Camino a la perdición (2)

Una familia cualquiera, se va a ver implicada en una serie de eventos, que la llevarán fuera de la normalidad.

MARINA

Aquella noche no era diferente a otras, en la disco casi nadie reparaba en ella, claro que no era una chica que destacara, una melena color castaño en un cuerpo delgado y casi sin curvas no era la primera opción de los chicos, que solían asediar a sus amigas, mucho mas voluptuosas que ella.

Claro que a sus 18 años, había tenido algún rollo que otro, pero no solía durar mucho. Sus amigas le decían que tenia que ser mas abierta, pero, su carácter era mas débil, y eso le hacia ser poco sociable.

Y alguna vez había intentado desmelenarse, con ayuda de alcohol, y en una de esas perdió la virginidad con un desconocido de una noche, pero ni aun así, logro deshacerse de sus miedos e inseguridades.

Y allí andaba, perdida en un sillón de la disco terminando su cuarto cubata de la noche, cuando un chico se sentó a su lado.

  • que hace un pibón como tu aquí solita

  • demasiadas copas llevas para pensar eso – dijo Marina entre divertida y sorprendida, el chico estaba como un queso

  • si llevara demasiadas copas no hubiera reparado en ti, ¿ tu llevas muchas?

Marina asintió con la cabeza, la conversación al oído la estaba poniendo como una moto, aquel chico era una monada y se estaba fijando en ella para variar, por eso cuando sintió que en vez de su oído, fue su cuello el que recibió los labios de su recién conocido, se estremeció como pocas veces, su reacción fue quedarse disfrutando de aquel momento, claro que los labios se abrieron y una lengua caliente comenzó a acariciarla y su piel se erizo, y ella solo pudo recostarse apoyando su espalda sobre el.

Marina vestía un top y una falda por encima de las rodillas, dejando parte de su ombligo al aire, y fue ahí donde se poso la mano de su conquista. Las caricias suaves sobre su vientre acabaron por desbocar su placer, que ya no podía ocultar aunque intentaba ahogar sus gemidos con su boca cerrada.

  • reo que deberíamos ir a un lugar mas tranquilo – dijo el chico, y liberándola de las caricias, se levanto dirigiéndose a una zona mas oscura de la discoteca, que ella sabia que sus amigas solían visitar, donde la luz era mínima y los sillones amplios.

No se había visto en muchas de esas, y su grado de excitación la sobrepasaba así que agarro su bolso y se dirigió tras el.

Cuando llego al fondo del reservado vio que habían dos parejas, y el se había colocado lejos de ellos en una esquina de un sofá, y ella se volvió a colocar de espaldas a el y cogiéndole una de sus manos, se la volvió a poner encima de su vientre, volviendo a sentir sus caricias.

  • me llamo nacho, y tu

  • Marina

  • Marina, para donde quieres que vaya la mano, arriba o abajo

el corazón de Marina se le salia por la boca, sabia que aquello era demasiado para ella, ¿o no? Sus amigas siempre se vanagloriaban de esos ligues, y ella ahora podía disfrutar de esa situación, y seguro que si alguna de ellas la veía se le caería la baba.

  • arriba – dijo, después de haber deseado que le calmara su ardiente sexo, pero entendió que tampoco podía ser tan facilona

la mano seguía en su vientre, si moverse mas que para acariciarla, ¿quizás no se atrevía?

  • antes me llevaste la mano a tu vientre, así que ahora me la tienes que llevar a tus tetas

Marina muy nerviosa ante la situación, tardo un momento en reaccionar, pero al final puso la mano sobre la de el y comenzó a subirla

  • no, no, por debajo del top

la respiración descontrolada era evidente, pero retrocedió el camino, y entro lentamente por debajo de la prenda, y esta vez, armándose de valor hizo que la mano presionara por debajo de sujetador, apartándolo, y dejando la mano sobre su liberado pecho.

  • menudas tetas - dijo nacho sopesando la pequeña manzana que temblaba bajo su mano

.- no son muy grandes, te gustan?

nacho atrapo el pezón presionándolo suave pero firmemente y arrancando un claro gemido a su entregada fémina.

