Cambios 10 y 11 mi versión tercera parte

En este relato Sandra chantajeada por los viejos, se verá incursa en otras maniobras sexuales, en las que sin querer volverá a perder el control de su cuerpo, volviendo a caer en el mundo de la infidelidad, sacando a flote deseos que ella misma desconocía, viéndose en situaciones muy peligrosas exponiendo sin querer su matrimonio y teniendo que tomar decisiones debido a los cambios, que se le van presentando, propios de todo en cuantos le rodean.

Cambios 10 y 11 mi versión tercera parte

Categoría: Hetero: infidelidad

En este relato Sandra chantajeada por los viejos, se verá incursa en otras maniobras sexuales, en las que sin querer volverá a perder el control de su cuerpo, volviendo a caer en el mundo de la infidelidad, sacando a flote deseos que ella misma desconocía, viéndose en situaciones muy peligrosas exponiendo sin querer su matrimonio y teniendo que tomar decisiones debido a los cambios, que se le van presentando, propios de todo en cuantos le rodean.

Al día siguiente Sandra durmió hasta tarde, su marido ya había hecho el desayuno que para ella sería casi el almuerzo, después que se hubo bañado, bajo y lo vio leyendo el periódico en uno de los muebles, se fijó que la colcha que había puesto en el sofá, donde pretendía tapar la evidencia de la candente noche de sexo con 2 de sus obreros, tratando de ser natural, le dio un beso como siempre.

Pero tuvo a recibir una ligera reprimenda de su esposo, inminentemente esto sucedió  debido a que en aquel día Lulú no se quedó con ella cuando fue la principal recomendación culminada a ser necesaria dadas la condiciones que Rodrigo recalco. Sandra tuvo que aceptar su error, porque admitía (no mencionándoselo a Rodrigo) que no realizó lo suficiente respecto a esa encomienda que buscaba su seguridad y había confiado inocentemente en la buena voluntad de los albañiles. Así únicamente  le prometió a Rodrigo que no volvería a pasar, quedando el asunto solamente ahí, como era de esperarse, pues no pelearían por algo tan absurdo. Después le pregunto qué había pasado con el sofá, ella tragando grueso le dijo.

Papi es que deje una taza con leche y cuando la fui a tomar por descuido se me volteo, él le dijo

Leche? Con razón huele tan horrible, habrá que mandar a lavarlo, en la cocina esta tu comida, quieres que te la caliente

Si si papito por favor, roja como un tomate volvió a cubrir la gran mancha que delataba su infidelidad.

Después de comer, su esposo quiso hacer algo por la sala, diciéndole

Mi vida voy a ordenar un poco veo los muebles fuera de su sitio

Es verdad ya te ayudo, comenzaron a centrar todo y cuando el corrió el sofá un poco para atrás, Sandra escandalizada vio que la pantaleta que Fidencio le había destrozado, quedaba al descubierto, rápidamente le dijo a Rodrigo antes que pudiera verla.

Hay papito bello, puedes traer aquel jarrón para ponerlo aquí en la mesita del centro, el hombre voltio inocentemente y fue en busca del jarrón, Sandra rápidamente fue hasta donde estaba su prenda íntima, fijándose que la parte de su entre pierna tenía una mancha reseca. Se la metió en uno de los bolsillos de su pantaloncito, ayudando a su esposo a terminar de traer el jarrón. Avergonzada no se atrevía a ver a su esposo a la cara. Por enésima vez se odiaba, por olvidarse de ese pequeño detalle, aunque en algún momento pensó que uno de los obreros se la había llevado de trofeo, Después de eso el día término sin más novedades.

La mujer por su parte, el día lunes en el que Lulú llego a casa, averiguó la inviable verdad, de que Lulú nunca recibió mensaje alguno, ella sospechó desde el principio esa situación por lo que tampoco fue directa al preguntarle a Lulú, fue a partir de unas indagaciones en las que logro comprobarlo.

Sonrió para sí misma mas no aguardaba coraje, era como una ironía, una situación curiosa y hasta denomino infantil, pero sabiendo que había sobrepasado los límites con ese par de hombres, hasta se sorprendió a si misma por preguntarse por qué Gilberto no había participado con ellos. Comprendió los lineamientos por donde se conducía el relacionarse a partir de ahora con esos hombres y dado que era lo inminente, mantener contacto con ellos, tendría que ser más precavida, más inteligente y manipular sus asuntos con mejores recursos.

Casi logran encontrarse, ellos venían saliendo y ella salía hacia el estudio, fue cuestión de segundos por los que decidió evadirles, no era momento de verles, no podía reclamarles, no tenía excusa porque entonces se delataría. Aún tenía mucho en que pensar, o al menos eso pretendía. Después si no los ha topado, a esos sus curiosos empleados, es por meros y oportunísimos asuntos que ha tratado ya sean en la casa o por su trabajo. De alguna manera y hasta estas alturas, aun con terribles remordimientos, contiene ciertas ansias que más que verlos es una necesidad de interactuar con ellos, por razones muy personales.

Sandra sabia, que era prioritario hablar con Fidencio para que a bien le entregara la memoria de su teléfono, quería acusarlo de robo, pero sabía que él, la iba a chantajear por el contenido de los videos, que hasta dudaba si en verdad había podido gravar algo, pero no podía tomar el riesgo, así que prefería cortar por lo sano.

En su estudio pensaba que varias veces ha tenido que negar, a fuerza de sensatez, que todo que habían muchas cosas fuera de lugar. Pero realmente, termina aceptando, que tal y como se ha comportado paralelamente a las condiciones en las que la han inmiscuido, se ha divertido solo que utilizando su cuerpo, su mente, esa alma sexual a la que se le había privado de estas condiciones y mucho mejor aún, ha sido feliz provocando la felicidad a otros, llenando ese ánimo compasivo y fortuitamente altruista, (aunque ellos siempre lo interpretaran como impúdico y generoso placer). La complacencia suya y ajena, la ha gozado incluso con su esposo. Tan solo quiso eso, excitarlos en cierto nivel de expresión, claro estaba consiente que había perdido una gran batalla aquella noche con esos dos viejos, pero sabía que no todo debía de estar perdido, cosa que aún no tiene idea de lo que significa,  pero que lo ha definido en condiciones de su absuelta conducta, ha denotado el descubrimiento  sentido de lo que alguna vez le mencionaron, jugar con su, sensualidad.

La noche cuando bailo frente a los 2 hombres no había malicia en ella, pero todo se le escapó de las manos, así que no lo podía repetir, incluso le parece que es justo cuando ha empezado a comprender que la mayoría de todos los hombres la desean, aun sabiendo que era prohibida, dado que es una mujer casada. Su alma está ligada y será ligada para siempre a un solo hombre por lo menos sentimentalmente. Es por eso que si juega con su sensualidad, quiso gozar con excitarlos, si tiende a expresarse, era solo para satisfacerse, para brindarles a ellos un poco de ella, de esa parte asequible y que todavía es permitida y con eso lograra hacer y hacerse un bien. Ya lo hacía desde siempre, solo que no era plenamente consciente y ahora que lo es, ha descubierto la sexualidad plena con estos dos obreros, así que para su bien debía ser discreta en su actuar con los hombres.

Todos aquellos se satisfacen a su costa y ella por su parte podrá dar rienda suelta a sus sentidos, a sus sentimientos, malos y poco benévolos, y, por supuesto, solo debía complacer al único hombre que es absoluto dueño de su corazón y su, fogoso cuerpo. Él era el único permitido que podía beber de ese apasionado manantial, pero lo sucedido esa noche con Fidencio y Mario fue algo fortuito que no se iba a volver a presentar, pero debía reconocer que los 2 empleados se habían servido, muy bien de lo que ella misma no sabía que poseía, y ahora era como una diosa desterrada.

Sandra no podía sacarse de la mente y hasta sabía que lo sucedido con los dos viejos un día se iba a repetir, quisiera ella o no, y lo peor también sabía que no serían solo Fidencio y Mario, de alguna manera los otros también iban a querer probarla y ella misma de una manera muy sucia pensó, para la clase de mujer que era, y se preguntó en sus adentros si sería capaz de volverle hacer infiel a su marido, pero con 4 hombres a la vez? Esa era su gran dilema y duda, que pasa si los 4 quisieran disfrutar de su cuerpo en una misma noche? Ya entendía que podía con dos a la vez, pero con 4 como seria eso?. De alguna manera sabía que si eso sucedía mejor sería de uno a uno. Se puso roja como un tomate, cuando sintió que se mojaba entre sus piernas, por sus pensamientos insanos

Volviendo a la realidad espero a que se hiciera la hora del almuerzo, en la que lulú acostumbraba a echar una siesta, ella sabía de sobra donde reposaban los obreros después de almorzar, así que tenía que aprovechar que su marido estaba por salir a comprar unos víveres, por lo que tendría unas 2 horas para poder llegar a un feliz término con los viejos. Ya hasta tenía prevista una buena cantidad de dinero, para que ellos le entregaran la dichosa memoria. Rodrigo se dispuso a salir y al rato llenándose de valor, decidió afrontar su problema. Ella estaba vestida con una falda a mitad de sus piernas, una blusa sin mangas, se quiso cambiar y ponerse unos pantalones pero no hacerlo y no llamar la atención, por el cambio de ropa sin razón.

Así mismo se encamino al patio, vio a los 2 hombres hablando alegremente y estos voltearon cuando  la vieron.

Fidencio por favor puede venir un momento. El hombre viendo a la bella mujer, le dijo algún secreto a su compadre y se levantó de donde estaba.

Dígame patroncita en que puedo servirle.

Sandra tratando de mantener la calma le dijo, Fidencio necesito que me entregue la tarjeta de mi teléfono, allí tengo una información que necesito entregarle a mi marido.

El hombre sabiendo que no poseía la dichosa tarjeta, le dijo

Claro patrona, pero yo la tome prestada porque tengo hay una información, muy importante, jejejejejeje

La chica no supo que responder,  roja como un tomate le dijo

Bu bueno si, si quiere yo le puedo ofrecer esta gran cantidad de dinero, para que por favor me la entregue de inmediato

Sandra le acababa de ofrecer una fuerte suma de dinero, tratando de ablandar al hombre que no pudo esconder su asombro, pero viendo de arriba abajo a la mujer, y sabiendo que no tenía con que negociar, por haber perdido la tarjeta, por lo menos tenía que sacar provecho, de la situación. Con todo el descaro del mundo detallo los turgentes senos de la bella mujer, sus bellas piernas cubiertas por la falda un poco más arriba de sus rodillas, su cabellera, sus labios toda ella irradiaba sensualidad, sin proponérselo.

La mujer turbada, viendo como la veía el viejo, ya quería salir corriendo, pero sabía que debía solucionar su problema, así que le dijo para sacarlo de su ensueño, pensando que el hombre iba a claudicar por la oferta monetaria.

Bien dígame cuando me puede dar mi tarjeta?

Patrona mejor hablamos en privado, pudiera ser hay en la casetica, no queremos que llegue el patrón y me vea aquí sin estar haciendo mi trabajo, allá podemos hablar con calma y fijar, cuando se la puedo entregar

Sandra volteo a ver el cuartico, sabía que no era conveniente, que lulú o su marido la vieran hablando tanto tiempo con el obrero, como también sabía que era un riesgo encerrarse a hablar con Fidencio en ese cuartico, pero tenía que confiar que el viejo no le haría nada, ya que lulú estaba en la casa, y cualquier cosa podía gritar si este se sobrepasaba, además que el sabía que su esposo, estaba haciendo unas compras, así que le dijo

Está bien, pero solo unos minutos, solo quiero que me entregue la tarjeta y darle su dinero. La mujer tenía esperanza de salir lo más pronto de este atolladero, volteo a ver si alguien más podía estar mirando y se fue rumbo a la caseta.

Al darle la espalda Fidencio le hizo toda clase de señas a Mario, que se esperara, que estuviera pendiente si alguien venia, que siguiera trabajando. Sabiendo que estaba a punto de poder cogérsela esa misma tarde.

Sandra caminaba tratando de no mover mucho el culo, sabía que el hombre la debía estar viendo, pero los movimientos de sus nalgas era algo natural, difíciles de controlar. Y en efecto Fidencio iba detrás de su presa, deleitándose de todo lo que podía ver, hasta las pantorrillas de la chica eran comestibles.

Ella misma abrió la puerta, al entrar vio un mesón, con herramientas de trabajo, los bolsos de los hombres, y hasta se alegró pensando que allí pudiera estar, la dichosa tarjeta.

Fidencio cerró la puerta atrás de si, pasando el seguro, cosa que la mujer no se fijó, ella se ubicó en el centro del pequeño cuarto diciéndole.

Bien señor Fidencio por favor deme…. Pero el viejo no la dejo terminar.

Mire patrona, déjeme ser franco, dejémonos de rodeos, la única condición para entregarle lo que tanto le preocupa es que por lo menos me deje tirármela otra vez, pero como yo sé que no va a querer, me conformaría, con una chupadita de, al decir esto se tocó groseramente el bulto que escondía su virilidad

y así podamos llegar a un acuerdo

Queee? coomoo se le ocurre? viejo grosero, yo nunca le haría algo tan sucio.

El viejo mostro una sonrisa irónica diciéndole, como usted diga entonces acepto el dinero, que me ofrece pero póngale 3 ceritos más y cerramos el trato.

Sandra abrió los ojos diciéndole.

Usted realmente está loco, tiene idea de cuánto me está pidiendo? de donde cree que voy a sacar ese dinero??

El viejo utilizando todos sus recursos, le replico.

Bueno patrona usted se lo puede pedir al jefecito, si no sé de varios que pagarían una fortuna, por esos videos y en menos de una semana, todo el pueblo y más allá estarían viendo la mejor película porno, filmada aquí en su propia casa, por mí no hay problemas, ya que muchos me conocen como putañero jajajaja.

La casada se llevó la mano a la boca, diciéndole con lágrimas en los ojos.

No, no cre, creo que haga eso. Usted no puede ser tan malo.

El viejo siendo aún más sínico le dijo

Patrona usted para mí es la princesa más bella que ha pasao por mi vida, uste ta demaciao, guena, como para no querer cogérmela otra vez, si no me la cojo, con el dinero que me den me podre coger a muchas más, aunque no tan guaenas como usted pero ni modo, jejejejejeje

La bella mujer que de momento se sintió alagada pero con lágrimas en los ojos y hasta con rabia, pero se acordaba de cómo se comportó, con ellos sin saber que la estaban grabando, ella misma había visto las fotos en su teléfono, que tenía la capacidad de gravar por más de 6 horas seguidas, con vergüenza tenía que reconocer, que esa noche había perdido el control con los viejos.

Así que viendo que no tenía otro camino, era preferible darle una mamada que entregarse otra vez. Después de pensarlo, roja por la vergüenza le dijo bajando la cara.

Por, por favor, yo, yo la, la ver, verdad que no ser hacer eso, nunca me ha gustado.

El viejo no pudo ocultar una sonrisa por su victoria viendo la aceptación de la mujer, más bella del pueblo que le acababa de asegurar que si le iba a mamar la verga, él sabía que este era solo un paso para después cogérsela, así que tendría que aplicar, todos sus trucos, y pronto la bella mujer, le estaría abriendo las piernas.

Qué bueno mi reina que lleguemos al primer acuerdo

El para tener la excusa de desnudarse, dijo.

Me voy a quitar el pantalón y ponerlo en el piso, para que no se maltrate las rodillas, rápidamente se lo quito, pero también se desabrocho la camisa, la inocente mujer pensó que todo eso no era necesario, pero viendo el piso, se dijo que de esa manera no ensuciaría. Era la primera vez que estaba por hacer, un sexo oral de esa manera, las pocas veces que se lo hacía a su esposo, eran en la cama.

Sandra, con mucha vergüenza se agacho, hasta quedar a la altura del entre piernas del hombre, este se bajó sus interiores, que dejo caer hasta el piso, dejando al descubierto un gran miembro, la casada la miro detallándola, ya que la vez anterior estuvo todo el tiempo dentro de ella. No pudo evitar compararla con la de su esposo, comprobando que si era mucho más grande y gruesa, esta tenía muchas venas, además que le palpitaba, por la evidente excitación del viejo, creyó que su olor seria horrible, pero más bien lo noto agradable.

Fidencio, hecho el cabello de la catira hacia atrás, con una mano se agarró el miembro y con la otra agarro suavemente la nuca de la mujer acercándola a su tranca, no quería forzarla, sabía que pronto la mujer se la estaría mamando por su cuenta, el olor de su tranca normalmente hipnotizaba a las mujeres.

A Sandra no le agradaba la idea de lo que estaba por hacer, pero le llegaron tantas palabras de Melanie y sus amigas que en el fondo sentía curiosidad de meterse en la boca un miembro diferente a la de su esposo,

se acordó que en una de tantas reuniones con sus amigas, tomándose unas copitas, alguien dijo en el grupo que era más excitante cuando se lo mamaban a un extraño, y todas se rieron, ahora hay estaba ella arrodillada frente a un albañil, con una polla que salía de los estándares contados por sus amigas. Así que aguanto la respiración, cerrando los ojos y abriendo la boca todo lo que pudo, comenzó a engullir la gigantesca cabezota. Ella normalmente con su esposo le daba besitos, pero no era el mejor momento para eso.

El hombre se llenó de un gusto sin precedente, tener a la mujer más codiciada del pueblo mamándole la verga no era cualquier cosa, la chica lo lastimo un poco con sus dientes pero el gustazo, de sentir esa boca tan suave y de una chica tan refinada, no tenía precio.   Hasta se lamentó no tener una cámara para inmortalizar el momento.

Sandra hacia un esfuerzo titánico, para poder alojar toda esa cabezota que difícilmente estaba entrando en su boca, su sabor era raro, quería acabar rápido y salir de ese cuarto, no se podía dar el lujo de esperar a que su marido regresara de sus compras.

Fidencio agarro la cabeza de la mujer, para poder meter un poco más su miembro en la boca, ella con sus manos hacía para controlar el ingreso de aquel animal, pero Fidencio fue ganando la batalla y cada vez metía un poco más, la chica con lágrimas por el esfuerzo, logro meter toda la cabezota y el viejo excitado como nunca, babeaba de sentir la suave y caliente cavidad bucal de la infiel mujer.

Afuera Mario trataba de escuchar, para saber que estaba pasando adentro de la caseta, pero solo oía murmullos

Sandra se estaba degustando en su boca, el segundo miembro de su vida, solo que este era más grande, a ella no le gustaba mucho hacer eso, por eso se comenzaba a sentir rara, acordándose de su esposo él siempre le daba a ella buenas secciones de sexo oral, que eran el motivo de la mayoría de sus orgasmos con él, así que ella para corresponderle, una que otra vez también se lo hacía y sabía que le gustaba mucho, y por lo visto al viejo también, así que se iba a esmerar solo para que acabara rápido, aunque la sensación de esa carne en su boca le estaba gustando, y sin explicarse comenzaba a sentir, un calor en su vagina.

Ya Fidencio había logrado meter su verga hasta la garganta de la bella mujer, y comenzaba hacer movimientos de mete y saca en la apretada boca, Sandra hacia el esfuerzo de tomar aire cuando podía, mientras su boca ya producía muchas salivas, que salían por la comisura de sus labios mojando sus piernas, al sentir esto, fue cuando se dio cuenta que su falda se había subido, así que abrió un poco sus piernas para evitar ese desagradable goteo. Su cara era un poema llena de lágrimas, de su rímel, ni se diga, su boca y mandíbula ya se estaban acostumbrando a la salchicha de carne.

Fidencio lleno de una excitación sin límites le dijo

Uuuy mi reinita que bien me mamas la verga, es la boquita más rica, que me estoy cogiendo con mi paloma, así, así, mi zorrita bella siga, que pronto serás adicta a ella.

