Camino a la perdición (1)

Una familia cualquiera, se va a ver implicada en una serie de eventos, que la llevarán fuera de la normalidad.

JUAN

Juan, a sus 50 años recién cumplidos navegando por salas de chat. Quizás la falta de sexo en su matrimonio le había llevado a aquellos extremos, empezando por salas de sexo hetero, y terminando como estaba en salas de claro contenido bisexual o gay.

Y allí andaba, cuando se le abrió un privado con el expresivo nick de chupamipolla

  • hola, busco un madurito mamón

  • hola, a mi me gustaría probar aunque nunca lo he hecho

  • vaya eres nuevo, mejor, así cojeras mas a gusto mi polla, a ver dime como eres

  • pues tengo 50, me llamo Luis (mintió), 1,60, 75 kilos, poco vello

  • ¿casado?

  • si

  • y dime seguro que buscas real, o solo cascártela como la mayoría

  • no, busco real

  • ¿esta mañana puedes?

  • tengo libre hasta la una

Quedaron en un bar de un barrio cercano, dándose descripciones de como eran para conocerse. Juan estaba nervioso, el desconocido le había dicho que se llamaba nacho y tenia 25 años, podía ser su hijo, pero aun así se armo de valor y decidió dar el paso, y probar.

A la hora acordada estaba en la puerta del bar, nervioso como un flan, pero decidido, aunque con la premisa que no esperaría mas de cinco minutos, pero no llego ni a uno, cuando un joven un poco mas alto que el se le acerco, y coincidía con la descripción que le había dado.

  • hola, ven, vamos

Le señalo un portal al que entraron y subiendo por la escaleras al segundo piso le siguió dentro de una vivienda.

  • era de mis abuelos, no te preocupes, es muy discreto.

Entraron en una especie de salón, que por el tipo de muebles, dejaba claro que había sido una vivienda de personas mayores. El chico subió la persiana dejando entrar la luz y se sentó en el sillón.

  • venga desnúdate

Juan se quedo parado pero entendió su rol, y se despojo de la ropa dejándose el slip, quedándose de pie sin saber que hacer. El chico se levanto y se puso ante el. Se despojo de la camiseta dejando a la vista un cuerpo bastante fibrado. No tardo en deshacerse de los pantalones dejando entrever un considerable bulto en su slip.

  • que pasa, ¿que no follas con tu mujer y buscas sexo de otras formas?, a ver, quítate eso que llevas que quiero ver tu polla

Juan lentamente se quito el slip dejando a la vista su flácida polla que en su máximo esplendor no pasaba de 12 cm, pero ahora era un mínimo colgajo empequeñecida por los nervios.

  • vaya mierda de polla, por eso tu mujer no quiere saber nada de sexo no me extraña, los tíos como tu solo valéis para mamar buenas herramientas. Seguro que además te corres enseguida, si se te pone tiesa claro.

La humillación solo hacia que juan estuviera cada vez mas excitado, pese a no mostrar erección, pero sabia que el mas leve roce lo llevaría a eyacular sin remedio, mostrando la verdad de lo que le decía.

Nacho estaba feliz, no era la primera vez que tenia este tipo de relaciones, no era gay pero el control que suponía tener en sus manos a personas que se dejaban llevar a esos limites le encantaba.

Veía a juan allí desnudo dispuesto a hacer lo que le pidiera, y aquello lo ponía como una moto, y mas cuando, ante sus humillaciones, no se revelaba. Así que se quito la única que prenda que llevaba y poniéndose delante de juan comenzó a golpearle su sexo de forma suave con sus 20cm de polla semierecta

  • ves, esto es una polla y no la mierda que tienes tu, te gusta sentir una buena polla, se te nota en la cara

Juan no podía soportar la tensión, su polla reclamaba placer y vio como crecía un poco debido a los roces de aquella herramienta.

  • huy, se te esta poniendo durita, a ver si te corres encima de la mía y así cuando me la chupes vas a tener ración doble.

Juan rebaso su posibilidad de control y sin poder remediarlo llego a ese punto de no retorno en el que su pene cobro vida propia y semierecto comenzó a escupir semen sobre la polla del joven que celebro el acontecimiento.

  • así maricón, córrete en mi polla, mira como la pollita se descarga – dijo nacho entre risas

Juan contemplo como dos chorretones de leche habían embadurnado la herramienta de nacho y se sentía avergonzado por su falta de control.

Nacho se sentó en el sofá y le hizo gestos para que se pusiera a su lado y sin mas le puso la mano en la nuca y lo amorro a su polla.

  • venga, abre esa boca de mamón y empieza a lamer lo que has derramado

No es que juan no hubiera probado su leche, lo había hecho unas cuantas veces, pero hacerlo directamente en la polla de otro lo hacia mas excitante, y saco su lengua con deseo limpiando el duro mástil que se erigía ante el.