  • no te gustan tus tetas? - dijo apretando un poco mas

  • dios, no, si, pero otras tienen mas, no se - dijo balbuceando mientras su sexo ya era un torrente irrefrenable

-pues a mi me encantan - dijo presionando ahora con fuerza el pecho y después dejar resbalar los dedos para volver a atrapar el duro pezón - y me encanta comérmelos , lamerlos y morderlos, y mas si gimen de gusto mientras lo hago, si se corren de gusto como perritas en celo, porque tu te estas corriendo de gusto, verdad?

Marina con los ojos cerrados, sentía como la mano aferraba sus pechos con pasión pasando de uno a otro, no dejando nunca de maltratar sus enhiestos pezones. Y mientras tanto su otra mano había comenzado a pasearse por su vientre.

  • no te apetece meterme la mano debajo de tu falda?

Aquello fue demasiado y con las piernas apretadas no necesito contacto alguno para sentir como su sexo explotaba en oleadas de placer que a duras penas contenía con gemidos, pero la mano no paso de ahí.

  • bueno, no te preocupes, demasiado rápido para ti – dijo nado que retirando sus manos se aparto un poco de ella.

  • no perdona, pero es que, no se, lo he pasado muy bien, pero ya es tarde,tengo que irme – dijo convenciéndose de la mentira, pero me gustaría quedar otro día – dijo recomponiéndose como pudo el sujetador deportivo.

  • bien, hazme una perdida, y así podemos hablarnos

  • vale – dijo Marina recuperando poco a poco la compostura y con la alegría de no haber tirado para atrás a aquel chico al haberle roto el plan.

Se dieron los teléfonos, y esta vez se besaron frente a frente.

  • puedo preguntarte algo, pero responde con sinceridad? - le pregunto nacho

  • si, claro

  • eres virgen?

  • no – exclamo Marina, que entendía que su negativa a seguir fuera asociada a ese hecho

  • entonces no te ha gustado como te he tocado?

  • no que va, me ha gustado mucho – dijo entre avergonzada y tímida

  • a mi también, mira – y cogiéndole la mano, la llevo a su duro paquete donde la pequeña mano de maría te topo con la dura herramienta que palpitaba en su interior . Marina sintió la dureza y la enormidad de la herramienta que de forma tan casual la había forzado a tocar, y mas aun cuando la mano de nacho la hizo recorrer en toda su longitud – me has puesto a cien, espero que tu también.

Marina decidió no quedarse atrás en la apuesta, y soltándose de la mano de nacho, fue ella quien asió sus dedos, arrastrándolos hasta sus piernas y de hay subiéndolos, hasta llegar a sus bragas, y con un pequeño movimiento supero el elástico haciendo que aquellos dedos extraños invadieran su mojada abertura.

Nacho noto la tremenda humedad y la dureza del hinchado clítoris de Marina, que para evitar que bajara mas, había cerrado sus piernas, atrapando sus manos ahí, pero la yema de uno de sus dedos se apoyaba en un botón demasiado sensible en esos momentos, y lo acaricio, y presiono viendo como ella cerraba los ojos y comenzaba a jadear. Así que no desaprovecho la ocasión hablándole suavemente al oído.

  • la próxima vez, te voy a comer entera – sus dedos navegaban en un sexo húmedo y caliente, martirizando el clítoris – y te la voy a meter hasta el mango, y esos gemidos de niña tímida vas a cambiarlos por gritos – el cuerpo de Marina estaba al limite del orgasmo y las palabras solo hacían que provocar en ella mas excitación – y te voy a depilar ese coño, no me gustan los pelos, me gusta saborearlo liso y suave.

Marina se corrió sin remedio, sus piernas temblaban mientras su sexo se contraía de placer, deshaciéndose sobre los dedos que la habían llevado a esa situación y escuchando las palabras que la encandilaban en su odio.

  • así mi perrita córrete, moja tu entrepierna y piensa que sera mi polla la que bañes con tus corridas mientras te lleno de leche.

La mano se retiro del interior de sus bragas, dejando un vacío difícil de llenar, deseaba mas pero pensó que para la primera vez ya era demasiado, y aunque pensó en seguir hasta limites donde nunca hubiera pensado, su frágil voluntad se impuso a duras penas y levantándose se despidió con otro beso, y lentamente se alejo de allí, intentando buscar a alguna de sus amigas.

Marina se acerco a la barra, y al poco noto unos golpecitos a la espalda, y al girarse pudo contemplar con sorpresa a su hermana pequeña Marga y su prima Cris.

  • y vosotras que hacéis aquí?

