Campamento cachondo con mi tímida novia, Parte 1
Yo y mi tímida novia vamos a un campamento con amigos de la universidad. Ella es tímida, pero todo cambió para siempre esos días...
Mi novia Alejandra y yo llevábamos más 5 años juntos. Ella era delgada y pequeña (ella media 160cm aproximadamente) tetas pequeñas y lindas (32B) y un culo un poco más grande de lo que te imaginarias que una chica así de petite podría tener. Aunque un poco pequeño para ser considerada una “chica nalgona” seguía siendo un culo muy lindo, redondo y firme, simplemente hermoso, algo delicioso de ver en cuatro patas. Comenzamos a ser pareja cuando ambos teníamos 16 años, cuando ella aún era simplemente una chica pequeña y muy delgada, pero su culo había crecido muy bien en los últimos 2 años, aunque ella se avergonzaba de eso y solía taparse más de lo que me gustaba. Sin embargo, incluso con esos horribles pants deportivos flojos que ella usaba, si te fijabas bien cuando ella caminaba, podías notar la redondez de sus lindas nalgas levantando el pants.
Cómo dije ella se avergonzaba un poco de su cuerpo, creo que ella seguía sintiéndose aquella adolescente sin nada que mostrar, aún con mis sucios comentarios sobre su lindo y redondo trasero ella seguía sin creerlo mucho realmente.
Nuestra relación había progresado bien, pasamos de ser esa típica pareja adolescente que no tiene acción a ser una pareja muy activa sexualmente, luego a ser más tranquilos en lo sexual, apasionados, pero ya no teníamos esos fines de semana de solo follar sin parar, creo que la novedad del sexo había pasado para ella y ahora éramos una pareja “madura” y más tranquila, claro, todo lo maduros que se pudiera ser a los 21 años.
Resulta que surgió la oportunidad de ir de campamento, con nuestros amigos en común de la universidad, una zona boscosa a 2 horas de la ciudad, con un pequeño lago y 2 cabañas, el precio era muy accesible ya que se trataba de las épocas poco visitadas. Así que sin dudarlo acepté cuando Carlos me dijo, y pagué por anticipado, todo sonaba increíble, varios días en esa zona, sin “supervisión adulta” mucho alcohol, noches en una fogata y sexo salvaje con mi novia en una casa de campaña o una cabaña. Cuando se lo dije a ella le pareció buena idea y comenzamos a preparar todo para nuestro viaje.
Entre los preparativos ella me preguntó nerviosamente 2 días antes de irnos sobre que estaría bien que llevara para el lago, la zona era algo calurosa, y ya que había un lago, parecía obvio que necesitaría un traje de baño. Curiosamente me di cuenta de que nunca habíamos ido a un lugar donde requiriéramos traje de baño. La acompañé a comprar algunos trajes de baño, ya que ella apenas y tenía uno. Ella compró 3, 2 sumamente conservadores y uno más revelador a petición mía, ella se avergonzaba, cuando se lo puso me lo mostró avergonzada sin quererse dar la vuelta y mostrarme como su lindo culo devoraba el hilo de esa pequeño y delgado bikini-tanga negro (aunque pude verlo en el espejo a su espalda, su precioso culo redondo era un espectáculo) decía que no lo compraría, pero la presioné un poco y le dije que podía usarlo en privado conmigo, ella accedió riendo.
Preparamos todo y viajamos en auto al lugar. Al llegar ya estaban ahí, Carlos y su novia Tiffany, Fausto, Juan, Ramón, María y su novio Esteban, y Gabriela, incluyéndonos a mí y a mi novia, el grupo quedaba bastante bien nutrido, sin embargo, había 3 personas más que no conocía de nada en mi vida, una chica llamada Laura, una pequeña chica asiática, con lentes negros, y 2 tipos más, Luis, un hombre muy delgado y alto y Randal, un hombre alto y musculoso, con una voz intimidante. Estos 3 desconocidos parecían algunos años más grandes en promedio que nosotros, tal vez unos 28 o 29 años en promedio, nosotros con 21 años los veíamos un poco fuera de lugar. Resulta, que, de hecho, ellos habían invitado a Carlos, el viaje lo habían organizado ellos, no Carlos.
