador, la semana que viene todas las coca colas que me pidas, son gratis! - Le aclaró Sergio
  • A vale, claro que acepto, ¡¡¡Vaya tontería!!!. - Dijo Jaime mientras se terminaba de beber ese vaso.

Sergio se alejó y preparó los tres vasos de coca cola con el laxante ¡¡¡Una botella entera de evacuol gastamos ese día con él!!!, y al cabo de unos minutos apareció con los 3 vasos.

  • No, no, primero el bañador – Le dijo mi amigo mientras se lo daba.

Era un bañador ridículo, un farda huevos blanco con el dibujo de Dora la Exploradora, mi hermano estuvo apunto de negarse, pero con la insistencia de todos mis amigos, al final acabó cediendo, se tapó con la toalla y se cambió el bañador.

-Bien, pues allá vamos – Dijo el muy panolis sin saber lo que le venía encima… Se tomó los 3 vasos de coca cola de una sentada y nos despedimos de Sergio.

La mañana fue pasando, entrando y saliendo de la piscina, jugando un poco al fútbol en el prado que había y poniéndole la zancadilla de vez en cuando para que se cayera de morros y poder reírnos un poco de él. La gente le miraba, estaba completamente ridículo, un chaval gordo de 17 años con un farda huevos con dora la exploradora, era una imagen única, pero queríamos reservarnos para lo mejor.

  • Voy al baño – Dijo el muy gilipollas…. Ahí fue cuando nos abalanzamos sobre él, hasta llevarlo a un árbol donde lo pudimos atar entre todos, aunque nos costó un poco porque sólo teníamos toallas, al final conseguimos atarlo fuertemente. El muy tonto se cagó encima y lo dejamos ahí atado por lo menos media hora, tanto nosotros como la gente que pasaba comenzamos a hacerle fotos con el móvil. No paraba de cagar, era exagerado ¿Cómo podía tener tanta mierda dentro?.. Así estaba de gordo el muy cabrón. Después, cuando unos abuelos vinieron a echarnos la bronca, le desatamos y se marchó corriendo tal cual estaba para casa. Yo fui a casa muchísimo más tarde y él estaba en el baño, malísimo, mis padres no me echaron bronca, me acuerdo que esa vez se rieron, y eso que mi hermano tuvo que estar dos días sin salir de casa porque no paraba de cagar, lo cual aproveché para putearlo, encerrándome en el baño y haciendo que se volviese a cagar encima, lo que conllevaba que mi madre le volviera a echar la bronca por cagarse encima y quitándole el papel y las toallas del baño para que no pudiese limpiarse…. Mucho me reí de él aquellos días.

Pero enseguida me vine a la realidad, a lo que estaba viviendo en ese momento, precisamente ese tipo de cosas era lo que me había llevado a estar allí ahora, ahora era yo el que me acababa de poner un slip azul de Bob Esponja, pero al menos, no estaba ni cagado, ni me habían hecho fotos, ni estaba delante de tanta gente. Sólo con la ropa interior y descalzos, nos dirigimos por donde iba diciendo uno de los monitores, del cual aún no sabía el nombre, pero era el más tirillas de todos. Tras un largo camino por hierba, tierra y piedras por en medio del monte de más de media hora, medio desnudos, descalzos y llenos de barro debido a los manguerazos de la mañana y yo con el cuerpo completamente débil, al fin pudimos ver lo que ellos llamaban “la cabaña”.

“La cabaña” era toda una casa de madera de al menos 500 metros cuadrados y dos pisos, era enorme, al entrar, el recibidor y el pasillo que fue lo único que pudimos ver en ese momento, parecía una casa de lujo, minimalista, con paredes blancas y espejos, aquel recibidor y pasillo que vimos era muy parecido a la casa de gran hermano, desde fuera engañaba, pero desde dentro, parecía otra cosa. Sólo pudimos ver el recibidor y un pasillo, enseguida nos bajaron por unas escaleras a una especie de sótano con suelo y paredes de hormigón, en aquel sótano había una mesa de oficina con un ordenador, un teléfono, una televisión y cámaras y micros por todas partes, así todo, olía a humedad, no dejaba de ser un sótano por muy equipado de nuevas tecnologías que estuviera. Hasta un escenario con luces, micrófonos y un equipo de sonido JBL de estilo retro que era una auténtica pasada y que no entendía muy bien que pintaba allí.

  • Sentaros en el suelo delante del escenario. - Dijo Marcos, por una vez tranquilo, sin gritar.

Mientras nos sentábamos, los monitores se dirigieron al escenario y Marcos cogió el micrófono.

  • VAMOS A VER, TENDRÉIS VARIAS TUTORÍAS PÚBLICAS A LA SEMANA Y VARIAS TUTORÍAS PRIVADAS. LA TUTORÍA PÚBLICA DE HOY, SERVIRÁ PARA CONOCERNOS TODOS UN POCO MEJOR, QUE VOSOTROS OS CONOZCÁIS Y NOSOTROS OS CONOZCAMOS, QUE SEPAMOS MUY BIEN TODOS PORQUE ESTÁIS AQUÍ. POSTERIORMENTE LAS TUTORÍAS SERVIRÁN PARA IR VIENDO EL AVANCE O EL RETROCESO DE CADA UNO DE VOSOTROS. EN ALGUNAS OCASIONES, LAS TUTORÍAS PÚBLICAS O LAS PRIVADAS TAMBIÉN SE PUEDEN UTILIZAR PARA ENSEÑAROS CIERTAS COSAS QUE VUESTRO MONITOR CONSIDERE QUE DEBÉIS APRENDER, BAJO EL CRITERIO QUE NOSOTROS QUERAMOS.-

-DE MOMENTO, VAIS A IR SUBIENDO UNO A UNO SEGÚN OS VALLAMOS NOMBRANDO PARA CONTAR VUESTRA HISTORIA. PERO ANTES OS VAMOS A DEJAR UN RATO AQUÍ PARA QUE PENSÉIS LO QUE VAIS A DECIR, PORQUE NO OS PUEDE LLEVAR MENOS DE 5 MINUTOS A CADA UNO, NOSOTROS NOS VAMOS A IR A TOMAR UN CAFÉ AQUÍ ARRIBA. ESTAR TRANQUILOS, DESDE QUE SALGAMOS POR LA PUERTA PODÉIS HABLAR Y LEVANTAROS, PERO SIN ARMAR JALEO, NI TOCAR NADA Y RECORDAR QUE OS ESTAMOS VIGILANDO.-

Marcos, Jorge y los demás monitores abandonaron el sótano por una puerta de madera que había como escondida en un lateral del escenario y cerraron la puerta.