  • pues lo mismo que tu, divertirnos – dijo riéndose

  • pero tu no estabas pasando la noche en casa de la tía?

  • si pero, la tía ha salido, y no volverá hasta las 3 o las 4, así que tenemos hasta las 2

  • como os pillen yo no quiero saber nada

y casi al instante una mano se deslizo por la cintura, y al girar la cara, su boca fue atrapada por la de nacho que le plantó un beso mientras la estrujaba contra su cuerpo.

  • adiós preciosa – dijo mientras se marchaba dejando a Marina descolocada

  • pero que guarra eres, tienes novio y te lo callas como una zorra – dijo Marga aparentando indignación

  • no es mi novio

  • ya por eso te ha tocado el culo mientras te comía la boca

  • no es mi novio – repitió enfadada Marina – solo es un amigo, y no tengo porque darte explicaciones, mocosa, bueno, me voy a casa, y no volváis tarde que como mama o la tía se enteren os vais a enterar.

Y Marina se alejo hacia la salida, buscando a nacho, pero no le vio, y cogiendo un taxi, dirigió su cuerpo al hogar, donde podría tranquilizarse del ajetreo vivido.

MARGA

  • joder como esta el novio de mi hermana, la mosquita muerta que callado se lo tenia – dijo Marga a su prima mientras apuraba su copa

  • y has visto como le sobaba el culo? Que cabrona – respondió Cris

Marga a sus 17 años era lo contrario a su hermana, y, aunque mas bajita, todo eran curvas, y mas cuando se vestía para la ocasión, y su prima Cris, hija de carmen, la hermana de su madre, no se diferenciaba mucho, y mucha gente pensaban que ellas si eran hermanas. Y aquel día con sendas faldas cortas y camisas lo acentuaban todavía mas.

  • mira esta ahí – dijo Cris, señalando hacia la barra de enfrente, donde nacho estaba sentado

  • pues vamos a que nos invite – dijo Marga arrastrando a su prima

nacho vio llegar a las dos jóvenes, que le miraban sonrientes

  • hola – dijo Marga

  • hola, os conozco?, ah esperar sois amigas de Marina

  • bueno, familia – dijo Marga – yo soy su hermana pequeña y ella su prima

  • hola, soy Cris – tercio rápidamente, lanzándose a darle dos besos

  • nos invitas a una copa? - dijo con desparpajo Marga, que era el polo opuesto de su hermana

la chica de la barra le entrego una bebida a nacho, y este le dijo que les sirviera a ellas lo que pidieran dándole un billete de 50.

  • quédate con el cambio, bueno chicas, me voy a los sillones a descansar un rato, pasadlo bien.

Y nacho indiferente se dirigió de nuevo al fondo, dejando a las dos jóvenes frente a la camarera. Tanto Marga como Cris, no desaprovecharon la ocasión de beber gratis, y pidieron su tercera copa de la noche.

  • ahora vengo- dijo Marga cogiendo el vaso, y alejándose hacia el fondo de la disco, en eso no era como su hermana, ella si que conocía el ambiente en la oscuridad y muchos de sus rollos habían acabado allí o en el parking, así que con decisión pronto descubrió a nacho en una esquina, tranquilamente sentado con su copa en la mano.

  • hola – dijo Marga sentándose al lado de el – gracias por la copa

  • de nada – respondió divertido nacho observando como se le había pegado la chica, que de forma misteriosa portaba un botón menos abrochado en su camisa, y sentada de aquella forma dejaba poco a la imaginación en su entrepierna

-

así

que eres el novio de mi hermana, que callado se lo tenia

  • ya ves – dijo nacho

  • pues no se lo que has visto en ella, es la sosería en persona

nacho rio pensando en que la típica rivalidad entre hermanas estaba claro en aquel caso.

  • ¿tu crees?

  • seguro

  • y tu no eres sosa?

  • para nada – dijo – no me ofendas - dijo con ironía

  • no, nada mas lejos de mi intención, por cierto bonito conjunto de lencería

  • a todos los

tíos

os pone, ya veo que no has perdido el tiempo

  • bueno, lo has dejado muy a la vista, pero a mi personalmente me gusta que no lleven nada, de hecho tu hermana nunca lleva ropa interior cuando sale conmigo.