Nos hospedamos, resulta que las 2 cabañas era en realidad una sola cabaña que estaba interconectada, en su mayoría por una sala enorme con solo 2 habitaciones, una habitación matrimonial que ya habían tomado Carlos y Tiffany, y la otra habitación tenía 3 camas, que ya habían tomado algunos amigos míos, decidí mejor instalar mi casa de campaña para tener privacidad con mi novia.
Entre hospedarnos, hacer una barbacoa, repartir algunas cervezas y los bailes improvisados, se hizo de noche, al final estábamos todos alrededor de una fogata platicando algo ebrios, los 3 invitados desconocidos se habían acoplado bien al grupo, hacían bromas y platicaban como si fueran parte del grupo hace años, la diferencia de edad dejó de importar y los aceptamos dentro del grupo rápidamente, el alcohol es el mejor lubricante social.
Terminamos la noche y todos iban a dormir, mi novia estaba cansada y se negó cortésmente a tener sexo conmigo, no hay problema, ya había aprendido a no enfadarme ni hacer berrinche cuando ella simplemente no estaba en el mood. Hicimos cuchara y dormimos.
Al otro día por la mañana, desayunábamos y luego todos comenzaban a saltar al lago para jugar “voleibol en piscina” colocaron la red y nos posicionábamos por equipos, mi novia llevaba puesto un brassier rosa que cubría todo perfectamente, y abajo un short de licra, rosa también, la forma redonda y firme de sus lindas nalgas estaba a la vista, en teoría, pero el short no dejaba “ver nada” revelador como tal.
Los equipos quedaron conformados de tal manera que Randal y Luis estaban en el otro equipo con Tiffany (la novia de mi amigo Carlos) y mi novia, Randal parecía charlar bastante con Tiffany, casi pensé en decirle algo a Carlos, no sé, yo me considero algo celoso y que mi novia estuviera hablando con un chico musculoso sin camisa me pondría celoso, ahora que Randal estaba sin camisa, era aún más impresionante, sus músculos estaban bien definidos, todos, los de los brazos, espalda, abdomen, todos (además, para ser honestos, el era bastante guapo, el era blanco, alto, guapo y los músculos “sellaban el trato”) y Tiffany tenía un culo asombroso, en serio, un culo de campeonato, enorme, rredond y hermoso, era muy agradable verla en su pequeño bikini, a mi me molestaría que ese tipo guapo estuviera hablando tanto con mi novia, parecían casi coquetear, pero recordé que de hecho, Randal era su amigo, el lo conocía de antemano, seguramente Tiffany también, así que dejé de meterme en asuntos que no eran míos.
El juego fue divertido, luego cada quien pasaba tiempo con quién quería, paseando por ahí, platicando en las bancas de madera, bebiendo un poco o nadando. Perdimos de vista a la mayoría en algún momento mientras estábamos en nuestras cosas. Yo me ponía súper cachondo viendo el lindo, pequeño y redondo culo de mi novia estirando su short de licra rosa, pero no quise forzar nada, esperaría a la noche para tener mejor suerte.
Se hizo un poco tarde y nos reagrupamos, todos terminamos en una zona poco profunda del lago donde todos podíamos estar sentados con el agua hasta el pecho. Estábamos charlando todos, algo ebrios. En algún punto, no recuerdo porque, pero Randal comenzó a contar sus experiencias sexuales, el era bastante explícito y todos reíamos, sus anécdotas parecían exageradas, cosas como follarse a una chica desconocida en el baño de un bar, follarse a una chica en un taxi con el taxista conduciendo, como dije, parecían exageradas, pero el las contaba de una manera tan seguro de si mismo, con tantos detalles y el era un jodido semental musculoso y guapo, así que le creíamos. Él contaba todo poniendo especial énfasis en que todas ellas tenían buenos culos, remarcando su obsesión con los culos y dejando claro más de una vez que él tenía la verga enorme. Los demás reíamos y escuchábamos atentamente, incluidas todas las chicas, incluida mi novia.
Se hizo de noche otra vez, y de nuevo no tuve mucha suerte en la casa de campaña, algunos besos y tocamientos, ella me masturbó y nos dormimos.