  • ¿Cómo estás tío? ¿Qué pasó anoche? Vaya como tienes el culo… - Me preguntó Nicolás

Yo les conté todo lo que me había pasado, estuve apunto de volver a llorar, pero no quería hacerlo delante de ellos, me levanté y les conté todo lo que me habían hecho, que aún me sabía la boca a jabón y que estaba físicamente muy mal, que tenía la impresión de que nos iban a matar, ellos me tranquilizaron y me dijeron que vaya heavy que era todo, pero que no nos matarían. Después de un rato contándoles todo lo que había pasado mientras me animaban y me preguntaban cosas, aparecieron de nuevo todos los monitores.

Mierda, habíamos estado hablando de lo que Jorge me había hecho durante la noche, lo había vuelto a insultar y nos habían avisado de que insultar conllevaba otro lavado de boca con jabón , yo ya empecé a temblar, temiéndome lo peor, la boca aún me sabía a jabón, otra vez no por favor, pensé. Todos los monitores se quedaron en el escenario, sin embargo Jorge se dirigió hacia mí al verme temblar, mientras se acercaba yo cada vez sentía más miedo, después de lo de anoche le estaba empezando a tener pánico, sin embargo, como si volviese a ser aquél Jorge que nos abrió la puerta en la casa donde me dejaron mis padres, con la misma voz, me acarició la espalda y me tranquilizó.

  • Tranquilo José, de momento, sólo vamos a presentarnos y tú serás el primero. No vas a ser castigado, sólo tienes que subirte al escenario y contarnos a todos porque crees que tus padres te han enviado aquí, procura decirnos todo, date cuenta que has traído el móvil, así que no sólo sabemos la versión de tus padres si no también las versiones de tu hermano, de todos tus amigos y de compañeros de instituto y de gente del barrio. Cuéntanoslo todo tranquilo, cuantas menos preguntas te tengamos que hacer mejor será para ti. Levántate, y ve al escenario. -

Las caricias me tranquilizaron, y al menos no me dijo nada de que le hubiese insultado, así que en parte me tranquilizó, pero saber que habían utilizado mi móvil para hablar con la gente, me hizo darme cuenta del gran error que cometí al no dárselo a mis padres cuando me lo pidieron en el viaje, puesto que al fin y al cabo sólo lo había tenido encima durante el viaje de dos horas desde la casa del aparcamiento al establo de las jaulas, nada más llegar nos mandaron desvestirnos y el móvil se había quedado en el pantalón. Que gilipollas fui. Eso estaba pensando mientras me subía al escenario.

Al subirme al escenario, todos los monitores se bajaron y Jorge empezó a hablar.

  • Bueno chicos, cuando os subáis, lo primero que tenéis que hacer será decir el número que se os a asignado, vuestro nombre, y comenzaréis a decirnos todas las cosas que creéis que hayan sido tomadas en cuenta para que vuestros padres os hayan enviado a este campamento reformatorio, por orden cronológico. Extenderos, porque como tengamos que haceros preguntas, será peor para vosotros. Siempre va a ser mejor que habléis hasta que nosotros os interrumpamos. Después de que habléis vosotros, el monitor correspondiente, hablará, también para presentarse o para añadir información de vosotros que no hayáis contado por falta de tiempo, si el monitor así lo considera.¿Entendido? -
  • Sí – Dijimos todos, yo estando detrás de él, los demás chicos sentados delante del escenario y los monitores detrás de ellos, de pié y con los brazos cruzados, aunque evidentemente estos últimos no contestaron. Jorge me indicó que me acercara al micrófono y comenzara mi discurso, yo estaba muy nervioso, pero al menos mi monitor me había dicho como comenzar. Sin dilatar mucho el tiempo, no fuese a ser que fuese peor, pero tomándome el tiempo necesario para admitir la humillación pública a la que iba a ser sometido, me acerqué lentamente al micrófono y comencé.
  • Soy numero uno y me llamo José, si tengo que decir todo lo que creo que se a tenido en cuenta para mandarme hasta aquí, tengo que ir varios años atrás. Mi hermano y yo siempre hemos sido muy competitivos, sólo nos llevamos un año, pero siempre me he aprovechado de él, porque sinceramente es un panolis. Cuando fui al instituto mi hermano aún estaba en sexto de primaria y a mí en mi clase me tocó un chico gordo que me recordaba mucho a mi hermano, y al que unos de segundo de la ESO le hacían la vida imposible metiéndose con él y haciéndole de todo, así que tuve la idea de junto a mis amigos, a partir del curso siguiente que fuera al instituto, empezar a putearlo y reconozco que alguna vez se nos ha podido ir la mano. Mi hermano, no tiene amigos, al ser gordo, no se integra o nadie quiere ir con el, el caso es que siempre esta solo, así que como solo nos llevamos un año, durante el verano tras acabar primaria le dije varias veces de salir con nosotros para ganar confianza. El primer día, quedamos en que iríamos al cine y a una sala de recreativos. Durante el cine todo fue normal, pero luego fuimos a la sala de recreativos y fuimos a una mesa de billar, uno de mis amigos le propuso un reto a mi hermano, según mi amigo sería capaz de dar a dos pelotas a la vez. Mi hermano aguantaría con los dedos justo en el borde de los agujeros de la mesa dos bolas de billar y mi amigo cogería la bola blanca poniéndose en el lado opuesto de la mesa y desde ahí lanzaría para darle a las dos pelotas. Según mi hermano era imposible, así que aceptó el reto y dijo que si no lo conseguía, tenía que pagar todas las partidas, al final el escaldado fue él que le tuve que adelantar el dinero y me quedé durante todo un mes con su paga. Todo lo habíamos planeado y estaba saliendo tal cual, mi amigo puso una moneda hacia el centro de la mesa más o menos que dijo que era necesaria para poder darle a las dos bolas y mi hermano se puso como mi amigo le indicó. Mi amigo cogió el taco con fuerza y dio a la bola blanca con todas sus fuerzas haciendo que al pasar por la moneda la bola se levantara y se empotrara directamente contra los huevos de mi hermano sin que le diera tiempo a reaccionar. Mi hermano estuvo diez minutos tirado en el suelo gritando “mis huevos, mis huevos” y cuando al fin se levantó, le enseñamos que habíamos colgado en YouTube el vídeo, lo cual hasta le hizo gracia. Pero yo creo que la cosa empezó por ahí. Ese mismo día, algo más tarde, cuando fuimos al baño, porque mi hermano tenía ganas de cagar, esperamos un rato a que cagara y después saltamos por encima de los baños de alado para que abriera la puerta asustado y no tirara de la cisterna, pero yo y tres amigos estábamos ahí esperándolo y al abrir la puerta con los pantalones y los slip bajados le hicimos una especie de placaje y le metimos la cabeza en la taza del váter, mientras dos amigos míos lo sujetaban, yo comencé a pisarle la cabeza para que su cara tocara bien la mierda y después de unos minutos tiré de cisterna, después seguimos hasta que se volvió a llenar la cisterna y volvimos a tirar de la cisterna. Eso también lo grabó otro de mis amigos desde arriba y a mi hermano ya le hizo menos gracia, pero nosotros nos reímos como nunca nos habíamos reído antes. Luego a mi favor tengo que decir que después de hacerle eso, le dejamos que se limpiara, y el resto de la tarde fue normal. Cuando llegamos a casa creo que todo fue normal y al día siguiente estábamos en casa porque hacía mal tiempo y yo me aburría, hablando con mis amigos por WhattsApp se nos ocurrió liársela a mi hermano, jodí el ordenador dejando huellas de como si hubiera sido él el que se había descargado el virus. Mis padres , nunca nos pusieron la mano encima, siempre nos castigaron de cara a la pared, o nos mandaban a nuestro cuarto y cuando hice eso, mi hermano se comió dos horas de rodillas y con las manos en la cabeza de cara a la pared todos los días durante una semana, yo le sacaba fotos y las enviaba por el grupo de WhattsApp, me reía de él y le puteaba, todos los días me acercaba a él y lo chinchaba para que hablara, porque mis padres si escuchaban que hablábamos de cara a la pared, el tiempo empezaba a contar desde el principio así que esa semana estuvo bastante jodido. Tras esa semana, en vez de decírselo yo, fue mi amigo Simón el que le llamó.-