Marga se quedo pensativa, pero con la soltura de quien lo hace a menudo se deshizo del sujetador y del tanga en pocos movimientos

  • y tu llevas ropa interior ? - pregunto Marga para no perder la iniciativa

  • nunca

  • y puedo comprobarlo? - dijo Marga con tono dulce

  • ¿tu crees que a tu hermana le gustaría?

  • no, pero ella no tiene porque enterarse

  • mi silencio es muy caro, quieres pagarlo?

Marga dudo un momento, pero estaba demasiado excitada para pensar en las consecuencias y dijo que si.

  • bien, pues compruébalo, dame tu mano – y cogiéndola la llevo bajo su pantalón que acababa de abrir con su otra mano y la dejo allí dentro.

Marga sintió un golpe de calor cuando su mano quedo sola en en interior de la prenda, estaba con la mano metida dentro de aquel espacio del novio de su hermana, y ciertamente entre la piel y el pantalón no había nada

  • como ves hay no hay nada, claro que a lo mejor llevo un slip ajustados y esta mas abajo, de momento me conformare con sobarte el culo y las tetas por dejarte estar ahí, claro que, si sigues hacia abajo y tocas mi pene, el precio sera una buena mamada, pero si la coges, te voy a follar, así que tu decides.

Marga no era de las que se achicaba, le gustaba llevar la iniciativa y sabia que los tíos, en cuanto olían sexo eran perritos dóciles, pero las normas que marcaba nacho no eran de alguien al que le gustaba tener el control. Pero su ego la hizo entrar en busca del pubis, pero sus dedos continuaron con la suavidad de la piel, hasta llegar a tocar con un duro y palpitante pene.

  • bien, me debes una mamada

  • pero eso no vale, estas depilado

  • si, podías haberlo preguntado, pero no lo hiciste, no quieres seguir?

Marga retiro la mano, poco a poco, dándose cuenta que quizás se había metido en un terreno demasiado peligroso.

  • ven – dijo nacho levantándose

  • donde? - pregunto Marga sorprendida, mientras veía como nacho se abotonaba el pantalón, y mostraba una visible erección.

  • mamada, tetas, culo, no recuerdas?

  • no, déjalo

  • bueno, como quieras, le contare a tu hermana todo esto – dijo tendiéndole la mano para que le acompañara. No tenia muchas opciones si no quería que su travesura se amplificara como una bola de nieve, ademas, no seria mas que otro rollo de sábado.

siguió a nacho a un pasillo que conducía a unos baños, pero antes de llegar entro en una especie de almacén haciéndola entrar y cerrando por dentro. Marga quedo contra la pared mientras nacho se agachaba introduciendo su cabeza entre sus piernas obligándola a abrirlas, y no tardo en sentir como su sexo era apresado por la boca de aquel chico. si ya estaba excitada aquello la supero, comenzando a sentir como su cuerpo reaccionaba con tal atención. mientras las manos agarraron sus nalgas haciendo que la sensación de estar a merced de el fuera aun mayor. sus gemidos nada discretos comenzaron a sonar en el almacén, y sus manos acabaron sobre la cabeza de nacho, dejándole claro que aquello le estaba gustando mucho, tanto que poco después su cuerpo temblaba corriéndose sin remedio entre espasmos de placer.

nacho se levanto atrapando la boca impregnada de sus jugos y besándola mientas sus manos atraparon el sexo de su nueva victima, y esta ves entrando en su sexo. Dos dedos penetraron sin remedio haciendo que el placer se multiplicara en la ya entregada Marga.

  • así putilla, no buscabas esto? joder que buena estas y que coño mas jugoso tienes, te voy a dar hasta que me canse.

Marga estaba superada con su sexo deshaciéndose con el tratamiento intenso, y mas cuando la hizo ponerse contra la pared y escucho como se bajaba los pantalones

  • no eso no – dijo como único atisbo al saber lo que se le venia encima

pero el glande de una polla deseosa no tardo en encontrar su ardiente sexo, y comenzó a penetrarla apagando cualquier resistencia que le quedara, no tardo en empalarla por completo, arrancándole un grito profundo, y comenzó a taladrarle asiendo sus sueltos pechos como apoyo.

