Camino hacia el infierno (20)

Mi viaje en un buque carguero, hacia mi nuevo destino

CAMINO HACIA EL INFIERNO

20º CAPITULO

Quede sola nuevamente con el temor que volviera a pegarme, de acuerdo a lo que dijo, que volvería para un segundo round. Tirada en el suelo, acurrucada en un rincón esperaba con temor se abriera la puerta de la habitación. Cada vez que sentía pasos cerca de la puerta, mis sentidos me ponían en un alerta extremo.

Varias horas después aun seguía en la misma posición y en alerta. Tenía los ojos aun cerrados por la paliza que me había dado. Respiraba con dificultad por los golpes. Mi cuerpo parecía roto en mil pedazos. Los labios los tenía partidos al igual que mis cejas.

Movía mi boca con dificultad.

Se abrió la puerta. Sentada en el suelo apoye mis codos en las rodillas y mis brazos y manos cubrían mi rostro y mi cabeza al tiempo que suplicaba que no me pegara mas, que juraba no hacerlo mas. Se paro delante mío y temí lo peor, cuando escuche una voz que me decía.

Levántate he venido a hacerte curaciones.

Levante la vista y vi. Un hombre con un guardapolvo blanco y una chapita en la solapa que decía médico. Me tranquilice, me hizo sentar en una silla y curo la heridas de mi rostro. Cada cosa que me ponía me producía ardor. En mi ceja derecha, aplico un punto de sutura. Luego me reviso todo el cuerpo de pies a cabeza. No tenía ninguna fractura. Tomo un vaso con agua y me dio dos pastillas para tomar, cosa que hice.

Mañana ya estarás bien. Las pastillas son una para dolores del cuerpo y la otra un sedante para que duermas.

Una vez que se fue me relaje y me quede dormida placidamente. A las 9 de la mañana despertar por ruidos fuera de la casa. Me di un baño de agua lo mas caliente que resistí y me quede a esperar los acontecimientos. Mirándome en el espejo note aun hinchazón en los ojos y mis labios doloridos cuando quería hablar o sonreír.

Así estuve tres días, solo entraba alguien a dejar en el suelo el plato de comida que dejaban.

Tirada en la cama pensaba en lo que había sido mi vida. Que ese monstruo que hoy era mi Amo fue a mis 20 años mi esposo. Ese esposo que amaba con todo mi corazón y con el cual tuve dos hermosas hijas. Luego el rapto, por desconocidos, y las violaciones que sufrí en mi propia casa después de mi separación y en pleno divorcio. Las filmaciones y fotos porno que me hicieron, en orgías con ellos. En la última ya estaba como domada y participe, habiendo sido embriagada y drogada. Luego la entrada triunfal de él, el pago a esos supuestos desconocidos, la muestra de las filmaciones y fotos con amenazas de enviarlas a familiares, amigos, hijas y mis padres. Así me hizo su esclava, prostituirme en su favor y todas las aberraciones imaginadas. Entre ellas, encapuchada, acostarme con una mujer que luego resultar ser mi hija mayor. Me quería morir de vergüenza por el incesto realizado. El imperturbable seguía en lo suyo. De mi hija menor nunca mas tuve noticias.

De pronto se abrió la puerta y cuando pensaba que volvía para pegarme vi. Que era sus dos lacayos que amarrándome desnuda me llevaron por toda la casa de los pelos, hasta el despacho de él. Entramos y me dejaron en el suelo al alcance de su mano. Asumí mi postura de esclava y espere. Hablaba por teléfono con otra persona, no se de donde y reía a carcajadas. Una vez  que colgó

AMO: hola perra como estas, a ver la carita de perra como esta.

Levante la cabeza y me miro

AMO: veo que ya estas bien

EMILIA: si Amo.

AMO: viste ese que quiso escapar contigo. Lo mato la policía en un tiroteo lo mato

Fue como una puñalada en el corazón. A los 22 años muerto. No me creía eso del tiroteo, lo mataron por lo que hizo. Escaparse conmigo. Era como un ejemplo a quien quisiera llevarse a una mujer de la organización. A mi no me mataban porque por lo menos me podían explotar unos 10 años mas.

AMO: y eso fue culpa tuya, por llenarle la cabeza de huir con él. Mira como termino, un pendejo de 22 años que recién se abría a la vida muerto por culpa de una prostituta de 42 años, perra vieja.

EMILIA: no Amo, no fue mi culpa. Fue un rapto de locura de los dos. Nos amábamos.

AMO: piensa estúpida perra, cuando hubieras durado con esa edad a su lado. Vieja como estas, usada a más no poder y sin poder tener hijos.

EMILIA: por favor no quiera hacerme culpable Amo.

