Camino a la Infidelidad (1)

Laura me entregó su amor y virginidad siendo infiel a su novio, fueron días de pasión y amor que vivimos...

Estoy bebiendo un café en la terraza de mi hogar, mientras observo como el azul del cielo se va cubriendo con las nubes, presagiando la lluvia en unas horas mas; así, los recuerdos de mis vivencias se agolpan en mi mente, en esta la víspera de mis cuarenta años, ¿dónde estarán mis amores?.....

"Al bajar del autobús que me condujo a Matías Romero, Oax., una pequeña ciudad ubicada en el corazón del Istmo de Tehuantepec, el cálido viento proveniente del sur golpeó inclemente mi rostro ya cubierto de por sí por el sudor que desde el inicio del viaje en Acayucan emanaba sin cesar de mi cuerpo.

Mientras echaba a andar, pensaba en cómo es que llegué a este sitio tan lejano del puerto donde había vivido hasta entonces la totalidad de mi existencia: Veracruz, allá quedo la infancia, la adolescencia y el amor más grande hasta ese momento vivido. No alcanzaba imaginar que en esta tierra rompería por vez primera uno de los valores de mi escala moral: la fidelidad, propia y ajena.

Buscando alojamiento pude observar el colorido de los vestidos de las Señoras oriundas de esta región, sus gruesas esclavas y cadenas de oro, los brillosos aretes que enmarcaban los rostros morenos en su mayoría; los labios pintados de un rojo carmesí, las más jóvenes hurgaban mi figura indolente. No soy guapo, me diría alguna que solo soy atractivo, bajo de estatura, apenas 1.60 metros, pero según ellas les atrae mi mirada entre triste, traviesa y pícara, además de mi sonrisa que en ocasiones tiende mas a ser un gesto indescifrable.

Llegué al hotel, me urgía bañarme para salir a buscar algo de alimento; mas tarde salí, el único café del lugar era agradable, ahí se reunía la juventud de la localidad, siempre me han subyugado los ojos color claro, son mi debilidad lo confieso, por eso cuando ella entró al establecimiento, mi mirada hizo contacto con la de ella y en ese breve instante quede prendado de sus ojos color miel, era un poco mas alta que yo, morena clara, cabello castaño claro, su labio inferior mas grueso que el superior, unos senos de regular tamaño al igual que sus nalgas, esbelta y de vestir discreto. El sujeto que le acompañaba desentonaba por completo con ella, era de piel morena oscura, algo obeso, con cicatrices producto del acné en su cara, eso si, era alto, medía algo así como 1.75 m., el tipo me barrió con la mirada cual si fuere un objeto insignificante, claro que ni me importo pues con discreta mirada observaba las bien torneadas piernas de su acompañante.

Sin nada mas digno de comentar me retire del lugar no sin antes dirigirle a ella una mirada cargada de admiración, a la cual tan solo se limito a mirarme retadora; más tarde sabría que es uno de los gestos de las chicas de la región.

Llegué a mi nuevo trabajo dispuesto a terminar cuanto antes mi estancia en ese lugar la cual estaba calculada para 3 meses; al acudir al área de Contabilidad para presentar algunos documentos, me sorprendí gratamente ya que al entrar al sitio lo primero que mis ojos vieron fue la mirada color de miel de la noche anterior.

Buen día –dije.

Buenos días, dígame en que le puedo servir – fue la respuesta, su voz sonaba suave.

Verás, traigo estos documentos para que puedan realizarme unos depósitos de dinero por unos trabajos que estaré realizando para la compañía.

Bien – les dio un rápido vistazo y enseguida respondió- puede venir por la tarde para firmar su alta y podamos depositarle a su cuenta.

Será un placer – dije en señal de despedida.

Al regresar por la tarde iba con la firme intención de invitarle a tomar un café, después de firmar los documentos, le dije:

Gustas acompañarme a tomar un café –

Lo siento, no puedo, en este lugar todo se malinterpreta y además tengo novio, agregó -

Vamos, solo es un café - dije mientras esbozaba esa sonrisa extraña que me cargo.

Bien, pero solo uno, me llamo Laura –

Es un gusto Laura, soy Marcelo –

Ya lo sé, sonrío divertida - mirando mi cara de asombro, agregó – recuerde que hice sus tramites.

Así iniciamos nuestra amistad; esa tarde noche mientras bebíamos café ella me platicó que estaba sentida con su novio porque se había marchado disgustado, el tipo estaba cursando su primer año de internista en un hospital de Acapulco y poco tiempo le dedicaba; es aquí donde la debilidad del ser humano se manifiesta, sobre todo en las mujeres, la necesidad de ser escuchada, de sentirse atendida a plenitud por la pareja, de ser comprendida y entendida; es algo que nosotros los hombres desdeñamos y en muchas de las ocasiones lleva a la mujer a la infidelidad.

Durante los siguientes días platicábamos durante horas acerca de nuestras vidas, le aconsejaba sobre que actitud debía asumir para con su novio; aunque parezca cínico lo hacía de corazón, conciente de que en ese momento al que quieren es a otro y lo mejor es que puedan rehacer o recomponer su relación.