  • muy bien perrita, para ser novato no lo haces mal

No tardo en dejar limpia la polla y su boca trago parte de aquel instrumento, haciendo que poco a poco llenara su boca.

  • así cabrón, así, joder que ganas tienes, seguro que la puta de tu mujer la traga igual de bien que tu.

Nacho seguían con su tarea sin inmutarse con lo que oía, lo cual era solo de fachada, interiormente le excitaba como aquel chico lo humillaba. Además ahora le había puesto una mano en la cabeza y le marcaba el ritmo.

  • así zorrita, que te voy a dar tu ración de leche para que esta noche morrees a tu mujer con el sabor de un buen macho.

Ahora la polla de nacho no necesitaba de movimientos, ya que ahora le follaba la boca, a un ritmo frenético y sin casi esperarlo gruesos chorros de leche caliente bañaron su boca pro primera vez.

-

así

, traga, mariquita traga, que gusto, si – exclamaba nacho mientras vaciaba su carga, con cara de felicidad.

Juan creyó que no podría pero con calma fue tragando lo que se acumulaba en su boca y al final pudo chupar los restos que habían quedado en la polla escuchando los gemidos de placer que proporcionaba su dedicación.

  • muy bien, puedes irte, creo que te requeriré otras veces.

Mientras se encaminaba a su casa, juan recordaba lo sucedido como un torbellino de imágenes, pero al llegar a casa, y esta vez con la tranquilidad del hogar, su polla recupero su vigor y no pudo mas que cascársela frente al espejo derramándose casi al instante mientras pensaba que no dudaría en volverlo a hacer.

Nacho, como todos los días se levanto con una tremenda erección, como era normal en el, y mas después de conocer a juan, y pensar todas las cosas que se prestaban a hacerle.

Así

que no tardo mucho en conectarse y buscarlo en el chat, y allí estaba.

  • hola mariquita

  • hola

  • como tienes la mañana, tengo ganas de estrenarte el culo

  • dentro de una hora podría

  • pues en una hora te espero en la casa donde estuvimos ayer, no tardes, ah y ponte unas bragas de tu mujer y me traes una foto suya en bañador, y sin eso no hace falta que vengas

Y corto la conexión sin mas, dándose prisa en desayunar y vestirse, tenia ganas de comprobar si era tan sumiso como parecía.

Juan llamo nervioso al timbre, notaba como el tanga de su mujer estaba metido en la raja de culo, y su polla se restregaba contra el, aprisionada y excitada. Y lo peor no era eso, sino que había tomado una de las fotos de ultimo verano, una de esas típica en la que su mujer tomaba el sol en bikini tirada en una toalla.

La puerta se abrió y nacho le esperaba en la puerta del piso, y dejándole entrar cerro la puerta.

  • dame la foto

Juan la saco del bolsillo de atrás entregándosela, y viendo como el disfrutaba con ella se excitó todavía mas.

-joder cabrón, que tía mas buena, que polvo tiene la muy puta, ven para acá que te vas a llevar lo tuyo hoy.

Esta vez se dirigió al fondo donde había un dormitorio con una cama grande.

  • desnúdate

Nacho se sentó en la cama viendo como se desvestía y no tardo en verle desnudo solo ataviado con un tanga rosa.

  • vaya, la nena se me ha puesto uno rosita, es el que mas te gustaba, ¿verdad maricona?

  • si

  • y seguro que estas que revientas¿no?

Nacho comenzó a acariciar el tanga presionando la polla atrapada bajo de el, juan sentía como su placer se desbocaba y no tardo en vaciarse haciendo visible un claro manchurrón en la tela.

  • la nenita se ha corrido rápido – dijo riéndose nacho – venga ponte a cuatro patas encima de la cama que te voy a dar hasta que me canse

Juan se subió a la cama poniéndose como le había indicado y viendo como nacho se desnudaba, y lucia una tremenda erección. Vio como se subía a la cama detrás de el. Noto como apartaba el hilo del tanga y un liquido frio recorría su raja.

  • así nenita, te voy a estrenar ese culo de puta que tienes, y te voy a embadurnar bien de lubricante para que entre mejor.

No tardo en sentir sus dedos por su parte trasera presionado y entrando en su culo con facilidad y al poco fue algo ms grande lo que se posicionaba para romperle definitivamente.

  • venga, presiona hacia atrás, quiero que seas tu el que se desvirgue

Juan sentía la cabeza en su entrada, y presiono hasta que noto como su esfínter se abría, el dolor no pudo tanto como el deseo y empujo mas y mas, hasta sentir como la primera barrera cedía y el pene se deslizaba en su interior, hasta que noto después de varios intentos como sus nalgas tocaban las piernas de nacho.

  • joder que culo mas estrecho tienes mamón, voy a poner la foto de tu mujer tu espalda, y así parecerá que me la follo a ella.

Juan sintió la primera embestida, y fue como si lo partieran, aquella masa de carne invadía su interior de forma indecorosa, pero su excitación volvía a ser máxima.