Al tercer día todo el grupo parecía más separado, no hicimos nada en grupo en la mañana ni en la tarde, vi por ahí a Randal platicando con Tiffany a solas y me pareció ver qué ellos casi coqueteaban, le comenté a mi novia que opinaba y ella le restó importancia, “solo platican, no es la gran cosa, tú siempre ves todo con malas intenciones jajaja” me decía con tono jocoso viendo a la pareja, yo incluso me sentí mal por pensarlo y le di la razón... Pero de inmediato ella prosiguió:
Alejandra: además, no creo que ella tenga tanta suerte ¿sabes? – dijo con seguridad en sí misma, pero pareció arrepentirse de inmediato de lo que insinuó
Yo: ¿a qué te refieres exactamente? – me pareció que ella se arrepintió apenas lo dijo, parecía querer desdecirse, hablaba torpemente y parecía “atrapada”
Alejandra: ummm bueno o sea… Ammm e-ella no es la gran cosa no? Y amm el… o sea n-no lo sé – ella parecía nerviosa y avergonzada, hundía la mirada abajo arrancando pasto evitando el contacto visual conmigo
Yo solo le di la razón y nos saqué de esa incómoda charla donde ella nos había metido, Tiffany tenía un culo increíble, pero obviamente no quise decirlo, además, ¿entonces ella considerada a Randal “la gran cosa”? Ella nunca admitía que algún otro hombre le pareciera sexi o hot, ella era bastante conservadora siempre con sus comentarios respecto a otros hombres, aunque nunca habíamos conocido en común a un hombre como él. Me quedé pensando durante toda la tarde en eso.
Llegaba la noche y parecía que el grupo se reorganizaba, todos saltaban de nuevo a la parte poco profunda del lago, antes de unirnos a ellos, mi novia y yo estábamos poniéndonos el traje de baño en la casa de campaña, aunque era noche, el clima era cálido y el aire húmedo, la animé a usar ese que ella no quería mostrar, el diminuto bikini negro de 2 piezas, con ese bikini-tanga negro que hacia ver su culo delicioso, ella me decía que estaba loco y yo le decía que se le vería increíble, de algún modo yo quería alardear, ella se lo puso, pero se amarró un delgado velo negro (que yo no sabía que ella llevaba) a la cadera, era algo transparente pero tapaba bien su lindo culo, me lamenté un poco, pero también me alivie porque los demás no podrían ver sus preciosas nalgas por completo.
Llegamos y nos unimos, no estaba Carlos ni su novia Tiffany, todos los demás estaban ahí, el se estaría divirtiendo con esas enormes y deliciosas nalgotas de Tiffany, pensé en lo delicioso que sería tener ese enorme y redondo culo sobre mi cara, “maldito suertudo” pensé.
Comenzábamos a charlar todos mientras bebíamos como cosacos, nos pusimos bastante ebrios, luego Randal propuso que deberíamos jugar un clásico “verdad o reto” para divertirnos, a todos nos pareció buena idea, por ebrios o por idiotas, no sé. Todo comenzó con lo clásico, las preguntas cachondas, todos contaban sus fetiches y gustos, y yo me sentí orgulloso cuando mi novia contaba cómo me daba mamadas, decía como ella me hacía eyacular a mamadas y se tragaba mi espesa corrida; pero de hecho ella exageró bastante, ella ni siquiera era tan oral, no era su cosa favorita, y tragar menos aún, lo evitaba siempre de ser posible, era algo solo para “ocasiones especiales” ambos lo sabíamos. Pero los demás no lo sabían, y yo no iba desmentirlo, después de las exageradas anécdotas de Randal era bueno tener mi momento. Todos reían ante lo que ella decía y me felicitaban cómicamente, yo alardeaba con cara exagerada y jocosa de orgullo, levantando el cuello graciosamente mientras ella contaba cada detalle. Ella parecía valiente por el alcohol, eso me agradaba, tal vez esa noche tendría suerte.
Luego Gabriela, una de mis amigas, le dijo a Randal que no creía una palabra sobre lo que el tanto presumía sobre su “enorme” tamaño, ella preparaba el terreno y como era de esperarse remató diciéndole que debería comprobarlo, enseñando la verga obviamente. Todos reíamos, Randal no perdía la calma y seguía fumando con su sonrisa socarrona mientras Gabriela lo retaba, el reía cuando ella finalizó su sentencia, el solo dijo “yo no tengo nada de qué avergonzarme”. Se puso de pie mientras todos gritábamos y reíamos, me puse nervioso, el simplemente se levantó y parecía que iba a hacerlo sin ninguna vergüenza, veía de reojo a mi novia y estaba roja como tomate tapándose la boca con una mano riendo nerviosamente, ¿que se suponía que debía hacer?