Quince días hacía que había llegado a este lugar; domingo al anochecer, la música proveniente del parque cercano al hotel llamó mi atención y hacia allá encaminé mis pasos. El lugar estaba abarrotado de jóvenes y adultos que encontraban una novedosa diversión en este sitio donde no abundaban, fue entonces cuando la vi, sentada con otra jovencita, me acerqué a ellas:

Hola, ¿te diviertes? –

Hola Ingeniero, ¿buscando diversión? –

No, mas bien distracción –

Mire, le presento a Carmen mi hermana –

Saludos de compromiso, charla trivial sobre el clima y algunos detalles de mi trabajo y el de ella, cuando un jovenzuelo vino por la hermana y la llevó a bailar.

¿Quiere bailar Ingeniero?, dijo ella de pronto.

Solo que me enseñes, dije sonriente.

Vamos, verá que es divertido.

De pronto nos vimos en medio de esa multitud que nos obligaba a apretarnos el uno con el otro; mi cuerpo empezó a reaccionar al sentir la suavidad de su piel, el aroma que desprendía de su cuerpo y las delicadas formas que podía percibir a través de la tela de su vestido.

Gracias por escucharme todos estos días, dijo ella.

Ha sido un placer, espero no te haya incomodado mi opinión sobre tu noviazgo.

No, pero no hablemos de eso en este momento - sus ojos tenían esa noche un brillo especial.

Se hizo un silencio, de esos que hoy recuerdo como mágicos, nos mirábamos como deseando grabar en nuestra mente todos los rasgos físicos de la otra persona, de pronto todo dejo de existir a nuestro alrededor; una de mis manos enlazaba su talle mientras la otra sostenía su mano tibia y suave....recostó su cabeza en mi hombro y pude aspirar el aroma de su cabello....mis labios rozaron su cuello, ella se estremeció ligeramente y entonces me ofrendó sus labios....fue un primer beso lento, profundo....y suave.

La apreté contra mi al tiempo que mi miembro experimentaba una erección consistente, sentí su aliento cálido embriagándome de dulces emociones, podía sentir la tibieza de su cuerpo transmitiéndome sus deseos naturales, por las condiciones del lugar pude colocar una mano sobre uno de sus senos a lo que ella respondió con un murmullo de placer. Ahí estábamos, en medio de una multitud y no nos importaba acariciarnos.

Vamos a mi habitación, murmuré con voz enronquecida por la excitación.

Pero, mi hermana...que vas a decir de mi...

Que eres hermosa y que además me he enamorado de ti, fue mi respuesta.

No debe ser, no puede ser....tengo novio, además yo nunca....

¿Acaso tu no sientes nada por mi?, su mirada fue la mejor respuesta, una mirada cargada de emociones contenidas, una mirada de futuro y de anhelos.

Al llegar a la habitación, nos abrazamos como deseando fundirnos en un solo ser, la fui despojando con calma de su vestimenta....el floreado vestido yacía a sus pies, mientras yo contemplaba embelesado su semidesnudez....el virginal pudor le hizo voltear, por lo que abrazándole por la espalda besaba su cuello mientras le desprendía el brassier para liberar sus bellos pechos....apenas con la punta de los dedos se los acariciaba para después entretenerme en sus pezones de color canela que se erguían desafiantes; mis manos se deslizaban por su torso desnudo, palpando, descubriendo, acariciando, descorriendo para ella el velo de su sensualidad que despertaba cual mar encrespado impulsado por el viento huracanado, así de intenso era el deseo que emergía de ese hermoso cuerpo.

Mis manos bajaron para recrearse en el terciopelo de sus nalgas, fui bajando sus panties de algodón para descubrir el hermoso monte de venus, sus vellos apenas formaban un delicado rizo; la tendí boca abajo sobre la cama para llenar mi vista de la mejor imagen: su cuerpo al desnudo, me desvestí sin prisa, al recostarme a su lado que hermosa sensación, su tibia piel al contacto con la mía...deslice los primeros besos sobre su espalda desnuda, mis labios recorrían su piel hasta llegar al suave contorno de sus nalgas, procure que levantará la cadera para hundirme en su ardiente vagina y beber hasta la saciedad todos sus exquisitos fluidos.

Ooooohhh, que delicioso, así sigue no te detengas, dame más, más – fue la ardiente respuesta a mis caricias.

Después de un buen tiempo de limpiar prácticamente su vagina y alrededores con mi lengua, hice que volteará para entonces mamar con delicadeza pero con fervor sus enhiestos pezones; bese su rostro, sus mejillas, su cuello, me extasié en sus labios bebiendo el aliento que daba vida a mi pasión, le acariciaba todo su cuerpo prolongando el ansiado momento de la penetración, entonces enfile mi verga hacia la entrada del ardoroso triangulo de mis deseos, un suspiro hondo seguido de un leve quejido indicaba que iniciaba así su vida sexual....deje que se acostumbrara a la sensación de mi verga en su interior....poco a poco concluí la penetración total para así iniciar el hermoso ritual del vaivén...nuestros suspiros y gemidos se entrelazaban al igual que nuestros cuerpos.