-Basta, por hoy es bastante, de momento no hace falta que nos cuentes más, muy bien UNO, aunque has dicho algún que otro insulto y le has faltado el respeto a tu hermano, lo cual no dudes que tendrá graves consecuencias. Pero ahora, vete a tu sitio, siéntate con los demás que me toca hablar a mí, que seré bastante más breve que tú. -

Yo me fui con los demás chicos y me senté, mi monitor bebió un trago de agua de una botella que había en el escenario y comenzó a hablar.

  • Hola, soy Jorge el monitor de UNO y fundador de este campamento reformatorio junto con Marcos, sólo llevamos dos años con este proyecto, pero estamos seguros de que nos augura un buen futuro con él. Seré duro con UNO porque es la única manera de que aprendáis de que todo lo que nos estáis diciendo, no es nada de lo que sentirse orgulloso, como parece que se siente a la hora de hablar de ello. Ahora, va hablar el chico de Marcos, que si no me equivoco es el número DOS.

Mi monitor era un tío muy fuerte, con grandes músculos en los brazos, y abdominales muy marcados, parecía un portero de discoteca, pero a la vez tenía una rica cara de niño bueno, que depende como te hablara, te parecía lo más rico del mundo, o te metía un miedo terrible, aunque bueno, aún no llevaba ni 24 horas con él, no podía juzgarlo aún, pero físicamente no es que me gustara, porque a mí me gustan las tías, pero la verdad es que envidiaba su cuerpo, el cual pude observar completamente mientras bajaba del escenario y se cruzó con el número DOS, de ese si me sabía el nombre, era Nicolás, aparentaba menos edad que yo porque estaba mucho más delgado y recuerdo que cuando lo vi, vestía completamente de mi rollo, aunque ahora iba con unos boxers de color naranja fosforito que se podían ver a kilómetros de distancia. No se le distinguía ningún músculo, parecía la piel de un bebé, imberbe, solo que con algún que otro enrojecimiento por los golpes de los barrotes de las jaulas. Cuando él se acercó al micro, Marcos estaba detrás, Marcos era un gordo, más gordo que mi hermano, pero de estos gordos que sabes que si te dan una ostia te mandan a japón, la verdad que metía bastante miedo. A él parecía que no le gustaba quitarse la camiseta, como a los demás monitores, las veces que le había visto siempre llevaba un chándal negro con rayas amarillas. Marcos se puso detrás de Nicolás y Nicolás cogió el micrófono como con miedo y comenzó a hablar.

  • Hola, Yo soy NUMERO DOS, y me llamo Nicolás y voy al instituto por ir, supongo que ese habrá sido uno de los motivos por los que mis padres me han traído. En este curso me han caído todas, menos gimnasia además de tener no se cuantas pero muchísimas faltas injustificadas.
  • DOS, LE RECUERDO QUE DEBE DE CONTARNOS LA HISTORIA DE MANERA CRONOLÓGICA. - Le gritó Marcos enfadado.
  • Pero es lo que estoy haciendo. - Replicó él.
  • NO, TU LLEVAS TENIENDO PROBLEMAS CON TUS PADRES DESDE QUE EMPEZASTE AL INSTITUTO, NO ES ALGO NUEVO DE ESTE CURSO, LLEVAS SEIS AÑOS HACIENDO LA VIDA IMPOSIBLE A TUS PADRES, ASÍ QUE EMPIEZA DESDE EL PRINCIPIO Y PREPÁRATE PARA RECIBIR UN CASTIGO MÁS TARDE POR INTENTAR MENTIRNOS. - Dijo Marcos
  • Bueno tío, déjame que piense entonces. - Volvió a replicar.
  • PERO BUENO, ¿TÚ QUIEN COJONES TE CREES QUE ERES PARA TUTEARME? - Le preguntó Marcos mientras le propinaba un bofetón que le dejó toda la mano marcada en su blanca mejilla.
  • ¡¡¡PONTE AHÍ DE RODILLAS CON LAS MANOS EN LA CABEZA MIRANDO PARA TODOS, QUE VAS A PENSAR SÍ, PERO AHÍ MIENTRAS LOS DEMÁS HABLAN!!! -

Nicolás se puso a un lateral del escenario donde Marcos le había indicado, se arrodilló y puso sus manos en la cabeza, pero su monitor le obligó a subir el culo y que permaneciera de rodillas pero completamente recto. Todo quedó en silencio unos minutos, mientras Nicolás nos miraba uno a uno, como queriéndonos decir algo, aunque sinceramente, fui incapaz de descifrar que estaba intentando decirnos. Marcos que se había ido por la puerta del escenario, volvió a entrar en el escenario con una pastilla de jabón lagarto enorme que estaba pringosa, como si hubiera estado metida en agua durante horas y se puso delante de Nicolás.

  • ABRE LA BOCA HIJO DE PUTA – Le ordenó Marcos.

Él abrió la boca y Marcos empezó a frotarle la pastilla de jabón por toda la boca, empezó diente por diente, y luego a restregar la pastilla de jabón fuerte por todos los dientes de arriba y de abajo, metiendo y sacando varias veces aquella enorme pastilla de jabón en la boca de Nicolás, también le pasó la pastilla de jabón por el interior de las mejillas, al pobre Nicolás le daban arcadas, entonces Marcos le metió la pastilla en la boca y le avisó de que la sujetara en su boca y no se moviera, que se quedara así hasta que él le dijera, después, volvió al micrófono.