Sandra si no fuera porque tenía la boca llena, le diría cochino, sádico y demás, aunque en el fondo sin poder creérselo, por primera vez le estaba gustando mamar una verga, sentía su vagina húmeda. Mientras Fidencio en sus mete y saca ya metía con más facilidad su miembro hasta la garganta de su patrona, la bella mujer tenía sus manos en las piernas del hombre frenándolo, haciendo un esfuerzo para respirar, pero un poco más acoplada al miembro del hombre

Fidencio seguía diciendo.

Te ves deliciosa mamándome la verga sabía que eras una zorra, a todas les gusta mi chaparro, veras que pronto serás mi puta, y pedirás a grito que te coja hasta en la calle.

Sandra debería sentirse asqueada por lo que decía el viejo, pero en el fondo le gusto todo lo que acababa de decir, sabía que Melanie disfrutaba mucho del sexo casual, más de una vez se lo había dicho, también que más de una vez se la habían cogido en algún carro, en alguna playa o piscina, una vez hasta en un callejón con un tipo que ni conocía, ella nunca se imaginaba en ninguna situación como esa, pero hasta creía que este podía ser su inicio, ya aquí estaba, mamando una verga que no era la de su esposo, y que le estaba gustando.

Llena de vergüenza, quería decirle que bajara la voz, pero no podía, se volvía a odiar porque sentía humedad en su vagina, lo peor que le estaba comenzando a gustar el sabor del miembro que tenía en la boca, a la de su esposo nunca le gusto, lo hacía para cumplir con el pero a esta, hasta su olor le parecía agradable, y sus salivas tenían brillante al miembro del viejo

Este también se fijó en ese detalle, viendo su obra con orgullo, al paso que iba sabía que no podía aguantar mucho, no quería acabar pero el gusto de la suave cavidad bucal lo tenían loco de placer, ya que Sandra, por toda la carne que tenía en su boca y con la excusa de no tener donde fijar su lengua, comenzó a moverla al rededor del miembro.

La infiel mujer, con la excusa de querer saber que tan mojada estaba, subió la vista para ver hacia donde el viejo tenía su mirada, de momento la tenía viendo al techo, así que ella aprovecho para llevarse una mano a su entre piernas, y pudo comprobar que tenía las pantaletas goteando de sus jugos, de seguro mojando el piso, metió sus dedos en su chorreante sexo y se tocó los labios vaginales, notándolos más abiertos de lo normal cuando se rozó el clítoris, se asombró por lo crecido, que estaba, se lo masajeo un poco, pero le entro un poco de cordura sabiendo que eso no estaba bien, así que saco su mano y se limpió en su pierna, para no manchar la falda. No se fijó que el hombre había detallado todo lo que hizo

Sandra se negaba a reconocer que era la primera vez que se excitaba mamando una verga, no sabía si era por el olor a macho, por la situación, o porque él viejo sabia dominarla, ya que no soltaba su nuca, sin saber que eso ya no era necesario, o tal vez esta le gustaba sencillamente porque no era la de su esposo.

De pronto ella se acordó que le tenía prohibido a su esposo acabarle en la boca, que el sabor del semen nunca le gusto, tenía que buscar la manera, que el viejo no le fuera hacer eso, por sus amigas sabía que esta práctica era el punto máximo para los hombres, mientras El viejo lleno de gozo le seguía diciendo

Eres mejor que cualquier chica barata, tu marido no sabe lo zorra que eres. qué boca tan rica tienes, hasta pensé que no te iba a caber uuuuyyyy que riiicoo me laa mamas, serás mi putaa.

Así, así mámamela bien rico doctorcita bella y cada vez que alguien te abra la boca en tu consultorio, imaginaras que así se ve tu boca con mi herramienta dentro de ella jajajajaja.

Sandra se puso más colorada al imaginar lo que decía el hombre, ya que era común decirles que abrieran bien la boca, y seguía sin entender porque esas palabras, no le caían mal, más bien le gustaba todo lo que escuchaba del viejo

Fidencio viendo a Sandra que se veía como una bella princesa entregada al placer, comenzó a acariciar la cara y cabellera de la bella mujer. Mientras Sandra se esmeraba en acabar con la felación, acompasando sus movimientos con los que Fidencio le hacía a su cabeza, luego este la agarro por los cabello, haciendo 2 especie de colas jalándola como a una yegua, ya que la excitación del afortunado hombre, aumento al ver cuando vio a la casada masturbándose, sabía que las mujeres se tocan la cuca, cuando están disfrutando y buscan su placer, su próximo paso era comerle la cuca, la sabía caliente y rebosante de jugos.

La casada sintió que el miembro en su boca se estaba poniendo más dura, por su marido ya sabía que cuando esto sucedía, era porque ya se iba a correr, ella siempre lograba sacarla a tiempo de su boca, pero el viejo la tenía agarrada muy duro, sintió que se le ponía más gorda, hasta las metidas de polla eran más rápidas y profundas, la pobre mujer hacia más fuerza para sacarse el miembro de la boca, quería gritarle pero solo podía emitir sonidos.

juumm juumm juuuuuumm y de pronto el viejo se la metió hasta la garganta y comenzando a gritar y a soltar toda su lefa, en la garganta de la despeinada mujer.

Aaaauuummm tooomaaa miiii leeeecheeee puuutaaaa riiicaaaa

Los dos primeros chorros fueron directo a su estómago, Sandra logró zafarse el miembro de la boca, pero haciendo que el tercer chorro callera justo entre su ojo y nariz, el cuarto ya sin mucha fuerza callo en su cuello regándose hasta los senos, con esto la soltó y la mujer tocio tratando de vomitar lo que ya se había tragado, pero ya el semen formaba parte del desayuno que había tomado temprano,

La mujer indignada, ya que era la primera vez que tragaba semen, le dijo todavía tosiendo.

Bruuutooo maaal hooombreee como se le ocurre hacer eso tan tan su suciooo. Usted es un depravado.

El viejo recuperándose le dijo,

Uuyy mi putica bella, patroncita su boca es la más rica que me he cogido.

Viéndola con su leche en la cara y senos y Sandra no se lo había quitado tal vez por asco o pena de tocarlo, Fidencio todavía con ganas le dijo agarrándola por un brazo, venga que ahora le toca a usted.

La mujer trato de defenderse, pero esta vez el hombre la jamaqueo con violencia. Ella se sentía rara, con el semen en su cara y senos trataba de limpiarse con un dedo, pero lo que hacía era regárselo, ya que era mucho. Confundida el viejo le dijo.

Quédese quieta y siéntese aquí. La tomo por la cintura y la sentó en el borde  del mesón. Sandra que no entendía que le iba hacer, le dijo para tratar de mediar y de calmarlo.

Fi, Fidencio por, por favor, mire que mi esposo ya debe estar por, por llegar, yo, yo hice lo que me pidió,

Esto lo dijo tratando de fingir la mejor de sus sonrisas.

Pero el viejo no la escuchaba, forcejeando metió su mano hasta tocar el sexo de la mujer sintiendo la baba de su húmeda, guau que tenemos aquí? Sabía que le iba a gustar mamarme la verga, esto te delata mi zorrita bella.

No no es lo que usted  cree, yo yo no ve que me,…. sin dejar que terminara su discurso le dijo

Ujuuuummm no me mientas ricura, conozco estos jugos

Sin pensarlo de un tirón jalo y rompió sus pantaletas,

Sandra grito

Nooooo queee hiiizooo!

Fidencio tomo los tobillos de la mujer, subiendo sus pies, haciendo que sus rodillas, quedaran a la altura de sus hombros, y por el impulso su espalda pego en la pared detrás de ella y su jugosa vagina quedo expuesta al igual que su ano, viendo ese banquete, se agacho y metió su cara entre las piernas de la mujer, Sandra quiso detenerlo pero no pudo y al sentir la áspera lengua del viejo no pudo contener un gemido de sorpresa o de gusto.

aaaggguummmm,  fiiiideeeenciiiiioooo noooooo queeeeee haaaaceeee?  noooo nooo, Quiteeeee  su, su, cia, bocaaaa de haaaaaayyy.

El hombre no la escuchaba, comenzó a mamar, besar y a chupar la jugosa cuquita, al igual que su ano, loco de excitación. La vagina de la infiel mujer, seguían traicionando sus principios ya que no dejaba de emanar jugos, que el hombre tragaba, con vehemencia,

Sandra, se encontraba otra vez en problemas, un viejo tenía la boca en su lugar más sensible, ya que ella cuando quería disfrutar de una buena sección de sexo, se la ofrecía a su esposo, y solo el hacía que tuviera sus orgasmos, pero ahora uno de sus empleados le estaba comiendo el fruto que hasta la fecha solo él se comía. Y Sandra nunca practico esto que era muy común en la universidad.

Fidencio que había enrollado la falda de la chica hasta su cintura, y descubiertos su senos, cuando bajo la blusa y sostén, así que toda su ropa estaba enrollada en su cintura, la chica tenía las piernas, abiertas como una ve, mientras el viejo se comía el sexo de la delicada mujer, ella sabiendo que si el hombre lograba encender su pasión, sería difícil controlar su cuerpo, y la lengua del viejo ya comenzaban a dar los resultados esperados, él sabía que ninguna mujer por santa que fuera, no se podía resistir a un buen sexo oral, esto era lo que hasta la fecha no le había hecho a la odontóloga.

Después del primer minuto, en otro momento de locura, la infiel mujer excitada por el excelente trabajo del hombre, decidió entregarse por completo, mas sabiendo que su marido tardaría un poco más con sus compras esto en vez de preocuparla la lleno otra vez de un extraño morbo, viéndose en la posibilidad de ser pillada por él, dejo a su vagina disfrutar por la experta boca del maduro.

Apretó con sus bien torneadas piernas la cabeza del afortunado viejo, con sus manos empujo su nuca apretándolo contra su sexo, gimiendo en silencio, sacaba su lengua y en otras, se mordía los labios entregada al placer. Sandra desatada por completo le decía al viejo.

Aassiii queee riiicooo meee laaa coomeees, siiigueee, siiigueeee, daaaleee aasiii riicoo, queee ees, tuuyaaa.

Sus palabras llenaron de mas bríos al hombre, comenzó a mover su lengua, muy rápido, como la cola, de una serpiente, el clítoris de la casada erecto como un pene en miniatura, rebotaba por el loco movimiento de la lengua, Sandra que no cabía del gusto, comenzó a bramar, poseída del gustazo, diciendo loqueras

Uuurrrrmmm fiiideeennciiiiooo eeestooo looo tiiiienneees que eee reeepeeetirrr

Después de cinco largos minutos en los que Fidencio se sacio de comerse y de gozar de la rica cuca, succionando el clítoris, mordisquear y jalar sus labios vaginales, se despegó de ella, con la cara pegoteada de las ricas babas de la excitada mujer, que estaba a punto del orgasmo, el ahora solo pensaba en cogérsela, ya que sabía, que su compadre estaba afuera, esperando su turno, se levantó con su potente paloma recuperada por completo, Sandra que de momento no entendió, porque se había despegado de ella, estuvo a punto de reclamarle, abrió sus ojos extrañada, y miro al viejo que tenía una sonrisa sádica, enseguida supo sus intenciones, su excitación era tal, que no le importaba que su marido llegara y la pillara en aquella caseta, así que abrió sus piernas, esperando lo que era evidente.

Entregada al momento, miro con asombro el gran miembro que se gastaba el viejo, también asombrada por su rápida recuperación. Este se la acomodo en la entrada de la vagina, Sandra estaba muy excitada, de una manera espontánea  por primera vez tuteo a un hombre,

Por, por favor se cuidadoso, no me la metas tan duro, la tienes muy grande.

Fidencio orgulloso del dominio sobre la casada, estaba en lo suyo, como una brocha paseaba su miembro en los labios vulvales de la divina mujer, que sufriendo, queriendo sentirla dentro de ella, ya que la tenia, goteando y abierta, puso la otra mano detrás de sus ricas nalgas, para atraerla hacia él, por sus piernas no había problemas ya que la infiel mujer las tenía abiertas por su cuenta.

Antes de metérsela el viejo se acercó, buscando su boca para besarla, ella quiso corresponder al beso, pero al sentir como entraba la dura estaca de carne en su vagina, hecho su cabeza hacia atrás, gimiendo de gusto.

aaaaaaaauuuuuummmmmmggggggggg queeeeeeee graaaaaaanndeeeeee y goooooordaaaaa eeees, guuuuuuuuuaaaaaaaóoooooooo coooomooo me lleeeenaaaas.

Fidencio se la metió todo lo suave que pudo, para que ella gozara de la penetración.

La vagina de Sandra que no era la primera vez en sentir el gran falo de carne, la recibió con un poco de dificulta pero sin dolor.

El hombre sabia como metérsela para que la fémina se sintiera complacida y otra vez lo estaba logrando, la infiel mujer se mordió los labios, disfrutando de la cogida, suspiro cuando por fin sintió los testículos del hombre tocando, sus labios vaginales, el viejo se la saco y metió muy rico varias veces, haciéndola sufrir de gozo, Sandra clavo los talones, en las nalgas de su amante, ya que deseaba sentirla toda adentro, su propia maniobra le dolió un poco pero igual no lo soltó, aprovechando este de besar la boca abierta de la bella catira.

Con esto los dos comenzaron un lento mete y saca, pero al rato sus movimientos ya eran frenéticos, sus sexos comenzaron a chocar fuertemente, sonaban como cuando una pelota pega de un piso mojado, Fidencio atraía hacia el las caderas de la mujer y ella con sus brazos rodeaba su cuello correspondiendo con pasión el beso que este le estaba dando.

Era increíble como Sandra se movía con soltura, su vagina se adaptó rápidamente al gran miembro del hombre, al que hace unos días veía imposible que le pudiera entrar, su excitación y deseos de ser cogida por un verdadero macho, la hacían olvidar su juramento, cuando se casó vestida de blanco, en presencia de sus familiares y amigos, que jamás se imaginarían verla, casi desnuda, manteniendo relaciones sexuales con un albañil, que bien podría ser su padre, verla gemir, pegar sus senos y mover sus caderas disfrutando con un viejo que estaba lejos de pertenecer a su círculo social, hasta la propia Melanie sentiría envidia de ella o le daría un diploma por haber seguido sus consejos.

Sandra con sus deseos de disfrutar del sexo reprimido y prohibido rompía todas sus barreras de moralidad. La infiel mujer por ahora no tenía frenos, ya que Fidencio hace rato la había dejado al borde del orgasmo, con la mejor mamada de cuca, que le habían dado en su vida, su marido no llegaba a la mitad de las sensaciones que acababa de darle el hombre, que si por ella fuera, dejaría que se comiera su vagina, todas las noches.

Fidencio le decía al oído, buscando excitarla más de lo que ya estaba.

Vio doctora Lujan, sabía que sería mi puta de lujo, esta verga será tuya las veces que quieras, serás mi mujer, mi zorra particular y quiero verte con faldas cortas, no me interesa que estés con el cabron de tu marido, y cuando te pida tus pantaletas te las quitaras y me las darás, eres el caramelo más rico y delicioso, donde he metido mi paloma, te quiero coger en la piscina, cuando tu marido este trabajando o en su cuarto, dime que si harás todo eso por mí.

Sandra estaba tan excitada que no le importo las groserías que el viejo decía, al igual lo que pedía y sin saber por qué le respondió.

Si, si papito haré lo que quieras, pero quiero que me vuelvan a coger entre los dos.

Con esto aumento el deseo del hombre, que seguía metiendo y sacando su miembro, aprovechando toda su longitud en la caliente cueva de la casada

La chica no sabía lo que acababa de decir, sus palabras podrían comprometerla de una manera tal que no tendría como explicarle a su marido, si este se llegara a enterar, de sus encuentros con los viejos.

Pensando en lo que pedía Fidencio, ella siempre quiso saber que se sentiría andar en la calle con faldas diminutas, solo las llego a usar cuando era muy joven, en algún evento del colegio, más de una vez le toco regresar a su casa con esa indumentaria, claro del colegio al carro de sus padres, de grande nunca las uso, por sus sanas costumbres, aunque conservaba una, producto de un regalo que le hicieron el día de su despedida de soltera. con estos pensamientos sus movimientos de caderas se acompasaron a los de su amante, haciendo que el mesón pegara de la pared, ocasionando unos golpes secos, que llegaron a los oídos de Mario, como un lobo esperaba su turno, impaciente, que no fuera a llegar el marido de la mujer.

El viejo seguía soplándole a la oreja y esto la tenía loca de placer, ella misma continúo diciéndole.

Eres un viejo sucio, no me respetas sabiendo que soy una mujer casada y tampoco respetas a mi marido que te contrato, aprovechándote de su mujer, yo que te di mi confianza, ahora me tienes sobre este mesón, metiéndome tu dura cosa de carne, y que me vuelven loca, viejo depravado. Con esas palabras que de alguna manera la excitaban, volvió a besar a su amante, metiéndole su lengua hasta donde podía, Fidencio le correspondió casi de manera salvaje, sabiéndose casi dueño de una mujer tan exuberante y delicada como Sandra, pero con la idea que tenía que convertirla en una puta, su puta de lujo.

En ese momento Fidencio era dichoso entre muchos hombres, por segunda vez se estaba cogiendo a la mujer más bella y  deseada del pueblo, con una piel suave igual a la de una niña, con un cuerpo, que no se hubiera imaginado en su mejor fantasía, y disfrutando de los cambios que estaba sufriendo la delicada catira.

Los dos amantes estuvieron con un frenético mete y saca, gimiendo en silencio por más de 15 minutos, los jugos de la mujer salían de su vagina, mojando el mesón, estos eran adsorbidos por la madera.

Sandra contenía su orgasmos ya que quería alargar lo más posible la infiel cúpula, sus torneadas piernas se veían espectaculares abrazando la cintura del horrible viejo, que hasta expedía un fuerte sudor, pero a la casada no le importaba, ya que solo le interesaba el placer que el viejo le estaba dando, besaba su boca sin importar su higiene, Sandra otra vez era irreconocible ni por ella misma.

Los dos gemían al chocar sus sexos, sus bocas no los dejaban pronunciar palabras. A Sandra de repente le llegaban destellos de cordura, sabía que todo estaba mal de su parte, que esto no debía estar sucediendo, ya había tenido sexo con los dos obreros, sabiéndose que era una mujer casada, amaba a su esposo, hasta hace poco el único hombre, de su vida y ahora por segunda vez le estaba siendo infiel, en un cuartucho dentro de su casa, con un viejo, que fácilmente podría ser su padre, pero que le estaba dando el mejor sexo de su vida, solo con esto seguía moviendo sus cadera con la misma intensidad del macho de turno. Tal era lo bien que la estaba pasando que si no fuera por lulú se llevaría al hombre, al mismo sofá donde hace unos días este le hizo el amor.

El placer que estaba sintiendo era tal que sus pensamientos de moralidad y buenas costumbres eran arropados por un alto grado de morbosidad, por estar gozando en su propia casa en la ausencia de su esposo. Y sin poder evitarlo cuando Fidencio no la estaba besando, su lengua salía,  al sentirse tan llena de la carne del macho que seguía penetrándola, con furia, movía sus caderas, a la misma velocidad, su placer,  era mayor que todas las barreras, impuestas por la sociedad.

Siguieron hasta que Sandra no pudo seguir conteniendo su orgasmo, comenzó a sentir las contracciones de su vagina, que desde hace rato apretaban la potente macana de su macho.

La chica exploto en un rico orgasmo, que la hiso gemir sensualmente, al oído de Fidencio.

UÚUUUUUUUMMMMMMGGGĢGGGGGGG AAAAAGGGGG QUEEEEEEE RIIIIIIICOOOOOOO, FIIIIDEEEENCIIIIIOOOO QUE SAAAAAAABROOOOOOSOOOO MEEEEE COOOOOOGEEEEEEEESSS.