  • toma zorra, toma polla, voy a llenarte, joder que coño mas húmedo, joder

los gemidos de Marga eran escandalosos, y nacho no se quedaba atrás, los orgasmos de Marga se encadenaban sin remedio y en un instante fue consciente que nada la protegía

  • no te corras dentro por favor, por favor – dijo entre embestidas y gemidos

  • pues arrodíllate

Marga se arrodillo y contemplo el tremendo pollón que la había follado y abrió la boca para intentar mamarlo, recibiendo poco después varios chorros de espeso y caliente esperma que se esforzó en tragar

  • así traga, joder

Marga se esmero el dejar limpia aquella polla que la había llevado al cielo.

Marga se levanto y nacho volvía a atraparla contra la pared sobándole las tetas sin ningún tipo de consideración.

  • así que tu eres menos sosa que tu hermana?

-¿no te lo ha parecido?

  • bueno, esto no ha estado mal, pero chupar y follar también lo hace tu hermana

  • pues te demostrare que yo soy mejor – dijo en un arranque de orgullo

  • bien, de momento dame tu ropa interior, hoy vas a volver sin ella a casita, y hazme una perdida, así tengo también tu teléfono.

Marga saco de su bolso las prendas que se había quitado y vio como el se las metía en el bolsillo. Sabia que sus generosos pechos eran difíciles de controlar sin sujetador, pero no

quería

se menos de lo que le pedía. Después tecleo el móvil que le dijo.

Al final salieron del cuarto y Marga volvió a ser besada mientras una mano le apresaba sus libres nalgas.

  • hasta luego, ya nos veremos, ya te llamare, o me llamas tu – dijo nacho entre risas avanzando por el pasillo, y dirigiéndose a la salida.

Marga busco a su prima encontrándola con cara de pocos amigos en la barra donde la dejo.

  • Como te has pasado,

tía

– dijo Cris

Marga saco el teléfono y con una sonrisa maliciosa, le enseño la entrada del contacto que acababa de grabar.

  • Novio M? No me jodas que te lo has hecho con el?

  • menuda polla se gasta el colega

  • pero que puta eres – dijo, mientras se reían

  • aguántame el bolso que voy al servicio y nos vamos, que ya debe de ser tarde – dijo Marga

  • si, que como nos pille mi madre, se arma

Y no las pillo, ya que cuando carmen, la madre de Cris, llego a casa, ambas ya dormían como si de dos niñas buenas se tratara.

CRIS

  • Hola ¿Nacho?, si mira soy Cris, no se si … si la prima de Marga y Marina … si ayer en la disco … mira tenemos que hablar … ¿tu casa? Bueno, no se … si, dime … media hora … nos vemos.

Cris estaba como un flan, mientras que su prima había ido al baño ella había hecho lo impensable, le había cogido el móvil y le había copiado el numero de nacho, aun sin saber porque. Y cuando en plan confesión ella le contó lo que había pasado el

calentón

que cogió fue tal que decidió arriesgarse.

Aquella mañana había llamado a su prima, diciéndole que se encontraba mal, y que no

iría

a clase, claro que, en cuanto su madre se fue a trabajar, hizo la llamada que confirmo su plan. se ducho y se vistió con la falda y el suéter del colegio, pero sin ropa interior, saliendo dispuesta a intentar probar aquel manjar que le había descrito su prima, pero con la incertidumbre de lo que podría pasar.

Tuvo que coger un autobús para llegar a la dirección que le dio, y no eran las nueve y media cuando llamo al timbre.

  • hola, soy Cris

  • segundo piso – se oyó por el telefonillo

Cris empujo la puerta, y entro en el portal entre nerviosa y excitada, pero decidida.

Al llegar al segundo piso vio a nacho en la puerta con una bata esperándola

  • hola Cris, pasa

cerro la puerta tras de ella y la hizo entrar hasta un comedor, donde se sentó en un sillón y la invito a sentarse en el.

  • bueno, pues tu dirás – le inquirió nacho

Cris había trazado un plan, así que se ciño a el y comenzó a hablar

  • mira, no quiero meterme donde no me llaman, pero ser novio de Marina y liarse con Marga no esta bien. Van a enfadarse por culpa tuya y eso no tendrá remedio, deberías pensar un poco en el lio que se puede formar.

Nacho oía la

novela que

le estaba soltando Cris, pero no había dejado pasar que los pezones de Cris traspasaban la tela de su suéter y se movían con soltura,siendo bastante evidente que no llevaba suéter, y su faldita a medio muslo de colegiala era una tentación.