  • ESTE HIJO DE PUTA LLEVA DESDE QUE ENTRÓ AL INSTITUTO SIN HACER NI CASO A SUS PADRES. DA IGUAL LO QUE LE MANDEN, QUE NO ES SIQUIERA CAPAZ DE ABRIR UNA VENTANA O COJER EL TELÉFONO, SE CREE QUE VIVE EN UN HOTEL Y NO ACEPTA NINGUNA NORMA. ADEMÁS DE ENFRENTARSE A SUS PADRES DÍA SÍ Y DÍA TAMBIÉN. YA EN PRIMERO DE LA ESO, A LA SEMANA DE EMPEZAR EL INSTITUTO, MONTÓ UNA FIESTA EN SU CASA APROVECHANDO QUE SUS PADRES SE HABÍAN MARCHADO PARA EL PUEBLO DONDE ROMPIERON LA MITAD DE LAS COSAS DE CASA, SUS PADRES LE CASTIGARON SIN SALIR UNA SEMANA ¿Y SABÉIS LO QUE HIZO? ENGAÑARLOS DICIÉNDOLES QUE NO SALÍA CUANDO SALÍA Y VOLVÍA 5 MINUTOS ANTES QUE SU MADRE LLEGABA DE TRABAJAR, HASTA QUE UN DÍA LE PILLÓ SU PADRE. LE VOY A DEJAR AHÍ A QUE RECAPACITE MIENTRAS LOS DEMÁS CONTÁIS VUESTRA HISTORIA Y MÁS VALE QUE CONTÉIS LAS COSAS COMO LAS TENÉIS QUE CONTAR, SI NO QUERÉIS ACOMPAÑAR A DOS. - tras ese pequeño discurso, se acercó a él y le dio un collejón que hizo que se le escurriera la pastilla de jabón y acabara en el suelo. Marcos le obligó a volver a meterse la pastilla de jabón en la boca y que volviera a ponerse en la postura que estaba, y después volvió a acercarse al micrófono.
  • Por otro lado, yo soy Marcos, como os a dicho Jorge, también soy fundador de este campamento reformatorio, y os tendré controlados a todos, aunque sobretodo al gilipollas que me a tocado educar, que ni tan siquiera sabe porque sus padres le han enviado aquí, pero que no se preocupe, porque se va a enterar muy bien. Ahora os dejo con el NUMERO TRES a ver si es capaz de contarnos porque está aquí o acaba acompañando a su gran amiguito de clase.-

El discurso de Marcos había sido más escueto aún que el de Jorge, Marcos estaba bajando del escenario cuando un chico fibrado, con los músculos en su sitio, pero sin exagerar, que cuando entró en el coche tenía pinta de poligonero, se cruzó en el camino con él. Este chico llevaba unos boxers amarillo chillón, del color de la tinta de los subrayadores de clase, parecía que los había comprado junto con Nicolás porque era el mismo modelo, lo que pasa que este era aún más llamativo al ser amarillo y no naranja. Detrás de él se puso uno de los monitores más delgados que había, un chico alto, de unos 40 años más o menos, con pelo por todo el cuerpo, se notaba que estaba fuerte en los brazos, pero no tenía la tableta de chocolate que tenía este chico y mucho menos que la de mi monitor. El chico se acercó al micrófono más decidido que Nicolás o yo y se puso a hablar.

  • Hola, soy NUMERO 3 y me llamo Rubén, supongo que mis padres me han traído aquí porque he pasado de ellos toda mi vida. De pequeño mis padres nunca estaban en casa y cuando estaban muchas de las veces yo me marchaba sin avisar ni nada. Además, aunque soy hijo único, cada vez que he coincidido en el pueblo con mi primo, siendo niños, me inventaba juegos que sabía que iba a ganar, para pegarle por perder, mis padres me castigaban a hacer copias, pero nunca las hacía y como estaban tan ocupados, al final acabaron pasando de mí. Cuando entré en el instituto, me junté con un grupo de gente mayor que yo de primero y segundo de bachiller, no se cómo, pero lo conseguí e iba todos los días a fumar porros con ellos a un bajo que tenían. También nos dedicábamos a robar, casi siempre lo hacía yo, porque al tener 12 años no me pasaba nada, pero la policía me llevaba a casa o al trabajo de mi padre las veces que me pillaban. Como mis padres pasaban de mí, pues yo seguí con lo mío y ese mismo año empecé a fumar porros en mi habitación y por toda la casa. Mis padres me echaron la bronca y me dijeron que ni se me ocurriera volver a fumar esas cosas en casa, les hice caso omiso y la tarde del día siguiente, en vez de ir al bajo, organicé un submarino en mi casa con todos los del bajo. Cuando mis padres llegaron, no sabían donde meterse y yo cogí y me marché con mis amigos dejandoles la casa hecha una mierda y no volví hasta el lunes, porque eso pasó de viernes. Cuando estaba en casa ese Lunes y mi madre llegó de trabajar, me acuerdo que le cerré la puerta de la habitación de un portazo que casi le doy en la cara. Mi madre pasó de mi y después a la hora de cenar me echaron un sermón que para ser sincero ni lo escuché. Yo empecé a ver que vendiendo droga podía conseguir dinero, así que empecé a vender porros y bueno la verdad es que ahora sigo vendiéndolos, pero empecé de aquella. En el verano después de primero de la ESO mis padres me enviaron a un campamento de inglés y a los tres días estaba de vuelta en casa porque me habían echado del campamento por incendiar la tienda de campaña, después -
  • Vale Rubén, ya está, gracias, vuelve para tu sitio. - Dijo el monitor

Nicolás seguía de rodillas, con el jabón en la boca, babeaba como el sólo y tenía los ojos rojos y llorosos, le temblaba todo el cuerpo pero intentaba seguir en la postura que le habían mandado. Mientras Rubén bajaba del escenario con cara de felicidad, su monitor cogía el micrófono.

  • Hola, yo soy David, he estado aquí los dos años anteriores como vosotros y al final, aprendí, y Jorge y Marcos me contrataron como monitor, pero no os penséis que por ser novato voy a ser más blando. TRES, estate atento a las normas y compórtate, porque esto no es tu casa ni el campamento de inglés, a la mínima sufrirás y no me voy a quedar corto contigo. Esto se está haciendo muy largo, así que yo me voy a bajar ya y que suba CUATRO.