Esta vez no grito tan fuerte consciente que la podían oír Mario o lulú, la sensualidad con la que Sandra movía sus caderas, sus senos y sus piernas fueron mucho para Fidencio y sus eyaculaciones no se quedaron atrás. Los dos casi sincronizados se estaban corriendo juntos, aumentando el placer y gozo de ambos.

El hombre quiso gritar pero la mujer, prefirió callarle la boca con un apasionado beso con lengua, el miembro de Fidencio creció para darle paso al semen, que comenzó a ser disparado a toda velocidad, hasta chocar contra el útero de la infiel mujer, potentes chorros, chocaron contra el fondo de la vagina de la casada.

Fidencio también consiente donde estaba contuvo sus gritos, ya que lulú o cualquiera que pasara por la calle del frente, podría escucharlo y eso tumbaría otra oportunidad de poder cogerse a la mujer de su patrón.

Dijo de una manera muy quedita

Aaaaaauuuu siiiiii miiiii puuuutaaaa riiiiicaaaa, siiiiennnteee coooomoooo teeeee lleeeeenoooo deeee leeeeecheeeee

Apretando los dientes y disfrutando como llenaba la cuca de la mujer con su semen, y orgulloso de poder complacerla, asegurando con esto nuevos encuentros, mientras que Sandra Se soltaba de su beso y Gimiendo en su oído.

AAAAAAAAAUUUUUMMMMMM AAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGGGGGGG  QUEEEEEEEEE RIIIIIIIIIIIIIIIICOOOOOOOO, fideeeenciiioooooo que riccccoooooooo siiiiieeeentooooo tuuuuu leeeeecheeeee meeeeee queee maaaaaas poooooor deeeeenntroooooo.. AGGGGUUUUUMMMMMMMAAAAAAAMMMMM uuuuuuuuffffff

Después del mutuo orgasmo, llego la calma, la macana del hombre fue perdiendo dureza, sandra  se seguía moviendo, de atrás para adelante, besando el cuello del dichoso viejo, aún seguía teniendo la rica sensación de su orgasmo.

El viejo le dijo patroncita dígame que si vamos a repetir.

La infiel mujer que por fin se acordó de su marido le dijo, no se Fidencio pórtese bien y creo que si podremos repetir, después hasta echando bromas, le dijo

Ya, ya viejo macanuo, jijijiji mejor salgamos de aquí, mi marido debe estar por llegar, el hombre trato de darle unos besos a la mujer, ella acepto uno y después le dijo, ya Fidencio vístase rápido, este por fin se despegó de la mujer y su macanota salió brillante por los jugos de la bella mujer y de su semen, que también comenzaron a salir copiosamente de su vagina.

Sandra era un desastre, con semen reseco en su cara, su falda y blusa por la cintura, mientras seguía  goteando semen de su vagina, se bajó como pudo del mesón, mientras Fidencio se terminaba de subir sus pantalones, salió de la caseta, Sandra de espalda a la puerta veía su segunda pantaletas destrozada y sucia en el piso, vio que no tenía caso recogerla, mientras se arreglaba su ropa, no se fijó que detrás de ella estaba Mario, desnudándose por completo, pero algo le advirtió y la chica voltio rápidamente, se asustó cuando vio a Mario desnudo con su descomunal miembro, Sandra que había tenido una buena sección de sexo con Fidencio, no se le ocurrió que también tenía que pactar con Mario, por el mismo asunto de la tarjeta, solo vio cuando este se dirigía a ella a toda prisa, no le dio tiempo de tratar de escapar, así que grito.

Maaariooo queee haaacee aquiii?

Que cree patrona? Que es mi turno.

Y uusteed queee cree? quee soy una de sus putas? que se cogen cuando quieren?

Claro que eres una puta, acaso no crees que escuche tus gemidos. así que ahora me toca a mí cogerte zorra.

A todas estas el viejo agarro a la mujer que pataleaba, la monto otra vez en el mismo mesón húmedo por sus jugos y el semen, Sandra sintió el caldo aún caliente en sus nalgas, Mario le puso las ropa donde Fidencio se las había enrollado hace rato, menos sus sostenes que se los saco de un tirón, haciendo que sus grandes tetas se bambolearan de lado a lado.

No nooo quee hiiizooo, déjemeeee viejooo asquerosoooo, quiteemee, sus manos, sueltemeeee

El hombre sin escucharla repitió lo de Fidencio, la agarro por los tobillos subiendo sus piernas, hubiera querido darle una buena mamada de cuca, pero se la vio un poco abierta y goteando semen, con fuerza levanto más sus piernas, haciendo que la espalda de la mujer pegara de la pared atrás de ella. De esta manera tenía a su disposición los dos agujeros de la escultural mujer, de la vagina aun escurría unas gotas de la leche de su compadre, que corrían rumbo a su abertura anal, la chica se asustó cuando vio a donde el viejo tenía su mirada, y no era a su vagina.

Noo noo dejeeemeee bruuutooo queee vaaa haaaceeeer.

Mario loco solo tenía ganas de coger, se escupió su mano varias veces echando su saliva en el ano de la exquisita mujer, metiéndole un dedo, 2 y después 3

Sandra sabiendo sus intenciones le grito..

Nooo maaariooo noo see leee ooocuuuurraaaa.

Pero en ese preciso momento la casada escucho, la corneta del carro de su esposo, y el portón haciendo el ruido característico cuando comenzaba a subir, la chica asustada le dijo bajando la vos.

Ma ma mariooo no noo por por fa favor mi mi maridoo acaba de lle, llegar,

Pero Mario estaba muy excitado después de escuchar como hace unos minutos, su compadre, golpeaba la cuca de la mujer, que con sus embistes casi tumba la pared, por nada del mundo, iba a dejar de cogerse a la mujer más divina y sabrosa del pueblo, no le importaba que su esposo estuviese llegando en ese momento,

Sin más apunto su gran miembro al ano de la pobre mujer, con los tobillos en sus hombros, comenzó a entrar en el culo de la casada, mientras afuera, se escuchaba como su esposo, apagaba el motor del carro al lado de la casetica, donde estaban a punto de agasajarse a su esposa, Rodrigo saludo a Fidencio, preguntándole por su mujer

Has visto a mi esposa

Y Mario ya estaba coronando el cerrado culo de Sandra, ella para evitar gritar ante lo que ya era inevitable, se tapó la boca con sus manos, al sentir que el viejo comenzaba a profanar su entrada anal, entrando, con dificultad, cuando entro la cabeza Sandra no pudo contener un gemido

Uuuuummmmgggffff nooooooo, que su esposo no escucho, porque en ese momento cerraba la puerta del carro, y Fidencio le respondía

No la verdad que hoy no la he visto patroncito.

Mario consiente de la situación le dijo en baja vos,

Patrona grite todo lo que quiera, no me importa que hoy el jefe se entere que usted es mi putaaa.

Sandra enojada, lo miraba, sin poder hacer nada, el viejo de una manera sádica, continuo empujando su gran macana, mientras afuera Fidencio ayudaba a su jefe a sacar las compras del carro y lulú se acercaba con un carrito previsto para eso

Para la desafortunada mujer todo no podía ser peor, solo una pared la separaban de Fidencio, lulú y su esposo, mientras Mario metía otra porción de su macana en el apretado culo de la casada, Sandra con lágrimas en los ojos, tuvo que soportar en silencio la penetrada del viejo, apretando sus manos contra su boca, que de no haber sido por eso, su grito hubiera sido tan desgarrador cuando la primera vez que Fidencio se lo metió por esa misma vía, pero Mario sin compasión siguió su avance y el dolor fue mucho para la bella mujer.

Uuuuuuuummmmmm yaaaaaa nooooo sigaaaaaa, esta vez los de afuera escucharon un quejido inteligible, dentro del cuartico, Fidencio sabía perfectamente que estaba sucediendo dentro de la caseta, así que para disimular dijo.

Creo que por ahí escuche a un perro quejándose, lulú dijo cual perro?

No se mujer ayudemos al patrón a sacar todo esto, Sandra escuchando la conversación, trato de no quejarse  nuevamente, mientras los 3 seguían sacando el mercado del carro, y adentro Mario terminaba de entrar en el apretado culo de la mujer.

Sandra haciendo el mayor esfuerzo del mundo, tapaba su boca y nariz para soportar el miembro más grande que jamás había entrado en su culo, y hasta agradeció que Mario ya se la había metido días atrás, se calmó  al sentir por fin los testículos del viejo en sus nalgas, con eso ya estaba toda adentro, afuera escuchaba las risas de los 3 por algo que decía Fidencio, Sandra no entendía por qué tardaban tanto en sacar todo del carro.

Mario le dijo al oído, te gusta mi paloma cosita Rica? dígame que sí, de otro modo se la saco y se la meto con violencia, Sandra abrió sus ojos con lágrimas por el dolor e impotencia, como una niña castigada se quitó las manos de la boca, hablando con la vos más baja que pudo.

Si si cla claro que, que me gusta, ya, ya sabes qué, que si me gusta, lo agarro por el cuello para atraerlo hacia ella, y le dio un beso de lengua para que este no siguiera hablando.

Mario correspondió el beso con toda la pasión que pudo, pero dejo su boca y cínicamente comenzó a besar sus senos,  mordisqueando sus pezones, Sandra quiso rechazarlo pero se sintió excitada a pesar del gran peligro que corría, afuera el trio seguía con sus pláticas, Sandra no veía el momento para que terminaran de llevarse el dichoso mercado a la casa, Mario gozando del momento, saco y metió su macana 2 o 3 veces, y Sandra se quejó ahora de un placer contenido, la situación de repente no la veía, tan peligrosa, más bien la comenzó a ver muy morbosa, ya que no se podía negar que le gustaba la macana del viejo, no pensó que su marido podía entrar, viendo a un viejo completamente desnudo, y ella con las tetas afuera, con su falda y blusa enrolladas en su cintura, con sus bellas piernas en el pecho del hombre y con 30 centímetros de polla metida en su culo, el cuadro no podía dejar de ser muy erótico, y además que cuando este entro en la caseta dejo media abierta la puerta, ósea cualquiera que llegara con un simple empujón podía entrar. Mario comenzó a entrar y salir del rico culo y Sandra gemía calladita del gozo que comenzaba a disfrutar

Uuuuummmmggg, uuuummmmggg, uuuuummmmggggfff

De ahí en adelante Mario comenzó un mete y saca suave en el apretado culo de su jefa, Sandra respiraba por la nariz, se tuvo que soltar del viejo recostando su espalda de la pared, ya que a pesar de estar siendo, forzada según como se viera la situación, le gustaba como se la estaban cogiendo, pero igual , se tapaba la boca para que no se le fuera a escapar algún gemido, ella no se conocía a sí misma, ya que hace rato disfruto mamándole la pija a un viejo tragándose toda su leche, casi tuvo un orgasmo cuando este se sacio comiéndose su vagina, luego disfruto como una loca, cuando se la metió en la vagina, y ahora estaba disfrutando mientras otro viejo se la estaba cogiendo por el culo, y para colmo con su marido, afuera echando chistes, como si nada, que si no fuera por una pared, su esposo pudiera tocar su espalda, ya que escuchaba su voz  justo detrás de ella.

Por fin la infiel mujer escucho cuando su marido y lulú se alejaban con el carrito, cuando estuvieron lejos, Fidencio le dijo, del otro lado de la pared,

Compi no sea tan escandaloso casi los descubren,

Los amantes lo escucharon con claridad, ya que la casetica tenía unos bloques con huecos para ventilación en su parte más alta. La mujer respiro aliviada, sabiendo que su marido ya se había ido, Mario comenzó a chupar los pezones de la mujer, Sandra se quejó, tratando de disimular que estaba muy excitada, por la situación que la llenaba de un extraño morbo pero, no quería reconocer que le gustaba sentirse empalada por la macana de Mario, el dolor ya era soportable a pesar de estar en esa posición un poco incómoda, era la primera vez que se la cogían por el culo, estando sentada, sentía rico cuando Mario entraba, completo dentro de su culo, del dolor quedaba solo la sensación de llenura, no comprendía porque sentía tanto gusto ser cogida por el culo, cuando se supone que todas las terminaciones sexuales estaban en la vagina, se sentía tan bien que comenzó a disfrutar de la cogida que Mario le estaba dando, y de nuevo el mesón volvía a pegar contra la pared, pum, pum, pum, es lo que se escuchaba desde afuera, Sandra con la lengüita afuera disfrutaba como una gatica.

Afuera Fidencio hacía que trabajaba y vio venir al esposo de Sandra, pero no le dio tiempo de avisarles,

Fidencio pensé que mi mujer estaba arriba pero no la veo y lulú dice que tampoco la ha visto,.

Cónchale patrón la verdad que no tengo ni idea, mientras continuaba el, pum, pum, pum, contra la pared

Que es ese ruido?

Ah es Mario tratando de arreglar el mesón jejejeje, adentro los 2 amantes, no habían escuchado a Rodrigo

El esposo de la infiel mujer le pregunto a Fidencio,

Cómo va el trabajo?

Mientras continuaba el, pum, pum, pum, contra la pared

A Fidencio no le quedó otra que continuar la conversación con su jefe, que en vez de darle corte el golpeteo contra la pared, le dio un gran morbo.

Sandra que volvió a recibir un beso del afortunado viejo presto atención a las voces afuera, distinguiendo la de su esposo, que justo en ese momento se acercaba a la pared para tratar de entender el golpeteo, increíblemente la distancia entre el y la pareja de amantes era menos de medio metro, solo la pared los separaba, si el marido buscara un banquito fácil pudiera ver como se estaban cogiendo a su mujer por el culo uno de sus obreros y de haber detallado sentiría el olor a los jugos de su mujer que impregnaban el cuerpo de Fidencio.

Adentro Sandra trato de detener a Mario, al escuchar tan cerca la vos de su esposo, haciéndole señas para que guardara silencio, el viejo escucho como afuera los 2 hombres hablaban de cualquier cosa, pero no les hizo caso, más bien comenzó a morder y chupar los pezones de la sensual mujer, volviendo a meter y sacar con lentitud su gran miembro en el ya adaptado culo de la infiel mujer, Sandra volvió casi a suplicar para que se detuviera, mientras escuchaba que Fidencio decía algo cómico haciendo reír a su esposo, la pobre mujer se mordía los labios por el placer que Mario le estaba haciendo sentir, aunque hizo sus penetradas más suaves para no seguir golpeando la pared, esperando a que se fuera el esposo de la mujer, la situación no podía ser más dramática, a pesar de lo excitada que estaba, más lo morboso de la situación.

Su esposo apoyado en la pared donde ella del otro lado tenia apoyada su espalda, con uno de sus empleados, chupando sus pezones, con su gran polla metida en el culo y ella gozando en silencio

Pero Sandra estaba un poco incomoda al igual que Mario así que se lo saco poco a poco del culo, y Sandra sintió un gran alivio, pero al bajar la vista, se fijó que Mario estaba apuntando a su vagina, quiso reclamarle, ya que no lo vio higiénico, pero ya era tarde, Mario se la comenzó a meter con lentitud haciendo, gozar a la mujer, Sandra sintiendo un gran goce por la penetración, quería gritar de gusto, pero debió taparse otra vez la boca, y para acabar con su tormento, coloco sus bellas piernas, en las nalgas del viejo para que este terminara de entrar, tal cual como lo hizo con Fidencio. Mario se quejó de gusto y ella también se quejó porque se sintió llena de polla

uuuummm paatro…la mujer no lo dejo terminar, volvió a besarlo, tratando de callar al viejo y ella ahogar sus gemidos así que los dos se unieron en un uuuuuummmmmmfffff, con tanta suerte que Rodrigo no los escucho por que se reía de algún chiste de Fidencio..

Los dos amantes, comenzaron el vaivén típico de una buena cogida, Sandra no podía controlar su excitación, casi de una manera enfermiza, al escuchar la vos de su marido justo detrás de ella, la seguían llenando de un extraño morbo, se besaba sensualmente con el viejo,  mordisqueando sus labios y lengua, cosa que solo había hecho con su marido, mientras Mario entraba y salía de la caliente vagina que gozaba de la segunda polla en ese cuartico

Rodrigo sin saberlo tenía su mano apoyada, en la pared, que de no ser por esta pudiera tocar a su esposa, que a todas estas se preguntaba dónde estaría, pero como le tenía plena confianza, jamás se le ocurriría pensar algo malo de ella y menos que uno de sus obreros se la pudiera estar cogiendo, justo detrás de él, así que seguía  echando chistes con el otro que ya se la había cogido, que si lo detallaba podría sentir el olor al sexo de su mujer.

Mientras Mario atrás de él, tenía a su mujer clavada con su gran polla y le decía al oído.

Patroncita sabía que eras una putica refinada, su cuquita es la más caliente, apretada y jugosa que me he cogido, se ve que gozas, sabiendo que el cabron de tu maridito esta justo detrás de ti, eres una zorrita muy picara.

Sandra en vez de ofenderse por sus palabras, estaba cada vez más excitada, pero consiente de la cercanía de su esposo, lo seguía besando para evitar que siguiera hablando, y Mario gozando de la mujer se comenzó a mover con más fuerza, ella ya sin poder controlar sus cadera, se comenzó a mover peligrosamente a su mismo ritmo que su amante

Comenzando otra vez el, pum, pum, pum, contra la pared, el ruido no pasó desapercibido a los 2 hombres que estaban afuera, y Rodrigo echando broma dijo

Ya comenzó otra vez Mario con el mesón, suena igual a una cama pegando de la pared, jajajaja

Fidencio entendiendo el chiste, también se rio muy fuerte, la pareja adentro escucharon las risas, Sandra trataba de detener a Mario con la poca vergüenza que aún le quedaba, pero este escuchando que afuera los hombres seguían hablando de los ruidos del mesón, se envalentono, continuando con su mete y saca pero con más pasión, Sandra no podía detener al viejo, que con sus metidas de polla volvieron a excitarla, y más caliente que nunca, además que le llegaba la misma sensación de morbo, al saber que tenía a su esposo detrás de ella, así que entregándose a la pasión del amante de turno, no le importo el choque del mesón contra la pared y decidió gozar de la cogida, hasta se comenzó a quejar un poco más fuerte.

Juuuummm, juuuuumm, juuuuuummmm, cada vez que Mario tocaba el fondo de su útero, su vagina era una fuente con sus jugos y Mario seguía chupando sus pezones cada vez que podía, Sandra inevitablemente estaba llegando al punto de no retorno y Mario excitado por la situación tan morbosa iba por el mismo camino.

Con la suerte para los dos, que lulú salió de la casa con el teléfono de su jefe, diciéndole

Patrón, patroncito, tome su teléfono mire que está repicando.

El hombre atendiendo el llamado de la chica, fue rumbo a ella, pero cuando paso frente a la caseta estuvo tentado a entrar, al ver la puerta entre abierta, solo para saber que estaba haciendo Mario con el mesón, pero prefirió atender la llamada.

Y justo cuando la atendía su esposa exploto en un violento orgasmo a solo unos metros de él.

Pero sabiendo el peligro, no grito tan fuerte.

Uuuuuummmmmmfffff maaaariiiiiioooooo siiiiiii siiiiii queeeee riiiiiiiiicoooooooo meeee cooogeeees

Los músculos de su vagina se contraían con unos fuertes e inevitables espasmos, al rededor del miembro que estaba dentro de ella.

La infiel esposa otra vez perdía el control de su cuerpo y sentidos, nada podía detenerla, su cuerpo convulsionaba como poseída, mientras su marido que es de las personas que caminan en todas las direcciones, cuando hablan por teléfono, algunas veces se acercaba peligrosamente a la caseta, pero por estar hablando y escuchando a su interlocutor, no prestaba atención a los gemidos que su esposa emitía por el orgasmo con uno de sus obreros.