Randal se puso de pie, no tenía camisa y apretaba sus bíceps cómicamente y se daba la vuelta tontamente bailando ridículamente, como si fuera un show de strippers, era lo suficientemente gracioso para no ser incómodo, era el rey en ese momento. Con ese cuerpo impresionante que el tenia, de hecho, sí que era un poco un show de strippers. Él se quitaba los shorts y se los arrojaba a Gabriela y ella reía histéricamente, así mostrando su bien formado y firme trasero. Yo veía de reojo a mi novia y ella ni siquiera parpadeaba y reía histérica también. Randal se dio la vuelta y su ENORME y obscena verga fue visible para todos. Era en serio enorme, en todo caso, el se infravaloraba en las historias que contaba, era demasiado larga, parecía irreal ¿tal vez 25cm?, jodidamente gruesa, unas bolas enormes y muy colgadas, un saco escrotal enorme, todo completamente rasurado, lo cual hacia que se viera más grande aún, una cabeza enorme, las venas tan marcadas que parecía casi obscena o asquerosa, era una verga jodidamente enorme y fea, con mucha presencia de algún modo, la tenía algo chueca hacia un lado, parecía completamente dura y firme aunque la tenía chueca, como si hubiera estado cachondo con anticipación o como si pudiera ponerse erecto de inmediato sin problemas.
Gabriela gritaba y reía histérica “¡OH DIOS MIOOOOOO! !JAJAJAJA!” y veía la enorme vara de Randal sin pestañear. Volteé a ver a mi novia, esta vez sin verla de reojo, por completo. Ella veía atentamente, sin perder detalle y gritaba también, ni siquiera notó que la estaba viendo, o no le importó. Sentí mucha confusión y celos, furia de que el fuera enorme y que ella estuviera viéndolo sin pestañear, pero no quise ser un idiota, si yo me la pasaba viendo el enorme y jugoso culo de Tiffany en bikini tanga, ella podía ver ese enorme madero, ¿no?
Randal jugueteaba con su verga sin vergüenza, se la jalaba un poco y la respingada, mientras hacía poses tontas de fisicoculturismo. Todos reíamos, y antes de que todo se volviera incómodo, él se sentó, sin ponerse los shorts de nuevo, él tenía un timing y manejo de la situación perfecto. Cuando esto pasó era bastante tarde, y el show desnudo de Randal pareció marcar un momento, algo como “ahora las cosas se ponen serias.” Muchos se retiraron, solo nos quedamos mis amigos Fausto, y Gabriela, mi novia y yo, Randal y la chica nueva, Laura. 6 personas, 3 hombres y 3 mujeres.
Charlábamos y nos hacíamos preguntas y retos al azar, sin reglas ni turnos, simplemente estábamos jugueteando, en ocasiones dejábamos el juego y simplemente platicábamos, Gabriela y Randal se besaban, creo que ella jugaba con su enorme y horrible verga por debajo del agua, la oscuridad de la noche no me dejaba saberlo con seguridad.
Luego, mi amigo Fausto retó a Laura (la chica que no conocíamos) a qué se quitará el brassier y nos mostrará, ella reía y se negaba débilmente, pero parecía cachonda, así que terminó haciéndolo, pezones lindos y pequeños, cafés, lindas tetas, firmes y redondas. Ella se estrujaba las tetas riendo y todos la animábamos, ella echó fuera su brassier y permaneció topless sin ninguna vergüenza.