David bajaba del escenario a la vez que un chico de mi edad, con un pecho y unos abdominales supermercados subía las escaleras. Este chico, no había venido con gorra como Nicolás o yo, pero si vestía muy similar a nosotros, con unos pantalones vaqueros anchos y una camiseta sin mangas en su caso amarilla, aunque en ese momento, llevaba un bóxer de los que son como sueltos, de una tela muy fina, con muchos barquinos pequeños de color azul dibujados, aunque al ser de esa tela, debido a las duchas, no había secado del todo y se le podía intuir perfectamente tanto la polla como los huevos, que parecían tener un tamaño considerable, por un momento, me alegré de no ser él, aunque yo también tenía lo mío con mis slip de Bob Esponja. Detrás de este chico, se puso un monitor de estatura media, machacado de gimnasio, con el pelo rubio casi rapado y de ojos marrones, con la barba muy fina recortada, yo calculaba que tendría entre unos 28 y 30 años. El chico se acercó al micrófono y lo cogió decidido:

  • Hola, soy numero cuatro y me llamo Luís y sinceramente a mí mis padres me han dicho que me traían aquí por lo que habíamos hecho Nicolás, Rubén, Borja y yo a un chico de nuestra clase, no me dijeron nada más. - Y se calló.

El monitor le preguntó si de verdad no quería decir nada más y tras la negativa de Luís, le ordenó ponerse alado de Nicolás e hicieron lo mismo mientras un gordo igual que mi hermano subía al escenario seguido del tío más feo del mundo. Los dos se quedaron atrás y después de hacer el protocolo del lavado de boca con jabón a Luís igual que habían hecho con Nicolás y dejarlo ahí alado de él, de rodillas y sujetando el enorme jabón en la boca, igual que él, su monitor se acercó al micrófono.

  • Yo me llamo Cristian y he sido un macarra toda mi puta vida, encontré que ofrecían este trabajo y lo acepté para poder desfogarme a gusto, así que Luís puede ir preparándose, porque le voy a dejar muy fino, de momento ya le informo de que se queda sin tiempo libre tras el desayuno, aunque creo que no será el único, ¿Verdad Marcos? - Dijo este monitor que al parecer se llama Cristian por lo que acababa de decir.

Ante la pregunta que hizo, Marcos no contestó, pero echó una sonrisa cómplice que era evidente que quería decir que Nicolás también se iba a quedar sin tiempo libre tras el desayuno.

El gordo se acercó al micrófono tras la orden de su monitor.

  • Hola, yo soy NUMERO CINCO y me llamo Borja, la verdad es que siempre me he llevado muy bien con mis padres y mi hermano, siempre a ido todo bien hasta este último año que he conocido gente nueva y he des-dejado un poco más a mi familia, pero es que antes siempre estaba con ellos y ahora tengo amigos. No obstante cumplo con todos los horarios y las normas que me ponen, pero me echan bronca tras bronca por las cosas que hago cuando salgo con mis amigos, no entienden que simplemente lo hacemos para pasárnoslo bien. Creo que lo primero que hice que más les molestó, fue faltar un día entero a clase para fumar porros, cuando llegué a casa les habían llamado del instituto y encima yo llegaba con los ojos completamente rojos ya que era la segunda vez que fumaba porros. Mi madre, me dijo que dejara la mochila y las cosas en mi cuarto y que volviera al salón y luego me sermoneó por haber pirado clase y me dijo que me pusiera como están ahora Nicolás y Luís, pero sin jabón en la boca y mirando cara a la pared, yo flipé, porque mis padres nunca me habían castigado, como mucho alguna bronca, pero castigo nunca y esa vez, me hizo ponerme así y me dijo que estaba castigado sin comer y por haber pirado toda la mañana clase y haberla tenido de los nervios sin saber donde estaba, me iba a tener que quedar así hasta que mi padre llegara y eran las tres y media de la tarde más o menos y mi padre no solía llegar a casa hasta las nueve, desde el principio me empezaron a doler las rodillas pero no llevaba ni una hora y empecé a llorar, por el dolor de las rodillas, que hasta me quemaban y el dolor de la espalda y de los brazos, mi madre se acercó y me dijo que le daba igual que llorara que no podía pirar clase y mucho menos para fumar porros, en fin, me siguió sermoneando y amenazándome con que mas vale que dejara de llorar porque me iba a quedar así hasta que llegara mi padre, pero la verdad que a las seis de la tarde acabó cediendo porque yo no paraba de llorar y me dijo que me levantara, que me perdonaba el castigo y que no le diría nada a mi padre, pero con la norma de que no lo volviera a hacer más. Lo siguiente que hice …-
  • Ya está CINCO, no nos cuentes más por hoy y vuelve a tu sitio – Dijo el hombre más feo del mundo.
  • Yo soy Jesús, voy a ser el monitor de este nuevo delincuente que como bien a dicho se a desviado sólo este último año, pero yo me encargaré de enderezarlo. Normalmente soy profesor en un colegio privado, pero en verano trabajo en este campamento desde que Jorge y Marcos lo fundaron y espero seguir haciéndolo muchos años más para poner a ralla a gentuza como vosotros antes de que sea demasiado tarde. - Fue lo que dijo el hombre más feo del mundo. ¿Porqué el más feo del mundo? Era gordo, peludo, de como mínimo 50 años, con barba y bigote e iba con pantalones cortos. Enserio nunca había visto un hombre tan feo como él.

Borja se bajó y bajo el escenario quedamos Rubén, Borja y Yo, los monitores volvieron a subir al escenario a hablar entre ellos, mientras nosotros mirábamos como Nicolás y Luís sufrían de rodillas con las manos en la cabeza y jabón en la boca. Yo creo que Nicolás estaba apunto de llorar o de bajar las manos, pero no se atrevía a hacerlo, a él le temblaba todo el cuerpo, sin embargo a Luis aún debía de ser pronto para que eso le pasase.

Jorge, David y Jesús vinieron donde nosotros y nos dijeron que ahora nosotros nos iríamos a desayunar, pero que Dos y Cuatro se quedarían ahí porque iban a ser severamente castigados por no saber comportarse durante la tutoría. Al parecer, nuestros nombres iban a ser números.

Nosotros nos marchamos, mirándoles y deseándoles suerte con la mirada, no fuera a ser que si usáramos las palabras, acabáramos haciéndole compañía. Salimos por donde habíamos entrado y volvimos al pasillo estilo casa de gran hermano que habíamos visto antes, nos guiaron un poco más hacia delante y había una especie de salón gigantesco, con dos sofás enormes haciendo forma de L y una televisión de más de 50 pulgadas, porque era enorme, a Rubén y Borja les dijeron que se sentaran en el sofá y Jorge se acercó a mí, diciéndome que fuera con él, me llevó a la cocina, que era una cocina enorme con muebles de color rojo y una isla, que parecía una cocina de diseño y me acercó hasta el fregadero, me dio un vaso y me dijo que ya había pasado suficiente tiempo y que ahora iba a desayunar así que me daba cinco minutos para poder enjuagarme la boca y lavármela y quitar los restos de jabón que aún tuviera de la noche anterior. Que en menos de cinco minutos me quería ver sentado en el sofá con mis compañeros.