  • así puta, mira como te jodo,¿ como se llama tu mujer?

  • Laura (no mintió)

  • mira como me follo a Laura, joder que culo tiene, seguro que tiene un culito tan estrecho como el tuyo

Nacho embestía con fuerza el culo de su sumiso acompañante, y celebraba con sonoros improperios los débiles pero constantes gemidos de juan, y berreo sin medida cuando su leche comenzó a inundar el culo que profanaba, y cuando por fin lo dejo todo en su interior, se dejo caer en la cama.

  • venga cabrón, límpiame la polla – dijo con desprecio, y mientras juan se afanaba en comerse su rabo, el observaba la foto de Laura con interés, pensando en lo necesitada que estaría aquella pobre mujer.

LAURA

Laura era lo que se llama una mujer madura, pero a sus 44 años era una mujer muy deseable, ni la maternidad de Marina y Marga, sus hijas, había acabado con su esbelta figura, y, pese que la edad siempre pasa factura, su genética no la defraudaba. Siempre le ponían muchos años menos de los que realmente tenia, y aunque no era mujer de llamar la atención, bajo su modesta vestimenta siempre se dejaba entrever un cuerpo de infarto que pondría en acción a cualquier hombre.

Ella siempre fue consciente de ello desde muy joven, pero su educación tradicional, y el haber encontrado al que hoy era su marido en la adolescencia, no le llevo a probar nada mas, pero no se quejaba.

Pero si su vida sexual había pasado de escueta a casi inexistente, desde que su marido estaba en el paro, su desidia había entrado en un terreno peligroso, ese en el que la pareja dormía sin mas en el mismo lecho. Además, el hecho de haber tenido que volver a trabajar, le hacia salir todos los días y, eso le llevo a volver a pensar mas asiduamente en vestuario, cosa que había dejado solo para ocasiones especiales.

Si bien es cierto que para limpiar casas siempre llevaba una bata y camisetas de lo mas normales, no le gustaba ir por la calle

así

, por lo que siempre salía arreglada de casa y se cambiaba para trabajar.

Aquel día andaba sentada en una terraza, tomándose un café y apurando un cigarrillo, esperando que fuera la hora para iniciar su jornada. Perdida en su rutina, al subir la mirada vio a aquel joven sentado dos mesas mas allá. Estaba enfrascado en un libro, y ella se encontró observándolo con detalle. Tendría veintitantos y era muy guapo, cosa que, al darse cuenta de lo que lo que estaba pensando, la ruborizo, pero aun así, con la impunidad de saber que no se daba cuenta, siguió con su observación, hasta que, en un momento dado, el levanto la mirada y sus miradas se encontraron, y ella la aparto nerviosa, y sin poder evitarlo, sintiéndose descubierta no tardo en levantarse e irse, sin ni siquiera levantar la vista del suelo.

El día transcurrió con normalidad, pero el la soledad de la noche, despierta, volvió a su cabeza el momento de desazón, y sin poder evitarlo su sexo se mojo con el recuerdo. Aquello la turbo y su mano se acomodo en su sexo para calmar el calentón, cosa que hizo en silencio, como siempre, y entre los pesados ronquidos de su esposo se corrió, durmiéndose con sueños extraños.

Cuando Laura volvió al cabo de unos días a la misma terraza iba nerviosa, igual que cuando se vistió para salir ese día, y el vestido que eligió mostraba generosamente sus piernas, claro que había sido casual, le gusto como le quedaba. Al sentarse observo que no había nadie, cosa que le llevo a un extraño estado, entre desilusión y paz, así que pidió un café y se dispuso a esperar como siempre a que pasara el tiempo.

Se perdió un rato en el periódico, y cuando termino de releerlo, levanto la vista y el corazón le dio un vuelco, el joven que le había provocado aquellos sueños eróticos andaba sentado en una esquina de la terraza, pero en aquella ocasión la miraba sonriente.

Escondió la mirada, pero al volverla al levantar de forma disimulada, constato que la seguía observando. Entonces ella reparo en su atuendo, en sus piernas demasiado expuestas, e intento sin mucho éxito acomodar su falda un poco para tapar en algo la vista de su particular admirador.

El problema era que el calor la invadía por todo su cuerpo, sintiéndose observada, claro que ella era una mujer casada y demasiado mayor para esas cosas, y en ello estaba cuando vio que el joven se levantaba dirijiéndose a su mesa y sentándose a su lado.

  • hola – le dijo- estabas mejor con las piernas mas expuestas, y mucho mejor que el otro dia, me gustas mas así.

Laura tardo en reaccionar intentando controlar su corazón desbocado pero al final logro articular unas palabras

  • soy casada, yo no

  • si, casada, ya he viso tu anillo guapa, por eso el otro día te pusiste las botas pegándome un repaso y hoy te has vestido así, y cuando has llegado has estado buscando mi presencia.