Y entonces Randal sin ninguna vergüenza se dirigió a mi novia, casi se me sale el corazón del pecho cuando le dijo viéndola fijamente “tu turno” mi novia reía como loca y negaba con la cabeza histéricamente, mientras se ponía roja como tomate, me veía buscando aprobación, luego se volvía a negar a los demás, todos reían y la animaban, pero ella solo reía y me veía, yo estaba en una situación imposible, tendría que ser el imbécil aguafiestas o el tarado que dejaría que su novia mostrara sus lindas tetas, Laura iba sola, no había heridos, pero Alejandra era mi novia. Por fortuna después de unos 2 minutos de eso ella dijo que sería imposible y me sentí aliviado de algún modo, pero Randal contraatacó
Randal: ok ok, topless no, pero quítate ese aburrido velo que tapa tu culo y muéstranos jajaja ¡vamos! Ni siquiera mi abuela usa esas mierdas – dijo riendo mientras abrazaba a Gabriela
No podía creer su descaro y seguridad en sí mismo, ella se había negado y el no bajaba el ritmo, el apenas había intercambiado algunas palabras con mi novia y ahí estaba, pidiéndole literalmente que le mostrara su lindo culo, me sentí tan idiota de haber insistido en qué ella usará esa linda y diminuta tanga negra ese día precisamente, me lamenté de que yo mismo la hubiera animado a comprarla. Mi novia reía un poco, pero se puso sería rápidamente, Randal la veía esperando una respuesta, todos la veían en silencio a punto de estallar en risas, expectantes, ella me volteo a ver tímidamente buscando aprobación y todos estallaron en carcajadas por su obvio gesto tímido e inocente. De nuevo, situación imposible, solo me encogí de hombros intentando lucir guay y tranquilo.
Ella se levantó tímida y torpemente sosteniéndose de mi hombro, todos aullaban y la animaban. Una vez de pie, ella se quedó pensando un segundo sin saber exactamente qué hacer, nada parecido al show premeditado de Randal, y precisamente él le dijo, “¡date la vuelta!” Y todos reíamos, aunque yo estaba nervioso como el carajo, intentando lucir guay. Ella se dio la vuelta torpemente, como estaba al lado de ella pude ver su cara nerviosa mientras deshacía el nudo del velo en su cadera. Lo deshacía y lo retiraba de golpe levantándolo en su mano derecha en señal de triunfo. Todos reían y pude ver la mirada de Randal clavada fijamente en el hermoso y redondo culo de mi novia, sus hermosas nalgas firmes y redondas se tragaban el delgado hilo de la tanga, era literalmente como si usara tanga, sus nalgas redondas y firmes lucían deliciosas, todos aullaban y gritaban escandalosamente.
Randal no dejaba de mirar. Mi novia reía nerviosa, sin darse la vuelta de regreso, solo volteando la cara un poco y riendo, y Randal dijo sin ninguna vergüenza, “¡WOW ese es un culo precioso! ¡No parece que tengas un culo así!” mi novia se rio histérica ante esto y literalmente se dobló un poco por la risa, quedó empinada unos segundos mientras reía, lo cual hizo la vista más satisfactoria sin duda alguna.
Cuando me pareció que era suficiente, tapé cómicamente el lindo culo de mi novia con ambas manos, Randal se lamentaba riendo “¡oh vamos amigo! Jajaja” mi novia se sentaba ocultando su lindo trasero, abrazándome juguetonamente y besando mi mejilla, buscando perdón o algo así.
Las risas paraban y Randal le decía a mi novia “no deberías esconder un culo tan lindo” Yo no sabía si sentirme halagado o humillado. Mi novia solo reía y le agradeció tímidamente ¿quién era esa mujer? Cualquier otro día ella lo hubiera mandado a tomar por culo, pero el alcohol, el ambiente, todo la había cambiado un poco, y no sabía si ella me gustaba o no.
Ella comenzó a tocar mi verga por debajo del agua y a lanzarme miradas. Nos besábamos manteniendo la civilidad sin dar espectáculo. Luego Gabriela retó a Fausto a besarse con Laura, estos se besaron alegremente, Fausto tocando cuanto podía sus lindas tetas, mientras mi novia tenía su mano dentro de mis shorts y me masturbaba con fuerza, estoy casi seguro que todos lo notaban, pero el ambiente ya era demasiado sexual, y todos estábamos algo ebrios, a nadie le importaba. Me sentía cachondo como el carajo y hasta la fecha no sé porque, pero me atreví…
Alcé un poco la voz para que me escucharán y llamar la atención de ellos, estaba nervioso como el carajo, tomé aire, casi me arrepiento, pero logré decir con voz casi firme
“Bueno este ummm… Randal… Ahora tu besa a mi novia”
Laura abrió los ojos por completo, Gabriela me vio confundida, Fausto se echó a reír histéricamente “¡estas bien pinche loco cabron! Jajajaja” mi novia apretó mi verga erecta tan fuerte que casi me lastima y me volteo a ver sorprendida, pero pude notar que no le desagradó en lo más mínimo la idea, no había enojo ni reproche en su mirada, solo sorpresa, una sorpresa casi agradable, ella CASI sonreía. Randal solo me vio con una sonrisa malvada y casi burlona, se puso de pie de inmediato, su enorme verga salía a la vista de nuevo, seguía erecto después de casi 1 hora después de que nos había mostrado, se estiró y tomó la mano de mi novia, la levantó firmemente y ella sacó rápidamente su mano de mi short y no se resistió a el, se puso de pie mientras el la jalaba de la mano.