  • bueno, Marina es mi novia, pero Marga fue a buscarme, no yo a ella

  • si pero, ella es así de lanzada, tu deberías tener mas cabeza

  • y dime – dijo nacho poniendo la mano sobra la rodilla de Cris – que puedo hacer? Ademas tu prima, prácticamente me violo, aunque supongo que eso ya lo sabrás – dijo mientras su mano comenzó a acariciar su pierna hasta llegar al borde de su falda – quizás ya ha tenido bastante, porque no me ha llamado desde el sábado.

Cris ya no miraba a nacho, sus ojos se centraban en los dedos que recorrían su piel , los cuales en un principio rozaban su pierna por arriba pero poco a poco iban deslizándose a su entrepierna totalmente cerrada, esos si, sin traspasar el limite de su prenda.

  • claro que, como tu bien sabrás, todos los hombres somos unos cerdos, que no dudamos en tirarnos a cualquier guarra que se nos ponga a tiro – dijo mientras su mano

forzó

para entrar entre las piernas y comenzó a subir hacia arriba mientras notaba como la resistencia iba desapareciendo, pero, se quedo de nuevo al borde de la falda.

Cris estaba a punto de estallar, pero no se atrevía a moverse, la mano que

sentía

en sus calientes muslos, solo estaba a centímetros de un volcán en ebullición, su respiración estaba desbocada. Pero entonces saco la mano dejándola descolocada.

  • entonces, que debería hacer? - dijo tranquilamente

Cris intento rehacerse y intentando mantener la compostura, volvió a su discurso preparado.

  • es que son hermanas, y ya sabes, todo son líos

  • aja

  • no se, tu me entiendes

  • si te entiendo – dijo nacho levantándose y quitándose la bata quedando completamente desnudo, para a continuación volverse a sentar pegado a Cris – el dilema esta en elegir el coño de Marga o el de Marina, o quizás prefieras que elija el tuyo, y su mano entro sin mas entre las piernas de la chica, apoderándose firmemente de su sexo mojado – aunque quizás prefieras que elija el tuyo

  • dios – exclamo Cris, aun sorprendida por el pedazo de herramienta que colgaba entre las piernas de nacho, y antes de comenzar a gemir con el firme toqueteo de su clítoris.

  • ven aquí, que te voy a follar, siéntate sobre mi polla, que quiero joderme a una colegiala como su

Cris no tardo en ponerse a horcadas sobre nacho y encajo en

su

entrada el duro miembro que la iba a empalar

  • dios, es muy grande, me vas a romper

  • siéntate puta, o te la meto yo de un golpe

Cris presionó, gimiendo mientras su sexo comenzaba a sentir la entrada de ese aparato tan enorme, adaptándose como podía, y haciéndola gemir a cada centímetro que la traspasaba.

  • te gusta mi polla?

  • joder si – dijo mientras comenzaba a moverse arriba y abajo con cuidado, e introduciéndosela cada vez mas adentro – me vas a partir

  • venga perra, que las hermanitas se la metieron hasta el fondo sin rechistar

Cris, herida en su orgullo acelero su movimiento y en poco tiempo estaba saltando sobre aquel mástil, que la llenaba por completo, e igualmente su placer la desbordo teniendo un orgasmo casi al instante.

  • ya me has mojado las pelotas, cerda, que manera ¡de correrse, pero no te preocupes que después con esa lengua lo vas a dejas todo limpio.

Después de tres orgasmos casi consecutivos, en cuerpo de Cris era un manojo de espasmos, que a duras penas lograba encadenar dos movimientos iguales, pero nacho la reconducía moviendo sus caderas con sus manos. Pero no tardo en volcarla sobre el sillón y empalarla sin contemplaciones, ahora era el el que marcaba el ritmo de forma frenética mientras ella poco mas que podía cerrar sus piernas por detrás de su espalmar y gemir desaforadamente.

  • toma leche – grito nacho mientras su pene comenzaba a expulsar su simiente en lo mas profundo de la matriz, a base de fuertes embestidas.

Cuando por fin termino, se quito de encima dejándola totalmente desmadejada y sin fuerzas en el sillón.

  • ven - dijo tirando de ella, y casi a rastras la llevo a una habitación, le quito el suéter y hizo caer la falda a sus pies. Ante el, desnuda, pudo apreciar que tenia un cuerpo de escándalo, y era consciente de que la iba a disfrutar.