La verdad que fue de agradecer, porque aunque ya hubiera pasado tanto tiempo, aún seguía el sabor y el ardor en mi boca, aunque también tengo que decir que aunque me alivió lavarme la boca, tampoco me alivió tanto como pensaba, volví al salón y me senté con mis compañeros, los cuales estaban completamente callados y ahí nos quedamos esperando.

La televisión se encendió y pudimos ver como Nicolás y Luís seguían de rodillas con el jabón en la boca, tal y como les habíamos dejado, aunque Luís ya parecía que quería empezar a temblar. A los que no veíamos por ningún sitio era a los monitores. Los tres nos quedamos como tontos, embobados mirando la imagen de nuestros dos compañeros de rodillas con las manos en la cabeza y el jabón en la boca, estábamos completamente incrédulos de lo que estábamos viendo. Nuestros monitores se sentaron en el otro sofá y nos dijeron que íbamos a ver parte del castigo antes de desayunar para que aprendiéramos lo que nos podía pasar.

Yo me había sentado al lado de Rubén ya que Borja por el momento me recordaba demasiado a mi hermano, estaba mirando su fibrado cuerpo cuando de repente pudimos ver por la televisión que se encendieron los focos, la televisión era gigante y parecía que estaba en alta definición, empezamos a escuchar ruidos, los monitores debían de estar sacando cosas por la escalera que había en un lateral del escenario, pero no veíamos que traían, sólo veíamos como las caras de Nicolás y de Luís cambiaban de pánico a miedo. Nicolás ya estaba empezando a lagrimear y al fin aparecieron los monitores que les sacaron la pastilla de jabón de la boca echándola a un caldero que llevaban llenos de agua.

Sin que se levantaran, de rodillas, los pusieron un enfrente al otro con los cuerpos completamente pegado el uno al otro y les ordenaron que pusiesen los brazos en cruz y se dieran las manos. Cristian desapareció un momento de la televisión y enseguida apareció con una gorda cadena de metal, con la que les ataron los cuerpos para que no se pudiesen separar y todos los brazos hasta llegar a sus manos de donde colgaban unos candados amarillos que habían utilizado para asegurar la cadena. Después de eso, Marcos por un lado y Cristian por otro cogieron una cuerda cada uno y envolvieron aún más los brazos de Nicolás y Luís, después tiraron las cuerdas hacia arriba y con ayuda de una escalera, ataron la cuerda a una tubería que había en el techo. La cuerda quedó completamente tensa impidiéndoles a Nicolás y Luís bajar los brazos, y la cadena era muy gorda, así que yo creía que debía de pesar lo suyo. El dolor de mis brazos que a medida de la mañana se había ido quitando poco a poco volvió a aparecer con sólo verlos así. Marcos cogió una de las pastillas de jabón y se la metió en la boca a los dos. Tenían que compartir la misma pastilla de jabón los dos, con las caras pegadas la una a la otra, con los cuerpos completamente encadenados y sin poder bajar los brazos, y yo mientras tanto, cómodo en el sofá (Aunque con mucha hambre) viéndolo por aquella televisión a todo color. Me fijé en Rubén, su polla estaba completamente tiesa viendo aquel percal y la mía, no sabía porque, pero estaba empezando a animarse.

Cristian se soltó su cinturón y Marcos cogió un cinturón que tenía en el suelo, cada uno se puso a un lado y empezaron a pegarles en el culo un cinturonazo tras otro. Por la pantalla podíamos ver como tanto Marcos como Cristian parecían estar dando con todas sus fuerzas y como los culos de Nicolás y Luís se iban enrojeciendo rápidamente, ellos empezaron a intentar gritar y a llorar y de vez en cuando salía espuma o burbujas por su boca, debían de estar pasándolo muy mal. Por un momento dejaron de azotarles con el cinturón que estaban usando y cogieron una vara, pero antes de que les dieran el primer varazo, la televisión se apagó.

  • VAMOS A DESAYUNAR ANDA – Dijo Jorge.

Nos dirigimos a la cocina y seguimos las instrucciones que nos fueron diciendo, tendríamos que prepararles su desayuno, huevos revueltos, bacon, y ¿Cerveza?, sí, cerveza, era lo que iban a desayunar nuestros monitores. Cortamos un poco de pan y preparamos todo lo que nos dijeron y lo pusimos en la isla tal y como nos dijeron. Mientras estábamos preparando todo, podíamos escuchar perfectamente los gritos de nuestros compañeros venir de abajo y mientras tanto, nosotros tan tranquilos preparando el desayuno a nuestros monitores, que ya se habían tomado un café anteriormente y nosotros llevábamos desde el día anterior sin meter nada al cuerpo. Desayunaron tranquilamente mientras guasapeaban y hablaban entre ellos. Nosotros los mirábamos sin hablar por miedo a las represalias. Cuando se cansaron de desayunar y de hablar, nos dijeron que nos sentáramos en el sofá y que lo que había sobrado era nuestro desayuno, una rebanada de pan mordisqueada y un rodaja de bacon para los tres. Yo enseguida dije que nos lo partiéramos a partes iguales, no fuera a ser que el gordo de Borja me dejara sin nada. Desayunamos en segundos y nos dijeron que como fuera llovía, en nuestro tiempo libre podíamos elegir salir fuera o ver la televisión, la verdad es que fuera no es que lloviera, es que hacía una tormenta invernal en medio verano que no era normal, así que primero Borja dijo que por él la tele, y Rubén y yo asentimos, así que los monitores volvieron a encender la tele.

Los gritos que escuchábamos de lejos, ahora los escuchábamos por la televisión. Marcos y Cristian seguían azotando los culos de Nicolás y Luís como si les fuera el alma en ello con la vara que les habíamos visto coger antes de empezar a hacer el desayuno. Apenas se les veía la cara a nuestros pobres compañeros, la cara y parte del cuerpo estaba completamente llena de jabón, yo no sé como podían estar respirando, ya no estaban de rodillas, estaban medio tirados, sujetados por las cuerdas que les habían atado a los brazos y si se movían en vez de darle con la vara en el culo le daban en las piernas. Tenían tanto el culo como las piernas, llenas de marcas rojas, parecía que estaban a punto de ponerse a sangrar. Los monitores pararon y salieron de la pantalla, dejándolos así. Volvieron con una especie de cinturón negro como con clavijas metálicas cada uno y se pusieron detrás de ellos, llevaron su mano lo más hasta atrás que pudieron y con todas sus fuerzas dirigieron su cinturón hasta el culo de Nicolás y de Luís, debía de dolerles muchísimo, porque empezaban a moverse como locos, pero por culpa de las cadenas y de la cuerda, seguían con las cabezas, los brazos y los cuerpos unidos, pero las piernas las tenían libres, y no paraban de patalear intentando evitar el siguiente golpe, mientras Cristian y Marcos los miraban riéndose de ellos. Yo no me podía creer estar viendo esa escena, apenas los había conocido, bueno, es más, no los conocía, sólo había pasado un rato con ellos, pero ¿Cómo podían estar haciéndoles algo así?, ver como los monitores se divertían del sufrimiento de Luís y Nicolás me dio bastante miedo, la verdad. Los cabrones les dejaban retorcerse y cuando paraban, volvían a llevar sus brazos lo más atrás que podían y otra vez el cinturón directo hasta su culo, lo que volvía a hacer que empezaran a revolverse. Esa escena se repitió 50 veces, sí, las conté, y pueden parecer pocas, pero teniendo como tenían el culo, al final de esos cinturonazos, tanto Nicolás como Luís no sólo tenían el culo rojo si no que por algunas partes incluso estaba hasta morado.

