Camino a la cena
Su estado de ánimo era inmejorable, la ocasión, una cena; el pretexto, cerrar un proyecto muy importante; pero esto no era realmente el motivo que le dibujaba una sonrisa que atravesaba todo su rostro y le tenía brillando sus ojos verdes; NO realmente su ilusión era que iba a acompañarla a la cena su Sexy Ingeniero.
Esta es la segunda parte de mi relato “Escritorio y Ordenador”, con nuestra pareja favorita Pilar y Jon; espero que la disfrutéis. Suri .
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Estaba terminando de tomar una ducha, había sido larga; se dio el tiempo de disfrutarla como hacía tiempo no podía… Se había enjabonado con una suave esponja todo el cuerpo dándose un leve masaje en los pechos, abdomen y sexo.
El espejo del baño estaba totalmente empañado por el agua caliente donde al salir de la ducha dibujó una carita feliz, se puso la bata de felpa abrigándose completamente y envolvió su melena en una toalla a modo de turbante… la puerta del baño daba hacia la recamara y estaba entreabierta desde ahí se podía escuchar a lo lejos una melodía… estaba tonificando su rostro cuando tomó el tubo de dentífrico entre sus manos y a modo de micrófono, canto al ritmo de la música…
Os dejo aquí el URL https://www.youtube.com/watch?v=OpQFFLBMEPI por si él lector desea poner música mientras lee.
"Just give me a reason
Just a little bit's enough
Just a second we're not broken just bent
And we can learn to love again
I never stopped
You're still written in the scars on my heart
You're not broken just bent
And we can learn to love again"
Su estado de ánimo era inmejorable, la ocasión, una cena; el pretexto, cerrar un proyecto muy importante; pero esto no era realmente el motivo que le dibujaba una sonrisa que atravesaba todo su rostro y le tenía brillando sus ojos verdes; NO realmente su ilusión era que iba a acompañarla a la cena su “Sexy Ingeniero”.
Después del encuentro furtivo de hacía ya varias semanas en el cubículo de desarrollo de software, lo mando llamar a su oficina con la intención de revisar los cambios que le solicitó realizara a una aplicación, estaban efectuando las actualizaciones necesarias para que se vieran en pantalla las interfaces creadas… Jon estaba parado detrás de ella y Pilar estaba sentada frente al ordenador, en ese momento él se inclinó para tomar el mouse, cuando sus manos se tocaron… la mano femenina posada sobre el mouse mientras la masculina sobre la de ella y así le guio hacia los botones que debía pulsar para que en el monitor se apreciaran los cambios… Fue un minuto de una tensión mágica, ambos lo conocían y lo deseaban, sintieron burbujear el deseo desde sus propios centros; pero a Pilar la esperaban en el vestíbulo los clientes para la presentación del proyecto concluido, solo atinó respirar hondo y ver a los ojos a ese hombre que le robaba el sueño desde hacía varios días…
¿Mañana en la noche estas libre Jon? – alcanzó a preguntar; el sexy ingeniero, tosió ligeramente regresando al mundo y aclarándose la garganta dijo:
Si!!, ¿me invitaras a tu casa?
¡No!, ¿quiero preguntarte si deseas acompañarme a la cena con los inversionistas para festejar la conclusión del programa? Será a las 8:30 pm, de gala.
¡Claro que sí! Con mucho gusto, ¿a qué hora deseas que pase por ti?
7:30 te parece, está bastante lejos de mi casa el restaurante.
Ahí estaré puntual.
¡Muchas Gracias, quedaron muy bien lo cambios, eres un gran programador!
Salió del baño una vez que había terminado el ritual de aplicarse las cremas necesarias y se maquilló muy ligeramente, se puso en los labios un tono rojo mate y delineó sus ojos con kohl negro. Sobre su cama estaba el vestido que iba a ponerse, el elegido era un modelo bastante conservador negro, tipo cocktail, con un escote alto en V.
Se quitó la bata de baño y pudo inspeccionar el reflejo de su cuerpo en el espejo de la alcoba… le encantó lo que vio… una gordita sexy, sus piernas bastante rollizas, un poco abultada su pancita y sus pechos generosos; pero la emoción que tenía en el corazón se quería salir… sin prisas tomo sus bragas se sentó en el borde de la cama y se las fue poniendo, una pierna, después la otra, se paró y terminó de subirlas con un brinco y al mirarse una vez más en el espejo se dio ella misma una nalgada y guiño un ojo, ja, ja, dijo en voz alta,
- Cualquier cosa que pase hoy, es un regalo; esto que siento no lo cambio por nada;
se puso el sujetador, un poco de mouse en el cabello, con los mismos dedos se peinó, se calzó unas zapatillas clásicas negras de 10 cm de tacón, se introdujo en el vestido, se colgó un par de zarcillos de los oídos que hacían juego con sus ojos y terminó con un dije muy pequeño que puso en su cuello.
Se veía esplendida mientras el reloj marcaba las 7:25pm.
Tomó el abrigo, bajó la escalera y el timbre de la puerta estaba sonando.
Se tomó un segundo para ponerse un poco de loción entre los senos.
Abrió la puerta y ambos quedaron sorprendidos… se conocían desde hacía más de un año, pero nunca se habían visto en otro ambiente que no fuera la oficina donde ambos portaban todos los días sus uniformes de trabajo, unos trapos muy sin chiste, que no dejaban adivinar nada.
Ahí estaba Jon, con esmoquin pulcramente arreglado, con su color de piel aceitunado y su metro setenta y cinco centímetros, lucía majísimo; se notaba que había pasado por la peluquería, se peinó y afeitó con mucho esmero esa barbita medio crecida le sentaba fenomenal; el aroma de su perfume era super varonil; Pilar quedó gratamente sorprendida y su corazón comenzó a latir a mil por hora.
Por su parte a Jon le pareció magnífico el vestido de Pilar se ceñía en sus caderas y su prominente trasero quedaba expuesto para dar rienda suelta a su imaginación, descubrió que poseía un par de pantorrillas perfectamente bien torneadas, por lo que su respiración se cortó… Estaba completamente guapa y antojable…
Se agolpó en las mentes de ambos el recuerdo del incidente vivido recientemente en la sala de programación y tuvieron que armarse de mucho valor para emprender el camino hacia el auto un Mercedes Benz que Jon había rentado para la ocasión especial…
- ¿Pero hombre, de donde has sacado este auto? ¡Esta hermoso!
- Lo he rentado, no te iba a llevar a una cena con los clientes del consorcio en mi viejo VW.
Sus miradas se encontraron; eran los ojos marrones más hermosos que Pilar había visto; respiraron profundo, Jon le ofreció el brazo para caminar y sellaron su complicidad en esa noche…
(To be Continued)