Mario no aguanto, tanta excitación ya que la infiel mujer apretaba los músculos de su vagina, muy fuerte contra su miembro, más que la última vez que se la cogió, por lo que no pudo contener su eyaculación, sintió como su semen comenzó a viajar desde sus testículos rumbo al útero de la mujer, su miembro se esponjo y comenzó a expulsar todo un torrente de caliente semen, llenando la vagina de la exquisita mujer, pero este no pudo contener su grito de gusto.

Uuuyyyy tuuuuu cuuuucaaaa meeee eeeeestaaa chuuuuupaaandoooo, MIIIII, LEEEECHEEEE EEEES TOOOODAAAA tUUUUUYAAAAA, miii zoooorriiitaaa ríiiicaaa

Rodrigo escucho unos gritos que no entendió, mientras seguía pegado a su teléfono, voltio a ver a Fidencio, y le hizo señas preguntándole que pasaba en la caseta, Fidencio excitado otra vez, solo le hizo señas de que no pasaba nada, el dueño de la casa se tranquilizó y siguió como si nada.

Mientras adentro el viejo depositaba su semilla en lo más profundo de la excitada mujer, que prolongando su orgasmo, le pregunto entre dientes.

MAAAAARIIIIIOOOOO DEEE DOOOONDEEEE SAAAACAAAA TAAAAANNTAAAAA LEEEECHEEEEEEE?

Sandra sentía su corrida, diferente a la de su esposo, tal vez porque los chorros de este no llegaban a las paredes de su útero, y la leche de los viejos más bien entraban directo a su matriz, la sensación del choque de sus corridas la volvían loca, deseando que estas fueran eternas, por eso sus orgasmo se prolongaban, al sentir esa lefa caliente dentro de ella.

Después de algún tiempo la vagina de Sandra seguía pulsando y Mario perdía un poco de fuerza, y justo en ese momento escucho afuera la vos de su marido, que acababa de terminar su llamada.

Que le paso a Mario se habrá golpeado, será que entramos a ver?

Me imagino patrón pero no creo que haya sido nada malo y no se preocupe por él.

Adentro la mujer, todavía enfundaba la caliente polla del viejo, puso uno de sus dedos en su boca en señal de silencio, uniéndose a la boca del viejo. Hablándole con la vos más suave, que podía

Por fi, mariosito, ya ya está bien por ahora sí?

El viejo la, beso intensamente metiéndole la lengua tan profunda como pudo y ella le correspondió de igual manera al intenso beso.

Pero dígame cuando podremos repetir?

Los dos susurraban mientras afuera su esposo y el otro retomaban la conversación.

Yo le aviso un día de esto, que no esté mi esposo,

Sandra ya ni se acordaba porque estaba en ese cuartucho, solo se veía casi desnuda y llena de leche

Ok ok pero espero que no me diga mentiras, usted esta demaciao guena.

Ella sonrió alagada pero con algo de pena, sabía que era una mujer casada y le estaba siendo infiel a su esposo con dos viejos, el hombre no se la quería sacar ya que aún tenía fuerzas para echar otro más y con unos, besos se le pondría tan dura como al principio, pero siendo consiente tenía que cumplir con su jefe que era quien le pagaba por su trabajo y hoy no había hecho nada, a duras penas se la fue sacando y Sandra con asombro y vergüenza vio como aquella culebra salía brillante de sus jugos y restos de semen, al terminar de salir, su vagina hacia pucheros, escupiendo la leche del hombre, volvían a caer sobre el mesón, siendo adsorbidos por la madera, donde quedaría marcada la prueba de las dos cúpulas, Mario ni si quiera tuvo la cortesía de ayudarla a bajar del mesón, se dirigió a donde había tirado su ropa el interior no lo encontró, Sandra se bajó a duras penas del mesón, no tuvo problemas en vestirse ya que su falda, todo el tiempo la tuvo enrollada a su cintura al igual que su blusa, su sostén lo vio tirado en el piso y su pantaleta seguía tirada en el piso más sucia que nunca, ya que los hombres la habían pisado, así que decidió dejarla hay total ya no serbia.

Para suerte de los dos amantes, su esposo y Fidencio estaban en la pared contraria que conducía a la entrada de la casa. El primero en salir fue Mario, Rodrigo le dijo.

Caramba pensé que ibas a desarmar el mesón jajajaja

Jajaja noo patroncito como cree, solo estaba tratando de cuadrarlo y después me puse a ordenar las herramientas, mientras Sandra se arreglaba los cabellos, tratando de limpiarse la cara, su maquillaje sabía que era un desastre, además de alizar su falda que estuvo según sus cálculos más de 2 horas enrollada en su cintura y armándose de valor salió del nido de amor improvisado, camino rumbo a su casa sin voltear atrás rogando que su esposo no la fuera a ver.

Pero no tuvo suerte con lulú, que estaba limpiando en la sala y cuando la vio despeinada, con el maquillaje hecho un desastre, y la ropa arrugada, no pudo disimular su asombró

Pa, patronciitaa, que le paso? Donde estaba? El jefe tiene toda la mañana preguntando por usted.

Sandra llena de vergüenza le dijo con firmeza y sin verle a la cara.

Estaba allá atrás, por favor, no le digas que me vistes, yo le explico.

Confiando en su lealtad, de no decirle más nada a Rodrigo

Lulú no salía de su asombro, estaba acostumbrada a verla bien arreglada y pintada, lo peor que ella estando al lado de la escalera, la siguió mirando sin salir de su asombro, Sandra al subir casi corriendo, también se fijó que iba sin pantaletas, con algo baboso entre sus piernas. Se le vino una mala idea a la mente y enseguida pensó en los 2 obreros, acordándose que Mario no estaba por todo eso cuando llego el jefe, se llevó la mano a la boca, cuando por su mente saco la conclusión de lo que podía haber pasado, pero vio eso como algo absurdo,  que de plano debía ser imposible

Lulú siempre fue una chica muy humilde, y como dicen pueblo pequeño infierno grande, más de una vez había visto llegar a chicas amanecidas y otras de la vida fácil, acordándose de todo eso, justo acababa de ver la facha con la que había llegado la esposa de su patrón, donde y con quien estuvo??

Arriba Sandra ya en su cuarto, con vergüenza y rabia por ella misma, se odiaba por haber caído tan bajo por segunda vez y con el atenuante que su esposo estuvo a unos palmos de ella, pero calmándose se quitó rápidamente la ropa que tenía puesta, viendo en sus piernas restos de semen, se asustó pensando si lulú se abría fijado, se metió en la ducha, por ahora su prioridad era su esposo, por nada del mundo podía dejar que la viera en ese estado.

Después de un rato estando frente a la peinadora secándose el cabello, con una toalla que cubría sus grandes senos y no lograba tapar su espectacular culo, apareció su marido con ganas de orinar, diciéndole

Mi amor estuve preguntando por ti y nadie me supo responder

Ah estaba aquí atrás arreglando las flores, no sabía que habías llegado, el hombre salió del baño con ganas de estar con su mujer, la comenzó a besar por detrás, acariciando sus senos

Ya papito que estoy cansada

Pero yo te deseo ricura, con besos y caricias le quito la toalla, levantándola del banquito se, quitó la camisa y pantalones, Sandra lo quería detener y ya desnuda en la cama no tuvo valor para seguir negándose, el hombre excitado comenzó a besar el cuerpo de su esposa, luego comenzó a bajar por su senos y cintura hasta llegar a su panocha, Sandra llena de vergüenza quiso impedírselo sabía que aun debía tener adentro semen de los viejos, pero no pudo, su esposo continuo hasta llegar a su gruta del placer, a pesar que la infiel mujer se había lavado, con un lavado vaginal hubiera quedado más limpia pero no se le ocurrió. Por lo que Rodrigo ya se estaba chupando una vagina con restos de semen, no se fijó en el sabor extraño de los jugos de su mujer, que tal vez noto raros, pero igual siguió chupando y besando la jugosa vagina, que tanto le gustaba y dándole placer a su mujer, que excitada por tercera vez, hasta le dio morbo al saber lo que su marido se estaba tragando, tan excitada estaba que tuvo el orgasmo más rápido del mundo con su marido

Paaaaapiiii siiiii, siiiii aaaaaauuuummm, queeeee, riiiicoooo, meeee laaaa chuuuupaaaas

Rodrigo no se aguantó y se acomodó para penetrar a su esposa, al hacerlo la noto un poco abierta, normalmente la vagina de su mujer era como un guante para su miembro, pero todavía sus músculos vaginales no se habían relajado del todo, sin saber por qué, no le dio importancia, y comenzó con un frenético mete y saca, la mujer no pudo dejar de compararlo con los 2 viejos, que eran unos veteranos, solamente cuando se la metían la excitaban y pensando en ellos, se dispuso a disfrutar de su esposo, quería complacerlo, y hasta tener otro orgasmo con él, así fuera pensando en los dos hombres, también para borrar sus sentimientos de culpa, comenzó a mover sus caderas buscando su propio placer, no quería quedar caliente como la otra vez, sabía muy bien que su esposo no tenía mucho aguante, Rodrigo se extrañó cuando su mujer lo comenzó a besar apasionadamente, más que otros días, y también porque le comenzó a decir al oído

Asi paapiitooo cojemeee rico si asi maaas daame maaas duuuroo, quueee queee riicooo meee coogeees

El hombre que no salía de su asombro, se excito mucho más, no habían pasado ni 5 minutos cuando de pronto comenzó a descargarse dentro de la caliente vagina, la mujer que sintió su corrida, lo abrazo con sus piernas para que este no se la sacara, el estaba acostumbrado a soltarle su leche y salir de ella, mas asombrado aun cuando, su esposa le metió esa especie de gancho no lo dejo, comenzando a mover sus caderas en forma circular, no dejo que se saliera de ella, Rodrigo tuvo que esforzarse, para continuar, besando su cuello dejándose llevar por la pasión de su esposa, que casi lo levantaba por la forma en que arqueaba su cuerpo, hasta que Sandra de tanto pensar en los viejos, tuvo un segundo orgasmo con su esposo, pero casi comete un grave error, al pronunciar el nombre del último macho que tuvo dentro de su vagina

Siiiii, siiii queee riiiicooo siento tu miembro mari….

Rectifico antes de pronunciar el nombre de Mario,

Mi amor, que ri, rico me, me coges,

Rodrigo de tantas sorpresas no se dio cuenta de lo que su esposa estuvo a punto de decir

Ella luego dejo caer sus piernas quedando abierta como una tijera,

Rodrigo le dijo, mientras la llenaba de besos

Guao mi amor estuviste espectacular, el hombre no sabía el porqué de sus Cambios y menos de sus 2 orgasmos seguidos

Ella sonrió tímidamente, quería borrar de su mente, las macanas de los viejos, sentía pena por ella misma, amaba a su esposo pero el sexo con los viejos no tenía nombre, pero viendo que había disfrutado con su esposo, imaginando que se la cogían los viejos, se le ocurrió utilizar pensar en sus miembros, cuando estuviera con su marido.

Mientras abajo los viejos viendo que su patrón no volvió a bajar, se iban a sus casas, pero lulú, seguía extrañada por como vio a su patrona, no lograba entender que le podía haber pasado, no quería afirmar lo que posiblemente podía ser, se decía una y otra vez que eso era imposible.

Al día siguiente Sandra se levantó tarde, al salir vio a su esposo en su estudio, todo parecía normal, pero escucho a los hombres que hablaban en tono más alto de lo normal, se asomó por el balcón y vio a Don Gilberto, que estaba incorporándose al trabajo. El tenia días sin ir, porque estaba atendiendo unos asuntos personales, este en seguida subió la mirada viendo a la monumental mujer, en seguida echando bromas le hizo una reverencia inclinando su cuerpo, Sandra tratando de mostrar la mejor de sus sonrisas lo saludo, apartándose del balcón, en seguida le llego a la mente, que de seguro los viejos ya debían haber contado sus encuentros con ella, llena de vergüenza, voltio a ver a su marido que estaba concentrado en su trabajo.

Y sus pensamientos eran muy ciertos, ya que es normal entre hombres, contarse las aventuras con las mujeres, Don Gilberto estaba más que al tanto de todo lo sucedido con sus dos compañeros de farra, y la delicada dama, claro más otras exageraciones.

El tío de lulú como todo abusador, de alguna manera sabía que tenía que comer del mismo plato en que habían comido sus dos compañeros, así que comenzaba a planear como se iba a coger a la bella mujer, ya la veía abriéndole las piernas.

La llegada de Don Gilberto, también tenía otro motivo así que sin más le dijo a lulú que le dijera a su patrón que quería hablar con él.

Rodrigo bajo y le dijo a su esposa, que si no iba a bajar a saludar, ella dijo que más tarde, al rato estaban todos los hombres en la sala hablando y echando chistes, Sandra tuvo que bajar al rato pudiendo sentir cómo los 3 viejos se la comían con la vista, cuando su marido no se daba cuenta, lo que confirmaba sus sospechas, algo debía saber el tercer hombre, ahora con más razón, tendría que recuperar la memoria de su teléfono antes que todo se terminara de salir de su control.

Gilberto aprovecho, para informar una encomienda que tenía, Patroncitos, sabe que mi sobrina aquí presente cumple años este viernes y un compadre me invito, a celebrarlo en su finca un poco más allá de San Antonio, ese mismo día le van a celebrar los 15 años a una de sus hijas, que está de visita y va a pasar unos días en su finca, él ya sabe de su llegada al pueblo, el conoció a su padre, así que me dijo que con gusto estaban invitados, que le parece? podremos ir todos, ah pero también dijo que allá hay muchas habitaciones, así que, cualquier cosa nos podremos quedar, ya que el viaje es agotador y la reunión puede terminar bastante tarde, lo más seguro es que debamos amanecer por allá.

Rodrigo sonrió y voltio a ver a su esposa, que sabiendo que todos los viejos irían, no tenía ganas de ir, pero no le quedó otra que sonreír y aceptar.

Sí que bueno, me parece bien tu que dices mi amor?... ligando que su esposo alegara cualquier no.

Fabuloso claro que aceptamos, estoy seguro que la pasaremos muy bien, total mi esposa y yo pedimos estos días para descansar y no hemos ido a ningún lugar.

Sandra algo incomoda, ya que no sabía que cosa pudieran inventar los viejos, pero no podía negarse de ir al cumpleaños de su mejor empleada.

Si papito vamos, pero tendremos que comprar dos regalos jijiji.

Luego aprovechando que lulú traía unos refrescos, cuando pudo se acercó a Fidencio que se encontraba retirado.

Pero este sabiendo lo que iba a decirle, le dijo

Si Patrona ya se lo que me va a decir, el viernes si le voy a entregar su tarjetica, y no pasara nada, su esposito también va.

Y porque no me la trajo hoy? Ese era el trato.

Si patroncita, pero mejor allá después que eche una bailadita con nosotros y después con gusto se la entregare, le parece?

Él sabía que no poseía la tarjeta solo tenía planeado embriagarla y cogérsela, antes de decirle la verdad, y esta vez sí iba tomarle unas buenas fotos comprometedoras,  para poder asegurar otros encuentro con la bella mujer.

Está bien pero quiero que me dé su palabra.

Si jefecita pero usted no cree que ese día antes podamos, podamos usted sabe que

No se Fidencio solo quiero mi tarjeta y después de eso podremos hablar, la chica ya no sabia lo que decía, solo quería la tarjeta y destruirla.

Tuvieron que cambiar de tema ya que su esposo se estaba acercando.

Hablaron otras cosas pero Sandra se retiró alegando cualquier excusa, dejando a los hombre en sus conversaciones, en su cuarto pensó que tendría que ir a la fiesta para poder obtener la dichosa tarjeta, después tendría que recomponer su vida, no podía seguir el relajo con los viejos, por lo menos no como lo había llevado hasta ahora, ella no sabía cómo sacaría de su mente las pollas de estos maduros, que definitivamente la tenían vuelta loca, los viejos sabían como hacerla disfrutar, si se presentaban nuevos encuentros, debería ser muy discreta, pero volviendo a la fiesta, no estaba segura de que planes tendrían los viejos, así que tendría que estar muy alerta, para no caer en sus juegos. Mientras pensaba esto se puso a elegir la ropa que se pondría ese día, como era una finca no se iba a llevar un traje de lentejuelas pero si uno que cuadrara con la ocasión, sacando sus cosas vio la falda que una vez le regalaran sus amigas en la despedida de soltera, era una falda muy coqueta, de seda y de color azul claro, holgada no se contuvo y se la probo le quedaba justo por la mitad de sus piernas, no la vio muy vulgar, acordándose de las palabras de Melanie que le dijo provoca a los hombres demuéstrales que tú tienes el control, se sonrió y se dijo porque no? Se giró a ver que tanto podría mostrar si le daban una vuelta mientras bailaba, y definitivamente tendría que tener cuidado, ya que desde su Angulo logro verse el comienzo de sus nalgas, también eligió un vestido, largo entallado a su cuerpo que la hacían ver como una sirena, indecisa mejor consultaría con su esposo, y se pondría lo que el eligiera, total él era su pareja y cualquier otro tendría que conformarse con ver.

Abajo Don Gilberto no prestaba atención a los temas de conversación solo hacía que escuchaba, no podía sacarse de la mente el espectacular cuerpo de la mujer a pesar que había bajado con un vestido por las rodillas, blanco de flores muy llamativas, holgado pero en los que se podían notar, sus caderas redondas, un vientre plano, su culo paradito como el de una colegiala, solo  que en el cuerpo de una mujer, que parecían decir, ven y tócame, su cintura de bailarina, sus rotundos senos, que a pesar de llevar sujetador, se le notaban lo duro de sus pezones, su delicado cuello, el pelo lo llevaba con una cola, frondosa por la cantidad de cabellos, rubios como los rallos del sol, su tierna mirada, sus labios carnosos digno de ser besados toda una noche, las zapatillas de tacón mediano, realzaban su sensualidad que la hacían lucir muy sexi, hasta sus pantorrillas eran exquisitas, Gilberto se la imagino desnuda solo con eso, tuvo una erección, le costaba creer como sus dos compañeros habían podido cogerse, a semejante mujer tan delicada, ellos que ni siquiera tenían la primaria aprobada, con unos cuerpos sin forma definida, de pieles quemadas por el sol, muchas de las veces olían mal, les gustaba tomar cualquier tipo de bebidas, ron o aguardiente barato, fumaban como si fueran brujos, más de una vez se habían drogado estando jóvenes, de seguro no lo hacían ahora por los altos costos, tal vez sus únicos atributos, es que eran unos putañeros desde la infancia al igual que él, sabiendo que el cuerpo de el, no era el de un míster universo o artista de cine, pero con resentimiento pensó que él los había llevado a esa casa, era el constructor y hasta la fecha solo la había visto desnuda esa vez que se escondió en el closet, así que sea como sea se la tenía que coger, no sabía de donde iba a sacar el valor, pero así sea drogándola, él tendría que probar su cuca y después se la cogería, quisiera ella o no.

En ese momento escucho la conversación de los otros y detallo como Rodrigo decía que tenía que ir el jueves al pueblo para llevar unos papeles en la escuela, Sandra se quedaría en la casa arreglando unas cosas, lulú aprovecho y le dijo

Patroncito perdone el abuzo será que me podrá dar la cola al pueblo? Quisiera aprovechar y comprar un vestido, Gilberto de salido dijo, metiéndose en la conversación.

Cónchale patrón, perdone también el abuso, porque no aprovecha y se lleva a Fidencio y Mario para que lo ayuden a cargar unas lámparas que le tiene su primo Ramiro?  Esas son las que vamos a poner afuera del muro perimetral de la casa, él las tiene en un almacén, ya estaba por pedirle ese favorcito, además que la otra semana ya le toca trabajar y será más complicado. Rodrigo le respondió a los dos

Claro lulú no faltaba más. Y si ramiro me comento algo de eso, me parece bien.

