Campamento de verano

Fué en contra de mi voluntad. mi madre me apuntó a un campamento de verano. Yo no quería, pero cuando me enteré de que iba una de las tias mas buenorras de mi clase fuí encantado.

Esta historia ocurrió hace tres años. Estábamos a punto de terminar el curso(primero de bachiller) y mi madre me comento si quería apuntarme a un campamento de verano durante 1 mes que sería cerca de los picos de Europa. Al principio a mi no me hacia mucha gracias, pues ninguno de mis amigos no iba a ir, pues ellos tenían planes: unos se iban al extranjero y otros al chalet de la playa. Mi madre me convenció porque dijo que iba a estar aburrido y que así me aireaba. Al final me convenció.

Tres días antes de partir, hubo una reunión informativa a la que tenían que asistir tanto padres como excursionistas, así que fui. Al llegar a la reunión me encontré con que una amiga de clase también se había apuntado. La pobre al igual que yo no conocía a nadie así que nos sentamos juntos para oír la reunión. Por cierto, no la he presentado. Su nombre es Sandra, y os puedo decir de ella que es una morenaza, piel morena, ojos marrones, mas o menos de altura 160 centímetros (bajita) . Lo que más nos gustaba de ella a los chicos era su trasero hermoso, y unas tetas que no eran muy grandes pero bastaban para satisfacer a cualquier chico. En clase era no nos hablábamos mucho, pues cada uno tenía su grupo de amigos/as y mis posibilidades de conquistarla eran casi nulas. Al ver mi madre que conocía a alguien se alegró, y no paró durante todo el camino de vuelta hablándome de lo simpática que era Sandra , lo educada que era, lo guapa que era, etc.… El único detalle que se le escapó a mi madre fue que Sandra tenía novio, un idiota que también iba a clase que se llamaba Carlos, aunque siempre triunfaba con las chicas y no en los estudios. Sandra no lo sabía, pero Carlos le ponía los cuernos con la putilla oficial de clase (Sofía).

El día de la salida(fijada a las 20 horas, o sea , viajaríamos por la noche en el autobús) mi madre me dijo que pasarían a por mí los padres de mi amiga, ya que mis padres no me podían llevar porque salían en un avión a las 6 de la tarde rumbo al caribe, y que me portase bien. A las 19:30 pasó el padre de Sandra junto a ella en el coche, cargamos mi maleta y nos fuimos hacia el lugar de salida. Durante el trayecto note a Sandra muy callada sumida en sus pensamientos(de normal es una chica muy habladora). Al despedirnos de su padre y agradecerle yo el que me haya traído, me monto en el autobús compartiendo asiento con Sandra. Cuando se pone en marcha Sandra y yo empezamos a hablar de cosas del instituto y todo eso. Al rato empezamos a hablar de k nos parece cada persona de clase, hasta que llegamos a Carlos(su novio):

-Sandra: ¿Y qué te parece mi novio?

-Yo: no es mal chico

-Te tengo que contar una cosa, no tiene nada que ver contigo, pero necesito desahogarme

-Cuéntame todo, ¿qué te ocurre? Te he notado muy callada en el coche

-Ayer fui a despedirme de mi novio. Fui a su casa sin avisarle. Cuando llamé al timbre él me abrió la puerta, y nos empezamos a liar, dándonos unos besitos, ya sabes.

  • Si si

-Pues de repente levante la vista y vi que había en el suelo ropa femenina, ya me entiendes, un tanga y un sujetador. Le pregunté que de quien era, y me dijo que de su madre. Me levanté y abrí su armario, y dentro estaba Sofía desnuda. El cabrón se estaba follando a una. Y encima cuando lo descubro se levanta y la empieza a besar a ella y no a mí, como diciéndome que yo solo era de usar y tirar. Y luego me voy y ni me llama ni na para aclararlo, así que mira que panorama. Soy un desastre.-Sandra empieza a sollozar un poco

¿Será cabrón? - pensé yo para mi. Tener a una chica buenísima para el solo y acostarse con otra y dejarla así. Instintivamente, abrace a Sandra, rodeándola con mis brazos. Ella empezó a llorar un poco. Yo intenté consolarla

-Pasa de él mujer, no merece la pena que llores por el- le dije yo

-Si ya lo sé , pero no puedo evitarlo

-Tu lo que necesitas es un campamento como este para olvidarte de él y pasártelo bien, prométeme que te olvidarás de él, ¿vale?

-Vale. ¿Te importa que duerma apoyando mi cabeza en tu hombro?

-Para nada, yo estoy aquí para lo que necesites.

-Gracias, tu si que eres un amigo

Esa noche no pude casi ni dormir, entre el autobús y que al lado mío tenía a una de las chicas mas guapas de mi clase soltera, y encima su cabeza estaba apoyada en mí. Noté como casi toda la noche tuve una erección que recé todo lo que sabía para que Sandra no la notase.