  • no, eso no es cierto

  • ya, bueno, como quieras, creía que buscabas una buena polla para ese cuerpo desatendido. ¿ o no es así?

Laura se quedo bloqueada, en cualquier otra ocasión le hubiera dado un guantazo, montando un escándalo, pero el recordar la tórrida experiencia en la soledad de su cama no la dejo reaccionar, y menos aun cuando la mano de aquel joven se paseo por su muslo deslizándose incluso por debajo de su liviana falda.

  • esto no esta bien – pudo decir Laura, pero sin mover un musculo para detener los tocamientos a la que estaba siendo sometida, claro que en ello tenia mucho que ver la terrible excitación a la que le había llevado aquella situación, y no sabia que hacer.

  • cierto, no esta bien, aquí en publico, pensaran que eres una buscona, o peor una guarra que le gusta que la soben en publico, lo cual parece que no dista mucho de la realidad, aunque si por mi fuera te ponía sobre la mesa y te partía en dos, pero acabaríamos en comisaria, así que si quieres algo mas, sígueme – y sin mas se levanto y se introdujo en un coche aparcado muy cerca de allí bajo la atenta mirada de Laura.

Estaba paralizada, aquello no podía estar pasando, y aun así, la humedad de su ropa interior no dejaba duda de que aquello, la había llevado a un placer que no recordaba, pero el deseo pudo mas que la razón y se levanto dirigiéndose hacia el coche, sintiendo que un abismo se abría ante sus pies, y se lanzo al interior del coche.

  • vaya, ya iba a irme, pero veo que no me he equivocado contigo – y después de poner el coche en marcha y meterse en la circulación comenzó su particular tortura a su nueva amiga – venga, métete los dedos en el coño y empieza a masturbarte.

Laura introdujo su mano bajo su falda mirando a todos lados, como sintiéndose observaba y gimió con el contacto de sus dedos sobre su sexo. Aquello podría haberla despertado, pero muy al contrario la hizo cerrar los ojos y abandonarse a un placer intenso que desconocía.

Ensimismada en su placer, noto como el coche se detenía y al abrir los ojos unos arboles se mostraban ante sus ojos, claro que casi al instante una mano la agarro firmemente de su melena y la arrastro a una boca donde una lengua busco la suya, sin encontrar resistencia.

Nacho la besaba apasionadamente mientras sus manos no dejaban de rebuscar en el cuerpo de Laura, una amansando sus pechos y la otra por su trasero buscando su sexo, y al encontrarlo la ultima resistencia que pudiera tener aquella mujer se derrumbo.

Dos dedos invadían ahora el sexo de Laura, y el orgasmo la invadía sin remedio, gemía con su boca sobre la del joven que la devoraba como nunca lo había sentido, y por si aquello no era suficiente una mano se dedicaba a aprisionar sus pechos con fuerza. Y así abrazando aquel cuerpo desconocido se perdió en un placer indescriptible.

  • bien zorrita, ahora te toca a ti – dijo nacho que sin perder tiempo desabrocho su pantalón dejando a la vista un apreciable bulto bajo el slip y acercando la cara de Laura sobre el.

Laura no desconocía el sexo oral, pero el pene de su marido no era rival para lo que se podía apreciar, pero al sentir de nuevo moverse los dedos dentro de su coño, no pudo mas que apartar la tela y llevar su boca sobre el húmedo y semierecto pene que se ofrecía a centímetros de su boca.

Sintió el sabor fuerte de aquel sexo que no tardo en inundar sus sentidos, llevándola a succionar con deseo como queriendo saborearlo.

  • así putita, así me gusta que me la chupen, con fuerza – dijo nacho que con su mano acompasaba el movimiento de la cabeza de Laura – pónmela dura, que te voy a romper ese coño a pollazos.

No tardo en endurecerse el mástil que tenia en la boca y con gran dificultad introducía la mitad en su boca, y en algunos momentos la mano que la forzaba le hacia encajárselo hasta el fondo provocándole arcadas que contenía como podía , y así andaba cuando noto mas presión y oyendo el grito de su joven acompañante comento a sentir chorros de leche en su garganta que como pudo trago para no ahogarse.

Cuando por fin cedió la presión, se retiro tosiendo y con los ojos llenos de lagrimas por el esfuerzo.

  • joder, que manera de tragar, venga, ya estoy a punto. Ponte encima que tengo ganas de follarte.

Laura no se creía que aquel joven fuera a follarla después de correrse, pero ciertamente su polla, no había decaído en nada y lucia en todo su esplendor, así que aun atontada por todo lo sucedido hasta ese momento se encaramo en el asiento del conductor, notando la dureza de aquel trozo de carne sobre su ropa interior.

  • a que esperas zorra, aparta las bragas y métetela entera – y ella metió la mano en su entrepierna dejando vía libre a aquel monstruo que avanzo de forma lenta en su interior hasta que sus nalgas descansaron en las piernas de el.