Rodrigo miro a sus dos obreros, preguntándole si podían acompañarlo, estos no pudieron decir que no.

Pero los dos se miraron las caras, sabían que Gilberto debía estar tramando algo.

Gilberto viendo las miradas de sus compañeros dijo

Claro ese día yo puedo revisar las instalaciones, y montarlas el próximo lunes. Saldría de la casa, detrás de ustedes, para que la patrona pueda hacer sus cosas con tranquilidad.

El plan de Gilberto le estaba quedando como anillo al dedo, estando el carro con todos los asientos ocupados, era difícil que Sandra pudiera ir.

Así que más contento que niño con dulce en sus manos.

Todos se miraron con más tranquilidad, lulú porque no quería que su tío se fuera a quedar solo con Sandra ella sabía que su tío le gustaba inventar cosas, los viejos porque de cierta manera sabían que de esa manera Gilberto no tocaría a su yegua, y Rodrigo porque al salir temprano no había problemas que su esposa se quedara sola, el estaría de regreso antes del anochecer.

Gilberto seguía maquinando su plan, él se quedaría cerca, para luego escabullirse adentro de la casa, ya que el poseía una copia de la puerta de atrás, por ahí podría entrar, sabiendo que dispondría mínimo de casi 2 horas que tarda el viaje de ida y vuelta al pueblo, más el tiempo de cargar las lámparas, y lo que tardara lulú en comprar sus cosas, tiempo suficiente para poder cogerse a la mujer de su patrón, la pensaba chantajear diciéndole que él tenía la supuesta tarjeta.

El jueves llego con una calma que hasta Sandra se asombró, ya que los viejos, no volvieron acosarla, ella estaba tranquila haciendo ejercicios mientras su esposo estaba en el estudio, el lunes tendría que incorporarse al consultorio, al igual que su esposo

Lo que Sandra no sabía era que Rodrigo, tenía planeado escaparse un rato de la fiesta aprovechando que estaba cerca de san Antonio, para atender un supuesto compromiso, cosa que él no quería  decirle a ella, pensando que era bueno que se distrajera, dejándola al cuidado de los viejos y de lulú, además tenía donde pasar la noche si la cosa se le complicaba, el inocente hombre no sabía que la iba a dejar en manos de unos lobos.

Sandra de saber esto no iría a la fiesta, permanecer sola con esos tres hombres, y sin saber cuántos más, ya que eran evidente sus malas intenciones para con ella, con su marido presente estaría segura, aunque no descartaba bailar un rato con ellos, para complacer los pedidos, de Fidencio, como condición para entregarle la tarjeta de su teléfono.

Otra cosa que la ingenua mujer no, sabía era que los viejos ya tenían listas varias botellas del brebaje especial, hasta lo tenían en polvo, ya que se lo pensaban dar, en todo lo que ella tomara o comiera.

En la tardecita Rodrigo compartía con los tres hombre, chistes y anécdotas, la casada no quiso por varias razones, entre ellas que había tomado un poco del jugo o brebaje especial que Mario le había regalado, ella lo conservaba en la nevera, se tomó un poco para probar si podía controlar sus efectos, pero su experimento no le funciono ya que comenzaba a sentir su vagina con el mismo calor, por eso prefirió subir a su cuarto, si se alteraba mucho podría meterse en la bañera, y también porque aprovecho sentándose  en su cama, para revisar sus correos con su laptop, desde hay podía escuchar las conversaciones y risas

En cuanto a los 3 viejos, tenían pensamientos encontrados para con la casada, por su lado, la noche anterior Fidencio estuvo con unas putas, utilizando parte de un bono especial que les dio Rodrigo a todos, las comparo con la de Sandra, esta ganaba 100 a 1, Mario pensaba en la mujer de su patrón, quería cogerla de primero, ya que Fidencio hasta ahora siempre se le había adelantado, estaba obsesionado en poder mamarle la cuca, pero sin el semen de su compadre, por su parte Gilberto, ya tenía su plan bien trazado, hasta se dio el lujo de probar la llave en la puerta por donde pensaba entrar cuando todos se fueran y los ojos le brillaron cuando escucho a lulú que venía a decirles que era mejor que salieran temprano, ya iban hacer las 3 de la tarde

Gilberto aprovecho y dijo.

Si creo que es lo mejor, Yo también mejor me voy, ya revise lo que voy a utilizar el lunes, así que hasta mañana patrón, maneje con cuidado, Mario y Fidencio quedaron más tranquilos cuando vieron que el tío de lulú salía de la casa

El viejo astuto se escondió detrás de unas matas en la acera de enfrente, para esperar hasta que saliera el carro, ansioso que le dejaran el terreno libre, para ir a saciarse con la hermosa mujer de Rodrigo.

Pasada las 3 de la tardes, Rodrigo le aviso a su esposa, que ya se iría al pueblo.

Ella después que vio sus correos aprovechando que estaba sola, se puso a revisar las fotos, que Fidencio le había tomado con su teléfono, su intención era verlas y borrarlas, cerró su laptop cuando se acercó su esposo, que se despidió dándole un tierno beso, ella le dijo

Papi no te tardes esta noche quisiera dormir pegadita a ti, su esposo sonrió entendiendo las palabras de su esposa, saliendo del cuarto.

La mujer continúo viendo las fotos y no pudo evitar excitarse, las tomas eran, dignas de cualquier revista porno, tenía que reconocer que eran muy eróticas, las expresiones de su cara, como abrasaba a los viejos con sus piernas, fotos dignas de ser vendidas al mejor postor, como se lo dijo Fidencio. Con algo de vergüenza, no podía negar que esa noche disfruto como nunca.

En eso estaba cuando escucho salir el carro de su esposo, selecciono todas las fotos y por algún extraño deseo no quiso borrarlas, apago su laptop y decidió darse un baño relajante, comenzó a llenar la bañera, se quitó la ropa, se sonrió como una niña traviesa al ver su pantaleta mojada en la parte de su entrepiernas, con una toalla cubriendo sus senos, a la mitad de sus nalgas, decidió bajar para servirse una copa de vino, imaginándose sola, sin saber que Gilberto ya había entrado a la casa, justo en ese momento, estaba pasando por la cocina, cuando abría la otra puerta que comunica con la sala, casi se le cae la mandíbula al ver el escultural culo de la mujer, que se estaba sirviendo un trago, quiso brincarle encima pero se aguantó, la inocente mujer tarareando alguna canción tomo un sorbo de su vino mientras comenzaba a subir las escaleras, desde su Angulo Gilberto tuvo una mejor visión, disfrutando cómo se bamboleaban las nalgas, hasta logro ver sus labios vaginales, que parecían moverse al ser comprimidos por sus piernas.

Sandra frente a la peinadora, se colocaba un gorro de baño, por el reflejo se fijó que la puerta se abría, pensó que su esposo se había regresado por algo, al voltear vio que no era él y  grito al ver  a, don Gilberto, entrando solo en interiores, con un bulto que delataba su excitación.

gilbertoooo quee haaceee aquiii? Comoooo enntroo?? saaalgaaa deee miii cuuuarrrrtooo

Pero Gilberto sin decir nada, atontado viendo a la espectacular mujer enfundada solo con aquella toalla, que al levantarse pudo ver sus partes más íntimas, termino de entrar cerrando la puerta atrás de él.

Sandra viéndose acorralada, se acomodó la toalla, sabiendo que tenía que escapar del viejo, que no estaba hay con buenas intenciones, agarro un cepillo de peinar para tratar de defenderse, cosa que no intimido a su agresor que se dirigió a donde estaba ella, que para tratar de eludirlo quiso buscar la puerta subiéndose a la cama, pero a gatas, Gilberto viendo su maniobra se lanzó sobre ella, atrapándola a mitad de camino, Sandra agarrándose la toalla, quiso hablar con el viejo, Gilberto no, no espere que quiere? pero Gilberto sin medir las consecuencias, no pensaba soltar a su presa.

La bella mujer otra vez se encontraba, en una situación que se le podía escapar de las mano, igual cuando Fidencio la arrojo sobre el sofá unos días atrás, ahora estaba a merced de otro hombre, que pretendía cogérsela si ella no lo impedía, y en la cama que una vez le regalara su padre cuando se casó, este era el nido de amor que solo compartía con su esposo. Trataba de defenderse pero el macho de turno estaba como poseído, no la veía a la cara ni la escuchaba, todo su ser estaba enfocado en el cuerpo de la mujer, ella tratando de agarrar las manos del hombre tuvo que soltar la toalla y esta se abrió mostrando todos sus encantos, sus senos se movían de lado a lado, y lo peor que ella ya estaba húmeda, por estar viendo  las fotos, sus divinos jugos sexuales, y su divino olor llegaban directo al cerebro de Gilberto, ella bajo la vista y de reojo noto como al viejo se le movía el bulto como un saco, por fin Gilberto hablo y como escusa argumento.

No se resista que Fidencio me dio la tarjeta de su teléfono y la tengo en mi casa.

A Sandra le parecieron ridículas sus palabras, esa escusa ya sonaba como un disco rallado

El viejo continúo diciendo

Sandra mi amor no sabe cuánto tiempo he esperado para esto, mejor quédese tranquila si no quiere que se la dé a su esposo.

Sandra por supuesto que no le creyó y si era cierto igual no pensaba dejarse chantajear con la misma escusa de la tarjeta, así que siguió defendiéndose

Meenttiroosoo, Meenttiroosoo, abusador déjeme, sueelteeemee, si no quiere que llame a la policía.

La podrás llamar ricura, pero primero me vas a dar las nalgas.

Nooo nooo suueeelteeemeee

Con el forcejeo la casada ya estaba totalmente desnuda, su paño ya se confundía con las sabanas, su cabellera suelta, sus divinas piernas tratando de cerrarlas y sus pezones sin poder evitarlo estaban duros, frágil como una jovencita con un viejo que no la iba a soltar, hasta saciar sus más bajos instintos, desesperada quiso agarrar la toalla o cualquier cosa, para cubrir sus intimidades, pero el viejo volvió a agarrar sus mano, se sabía perdida además que aún tenía el efecto del brebaje que tomo, así que de alguna manera su cuerpo pedía ser sobado, o tocado, por eso comenzaba a rendirse y apenas se le escuchaba un leve

Nooo nooo deejeemeee poooor faaavoor noooo

Y Gilberto tomo esto como una aceptación de la chica, así que la termino de poner boca arriba, agarro sus tobillos subiendo sus piernas, de esta manera su almeja quedo abierta y expuesta, la chica asombrada por la actitud del albañil, solo pudo decir.

Nooo nooo por por faaavooor nooo queee miiii maaariiidooo pueeedeee reeegreeesaaar. queee vaaa haaaceeerrr?

Gilberto casi enloquece al ver la entrada de la vagina de la mujer, brillante por su excitación anterior.

Doctorcita que tenemos aquí?

Nooo nooo gilbertoo noo, noo eees, loo quee uuusteeed creeeeeeeeee

Gilberto sin pedir permiso metió su cara en la entre piernas de la mujer.

En ese momento su esposo estaba en algún negocio, comprando más cervezas para seguir rumbo al pueblo Sin saber que don Gilberto estaba por mamarle la cuca a su esposa.

Sandra gimió y grito a la vez nooo, aaaauuuummmm, hechando su cabeza hacia atrás cuando, sintió la boca del hombre en la zona más sensible de su cuerpo, que solo ella supo el porqué de su grito, rabia? Dolor? por cómo se escuchó al parecer fue de placer

Otra vez un viejo profanaba su tesoro que al parecer era muy deseado por estos, ella trataba de empujar su cabeza, para evitar que el viejo, le hiciera perder el control como hace unos días con Fidencio, pero era imposible el viejo la tenía sometida, y ya comenzaba a encender el fuego que Sandra estaba evitando, Gilberto hundía su cara en la jugosa y caliente vagina de la mujer, su lengua se movía hábilmente buscando darle placer y degustando sus jugos, más su divino olor que desde hace rato lo tenían embriagado.

Sandra no podía evitar que este siguiera comiéndose su jugosa vagina y torpemente hacia movimientos de lado tratando de esquivarlo y con esto solo restregaba, sus labios vaginales contra la cara del hombre, al darse cuenta de su error, subió su cuerpo hasta el copete de la cama, el viejo soltó sus tobillos y metió sus manos detrás de las suculentas nalgas de la bella mujer, para que no se le fuera a escapar, chupaba y succionaba la vagina, tragándose todos sus jugos, que salían de forma constante producto de la excitación, incontenible de la casada, que dejo de pelear derrotada por su excitación, vencida coloco sus manos en la cabeza del hombre, abriendo sus piernas todo lo que pudo, pero en sus quejidos tratando de salvar la poca decencia que le quedaba, decía

Uuuummm nooo nooo dooon, giiilbeerrrtoooo, nooo, noooo, siiiiiigaaaaa, uuuuummmmmfffff, poooor faaaavoooorr, noooo, siiiiii, siiiii, siiiiiigaaaaa, aasiiii, aaaaauuuuuummmmggggffff

la infiel mujer, rendida al gozo que el viejo le estaba dando a su vagina, se dejaba llevar por el placer de sentir, la experta boca que besaba, succionaba, mordisqueaba y hasta estiraba sus labios vaginales, esa boca, la estaban volviendo más loca, su esposo jamás le había hecho nada parecido.

AAAAUUUUUMMM GIIILBEERRRTOOOO, POOOORRFAAAAVOOOORRR QUEEE MEEEEE HAAAACEEEE?? UUUUUMMMMGGGGG RIIIIICOOOOO, SIIIIIIII

La delicada mujer entregada por completo al placer, comenzó a mover sus caderas como una ola restregándole sus partes al viejo, que no perdió tiempo para meter también su lengua en el culo de la divina mujer, Sandra cada vez conocía nuevas facetas en el sexo, ya que el viejo se comía su vagina y culo, con una pericia que ni siquiera sabía que existía

En la carretera iba su esposo cantando alguna canción, con lulú a su lado y los viejos atrás, tomando todas las cervezas que podían, mientras su esposa estaba a punto de tener el primer orgasmo, de la noche, ya que Gilberto inclemente con su boca y lengua, tenía a la mujer derretida de placer, a Sandra cuando le llegaban destellos de lucidez, trataba de apartar a Gilberto, pero este parecía un corroncho pegado a su cuca, que de tantas atenciones, la bella mujer de repente exploto en un tremendo orgasmo que ni siquiera supo predecir, así que regalando el néctar más preciado para cualquier hombre, sus babas salieron como chorros directo a la boca del afortunado viejo, que por unos segundos quedo sin escuchar nada, ya que la mujer en su orgasmo, apretó la cabeza del hombre con sus piernas, taponeando sus oídos, y esta vez sí grito desahogando sus ansias.

GIIILBEERRRTOOOO UUUUUMMMMMGGGGFFFFF QUEEEEE RIIIIIICOOOOO SIIIIIEEEENNTOOOOOO SUUU BOOOCAAAA AAAAAAAAUUUUUMMMMMM, SIIIIII

El hombre como pudo salió de la prisión que la mujer le tenía a su cabeza y contagiado por la excitación de la chica, se terminó de desnudar, dejando su interior entre las sabanas,  ya quería meter su dura daga en la cuca que había deseado desde la primera vez que vio llegar a la bella casada, pero antes decidió utilizar todas sus armas de seducción, para poder asegurar otros encuentros con la mujer, el suponía que Sandra era una mujer caliente, pero que también era casada, él había conocido, al papa de su esposo, de Sandra conocía poco, solo que era de buena familia, y por este motivo ella por mas puta que fuera no lo iba a estar pregonando, de una manera descarada, así que tenía que hacer que ella le abriera las piernas todas las veces que él quisiera, pero para eso tenía que hacerla feliz, si lograba complacerla, ella misma vendría a él por más sexo. Ya tenía muchas experiencias, de cuando hacia sus trabajos en la ciudad, allá se cogió a dueñas de casa, a sus hijas, chicas de servicio, mujeres que solo querían algo diferente o sencillamente una aventura, y las veces que repitió fue por sus artes amatorias, ya que él no poseía un gran miembro como sus compañeros de farra, muchas de sus estrategia él se las había compartido, como la penetración lenta, soplarle la oreja a las mujeres, morderle los pezones, el truco era hacerles gozar, dejándolas a punto del orgasmos o que orgasmaran un sinfín de veces, después ellos, podrían disfrutar corrido. Así que antes de cogérsela iba hacer que sufriera, hasta que ella misma le pidiera caña.

Después que dejo de mamarle la cuca, subió con la intención de besarla, con su cara pegoteada, de sus jugos, Sandra que no se había terminado de recuperar de su orgasmo, pudo ver el miembro del hombre, por lo menos en tamaño era muy parecido a la de su marido, solo que este tenía la cabezota roja y sin prepucio, y sabiendo que estaba a punto de ser cogida por otro albañil, este abrió sus piernas hasta dejarla como una Ve, con sus rodillas a la altura de sus hombros, ella no hizo ningún esfuerzo para evitar la maniobra, solo se dejó hacer. Pero con el atenuante, que estaba en su cama matrimonial, le dijo

Noo noo gilbertooo aa aa qui noo een mii caa, caa, maa, por, por pooor favooooor uuuumm uuuuummm quueeee meee haaaceee??

Gilberto coloco sus piernas abiertas por los lados de las nalgas de la bella mujer aproximando su miembro todo lo que pudo a la jugosa vagina, y con la punta de su miembro le comenzó azotar el clítoris una y otra vez, lo más rápido que podía, movía su duro miembro de lado a lado como un péndulo, Sandra loca de placer gemía deseando que se la cogiera de una vez, que si estuviera en otra posición ya lo hubiera hecho ella misma,        no pudo o cultar su placer al sentir como Gilberto comenzó a frotar su miembro sobre su clítoris

GIIILBERTOOO NOO NOO QUEE QUEEE HAACEE YAA POOOR POOR FAAVOOOR UUUUMM UUUUUMMM

El hombre viendo que la mujer acercaba sus caderas para ensartarse ella misma. él se lo ponía en la punta, hacía que se lo iba a meter retrocedía y volvía a atacar el clítoris, y  viendo que Sandra estaba deseosa de ser cogida le dijo.

Que quieres que te la meta? Zorrita bella? ya sabes las palabras mágicas.

Sandra lo miro de reojo, claramente sabía a qué se refería, solo le dijo

Yaa yaa giibeertoo noo sea maaloo

El hombre se acercó a su oído y mordisqueando el lóbulo de su oreja le dijo dándole besos por el cuello

Caramelito bello esas no son las palabras

Diciendo esto, repetía el mismo tratamiento a su vagina y clítoris, se lo ponía en toda la entrada de su cuca, le metía un poco para luego sacárselo. Esto la estaba derritiendo. Así que en un tono de niña consentida le dijo entre gemidos, ya que su propia excitación no la dejaban hablar.

No sea malito, Viejo depravado, sucio, sabes que soy una mujer casada, no te puedo pedir eso, yo amo a mi esposo, por favor, por favorcito, mi marido se pondría bravo conmigo si se entera que le pedí a un empleado de él que me la metiera.

Sandra en su propia excitación, decía palabras, de niña malcriada, cuando en realidad quería decir que se la cogiera de una vez

Gilberto sabía que la chica estaba a punto de claudicar, así que prefirió seguir torturando a la pobre mujer, viéndola a punto de tener un orgasmo

La casada, sentía como el miembro duro y caliente, seguía golpeando y masajeando esa zona tan sensible, presentía que si seguía, su clítoris podía reventar, por lo duro que lo sentía, los jugos de su vagina salían, como una fuente, que corrían por su ano, formando un pozo en las sabanas y estos dejaban una mancha en el colchón.