Llegamos al lugar del campamento y nos enteramos que no era un albergue, sino un hotel cutre. Los monitores esperaron a que bajásemos todos para explicarnos que las habitaciones eran de dos y que si queríamos nos podíamos mezclar chicos con chicas en la misma habitación para dormir. Solo tendríamos que prometer que no hariamos nada malo. También nos dijeron que nos daban todo el día libre para inspeccionar el pueblo o si lo preferíamos para dormir y los horarios de desayuno, comida y cena. Sandra fue a coger la llave mientras yo subía las maletas. Entramos en la habitación y lo primero que hicimos fue echarnos en la cama 5 minutos. Después acordamos que parte del armario sería la de cada uno y deshicimos las maletas. Tuvimos suerte con la habitación, ya que nos tocó cuarto de baño propio, mientras que a otros no.

Decidimos dormir hasta la hora de la comida porque estábamos reventados los dos de dormir en el autobús de mala manera. Después de la larga siesta fuimos a comer y luego fuimos a ver el pueblo en el que estábamos y la playa.

Poco a poco nuestra amistad(que al principio parecía imposible) se fue afianzando y a la vez conocimos a más gente. Por ejemplo nos hicimos amigos de Sergio y María (una pareja) y luego de una amiga de María que se llamaba Marta. Sergio era un chaval rubio, ojos marrones, alto. Su novia Maria era morena, ojos marrones claros, alta, y con un culo muy bonito. Su amiga Marta es rubia, ojos verdes, estatura media y con un buen par de tetas. Por cierto, no me he presentado ni descrito. Soy un chico rubio, ojos verdes, 175 altura, normalito.

Llevábamos ya una semana de campamento, y las noches ni que decir tienen eran divertidas, pues nos íbamos pasando de una habitación en otra. Casi siempre nos tocaba dormir a Sandra y a mí con Marta, pues Sergio y Maria querían aprovechar la habitación para hacer sus cosillas. Así que como podéis suponer las noches eran un suplicio para mi: dormíamos 3 personas en dos camas, así que teníamos que dormir apretujados, y sobre todo, tenia dos chicas guapísimas para mi solo. Sandra dormía con un pantalón cortísimo que le marcaba todo su culo y una camiseta. Cada noche me imaginaba quitándole esa ropita a Sandra para admirar su cuerpo desnudo y hacerla toda mía. Pero no me atrevía pues ahora por primera vez éramos amigos y empezábamos a confiar uno en el otro, y no quería fastidiar esa situación. Encima como tenía a las dos chicas pegadas a mí no podía aliviar mi verga con pajas, pues hubiese estado muy feo hacérselas delante de ellas.

Como iba contando, a la semana los monitores nos llevaron a pasar el día en la playa. Nos levantamos de la cama y nos empezamos a vestir en el baño, pues respetábamos nuestra intimidad. Cuando fue mi turno y aprovechando que Sandra se había ido con Marta a ver una cosa, me saque mi verga que me estaba pidiendo a gritos que le hiciese una paja, pues no soportaba las malas noche que le hacían pasar. Así que entre en el baño, cerré la puerta y me saqué mi verga de mi slip. Empecé a manoseármela pensando en el cuerpo 10 de mi diosa Sandra intentando no hacer mucho ruido con un movimiento arriba-abajo. Al cabo de 5 minutos logré correrme, y en seguida me lavé y me cambie poniendome un bañador.

Montamos en el tren para ir a la playa. Como éramos 5 y faltaba un asiento, Maria se sentó encima de su novio Sergio, el cual disimuladamente durante el trayecto empezó a acariciarle la entrepierna a Maria, la cual se debería de estar poniendo a 100 pero ni se inmutaba.

Llegamos a la playa, colocamos la toalla y las chicas decidieron que ya era hora de enseñar sus bikinis. Sandra llevaba un bikini color rojo que le marcaba todas sus tetas, María un bikini blanco y Marta uno azul. Las tres estaban espectaculares, pero a mí la que más me interesaba era Sandra. Nos metimos al agua y empezamos los típicos juegos de guerra de caballos(a mi me toco rotarme entre Sandra y Marta), pasarnos la pelota, hundirnos, etc... Al cabo de un buen rato Sandra se me acercó y me preguntó si le acompañaba a las toallas, a lo que yo conteste que claro que sí. Llegamos a las toallas y nos echamos en la arena y nos pusimos a hablar.

-¿Ya estás mejor de lo de tu novio?-le pregunté yo

-Dirás mi ex novio, guapo

-¿y a qué viene eso de guapo?

-No sé, me apetecía decírtelo, y porque eres un chico muy simpático que me ha ayudado mucho-dijo ella sonrojándose

-Pos que sepas que a mí también me pareces que eres muy guapa

-Gracias

Desgraciadamente, en ese justo momento llegaron los otros. Maldita casualidad-pense yo- unos minutos mas y podría haber intentado besarla. El resto del día paso normal, nos pegamos más chapuzones, y yo intentaba estar cada vez que podia lo mas cerca de Sandra y ella intentaba rozarme la mano. Al cabo de unas horas, cuando se hacia de noche, tuvimos que volver.