Laura sentía como si la partieran en dos, aquel pene casi duplicaba al de su marido en todos los sentidos, y se sentía a reventar. No opuso resistencia mientras los tirantes de su vestido salían de sus brazos y su sujetador se mostró a su acompañante.

  • ahora las manos en la nuca y empieza a mover esas caderas, despacito, disfrútalo que yo voy a hacer los mismo

Laura cruzo sus manos sobra su nuca dejando sus pechos a la altura de la boca de aquel desconocido que no tardo ni un segundo en sacarlos de su sujetador y llevarlos a su boca. Si el placer que sentía con aquel trozo de carne insertado dentro de ella ya era descomunal, el sentir sus pechos succionados con deseo la llevo rápidamente a un nuevo orgasmo que la hizo acelerar sus movimientos.

  • menuda zorra – dijo nacho que a renglón seguido mordió con saña uno de los pezones arrancando un grito de dolor de Laura – te he dicho despacio puta, la próxima vez te lo arranco.

Laura estaba sobrepasada, ya que aquello la excito mas si cabe, y se aseguro de no cambiar la cadencia de su movimiento, aun cuando su orgasmo no decrecía y las oleadas de placer solo hacían que invadirla constantemente, en cambio encontró la forma de exteriorizar su placer con sonoros gemidos que se incrementaban sin poder evitarlo.

Nacho no solo se dedicaba a conciencia a sis pechos, sino que sus manos agarraban sus nalgas acompañando cada movimiento, calvando sus uñas en ellas de vez en cuando, lo cual hacia que Laura se perdiera en conocer que le daba mas placer, si el dolor de sus torturas o el propio acto sexual.

Si hubiera tenido la noción del tiempo, Laura hubiera sabido que unos cuarenta minutos después de poner las manos en su nuca, nacho comenzó a forzar sus embestidas acompañándolas con sus manos en las nalgas y a continuación a gritar mientras que su polla descargaba en lo mas profundo de su ser , y , solo pudo desfallecer sobre el hombre que la había llevado a un clímax desconocido para ella.

Cuando por fin reacciono, seguía sintiendo la dureza de aquella polla en su interior, pero sus piernas ya no soportaban aquella postura y las tenia medio dormidas.

  • venga zorra, quítate de encima, y

límpiame

la polla – le dijo nacho comenzando a apartarla

ella se acomodo en el asiento intentando colocarse de nuevo las bragas en su sitio, notando como de su interior comenzaban a manar los jugos de su locura.

  • a que esperas – nacho la miraba señalándole la polla, y en un principio se quedo dubitativa ante el espectáculo de aquel mástil, todavía enhiesto y embadurnado de goterones de leche, y fue consciente de que en su interior habría una tremenda corría para la que no tenia protección alguna, pero mientras andaba pensativa, la mano de aquel joven la empujo lentamente sobre su regazo, y de nuevo su boca recibió sin ningún reparo el sabor inequívoco del sexo.

  • si, zorra, así, que boca tienes cabrona,

límpiamela

bien , y chúpame los huevos que me los has dejado empapados.

Nacho observo feliz como aquella mujer cumplía sus deseos sin ningún tipo de queja o problema, notaba su lengua recorrer su sexo totalmente depilado, y mientras lo hacia, sus manos, sobaban su culo soltando de vez en cuando una nalgada que solo recibía sordos gemidos de respuesta.

Cuando termino de limpiar Laura recordó con pánico que con su locura no pensó en avisar a donde tenia que ir a limpiar, y cuando le dijo a nacho que tenia que irse, se ofreció a llevarla. Durante el camino no hablaron, pero al llegar y cuando salia del coche, nacho le dio una tarjeta con un móvil.

  • llámame – fue la escueta palabra que recibió antes de dejar atrás aquella mañana extraña.

CARMEN

Allí estaba sentada frente a su hermana no dando crédito de lo que acababa de

oír

, entre un mar de lagrimas.

  • pero no te obligo a nada – dijo conciliadora

  • no, ademas disfrute como nunca lo había hecho, pero ahora me siento mal, me siento una mierda – dijo rompiendo a llorar de nuevo

  • no te preocupes, tómalo como una experiencia y olvídalo – dijo en tono conciliador aunque sabia que si a ella le hubiera pasado todo aquello no lo olvidaría fácilmente.

  • no es tan fácil Carmen, no están sencillo

  • ademas, eso no es lo peor, esta mañana me ha mandado un mensaje, diciéndome que quiere follarme en su casa, con tranquilidad – y Laura le

mostró

el

móvil

con el texto.

  • ¿tiene tu teléfono?, madre mía Laura

  • y no solo eso – y dando un botón salio una foto en la que su hermana estaba con su boca ocupada con una tremenda polla – no se como la hizo, con la pasión del momento no me di cuenta.

Carmen observaba la foto, y no podía creerlo, que pedazo de pene tenia en la boca su hermana, joder con la mosquita muerta de la familia, pero reacciono rápido y se dirigió con tranquilidad a ella.