Hasta que se rindió y le dijo.

Si, si Gilberto es, es ta, ta bien, me me tamela, por, por favooor quee noo aguantooo

El aprovecho y le dijo.

Di que eres mi puta, que vas a dejar que te coja cuando yo quiera en esta cama.

SIIII SIIII COGEEMEE LA VECEEES QUEEE QUIEEAARAASS SAADICOO AAABUUSAADOORR, SIIIII SEEREEE TUUU PUUTAAAAAAAA AAAAUUUUUUUMMMMMMGGGG,

Fue lo último que pudo decir, ya que el hombre, estiro sus piernas y enfundo su macana dura a más no poder, metiéndosela lentamente hasta que sus testículos sintieron los labios vaginales de la infiel mujer.

Ella no supo si tuvo otro orgasmo o si lo que sentía era puro placer.

Solo grito por el gusto que estaba sintiendo.

GIIILBEERRRTOOOO, UUUUUUUUUUMMMMMMGGGGFFF, SIIIIIII, QUEEEE RIIIIICOOOOO MEEEEE LAAAA MEEEE, MEEEE TEEEEES.

El viejo orgulloso al ver como complacía a la delicada mujer, le dijo

Sii saaannndriiitaa goocee quee toda esta carnee lee peertenecee.

Gilberto se sentía el hombre más dichoso del mundo, se acordó la vez que detallo a la mujer esa primera vez, paseando por el pueblo, a lo sumo en aquel entonces el solo se hubiera conformado, con verle las pantaletas, tocarle el culo accidentalmente, o sentir su cuerpo, pero jamás pensó que iba a cogérsela y hacerla disfrutar como lo estaba haciendo en ese momento, a escondida de su esposo y en su propia cama matrimonial, con  solo esos pensamientos su miembro se le ponía más grande y duro de lo normal, quería que su placer no terminara nunca, agradeciendo que se había tomado la mágica pastilla azul, aunque la piel, y sensualidad de la mujer eran más efectiva que cualquier Viagra

La mujer también muy excitada, por todo lo que sentía con su nuevo amante, fundió su boca con la del viejo, metiéndole su lengua, su infidelidad ya no veía límites, nada podía detenerla, lo abrazo con las piernas, sus brazos los pasó por su espalda, moviendo sus caderas, ayudando al viejo con sus frenéticos mete y saca, lo más sensual que podía. Gimiendo de una manera muy sensual

Aasiii, aaasiii, uuuummmmgg ssiiii, rriiiicooo, riicooo, maaass, maass, paaapiiitooo quuee riii,cooo, cooo jeees uuuummm siii siiii meee cooo, cooojeeess biiieenn biiiieenn riiiiicooo

Gilberto que bufaba como un toro, respirando por la nariz,  no se quedaba atrás moviendo sus caderas en forma de círculos, estimulando con su pelvis el clítoris de la mujer, el goce de ella era tal que no sabía si aún estaba orgasmando, los músculos de su vagina, comprimían el duro miembro, dándole al hombre un placer enorme, el jamás había sentido una cuca, como la de Sandra, ninguna de sus putas lo trataban tan bien, sus jugos vaginales, salían como fuentes mojando las sabanas, empapando el colchón que solo había utilizado para el placer carnal con su esposo, ahora este era testigo de cómo ella lo compartía con otro hombre.

los cuerpos no dejaban de moverse frenéticamente, se besaban como si se quisieran comer uno al otro, dándose todo el placer que podían, los olores vaginales de Sandra inundaban la habitación, los gemidos de la pareja debían de estar escuchándose para cualquiera que los detallara, ya que ella ni Rodrigo eran escandalosos a la hora de hacer el amor . Gilberto que sabía cómo hacer gozar a una mujer, le comenzó a besar el lóbulo de la oreja diciéndole, sabía que eras una zorrita buscando pollas diferentes a la del cabron de tu esposo, la mujer lejos de sentirse mal por sus palabras y siguiéndole la corriente, mientras correspondía a sus besos y moviendo sus caderas a la misma velocidad que él también le dijo a su oído.

No me digas eso viejo sucio depravado, sabes que soy una mujer decente y casada, amo a mi esposo, soy incapaz de acostarme con otro hombre.

Si pero siento como tu cuca aprieta mi paloma, ninguna puta me lo había comprimido tan rico

Sandra que luchaba por no querer reconocer cuanto estaba gozando decía palabras con doble sentido, sabiendo que Gilberto la entendería

No soy una puta, solo que tú me estas cogiendo muy rico, mas de como lo hace mi marido, y me harás gozar mucho más, cuando sienta tu leche caliente, dentro de mi vagina, viejo morboso, debes estar orgulloso, por fin lograste coger a la mujer de tu patrón, pero si sigue cogiéndome rico con tu duro miembro,

Mientras se decían todo esto, seguían cogiendo cada vez con más intensidad, Sandra se sentía muy excitada por el juego de palabras. Ella misma se desconocía por sus cambios.

Gilberto lleno de lujuria comenzó a mover sus caderas, como el pistón de un motor,  entrando y saliendo de una manera violenta, la infiel mujer contagiada por la pasión de su amante, hizo algo que nunca se atrevió  hacer con su marido, como pudo empujo al viejo haciéndolo girar, para colocarse sobre él, Gilberto acostumbrado a estas maniobras, enseguida se acomodó boca arriba, para recibir el cuerpo de la espectacular mujer, su cuerpo estaba sudado, tenía su cabellera cual amazona, que se la tuvo que echar a un lado, con un movimiento muy sexi, el hombre la tomo por sus caderas, ella puso a su disposición su vagina, que destilaba jugos sobre los genitales del dichoso obrero, arrodillada sobre el miembro el hombre apunto con una mano, y en cuestiones de segundos, ella misma comenzó a bajar volviéndose a enfundar, la paloma de su amante. Emitiendo los dos gemidos de placer.

Uuuuummmgggg giiilbeeertoooo. Quueee riiicaaa y duuuraa laa tiiieeeneess mi aaamooor

Sandra al ser su primera vez que tomaba esta posición, no sabía muy bien cómo moverse, pero el veterano viejo le fue guiando sus caderas, de adelante para atrás, de lado y hasta levantándola para que se ensartara ella misma, la delicada mujer no le costó aprender todo esto, al rato ya se movía sola, buscando su propio placer, cerrando los ojos de gusto y mordiéndose los labios, más cómoda, sin el peso del hombre, ya que podía controlar las penetraciones a su antojo, Gilberto aprovecho viendo que ya no era necesario mover las caderas de la chica, comenzó a masajear los exuberantes senos de la sudada mujer, a jalar y pellisquear sus pezones, dándole más placer a la mujer, hasta con una mano comenzó a masajear su clítoris, Sandra no cabía del placer que le estaban dando.

La bella mujer se sentía rara, por todos sus cambios, estaba en su cama matrimonial, mordiéndose los labios de gusto, sobre un hombre maduro, con su verga dura dentro de su vagina, más gruesa, que la de su esposo, se la estaba cogiendo muy rico, en su puesto debería estar su marido, trataba de imaginar su cara, pero en ese momento tan erótico, solo le llegaban imágenes de Fidencio, Mario, Ernesto, elaterio, de sus profesores en la universidad, rostros de hombres de la calle, o de los que iban a su consultorio, si su marido, llegara en este momento, no se detendría hasta quería que la pillara, tal como estaba y le diría, (papito no es lo que tú crees,) sonrió para sí misma, con esos pensamientos morbosos, hacían que sus pezones se pusieran duros como piedra, y comenzó a arreciar sus movimientos de caderas.

Nadie creería que una mujer como Sandra, se estuviera revolcando con un albañil contratado por su esposo.

Estos hombres para estar con una mujer como Sandra tendrían que pagar una verdadera fortuna, y hasta ahora los tres ya se la habían cogido gratis, gracias que descubrieron en ella un placer que ya eran innato en su cuerpo.

La casada brincaba sobre la polla del afortunado hombre, que la tenía viendo estrellitas, mientras su marido, justo en ese momento estaba llegando al pueblo con sus otros empleados.

Dejo a lulú en una tienda, a los hombres para que fueran reuniendo lo que fueron a buscar, mientras él seguía al colegio a llevar los papeles, para después volver todos a sus casas

Mientras Sandra estaba a punto de tener su primer orgasmo cabalgando a un hombre, movía sus caderas de adelante para atrás, y Gilberto cuando podía, la pegaba contra él, para sentir sus senos y sus pezones que se clavaban en su pecho, aprovechando ambos de comerse a besos, mientras el acariciaba todo lo que podía, igual en esa posición la mujer seguía moviendo sus caderas, la escena era  digna de ser grabada como otra película porno, Sandra llena de una pasión incontrolable, comenzó a tener otro orgasmo, no pudiendo controlar las contracciones de su vagina, tampoco sus gritos que debieron escucharse fuera de la casa.

AAAAAAAAUUUUUUMMMMM GIIIILLBEEEERRRTTOOOOOO, QUEEEEE RIIIIIICOOOOOOOOO, SIIIIEENNNTOOOO SUUUU, MIIIIEEEMBROOOOO QUEEEE SAAAABROOOOOSOOOOO EEEEEESSS. QUEEE RIIICOO MEEE COOOJEEES

Gilberto estaba extasiado y hasta asombrado, por como los músculos de la vagina de Sandra se contraían y dilataban, esa rica sensación también la sentía en sus testículos, por eso se lo dejo bien adentro, para disfrutar del divino orgasmo de la mujer, ella se calmaba por segundos y después se movía de adelante para atrás, el goce de Sandra era genuino tan original como ella misma, no  fingía, como las putas que el frecuentaba.

La vagina de la mujer seguía masajeando su miembro y Sus jugos bañaban sus testículos, no pudo aguantar tanta pasión, y comenzó a soltar su leche directo al útero de la casada.

SAAAANNDRAAAAA QUEEEEE RIIICOOOO MEEE SAAAACAAAAS LA LEEEECHEEEEE COOOOOÑOOOOO

El orgasmo de la infiel mujer ya estaba mermando, pero al sentir como se expandió el miembro de su amante y un segundo después, sentir chorros calientes de semen dentro de ella, volvió a gritar de goce

Aaaaauuuummmmgggg siiiii siiiii miiiii aaaamooooor lleeeeenaaaameeee deeeee leeeecheeee laa eeestaaabaaa eeespeeeraaaandooooo Aaaaauuuummmmgggg queee riiiicooo seeee siiieeenteee

A ninguno de los dos les importaba ser escuchados por los vecinos, las ventanas estaban abiertas ya que todavía era temprano, era seguro que alguien podía estar escuchando los gritos que no eran usuales en la casa de la pareja.

Gilberto demostrando su gran aguante, su miembro continúo tan duro que cuando comenzó, la pasión y entrega de la delicada dama, era muy contagiosa.

La mujer seguía convulsionando, cansada, sudada, despeinada y con los pezones duros como piedras, quedo acostada sobre el pecho del hombre, Gilberto aprovecho para meter un dedo en su culo, la infiel mujer sentía como el hombre seguía con ganas, no entendía como después de soltarle por lo menos 4 chorros de leche caliente dentro de ella, seguía igual de duro y su esposo siendo más joven no tenía el aguante del viejo, de seguir acostándose con él tendría que pedirle el secreto.

Ahora fue Gilberto quien la manipulo y la mujer se dejó hacer, este la puso boca abajo le abrió las piernas como una tijera, metiendo su cara en el culo de la mujer, ella con algo de pena le dijo.

Noo, noo giilbeertoo, quee lo tengo muuuy mojadoooooooo.

Aunque no tenía fuerzas por el gran orgasmo, igual le gusto el beso anal que le estaban dando, el viejo le metió un dedo en su abertura posterior, luego 2, después se levantó viendo atontado el espectacular culo, que desde que llego al pueblo, se moría de verlo desnudo, de verdad que era una belleza, Sandra que no sabía que pasaba detrás de ella, se quedó esperando cualquier cosa, el viejo todavía alucinado por el espectacular culo, no se aguantó y le dio una sonora nalgada, y Sandra que no se lo esperaba grito sin saber si era de dolor o placer.

Aaaaayyyyy

Te dolió zorra? Eso te pasa por ser una puta tan rica

Sandra se sintió rara cuando el hombre le dijo puta, pero antes de poder reaccionar, sintió otras nalgadas.

Plas, plas, plas, ella no supo que hacer, no sabía si gritar de dolor o placer, solo se quejó,

aaUuummm, aaUuumm, aaUuummm

Era la primera vez que sentía tanto gusto por ser azotada, su marido nunca se lo había hecho, y tampoco que podía ser parte del acto sexual, menos que se podía sentir tan rico, inocentemente tampoco sabía que el viejo le había dejado las nalgas rojas, con las marcas de sus manos, Gilberto no tenía planeado hacerlo, pero al ver ese culo, natural, perfecto, sin una pisca de celulitis, y suave como el de una trece añera, luego se volvió a acercar,  abrió las nalgas para meter su cara en el culo de la bella mujer, sin impórtale que estaba mojado de toda clase de jugos

Sandra prefirió quedarse tranquila gozando del momento, ya ni se acordaba de su esposo

Mientras el viejo metía toda su lengua en el estrecho conducto de la mujer, besando sus nalgas, metió dos dedos, Sandra excitada por todo lo que estaba sintiendo, no entendía por qué a los hombre les gustaban tanto su culo, después el viejo sé acomodo detrás del culo de la mujer,  ella adivinando sus intenciones, le dijo al macho de turno, agarrando una de sus cremas en la mesita.

Por, por fa favor usa esta crema.

El viejo contento por la sumisión y total entrega de la delicada mujer, abrió la crema todo lo rápido que pudo hecho una buena porción en su entrada anal y otro en su vara de carne, tiro el pote a cualquier parte regando el contenido en el piso, que no se partió al ser de plástico, agarro unas almohadas metiendo una bajo su vientre, que justamente era la de su esposo, el espectacular culo, quedo como un gran corazón, sin más enfilo la cabeza de su macana en la entrada anal de la infiel mujer, Sandra sabiendo lo que vendría, respiro fuerte,  quiso decir algo pero no pudo terminar la oración.

Con cuidadoooo poooorrrfaaaa

Gilberto se la metió y al pasar la cabeza, metió el resto sin mucho esfuerzo ayudado por la crema

Aaaaaaayyyyyyy giiiillbeeeerrrtiiiicooooo noooo laaaa meeeetaaaaas taaaaan duuuurooooo.

El hombre no se detuvo hasta que sus testículo chocaron con las nalgas de la infiel mujer, luego la saco casi toda, para después deleitándose metiéndola con lentitud, esto lo hizo 2 veces más, a Sandra se le salieron unas lágrimas mientras terminaba de tapar sus gritos con las sabanas, luego ella misma se puso en 4 patas, abriendo sus piernas, de ahí en adelante comenzaron un frenético mete y saca desquiciante para la mujer que gemía y gritaba como si le estuvieran pegando, Gilberto también le daba azotes a la bella mujer, que disfrutaba con todo eso

Gilberto por haber acabado dos veces, tenía más aguante, la sensualidad y belleza de la mujer que se estaba cogiendo era el mejor estimulante que cualquier pastilla, Sandra seguía sufriendo cambios, se le ocurrió masajear su clítoris, aprovechando esa posición, hasta comenzó a masajear las grandes bolas del dichoso maduro, sentía tanto goce que rápidamente tuvo un orgasmo anal, cosa que no había tenido con su esposo.

La bella mujer volvió a gritar por el placer que estaba sintiendo en sus intestinos,

GIIIILLBEEEERRRTTOOOOOO, QUEEEEE MIIIIIIEEEEMBROOOOO TAAAAANN RIIIIIICOOOOOOOOO, TIIIIEEEEENEEEEESSSS.

Luego sin sacársela, la puso de lado, levantándole una pierna, que ella como buena alumna la dejo arriba, en esa posición, podía estimular su clítoris, también metía sus dedos en la vagina, Sandra no sabía cuántos orgasmos había tenido, ya que para ella todo era placer del puro, el viejo no le daba tregua.

Estando en pleno choque de cuerpos, sonó el teléfono de Sandra, ella se asustó y como pudo lo tomo de la mesita mientras Gilberto no se detenía en sus metidas de polla, el culo de la mujer ya era como una vagina, ella vio que era una llamada de su esposo, se asustó más todavía y tartamudeando dijo

Gil, gil be beel, too es es pe pe, un un mo, meentooo ees es mi mi ma ma ri ri dooo

Pero el hombre no se detenía, mientras el teléfono seguía sonando, así que tuvo que atender la llamada, agarrando aire y sosteniéndose de la cama para soportar los embistes del viejo

Si si mi mi  a, amor, di di me

Hola bebe, mira ya estoy en el pueblo, acabo de dejar a todos en sus casas, voy a encargar una pizza quieres algún sabor en especial?

Ha hay gr agra ci cias mi mi a amor si si u u una es es pe pe ci ci cial

Pero que tienes cariño porque tartamudeas? Y Que ese sonido como si gimieran?

Era Gilberto que bufaba como un toro en su espalda

Ha hay no no es es na na da mi mi vi vida es es que que es es to toy en en la la bi bi sicle clee clee ta y mi mi mu mu si si ca ca de de fon fon dooo

Por suerte ellos tenían varios equipos para hacer ejercicios en uno de los cuartos

Ah me asustaste, no te canse, sabes que esta noche quiero ya sabes que jejejeje

Pero la casada llena de un extraño morbo, agregó

Mii mii aamoor fiijaatee queee teeengaaa muu muu choo, choo riizooo y creee maaa be, bee cha cha meeel

Jijijijiji tra tra eme las las galle lle tas tas que que me me gus gus tan

Ok cariño nos vemos ahora

Si, si es, es, ta, ta bi,...

Sin más tranco la llamada, hubiera querido seguir hablando con su marido, pero no tenía como explicar el chapoteo de los cuerpos. Gilberto loco de la excitación al escuchar a la pareja, arrecio sus mete y saca, y Sandra contagiada por la pasión del hombre, se había excitado mucho más, por la llamada, mientras el viejo se la cogía, moviendo su culo para atrás y adelante, al mismo ritmo que su amante, con la lengüita afuera, babeaba de gusto.

Sabía que aun disponía de por lo menos 50 minutos el tiempo de la pizza, más el  tiempo que duraran las galletas, que sus dueños las metían en el horno cuando alguien las pedía.

Gilberto la volvió a colocar boca abajo y la mujer apretaba los músculos del culo, levantándolo como podía para estimularlo y asegurar que acabara de una vez, esto fue mucho para el viejo su excitación, llego al tope ya que los cuerpos rebotaban cada vez que chocaban, ensartando al culo de la mujer, esta gemía de una manera muy erótica, pidiendo que se la metiera mas adentro

AAASIIIII, AAASIIII GIIIILBEEErtIIIICOOOO MEEEETEEEELAAAAA MAAAAS AAADEEENTROOOO aaasiiii queee riiiicooo cooojeeees nooo nooo meee laaa saaaqueeess, paaapiiitooo

Esto fue mucho para el hombre que no pudo contener su excitación, descargando la poca leche que le quedaba en lo profundo de sus intestinos, apretando sus caderas todo lo que podia, contra el de la delicada mujer.

Gritando como un animal herido.

Aaaaaaauuuummm puuutaaa riiiicaaaa toooomaaaa tooodaaa mmiiii leeeeecheeee.

Por fin el viejo quedo exhausto, sobre el cuerpo de la sudada mujer, también cansada por la gran jornada de sexo.

Después de unos minutos, Sandra volviendo a la realidad, volteando su cara le dijo.

Gilberto, Gilberto, ya parece que mi esposo está por llegar

Uuummm ricura que polvo tan rico, tenía tiempo que no cogía tan sabroso, eres una diosa en la cama, pero dime bebe un día vamos a dormir juntos?