Después de eso, Marcos y Cristian volvieron a desaparecer pero esta vez sólo unos segundos, no me lo podía creer, llevaban un paquete de sal gorda y dos botellas de vinagre, que las bajaron del escenario volviendo a desaparecer de la pantalla. Nuestros monitores se empezaron a reír, ya sabían lo que iba a pasar y nosotros estábamos mirando la pantalla como si estuviéramos viendo los últimos minutos de la final de España en el mundial de fútbol, preguntándonos como podía ser que aún siguiera, si es que parecía que no podían más. Marcos apareció y les separó las caras para gritarles que escupieran el jabón dejándolo caer al suelo, a continuación Marcos les tiró un cubo de agua que habían llevado al principio del todo, encima de la cabeza y Cristian apareció con un rollo de papel de film como los que se utilizan para envolver los bocadillos, abrieron el rollo y entre los dos, les unieron la cabeza y les dijeron que se besaran como si fueran unos putos maricones, ni Nicolás ni Rubén abrían la boca, así que ambos monitores a la vez, les dieron un azote fuertísimo con la mano en su culo y les volvieron a decir que se besaran con lengua, que eran unos putos maricones y que no se cortaran, yo creo que por miedo, o al menos yo así lo hubiera hecho, aceptaron y abrieron la boca y empezaron a besarse con lengua, yo no entendía como nuestros monitores podían ser tan perversos. Cuando se estaban besando Marcos les gritó que no pararan y con ayuda de Cristian les unieron las cabezas con papel de film, tensándolo muchísimo para que no se pudiesen separar, cuando acabaron de envolverles la cabeza les envolvieron el cuello y los brazos y cortaron el film. Cristian volvió a salir de la pantalla y marcos se apartó hacia un lado y un chorro de agua presión empezó a dirigirse contra su cuerpo, al parecer, en aquel sótano, también tenían manguera, cuando eso sucedió nuestros monitores se empezaron a reír a carcajadas y Jorge me pidió que fuera a la cocina a por tres cervezas y que había una botella de Nestea grande en la nevera, que ya que estaban en su tiempo libre, trajera la botella con tres vasos para mis compañeros y para mí. Enseguida David le dijo a Rubén que me ayudara y al gordo de Borja no le dijeron nada, ahí se quedó sentado en el sofá.

Yo dejé que Rubén fuera delante de mí para poder apreciar su cuerpo, que como dije antes, yo no era gay, pero su cuerpo me llamaba la atención y tanto el suyo como el de mi monitor, Jorge, me daban mucha envidia, además sus boxers de color subrayador amarillo de clase me llamaban mucho la atención, aunque llamaran más la atención los míos, por lo ridículo que era llevar unos slip de color azul con un dibujo animado de color amarillo en medio de la huevada llamado Bob Esponja. Cuando llegamos a la cocina, yo abrí la nevera y Rubén fue a por los vasos.

  • Yo estoy flipando tío. - Me dijo Rubén en voz baja.
  • La verdad es que yo también, yo anoche lo pasé mal, pero ahora con estos yo estoy flipando, además es que pensé que había sido una sensación mía, pero ¿les has visto? - Le contesté yo mientras sacaba la botella de Nestea de la nevera y las tres latas de cerveza.
  • Si, joder, es que disfrutan tío, da bastante miedo, yo estoy acojonado. - Me decía eso con cara de miedo, pero yo no podía evitar mirar los boxers y le veía la polla completamente tiesa, así que fui directo.
  • Pues a ti, parece que te gusta. - Le dije señalando le con la mirada su polla.
  • No tío, a ver, no te voy a negar que he leído relatos masoquistas y me he pajeado alguna vez, pero a mí me van las tías, es un poco la situación, no sé lo que me está pasando, pero no dudes que estoy acojonado. - Me dijo todo acelerado.
  • Vale, vale, tranquilo, vamos a ir ya porque a ver si la vamos a liar y vamos a acabar haciéndoles compañía. - Le dije yo.
  • Si vale más.- Afirmó él cogiendo dos latas de cerveza y los tres vasos.

Fuimos hasta el salón y de la que nos acercábamos podíamos ver como seguían divirtiéndose con la manguera, mientras nuestros monitores se reían como si estuvieran viendo una comedia. Rubén le dio las dos latas de cerveza a David y Jesús y yo se la dí a Jorge y fuimos a la mesa, donde echamos los tres vasos de Nestea y Rubén y yo nos volvimos a sentar.

Los tres estábamos sedientos, así que el primer vaso lo bebimos de un trago y nos volvimos a echar otro vaso que ya fuimos bebiendo más pausadamente. A los pocos minutos, acabaron de jugar con la manguera, cerrando el agua y tirándola al suelo. Marcos cogió el paquete de sal y Cristian puso las dos manos para que Marcos le echara un buen puñado de sal gorda y dejaron el paquete de sal en el suelo. Marcos agarró las piernas de Luís mientras Cristian empezó a frotar enérgicamente sus manos llenas de sal con el culo de Luís, el cual al no poder gritar por estar con la boca pegada a Nicolás, empezó a murmullar y como a convulsionar de manera exagerada. El cabrón de Cristian estaría un minuto entero frotándole la sal y después ayudó a Marcos para que hiciera lo mismo con Nicolás el cual también murmulló y lloró como yo creo que no había llorado en su vida. Después, Marcos cogió las botellas de vinagre y le dio una a Cristian, se la pusieron donde la polla y empezaron a hacer como que les meaban el culo pero echándoles el vinagre, no se como pero consiguieron chillar, tenían las piernas sueltas y se movían hacia todos los lados mientras sus, brazos, cuerpo y cara permanecían inmóviles y tanto Marcos como Cristian, les iban siguiendo con el chorro del vinagre, vaciando la botella lentamente. Cuando acabaron de echarles el vinagre volvieron a desaparecer de la pantalla y Jorge nos habló.