  • venga Laura, no te preocupes, mañana acudiré a la cita y lo solucionare

  • de verdad harías eso por mi?

Carmen abrazo a Laura, y la calmo lo mejor que supo, pensando lo que mañana se pondría, y como se arreglaría, y …

Despues de dejar a su hija Cris en el colegio, llamo a su trabajo para avisar que no iria con la escusa de asuntos personales, y mientras aparcaba cerca de la dirección que le había dado su hermana, Carmen se repetía que iba a solucionar el tema de las fotos, claro que igual ni había tema, no le había mandado ninguna amenaza, y hoy en día los jóvenes solían grabarse en esas situaciones,por lo que quizás lo mando solo para compartir esa situación morbosa. Y que situación, por la noche, y después de repasarse el sexo con la maquinilla, no pudo mas que masturbarse pensando en aquel mástil. Ella había tenido varias relaciones, pero ninguna del aquel tamaño.

Al bajar del coche se miro en el espejo por ultima vez, se vio con su conjunto de falda y suéter de cuello de barca muy mona, y bueno, en el interior lo llevaba todo predispuesto, por lo que pudiera pasar.

llamo al telefonillo y una voz le indico que era el segundo piso y dirigió sus tacones hacia la escalera, y al llegar un chico le esperaba en la puerta.

  • y tu eres?

  • Carmen, soy la hermana de Laura, tenemos que hablar

nacho le abrió la puerta, dejándola entrar y desnudándola con la mirada, las curvas de ella eras mas rotundas que las de su hermana y sus caderas mas pronunciadas dejaban vislumbrar bajo la falda un culo espectacular.

entraron a una especie de salón y allí la invito a sentarse en el sillón sentándose encarado a ella

-pues tu dirás

  • mira, mi hermana es una mujer casada y...

  • espera, eso ya lo se, y ella ya es mayorcita

  • pero cuando le mandaste la foto se asusto

  • vaya, se la mande porque creía que le gustaría

  • pues no se lo esperaba

  • bueno, dile que no se preocupe, a mi me gusta follar y pasarlo bien, sin malos rollos, y creía que había disfrutado, al menos se corrió como si fuera así

  • bueno a mi no me contó tanto

  • pues tragaba como si le fuera la vida en ello, viste la foto

  • si la vi - dijo algo nerviosa

  • sabes, tu hermana es muy guapa, pero tu estas arrebatadora con ese vestido, sueles vestirte así? - dijo colocándose muy cerca de ella

  • no, bueno a veces – contesto intentando mantener la compostura

  • y hueles muy bien – dijo acercándose peligrosamente a su hombro – parece que vayas a tener una cita

  • no, yo solo he, bueno, ya sabes, mi hermana

  • y eres tan ardiente como tu hermana, te ha contado lo que hicimos?

  • no bueno, solo que habíais tenido sexo, y, bueno, tampoco me contó, la foto, y eso – balbuceó

Carmen giro la cabeza al oír pasos cerca

  • no estas solo?

  • no, vivo con dos amigos

y casi al instante entro por la puerta un chico de color, con el torso desnudo y como única prenda una toalla anudada en la cintura.

  • hola Mario, pero que bruto eres – dijo riéndose

  • joder nacho, no me extraña lo que me contaste, esta para reventarla a pollazos

  • no Mario, esta es Carmen su hermana

Carmen vio como se sentaba a su lado sin ningún tipo de pudor, quedándose a su espalda, mientras ella seguía encarada con nacho, al que miraba con cara de indecisa, pero este siguió con la conversación.

  • y tu también eres casada?

  • no, yo enviude muy joven

  • vaya, lo siento, una pena, ese cuerpo necesitaría atención continua y diaria

  • bueno, creo que debería irme y … - pero su voz se corto al notar que una mano entraba por detrás de su suéter y asía con fuerza una de sus tetas haciéndola tumbarse hacia atrás, y a renglón seguido se encontró con la cara de Mario que la morreo con descaro, y mientras intentaba quejarse con débiles gemidos de desaprobación, una mano termino de romper sus débiles barreras. La otra mano de Mario subió la falda dejando a la vista un delicado tanga de encaje y se introdujo en el atrapando su mojado y caliente sexo, haciendo cambiar su gemido a un prolongado suspiro ahogado en la boca de aquel chico de color.

El tratamiento exhaustivo de su clítoris la había llevado al borde del orgasmo, pero fue cuando un dedo avanzo mas hacia abajo y se introdujo en su sexo cuando su cuerpo estallo en olas de placer incontenibles.

  • me corro, si – grito Carmen liberándose de la boca de Mario, que aprovecho para agarrar

su

melena y llevar la boca de su gritona presa a su pecho.

Carmen se encontró con el pezón y con un pecho musculoso que empezó a chupar con deseo, incentivada mas si cabe por el duro miembro que notaba bajo su cuerpo por su nueva postura, tumbada de lado en el sillón.