No fue un acto puramente sexual...era la perfecta combinación de deseo y amor...ella gemía y suspiraba entrecerrando la mirada como deseando atrapar en sus sentidos toda la gama de emociones que en ese momento vivía al lado de un hombre que no era su pareja; hice entonces que se colocará encima para mostrarle como cabalgar al ritmo de la pasión, sus quejidos aumentaron al tiempo que exclamaba:

Ahhhh, duele amor, pero no pares sigue dándome más, más fuerte – mientras yo continuaba con mis embates dentro de su vagina completamente mojada por al menos 3 orgasmos que ya le habían estremecido.

Hice que recostara su cabeza y levantara las caderas para penetrarle por detrás en la vagina mientras acariciaba sus senos, sus nalgas, le besaba la nuca al tiempo que empujaba sin descanso mi verga en un mete y saca cada vez mas rápido y contundente, ya sentía como venía el torrente de esperma por mi conducto seminal, le saqué la verga en el último instante pues no era mi intención embarazarla, así que mi semen cayó sobre su espalda.

Queríamos prolongar ese instante pero el recuerdo de su hermana nos obligó a separarnos para vestirnos e ir donde estaba ella, mi semen quedó impregnado a su piel, llevaba todo el aroma de mi esencia masculina para conservarla el resto de la noche. Antes de despedirnos nos besamos con la promesa de vernos al día siguiente, ni una sola palabra de arrepentimiento broto de sus labios.

Los días siguientes fueron un tornado de amor, pasión y deseo; en el centro deportivo del lugar tuvimos un tórrido encuentro; caía la tarde cuando terminaba de correr en un afán por ejercitarme, cuando la vi llegar, nos besamos con frenesí al tiempo que juntábamos nuestros cuerpos...la lleve abrazada hasta la entrada de los baños de hombres, ahí continuamos con los besos y caricias...

Me voy a bañar para quitarme el sudor, le dije.-

¿Quieres que te talle la espalda, fue su prometedora respuesta-

Me cercioré que nadie nos viera entrar y sobre todo que no hubiera alguien más en el baño, así que una vez dentro me despojé del pants, playera y boxers, al tiempo que ella se quitaba la blusa y falda...inicié besando sus bellos senos, al tiempo que ella masajeaba mi verga, la cual reaccionó a las caricias irguiéndose desafiante para la lucha de cuerpos que en breve enfrentaría, nos besábamos de forma apasionada hasta sentir que nuestros labios se entumían por la intensidad y el deseo que experimentábamos en ese momento...la jalé hacia el chorro de agua para postrarme a sus pies y buscar con mi lengua su ardiente vagina, mi lengua penetraba ese cálido rincón, jugueteando en forma descarada con su clítoris, sus piernas temblaron en señal inequívoca de que experimentaba su primer orgasmo, aceleré los lengüetazos para beber ese jugo delicioso que brotaba de sus entrañas...me paré para levantarle en vilo y bajarla lentamente para que fuera sintiendo el delicioso ensarte de mi verga...los suspiros se mezclaban con el arrullo del agua fresca de la regadera...la estacada de verga que le estaba acomodando hizo que estallará en un segundo orgasmo al tiempo que sus piernas se entrelazaban a mi cadera para que no le fuera a retirar el preciado pedazo de carne que tanto la hacía disfrutar, que delicia sentir deslizando mi verga en el interior de su bien lubricada vagina, mis embates provocaban que sus mejillas se tornaran de un bello color rosa intenso, signo del disfrute que experimentaba.

Más Marcelo, damela toda, mas fuerte cariño, así, así, no pares ooohhhhh.

Así preciosa, muévete así, apriétalo fuerte, gózalo, es todo tuyo amor, le decía al borde de la eyaculación.

Cuando el aluvión de semen estaba por brotar, ella me impidió salirme pues quería sentir la tibieza de mi esperma para calmar la sed de su vagina...aceleré mis movimientos al tiempo que experimentaba una tremenda venida de leche que llenaba ese exquisito orificio que tanto placer me había brindado.

Aaahhhhhh que rico Marce, que hermoso se siente, exclamo con su voz tierna pero sensual.

Amor, eres una mujer preciosa...gracias por estar conmigo, le dije, al instante pregunté – Laura, ¿porqué yo?, ella tan solo respondió.

¿Porqué no?

Nos abrazamos para enjuagar nuestros cuerpos y retirarnos del lugar; fueron únicos aquellos días de amor que viví a su lado...pero existen plazos y compromisos ineludibles, el día de mi partida se acercaba y ella se mostraba renuente a dejarme ir...obvia decir que a estas alturas, compartir algunos momentos con su novio le resultaba intolerante, pero la convencí de que su vida no estaba al lado de la mía...al año siguiente regresé como invitado a su boda...un extraño sabor agridulce sentía en mi interior pero así son algunas decisiones. Ella le fue infiel a su novio y yo contribuí a ello, pero también la inicié en el sendero del sexo...con una mezcla de amor."

La memoria es lo que nos permite dar vida a los recuerdos mas sublimes de nuestra existencia.