AMO: no, solo te informo lo ocurrido para la próxima vez si la hay lo pienses mejor. Eso es algo que llevaras en tu conciencia vos. Pero vayamos a lo bueno de todo eso. Recién por teléfono recibí una noticia bárbara para vos.

EMILIA: (con temores) que noticia Amo.

AMO: te enviare por barco de carga hasta un país que espero sea tu definitiva estancia. Allá estarás con un Amo de la organización dependiente de mí.

EMILIA: adonde es eso Amo.

AMO: ya lo sabrás a su tiempo. El viaje dura más de 40 o 50 días. Viajas esta noche a las 22 horas. Dentro del barco debes cumplir ciertas reglas como por ejemplo: mantener sexualmente a la tripulación total. Vivirás en una jaula que abrirán cuando ellos quieran, pero te garantizo que tus noches serán a puro sexo.

Ahora ve y descansa un poco.

Entraron sus lacayos y me llevaron de vuelta a mi habitación. Sola en ella pensé cual seria mi destino con tantos días de viaje. El trabajo ya lo sabia era lo único que venia haciendo hasta ahora PROSTITUIRME.

A las 19 horas volvieron a buscarme y me llevaron desnuda hasta el despacho del Amo.

AMO: bien, ponte esto, será tu única vestimenta hasta llegar allá

Era una tunica que me cubría de la cabeza a los pies pero con transparencias.

AMO: bien vámonos

Me subieron a un camioncito que tenia un enganche para llevar caballo. Ahí me ubicaron y partimos. Tardamos más de una hora en llegar al puerto. Paramos, me bajaron y encerraron en una jaula que estaba ahí.

Mi Amo subió al barco. Era un carguero grande que estaba terminando de cargar mercadería para llevar no se a donde.

A los pocos minutos engancharon el cable de una grúa con mi jaula y me empezaron a subir como un fardo más. Yo estaba agarrada a los barrotes tratando evitar caer sobre el piso de la jaula. Una vez arriba me dejaron ahí en cubierta. A los pocos minutos abrieron mi jaula y me sacaron para llevarme a la sala de reuniones, donde estaba mi Amo con el capitán y otros dos oficiales.

Uno de estos oficiales me hizo acostar sobre la mesa totalmente desnuda. Me reviso toda, me saco electrocardiograma y me dio todas las vacunas internacionales exigidas.

AMO: bien capitán, acá tiene además de esas vacunas sus documentos de identidad incluido el pasaporte por cualquier problema, que creo no habrá. Ella ya esta instruida de su tarea en el barco. Es muy obediente, así no tendrá problemas y si hay alguno le autorizo a castigarla como UD desee. Ella ya sabe que no debe preguntar a nadie de su destino

Me llevaron a la bodega del barco. Estaba llena de mercadería, en el fondo había una jaula y ahí me encerraron. Al lado de la jaula había almacenada bastante cantidad de bolsas que decían “estiércol”

Ahí quede sentada en el suelo, sin mi ropa, totalmente desnuda. Se apago la luz y quede en la más completa oscuridad. En ella es cuando mas se sienten los ruidos alrededor. Sentí el ruido de dos, supongo remolcadores, para llevar al barco hasta su entrada al mar. Luego ordenes y corridas, ruidos de cadenas que supongo serian los cabos que unían a tierra. A mi lado tras una placa de acero un ruido infernal, debe de ser el ancla guardándola. El barco comenzó a deslizarse sobre el agua tirado por los remolcadores.

Luego escuche el estruendo del encendido de motores del propio barco y ya seguro de estar en pleno mar, se desengancho de los remolcadores y empezó a deslizarse con sus motores.

Llevaría navegando aproximadamente dos horas, cuando se abrió la puerta de la bodega. Entraron dos hombres que sin miramientos me sacaron de la jaula y me llevaron desnuda arriba. En cubierta alcance a divisar un hermoso cielo plagado de estrellas y una luna llena hermosa. Tenia frío sin ropas, pero disfrute unos segundos del aire de mar. Me llevaron a los camarotes. Específicamente al del capitán.

CAPITAN: hola, comenzó tu viaje. Acá en el barco hay 60 hombres y vos sos la única mujer, por lo tanto deberás satisfacer a todos. Estamos organizados en grupos de 10. Cada noche podrás hacer eso o un poco mas.

EMILIA: si capitán.

Se acostó en su cucheta y me indico que le chupara la pija. Subí a ella y comencé a chupar el pene del capitán de punta a punta, hasta que me separo. Me hizo poner en 4 patas y sin mediar palabras me enculo sin miramientos. Comenzó a ir y venir hasta que por fin acabo dentro de mí.

Luego me llevaron a otro camarote donde había una cola de 7 marineros haciendo cola en el pasillo. Mientras el que me llevaba abría la puerta del camarote, los que esperaban metían mano en mí adonde podían. Así me pollicaban el culo, las tetas o lo que tuvieran mas a mano.