Cris vio la cama, solo con una sabana, y sabia que aquel hombre no había acabado, quería mas. Ademas vio como nacho se sentaba en el borde.

  • ve aquí y chúpamela

Cris avanzo hacia el hincándose de rodillas entre sus piernas, y sin hacer ascos se introdujo la pringosa polla en la boca.

  • joder, muy bien, venga, demuéstrame como te la tragas

ella se afano, en chupar, tanto que pronto la dureza volvió y le fue dificultando cada vez mas su tarea.

  • venga zorra que tus primas se la metieron hasta la campanilla – dijo maliciosamente, pero oyendo como su mamadora se esforzaba en tragar hasta el fondo, oyendo sus arcadas.

La chica notaba con el glande se encajaba en su garganta, provocando la arcada y se retiraba para respirar y volver a la carga, y en una de las ocasiones la angustia le pudo y comenzó a toser.

  • vaya mierda de mamada

  • no espera, déjame que lo intente, yo puedo hacer mas que ellas

  • ¿seguro?, ven

Cris se quedo algo descuadrada, pero siguió el cuerpo desnudo de nacho a través del pasillo, llegando a una habitación en penumbra

  • tu prima Marina no quiso follar con mi amigo, entra ahí y fóllatelo

  • pero

  • ni pero ni ostias, o si no coge su ropita de putilla y lárgate

Cris dudo pero estaba decidida a ser mas que las otras y entro en la

habitación

en penumbra, cuando se acostumbro vio a un chico acostado boca arriba. Y de repente se

encendió

la luz.

  • venga, pónsela a tono con la boca y luego te lo tiras – le susurro al oído

  • joder que

tía

mas buena – dijo el desconocido

  • pues te la vas a follar – dijo nacho

Cris se sentó en la cama y con cautela cogió el pene con su mano y acerco su boca, el olor era fuerte pero se lo introdujo igualmente, comenzando a chuparlo con suavidad. No tardo en sentir como crecía mientras su cabeza era atrapada por las manos del joven.

  • joder como chupa esta puta

  • pues ya veras como folla, venga Cris, demuéstraselo

Cris saco el miembro de su boca y se sentó sobre el introduciéndoselo lentamente, arrancando un gemido de placer a su nuevo amante. Y comenzando asaltar sobre el, y nacho no tardo en ponerse a su lado acariciando tiernamente sus pechos, lo cual la hizo correrse pese a lo extraño de la situación.

  • así perrita, muy bien córrete de gusto, te gusta su polla?

  • si, es gorda y dura – dijo entre jadeos

  • ¿mas que la mía?

  • no, la tuya me gusta mas

  • y por que no me la coges?

Cris atrapo con sus manos el pene de nacho, comenzando a mastúrbarlo mientras seguía saltando sobre aquel desconocido.

  • te gusta que te follen, eh?

  • si, dios, que gusto – gritaba ya descontrolada

  • pues tengo mas amigos y te los vas a follar a todos, puta, verdad?

  • si, joder, a los que quieras

nacho se levando y le puso la polla frente a su cara y ella no tardo en tragársela lo mas que pudo.

  • así guarra si – dijo agarrándola del pelo y comenzando a follarle el directamente la boca

Cris oía gemir al chico que se la follaba, pero su atención estaba en como la polla de nacho la invadía salvajemente. Y mientras sus caderas llevaban su coño a su enésimo orgasmo su interior volvió a recibir una nueva aportación de leche por parte del desconocido amigo.

  • joder , como folla esta puta, me ha exprimido

  • traga que me corro, traga – grito nacho y esta vez por

vía

oral fue regada de nuevo con una caliente corrida en su garganta. Y no tardo en tener en la boca la polla que la acababa de follar, obligándola también a limpiarla a conciencia.

  • tengo que ir al servicio – logro articular Cris

  • si claro, ven – dijo nacho acompañándola a una puerta al lado de donde estaban – que vas a hacer, ¿mear?

  • si – dijo medio avergonzada Cris

  • Carlos, ven que va a mear – grito nacho por el pasillo – venga, siéntate en la taza

Cris se sentó mirando al suelo, pronto vio los pies de los dos frente a ella

  • pero esto … así no voy a poder

  • tira el cuerpo apara atrás y abre las piernas, y no te muevas

Cris no sabia que iba a pasar, pero pronto lo descubrió, primero Carlos y luego nacho comenzaron a mear dirigiendo sus chorros por el hueco que quedaba, aunque la fuera inicial había hecho que un buen impacto hubiera caído sobre sus tetas y su vientre. Y cuando se estabilizo bañaron sin ningún tipo de vergüenza su pubis. La visión o quizás el sonido, hizo que ella comenzara también a orinar.

