Cambio de vida (8)

Me levanté nervioso...

Me levanté nervioso de pensar que aquella noche iba a salir con dos chicas a la vez y como se desenvolvería todo, llegué a la oficina despistado que no sabía ni donde estaba, me senté en mi mesa y entró pilar.

PILAR: David, ¿no ha puesto el ordenador en marcha todavía?

YO: ¿Eh, qué?

PILAR: Cojones como venimos hoy.

YO: ¿Has dicho algo Pilar?

PILAR (con paciencia): Por favor, puede poner en marcha el ordenador para confirmar el trabajo de hoy.

YO: ¿Qué haga qué?

PILAR: La madre que me parió, pero qué coño le pasa a este hombre hoy.

YO: ¿Eh?

PILAR: Que le voy a anular las reuniones de hoy, ¿le parece bien?

YO: ¿Qué reuniones?

PILAR: Tranquilo, yo se lo soluciono, como siga socializando tanto va a acabar hecho un cafre este hombre.

YO: Buena idea Pilar, un café me vendrá perfecto.

Se giró y me miró como si fuera la primera vez que me veía la cara, giró varias veces la cabeza de lado a lado y se fue, al poco rato me trajo un café bien cargado.

PILAR: Tómeselo tranquilo y relájese jefe.

Intenté tranquilizarme bebiéndome el café poco a poco, pero yo no estaba acostumbrado a tomar café solo y encima tan cargado, siempre lo tomaba descafeinado y con leche, pasaba la mañana y me iba poniendo cada vez más histérico con el café, salí de la oficina cuando acabé la jornada como una moto, cuando Pilar se despidió yo ya estaba dentro del ascensor con unos ojos como platos.

Me subí a la cinta de correr llegando a una velocidad de carrera que me salía el corazón por la boca, allí estaba cuando sonó el teléfono, era Marta.

YO: Holaaaa, af , af, af.

MARTA: ¿Pero dónde estás que respiras así?

YO: Y yo que sé, esto cansa un montón tía.

MARTA: Está bien, oye, quedamos a las nueve en casa, ¿te apuntas la dirección?

YO: No puedo, uf, uf, uf.

MARTA: Mejor te envío la ubicación vale.

YO: ¿La qué?, buf, buf, buf.

MARTA: Si tienes algún problema me llamas, hasta luego.

Entre la carrera a tope y la ducha fría que me di después me tranquilicé un poco, al mirar el móvil vi el mensaje de Marta con la ubicación de su casa, la metí en el gps del coche y me llevó hasta allí, al llegar era un edificio bastante bonito pero no sabía el piso que era, así que llamé a Marta para preguntarlo.

YO: Hola, ¿pero dónde estáis?

MARTA: En casa coño, ya te he enviado donde es, ¿estás tonto o qué?

YO: ¿Tonto?, que coño tonto, estoy aquí pero no sé el piso lista.

MARTA: A vale, es el ático David, ahora te abro.

Subí hasta arriba y me estaban las dos esperando en la puerta.

YO: Hola guapas.

Les di dos besos a cada una, entré quitándome la chaqueta y me desabroché dos botones de la camisa para respirar.

SILVIA: Marta que se está desnudando ya este hombre.

Me las quedé mirando.

YO: Bueno, pues ya estoy aquí, que toca ahora.

MARTA: Te veo un poco nervioso, ¿te pasa algo?

YO: Qué me han dado un café esta mañana y voy como una moto todo el día tía.

SILVIA: ¿Por un café?

MARTA: Mejor nos sentamos en la mesa y empezamos.