Afortunadamente para mí, unos del campamento organizaron un follon tremendo en el tren, con lo que los monitores molestos decidieron ponernos el castigote que esta noche todo el mundo dormiria en su habitación después de cenar. Yo dí gracias a los cielos, pues podría pasar la noche con mi diosa particular.

Después de cenar, dejé que entrase Sandra a la habitación para que se duchase y se quitase toda la arena de la playa. Cuando ella terminó, me llamó para que entrase. Entré y cerré la puerta, abrí el grifo de la ducha y me di cuenta de que Sandra se había dejado su bikini en el baño. Al verlo no pude evitar recordar como lo llevaba Sandra y lo bien que le quedaba mi verga empezó a excitarse y crecer, pidiendo a gritos una paja. Empecé a hacerla con el bikini de Sandra en la mano, restregándomelo con mi verga. En ese momento Sandra abrió la puerta del baño y me vio con las manos en la masa. Yo me asusté, pues pensaba que se iba a escandalizar y armar un follón y que aquí se acabaría nuestra amistad, pero no fue así. Sandra se me acercó y me quitó el bikini de mi mano, y con la otra empezó a masajearme mi verga. Yo al principio me quedé sorprendido, sin palabras. ¿Te pasa algo?¿quieres que pare?-me preguntó Sandra. No sigue, sigue, puedes hacerme lo que quieras-contesté yo. Muy bien, te cojo la palabra

Ella se inclinó y empezó a besar mi gangle y a meterse mi polla en su boca poco a poco, chupándola por todas partes. Se le notaba que tenia experiencia en esto, pues lo hacia con una maestría muy buena.

-ARHGGGG, sigue los estas haciendo muy bien

-¿Te gusta lo que te estoy haciendo?

-Si sigue no pares- ARGG que me corroooooo- a lo que siguió un manantial de leche

-¿te a gustado lo que te e hecho?

-uff, eres bestial preciosa. Pero ahora me toca a mi devolverte el favor

La lleve a la cama y me eche encima de ella y empezamos a besarnos locamente, primero con timidez y luego con las lenguas, reconociéndonos uno al otro. Mientras nos besábamos empecé a quitarle la camiseta que llevaba, dejando al descubierto sus dos enormes tetas(no llevaba sostén porque se lo había quitado para dormir) y empecé a manosearlas y a besarlas con toda mi pasión. Sandra se dedicó a disfrutar del momento pidiéndome que siguiese, que no parase. Mientras le besaba y le mordía los pezones, fui quitándole el pantalón y para mi sorpresa, vi que llevaba un tanga rosita que me puso a 100. Empecé a bajar mis besos desde sus preciosos monumentos que eran sus tetas asta su concha, y empecé a lamer, metiéndole mi lengua por su clítoris. Ella no paraba de gemir, y pidiéndome que siguiese, que no parase, que era totalmente mía. Seguí lamiendo, obedeciendo la orden. Al poco rato note que Sandra se estremecía a lo que siguió un gemido largo y placentero y su leche de su interior a la que tragué toda, limpiando las zonas en las que hubiese con mi lengua.

Me tendí a su lado para que descansase, pero rápidamente se me acercó y me susurró al oído: quiero que me hagas tuya, quiero que me folles hasta que te quedes sin aliento. Tus deseos son órdenes para mí- le respondí yo.

Me puse un condón, y con mi mano llevé mi pene hacia la entrada de su cueva, el cual de lo lubricado que estaba entró sin ninguna dificultad. Sandra empezó a gemir, y mi pene a entrar poco a poco. De repente note como salía sangre, así que es virgen, yo que creía que se la había follado su ex pensé yo. Me dedique a que ella disfrutase de su primera experiencia, y que no se notase que yo también era nuevo en esto. Cuando conseguí meter mi aparato completo, lo deje quieto dentro de su ser para que se acostumbrase a el .Al cabo de un minuto ella empezó a moverse, obligándome a mí a también moverme, y empecé a meterla y sacarla rápidamente. Cada vez más aumentábamos la velocidad, y cada uno gozábamos cada vez más de este ejercicio. Al cabo de un momento decidí dejar que ella disfrutase, y con mi polla metida la gire y la puse boca arriba, quedándome yo abajo. La deje que pusiese ella el ritmo, y empezó a cabalgarme, cada vez más aumentando el ritmo. Yo notaba que me quedaba poco para venirme, pues cada vez me cabalgaba con mas ritmo y notaba que mis fuerzas no aguantarían mucho. De repente, ella soltó un gemido, y tuvo un orgasmo, a lo que yo respondí con otro. Nos quedamos tendidos, uno encima del otro, y nos empezamos a besar prometiéndonos que repetiríamos esta noche siempre que nos fuese posible ya que los dos habíamos gozado muchísimo. Ni que decir tiene que lo repetimos, pero eso es otra historia.