  • lo ves, te hemos ayudado, así que ahora limpianos las pollas

cristina vio las húmedas cabezas que tenia ante si, y sumisamente abrió la boca, y una tras otra las limpio, impregnando su boca de ese sabor fuerte.

  • si quieres ducharse o asearte, como si estuvieras en tu casa

  • si gracias, susurro cristina, que esta vez si se quedo sola en el baño, con goterones de leche aun saliendo de su sexo, y la felicidad de haber disfrutado de una forma que no esperaba, tubo que masturbarse en el baño para salmar el calentón producido por el incidente de la taza.

Cuando salio de la ducha vio que le habían dejado la ropa colgada, así que se atavió con su escueto vestuario, y salio para recoger la mochila.

  • joder, que morbo, tío – dijo al verla entrar

  • ven Cris, siéntate

  • aun no has tenido bastante – dijo en tono de queja

  • yo nunca tengo bastante, preciosa

lo de preciosa la convenció y se sentó entre los desnudos cuerpos de los dos amigos.

  • dime, te gusta que te coman el coño?

Cris se quedo parada con la pregunta, pero cuando le dijo que nunca le habían hecho sexo oral los dos se rieron, ante su enojada cara

  • persona Cris, es que nos extraña, ademas Carlos me había dicho que le encantaría comerte el coño.

Cris vio como a cámara lenta como Carlos se arrodillaba delante de sus piernas y se las

abría

, y con sus manos hizo que su cuerpo avanzase hasta quedar sentada en el borde, que dando medio tirada en el sofá, y a renglón seguido su cabeza desapareció bajo su falda.

  • dios – exclamó Cris

  • te gusta?

Cris sentía la lengua recorriendo su clítoris mientras un dedo acariciaba su interior. Cerro los ojos y comenzó a gemir sintiendo que el placer la volvía a invadir, pero un leve cachete en la cara le hizo abrir los ojos.

  • abre los ojos zorra, y súbete el suéter que quiero verte las tetas

Cris se subió el suéter dejando sus pechos al descubierto, mirando fijamente a nacho mientras su boca emitía gemidos intermitentes.

  • mira – le dijo nacho. La palma recorría el pecho tropezando el erizado pezón, haciendo que su placer aumentara, pero la palma comenzó a palmear su pecho, primero suavemente, para ir aumentando la intensidad, hasta que cala palmada era audible y acompañada con un pequeño gemido de dolor, pero eso solo hizo que explotara en un orgasmo que fue acompañada de una lluvia de azotes sobre sus indefensos pechos. Cuando por fin fue calmándose, la rojez de sus pechos era evidente, pero cuando andaba concentrada en esa sensación, las bocas de los dos hombres se apoderaron de sus pezones chupándolos mientras las manos pugnaban por entrar en su sexo.

Cris superada por las sensaciones se abandono al placer, dejando que su cuerpo se perdiera en orgasmos terribles hasta que no pudo mas y quedo desfallecida, despertó con Carlos dentro de ella follándosela salvajemente, corriéndose en su interior en poco tiempo mientras berreaba de gusto, mientras nacho miraba a su lado.

  • bueno, Cris, tenemos cosas que hacer, ya hablamos – le dijo en cuanto se retiro la polla que tenia en su interior.

  • tengo que ir al servicio

  • no no, te vas a ir con la leche entre las piernas, acostúmbrate – le dijo besándola y arrastrándola a la puerta, donde se intento adecentar con unos klinex, sin mucho éxito.

Tuvo que sentarse en el autobús con su culo directamente en el asiento, para no manchar la falda, y cuando por fin llego a casa sus muslos estaban pringosos y olía a sexo, menos mal que su madre no llegaría hasta mucho mas tarde, así que tuvo tiempo para arreglar el desaguisado y hasta para volverse a pajear en la ducha.

No dudaba que repetiría en cuanto pudiera, y es que la desazón en su sexo y el dolor en sus pechos no la dejaban evadirse de lo vivido.