El restregó a mi novia por completo contra él, su enorme verga quedaba contra el abdomen de mi linda y pequeña novia, el comenzó a besarla apasionadamente y ella lo correspondió, sin preámbulos incómodos ni nada así, directamente al asunto. Se besaban apasionadamente, ella lo abrazó natural y delicadamente por el cuello, cuando ella rodeaba su cuello con ambas manos, él tomó el lindo culo de mi novia con ambas manos sin ninguna vergüenza, me recorrió un escalofrío de la espina dorsal hasta la verga. Todos veíamos en silencio, nada de risas o gritos está vez, yo veía petrificado la imagen, ellos se besaban y podíamos escuchar los húmedos sonidos de sus bocas y lenguas, el acariciaba, apretaba y toqueteaba las lindas nalgas de mi novia sin vergüenza, cuando ella levantó una pierna intentando rodearlo y el la tomo firmemente de la nalga sosteniéndola casi tengo un orgasmo sin siquiera tocarme, el se movía y restregaba un poco contra ella, para acariciar su verga contra ella obviamente y seguían en ese apasionado beso que parecía nunca iba terminar.
Verlo a él, tan enorme (el medía tal vez casi 2m y ella solo 160cm) tan musculoso, tan erecto y ENORME (podía ver en ocasiones su enorme verga contra el abdomen de mi novia por un costado) y ella tan delgada y delicada, parecía el preludio de una mala película porno estilo “hombre musculoso y bien dotado, contra chica pequeña y delgada”
Ellos pararon y ella reía tímidamente viéndolos a los ojos, estaba roja, el azotó delicadamente el culo de mi novia con una mano y con la otra apretó su otra nalga y por fin la liberó. Gabriela parecía casi enfadada. Mi novia se sentó conmigo, y de inmediato metía su mano en mis shorts, y negaba con la cabeza viéndome en tono de “¡estás loco!” riendo tímidamente.
Nadie comentó nada, todos sabían que sería incomodo porque ella era mi novia, además el que yo mismo lo pidiera los tomó por sorpresa. 2mins más y Fausto y Laura se fueron juntos, luego 2mins después mi novia y yo nos despedimos de Randal y Gabriela y nos largamos a mi casa de campaña.
Prácticamente corrimos a la casa de campaña entre risitas y toqueteos. Apenas entramos ella me sacó la verga desesperadamente y casi me dio vergüenza mostrarle mi verga “normal”, casi pequeña, pero ella se puso a darme una mamada tan apasionada que no me importó, ella se tragaba toda mi verga con alegría y facilidad, “¡estás loco! ¡Pinche Pervertido!” Me decía riendo y seguía mamando mi verga, nos desnudamos por completo, incluso aunque habíamos estado en el agua, su coño estaba evidentemente viscoso, la puse en cuatro patas con su lindo culo hacia mi, la lamí con fuerza con su lindo culo contra mi cara, ella gemía y casi me dio miedo que alguien mas la escuchara, las casas de campaña dan una falsa sensación de privacidad, recorrí mi lengua para lamer entre sus hermosas nalgas con miedo a que me detuviera, a ella no le encantaba que yo le comiera el culo, pero ella no dijo nada y yo lamía con tanta fuerza que casi podía meter mi lengua en su apretado, pequeño, rosado y hermoso ano.
Ella, sin moverse de esa posición, estiró un brazo a su maleta y me dio un condón desesperadamente, yo me lo puse rápidamente y entre por completo en ella sin ningún esfuerzo, su coño estaba en serio listo, húmedo, caliente y apretado, Randal la dejó lista, ella gimió con la garganta de manera casi primitiva, resistiéndose un poco a no ser tan ruidosa. Comencé a follarmela tan fuerte como pude sin que fuera un espectáculo auditivo para todos.