Me acompañaron las dos y me sentaron, todo estaba muy bien puesto y bonito, cuanto más comía más me tranquilizaba, supongo que el efecto del café se iba pasando y yo me recuperaba encontrándome más conmigo mismo, se levantaron las dos para recoger los platos antes del postre, entonces me di cuenta que llevaban puestos unos vestidos tan cortitos que a la mínima se le veían las bragas, se dejaron un par de cubiertos en la mesa, los recogí para llevarlos a la cocina y al entrar estaba Silvia agachada metiendo los platos en el limpia vajillas sacando el culo dejándome una vista que me puso la polla en alerta, a su lado estaba Marta colocando unos pastelitos en los platos, me fui para ellas y antes de que pudieran reaccionar le metí la mano en el coño a Silvia por detrás y cogí de la cintura a Marta buscándole los labios besándola, Silvia se levantó con la mano en el chichi enganchándose a mí, bajé la mano de la cintura de Marta metiéndola por debajo del vestidito agarrándole el culo también, la besaba a una y después a la otra sin dejar de apretarles el culo buscándoles el chocho por detrás, una mano de Marta me acariciaba la cara y otra de Silvia el pecho, paramos un momento.

MARTA (excitada): Mejor tomamos el postre primero y después seguimos, ¿no?

SILVIA (como una moto): Yo pasaba y me lo comía a él ya mismo.

Las besé a los dos otra vez.

YO: Me vuelvo a la mesa y mejor seguimos más tarde.

Salieron las dos con los postres y nos los comimos mirándonos unos a los otros para ver quien empezaba y daba la señal de salida.

La primera en acabar fue Silvia que apartó el plato y se nos quedó mirando apoyando el codo en la mesa, aguantándose la cabeza con la mano, pasaba la vista de uno al otro sonriendo los tres, cuando acabamos los demás Silvia se levantó y se llevó los platitos y los cubiertos.

MARTA: Vamos a sentarnos en el sofá para acabarnos el vino.

Cada uno son su copa nos sentamos y brindamos por aquella noche.

SILVIA: Tú David, ¿tienes experiencias haciéndotelo con dos chicas a la vez?

La pregunta tan directa me dejó parado pensando en la respuesta, si le decía que no, igual pensaban que era un tontito que no me enteraba de nada y si le decía que sí, pues era una pequeña mentira que ellas no se iban a enterar y yo quedaría como un tío experimentado en el sexo, así que respondí lo más evidente.

YO: En mi puta vida lo he hecho.

Solo decirlo pensé, mira que llegas a ser idiota tío.

MARTA: Que bien, a mi me pone cachonda hacerlo con alguien que se estrena.

Coño, pues a lo mejor no fue tan mala la respuesta.

SILVIA: Nosotras te vamos a enseñar cómo se hace, joder me estoy mojando las bragas solo de pensarlo.

MARTA: ¿A sí?, a ver déjame ver.

Se levantó de mi lado, pasó por delante de mí y se arrodilló en frente de Silvia que la tenía al otro lado, le abrió las piernas y metió la mano para tocarle el chirri, para comprobar si estaba mojada o no, Silvia dio un suspiro al notar el contacto de su compañera que me puso la polla tiesa de golpe.

MARTA: Sí que lo estas sí, que guarrilla estas hecha nena.

La cogió por la cintura estirándola sacándole el culo hasta la punta del sofá, le levantó el vestido por encima de las bragas y volvió a meterle mano.

MARTA: Mira David lo mojada que está Silvia.

Me puse de lado y miré torciendo la cabeza la mano de Marta que tapaba por encima de las bragas todo el coño de su amiga, la apartó y se vio muy claro una mancha bastante grande de humedad alrededor del agujero del chichi de Silvia, instintivamente me puse la mano en la polla por encima del pantalón apretándomela, Marta estiró de las bragas quitándoselas, le subió las piernas para levantarle el coño y metió la cabeza en medio pegándole algunos lametazos suaves, Silvia gimió fuerte y me miró, acerqué mis labios a los suyos y le metí la lengua en su boca morreándonos, noté la mano de Marta que me agarraba la polla sin dejar de lamer el chocho de su amiga, me levanté y me desnudé mirando el espectáculo, puse una rodilla encima del sofá y le acerqué la polla a la boca a Silvia que me la cogió rápido y con fuerza con la mano para metérsela en la boca a la vez que gemía.