  • ¿Qué os parece chicos?. -

¿Como nos podía estar haciendo esta pregunta?, ninguno sabíamos que contestar y había preguntado Jorge, el obligado a contestar era yo, si o sí, así que dije lo primero que se me vino a la cabeza.

  • La verdad es que me alegro no ser yo el que esté ahí, tuve suficiente con lo de ayer, créeme. - Dije todo convencido.
  • Tú no creas tanto que has tenido suficiente con lo de ayer, porque no hace ni una hora que te has ganado un castigo en la tutoría, como tus compañeros, por insultar y faltarte el respeto a tu hermano. - Me dijo como si fuéramos amigos de toda la vida, yo diría que era una especie de amenaza sutil.

A mí no obstante me acojonó.

De repente, Marcos y Cristian aparecieron por detrás y se sentaron a lado de los otros monitores.

  • ¿Qué os parece la peli? - Preguntó Marcos a los demás monitores.
  • Yo creo que va bien, pero algo le falta ¿no? ¿O habéis acabado ya con ellos?. - Dijo Jorge
  • No, no, aún quedan los extras, veníamos para deciros que los nuestros hoy no van a hacer deporte. Para empezar, os recuerdo que el mío se a ganado 24 horas de jaula en la tutoría, al tutearme y faltar me al respeto. - Dijo Marcos.
  • Sí, y el mío creo que a venido muy gallito y hay que bajarle los humos un poco, así que también se queda sin deporte, que ya sabéis que aquí priman los castigos, o al menos eso me habéis dicho. - Cristian hablaba de la manera más chulesca que te podías encontrar.
  • Si, si, ya te he dicho que aquí priman los castigos – Afirmó Marcos.
  • Oye chicos, vamos a estar aquí un rato, estáis en vuestro tiempo libre. Si queréis, bajar abajo y darle un poco de Nestea a vuestros compañeros, que con lo que han llorado deben de tener sed. - Dijo Marcos y empezó a reírse.

Nosotros sin dudarlo, cogimos la botella de Nestea, y fuimos por el pasillo hacia las escaleras y bajamos. La televisión era buena, se veía perfectamente, pero verlos así, en persona, no por la tele, con la cadena, las cuerdas, las heridas, llorando y con el film y con los brazos rectos colgando desde hacía por lo menos hora y media hizo que mi polla se despertara como pocas veces había hecho antes. No lo entendía, ¿porque me ponía esta situación?. Rubén abría leído relatos de estas cosas, pero yo en la vida y sin embargo, verlos así y ver como les gritaban Maricones y les obligaban a besarse, me había llamado mucho la atención.

No estábamos seguros de si podíamos hacerlo, pero nos habían dado permiso para darles un poco de Nestea, y la única manera de poder hacerlo era quitándoleS el film, Borja dijo que pasaba, que no quería arriesgarse y se bajó del escenario, pero Rubén y yo, nos arriesgamos y comenzamos a buscar por donde empezar a quitarles el film. Tras unos minutos buscando, en los que ni Luís ni Nicolás paraban de llorar y de temblar, conseguimos encontrar por donde empezar a desenvolver, y con tiempo, les acabamos quitando todo el film.

  • Tranquilos tíos, somos nosotros – Dijo Rubén.
  • Como estamos en nuestro tiempo libre, nos han dicho que os podíamos dar un poco de Nestea, beber un poco que os vendrá bien – Dije yo.

Los pobres apenas podían hablar, no teníamos nada con lo que poder secarles la cara o limpiarles de jabón, así que Rubén les dijo que igual era mejor que primero dieran un trago se enjuagaran un poco y lo tiraran y luego ya bebieran, aunque perdiéramos un poco de Nestea, no fuera a ser que los fuésemos a matar. Y aunque yo creo que mareados y sin saber muy bien donde estaban, lo entendieron y así lo hicieron, no nos había dado tiempo a tranquilizarlos, cuando Marcos y Cristian aparecieron de repente en el escenario por la puerta lateral que no sabíamos a donde llevaba.

  • Chicos, ya es suficiente, subir para arriba que en cinco minutos marcháis a hacer deporte. - Nos dijo Marcos.

Nos marchamos del sótano, pero mientras subíamos por las escaleras yo no podía dejar de pensar en Luís y Nicolás y en lo mal que lo habían pasado mis brazos la noche anterior y sus culos, estaban rojos, morados e incluso sangrado por algunos sitios, las piernas también las tenían muy mal de los varazos que les habían dado. Menos mal que no les mandaron hacer deporte, porque a lo mínimo que fuese que nos mandasen hacer, ellos lo tenían muy difícil.

Cuando subimos íbamos hacia el salón, pero nuestros monitores nos cortaron.

  • A LLEGADO LA HORA DE HACER DEPORTE, VAMOS FUERA. - Gritó Jorge

Fuimos fuera tras veinte minutos caminando, nos llevaron hasta el borde de un río que pasaba por en medio del bosque.

-ESCUCHAD BIEN, LA PRUEBA ES MUY SENCILLA. PRIMERO TENDRÉIS QUE CRUZAR EL RÍO COMO PODÁIS, DOS DE NOSOTROS OS ESPERAREMOS AL OTRO LADO Y CUANDO LLEGUÉIS DEBÉIS DE ESPERAR AL RESTO PARA QUE APUNTEMOS LOS RESULTADOS. LA SIGUIENTE PRUEBA SERÁ SUBIR UN ÁRBOL Y LA PRUEBA FINAL SERÁ UN CIRCUITO QUE CONSISTIRÁ EN CORRER 200 METROS Y HACER 100 SENTADILLAS, VOLVER A CORRER OTROS 200 METROS Y HACER 100 ABDOMINALES, CORRER 200 METROS Y HACER 100 PLANCHAS, CORRER 200 METROS Y CRUZAR EL RÍO. EL PRIMERO QUE CRUCE EL RÍO GANARÁ 25 PUNTOS, Y LOS DEMÁS PERDERÁN 25 PUNTOS, LO QUE SIGNIFICA QUE EMPIEZAN EN NÚMEROS ROJOS, LO MISMO PASA CON EL ÁRBOL, EL QUE MENOS TARDE EN SUBIR EL ÁRBOL GANARÁ 25 MINUTOS Y LOS DEMÁS LOS PERDERÁN. Y CON EL CIRCUITO NOS VAMOS A JUGAR 100 PUNTOS PARA EL PRIMERO QUE LLEGUE Y 50 PUNTOS PARA EL SEGUNDO, EL ÚLTIMO PERDERÁ 25 PUNTOS. OS RECUERDO QUE TENÉIS QUE CONSEGUIR 100 PUNTOS O SERÉIS CASTIGADOS DURAMENTE. - Gritó Jorge.