Entonces escuchamos claramente un gemido femenino, algo fuerte, pero tampoco exagerado, parecía sincero, pero despreocupado, pensé en un segundo que por la ubicación del ruido sexual era Gabriela con Randal, Fausto estaba exactamente al otro lado, nuestra casa de campaña en medio de ambas casas y los demás estaban en la cabaña algo lejos. Seguido del gemido, escuchamos penetraciones, el típico sonido de un buen culo en cuatro patas chocando contra un pubis, sonidos húmedos, fuertes y claros, rápidos, como en toda buena película porno, yo casi hago un comentario, pero mi novia se me adelantó, hablando lo mejor que pudo entre gemidos…
Alejandra: tu amiga Gabriela tiene mucha suerte – me lo dijo con tono acelerado y cachondo, casi gimiendo, por completo sincera, no sé si por el beso, el alcohol o porque tenía mi verga dentro de ella o porque simplemente no le importó
Yo: ¿tú crees? – dije y subí la velocidad, ella gemía y hundía la cara en el piso, tomaba una cobija y la mordía fuertemente para no hacer tanto escándalo, se perdía en el placer, ignorándome, pero insistí – ¿crees que ella tiene suerte? – dije cachondo cuidando que ella entendiera la pregunta, con mi respiración cortada, su coño estaba tan húmedo y caliente…
Alejandra: ¡SI! ¡LA ENVIDIO! – dijo histérica entre gemidos, la verga casi me explota, todo era tan confuso y cachondo
Yo: ¿ah sí?... – tomé aire, quería decirlo, pero a la vez no quería, esperé, la seguía penetrando fuertemente, me armé de valor y me atreví - ¿te gustaría ser ella? – dije firmemente cuidando que ella escuchara, no quería repetirlo y le clavé la verga violentamente, ella gimió y respondió desesperada
Alejandra: ¡SI! ¡ME ENCANTARÍA SER ELLA! – yo subía la velocidad, ella gemía fuertemente sin vergüenza, seguro que ahora todos podían escuchar, al menos los ruidos sexuales, pero tal vez no distinguir las palabras exactas
Yo: ¿te gustaría tener su enorme verga en tu coño? ¡¿Te gustaría ser su puta?! – dije histérico mientras la penetraba lo más rápido y fuerte que podía, ella comenzó a tener un orgasmo tan intenso que sus piernas comenzaron a temblar sin control y su coño me estrujaba la verga, me clave por completo en ella disfrutando como su coño apretaba mi verga y restregándome contra su lindo trasero tomándolo con ambas manos, sin sacarle la verga, ella solo gemía y no parecía estar ahí, estaba perdida disfrutando su orgasmo, insistí – ¿te gustaría que el te folle? ¡¿Quieres ser su puta?! – le dije histérico, demandando respuesta
Alejandra: ¡SI! ¡SI QUIERO! – me dijo histérica mientras sus piernas y coño aún se retorcían, escurría crema de ella, comencé a tener un orgasmo tan intenso mientras su coño me apretujaba, que la verga se me retorcía como loco dentro de ella, y ella me tomaba de una pierna para que no saliera de ella mientras aún nuestros genitales se retorcían con fuerza
Gemíamos, el orgasmo de ambos terminó y nos desplomamos en las cobijas respirando histéricamente. Ella recobraba el aire y me dijo burlonamente:
“estás enfermo” y ambos reíamos
“tú eres la que se pone cachonda pensando en la enorme verga de Randal destruyéndote el coño” contraataqué y ambos reíamos.
Follamos 3 veces más, pero sin mencionar de nuevo a Randal esa noche y más tranquilos, sin dar espectáculo auditivo a nadie. Sin embargo, los ruidos sexuales de Gabriela y Randal eran ruidosos y era obvio que ponían cachonda a mi novia, cuando me la follé de misionero ella cerraba los ojos, seguramente imaginándose a Randal, mientras escuchaba gemir a Gabriela, seguro mi novia lo imaginaba encima de ella follandosela, pero decidí no hacer ningún otro comentario, no me atreví, aunque quise.
En algún punto escuchamos a Fausto y Laura gimiendo también esa noche, Gabriela y Randal no tuvieron vergüenza de hacer ruido toda la noche jajaja. Nos dormimos abrazados y desnudos, pensé demasiadas cosas y me arrepentí de todo, me maldije por haber sido un idiota cachondo. ¿Cómo enfrentaría la mañana siguiente?