La mujer otra vez sin querer volvía a tutear al viejo

Hay Gilberto no seas loquito sabes que soy casada, no creo que podamos.

Pero si podemos repetir?

Solo si te portas bien, no quiero que sospechen nada de esto.

La mujer sin saber lo que decía estaba pactando con un señor que bien podría ser su padre.

Está bien Sandrita, pero no olvide lo que está diciendo ahora eres mi noviecita.

Jajaja que cosas dices Gilberto como diga, este será nuestro secreto. Pero ya, ya salga de mí, que tengo que arreglar el cuarto.

El hombre pesadamente comenzó a sacar su miembro todavía morsilloza del culo, La mujer se sentó pero tuvo que salir corriendo con la mano en el culo ya que no sabía que iba a salir de él.

Gilberto se rio, esa escena la había visto más de una vez, el culo de la mujer hacía muchos ruidos, en el baño, por los gases contenidos, saliéndole semen de su vagina y de su culo. Gilberto se vistió, pero no encontró su interior, ya que no lo encontró. Sandra terminando lo suyo en el baño, tampoco vio su bata, así que se colocó una cortísima dormilona rosada casi transparente, dejando su culo y senos prácticamente al aire, esto porque no quería demorarse, tenía que asegurar que Gilberto saliera de su casa, y le dijo

Ya, ya Gilberto vamos y lo acompaño a la salida, Gilberto se maravilló con el atuendo de la bella mujer, diciendo

Caramba te vez divísima aun después de echar unos buenos polvos, tu cuerpo es el mas perfecto que he visto en mi vida

Jajajaj ya viejito verde, tiene que irse.

Lo agarro por un brazo, para sacarlo del cuarto.

Mientras bajaban las escaleras, Gilberto iba dándole besos por donde podía, y Sandra que solo quería que el viejo, terminara de irse lo más pronto posible, le correspondía algunos besos, jalándolo hasta el portón de la casa. La infiel mujer iba pensando de porque se había comportado de esa manera con don Gilberto, su miembro era normal, un poco más gruesa que la de su marido, pero nada que ver con la de los otros dos hombres, se suponía que sus tamaños eran la razón por la que había perdido el control con ellos, pero acababa de hacer el amor con un hombre maduro, nada agraciado con sus formas físicas, al hacerlo en su cama matrimonial no era motivo, o será que era una adicta al sexo sin saberlo? O tal vez era que su marido no lograba encenderla, Como lo hacían los viejos?.

Ahora si entendía las conversaciones de sus amigas, ya que siempre salían a relucir los temas sobre el sexo con sus novios o amantes. Algunas lo hacían por puro placer, en su grupo era una de las pocas que se habían casado y otras que eran casadas hablaban, de forma muy natural de sus amantes y conquistas, siempre pensó que esas conversaciones sobre la cantidad de novios, eran exageraciones, pero ella en una semana ya tenía a tres y de seguro otros haciendo cola

Llegaron a la puerta al lado del portón de salida, Gilberto le dio otros besos, hasta metiéndole unos dedos en la vagina, ella trataba de apartarlo, pendiente que no la fuera ver algún vecino, así medio desnuda, con un hombre que no era su marido, en eso estaban, pero tuvieron que entrar rápidamente al ver las luces de un carro que se acercaba, pensando que podía ser su esposo, que en efecto si era, ya que este se detuvo justo en el portón de la entrada al estacionamiento, separado por el cuarto donde se guardaban las herramientas,  escucharon cuando la puerta automática comenzó a abrir, mientras la infiel mujer y su amante esperaban a que el carro comenzara a entrar.

Sandra nerviosa había calculado mal, ya que cuando le dijo a su marido que también llevara galletas, era porque las hornean al momento, al igual que la pizza.

La casada en parte preocupada, por la llegada de su marido, al igual que Gilberto que estaba atento a la entrada del carro, ya que tampoco le convenía que Rodrigo lo encontrara, con su esposa donde ella solo estaba con una pequeña dormilona, pero la infiel mujer,  no pudo evitar sentir una corriente de aire que se coló por su entre piernas y senos, esto le gusto, esa corriente la había sentido antes, solo que ahora estaba prácticamente desnuda, viéndose su atuendo, detallo que este no tapaba nada, su senos se los veía a la perfección al igual que sus pezones que estaban muy erectos, se vio sus caderas que resaltaban a los lados.

Y se preguntó que se sentiría ir por la calle, con una minifalda holgada y sin ropa interior? Todas sus faldas y vestidos eran un poco más arriba de sus rodillas, ella nunca se había comprado una, por la educación que tuvo desde niña, pero más de una vez se fijaba en sus compañeras del colegio y universidad, que abecés usaban unas, tan cortas que al caminar se les veía el inicio de las nalgas, por supuesto que esa práctica nunca le gusto, pero le gustaba a sobre manera, cuando por algún eventó o presentación le tocaba ponerse alguna micro falda, claro siempre con chores por debajo, pero en estos días se estaba sintiendo diferente y su cuerpo le pedía usar esas prendas, de hecho pensaba ir con una falda muy corta a la fiesta, si su marido se lo autorizaba, de igual manera, desde ya se estaba proponiendo comprarse unas faldas cortas, para comprobar que se podría sentir claro el andar sin ropa interior sería algo que lo haría solo para experimentar, se sonrió con ella misma, por su idea.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al voltear y ver que por fin el carro cruzaba el portón, la mujer tuvo que empujar a Gilberto, que se empeñaba en querer darle otro beso, hasta que por fin logro que se fuera y este se alejó rápidamente.

Gilberto se sentía el hombre más dichoso del mundo, había logrado hacerle el amor a la mujer que era motivo de conversación en todo el pueblo, incluso hasta en san Antonio, le había mamado la cuca, jugosa como ninguna en su vida, luego se la cogió, sintiendo su vagina especial ya que nunca había metido su paloma en una igual, tal vez por eso la, más codiciada hasta por el mismo cura del pueblo, y logrando darle el placer que no le había dado a ninguna mujer en su vida, la hizo gritar como cualquier puta, solo que los gritos de ella no fueron fingidos y como trofeo, también se la había cogido por el culo, cosa que también tenía tiempo que no hacía con ninguna mujer decente, que más podía pedir? Ahora debía buscar la manera de repetir y si es posible, convertirla en su juguete sexual, ya tenía ganas de contarle a sus compañeros de farra que también habían logrado cogérsela, hasta se le ocurrió la idea de formar un grupo llamado (cogedores de Sandra la sabrosa), con estos locos pensamientos se fue a buscar un bar donde celebrar su Azaña.

A todas estas ninguno de los dos amantes notaron mientras se despedían, que en la acera de enfrente, detrás de unas matas estaba don Eleuterio, que venía de tomarse unas cervecitas, aguantándose desde hace rato, y quiso vaciar su vejiga justo en ese lugar, ocultándose en frente a la casa de Sandra, estando en lo suyo, vio que una puerta se abría, dándose cuenta que estaba frente a la casa de Sandra, con asombro vio cuando esta se asomaba a ver si veía a alguien cerca, por pena a ser descubierto, procuro no ser visto, pero casi se le salen los ojos de gusto, cuando vio a una mujer que estaba vestida solo con una dormilona muy corta y transparente, que noto gracia a la luz que provenía del fondo y la bombilla sobre la puerta, la mujer estaba prácticamente desnuda, ya que claramente podía ver que estaba sin sostén y sin pantaletas, su miembro enseguida se le puso duro por la espectacular visión que le estaba dando la bella dama, cuando por fin se fijó en su cara, pudo comprobar que se trataba de su comadre Sandra, esto lo excito más todavía, como todo para él fue en cámara lenta, después fue que vio a un hombre parado al lado de ella, queriéndola besar, ella le correspondió pero después parece que le instaba a que se fuera, por las formas del hombre pudo ver que no era su compadre, ya que el acosador era mucho más pequeño y regordete, después vio que entraban de repente a la casa, cuando un carro se detuvo justo frente al portón del estacionamiento, un poco más atrás de donde estaba la pareja escondida, resulta que era el carro de Rodrigo, cuando el carro termino de entrar, su comadre salió otra vez abriendo la puerta, empujando al hombre que no lograba saber quién era, y que  insistía en querer besarla, luego este se fue, en sentido contrario al portón cuando este ya comenzaba a cerrarse, su comadre cerro rápidamente y dedujo que correría a la puerta de la casa.

Eleuterio, no era un tipo estudiado pero ese cuadro fue demasiado evidente, una mujer casi desnuda, dándose unos besos con un hombre en la puerta de su casa y cuando ve llegar a su marido esta lo despide, nadie podría dudar que era un amante, o por lo menos alguien muy íntimo, el conocía el cuerpo de su comadre ya bastante se lo había detallado, lulú era mucho más pequeña, después de pensar por unos segundos, se le dibujo una sonrisa malévola, tenía que sacar partido de lo que acababa de ver, la chica era la madrina de sus hijos, pero desde que la vio lo tenía vuelto loco, y esta sería su mejor carta, para lograr algo con su comadre, que desde hace rato muchos hablaban de la belleza de la mujer.

Mientras Rodrigo terminaba de cerrar el carro, sacando las bolsas, Sandra aprovechando que este estaba de espaldas, corrió casi agachada hasta la puerta de la cocina, rápidamente subió las escaleras y cerró la puerta del cuarto justo cuando escuchaba que abajo su esposo entraba por la puerta principal.

Este se fue a la cocina, dejando la pizza y todo lo demás

Sandra estaba acorralada, quería arreglar el cuarto, la cama estaba hecha un desastre, se sentía en el ambiente un fuerte olor a sexo, ella misma también lo expelía, ligada a las salivas por los besos de Gilberto, en todo su cuerpo, hasta sentía el semen en su vagina y ano, además que estaba muy sudada y su esposo ya venía subiendo las escaleras, pensó en cuestiones de segundos, jalo la cobija tratando de tapar el desastre de la cama, luego corrió al baño abriendo el grifo de la ducha, por nada del mundo podía dejar que su marido la viera como estaba ni que la oliera con todo lo que tenía encima, sabía que cuando su esposo tenía ganas, lo primero que hacía era darle besos, no le dio ni tiempo de ponerse el gorro de baño, así que se tuvo que mojar el cabello.

Rodrigo al entrar, se impresiono cuando vio el cuarto, vio regada la crema que Gilberto había batuqueado,  además que había un olor a sexo en el ambiente, el olor a los jugos vaginales de su esposa, él se los conocía de memoria, se comenzó a enojar pensando en lo peor,  entro al baño, abriendo bruscamente la puerta, Gritando

Se puede saber que paso aquí??

Sandra en la ducha, se echaba bastante champú tratando de limpiar su cuerpo, se hizo la que no escucho apurando su baño, con abundante espuma, luego se armó de valor, ya que tenía que responderle a su marido, pero aplicando toda su astucia femenina, mintiéndole a su esposo con una pericia que ni siquiera sabía que poseía, muy nerviosa pero con una vos calmada pregunto desde la ducha, hecha la inocente.

Mi amor ya llegaste? qué sucede? No te oí llegar?

Noo? Se puede saber que paso en nuestra habitación?

Todavía muy nerviosa detrás de las puertas de la ducha le dijo.

Aah es eso, hay papito jijijiji ya te digo, déjame me saco este jabón y te digo,

Mientras el hombre esperaba afuera de la ducha, ella pensaba cual debía ser su mejor excusa, ante el cuadro que delataba su evidente infidelidad.

Respirando hondo cerró el chorro, agarro la toalla y con la mejor de sus sonrisas salío de la ducha, secándose, mientras Rodrigo bravo por primera vez con su mujer tenía la cara desencajada.

Hay papito bello déjame contarte,

Esto mientras se terminaba de secar, poniéndose una toalla que apenas lograba tapar sus grandes senos, dejando sus nalgas al descubierto.

Mira que te digo mí vida, ya te dije por teléfono que estaba haciendo ejercicios verdad?, antes estuve viendo un video que me paso Melanie xxx jijijiji, ya sabes cómo es ella, bueno al terminar, quería estar caliente para ti, pensando que vendrías rápido, y me comencé a dar unos dedito jijiji ya sabes dónde jijiji con mis movimientos desarregle la cama pensando que tú y yo nos revolcábamos, cónchale pero cuando vi que no llegabas cambie de idea y preferí estar fresquita para ti, se me callo la crema jijiji, la iba a recoger después de terminar  de bañarme, no me digas que te vas a poner bravito conmigo por eso papito bello?

Esto último lo dijo haciendo puchero.

El ni sabía que su esposa se masturbaba, pero prefirió dejar ese tema para después, y conocía como era Melanie de morbosa, de hecho nunca le había gustado que compartiera mucho con su esposa, pero el confiaba en el buen juicio de su mujer, así que con su explicación bajo la guardia, ya que sabía que su mujer era incapaz de serle infiel, y ella algunas veces hacia travesuras para sorprenderlo.

Sandra al ver que había calmado a su marido y sabiéndose dueña de la situación, comenzó a besarlo con picardía, diciéndole

Papi me vas a dejar toda calientita? Mira que el agua no me enfrió. jijijiji

En el fondo lo menos que ella quería era volver a tener relaciones por lo menos en unos días, pero tenía que usar su cuerpo para poder distraer los pensamientos de su esposo y porque también tenía remordimientos por su infidelidad. El hombre se calmó ya que también era víctima de su belleza y poder de seducción que era innato en la mujer, y verla media desnuda, termino de suavizar, su furia ya que el cuerpo de Sandra, era como el de una diosa caída del cielo, todo en ella era perfecto, sus caderas, sus senos, cintura, los labios, su bella sonrisa y sus ojos que irradiaban inocencia, ternura, candidez, amor y cuando estaba seria inspiraba respeto. Él se sabía privilegiados entre muchos, era la misma Sandra de cuando la vio por primera vez, siendo muy joven, era la misma solo que ahora era una mujer más desarrollada en todos los sentidos, para él su mujer valía oro, sus padres se lo habían dicho, y por la confianza que le tenía, no hacía caso a las miradas lascivas, que los hombres le lanzaban en la calle, sobre todo en playas o piscinas, a donde iba con ella, siempre era el centro de atracción, y en este pueblo ocurría lo mismo, ya había visto esas miradas, hacia cualquier parte de su cuerpo, pero confiaba plenamente en ella, sabía que su esposa no era de andar coqueteando o andar de salida con todo el mundo,  hasta la fecha no le había dado motivos para dudar de ella.

Rodrigo tenia total razón en muchos aspectos de su esposa, todo eso era valedero, solo que hasta hace una semana, en la que ella, en un baile sensual que le dio a dos de sus empleados, callo en un juego de seducción en los que ella participo, primero obligada, pero después se desato una pasión en ella que hasta la fecha ella misma no podía controlar.

El hombre era inocente de los recientes cambios en su mujer, pero lleno de deseos por ella, comenzó a besarla mientras la jalaba para salir del baño, afuera el hombre comenzó acariciar su espalda, hasta llegar a sus rotundas nalgas, pero Sandra sintió un ardor cuando apenas se las toco, acordándose de las nalgadas de Gilberto, abrió los ojos, sabiendo que su piel era muy delicada, así que las debía tener rojas.

Tenía que evitar que su marido se las viera, y para no romper el momento, siguió el juego de seducción, tratando de no dejar que la viera por detrás, comenzó a quitarle la ropa, caminando de espaldas a la cama, diciéndole

Porque tardaste tanto? Me hacías falta bebe.

Es que todo se complicó mi amor

Ya, ya no importa ven. no crees que tienes mucha ropa?, diciendo esto la bella mujer se acostó boca arriba no quería que su esposo viera sus nalgas, en menos de un minuto ya Rodrigo se había quitado la ropa, en realidad el ya venía excitado, ya que en el carro, lulú de una manera distraída le mostro sus pantaletas, tanto de ida al pueblo y de regreso, su vestido no era muy corto, pero al estar sentada este se le subía, mostrándole tal vez sin querer las pantaletas, que Rodrigo inevitablemente no podía dejar de ver cada vez que podía, desde donde estaba más de una vez pudo ver el abultado bollito de la chica, más de una vez estuvo tentado en tocárselo, pero se controlaba, gracias a su educación, ella trataba de taparse pero inevitablemente el vestido se volvía a subir, mucho más, cuando volteaba para atrás poniendo atención a los chistes de  los viejos.

Y ahora su mujer media desnuda lo estaba seduciendo. Ya desnudo le quito la toalla a su esposa, como hace rato lo había hecho Gilberto solo que él fue más sutil. Tendió a su mujer en la cama colmándola de besos, Sandra en seguida, sintió en su espalda, la humedad dejada por sus jugos y el semen de su amante, su marido la tomo por la cintura, para acomodarla al centro de la cama, justo donde Gilberto hace rato se la había cogido. La pobre mujer no hallaba que hacer, para evitar que su esposo pudiera ver donde ella estaba acostada, así que trataba de mantener su cuerpo justo en la parte húmeda, y correspondiendo a las caricias de su amado lo mejor que podía, este fue bajando a sus senos donde estuvo un buen rato, Sandra acariciaba su cabeza y se comenzaba a excitar ya que era muy sensible en esa anatomía de su cuerpo, su esposo siguió bajando, Sandra conociéndolo sabia para donde iba, se acordó que debía tener restos de semen en su vagina, trato de atraerlo para que este no bajara a donde hace rato Gilberto había depositado una gran cantidad de semen, que aun debía tener una buena parte adentro de ella, así que le dijo

Papi ven dame un beso, quiero sentir tu boca.

Pero el hombre no la escucho, él era fanático a su vagina, desde que se casó con ella, esto era lo que más le gustaba, cuando tenía unas copas de más, mamarle la cuca era su plato favorito.

Sandra con vergüenza sintió como su esposo llego a su vagina, donde hace rato otro hombre, había descargado una buena cantidad de semen, rezo para que este no fuera a sentir su sabor.

Pero Rodrigo que no estaba al tanto de nada, comenzó a besar y chupar la vagina de su esposa, el hombre sintió un sabor extraño, algo diferente, pero no le importo por lo excitado que estaba, así que restándole importancia, comenzó a succionar lo que salía de ella, pensando que eran sus jugos vaginales, sabía que siempre eran abundantes. Sandra levantaba su cabeza para ver si su marido, notaba algo raro, pero al ver que seguía en lo suyo, sintiéndolo más entusiasmado que otros días, así que aliviada se quedó tranquila y decidió disfrutar del sexo oral que le estaba dando su esposo, con descaro se atrevió a comparar su boca con la de Gilberto, que lamentablemente su esposo estaba perdiendo, ya que el viejo lo hacía mucho mejor, pero igual su boca la sentía bien.

La infiel mujer agarro la cabeza de su esposo apretándolo contra su sexo, tal cual como lo había hecho con Fidencio y hace rato con Gilberto, comenzando a gemir y a restregar su vulva contra la cara de su esposo, bañándole la cara con sus jugos, pensando en los viejos. Quería tener un orgasmo, pero su esposo dejo su vagina y subió para hacerle el amor, su duración no fue la deseada por ella, después que este se descargó, ella quiso prolongar el acto como la otra vez, pensando en los viejos, pero su esposo se acostó de lado quedándose, dormido mientras ella, quedaba caliente y con ganas de más sexo.

Sandra hubiera querido limpiar su cuerpo, y de alguna manera cubrir su nueva infidelidad.

De nuevo se puso a pensar que había pecado otra vez, faltando al juramento de ser una mujer fiel, en una iglesia cuando se casó,  pero este juramento lo volvía a romper, por dejarse seducir por unos viejos.

estaba confundida en una semana, había conocido facetas del sexo que no sabía que existían, 3 hombres habían despertado en ella algo, que desconocía por completo, siempre creyó que tener sexo con su marido era suficiente, creyó que él le había dado todo lo que debía saber del sexo, pero este ahora dormía a su lado ya desahogado, dejándola otra vez excitada, de una manera egoísta no pensaba en ella, con los viejos era todo lo contrario, ellos buscaban el satisfacerla, hasta el final llenándola de leche, por eso pensó, será que ahora tendría que buscar el placer fuera de su cama?