  • venga zorra, baja para abajo que tengo un caramelo para esa boca – le dijo Mario dirigiendo su cabeza hacia su paquete, que se evidenciaba sin ninguna duda bajo la toalla. Carmen no tuvo mas remedio que quedarse a cuatro patas con su cara sobre la tela blanca que Mario aparto lentamente dejándole ver la serpiente negra que habilitaba en su interior.

  • venga, chúpamela cabrona – grito Mario, que vio con placer como su polla recibía el calor de los labios de la mujer.

Nacho, hasta ahora pasivo disfrutando con la escena, paso a la acción desnudándose y con su pene ya totalmente armando se puso a espaldas de Carmen, subió la falda de Carmen dejando a la vista el tremendo culo que solo adornaba el hilo del tanga. Lo fue bajando lentamente, escuchando los intentos de decir algo de Carmen, la cual no podía sacar la polla de su boca ya que Mario había puesto la mano sobre su cabeza obligándola a forzar la succión.

Carmen sintió como su ropa interior se deslizaba por sus nalgas hasta llegar a sus muslos, y sin mas, un trozo de caliente carne forzó la entrada de su sexo, y lentamente comenzó a traspasarla como nunca había sentido, las paredes de su interior pugnaban por hacer sitio llevándose por el camino los deseos de controlar la situación, pero cuando todo el instrumento fue alojado en su interior, comenzó el bombeo pausado y firme, sus gemidos ya evidenciaban su entrega al placer.

Pero cuando mas centrada estaba en disfrutar, un dedo húmedo comenzó a entrar en su culo, y luego dos, mientras su sexo era martirizado de forma metódica, sentía como su ano era metódicamente ensanchando. El sexo anal no era extraño, pero había pasado mucho tiempo de las salvajes y placenteras enculadas que le había proporcionado su marido en su juventud. Y no tardo en sentir en vacío en su sexo, y notar como ahora, era su entrada trasera la que comenzaba a ser invadida.

  • dios, no me vas a partir, no- grito Carmen logrando zafarse de las manos de

Mario

, pero este la logro inmovilizar, mientras nacho continuaba su metódica penetración.

  • dio que culazo tienes, desde que entraste por la puerta, decidí follártelo – dijo mientras su polla comenzaba a moverse en un cadencioso movimiento que iba profundizando poco a poco ante los gemidos de dolor de Carmen – no te preocupes zorrita, tienes un culo tragón, y cuando te lo habrá lo vas a pasar de fabula.

Carmen notaba el cambio, su culo se iba adaptando a la invasión y pronto noto como su cuerpo de estremecía con cada envestida, y mas aun cuando en sus entrañas descanso la totalidad de aquel fierro que la barrenaba, y comenzó a machacarla sin piedad, si que comenzó de nuevo a gemir sonoramente con la boca abierta, cosa que Mario aprovecho para volver a encajar la polla en la boca.

El golpeteo de las nalgas de Carmen contra el cuerpo de nacho y sus guturales sonidos llenaron la habitación, solo roto por la conversación distraída de los dos hombres.

  • joder que culazo – dijo nacho

  • después me lo pido cabrón, ademas se gasta unas peras que dará gusto follárselas – comentaba Mario mientas una de sus manos agarraba uno de los pechos de Carmen sin ningún tipo de delicadeza

  • pues ahora tienes libre el coño, que tela lo calentorro que lo tiene

Mario libero la boca de Carmen y de forma ágil se introdujo bajo su cuerpo, nacho saco su polla y la de

Mario

empalo el sexo sin ninguna delicadeza, y después fue sodomizada de nuevo, teniendo por primera vez dos pollas en su interior.

Comenzaron a moverse y los gemidos de Carmen eran cada vez mas profundos, su cuerpo estallaba en continuas descargan que estaba acabando con sus fuerzas, y sin embargo los embates de sus acompañantes no decaían.

Los gritos de Mario y casi a continuación de nacho la sacaron de su ensueño, sus dos agujeros eras copiosamente regados por las mangueras que la ensartaban mientras su cuerpo se

retorcía

en un ultimo orgasmo, que la dejo totalmente derrotada sobre el cuerpo de Mario, que, cuando nacho se retiro la aparto dejándola inerte sobre el sofá.

Nacho la despertó y le pidió que la acompañara

  • donde me llevas, no puedo mas – dijo Carmen derrotada

  • a una cama, para que descanses – y cogiéndola del brazo la llevo a una habitación donde la ayudo a quitarse toda la ropa la dejo en la oscuridad.

Carmen quedo totalmente despatarrada, sin fuerzas para moverse, y entro en un profundo sueño lleno de sexo y sintió como su sexo se llenaba y cada embestida era una placentera sensación, sus gemidos de placer la hicieron abrir los ojos para descubrir que su sueño tenia mucho de realidad, en aquella cama extraña un hombre la poseía con extrema delicadeza, y notaba sus pechos desnudos contra su cuerpo, y como sus movimientos de cadera se acompasaban.