Marta alargaba una mano y me acariciaba el culo y los huevos, mi polla poco a poco desaparecía dentro de aquella boca glotona que no parecía conformarse y pedía más por momentos, la tenía casi toda dentro, Silvia empujó con su mano sobre mi muslo para que la sacara un poco y se la volvió a meter, lo volvió a repetir y yo entendí que quería que le follara la boca moviendo mis caderas, jadeó confirmando que aquello era lo que quería y yo seguí metiéndosela y sacándosela despacio de la boca, me fui animando moviéndome cada vez más rápido y profundo hasta emocionarme y metérsela toda de golpe aguantándola dentro, Silvia abrió mucho los ojos mirándome sin dejar de apretar mi polla con su boca y le vino una arcada, se la saqué y tosió expulsando saliva, me miró con cara de vicio y se la volvió a meter hasta el fondo apretando con sus labios sobre la base de la polla, Marta seguía con lo suyo y tenía el chocho totalmente mojado, Silvia se sacó mi polla de golpe respirando fuerte como si se ahogase, me la dejó toda llena de babas que resbalaban y caían, se levantó del sofá y se estiro en la alfombra, Marta se quitó las bragas y volvió a amorrarse en su coño poniéndose encima en un sesenta y nueve, Silvia me cogió de nuevo la picha metiéndosela en la boca, se la sacaba y lamía el chichi de la amiga haciéndome una paja, cambiaba cada poco tiempo, gemía más fuerte y estaba excitadísima, estiró de mi polla para colocarme bien y la apuntó en el agujero de Marta.

Se la metí hasta el fondo despacio haciéndole dar un grito ahogado por el coño de Silvia que le tapaba la boca, empecé a meter y sacar despacio y noté la boca de Silvia que se metía un huevo chupándolo con suavidad y que un dedo jugaba con el agujero de mi culo, fui aumentando el ritmo haciendo gemir más a Marta que a la vez hacía gemir más a Silvia hasta que se corrieron las dos, cuando Silvia me había metido en el culo la punta de un dedo que sacó al correrse, se quedaron las dos quietas jadeando recuperándose, yo apoyé la espalda en un sofá mirándolas una encima de la otra disfrutando de la vista, se sentaron en la alfombra y se quitaron la ropa que les quedaba, me miraron sonriendo y me dijeron que me colocara en medio de las dos, me estiraron y Marta se metió el capullo en la boca succionándolo fuerte, apretándome el tronco con la mano estrujándomela a la vez que Silvia me besaba y me hablaba al oído.

SILVIA (riendo): ¿Te ha gustado que te metiera el dedo en el culo?, lástima que me he corrido porque pensaba follártelo metiéndote el dedo hasta el fondo cabrón.

YO: Tú estate atenta porque a la mínima te voy a meter toda mi polla en el tuyo y te voy a reventar hija de puta.

Me miró con una cara de vicio tremenda, volvió a besarme con pasión metiéndome la lengua en la boca hasta la campanilla, apartó a Marta de mi polla y se sentó encima metiéndosela hasta el fondo moviendo las caderas a golpes secos dando gritos cada vez que le entraba hasta el fondo, Marta le tocaba las tetas y la besaba suavemente, Silvia empezó retorcerse y se corrió pegando unos gritos tremendos, se dejó caer encima de mí acercando su boca a mi oído.

SILVIA: Estas hecho un buen cabrón David.

Se apartó a un lado desafiándome con la mirada.

MARTA: Ahora me cuidaré yo de ti guapo.

Que trato tan agresivo de una y tan dulce de la otra, la mezcla me ponía cachondo perdido, Marta se la metió igual que su amiga cambiando de amazona, ella lo hacía con movimientos más cortos y más seguidos gimiendo muy seguido, Silvia levantó la cabeza para verlo, le hablé al oído.

YO: ¿Te gusta ver cómo me folla tu amiga pervertida?