Recordó que ella misma comenzó todo con un juego tratando de provocarlos y resulta que ellos le dieron el mejor sexo de su vida.

Pero a todas estas que iba pasar con su matrimonio? Si su esposo se enteraba de todo? Los viejos la llamaron puta y a ella le gusto el calificativo, ya que no se sintió mal cuando se lo dijeron, ella en el pasado esa palabra la escandalizaba, pero consideraba que esas mujeres tenían sus razones personales para ejercer esa profesión, de hecho en unas de las conversaciones con melani, esta le dijo que varias de sus antiguas amigas, la ejercían por diferentes motivos, y pensó si su nuevo apetito sexual seria su motivo?

Definitivamente tenía que encausar su vida, tenía a tres hombres como amantes, sin saber a cuantos ellos habían contado sus aventuras con ella. Estaba entre la espada y la pared. Su panorama no era nada alentador, si quería seguir su vida como cuando llego al pueblo, tenía que pensar, como hacer que todo esto se volviera a su favor, y se acordó de todo lo que Melanie, le dijo en su última visita,  voltio a ver a su esposo que roncaba inocente de todo, su trauma.

Con tantos pensamiento y cansada por el trajín, sexual se quedó dormida.

En realidad no era muy tarde, ya que Rodrigo, había llegado antes de las 8 de la noche, por eso la pareja pudo descansar bastante, esa noche

Al día siguiente se levantó pasada las 10 de la mañana, vio una nota de su marido, decía iba a hacerle servicio al carro y estaría de regreso a las 2pm y que en el horno le había dejado un pedazo de pizza, vio su cama y le dio remordimiento por haberla compartido con otro hombre, en seguida se preguntó, como Gilberto pudo haber entrado, y se acordó de la puerta trasera, el muy cínico debió conservar una copia de la cerradura, cuando construyo el muro perimetral de la casa, se paró y al quitarse las sabanas, avergonzada descubrió el interior de Gilberto, justo a los pies donde su esposo estuvo durmiendo, enseguida la agarro, se puso una bata muy corta y fue a revisar la puerta trasera, al llegar corrió el pasador que imposibilitaba abrirla desde afuera, enrollo el interior y lo hecho en la papelera de la cocina, ya en su cuarto tuvo que voltear el colchón para cubrir la mancha, que daban fe de lo desvergonzada que podía ser en ausencia de su marido.

Mientras estaba en la cocina, escucho el timbre, de la puerta exterior, don Gilberto y sus dos compañeros habían instalado un sistema de intercomunicador, con esto se podía comunicar con los que tocaran la puerta de afuera, la chica acciono el dispositivo y dijo.

Si quién es?

Soy yo patrona, lulú.

En seguida Sandra se acordó que hoy era su cumpleaños y le dijo

Voy lulú espérame un segundo, mira pero estás sola?

Si, si patrona

Salió a abrir la puerta con la misma bata que tenía, Sandra abrazo a su empleada felicitándola por su cumpleaños, en el abrazo que duro apenas unos segundos, lulú sintió en su pecho los senos de su patrona, eran como unos melones, que se aplastaron contra ella, la chica no supo que sintió, pero era la primera vez que su jefa, le mostraba tanto afecto, ellas nunca habían pasado de un simple besos en las mejillas, pero despertando de su trance, Sandra le dijo.

Ven pasa, que bueno que viniste así te doy de una vez tu regalo.

Rumbo a la entrada de la casa, la chica le dijo

Hay jefa por que se molestó? Yo venía a otra cosa.

Adentro la chica busco algo que había dejado en su cuarto, reservado para ella, también tenía su baño personal, mientras Sandra subía por el regalo ofrecido, lulú se emocionó cuando vio el teléfono, que se veía sencillo, pero era muy sofisticado, con muchas funciones, Sandra le fue explicando cómo entrar en los menú y todo lo demás y dijo

Mira te compre esta memoria para que tengas más capacidad de guardar tus fotos y videos, al sacarla de su estuche para colocarla en el aparato, lulú que no era muy conocedora de esos accesorios, la vio y dijo.

Hay esta cosita se parece a una que me conseguí allá afuera.

Si dónde? Pregunto Sandra.

Hay en su patio, hace unos días. Sandra que no terminaba de entender, volvió a preguntar

Si pero no te entiendo que fue lo que conseguiste? Cuando?

Esa cosita jefa, la memoria, el día siguiente que su esposo no pudo venir, cuando cerraron la vía se acuerda? Yo me conseguí una igual, cuando estaba barriendo en la mañana siguiente.

Sandra casi se desmaya cuando escucho lo que decía la muchacha, respiro hondo y le dijo

Una memoria como esta? Y la guardaste?

Si jefa déjeme buscarla, la tengo guardada en mi cuarto, yo le iba a preguntar qué era eso, pero se me olvido, ya regreso.

La cabeza de la casada era un caos, no podía creer que lulú tenía la tarjeta de su teléfono.

Al regresar se la mostro dándosela a una nerviosa Sandra, que al tomarla pudo ver que era de la misma capacidad de la que supuestamente tenia Fidencio, la mujer nerviosa agarro su teléfono sacando, la memoria que tenía, para insertar la que le acababa de dar la chica, pero pensó que si era su tarjeta y estaban los videos que Fidencio había  tomado este podían producir sonidos delatadores, así que le dijo a lulú.

Hay no te ofrecido nada, quieres un café?

No, no patrona quédese aquí, deje que yo lo preparo, sin más se fue vía a la cocina, Sandra aliviada aprovecho para revisar su tarjeta, buscando en las carpetas donde estaban los videos. Con asombro vio que si era su tarjeta ya que estaban algunos videos viejos que había hecho con su esposo. Con los nervios de punta busco uno con la fecha, del día cuando estuvo con Fidencio y Mario, hasta que vio uno, pero con la fecha del día siguiente, se asombró por lo pesado que era.

Le dio al play viendo que el que trataba de enfocar hacia movimientos bruscos, enfocando a todos lados, al piso a una pareja, que parecía desnuda en un sofá, luego al techo, después a los lados, no lograba enfocar, hasta que por fin, logro lo que quería, pero seguía buscando un buen Angulo, en el fondo se veía a una mujer que supuestamente era forzada y decía.

Yaaaa yaaaa  maaa maaa maaaario pooor pooor favoooor noooo nooooo nooo siiiigaaaaaa, pero la mujer no ofrecia mucha resistencia. Adelanto un poco y vio otra escena donde la mujer gemía de placer diciendo.

aaaaauuuuummmm aaaaauuuuummmm,  aaaaauuuuummmm aaaasiiii aaaaasiiiii uuuuffff uuummmgggg maaariiiiiioooo siiiiiiiiigaaaaaaaa, La mujer del video se veía que estaba loca de excitación, ya que continuo diciendo

Siiii siiiii   maaaaaas maaaaaaas aaaaaaaasiiiiii aaaaaaaaa. aaaaauuuuummmm aaaaauuuuummmm,  aaaaauuuuummmm

Lo que evidenciaba que no estaba siendo forzada. Curiosa volvió adelantar una buena parte viendo como la mujer, ahora si gritaba de placer y gusto, pudiendo ver que el hombre que estaba arriba de ella movía sus caderas de arriba abajo, la catira también movía sus caderas, contrarias a los movimientos pélvicos del hombre que bufaba como un animal herido, el movimiento de sus cuerpos evidenciaba la cúpula entre los 2 amantes, al hombre se le veía en el rostro, el gustazo de estar cogiendo, con una mujer que a leguas se veía que estaba buenísima

YAAAAAAAAAAAAA SIIIIII SIIIIIII SIGAAAAAAAAA UUUUUUUUMMMMMMGGGG, QUEEEEEEEEEEE RIIIIIIIIICOOOOOOO SIIIIIIIIEEEEEENTOOOOOO QUEEEEEEE PLAAAAAAAACEEERRR TAAAAAAAAAANN RIIIIIIIIIIIIICOOOOOOOOO AAAAAAAAAUUUUUUUMMMMGGGGG

Ahora sí pudo confirmar que era su voz. Que por los gritos debió tener un orgasmo, y siguió, Moviendo sus caderas al mismo ritmo de quien se la estaba cogiendo. Ahí fue cuando el que manipulaba la cámara enfoco su cara, con asombro se tapó la boca, si era ella y su cara denotaba el gusto por la cogida que le estaban dando, quiso seguir viendo el video, pero lulú salía de la cocina, cargada de una bandeja, con los café y azúcar, del tiro apago el teléfono, ya que no quería que su empleada fuera a escuchar y menos ver el video, respiro hondo tratando de calmarse, lulú la vio y le dijo

Jefa que tiene que la veo acalorada?

Si? Creo que me emocione viendo mis videos, gracias lulú, de verdad ya daba por perdida la tarjeta

No se preocupe jefa, lo importante es que ya la tiene.

Las mujeres hablaron, de sus cosas y después lulú le dijo

Bueno mejor me voy, de seguro usted tiene cosas que hacer, nos vemos a la noche en la fiestecita.

Está bien amiga, mira y tienes como irte?

Ah no se preocupe señora Sandra, yo me voy en camionetica, mi tío se va con sus amigo y creo que con su compadre don Eleuterio y como va muy lleno, me dio pasaje para que me fuera por mi cuenta.

Hay no lulú, cuando estés lista, te vienes y nos vamos juntos.

Si patroncita? Hay gracias estoy aquí como a las 6, le parece?

Si, si claro ya le diré a mi esposo para estar listos temprano.

Después Sandra quedo sola, llena de rabia al descubrir que la dichosa tarjeta nunca había salido de su casa, pensando en todo lo que tuvo que hacer para que se la dieran, los viejos lograron su ultimo cometido con el pretexto que la tenían, para chantajearla, pero no podía negar que en el video era evidente, que había sido parte activa de todo, esto era lo que más le preocupaba, su actitud sumisa con los viejos, no podía alegar que había sido forzada si los denunciaba, así que tenía que idea arce un plan para castigarlos, por haberse aprovechado de su inocencia y de la amistad que les regalo. Se Volvió a acordar de su amiga Melanie, era muy descarada pero conocedora de cómo tratar con ese tipo de hombres. Así que se propuso hacerlos sufrir, iba jugar con ellos, coqueteando como lo hizo en la piscina, mostrándole sus atributos, para dejarlos locos y calientes, les iba a sacar en cara que nunca se llevaron la tarjeta con el video. Si su cuerpo reclamaba la atención de sus pollas, ya buscaría la forma de estar con alguno de ellos, pero bajo sus condiciones, en algún lugar discreto, aunque pensó que hacerlo en su casa la llenaba de un extraño morbo que la excitaba, más por haberlo hecho en la cama que fue solo para su esposo, de repetirlo, tendría más cuidado, igual si lo volvía hacer en cualquier parte de su casa.

De no poder hacerlos con los viejos, no podía descartar algún otro hombre, siempre manteniendo la discreción, o como última instancia se tendría que conformar con el sexo de su marido, estando con él podría tener sus fantasías sexuales pensando en los miembros de los viejos, como lo hizo hace poco.

Con sus locos pensamientos, Subió a al cuarto para guardar la tarjeta en algún sitio, que su marido no supiera, después tendría tiempo de verlo completo, para según ella borrarlo después

Lo que Sandra no tomaba en cuenta es que iba a batallar con tres viejos veteranos, que harían cualquier cosa con tal de volver a cogérsela, la tarjeta fue solo una excusa, así que quisiera o no ellos pronto harían huso de su cuerpo, ya la habían probado, se la iban a coger de cualquier manera, así su marido estuviera presente.

Cuando escucho que su marido estaba llegando, se le ocurrió decirle que si podía llevarla al centro a comprar unas cosas, claro donde pudieran estar los viejos, más que todo, Fidencio, ya que fue el de la idea de tomar el video.

Cuando bajo a donde él estaba le dijo que lulú había ido a buscar unas cosas y aprovecho para darle su regalo, después le dijo

Papi porque no me acompañas al centro a comprar unas cosas para hacer una ensalada de frutas y así no nos vamos con el estómago vacío a la fiesta.

Claro mi reina, es buena idea.

Se dieron unos besos de piquito y ella subió a cambiarse, y para comenzar con su plan de seducción decidió vestirse lo más provocativa que podía. Busco entre sus cosas y eligió ponerse un short, beige tipo cachetero, de lejos pareciera que iba desnuda, ya que este era muy parecido al color de su piel, se enfundo con un franelon de algodón azul claro, sin mangas, dejando ver sus voluptuosos senos, cubierto con un sostén casi a ras de sus pezones, el franelon le llegaba hasta la mitad de sus divinas piernas, abierto por los lados de la cintura para abajo, se calzo con unas zapatillas de tacón mediano, que le daban un toque sensual digno de una modelo, se hizo dos coletas, para parecer una colegiala, agarro sus lentes de sol, el bolso donde tenía su celular y bajo

Rodrigo que a todas estas ya estaba dentro del carro, cuando la vio subir le dijo,

Guao Mí amor, que bella te vez, seria capas de comerte aquí mismo, ella se rio muy coqueta y le dio unos besos de piquito, mientras el prendía el carro.

Llegaron a un puesto de frutas donde normalmente se la pasaban los viejos, Salió del carro, tratando de ubicar a alguno de los 3 cubierta con sus lentes, al bajar fue el centro de atención de  hombres de todas las edades y hasta de mujeres, los que pudieron verla de lado, pensando que la chica estaba desnuda debajo del franelon se acercaban para poder confirmar, pero entristecían cuando veían que tenía unos chores. Por cosa del destino Fidencio iba pasando con otro amigo, hablando de tonterías cuando la vio, iba saliendo de un local, ella también lo vio, pero tapada con sus lentes, se hizo la loca y dándole la vuelta al carro quedo en la puerta donde estaba su esposo que no había salido del carro viendo su periódico, la mujer de una forma coqueta inclino su cuerpo, mientras le decía a su marido que le diera más dinero, para comprar otras cosas, dejando su culo levantado justo enfrente, donde estaba Fidencio, del otro lado de la calle, su amigo que estaba distraído viendo una vidriera? no vio el espectáculo que les estaba regalando la bella rubia.

Fidencio que podía ver las espectaculares piernas de la mujer, que las había cruzado, dándole un toque muy sexi, haciendo que se les vieran más divinas, con las zapatillas la hacían lucir, a las mujeres de la noche, cuando paran algún cliente, para ofrecer sus servicios, Fidencio y todos los otro que pudieron captar el momento, embobados podían ver el inicio de sus nalgas y de cómo la prenda se hundía entre sus nalgas, hasta un salido pudo tomar una foto, con su celular

La chica haciendo que contaba el dinero, ni siquiera volteo a ver quién la miraba, su objetivo era Fidencio, no le importo que otros, se recrearan de su espectáculo, camino coquetamente bamboleando su culo, sus movimientos eran seguidos por todos los hombres a su alrededor, más de uno recibió un codazo por sus parejas, algunas mujeres, celosas la miraban deseosas de querer tener la mitad de lo que poseía la bella mujer, que se dirigió al siguiente local, como si estuviera sola en el mundo.

Fidencio con disimulo la siguió, olvidándose de su amigo, al entrar en la misma tienda, le dijo sin querer llamar mucho la atención para no espantarla.

Patroncita como esta, ya la estaba extrañando, ella voltio, viéndolo por encima de sus lentes, Fidencio se terminó de maravillar al ver sus potentes senos, se le podía apreciar un generoso escote, y hasta el olor de su perfume casi lo noquean, era tan divino que unas chicas que estaban cerca dijeron, que rico huele.

Sandra le respondió en un tono con algo de ironía

Ah Fidencio como esta, y sus amigos?

El hombre embobado que no hallaba que decir solo pudo exclamar

He, ellos están del otro lado, quiere que los valla a buscar?

No, yo más bien quería hablar con usted, mire ya tengo la tarjeta de mi teléfono, lulú la encontró el día siguiente, de aquella noche, se acuerda?

Esto lo dijo en baja vos, para que no la pudieran oír los que estaban a los lados

Fidencio casi se cae para atrás, nunca supo donde había perdido la tarjeta, y resulto ser que justo dentro de su casa, creía que podía haber sido en cualquier otro lugar, que solo se enteró cuando la busco, el bolsillo de su pantalón, y con su mano se tocó la pierna a ver que este estaba roto, Sandra sonrió al ver la cara de asombro que puso el viejo, donde delataba su torpeza. Agregando

Así que ya no tiene motivos, ni razón para chantajearme, adiós

Sin más se dio la vuelta, agarrando unas chucherías, dirigiéndose a la caja.

Fidencio ni se movió, la sonrisa que tenía en la cara se le borro y solo reacciono, cuando vio que la bella mujer salía de la tienda, cosa que el también hizo, afuera igual todos las seguían con la vista, el viejo extasiado viendo como Sandra caminaba coquetamente al carro, desde ya comenzaba a maquinar como iba hacer para volver a cogerse a la bella mujer, el sabia cuanto había disfrutado de su macana, la de su compadre y de cómo Gilberto que también ya le había contado, cuanto disfruto cuando se la cogió en su cuarto, era más que evidente que la chica estaba necesitada de polla, desde hace tiempo, ellos habían logrado despertar ese volcán interno en la mujer, así que sabía que era cuestión de idearse un buen plan, para que la chica les abriera sus piernas y callera en sus brazos, todo era cuestión de tiempo y paciencia.

Vio cuando ya estaba dentro del carro, se dio unos besos de lengua con su marido, procurando que el viera, y a la vista de todos los otros a su alrededor.

Ya en su casa, Rodrigo le dijo a su esposa que le eligiera la ropa que se iba a poner para la fiesta, él siempre le dejaba a ella esa tarea, cuando tenían algún evento especial, Sandra aprovecho el momento para decirle que la ayudara a elegir entre el vestido y la corta falda, la chica por precaución le mostro las dos prendas en sus ganchos, para que no fuera a decir que la falda era muy corta, ya cuando fueran saliendo, no podría reclamar por su propia elección, ya hasta había decidido ir sin medias ya que estas se rompían por cualquier cosa, pero si se pensaba colocar un liguero, un poco más arriba de la falda, sabía que ese detalle volvía loco a los hombres. Rodrigo fijándose en la falda se acordó que, se la habían regalado en su despedida de soltera, ella se la puso a los días para que el viera como le quedaba, sabía que le quedaba de maravilla, pero no de que tan corta era, también ese día ella le modelo, con unos micro trajes de baño que había recibido por el mismo motivo, el viendo que la fiesta sería de unos quince años de seguro muchas chicas llevarían atavíos como ese, así que sería una buena idea para lucir a su mujer, después de pensarlo, le dijo que él prefería la falda, la bella mujer contenta lo lleno de besos, luego ella le busco un traje sencillo, después bajo a preparar las frutas, y tenía pensado relajarse en su bañera.

Sandra no sabía que esta noche volvería a vivir momentos intensos que podrían cambiar su vida matrimonial, estaba por entrar en un camino en donde debía, recomponer su vida, o de hundirse definitivamente en un mundo, donde solo el sexo tenía cabida, tenía que barajear muy bien sus cartas donde su palabra debía prevalecer sobre la de los que conocían sus inclinaciones sexuales, viéndolo desde el punto de vista de los viejos, donde su discreción y control marcarían el punto de apoyo en su vida social, para con su esposo y familiares.

Continuara… en la cuarta entrega Sandra vivirá las experiencias que nunca creyó podían pasar en su vida, y en donde tendrá que decidir el rumbo de su matrimonio y de su vida social.