  • dios si, me, si, corro – balbuceo antes de explotar en otro orgasmo demoledor, mientras su acompañante acelero el ritmo y sin ningún tipo de aviso comenzó a correrse entre gritos de placer.

Cuando termino, se aparto de ella volviéndola a dejar sola. Notaba como su sexo era un pringoso lugar donde rezumaban las dos corridas que habían dejado en su interior, y con lo que emanaba de su trasero había provocado un pequeño desastre sobre la cama.

Como pudo se levanto, y pudo ver su ropa en una silla pero necesitaba un baño, que encontró en la siguiente puerta del pasillo, así que entro y cerrando la puerta, se dispuso a limpiar ese desaguisado en el que se había convertido su cuerpo en aquella mañana de desenfreno.

Cuando termino, pudo sentir como el escozor de su ano y las palpitaciones de su sexo solo habían disminuido un poco, pero por hoy ya tenia bastante, tenia que vestirse y despedirse de sus, como llamarlos, amigos?

Abrió la puerta despacio y se cercioro que no había nadie antes de salir rápidamente al cuarto donde había estado, pero, se angustio a ver que su ropa no estaba, aquello no podía estar pasando, y sacando fuerzas de su cansado cuerpo, se dirigió al comedor, donde se oían voces, y sin asomarse, hablo.

  • nacho, por favor, me puedes dar la ropa

  • si claro, entra

  • es que estoy desnuda

  • anda, y nosotros – rieron desde dentro

Carmen entro en el comedor tapándose como podía, se encontró a sus dos conocidos mas un tercero que no conocía, todos desnudos

  • ven siéntate aquí – le dijo señalándole el hueco entre el y Mario que se toqueteaban sus enormes pollas sin ningún tipo de pudor. Carmen miro alrededor no viendo su ropa, y sabiéndose a su merced, no tardo en hacer lo que le pedía, aunque sentándose en el borde.

  • Venga

túmbate

hacia atrás y haznos unas pajas, y te doy la ropa – dijo nacho

Carmen pensó que aquello no era tan difícil, así que hecho su cuerpo hacia atrás y su mano cogió las dos vergas y comenzó a menearlas.

  • pasa tus piernas por encima de las nuestras, así Carlos podrá verte el coño mientras se pajea

  • no eso no -dijo Carmen

  • venga mujer – si no te cuesta nada

Carmen cedió a las pretensiones, abrió sus piernas dejando su sexo expuesto a la lasciva mirada de Carlos. Las pollas en sus manos se iban endureciendo,

así

como su sexo comenzaba a humedecerse por el morboso espectáculo.

  • te ha gustado que te follara el culo, perra

  • no soy una perra – dijo azorada

  • estabas a cuatro patas te he dado por detrás, como hacen las perras, y ademas has tenidos dos pollas dentro tuyo, perra, te ha gustado

  • si – contesto casi sin poder

  • y cuantas veces te has corrido cuando Carlos te ha follado en la cama? - Carmen miro a

Carlos

que se pajeaba lentamente, había sido el quien se la había beneficiado cuando dormía arrancándole dos tremendos orgasmos.

  • dos – respondió al fin

Carlos se levanto y se arrodillo ante el coño de Carmen , que mirada asustada, y cuando sintió el calor de su boca, ahogo un gemido de placer.

  • eres un poco puta, pero no te preocupes, aquí siempre te daremos lo que necesitas – dijo nacho mientras que Carmen había cerrado los ojos y disfrutaba de las caricias en su intimidad. Estaba a punto de estallar cuando, Carlos se retiro.

  • bueno, venga te voy a dar la ropa, y sin mas nacho se levanto y le acerco las prendas

Carmen quedo un poco sorprendida, pero la ropa interior no estaba.

  • si quieres la ropa interior gánatela

Carmen vio sus pollas enhiestas y supo que tenia que hacer, se arrodillo comiéndose la polla de nacho mientras sus manos cogían las otras dos y las meneaba, alternando cada una de ellas.

  • menuda puta estas hecha – dijo nacho que disfruto, igual que sus amigos del espectáculo de aquella mujer sometida a sus caprichos.

Carmen se entrego con pasión al trabajo, y Carlos fue el primero que reclamo su boca para vaciarse en ella, un par de chorros calientes que trago sin inmutarse, después fue nacho el que descargo varias descargas de su esperma que casi la atragantan. El ultimo fue Mario, que se corrió entre gritos mientras depositaba espesa leche caliente en su lengua.

Después de aquello, antes sus ojos apareció su ropa interior, y pudo vestirse tal como había llegado. Lo hizo despacio mientras los chicos la piropeaban con sucios adjetivos que la pusieron a mil. Pero salio de allí, como alma que lleva el diablo, intentando no poner a prueba su debilitada fuerza de voluntad.