Me miró a los ojos, me abrazo poniendo su cabeza al lado de la mía.

SILIVA: Me pongo celosa y cachonda a la vez hijo de puta.

YO: Pues míralo bien porque después os voy a follar a cuatro patas a las dos hasta que os corráis, y para acabar te la voy a meter a ti en el culo para correrme dentro dejándotelo bien abierto y lleno de mi leche cabrona de mierda.

Se incorporó que se le salían los ojos de las cuencas, metió la mano entre mi pubis y el chocho haciéndole una paja provocando que Marta se corriera en un momento, me miró como alentándome a que siguiera.

MARTA: ¿Pero qué coño os pasa a vosotros dos con tantos secretitos?

SILVIA: Ya te lo explicaré cariño, ahora ven y ponte aquí conmigo.

Se pusieron las dos apoyando el pecho en el sofá sacando el culo dejándome a mi disposición los chochos mojados uno al lado del otro, me arrodillé detrás y se la metí a Silvia de un golpe fuerte hasta el fondo.

SILVIA (gritando fuerte): ¡Cabrón de mierda!

MARTA (tranquila): No le insultes cariño que…

Le metí dos dedos de golpe.

MARTA (gritando): ¡Hijo de puta!

Las follé a las dos con fuerza cambiando cada cierto tiempo de coño, cuando estaban a punto me entretuve un poco más con el de Silvia hasta que se corrió pegando unos gritos terribles insultándome sin parar, se la metí a Marta aflojando el ritmo follándola con más suavidad hasta conseguirle un orgasmo largo y muy intenso, las dos seguían en la misma posición con la cara apoyada en el asiento del sofá respirando recuperándose, le metí la mano en el coño a Silvia mojándola con sus flujos, dio un grito girando la cabeza mirándome con los ojos muy abiertos, le puse la mano mojada encima del ojete del culo lubricándoselo, le metí despacio un dedo y le hablé al oído.

YO: Prepárate zorra que te voy a dar por culo hasta reventarte.

Se mordió el labio inferior con fuerza mirando a Marta cogiéndole y apretándole la mano, su amiga levantó la cabeza para ver qué pasaba y yo le metí la polla en el culo despacio pero sin parar hasta el fondo, estrujó la mano de su amiga pegando un grito, Marta abrió la boca de sorpresa abriendo mucho los ojos, se la saqué y la metí un poco más rápido soltando un fuerte gemido de lo caliente que me ponía aquello, Silvia gritó de nuevo moviendo todo el cuerpo, otra embestida más dura, después otra y otra hasta coger un ritmo alto y fuerte.

SILVIA: Que cachonda me pones cabrón, estoy caliente como una perra.

Marta metió una mano por debajo llegando al chocho de Silvia haciéndole una paja, yo cada vez empujaba más fuerte gritando más, poniéndome más cardiaco y Marta aceleraba su mano juntándose el sonido de los golpes de mi cuerpo contra su culo, y el del roce de la mano de su amiga en su coño totalmente mojado, Silvia no paraba de gritar y mover todo el cuerpo hasta empezar a correrse abriendo mucho la boca y los ojos, flojeándole las piernas y en ese momento empecé a sacar leche por la punta de mi polla llenándole el culo, juntando mis gritos a los suyos, me dejé caer sobre Silvia cogiéndole una mano llevándosela a su culo, saqué la polla y le metí tres dedos de su mano dentro para que viera lo dilatado y abierto que se lo dejé.

YO: ¿Te gusta así zorrona o quieres que te lo abra más?

SILVIA: Eres un hijo de la gran puta que me pones ciega de vicio cabrón.

Se incorporó y nos abrazamos los tres besándonos entre todos en los labios, me fui a duchar y acabamos un rato sentados en el sofá, conmigo en medio y una a cada lado apoyando sus cabezas en cada uno de mis hombros, pasándome las manos por el pecho y el estomago comentando lo bien que lo habíamos pasado y de no tardar mucho en volver a repetirlo.